Pronunciamiento de la federación Amigos de la Tierra Internacional y sus aliados, en el marco de la 14 Conferencia de la Partes (COP 14, pour sus siglas en inglés) del Convenio de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica – A 20 de noviembre 2018
Este pronunciamiento se hace en nombre de Amigos de la Tierra Internacional, la Coalición Mundial por los Bosques, Econexus, Bosques del Mundo y Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN Argentina). En ella se aborda de qué manera el Convenio sobre la Diversidad Biológica debería desarrollar el proceso de definición de las nuevas metas y marcos que sucederán a las Metas de Biodiversidad de Aichi, que deben cumplirse antes del año 2020.
El proceso posterior a 2020 es clave no sólo para la definición de los objetivos, sino para su implementación futura. Para que las sociedades asuman estos objetivos como propios, los pueblos deben estar involucrados en el proceso de su construcción. Por lo tanto, es esencial que se establezcan procesos plenamente participativos, que incluyan no solamente a los delegados y delegadas de los países, sino especialmente a los Pueblos Indígenas, las comunidades locales, las y los jóvenes, las mujeres y la sociedad civil en ámbitos regionales.
Para que los compromisos futuros tengan éxito, es esencial que aprendamos de las lecciones del pasado. Se necesita un análisis en profundidad de las razones por las que las metas de Aichi no se han implementado. Luego debemos hacer las cosas de otro modo y recomponer la confianza.
El proceso posterior a 2020 TIENE QUE conducirnos a un mundo que viva dentro de los límites planetarios.
Otro elemento que ha de tenerse en cuenta es el impacto creciente del cambio climático en los ecosistemas.
Sin embargo, no queremos un proceso similar al de la CMNUCC que produjo como resultado el Acuerdo de París, ya que el enfoque de «compromisos voluntarios» claramente no funciona para mantener al mundo bastante por debajo de los 2 grados de calentamiento.
El crecimiento económico ilimitado no es compatible con salvar el medioambiente. Es responsabilidad de este convenio garantizar la conservación de la biodiversidad, y para ello debe establecer los procesos que aseguren que podrá responder a este desafío.
Con ese fin, es necesario limitar el papel de las grandes empresas en los debates sobre políticas y a través de los instrumentos financieros, y acabar con el control de la esfera pública en manos del sector empresarial.
Las sumas que se invierten en actividades destructivas son exponencialmente superiores a lo que se invierte en preservar la biodiversidad. Las nuevas metas deben incluir normas de desinversión en proyectos destructivos, así como para revertir los incentivos perversos.
Otra de las lecciones aprendidas de la Convención sobre el Clima es que la compensación no funciona como respuesta frente al cambio climático. La compensación de biodiversidad tiene menos sentido incluso que la compensación en materia del clima.
La biodiversidad es enormemente compleja y muy distinta en las diferentes regiones. Llegar a una única métrica de biodiversidad, o de hecho, a CUALQUIER tipo de métrica de biodiversidad, reduce los múltiples aspectos de la biodiversidad a uno solo y deja de lado otros valores importantes. Por lo tanto debe abandonarse.
En consecuencia, las metas deben incluir también aspectos cualitativos. Además, las metas deben tener en cuenta el hecho comprobado de que quienes mejor preservan la biodiversidad y los ecosistemas son los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.
Más información:
COP14: Poder corporativo y disminución de la biodiversidad
Lights and Shadows – Assessment of the UN COP14 on Biological Diversity
[AUDIO] Se cumplen 25 años del Convenio sobre la Diversidad Biológica