Publicación de Amigos de la Tierra Internacional (ATI) – Febrero 2018
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Texto elaborado por Isaac Rojas, co-coordinador Programa Bosques y Biodiversidad Amigos de la Tierra Internacional con comentarios de Claudia Ramos y Gustavo Castro (Otros Mundos – Amigos de la Tierra México); Jeff Conant (Amigos de la Tierra Estados Unidos), Nele Marien (co-coordinadora Programa Bosques y Biodiversidad Amigos de la Tierra Internacional), Peter Kodde (Milieudefensie – Amigos de la Tierra Holanda) y Héctor de Prado (Amigos de la Tierra España).
Diseño: Nicolás Medina
Introducción
En el Programa de Bosques y Biodiversidad de ATI, hemos venido reflexionando acerca de las múltiples formas para detener y expulsar los proyectos y políticas de financiarización de la naturaleza (FN) en nuestros territorios. Nuestro proceso de reflexión producto de la reunión de Uganda [1] nos llevó a la necesidad de ir juntando y acercando las estrategias compartidas que junto con comunidades y Pueblos Indígenas, en ese momento, se habían llevado a cabo: algunas tenían que ver más con trabajo nacional y sus implicaciones en labores de cabildeo y lobby con autoridades locales, otras tantas del trabajo en el territorio local, además de surgir importantes reflexiones en la parte del trabajo internacional.
Compartimos acerca del reto de explicar estas temáticas de forma más sencilla, sin perder los puntos críticos que nos hacen rechazar estos proyectos y visibilizar las soluciones reales que desde los pueblos y comunidades ya se están poniendo en marcha. Una de las ideas surgidas fue, ¿por qué no declarar nuestros territorios libres de REDD? Conocemos experiencias de diversos grupos de ATI que han hecho lo mismo en por ejemplo, luchas contra la minería y los transgénicos.
Con el paso del tiempo y conforme hemos ido trabajando otros temas como la FN, algunos grupos también han manifestado el interés por declarar territorios libres de proyectos de financiarización al ser estas, parte del modelo extractivo. La percepción de los impactos de REDD y de la FN en general, son muchos más abstractos puesto que no son tan visibles como los provocados por la minería por ejemplo. Además se les presenta como una forma de conservación de la Naturaleza donde además, se dará dinero por realizar esa labor.
Estas circunstancias, complican el proceso de declaración de un territorio libre de REDD o de FN. En Costa Rica [2], un grupo de personas indígenas del territorio indígena de Talamanca al sur del país, declararon su territorio libre de REDD. De inicio enfrentaron varios retos. El principal fue cómo explicar que algo que es presentado como un instrumento que ayudará en la conservación de los bosques y además, dará dinero, conlleva impactos negativos.
Durante el proceso, fue visible que este reto sería abordado con éxito debido a que la declaratoria se daría en un territorio indígena donde existe una dimensión espiritual y cultural en relación al bosque y así es más fácil entender esos impactos. Además, el territorio es comunitario y toda la comunidad lo cuida. Otro punto abordado fue el de la autonomía indígena: ¿de dónde viene la propuesta REDD?; ¿Es algo que surge desde los mismos Pueblos Indígenas o desde organismos internacionales que plantean que para conservar el bosque hay que sacar a todas las comunidades del mismo?; ¿Qué quieren los Pueblos Indígenas?. Este tipo de preguntas abrió espacios importantes para la reflexión sobre REDD que incluyó un análisis de quiénes son los responsables directos de causar el cambio climático y cómo mecanismos como este permiten a grandes corporaciones seguir contaminando. Finalmente, la experiencia de los Pueblos Indígenas con el pago por servicios ambientales (PSA) en Costa Rica -y REDD fue presentado como un nuevo PSA- ayudó a ver que más bien podría traer nuevos problemas como la distribución de los posibles dineros, divisiones en las comunidades y restricciones al uso del bosque. Una experiencia similar tiene REDDeldía [3] en la región Selva en Chiapas.
