Por Chiapas Paralelo
Miles de hombres y mujeres de la Costa de Chiapas salieron a protestar en el municipio de Pijijiapan para exigir al gobierno federal no se permitan y se cancelen las concesiones para minas y construcción de “mini presas hidroeléctricas” en esa región, pues da paso al despojo de tierras y acelera el proceso de contaminación de sus ríos, arroyos y manantiales.
Miembros de la Unión de Campesinos y Pescadores de la Sierra y Costa de Chiapas, del Consejo Autónomo Regional de la Zona Costa de Chiapas y del Frente Cívico Tonalteco AC, se concentraron en la cabecera municipal de Pijijiapan para marchar con consignas y pancartas y exigir al alcalde de ese lugar firme un compromiso con sus gobernados de que no va a permitir el despojo de tierras en esa circunscripción.
“Somos organizaciones conformadas por ejidos, comunidades, rancherías, poblados de la ciudad de Pijijiapan, Chiapas, y hemos decidido luchar en contra de la imposición de los megaproyectos de minería, mini hidroeléctrica y el fraking”, dijeron en su pronunciamiento.
Señalarn que desde la modificación al artículo 27 de la Constitución Federal el Estado Mexicano ha permitido que las empresas trasnacionales puedan entrar a sus territorios sin permiso a explotar los bienes naturales, dejando solo una serie de afectaciones a la flora y fauna, por lo que se han mantenido alertas para evitar la entrada de las empresas.
Explicaron que derivado de los intentos de las empresas en querer comprar las tierras que habitan, han sometido a consenso en sus asambleas y determinado declararse todos territorios libres de la minería y mini hidroeléctrica.
El objetivo principal de esta marcha, dijeron, fue exigir al alcalde de Pijijiapan, Aristeo Trinidad, firmar un acuerdo que les garantice que las empresas transnacionales o mexicanas no destruirán sus tierras y territorios que durante décadas han cuidado y preservado porque es el futuro de sus familias.
Exigieron al alcalde, no expedir ningún tipo de permiso o concesión a favor de las transnacioonales y que se respete nuestro derecho a la propiedad, se garantice nuestra integridad física, y salud, así como también el respeto a nuestro medio ambiente en especial de los bosques y ríos.
Se declararon en resistencia civil hasta lograr que el Estado respete la libre autodeterminación de los pueblos de esa región de la Costa de Chiapas y su autonomía, y advirtieron que evitarán todos unidos la entrada de las empresas a sus tierras.
Hicieron un llamado a las organizaciones de la sociedad civil para la defensa de la tierra y el territorio “y luchar todos juntos en favor de la vida y en contra de los proyectos de muerte”.
En su proclama demandaron la cancelación de los permisos y concesiones en favor de las empresas mineras e hidroeléctricas; el respeto de nuestra tierra y territorio ejidal, comunal, o de cualquier otro tipo de régimen agrario; la cancelación de la explotación de gas a través del uso del Fracking; el respeto a nuestro derecho de asociación, reunión y de participación política en asuntos inherentes a la defensa de nuestros territorios; el respeto de nuestra autonomía y libre determinación de nuestros pueblos; y que, se garantice el derecho a un ambiente sano.