Se inauguró la exposición Aguas, ríos y pueblos en Colima

En el museo Fernando del Paso se inauguró la exposición Aguas, ríos y pueblos. Colima

Gabriela Flores
colima
Con un público predominantemente joven, se inauguró la noche de este viernes 17, la exposición internacional itinerante de fotografía, “ Aguas, Ríos y Pueblos” en las instalaciones del Museo Universitario Fernando del Paso de esta ciudad capital, que busca mostrar algunos rostros de los millones de personas en el mundo que han sido desplazados y afectados por los problemas del agua.

La muestra, que forma parte de Jornada por el Derecho del Agua que organizan el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (Mapder), Bios Iguana A.C., Yolotlali y el Museo Fernando del Paso, está conformada por 76 imágenes

El español Pedro Arrojo Agudo, de la Fundación Nueva Cultura del Agua; inició este proyecto en el 2000, luego de que, en Londres, “la Comisión Mundial de Presas entregara su informe en el que reconocía que se han desplazado por la fuerza, de 40 a 80 millones de personas por la construcción de represas en todo el mundo”.

La muestra fotográfica, contiene casos de China, India y varios países de África, así como 12 casos mexicanos, de entidades como: Estado de México, Jalisco, Guerrero, Oaxaca, Morelos, Coahuila, D.F., San Luis Potosí y Colima; de éste último se presenta, la situación de los pescadores que han sido afectados por las afectaciones a la Laguna de Cuyutlán, de donde se muestran 6 fotografías.

Esta exposición se ha montado en Sevilla, Barcelona, Zaragoza, Tarragona, Mélaga y Aínsa en España; dos ocasiones en París, Francia; en Oslo en Noruega; en San Miguel Ixtlahuacán, Ciudad de Guatemala y Antigua en Guatemala, y en México en Distrito Federal, Jalisco y Veracruz

En ese museo –ubicado en 27 de Septiembre 119, zona centro- quedará expuesta hasta el 17 de marzo, tiempo durante el cual se desarrollarán las actividades de la jornada que a decir de los organizadores busca visibilizar la crisis del agua en México, por contaminación, deforestación de bosques y ecosistemas de manglar, construcción de represas, explotación minera, producción industrial de agricultura insostenible, los monocultivos, el uso intensivo de agroquímicos, la privatización del agua, y los impactos por proyectos turísticos portuarios e industriales en la zona costera

Algunas de las instituciones participarán en la jornada son: Amigos de la Tierra Internacional, Frente Amplio Opositor a la Minera San Xavier (FAO) de San Luis Potosí, Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), Instituto Mexicano para el Desarrollo Comunitario A.C. de Jalisco, Académicos de la UNAM y Centro Universitario de Gestión Ambiental (U. de C).

Asimismo, participarán: el Comité Salvemos Temaca, Jalisco, la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA), la Red Nacional de Género y Economía (REDGE), Marcha Mundial de las Mujeres (MMM), Otros Mundos de Chiapas, Grupo Ecológico Manglar de Nayarit, Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC) del D.F. y el Centro Mexicano de Justicia Ambiental (CMJA) de Guanajuato.

Para consultar los horarios, fechas y demás información al respecto de la jornada, los interesados pueden consultar la cuenta de facebook de Yolotlali o la página web de Bios Iguana (www.biosiguana.org).

Las presas podrían afectar los ríos que atraviesan Colima

colima**Así lo advierte el integrante del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER), Gustavo Castro Soto, quien dijo que hay varias posibles formas de afectación, y que una de ellas puede ser el desplazamiento inmediato de la población

**Suelen darse en consecuencia “malas indemnizaciones, reubicaciones forzosas, también muchas trampas, mentiras con que hacen que la gente venda sus tierras y esas es uno de los efectos más inmediatos”, agregó.

Para el integrante del Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER), Gustavo Castro Soto, las futuras presas que se pretenden construir en el estado de Colima podrían afectar los diversos ríos que atraviesan la entidad.

