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EL ESCARAMUJO 12: ÚLTIMA FASE DEL CAPITALISMO: EL MODELO CORPORACIÓN-NACIÓN: EL CONTROL DE LOS TRABAJADORES, DE LAS TRABAJADORAS Y DE LOS ALIMENTOS- Parte VIII

EL ESCRAMUJO año 5 número 12:escaramujo

ULTIMA FASE DEL CAPITALISMO: EL MODELO CORPORACION-NACIÓN (EL CONTROL DE LOS TRABAJADORES, DE LAS TRABAJADORAS Y DE LOS ALIMENTOS) (Parte VIII)

Nieves Capote Figueroa
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
1 de junio de 2011, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México
www.otrosmundoschiapas.org

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5. TRABAJADORAS Y TRABAJADORES FLEXIBLES.

“En los 30 artículos de la declaración, la palabra libertad es la que más se repite. La libertad de trabajar, ganar un salario justo y fundar sindicatos, pongamos por caso, está garantizada en el artículo 23. Pero son cada vez más los trabajadores que no tienen, hoy por hoy, ni siquiera la libertad de elegir la salsa con la que serán comidos. Los empleos duran menos que un suspiro, y el miedo obliga a callar y obedecer: salarios más bajos, horarios más largos, y a olvidarse de las vacaciones pagas, la jubilación y la asistencia social y demás derechos que todos tenemos, según aseguran los artículos 22, 24 y 25. Las instituciones financieras internacionales, las Chicas Superpoderosas del mundo contemporáneo, imponen la “flexibilidad laboral”, eufemismo que designa el entierro de dos siglos de conquistas obreras. Y las grandes empresas multinacionales exigen acuerdos “union free”, libres de sindicatos, en los países que entre sí compiten ofreciendo mano de obra más sumisa y barata. “Nadie será sometido a esclavitud ni a servidumbre en cualquier forma”, advierte el artículo 4. Menos mal.”  Eduardo Galeano[1]

Aunque ya abordamos este tema en la aplicación del Modelo Neoliberal, añadiremos que este es un área que en el Modelo Corporación-Nación afecta con más claridad a trabajadores y trabajadoras tanto del Sur como del Norte. La flexibilidad laboral en el Sur es cualquier cosa que las Corporaciones demanden, desde no exigir contratos de trabajo, eliminar los contratos colectivos, limitar el derecho de huelga, no dar ninguna prestación social, reducir el salario, hasta condiciones de esclavitud. En el Norte, va encaminada a reducir prestaciones, reducir los empleos seguros y facilitar los despidos. La parte ideológica que sustenta estas políticas laborales es ligar la flexibilidad laboral con el crecimiento económico.

Las Corporaciones argumentan además que cuando llegan a “invertir” a un país, son generadoras de empleo, lo cual, es uno de los muchos engaños del Modelo. Según la información de ETC Group[2], las 200 corporaciones más grandes dieron empleo sólo a un 1% de los trabajadores del mundo.

Por ejemplo, en el caso de la permanencia de la planta papelera de la empresa finlandesa Botnia entre Argentina y Uruguay, la proporción entre creación de empleo e impactos negativos para los países es muy clara. Esta empresa “dio apenas trabajo a mil 800 obreros durante la construcción de la planta, pero ahora no emplea sino cerca de 300, mientras la ciudad donde se instaló perdió puestos de trabajo a granel y movimiento comercial debido al bloqueo del puente San Martín sobre el río Uruguay y, además, está contaminada y en ella todos los productos son más caros”[3].

Las Corporaciones en realidad, obligan a pauperizar las condiciones laborales no para apoyar el crecimiento de la economía sino para aumentar sus ganancias. La distancia entre lo que invierten y lo que ganan es realmente inmoral. Eso explica que aún en estos últimos años de crisis económica mundial, las Corporaciones de todos los rubros han visto crecer sus ganancias, mientras los despidos son masivos y los rescates millonarios.

El salario de Nike en República Dominicana es de 70 céntimos de dólar, las mujeres tienen que hacer una camiseta en 6 minutos, al precio que vende la camiseta, el sueldo representa el 0.3% de su valor en venta[4].

