COP17: PRESIÓN EMPRESARIAL ESTÁ IMPIDIENDO ACCIÓN REAL

NEGOCIACIONES DE CLIMA: PRESIÓN EMPRESARIAL ESTÁ IMPIDIENDO ACCIÓN REAL

durban

Amigos de la Tierra: http://foei.org/

DURBAN, SUDÁFRICA, 8 de diciembre de 2011 – Un día antes del cierre de las negociaciones de clima en Durban, Sudáfrica, Amigos de la Tierra Internacional publicó el segundo de una serie de estudios de caso que destaca como las empresas contaminantes, las empresas multinacionales y las élites financieras pretenden socavar la acción de los gobiernos con respecto al cambio climático.

El nuevo estudio de caso publicado hoy examina las actividades de lobby y la agenda política de la Asociación Internacional para el Comercio de Emisiones (IETA), la asociación internacional de comercio de carbono que representa a una serie de industrias de energía y actores financieros mundiales y sus intereses.

La IETA está muy activa en las negociaciones internacionales de clima, realiza actividades de lobby y eventos paralelos con el fin de promover la expansión del comercio de carbono a nivel mundial.

El comercio de carbono es una falsa solución a la crisis climática. Los esquemas actuales y previstos de comercio de carbono se basan en la compensación – una forma de escape de los países industrializados y las industrias contaminantes de la obligación de reducir en forma urgente sus emisiones, que es tan necesaria para evitar que empeore la crisis climática.
 
La nueve serie de estudios de caso pretende denunciar como, en la zona de la política climática y más allá de ella, las posiciones de los gobiernos han sido progresivamente cooptadas por los intereses empresariales vinculados a las industrias contaminantes y a las industrias que pretenden lucrar con la crisis climática. Esta cooptación empresarial y de las élites de los espacios de decisión es un factor determinante en la falta de acción urgente de los gobiernos para evitar el catastrófico cambio climático.

Las principales conclusiones del estudio de caso publicado hoy incluyen:

Que el presidente de IETA Henry Derwent es un ex funcionario público británico que estuvo apensa 6 meses alejado del gobierno antes de comenzar sus actividades de lobby con el gobierno británico, a pesar de que las normas requieren un mínimo de dos años.

La IETA tiene 159 lobbistas registrados para asistir a la COP 17 en Durban, Sudáfrica, entre ellos especuladores financieros, representantes de bancos, consultoras de carbono y empresas de energía.

La IETA está presionando para que se continúe con los Mecanismos de Desarrollo Limpio, una forma de los gobiernos desarrollados de escapar a la reducción de sus emisiones, que está contribuyendo a la consolidación de la industria contaminante y las medidas de desarrollo sucio y tiene impactos negativos en las comunidades locales y el medio ambiente.

La IETA también está ejerciendo presión para la creación de nuevos mecanismos de comercio de carbono peligrosos que provocarían una mayor demora en la reducción de emisiones y una mayor desregulación del mercado de carbono mundial.

Sarah-Jayne Clifton, coordinadora del Programa Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional, sostuvo: “IETA tiene una agenda política clara de capitalizar la crisis climática y expandir la falsa solución del comercio de carbono. Hay muchas pruebas de que el comercio de carbono no está funcionando, sin embargo, la IETA hace caso omiso de esto e invierte grandes cantidades de recursos en intentar de convencer a los gobiernos de que expandan el mercado de carbono mundial”.

“La historia de la IETA en las negociaciones de clima se replica en muchas áreas de políticas ambientales. En lugar de escuchar a los intereses empresariales, los gobiernos deberían priorizar los intereses de la gente común y de las comunidades de todo el mundo. Deben comprometerse a metas ambiciosas de reducción de emisiones necesarias para combatir la crisis climática y en línea con la justicia y la equidad, y no prestar atención a la presión para la inacción y las distracciones peligrosas que provienen de la industria contaminante y otros sectores empresariales”, agregó.

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Línea de prensa de Amigos de la Tierra Interacional:  media@foei.org

COP17: Necesitamos agricultura campesina, sustentable y a pequeña escala para enfriar el planeta

Negociaciones de clima: Necesitamos agricultura campesina, sustentable y a pequeña escala para enfriar el planeta

COP17DURBAN, SUDÁFRICA, 5 de diciembre de 2011 – Las negociaciones de clima de la ONU en Durban han recordado al mundo que la agricultura es responsable de casi el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero del mundo.

Sin embargo, no están denunciando a la agricultura industrial como la culpable y la producción agroecológica de alimentos a pequeña escala como la única solución al problema, afirmó hoy Amigos de la Tierra Internacional.

Hoy en Durban, campañistas de Amigos de la Tierra marcharon junto a doscientos campesinos miembros del movimiento internacional La Vía Campesina para denunciar el modelo de agricultura industrial como uno de los principales causantes del cambio climático y para denunciar las tácticas agresivas de acaparamiento de tierras de los agronegocios a nivel mundial.

La marcha con el movimiento campesino conmemora el “Día de la Agroecología y la Soberanía Alimentaria para enfriar la Tierra”, una acción simbólica para exigir respeto por la causa campesina y de los pequeños productores a nivel mundial.

“Las crisis climática y alimentaria pueden enfrentarse mediante la soberanía alimentaria, básicamente mediante la promoción de agricultura campesina sustentable y producción de alimentos a pequeña escala”, afirmó Martín Drago, coordinador del Programa de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional.

