Cinco minas concesionadas por la Secretaria de Economía en la zona oriente del Istmo
CHIMALAPAS Y ZANATEPEC: DOS MINAS
El río Ostuta nace en las faldas de la Sierra Atravesada en Los Chimalapas, en el Cerro Picacho Prieto, cerca de la Congregación de San Miguel Chimalapa conocido como La Cristalina, también denominado 5 de Noviembre. Este importante río desemboca en la Laguna Inferior, pasando por los municipios de Zanatepec, Reforma de Pineda, San Francisco Ixhuatán y San Francisco del Mar.
De acuerdo al informe de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas en el 2013, las montañas de Los Chimalapas también dan vida a la cuenca de los ríos Espíritu Santo, Niltepec y Tapanetepec, que alimentan la Laguna Superior, la Laguna Inferior y el Mar Muerto, que dan al Océano Pacífico, que a la vez nutren los sistemas lagunares que mantienen gran cantidad de especies de flora y fauna acuática.
“Los diversos ecosistemas de Los Chimalapas, operan como reguladores del clima, de una importante porción del sur y sureste del país, y son una de las principales fuentes de oxígeno para nuestra atmósfera, por su alta capacidad de fotosíntesis. Estos ecosistemas, estabilizan la precipitación pluvial a lo largo del año y mantienen la humedad de la atmósfera, evitando sequías prolongadas a lo largo del Istmo de Tehuantepec”, explica el informe oficial para demostrar la importancia de la zona selvática.
Precisamente en el territorio de La Cristalina en los límites con Chiapas, se ubica una de las minas de oro, cobre y plata que la Dirección General de Regulación Minera (DGRM) de la Secretaría de Economía dio en concesión por 50 años a la empresa canadiense Minaurum Gold Inc, del 2008 a 2058. Este proyecto minero se denominó en los documentos oficiales de la administración de Felipe Calderón como “Lote Mar de Cobre” con una extensión de cinco mil 610 hectáreas de selvabaja caducifolia, subcaducifolia y selva mediana, registrado bajo el título número 231753 y expediente 062/09818.
De acuerdo a Roberto Gamboa, integrante de la organización Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos (PIAP), en el 2008 el gobierno federal entregó la concesión a la empresa Minera Cascabel, S.A. de C.V, luego ésta la traspasó a Minera Zalamera S.A. de C. V, nombre con las que aún aparece registrada en algunos archivos del gobierno federal, pero luego lo obtuvo la empresa canadiense.
En el actual portal del Servicio Geológico Mexicano (SGM) en el apartado “Datos Económicos y Proyectos Mineros en Oaxaca” no aparece el nombre de este lote.
El segundo proyecto minero está ubicado entre los Bienes Comunales de San Miguel Chimalapa y los Bienes Ejidales de Santo Domingo Zanatepec, en los límites de ambos municipios, en una zona en conflicto agrario.
De acuerdo a la DGRM se denomina “Lote Jackita” con título de concesión número 225472 en una extensión de explotación de mil 500 hectáreas a nombre de la empresa Minera Zalamera S. A. de C. V.
La concesión se otorgó en el 2011 y tiene una duración de 50 años, fenece en el 2061. Los minerales a explotar en esta zona son cobre, oro y plata. Las dos concesiones, están ubicadas en un sólo espacio geográfico, tal y como lo presenta la organización PIAP en un mapa que elaboró con fines informativos.
De acuerdo a las investigaciones de PIAP, estas dos concesiones: Mar de Cobre y Jackita, fueron entregados por Minera Zalamera a la empresa canadiense Minaurum Gold Inc, fusionándolos en uno solo que denomina “Santa Marta”, un proyecto que abarca una extensión de siete mil 310 hectáreas.
La empresa Minaurum es un explorador de oro y plata que se centra en la adquisición y desarrollo de depósitos de metales preciosos en México. La empresa tiene en México los proyectos: Adelita, Aurena, Capilla, vuelcos del Destino, El Pórfido, Santa Marta, Corazonada y Proyectos de Jackie.
La Coordinación General de Minería en un informe que presentó en el 2013 titulado “Proyectos mineros operados por compañías de capital extranjero” y que se mantiene sin alterar, da a conocer que la empresa Minaurum Gold Inc tiene en Oaxaca el proyecto “Santa Marta” en fase de exploración.
LOS ESTUDIOS
El 20 de diciembre del 2013, Minaurum Gold dio a conocer un acuerdo de unión con la empresa Lowell Cobre, en donde ésta puede adquirir una participación de hasta 70% en el proyecto, a cambio de la financiación de los gastos de trabajo y la entrega de un estudio de prefactibilidad.
El proyecto de Santa Marta, según el informe en inglés que se puede consultar en el portal electrónico de la empresa, detalla que Santa Marta es un proyecto de cobre y oro localizado en el sureste de Oaxaca, no da una ubicación exacta.
“La concesión cubre siete mil 310 hectáreas y se encuentra aproximadamente a dos horas por carro de Salina Cruz. La infraestructura es buena, con una carretera pavimentada, líneas eléctricas y agua cerca. Minaurum ha realizado geofísica aérea (VTEM), con un reconocimiento de muestreo corriente de sedimentos y de cartografía geológica”, explica.