Ejemplos como este hay miles.

Las transacciones financieras especulativas que tanta responsabilidad tienen en la crisis mundial no han sido tocadas ni reguladas ni prohibidas, por el contrario, han visto aumentar sus ganancias, siendo estas de 25,300 millones de dólares (18,800 millones de euros) en un año de recesión global como fue 2009[5]. La política de ajuste toca ya al continente europeo, que sometido al FMI en planes de rescate acepta préstamos y condiciones regulativas que afectan principalmente a las políticas fiscales y laborales.

En el menú, la congelación de contratación y reducción de los salarios de los funcionarios (una fuerte rebaja en las pagas extras, disminución de las primas, a pesar de una anterior reducción de los salarios decidida en enero de 2010); congelación de las pensiones; aumento del IVA del 19% al 23% —a pesar de que se trata de un impuesto injusto que afecta en mayor medida a los más desfavorecidos; aumento de los impuestos sobre el alcohol y el tabaco; reducción drástica de los gastos sociales, como el de la Seguridad Social, etc… Los derechos sociales se sacrifican en el altar de los intereses de la “élite tradicional local” y de los gastos militares, el presupuesto más importante de la UE, respecto a su PIB. [6]

Otra mirada importante es el mundo del trabajo infantil. En el mundo hay 400 millones de niños que realizan trabajos de tiempo completo o parcial. De esta cantidad, 250 millones de menores entre 5 y 14 años trabajan en países en vías de desarrollo y 80 millones trabajan bajo condiciones peligrosas o corriendo riesgo de vida[7]. Diferentes estadísticas de organismos internacionales indican que la prostitución infantil esclaviza a unos 100 millones de menores en todo el mundo y que cada año ingresa en el circuito un millón de niños y niñas. Un incremento que responde a las exigencias del mercado internacional. En la explotación laboral infantil también hay muchas historias de Corporaciones.

En julio de 2005, el Fondo Internacional de Derechos del Trabajo llevó a juicio a Cargill, Nestlé y Archer Daniels Midland (ADM) ante la Corte Federal de Los Ángeles (California) en representación de un grupo de niños de Malí que fueron traficados desde Malí hasta Costa de Marfil para trabajar forzadamente de doce a catorce horas por día sin sueldo, sin comida, ni paga, y golpes frecuentes. Los 3 niños que representaban a sus compañeros estaban haciéndolo de forma anónima, por el miedo a la venganza de los dueños de los cultivos donde trabajaban. La denuncia implica tráfico, tortura y trabajo esclavo de niños que cultivan y cosechan cocoa para las compañías que importan desde África[8].

Una de las características del Sistema Capitalista, y especialmente endurecido en el modelo Corporación-Nación, es la sobreexplotación laboral de las mujeres, haciendo que la incorporación a los mercados más precarios de millones de mujeres fuera parte indispensable de la aplicación de las políticas neoliberales y apuntalara el Modelo actual.

Hablamos ya sobre la situación de las trabajadoras del mundo. Quizá es en las condiciones laborales de las mujeres donde más se evidencia la dominación del Sistema Patriarcal en alianza con el Sistema Capitalista. Pero hay otro tema de gran magnitud y gravedad que se extiende por todo el planeta en esta era del Modelo Corporación-Nación: la trata de personas y el comercio de mujeres y niñas para la explotación sexual.

No podemos dejar de mencionar una de las esclavitudes modernas más desgarradoras de este Modelo: el mercado sexual de los cuerpos de mujeres y niñas a través del todo el planeta. Bajo el Sistema Patriarcal el cuerpo de las mujeres es el lugar de dominación por excelencia. En este poner a las mujeres en un lugar de “no ser”, el uso y abuso de sus cuerpos es la expresión máxima de su ser objeto para lo varones y objeto de comercio.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT)[9], en todo el mundo “hay 2,45 millones de víctimas de la trata de personas que trabajan en condiciones de explotación. Según se estima, cada año hay entre 600.000 y 800.000 mujeres, hombres y niños que son objeto de trata a través de fronteras internacionales; de ellos, un 80% son mujeres y niñas”. Estas se ven forzadas al trabajo sexual, a las tareas domésticas no legisladas, o a trabajar en fábricas en donde se las explota. La explotación sexual representa aproximadamente el 80% de los casos registrados. Los expertos estiman que los casos de trata de personas registrados para trabajos forzados es muy inferior a la realidad o que, en su mayoría, sus autores son enjuiciados por otros delitos. (UNODC, 2009) “La trata de personas constituye hoy el comercio ilícito que ocupa el tercer lugar entre los más lucrativos, después del contrabando de drogas y el de armas”. Las Naciones Unidas estiman que el valor del mercado de la trata de personas asciende a 32.000 millones de dólares. (OIT, 2005)

