Por: Emma Martínez, Revolución TRESPUNTOCERO
Tenía poco menos de 40 años y era pescador, también trabaja la tierra y vendía los productos. Rosa, su esposa, cuenta a Revolución TRESPUNTOCERO que nunca se enferma porque “los pobres no pueden darse el lujo de enfermarse”.
Asegura que era alto, fuerte y “robusto como un árbol, trabajador imparable, nunca se cansaba, hasta hace unos meses, ya desde antes se le había comenzado a verse cansado, pálido, pero bueno a nosotros eso nos caracteriza, porque casi nunca hay para nutrirnos bien, pero luego le llegó la debilidad, se nos hizo muy raro, pero tampoco pudimos ir al médico, fue hasta después que los dolores ya eran insoportables para él”.
La familia pidió ayuda, y pudieron hacérsele estudios clínicos, pero no les daban una respuesta exacta a lo que le pasaba al hombre y aunque le habían dado medicamentos, cada día lo veían peor, “dijeron que se trataba de algo en el hígado, pero no nos dijeron más, en los centros de salud que al menos te digan dónde tienes el mal, ya es ganancia. Supimos que tenía cáncer cuando ya estaba muerto, todo lo que nos explicaron tenía que ver con las mineras que rodean la región y nos tienen atrapados, porque todos sabemos que distintas comunidades de Chiapas el cáncer se respira como el aire”, afirma Rosa.
Aunque pidió el historial médico como evidencia de los hechos y así poder hacer algo, el médico que la atendió le dijo que tenía miedo a las represalias, y aunque sabía que fue muerte por tal motivo, era peligroso arriesgarse, “así también yo pensé que tenía razón, que cómo podía pensar yo en dar a conocer una historia, si en muchos sitios chiapanecos se unen pero no consiguen nada, menos yo siendo mujer y sola”, comenta Rosa.
Ella vive con tres de sus hijos menores de 15 años y asegura que jamás borrará de su mente los gritos de dolor de su esposo, los cuales no pudo acallar con paliativos porque eran “extremadamente caros” y en el hospital al que fue (público) no se los iban a proporcionar si ella no los adquiría.
“A nosotros no han dicho médicos y gente profesionista dedicada a eso de los daños que provocan las minerías, que han sido esas empresas las que han provocado nuestro cáncer, y cómo no, si bebemos agua contaminada, comemos peces contaminados, lavamos nuestros alimentos y los cultivamos con liquido contaminado y mortal, qué podemos esperar.
Mi hija que tiene poco menos de cinco años, tiene unas manchas en su piel, estoy esperando a poder llevarla al médico la próxima semana, primero tuvo salpullido y después esto, pero es que aunque muchos de nuestros compañeros de las comunidades están en la lucha a diario nosotros como pueblo nos estamos muriendo y Velasco Coello sigue callándose, sigue volteando para otro lado, nunca habla de las mineras y de los daños, él solamente hace su negocio, para beneficiar a su familia, a costa de la muerte de los de abajo”, afirma Rosa.
En Chiapas, más de 300 representantes de los municipios de Tapachula, Huhuetan, Mazatán, Suchiapan, Tuxtla, Acacoyagua, Escuintla, Cintalapa y Tonalá han denunciado desde hace dos años en forma constante los impactos de la minería, que han tenido como consecuencias las afectaciones ambientales y a la salud de una gran parte de los habitantes, todo esto provocado por las 99 concesiones mineras en el estado.
En comunidades como Acacoyagua y Escuintla ya se han registrado muertes por cáncer y enfermedades en la piel, así como el aumento de la contaminación del suelo y el agua por la actividad minera en la región.
Todas estas comunidades forman parte de las poco más de 2 mil declaratorias de territorio libre de minería en el país, a las más de 80 actas ejidales y bienes comunales, y los 30 municipios de Guerrero, Oaxaca, Puebla y Chiapas que han declarado sus territorios libres de minería. Sin embargo, siguen padeciendo la apertura de nuevas minerías y la llegada de más empresas, asegurando que nunca antes de Manuel Velasco, éstas habían tenido tanta permisibilidad.