Como ya se ha publicado anteriormente, en la entidad además de la presa El Naranjo que aún no se ha terminado, se tiene contemplado en el Plan Estatal de Desarrollo, la construcción de otras tres presas más.

Entrevistado al respecto de esas futuras presas –en su visita a la capital colimense para participar en la Jornada por el Derecho al Agua-, Castro Soto, dijo que hay varias posibles formas de afectación, y que una de ellas puede ser el desplazamiento inmediato de la población.

Pues por lo general las presas, hechas por la Comisión Federal de Electricidad o la Comisión Nacional del Agua -ya sea para represa hidroeléctrica o para dotar de agua a las ciudades-,”implica desplazar población campesina e indígena”.

Y a decir del activista, en el país no se conoce una experiencia exitosa de reubicación adecuada, ni tampoco del cumplimiento a todos los derechos humanos, que se prometen a la población.

“Malas indemnizaciones, reubicaciones forzosas, también muchas trampas, mentiras con que hacen que la gente venda sus tierras y esas es uno de los efectos más inmediatos; son los efectos en la población tanto en el desplazamiento también como en la calidad de vida de la gente”.

Pero además, ahora con el cambio climático que se está viviendo, “las presas son cada vez más insustentables”, por tanto nadie puede asegurar que durante el año va a haber una cierta cantidad de agua en las represas, de tal manera que así como se han visto presas totalmente secas, otros años han estado desbordadas.

Otro problema para Castro Soto es cuando la CNA o la CFE tienen que desfogar las presas para sacar toda el agua y los azolves que se van generando, pues “hay tanta acumulación de sedimentos por ejemplo que las presas cada vez acumulan menos cantidad de agua”.

A decir del entrevistado, debido a que no se han modificado las políticas públicas en torno al uso del agua en las ciudades, se tiene que seguir represando y represando los ríos y con ello, desplazando población y estrangulando las posibilidades de soberanía alimentaria de las poblaciones campesinas e indígenas, secando acuíferos y generando gases de efecto invernadero.

“No solamente es la afectación que se da de forma inmediata en la gente que está desplazada, sino la gente río abajo y rio arriba, que también sufren las consecuencias de una obra de este tipo. Sobre todo en esta región, en donde hay una gran afluente de ríos muy importantes hacia los marismas y manglares”.

Cuerpos de agua que al represar el vital líquido se van a estrangular, lo cual implica “ir perdiendo paulatinamente grandes cantidades de biodiversidad en el país”.

Gustavo Castro, sabe que a la población no se le toma en cuenta ni se le consulta sobre estos megaproyectos antes de planearlos, sino que los obligan con engaños y represión; aún así está consciente de que si la población es informada a tiempo y se organizan, pueden detener las obras.

Y algunos ejemplos de lo que ha logrado la organización de esos pueblos, es el caso de la presa La Parota en el estado de Guerrero, una más que se pretendía realizar en Chiapas y las cinco del Usumacinta que se han intentado construir como 4 veces.

“Y así podemos ver casos en donde la gente sí tiene conciencia de los efectos, se han organizado y defendido sus tierras”.

Sin embargo, también está consciente de que el problema es cómo la gente puede tener información sobre los proyectos, antes de que les muestren las falsas promesas.

“Porque por lo general se creen esas falsas promesas y yo creo que el intercambio, entre afectados y afectadas en todo el país, eso ayuda a tener conciencia de que efectivamente no ha habido un desplazamiento digno, ni con respeto a los derechos humanos, ni tampoco con todas las normativas ambientales, de consulta, previa libre e informada la población”.

Es por ello, que desde su perspectiva, lo que se debe hacer, es generar conciencia en la población y en las comunidades, de esos efectos de las presas, porque las comunidades al no conocerlos, fácilmente caen en las trampas y promesas, situación que dijo “sucede en toda América Latina”.

De esa manera es que MAPDER, trata de aglutinar experiencias de distintos niveles, para dárselos a conocer a las personas de los pueblos cercanos a donde se pretende hacer estos proyectos, para que la gente se informe, tome conciencia, se resista a ser afectado y exija sus derechos humanos.

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