Dentro de este gran comercio de personas, está el destinado a la explotación sexual obligada. Cada año 1,39 millones de personas en todo el mundo, en su gran mayoría mujeres y niñas, son sometidas a la esclavitud sexual.[10]Lydia Cacho en su libro ‘Esclavas del poder’ dice que hay una creciente demanda de esclavas sexuales,  que cada vez más las jóvenes forzadas a tener sexo miles de veces en su vida y que el comercio de mujeres es mayor en países más religiosos. Aunque no hay cifras oficiales que puedan dimensionar la magnitud del comercio sexual obligado, hay fuentes que hablan de alrededor de 4 millones de mujeres y niñas que son reclutadas cada año en el mundo para ejercer el comercio sexual[11].

6. QUIEN CONTROLA LOS ALIMENTOS CONTROLA EL MUNDO

En el mundo hoy en día, más de mil millones de personas sufren hambre crónica, esto sucede en un planeta que produce alimentos para alimentar a casi el doble de la población mundial. Las perspectivas es que en los próximos 10 años la cifra aumente en unos 200 millones de hambrientos más.[12]

Varias son las causas de la crisis alimentaria de los últimos años, pero se mire por donde se mire, el tema acaba en manos de las Corporaciones: por la especulación sobre el precio de los granos y semillas, por el control de semillas y producción transgénica, por el acaparamiento de la producción agrícola para la creación de agrocombustibles, por la invasión de productos subsidiados que destrozan la  soberanía alimentaria de los países, por el control de las Corporaciones de grandes partes de las cadenas productivas, hasta por los desastres “naturales” ocasionados por la crisis climática, etc. Cada uno de esos factores tiene que ver con Corporaciones y sus estrategias para aumentar sus ganancias mundiales.

Aunque no terminaríamos nunca si abordáramos cada una de esas áreas, sí es importante señalar el poder creciente de las Corporaciones sobre lo más básico de la vida, los alimentos. Porque hoy por hoy, nadie puede vivir sin comer y todos los países necesitan obtener alimentos. Si cada vez lo pueden hacer menos con su propia producción, la tendencia es ahorcarse con las Corporaciones que monopolizan el mercado para poder alimentar a su población.

Los campesinos y las campesinas del planeta alimentan al mundo. Se calcula que el 80% de los alimentos se cultivan localmente o en territorio nacional y en su mayoría por campesinos y campesinas. Sin embargo, el control cada vez mayor de las Corporaciones sobre toda la cadena alimentaria (desde la semilla hasta los hipermercados) pone en riesgo la soberanía alimentaria mundial, esto es, la capacidad de cada pueblo de alimentarse a sí mismo.

Ya vimos la entrada triunfal de las Corporaciones al mercado mundial de alimentos y las facilidades injustas otorgadas por los TLC`s y la OMC. En el Modelo Corporación Nación, las Corporaciones de agronegocios controlan áreas diversas pero relacionadas, desde la semilla, agroquímicos, fertilizantes, biotecnología, ingeniería genética y finalmente los hipermercados con su cadena de distribución. Esto ha logrado en pocos años que tan sólo 5 empresas comercializadoras de granos controlen el 75% del mercado mundial de cereales; unas cuantas Corporaciones controlan el 90% del comercio de trigo, maíz, piña, café y cacao; 70% del mercado de plátano y arroz y más del 60% del azúcar. [13]

La mitad del mercado de vegetales en Costa Rica es controlado por una sola empresa; casi lo mismo sucede en Honduras[14].

