Compartimos la carta que las mujeres de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal entregaron hoy, jueves 8 de marzo 2018, a los militares de la base militar de Majomut en Chenalhó, Chiapas, México, en el marco del Día Internacional de la Mujer
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Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal
Acteal, Ch’enalvo’, Chiapas, México
8 de marzo 2018
Al Ejército Mexicano
En este Día Internacional de la Mujer, venimos a decirles que su presencia aquí en nuestras comunidades significa guerra. Sus campamentos militares tanto aquí en Majomut como en otras partes de la República mexicana, es la continuidad de la guerra de baja intensidad o la guerra sucia diseñado dentro del Plan de Campaña Chiapas 94 y que culminó con la Masacre de Acteal, masacrando a 45 hermanas y hermanos nuestros, más 4 bebés que fueron extraídos salvajemente del vientre de sus madres, el 22 de diciembre de 1997.
Nosotras las mujeres de la Organización Sociedad Civil Las Abejas y sobrevivientes de la Masacre de Acteal, les preguntamos a ustedes los soldados ¿Están conscientes que ustedes como Ejército mexicano no están sirviendo al pueblo mexicano? ¿Están conscientes que su presencia en las comunidades tanto en Chiapas como en todo México, es por cumplir deseos de las grandes empresas capitalistas que ambicionan nuestras tierras y territorios con sus proyectos extractivistas y saqueadores?
Y la «Ley de Seguridad Interior» aprobada apenas el año pasado, viene a confirmar lo que hemos denunciado siempre los pueblos organizados, que el ejército sirve a lo ricos y poderosos, ahora con esta nueva ley anticonstitucional legaliza la represión y ataques del Ejército Mexicano contra el pueblo mexicano que sale a las calles, que denuncia y protesta en contra de las políticas de saqueo y de muerte del sistema capitalista neoliberal con acuerdo del mal gobierno mexicano.
Ustedes los soldados sabemos que no son hijos de los grandes ricos, poderosos y políticos, quizá están en el ejército por necesidad económica o porque creen que están sirviendo a nuestros país o creen convertirse en «super héroes» como lo pintan en las películas de ficción. Lo que les queremos decir como mujeres y como madres es que renuncien al ejército y busquen un trabajo digno, así sus familiares, sus madres, sus hermanas y sus hijas no se avergonzarán de ustedes.
Entonces lo que les venimos a decir es que se retiren de nuestras comunidades, desmantelen sus campamentos militares. Insistimos, para nada nos sirve lo que ustedes hacen aquí, al contrario son una amenaza y desconfianza total; su presencia es una guerra psicológica hacia las mujeres y hombres quienes luchamos contra el sistema de muerte al que ustedes sirven.
Terminamos diciéndoles que rezamos por ustedes y seguiremos insistiendo para que entiendan y hagan conciencia para que se vayan de aquí y renuncien al Ejército Mexicano que tiene una historia manchada de sangre de inocentes de nuestro país.
¡Rechazo total a la «Ley de seguridad Interior»!
¡Fuera Ejército de nuestras comunidades!
¡Fuera Ejército de Chiapas!
¡Queremos Paz y no la guerra!
Atentamente
La voz de las mujeres de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Foto: Mujeres de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal entregan su carta a los militares de la base militar de Majomut, Chenalhó, Chiapas – 8 de marzo 2018 (Crédito: Área de Comunicación de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal)
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Abajo compartimos el comunicado de las mujeres de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal leido hoy en Acteal en el marco de la celebración del Día Internacional de la Mujer
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A las y los defensores de los derechos humanos
A los medios de comunicación nacionales e internacionales
A la Sociedad Civil Nacional e Internacional
Hermanas y hermanos:
Hoy día 8 de marzo, las mujeres de la Organización de la Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal nos encontramos reunidas en esta Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal, para conmemorar el Día Internacional de la Mujer y recordar a las más de 140 jóvenes trabajadoras la mayoría inmigrantes quienes fueron quemadas en una fábrica de camisas en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, por exigir el respeto a sus derechos laborales, el 25 de marzo de 1911.
En este día como mujeres organizadas denunciamos la impunidad en la que se encuentra la masacre de Acteal en donde murieron más mujeres y niñas que hombres a manos de paramilitares priistas y cardenistas del municipio de Chenalhó, el 22 de diciembre de 1997.
A veinte años del Crimen de Estado cometido en contra de nuestras 45 hermanas y hermanos y más 4 bebés asesinados dentro del vientre de sus madres, vemos que esta política de destrucción y de genocidio de los malos gobiernos y de los poderosos del mundo se siguen aplicando cada vez más peor y sangrienta en contra de los pueblos y sobre todo en contra de las mujeres de México y del mundo.