Los ejidos y comunidades que tienen mayor incidencia minera y por lo tanto han registrado un alza en enfermedad producto de desechos tóxicos son : Nueva Reforma, La Cadena, Huixtla, Libertad, La Independencia, 15 de septiembre, El Tumbador, Los Amates, Jalapa, Río Arriba, Los Cacaos, Hidalgo, Tuzantan, Nueva Francia, Las Brisas, San Marcos, Arvín, Flor del Carmen, Magnolia, Constitución, El Soconusco, Castaño, Villa Comatitlán, 10 de abril y los municipios de Tapachula, Huhuetan, Mazatán, Suchiapan, Tuxtla, Acacoyagua, Escuintla, Cintalapa y Tonalá.
Jesús Alfonso Ochoa, defensor comunitario que ha centrado su lucha en la defensa de las comunidades libres de minería, asegura a Revolución TRESPUNTOCERO, que “el problema es aún más grave cuando no solamente el gobierno federal y el estatal otorgan el pase directo a las empresas mineras para que destruyan lo que queda de Chiapas, sino que permiten ‘casi de forma clandestina’, la extracción de titanio en minas ubicadas en regiones de alta biodiversidad, bosques y fuentes de agua de las Áreas Naturales Protegidas de Chiapas.
En aquellas zonas, una sola empresa puede fácilmente obtener ganancias de poco más de 23 millones de dólares en tan sólo un mes, todo esto a cambio de la muerte de las poblaciones en pobreza y pobreza extrema, una muerte lenta y dolorosa como la que provoca el cáncer”.
Ochoa explica que siendo el titanio un material ‘estratégico’ para Estados Unidos, ha invertido grandes sumas de dinero para desarrollar nuevo procesos de fabricación de dicho elemento, teniendo como principal sede de extracción a Chiapas, estado rico en este producto, que puede llegar a ser uno de los más importantes del país del norte debido a que sirve para revestir y fortalecer superficies como armaduras o componentes aeroespaciales, transporte o industrias de tratamiento químico.
“Tanto gobierno estatal, como federal y por supuesto mineras, han negado que el titanio se un cancerígeno, aseveran que no es tóxico; pero las organizaciones que nos han aportado datos e información dan a conocer que los daños son igual o peor que una deforestación y es capaz de desaparecer a las plantas y a los animales y también a nosotros los seres humanos; aunque esos no han sido los únicos daños, porque además de las miles de enfermedades y las muertes que hemos sufrido, también está la violencia, hostigamiento, homicidios, despojos y desalojos de las comunidades o defensores que hemos decidido luchar por nuestras tierras, no pretendernos quitarle nada a nadie, exigimos solamente lo que nos pertenece”, puntualiza Ochoa.
Por su parte, el organismo civil Las Abejas Acteal, dan a conocer que en Chiapas existe una diversidad de megaproyectos que el gobernador tiene planeado imponer a lo largo de su sexenio, como lo son las mineras, autopistas y represas. La Organización de los altos de Chiapas, expone que “da tristeza que todavía muchos hermanas y hermanos nuestros, que le hacen el trabajo sucio al mal gobierno, nos ven como enemigos, nos dicen que somos provocadores, se burlan de nosotras y todo ese pensamiento que tienen, es a cambio de migajas, a través del programa “Procampo”, “Oportunidades” y otros programas asistencialistas, que pretenden darnos para callar nuestra exigencia del no a las minerías”.
Los representantes ejidales han dado a conocer en distintas reuniones, donde han invitado a medios de comunicación, que las principales enfermedades que han padecido se encuentran el salpullido, las llagas, constantes infecciones en los ojos que han derivado en cuestiones más complejas, debido a que los medicamentos tienen un alto costo y no pueden adquirirlos, las manchas en la piel, la constante caída de cabello, tanto en adultos como en menores de edad, y ya tienen registros de cáncer en colón, hígado, riñones y distintos puntos del sistema digestivo.
Según datos del Movimiento contra la Minería a Cielo Abierto, en Chiapas existen 99 concesiones mineras, cuyo contrato podría extenderse hasta por 50 años para su funcionamiento. Lo que significaría que sería hasta el 2060, que empresas norteamericanas, canadienses y chinas, estarán explotando las zonas chiapanecas a fin de extraer de ellas metales como oro, plata, cobre, zinc, fierro, plomo y titanio.