El Grupo Carlyle tiene uno de los mayores grupos de etanol obtenido de caña de azúcar y tiene fábricas de agrocombustibles en Estados Unidos y Europa. En enero de 2007 se unió a Goldman Sachs y a Richard Morgan, uno de los apoyos financieros más importantes del presidente George Bush, para asumir el control de la empresa de distribución de energía Kinder Morgan, que maneja aproximadamente 30 por ciento del etanol vendido en Estados Unidos.

Además, están los multimillonarios: George Soros, el gurú de los fondos de cobertura, es dueño de operaciones en el rubro etanol/agronegocios en Brasil; Bill Gates posee una de las empresas productoras de etanol más grandes de Estados Unidos; Vinod Khosla, famoso en Google, es un importante inversionista en una gama de negocios dentro del rubro de producción y tecnología de agrocombustibles; y el dueño del Grupo Virgin y ahora Virgin Fuels, Sir Richard Branson, tiene una abultada cartera de inversiones en agrocombustibles. Estos titanes de la globalización no solamente aportan sus cuantiosas fortunas a la fiebre de oro de los agrocombustibles, sino también su fuerte peso político.[15]

La crisis mundial de alimentos ha disparado el número de personas que pasan hambre en el mundo. Al poner la alimentación dentro del “libre” comercio lo que se hace es ponerla a disposición de los intereses de las Corporaciones.

En el sistema global de las Corporaciones-alimentación-transgénicos, deja a los agricultores y agricultoras un 7% del valor del producto y las corporaciones se quedan con un 84% del valor del producto.[16]

Hoy en día la perspectiva de la dependencia alimentaria es aterradora. Se calcula que los países pobres gastarían en 2008 un 40 % más de dinero en importar alimentos que lo que gastaron en 2007, aproximadamente 169 mil millones de dólares. Mientras los cálculos van por ahí, esto es, de nuevo, que para alimentarse los países del Sur necesitan contar con 169 mil millones de dólares, el aporte para la alimentación mundial que dieron los gobiernos reunidos en la Cumbre de la FAO[17] en 2008 fue una promesa de sólo 12 mil 300 millones de dólares para ayudar a los países del Sur.[18]

En el caso de México por ejemplo, el mercado agroalimentario –desde la comercialización y distribución de granos hasta la transformación industrial de productos agrícolas y la importación de alimentos– está en manos de Wal Mart, Kansas City, Cargill, Bimbo, Maseca, Bachoco, Pilgrim’s Pride, Tysson, Nestlé, Lala, Sigma, Monsanto, Archier Danield’s Midland, General Foods, Pepsico, Coca Cola, Grupo Vis, Grupo Modelo y Grupo Cuauhtémoc. Tan sólo en el caso del maíz, cuatro empresas controlar 66 por ciento de la oferta del gran.

México perdió la autosuficiencia alimentaria que tenía en la posguerra, desde que en 1982 se impuso el neoliberalismo y posteriormente en 1994 con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el cual provocó un desplome de hasta 70 por ciento en los precios de los productos locales agropecuarios[19].

Además del control del campo, debemos añadir en estos últimos años el aumento de precios de alimentos básicos de forma estrepitosa. El Banco Mundial reportó que los precios han subido 83% en los últimos tres años, y la FAO reportó un alza de 45% en su índice de precios de alimentos en sólo nueve meses. En marzo del 2008, el precio promedio del trigo estaba un 130% más arriba de lo que estaba un año antes, el precio de la soya estaba 87% más arriba, el del arroz 74% y el del maíz 31%.[20]

Pero a pesar de que en este Modelo cada día más población del planeta queda en el grupo de los que pasan hambre, las Corporaciones de la agroindustria siguen aumentando sus ganancias. Cargill, una de las principales Corporaciones que comercializan granos, anunció en abril de 2008 que sus ganancias en ese primer trimestre habían aumentado un 86%. Lo mismo sucedió con otras corporaciones similares como Bunge o ADM. Monsanto, la Corporación de semillas número uno en el mundo, también aumentó sus ganancias en un 44% en 2007. [21] Por cierto que a Monsanto no se le escapa una:

