Daño precoz
El Salvador fue el centro de la reunión del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo extractivo Minero (M4) durante los días 27 al 29 de junio, encuentro en el cual se trazaron líneas de acción comunes a las distintas resistencias que tienen lugar desde México hasta Panamá, relató Esperanza Salazar, participante del mismo.
“Hemos visto cómo los daños han ido en aumento, como es el caso del Valle de Siria en Honduras a partir de diez años de la instalación del proyecto; en cambio en México ya los efectos comenzaron a percibirse desde el quinto año”, dijo Esperanza.
El encuentro permitió compartir estrategias de lucha contra las empresas mineras de la región que se han empecinado en extraer metales, en particular oro y plata sin importares las violaciones a los derechos humanos de los habitantes locales ni los daños a la salud y al ambiente, como es la contaminación del agua, aire y suelo. En el evento se hizo una evaluación del trabajo realizado en los dos últimos años por los grupos del M4 y se elaboró una nueva estrategia regional del periodo 2016-2019.
Esperanza destacó el creciente número de territorios libres de minería en varios países, lo cual se evaluó es una táctica efectiva para el mojonamiento de las resistencias.
Esperanza fue entrevistada por el equipo de comunicación del M4 y Radio Temblor de Panamá, presentes en el cónclave. “Es falso pensar que porque sea el Estado o el gobierno quien va a explotar una mina, los perjuicios para las comunidades pueden ser menores”, dijo la activista mexicana, integrante de Bios Iguana.