Así que nos dimos a la tarea de juntar, leer y agrupar ideas provenientes del trabajo de varios de nuestros grupos con el fin de que puedan ser utilizadas y enriquecidas. De esta forma, podremos ver qué significa declarar un territorio libre -de REDD, FN o cualquier otra amenaza- al tiempo que compartimos varias experiencias. Este documento no es un recetario porque una declaratoria de un territorio libre varía mucho a lo interno de un país y de uno al otro. Lo que buscamos es simplemente compartir ideas para que ojalá sean enriquecidas a través del trabajo por declarar nuestros territorios libres de políticas y amenazas para que así, sigan estando repletos de nuestras propuestas.
¿Qué implica declarar libre un territorio?
Declarar un territorio libre, es una práctica de autonomía. Esta idea es la que mejor resume y explica el significado y las implicaciones de un proceso como este. Es una práctica política para ejercer los Derechos Humanos, sobre todo los colectivos, esos que nos protegen como comunidad, como personas que somos parte de algo más colectivo, una comunidad. No solo nos referimos al Derecho Humano a decidir desde los territorios, las actividades y políticas que pueden existir en el mismo, sino también se pone en vigencia los Derechos Humanos a contar con información en forma oportuna, a contar con el tiempo necesario para analizar y comprender esa información, siguiendo, en el caso de existir, formas tradicionales.
El derecho a la participación ciudadana entendida como un proceso que promueve, permite y respeta que las comunidades y sus organizaciones formen parte fundamental del análisis y comprensión de cualquier elemento que facilite tomar una decisión final sobre una actividad o política que afecte sus territorios. El derecho a la autonomía y autodeterminación son fundamentales ya que sin territorio no hay autonomía ni autodeterminación y viceversa. Además, la autonomía y la autodeterminación en un territorio, no pueden ejercerse si violentan la autonomía y la autodeterminación -y otros Derechos Humanos- de otros territorios. Así, la declaratoria de territorio libre, tiene estrecha relación con la puesta en práctica, la vigencia y el respeto a los Derechos Humanos.
El trabajo o proceso para declarar un territorio como libre surge de una decisión tomada por una comunidad, pueblo u organización, para defender su territorio de cualquier actividad o política que es considerada como una violación, un desmedro, un debilitamiento o la erosión de la forma de vida -o modelo de desarrollo- que se quiere para su territorio.
El movimiento, como cualquier otro, se construye mediante alianzas entre diversas organizaciones y comunidades. Puede surgir desde la propuesta de una organización o comunidad que con ideas, muestra como una actividad o política, provoca impactos negativos en diversas áreas de la vida cotidiana que se lleva en la comunidad. Normalmente, estas actividades o políticas no surgen de la comunidad sino que son impuestas por autoridades del gobierno ya sea mediante la autorización para llevar a cabo una actividad a un actor privado como las corporaciones, o por la aplicación de una política pública.
En algunos casos la declaratoria puede ir de la mano de mecanismos legales, en otros no. La declaratoria conlleva un trabajo fuerte de divulgación, información, capacitación, comunicación, cabildeo, construcción de alianzas, entre otras, y el lograrla, es un primer paso porque la declaratoria como tal no garantiza nada aun cuando pueda ser amparada por algún mecanismo legal. Luego tendrá que darse un trabajo para ponerla en vigencia y defenderla. Así, los procesos organizativos que permiten obtener esa declaratoria deben ser permanentes. Por ello es fundamental que, independientemente de la legalización del territorio libre, se logre establecer en la opinión pública así como en la autoconciencia del movimiento, la legitimidad política de una declaración de territorio libre. Al mismo tiempo se tiene que establecer su legitimidad social, ética, moral, ancestral, de consciencia global ambiental, de Derecho Humano. En definitiva, que luchamos por algo justo y necesario. Esto será fundamental para defender esta práctica política ante los embates que seguirá siendo objeto por la disputa del territorio.
1. Reunión Bosques y biodiversidad realizada en Uganda, 2013.
2. Comunicación personal con Mariana Porras de COECOCEIBA-AT
3. https://grupocartadebelem.wordpress.com/2013/07/15/chiapas-suspendido-el-programa-redd-plus-dice-semahn/
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Más información:
El Acuerdo REDD+ entre California-Acre-Chiapas: Legalizando los mecanismos de desposesión
REDD y derechos: lo bueno, lo malo y lo feo
[AUDIO] Los proyectos REDD no son distintos a otros proyectos del modelo extractivo