-El terremoto de Haiti del pasado 12 de enero ha sido una afortunada oportunidad de negocios para algunos. La empresa transnacional Monsanto ofrece a los agricultores del país el regalo mortal de 475 semillas modificadas genéticamente (MG), además de los abonos y pesticidas que van asociadas a ellas, los cuales distribuirá gratis el proyecto WINNER con el respaldo de la embajada estadounidense en Haití [22]

Reivindicar el papel de las mujeres como garantes de la soberanía alimentaria y de la agricultura es una deuda pendiente. Las mujeres han conservado también un enorme conocimiento sobre las semillas, su recolección y almacenamiento y también sobre su uso, tanto alimentario como medicinal. Sin embargo sólo el 1% de las mujeres en el mundo son propietarias de alguna propiedad. Entre el 50 y el 80% de la producción, elaboración y comercialización de alimentos en el mundo corre a cargo de las mujeres. Pese a esto, el 80% de la humanidad está empobrecida y de esa inmensa mayoría, el 70% son mujeres y niñas.

No obstante, la ideología patriarcal es columna vertebral de las tendencias capitalistas que apuntan a la premisa de que hay que producir más, lo que equivale a depredar más, y desarrollar tecnologías, para maximizar la rentabilidad. Las lógicas que subyacen en esta visión de la producción para el comercio y la exportación, son diametralmente opuestas de aquéllas que nutren las propuestas y prácticas de autosustento, desarrolladas a través de los tiempos por las mujeres[23].

La expulsión de las mujeres de sus territorios por el avance de las Corporaciones, las coloca en una situación más vulnerable pues no sólo dejan de ser productoras de sus propios alimentos y de los saberes colectivos, sino que las condena a un vida marginal en las zonas urbanas, a los riesgos de la migración de ellas y a enfrentar solas toda la carga familiar y social cuando migran los varones. Según el informe anual del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), las mujeres constituyen casi la mitad de todos los migrantes internacionales a escala mundial: 95 millones, es decir el 49,6%.

La lucha anticapitalista pasa necesariamente por reconocer el papel de las mujeres en el mundo agrícola, la soberanía alimentaria pasa por la justicia de género[24], garantizar su derecho a la tenencia de la tierra y sobre todo, implementar las propuestas de millones de mujeres campesinas en el planeta que defienden una división igualitaria del trabajo agrícola, el reconocimiento de su papel en los cambios políticos, las propuestas colectivas y solidarias frente el individualismo y acumulación de la riqueza capitalistas, y el derecho innegociable a vivir sin violencia.

Al final, el último eslabón de la cadena de los agronegocios, que son los grandes distribuidores como Walt Mart o Carrefour, están acaparando la compra de alimentos, lo que supone que podrían destruir la capacidad agrícola y alimentaria de un país cuando quisieran. Este tipo de consumo sucede en las zonas urbanas y sobre todo en el tipo de consumo del “primer mundo” que ha sido extendido a los países del sur con campañas bastante agresivas, sobre los beneficios de comprar en estas grandes superficies y abandonar los mercados locales. En España, por ejemplo, el 75% de la distribución de alimentos está en manos de 7 cadenas y se calcula que el 80% de las compras se realizan en hipermercados. [25]

Esta es la Era del Acaparamiento de Tierras, siguiendo la misma lógica capitalista corporativa. El Banco Mundial anima e invierte en comprar tierras, donde sea, las cantidades que sean, para agricultura, para plantaciones, para garantizar la alimentación de los países que no tienen tierras cultivables o para satisfacer la demanda energética del Norte por medio de los agrocombustibles. Lo que sea, pero el objetivo es quedarse con las tierras que se pueda. Garantizar que la Corporaciones y grupos de inversión sean dueños de la tierra. El Modelo Corporación-Nación destruirá poblaciones agrícolas, hará a los pueblos dependientes de la Corporaciones y pondrá en riesgo la seguridad alimentaria de naciones enteras, si no del planeta, como nunca antes habíamos visto.

Este acaparamiento masivo se está dando con mayor fuerza en África. Supone la privatización de la tierra a gran escala, el envenenamiento con cultivos transgénicos y la contaminación masiva de agroquímicos, el saqueo de las fuentes de agua que se necesitan para ellos, y además, un peligro para la capacidad de alimentación de cada país, en un continente donde además es hambre es un crimen de la humanidad.

