Exigen ONG garantías para retorno de familias tzotziles desplazadas de Chenalhó
Organizaciones solidarias de Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Francia, Estado Español, Italia, Grecia, Alemania, Reino Unido, Austria, Bélgica y Suiza se manifestaron “sensibles” a la reactivación de grupos paramilitares en la región.
Hermann Bellinghausen, La Jornada
Más de 60 organizaciones y colectivos, principalmente de México y Europa, demandaron garantías para el pronto retorno de las familias tzotziles desplazadas del ejido Puebla (municipio de Chenalhó, Chiapas). “Estos hechos nos hacen recordar el año 1997, cuando todas las broncas y la militarización de Chenalhó empezaron después de problemas en Puebla”, y también indican “que las malas estrategias del PRI están de regreso”.
Nuestros corazones se quedan dolidos, por saber y por ver que de nuevo en Chiapas, tuvieron que desplazarse forzosamente familias de su comunidad. Compartimos el dolor de esos compañeros que dejaron sus pertenencias, su campo, su milpa, para salvar la vida de los altos peligros y amenazas de unas mil personas en la colonia Puebla”.
Organizaciones solidarias de Australia, Nueva Zelanda, Argentina, Francia, Estado Español, Italia, Grecia, Alemania, Reino Unido, Austria, Bélgica y Suiza se manifestaron “sensibles” a la reactivación de grupos paramilitares en la región, y confiaron que el desplazamiento de cerca de un centenar de personas no signifique una nueva etapa de guerra contrainsurgente. Denunciaron “la relación entre la liberación de los paramilitares autores materiales de la masacre de Acteal” y las agresiones registradas en semanas recientes.
“Todo empezó por la ocupación ilegal por parte de un grupo de evangelistas del terreno de la ermita católica”, pues rechazaban la reconstrucción del templo. “Rápido las mentiras y las mañas recomenzaron, secuestrando y acusando a tres compañeros de envenenar el agua”. Estos tuvieron que desplazarse de la comunidad “aunque los hechos (de que los acusan) no son reales”. Un intento de retorno el 20 de agosto fue impedido por “mas de cien jóvenes acompañados por personas con corte militar, quienes los recibieron con piedras”. Esa noche “quemaron dos casas comunitarias en Puebla y los católicos quedaron escondidos, y amenazados”.
El día 21, un grupo de evangélicos secuestraron y vejaron durante ocho horas al párroco de Chenalhó. “Nunca pudo el gobierno contestar a esas amenazas”. Al día siguiente, luego de permanecer “secuestradas en sus casas”, varias familias decidieron desplazarse, “tomando un camino altamente peligroso y difícil de noche con lluvia”, y más de 40 los siguieron por la mañana. El día 23 otros decidieron abandonar casas y pertenencias. Nuevamente, la fuerza pública, “aún avisada, no tomó medidas para garantizar la seguridad de los desplazados”.
El comunicado internacional exige “la inmediata detención” de quienes se identifican como líderes del grupo agresor: el pastor y comisariado ejidal Agustín Cruz Gómez y Jacinto Arias Cruz, “ex paramilitar y ex presidente municipal de Chenalhó”.