Tanto en el sur como en el norte, las empresas mineras saquean las tierras agrícolas y los bosques, contaminan y acaparan el agua, desplazan y expropian a poblaciones Tanto en el norte como en el sur, la rarefacción de los metales acelera su extracción. Por algunos gramos de metal, nuestros gobiernos sacrifican nuestros territorios en el altar del productivismo y de sus avatares. Con promesas de empleo, con un aumento del ingreso fiscal y algunas décimas de crecimiento económico, nos quieren convencer de aceptar esta demencia y de creer en las minas limpias y responsables, cuando bien sabemos que donde hay mina hay miseria y desolación. En todas partes de la tierra, somos cada vez más numerosos en haber decidido defender nuestros hogares y rechazar esta fatalidad.
En el marco del día auto-gestionado de lucha contra la megaminería, por la defensa de la vida y del agua (22 de julio), este año, como cada año, nos auto-convocamos para decir alto y fuerte:
NO a la minería que utiliza productos tóxicos como el cianuro y el ácido sulfúrico que contamina el agua potable y agrícola, el aire y los suelos afectando gravemente la salud de los habitantes aledaños,
NO a las megaminas que generan cada año centenas de millones de desechos tóxicos cuya contaminación perdura por siglos.
NO a las minas a cielo abierto que destruyen los ecosistemas, las zonas agrícolas, los bosques, los glaciares, que provocan patologías incurables, dejan atrás paisajes lunares y amenazan la soberanía alimentaria
NO, también a las minas subterráneas que hacen surgir de las entrañas de la tierra a los elementos radioactivos, tóxicos y cancerígenos,
NO a esta industria que mata, poco a poco y a grandes pasos a millares de campesinos expulsados de sus tierras, privados de agua o convertidos en mineros por obligación,
NO a la violencia, a la miseria y a las desigualdades que acompañan la extensión al infinito de las zonas de sacrificio
NO a la criminalización de la protesta y a la represión que se abate casi sistemáticamente sobre los que se atreven a decir NO,
NO a las mentiras de los magos de la aceptancia social que no se cansan en tratar de demostrar que los proyectos destructores pueden ser « limpios », « verdes » y « responsables »,
NO a la sed de ganancia, al productivismo a ultranza y al consumismo desaforado que nos hacen creer que no hay otra alternativa
NO A LA MEGAMINERÍA, AL EXTRACTIVISMO Y A SU MUNDO
! SI A LA VIDA !
! SI A LA AUTONOMÍA Y A LA ARMONÍA !
! Decidamos nuestro futuro y el de nuestros hijos !
Solidarios con todas las luchas, invitamos a la población a movilizarse en sus territorios amenazados por los proyectos mineros y también llamamos a todos aquéllos que se sienten comprometidos y solidarios con las víctimas de la minería, aquí y en todas partes. Durante las dos últimas semanas de julio manifestemos, informemos, organicemos la resistencia. Juntémonos con las movilizaciones organizadas cerca de nuestros lugares. Festivales, mítines, acciones simbólicas, grandes o pequeñas, con 5, 100, 1000 o 100 000, delante de los centros de poder o las embajadas de los países de origen de las empresas responsables de nuestros males, en los lugares amenazados o testigos de la destrucción, en la web, en las redes sociales y en todos los medios de comunicación, por todos los medios ahí donde podamos, marquemos nuestra oposición a esta industria mortífera.
! Porque podemos vivir sin megaminería ! Porque no existe la fatalidad !
Este llamado no responde a ninguna bandera política. Las movilizaciones son auto-gestionadas en su totalidad. En el 2014, más de 25 movimientos de resistencia en 20 países distintos participaron en el día mundial.
Detalle de los eventos, informaciones y más: http://www.aldeah.org/es/22-de-julio-2015-dia-mundial-contra-la-megamineria