SITUACIÓN GENERAL:
Cada vez existe mayor consenso en que el Sistema Capitalista no solo está en crisis, sino que nos lleva al abismo. Un sistema que no es sustentable, que no puede crecer infinitamente sobre bienes finitos, un sistema cuya tendencia y ‘desarrollo’ no cabe en el planeta y cuya acumulación incesante tiene límites. Ante ello, el debate estriba sobre la “alternativa” a este sistema, si es posible o no, cómo, cuándo, de qué forma, cuál es la estrategia y el camino. Para algunos sectores el cambio sólo es posible tomando las estructuras del Estado, para otros es desde abajo construyendo alternativas diferentes al capitalismo; para otros desde los dos procesos, desde lo Local y desde lo Global. Hay quienes plantea que una alternativa anti sistémica no puede darse dentro del mismo sistema actual. Algunos movimientos plantean solo resistir al capitalismo, sobrevivir y adaptarse; y para otros es buscar la salida, las alternativas. Otros enfatizan la lucha para desvelar el poder corporativo en lo que denominamos el Modelo Corporación-Nación, un siguiente modelo del Sistema Capitalista que supera al Modelo Neoliberal.
En algunos países se han logrado establecer gobiernos de izquierda o progresistas, dependiendo de la mirada política desde donde se vea esta forma de enfrentar el capitalismo, y desde la óptica que solo tomando el poder político y las estructuras del estado es posible un cambio, o al menos un paso de transición y alternativa para el cambio. Sin embargo, hacia abajo, en Chiapas y en todo México, la políticas hacia el campo y el sector rural han sido de permanente despojo de sus territorios ya que las corporaciones, en el marco de los Tratados de Libre Comercio, disputan grandes extensiones de tierra para sus megaproyectos que implican migración, pobreza y violencia como son los proyectos mineros, represas, monocultivos, parques industriales, turismo de élite, Zonas Económicas Especiales, petróleo, gas, fracking, entre otras inversiones extractivistas. Pero también infraestructura como canales secos, carreteras, regasificadoras, vías férreas, puertos, aeropuertos, oleoductos o gasoductos.
En el marco de este supuesto ‘desarrollo’ impulsado por todos los gobiernos y partidos políticos, los pequeños productores no tienen cabida: hay que vaciar el campo de campesinos. Y unos cuantos sean absorbidos a la lógica del mercado o a los paliativos para mitigar la pobreza del campo por medio de programas asistenciales que generan dependencia, división comunitaria y violencia, y que también son usados para el control político territorial y electoral. Dichos programas de apoyos económicos van dirigidos a las mujeres, las personas de tercera edad y a los estudiantes; a la infraestructura (sistema de alcantarillado) o la salud, entre otros. O se reducen a la entrega de cajas con productos de la canasta básica sin saber la procedencia del contenido, con paquetes de plaguicidas, semillas híbridas, plantas para la reforestación o plantación de monocultivos como la palma aceitera, de mango o plátano; o para impulsar la ganadería extensiva e intensiva, para maquinaria e instrumentos para la aplicación de plaguicidas, molinos para el maíz, laminas para techar, almacenamientos de agua (rotoplas), entre otros. Por otro lado, en México se permite el uso de 140 ingredientes activos de plaguicidas prohibidos en otros países. Muchos alimentos del campo son rociados con glifosato como el caso del maíz.
Este «modelo de desarrollo» forma parte de un sistema corrupto y de acumulación corporativa operado por el estado y las empresas transnacionales que han violado los derechos humanos y colectivos de pobladores en las ciudades, de comunidades indígenas y campesinas, como el acceso al agua, la alimentación, el derecho a un ambiente sano, la libertad de organizarse como pueblos para gobernar sus territorios, la privación de la vida producto de la resistencia y lucha por los derechos humanos.
Este contexto muestra que las propuestas de desarrollo no van de acuerdo a la cultura y cosmovisión de los pueblos campesinos e indígenas. Por ello fue necesario pensar en una propuesta alternativa de vida diferente a esta forma de desarrollo que ha fracasado y que los pueblos no quieren más. Una propuesta que incluya la participación de todos, los conocimientos y propuestas locales de acuerdo a la cultura y cosmovisión de los pueblos que en Otros Mundos conocemos como “Alter Natos”.