Las mujeres somos semejanza de la Madre Tierra. El maíz, el frijol, las frutas, las verduras, las plantas medicinales, el agua, el aire y muchos más, son regalo de la Madre Tierra, y sin todo ello, no tendríamos vida; así mismo una mujer es dadora de vida, si no existiéramos las mujeres simplemente no habría continuidad de vida.
Sin embargo, el mal gobierno junto con el sistema capitalista opresor, ven a la Madre Tierra como mercancía, y a las mujeres nos ven como un objeto, por eso no les importa si nos explotan, si nos violan, si nos desaparecen o nos asesinan como animales. Los casos de mujeres violadas, desaparecidas y asesinadas son incontables, podemos mencionar algunos como los feminicidios en Juárez, a las migrantes que atraviesan nuestro país y son desaparecidas o asesinadas, las mujeres de Atenco, las mujeres masacradas en Acteal, entre muchos más; y los responsables son los mismos policías, militares, políticos corruptos, narcos y hasta los mismos esposos asesinan a sus esposas.
Y ahora con la «Ley de Seguridad Interior», el Estado mexicano así «legaliza» su represión en contra de los pueblos originarios y movimientos sociales que resisten y luchan en contra de las políticas de saqueo, destrucción y muerte; pero, sobre todo, somos las mujeres quienes más vamos a sufrir y derramar nuestra sangre, si no detenemos esta política genocida.
Ya no queremos más feminicidios, ya no más asesinatos a mujeres defensoras de derechos humanos y de la Madre Tierra, como le pasó a nuestra compañera Berta Cáceres, asesinada por oponerse junto con el pueblo lenca a la construcción de represas. Y desde esta Tierra Sagrada, seguimos exigiendo verdad y justicia por este cobarde ataque.
Tampoco olvidamos a los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos por el Estado mexicano y que hasta la fecha no se sabe en dónde están. Como mujeres y madres les decimos a las madres de nuestros compañeros desaparecidos que no están solas y seguiremos uniendo fuerzas con ellas para que se haga justicia y que los responsables sean juzgados.
Que las manifestaciones que hacemos las mujeres en contra de las políticas corruptas y asesinas del mal gobierno, sean escuchadas, más, no seamos criminalizadas, que la manifestación sea un derecho y no seamos objetos de ataques y encarcelamientos.
Rechazamos las políticas económicas violentas del mal gobierno, por ejemplo el incremento de los precios de los productos que diariamente utilizamos en nuestras casas. Pero, cuando se trata del precio de nuestros productos que cosechamos de la Madre Tierra como el café, eso sí, hasta nos piden regalado, es así como nos damos cuenta que el gobierno apoya a las grandes empresas, pero no le interesa la necesidad de los pueblos. Y para que la gente no se dé cuenta de esas mañas, entonces con sus programas asistencialistas como el «Prospera», engaña a las mujeres para que no se den cuenta de las políticas y del verdadero objetivo del mal gobierno el de crear dependencia, control político, adormecer la conciencia, tener dividida a la gente y a las comunidades y para que así, según los cálculos políticos de las grandes empresas capitalistas puedan ocupar, despojar y explotar «fácilmente» nuestras tierras y territorios.
Otra de las políticas de adormecimiento de la conciencia de los pueblos, sobre todo a los hombres (adultos y jóvenes) es la venta y consumo del alcohol. Y esta bebida embriagante trae mucha enfermedad, por ejemplo: causa conflictos en la familia, trae pobreza, causa enfermedades mortales, provoca varios tipos de accidentes y en este municipio de Chenalhó, ha habido muchos suicidios. También vemos cómo varias mujeres que por la pobreza entran a trabajar en la venta de alcohol y hasta llegan a prostituirse y, a aquellas mujeres les queremos decir que respeten su cuerpo, que se den a respetar.
Como mujeres tsotsiles y organizadas les mandamos muchos saludos a todas las mujeres de cualquier parte del mundo quienes también luchan para una vida digna y un mundo justo. Sabemos que la violencia hacia las mujeres en donde quiera existe, por eso tenemos que estar firmes en este camino, el camino de la vida y de la dignidad y que sobre los dolores y sufrimientos germinen semillas de esperanza y de armonía en nuestras familias, comunidades, naciones y mundos.
Hermanos y hermanas les invitamos a que sigamos adelante, que no descansaremos de hacer valer y respetar nuestros derechos y sigamos unidas para defender las riquezas de nuestra Madre Tierra que Dios nos la ha prestado.
¡No más militarización en Chiapas y en México!
¡Vivan las mujeres organizadas del mundo!
¡Vivan las mujeres de Las Abejas de Acteal!
¡Vivan las concejalas del Concejo Indígena de Gobierno (CIG)!
¡Viva Marichuy Vocera del CIG!
Atentamente,
La voz de las mujeres de la Organización de la Sociedad Civil Las Abejas de Acteal.
Por los representantes de las mujeres:
Rosalinda Vásquez Luna Rosalva Vásquez Guzmán
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