También da a conocer que James Franklin, geólogo y miembro de la Royal Society de Canadá, experto en exploración e investigación en Súlfidos Masivos Vulcanogénicos (VMS), visitó el proyecto Santa Marta y revisó los afloramientos principales e información geológica y geoquímica recabada por Minaurum.
El propósito de su estudio fue evaluar la plausibilidad del proyecto, concluyendo que “Santa Marta parece tener todas las características clásicas de sistemas VMS altamente productivos. La presencia de mineral consta de dos partes: una zona mineralizada mayor con cobre diseminado que topa con una zona lateral de óxido de silicio ubicada junto a una mineralización masiva de sulfuro. La zona de óxido de silicio forma una cresta sobresaliente”.
“La mineralización es rica en cobre, con prevalencia de clorito, y tiene un excelente potencial de aplicarse a lo largo y en lo profundo. Los contenidos de silicio y hierro de la zona masiva de óxido son el resultado consecuente de la oxidación de minerales sulfúricos masivos.”
El informe alentó a los inversionistas a seguir con las exploraciones, esperando los permisos para entrar a realizar más trabajos en la zona.
ZANATEPEC Y TAPANATEPEC: TRES MINAS
Un poco más al sur de las dos primeras minas, en Santo Domingo Zanatepec y San Pedro Tapanatepec se localizan tres lotes mineros que la Secretaría de Economía ya dio en concesión por 50 años a dos empresas Maya Minas y Minerales S. A. de C. V y Radius Gold – Geonorte, esta última es una amalgama de empresa canadiense y mexicana.
La empresa Maya Minas y Minerales S. A de C. V acapara dos de los tres lotes. El primero conocido como Maya Frac I con dos mil 311 hectáreas tiene oro, plata y cobre, el permiso se otorgó en el 2013 y la explotación concluye en el 2063 bajo el título número 241869.
El segundo está registrado con el título número 241870 y recibe el nombre de Maya Frac II con dos mil 445 hectáreas, también fue concesionado en el 2013 hasta el 2063. De estas dos concesiones, según el Comité Nacional para la Defensa y Conservación de Los Chimalapas, ninguna está ubicada en la zona invadida por Chiapas, dado que el punto denominado La Jineta, es el único punto aceptado por los gobiernos de Oaxaca y Chiapas, pero sí se ubican en los límites de ambos estados, tanto que el lote Maya Frac I abarca 90 por ciento de territorio oaxaqueño y 10 por ciento chiapaneco.
El tercer lote se llama Tapanatepec 2 y es el que tiene mayor extensión: 17 mil 350 hectáreas, fue adquirido por Radius Gold – Geonorte, llevando como título el número 232208 , la concesión se logró en el 2008 y concluye en el 2058 con la explotación de oro, cobre y plata. Se encuentra ubicado en medio de los otros dos lotes de esta zona.
A estas tres zonas mineras la rodean las comunidades de Pascual Fuentes, Plan de Ayala, Ejido Zanatepec, Tapana, 10 de abril y Bella Vista. Los tres lotes tienen una extensión de 22 mil 106 hectáreas. Juntando las otras dos zonas mineras, la extensión concesionada en la zona oriente del Istmo de Tehuantepec por el gobierno federal de los cinco lotes a las tres empresas es de 29 mil hectáreas.
LOS DAÑOS
Leonel Estevan, tesorero de la Unidad de Manejo Forestal del Istmo Pacífico (Umafor), señaló que los pueblos que rodean las zonas mineras se enteraron de las concesiones otorgadas por el gobierno federal recientemente y desde el 2014 se han realizado reuniones de información con los Concejos de Bienes Comunales y Ejidales de los municipios de Zanatepec, Tapanatepec, San Miguel Chimalapa, Reforma de Pineda, Chahuites, Ixhuatán y San Francisco del Mar.
También se han incluido las cooperativas pesqueras de toda la zona, rechazando la explotación minera en los cinco puntos que abarca el corredor Chimalapas-Zanatepec-Tapanatepec, ya que los daños al medio ambiente serán irreversibles, afectando directamente a siete municipios de lado oaxaqueño y tres más de Chiapas: Citalapa, Arriaga y Tonalá. Los ríos que se dañarán serán: Ostuta, Novillero, Zanatepec y Tapanatepec.
Sergio Oceransky de la Fundación Yansa, consideró que el modelo extractivo a cielo abierto es muy dañino para el medio ambiente y el Estado mexicano sigue utilizando la misma estrategia de no consultar al pueblo para emprender un proyecto de explotación, tal y como lo hizo con los proyectos eólicos.
Roberto Gamboa de PIAP, detalló que los daños más severos son a la ecología con la destrucción de los bosques, la contaminación de los mantos friáticos, las cuencas de los ríos, los daños a la salud, ya que está comprobado que el 80 por ciento de la población cercana a estos proyectos tienen problemas respiratorios y de piel, el 20 por ciento tiene metales pesados en la sangre, como plomo y zinc.
También se perciben los daños en la ganadería y la pesca, el ganado también presenta metales pesado en la sangre y por consiguiente la leche que produce.