Reciclaje avanza trueque a trueque por la capital mexicana
Por Emilio Godoy, IPS
MÉXICO, 6 ago (IPS) – Isabel Becerril acudió con unos amigos al Mercado de Trueque de la capital mexicana para intercambiar 40 kilogramos de residuos reciclables por verduras, dulces y plantas. «Es la primera vez que vengo y me gustó», admite a IPS esta estudiante, bolsa ecológica en mano.
De este modo «se fomenta la separación de la basura», explicó Becerril, de 20 años, quien cursa la licenciatura de diseño gráfico en la estatal Universidad Autónoma Metropolitana.
El Mercado del Trueque, que desde marzo se celebra el primer domingo de cada mes en el Bosque de Chapultepec, situado en el oeste de la Ciudad de México y que es su mayor fuente de oxígeno, es una idea novedosa forjada entre grupos de proveedores y la Secretaría (ministerio) de Medio Ambiente (SMA) del gobierno de este distrito.
Provenientes de las demarcaciones territoriales de Milpa Alta, Xochimilco, Cuajimalpa, Tlàhuac y de municipios circunvecinos del contiguo estado de México, los agricultores ofrecen tomate, papa, lechuga y limón, entre otros alimentos, a cambio de papel, cartón, vidrio, aluminio, botellas de tereftalato de polietileno (conocido como PET) y aparatos electrónicos.
El mecanismo es sencillo. En una gran tienda blanca, trabajadores de la SMA y voluntarios reciben los desechos de los consumidores en 20 mesas, los pesan y les entregan una papeleta para que luego acudan a unos kioscos en los que reciben billetes de plásticos, que representan los puntos obtenidos.
Con ese dinero virtual en el bolsillo, los consumidores pasan al área de venta de productos, donde adquieren las mercancías a cambio de esos puntos. Por ejemplo, un kilogramo de PET equivale a 24 puntos, uno de aluminio a 16, uno de cartón o vidrio a tres.
Las equivalencias de las verduras son similares, pues con 20 unidades se puede comprar medio kilogramo de tomate o de papa.
El proyecto «ha sido exitoso para los productores», asegura Erick Izquierdo, de la Cooperativa Tierra Nueva, fundada en 2011 para asesorar a los sembradores en buenas prácticas agroecológicas.
«Se busca que la gente conozca a los campesinos, vea lo que producen y valore su trabajo», añade ante la consulta de IPS.
En Xochimilco, una de las 16 divisiones administrativas de la capital mexicana, Izquierdo cría conejos y codornices y cultiva ciruelas, aguacate y lechuga.
En México, el reciclaje aún es una cuestión de ligas menores. De los más de 40 millones de toneladas de basura que se generan anualmente en este país, solo se recicla 15 por ciento, mientras que en particular en la Ciudad de México, que aporta 13.000 toneladas de desperdicios sólidos por día, esa tasa es de 12 por ciento.
Los productores participantes se han asegurado la distribución de sus mercancías y un ingreso adecuado, desembolsado por la SMA. El sector de recicladores también se ha beneficiado, pues los materiales recolectados son trasladados a una empresa que los procesa y los deja listos para su uso industrial.
La Ley de Residuos Sólidos del DF (distrito federal de la Ciudad de México), de 2003, obliga a la separación de los desechos orgánicos e inorgánicos, para su manejo y reciclaje.
Al que madruga…
El proyecto ha sido exitoso desde su concepción, pues más de 20.000 personas han visitado el mercado, con un intercambio de más de 70 toneladas de residuos por más de 41 toneladas de frutas, vegetales, lácteos y plantas, según cifras de la SMA.
Jorge Godoy, asiduo de la plaza desde su inicio y quien cultiva verdolaga, lechuga, papa y perejil, vendió el domingo 5 toda su carga de más de 100 kilogramos.
«Ha sido una buena venta, es un ingreso que me ayuda bastante», asegura a IPS este agricultor de 27 años, que trabaja un terreno de una hectárea en el pueblo de San Gregorio Atlapulco, en Xochimilco.
Los preparativos arrancan el día previo a la jornada de trueque, con el pesaje y el transporte de los bienes. A las seis de la mañana de cada primer domingo de mes, los productores empiezan a instalarse en el Bosque de Chapultepec, el mayor de América Latina con sus 686 hectáreas y que significa «cerro del chapulín» (grillo o saltamontes) en lengua náhuatl.
Las operaciones comienzan a las ocho de la mañana y duran hasta que las existencias se acaban. En el ínterin de cada edición de esta feria, los vendedores se preparan para tener la oferta disponible para la siguiente, además de colocar frutas, verduras y vegetales en otros mercados.
Desde la apertura del Mercado del Trueque se forma una larga fila de gente que acarrea sus materiales. El trabajo en las mesas es frenético, un ritmo que tampoco se detiene en la zona de venta de productos.
En la entrada, una pancarta invita a los visitantes: «No tires lo que aún vale, mejor cámbialo». En los depósitos del material ya separado, otro grupo se afana para llenar camiones de transporte encargados de que los desechos regresen en un cuerpo nuevo y recargado de utilidad.
La enfermera jubilada Lourdes García madrugó para entregar su lote de vidrio y PET. «Es la primera vez que vengo, oí del mercado cuando empezó, me puse a juntar la basura y ahora decidí venir», relató a IPS esta mujer de 60 años, quien optó por buscar plantas ornamentales.
Como no puede crecer indefinidamente, el mercado se enfrenta a la disyuntiva de cómo ampliar su operación.
«Llegamos a un tope, lo que sigue sería hacerlo itinerante o replicarlo en otros sitios», planteó Izquierdo.
En México hay más de 20 mercados ambulantes y de bienes orgánicos, una modalidad en expansión.
Los productores y la SMA negocian para crear la Tarjeta Proverde, con la cual obtendrían descuentos en la adquisición de equipos agrícolas o repuestos. Otra alternativa se basa en la posibilidad de que el gobierno citadino certifique a los cultivadores orgánicos, para reconocer sus prácticas agroecológicas.
Isabel Becerril quedó con ganas de regresar al Mercado de Trueque. «Es una buena idea, porque se generan beneficios para el consumidor y el productor», comenta.(FIN/2012)