NUESTRA CONCEPTUALIZACIÓN:
Ante esta realidad, algunos movimientos se han planteado resistir a los efectos que causa el sistema, otros a adaptarse o mitigarlos, otros a paliarlos, pero también existen movimientos que van más allá en búsqueda de alternativas anti sistémicas. Sin embargo, consideramos que muchas veces las alternativas se centran en aspectos sectoriales, parciales, o incluso más que alternativas aceleran la lógica de la acumulación. Por ello hemos desarrollado una conceptualización de lo que es una “alternativa”.
“Alter Natos”, es una palabra compuesta que se divide en dos partes. “Alter” que significa otro, que se refiere a dos o más posibilidades, por lo que no hay un solo paradigma, sino muchos mundos posibles. “Natos” se refiere al movimiento de va de adentro hacia afuera, es lo que nace desde adentro de manera natural. Alter Natos son entonces las propuestas que nacen de manera natural para hacer frente al sistema capitalista, extractivista y patriarcal. Este movimiento de adentro hacia afuera según la experiencia en el trabajo comunitario y acompañamiento de Otros Mundos, se da principalmente en los pueblos campesinos e indígenas a través del saber y conocimiento tradicional en el manejo de los bienes naturales comunes. Alter Natos se concreta como una estrategia central de nuestra organización Otros Mundos A.C. Caminamos junto con las comunidades y organizaciones por defender los derechos colectivos de los pueblos, la tierra y los territorios, la soberanía alimentaria y la salud, ante la depredación del sistema capitalista que se traduce en la multiplicación de megaproyectos extractivos como minas, represas y monocultivos.
Los bienes naturales comunes son el bosque, el agua, la biodiversidad y la integralidad de ecosistemas en donde fluye la energía y donde el medio se transforma para la siembra y cosecha en sistemas agrícolas productivos como la milpa, el frijolar o el chilar. A través de los bienes naturales comunes se han generado una diversidad de estrategias para su manejo y estas han permitido alcanzar una soberanía alimentaria y energética desde las comunidades indígenas y campesinas. Por ello, nuestro Alter Natos busca fortalecer sistemas diferentes en las comunidades que proponen hombres y mujeres sobre el control, uso y manejo de los bienes naturales comunes através de dos procesos. Por un lado la Escuela Popular Agua y Energía (EPAE) donde através de la educación popular se abordan aspectos políticos y técnicos con planeación participativa (autodiagnóstico), el análisis del Modelo Extractivo y sus efectos. Por otro lado, la Red de Sistemas Familiares Sustentables (RESISTE) donde se promueve el intercambio organizativo y técnico de las comunidades integrńdolas a las plataformas de defensa territorial a partir de los espacios en donde se realizan los encuentros. Los Alter Natos se han promovido principalmente en comunidades indígenas de la Zona Altos y Fronteriza de Chiapas.
OBJETIVO GENERAL: Buscar y experienciar junto con las comunidades nuevas formas de vida diferente a la lógica del Capitalismo que llamamos “Alter Natos”. Nuevas formas de relacionarnos con los bienes naturales comunes en los territorios, en torno a la alimentación, la producción, el acceso al agua y a la energía.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
- 1. Promover soluciones y propuestas en las comunidades sobre sus bienes comunes naturales a partir de diagnósticos comunitarios.
- 2. Concienciar lasa amenazas sobre el territorio que genera el Modelo Extractivo (megaproyectos, plaguicidas, transgénicos, monocultivos, la agroindustria, etc.).
- 3. Fortalecer las propuestas de solución a través de la Red de Sistemas Familiares Sustentables (RESISTE) con intercambios y vinculación a los procesos sociales de resistencia
- 4. Capacitar e implementar sistemas de ecotecnologías para el uso y manejo de los bienes comunes naturales principalmente en agua, energía y sistemas productivos agrícolas-pecuarios.