Algunos ejemplos:

-Sierra Leona. La empresa suiza Addax Bioenergy obtiene 26,000 ha para caña de azúcar.
-Ghana. La empresa italiana Agroils obtiene 105,000 hectáreas, la británica Jatropha Africa adquiere 120,000 ha. ScanFuel (noruega) cultiva 10,000 hectáreas y tiene contratos con casi 400,000 hectáreas. Galten (israelí) adquiere 100,000 hectáreas.
-Benin. Se propuso convertir entre 300,000 y 400,000 hectáreas de humedales en cultivos de aceite de palma.
-Nigeria. El estado realiza las adquisiciones de tierras usando capital y conocimiento extranjeros. Más de 100,000 ha acaparadas.
-Mozambique. Los inversores ponen su objetivo en 4,8 millones de hectáreas. Más de 183,000 hectáreas se dedican actualmente a la jatropha. Empresas del Reino Unido, Italia, Alemania, Portugal, Canadá y Ucrania.[26]

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NOTAS:
[1] Ni derechos ni humanos. Eduardo Galeano.
[2] Globalización S.A. La concentración del poder corporativo. Biodiversidad Sustento y Culturas, Cuadernillo Nº12.2002.
[3] La Haya: vía libre al despojo por las trasnacionales. Guillermo Almeyra; La Jornada 25 abril 2010.
[4] Ejemplo dado en el documental The Corporation ¿Instituciones o psicópatas?
[5] Los gestores de ‘hegde funds’ logran beneficios récord, Isabel Piquer, 02/04/2010, Publico.es.
[6] El FMI impone su política neoliberal. Jérome Duval, Damien Millet, Sophie Perchellet Publicado en el periódico Diagonal
[7] Guía del Mundo 2007
[8] La lucha global contra Cargill, 24-03-08 Por Andrea Samulon, Rainforest Action Network.
[9] Las mujeres y la migración internacional por Gabriela De Cicco. www.mujeresenred.net/spip.php?article800
[10] Las cloacas del comercio sexual. LYDIA CACHO 30/05/2010. El Pais.
[11] Cada año, más de 4 millones de mujeres son reclutadas para ser explotadas sexualmente. Gabriel León Zaragoza. Periódico La Jornada. Viernes 7 de enero de 2011, p. 9
[12] Datos de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación, FAO. 2010.
[13] Globalización S.A. La concentración del poder corporativo. Biodiversidad Sustento y Culturas, Cuadernillo Nº12.2002.
[14] GLOBALIZACIÓN S.A. La concentración del poder corporativo. BIODIVERSIDAD, SUSTENTO Y CULTURAS. Cuadernillo Nª12.2002
[15] El poder corporativo: Los agrocombustibles y la expansión de las agroindustrias. GRAIN
[16] Ibid.
[17] Organización de Naciones Unidas para la Alimentación.
[18] ¿De quién es la naturaleza? El poder corporativo y la frontera final en la mercantilización de la vida. ETC Group. Noviembre 2008. Pag 6.
[19] Veinte empresas dominan la industria agropecuaria del país. Susana González G. Periódico La Jornada, Domingo 4 de abril de 2010, p. 18.
[20] La crisis mundial de alimentos: Que hay detrás y que podemos hacer.  by Eric Holt Gimenez
[21] ¿Crisis Alimentaria o nuevos negocios a costa de nuestra hambre? Cuadernillo 25. Biodiversidad Nº 58. Octubre 2008.
[22] Un nuevo terremoto se desata sobre Haití. El mortífero regalo de Monsanto a los agricultores haitianos de 475 toneladas de semillas modificadas genéticamente. Jean-Yves Urfie. Global Research
[23] Soberanía alimentaria y las luchas de las mujeres. Biodiversidad y Culturas Nº66. www.grain.org/biodiversidad_files/biodiv-66-5.pdf
[24] Ibid
[25] Web de Consumehastamorir.org
[26] África: el acaparamiento de tierras. Un estudio sobre el alcance y el impacto de los acaparamientos de tierras para agrocombustibles. Amigos de la Tierra Europa. Agosto 2010.

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