En su participación en el último seminario de Otros Mundos A.C. en Kinoki, León Enrique Ávila, profesor en la Universidad Intercultural de Chiapas (Chiapas), expuso su punto de vista sobre la ampliación del «Tren Maya» en la Península de Yucatán. Se trata de uno de los 10 «proyectos prioritarios» de la administración entrante, que l@s Mexicanos están invitad@s a aprobar o rechazar en la Consulta Ciudadana Nacional de los 24 y 25 de noviembre.
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«Hay que reconocer que de Palenque a Merida y Valladolid ya hay líneas del Tren Maya que se crearon bajo el Porfiriato. Pero entre Cancun, Tulum, Sian Ka’an, Bacalar, Calakmul y Escárcega, es una línea totalmente nueva, que implica una destrucción significativa de selvas en México.
La propuesta del Tren Maya es que atraviese la reserva de Calakmul justo por el medio, al lado de la carretera. Van a partir a la mitad esta reserva que es el último pulmón que tenemos. Ya la reserva de la biósfera de los Montes Azules en la Selva Lacandona ha sido deforestada para siembra de maíz. La otra reserva de la región que se verá afectada es Sian Ka’an. El tren tiene que pasar justo por el medio de esta reserva.
Los impactos serán fuertísimos. Simplemente al romper la reserva a parte de la carretera con otro tren, los animales van a tener un problema de conectividad y de traslado, los jaguares van a empezar a tener endemismos. Si simplemente con la ampliación de la carretera se dañó un lugar emblemático de murciélagos que se encuentran hoy despistados alrededor de la carretera, ¡imagínense el impacto que va a tener un tren! Estamos condenando a partir en dos la selva maya, imponiéndole una línea divisoria y condenándola a su extinción. El venado, el jaguar y todo lo que todavía queda por allá se perderá.
El 70% de las especies vegetales en el mundo ya están en peligro [según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza – UICN]. Entonces lo peor que podría hacer México ante esta conyuntura de colapso sería apoyar este tipo de propuestas que llevan al ecocidio y al exterminio de la vida.
El problema no solo son las vías del ferrocarril que van a implicar tirar miles de arboles. El otro problema es el desarrollo económico asociado al ferrocarril y es lo que no vemos. Es un gran proyecto inmobiliario que incluye resorts, shoppings, lotes residenciales, hoteles de gran calado, y reordenamientos territoriales.
La obra no la hace la Secretaria de Comunicaciones y Transportes con el objetivo de comunicar a los mexicanos y ofrecerles a los pueblitos la manera de sacar sus mercancías. La obra la hace el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (FONATUR), para que los 15 millones de turistas estadounidenses que visitan Cancun al año puedan moverse. Es una mentira que los mexicanos vamos a poder viajar con este Tren Maya y que nos va a alcanzar: va a estar en dólares. Va a ser como ir a hospedarse en esos hoteles de 5 estrellas de Cancun, Cozumel o Playa del Carmen.
Entre Escarcega y Calakmul, el nuevo trazo del Tren Maya destruiría miles de hectáreas de la Selva Maya
Las comunidades indígenas que son las supuestas beneficiarias del Tren Maya, no se van a beneficiar. No las están tomando en cuenta en la toma de decisiones, no las están involucrando en la participación. En esta consulta, menos las están tomando en cuenta en los proyectos empresariales asociados al Tren. Este es el problema de fondo: ¿Para quién es el proyecto? Para unos cuantos.
Hablan de un tren turístico y de un tren de carga también. ¿Qué va a transportar? ¿Petróleo? Campeche es el principal productor de petróleo en México. ¿O aceite de palma y soya? Hay monocultivos que están acabando con la selva como la palma de aceite y la soya. Tiene que ver el Tren Maya con las nuevas Zonas Económicas Especiales (ZEE) que están proyectadas en la Península de Yucatán, especialmente en Ciudad del Carmen.
El Tren Maya ha sido fuertemente apoyado por gobernadores de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. En el caso de Chiapas, uno de sus grandes impulsores es el gobernador Manuel Velasco, quien fue evocado en la prensa como el posible coordinador del Tren Maya. Y lo que actualmente criticamos es una inversion de alrededor de 150 mil millones, dos veces y medio el presupuesto del estado de Chiapas.
Debemos tener claro que estamos luchando por la selva, por la vida, y por el último pulmón del sureste mexicano. Si siguen avanzando los monocultivos de palma y de soya o la minería, la sobrevivencia no solo de las especies animales sino también del ser humano está en riesgo. Estos megaproyectos generan un impresionante impacto a la naturaleza que no es tan fácil mitigar con la reforestación. En el caso del proyecto «Sembrando Vida» [que prevé sembrar 1 millón de hectáreas de árboles frutales y maderables en 19 estados de la República, incluyendo los impactados por el Tren Maya], no es lo mismo sembrar canela que sembrar especies de árboles en base a la biodiversidad de la selva. No estaríamos componiendo la selva sino descomponiendola cambiando su composición florística.
La historia nos dice que los antiguos mayas tuvieron que dejar sus grandes ciudades por estrés ecológico. Algunos autores hablan de sequías prolongadas que los obligaron a migrar. Si me pueden asegurar que este proyecto no llevará al colapso del agua, de la vida y la ecología, entonces les doy mi voto para el Tren Maya.«
Foto: León Enrique Ávila en el seminario de Otros Mundos A.C. del 20 de noviembre 2018 en el Foro Cultural Independiente Kinoki
Más información:
Consulta sobre Tren Maya no llegó a los pueblos, comunidades y ejidos que impactará en Chiapas
Video: Indígenas de Chiapas rechazan el Tren Maya
Instantáneas de la consulta en el sureste de México
PDF: Elementos de Evaluación Ambiental Estratégica para el Proyecto Tren Maya