Y agregó: “La agricultura a pequeña escala no solo mejora la seguridad y soberanía alimentarias sino que además ayuda a combatir el cambio climático al enfrentar las dos principales causas de las emisiones de gases de efecto invernadero: el transporte de alimentos a lo largo de grandes distancias y la agricultura industrial”.

“Denunciamos a los mercados de carbono y a la llamada “Agricultura de Clima Inteligente” que está siendo promovida en las negociaciones de clima como una falsa solución a la crisis climática”, sostuvo Nnimmo Bassey, Presidente de Amigos de la Tierra Internacional. “En lugar de combatir las causas de la agricultura que contribuyen al cambio climático, estas falsas soluciones calientan el planeta”, agregó.
 
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COP17: PAÍSES DESARROLLADOS INTENTAN CONVERTIR EL FONDO PARA EL CLIMA EN UN FONDO EMPRESARIAL CODICIOSO

 

PAÍSES DESARROLLADOS -ENCABEZADOS POR EE. UU., REINO UNIDO Y JAPÓN- INTENTAN CONVERTIR EL FONDO PARA EL CLIMA EN UN FONDO EMPRESARIAL CODICIOSO

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amigos de la tierraDURBAN, SUDÁFRICA, 1° de diciembre de 2011 – En el día de hoy 163 organizaciones de la sociedad civil de 39 países publicaron una carta para denunciar un intento encabezado por Estados Unidos, el Reino Unido y Japón de convertir el Fondo Verde para el Clima en un “Fondo Empresarial Codicioso” en las negociaciones de clima de la ONU en Sudáfrica.

El Fondo Verde para el Clima fue creado para apoyar a las personas de los países en desarrollo, que son las más afectadas por la crisis climática y las menos responsables de provocarla.
 
Sin embargo, en las negociaciones de clima esta semana los países desarrollados están intenando permitir que las empresas transancionales y financieras tengan acceso directo al finciamiento del Fondo Verde para el Clima.
 
Esto significa que las empresas podrián evitar a los gobiernos de los países en desarrollo y a sus estrategias nacionales de clima para acceder al dinero público.
 
“Convertir al Fondo Verde para el Clima en un Fondo Empresarial Codicioso sería vergonzoso, sin embargo esto es lo que algunos están intentando hacer en las negociaicones de clima en Durban”, sostuvo Meena Raman de la Red del Tercer Mundo.
 
“Este intento, encabezado por Estados Unidos y el Reino Unido en nombre de Wall Street y del centro financiero de Londres, de aprovechar el financiamiento para los países en desarrollo es escandaloso. Las comunidades necesitan este dinero para enfrentar el cambio climático y financiar su propio desarrollo – sin cometer los mismos errores cometidos por los países ricos”, afirmó Karen Orenstein de Amigos de la Tierra Estados Unidos.
 
“La función de la inversión privada en las actividades de financiamiento para el clima deben decidirse a nivel nacioanl y sub-nacional en línea con las prioridades de los países, y no de los lineamientos de las empresas. La medida de permitir que el sector privado acceda directamente al Fondo Verde para el Clima socava la posibilidad de un proceso democrático y participativo para satisfacer las necesidades de las comunidades que intentan luchar contra el cambio climático”, afirmó Lidy Nacpil de Jubileo Sur Asia/ Movimiento sobre la Deuda y  el Desarrollo.
 
Se prevé que tan solo algunas medidas de adaptación y programas fundamentales de mitigación generarán ganancias y por lo tanto no serán atractivas para el sector privado.
 
Los grupos asimismo advirtieron acerca de negocaciones a puertas cerradas sobre el Fondo Verde para el Clima entre Sudáfrica, Estados Unidos y otros países desarrollados.
 
“Lo que suceda en Durban debe ser totalmente transparente. Estamos muy preocupados por las denuncias de que Sudáfrica está consultando informalmente a puertas cerradas acerca de la decisión del Fondo Verde para el Clima”, afirmó Bobby Peek, de groundWork/ Amigos de la Tierra Sudáfrica. “Esto socavará enormemente la legitimidad y en última instancia la efectividad del Fondo Verde para el Clima”.
 
Las preocupaciones expresadas en la carta surgen luego del persistente rechazo de la sociedad civil a la participación del Banco Mundial en el Fondo Verde para el Clima.

organizaciones que apoyan:

ActionAid, Campaign to Reform the World Bank, Amigos de la Tierra Internacional, Global Alliance for Incinerator Alternatives, Institute for Agriculture and Trade Policy, Jubileo Sur – Asia/Pacific Movement on Debt and Development, Instituto de Estudios Políticos, World Development Movement.

Organizaciones demandan el rechazo de proyectos de créditos de carbono que financien incineradores y rellenos

Organizaciones ambientalistas y de base de América Latina demandan a sus gobiernos el rechazo de proyectos de créditos de carbono que financien incineradores y rellenos

En una carta dirigida a las respectivas autoridades designadresiduosas a nivel nacional para definir la aprobación de proyectos de créditos de carbono, miembros de la Alianza Global por Alternativas a la Incineración (GAIA) de Argentina, Brasil, Chile, El Salvador, México y Uruguay llamaron a sus respectivos gobiernos “a no aprobar proyectos MDL basados en soluciones tecnológicas que generan riesgos e impactos negativos e incentivos perversos para una mayor generación de residuos”.

En la misiva, manifiestan su preocupación por “los graves problemas sociales y medioambientales que estos proyectos conllevan e insta (a la respectiva institución nacional) a revisar los criterios de certificación “sostenible” para rellenos sanitarios e incineradores bajo el MDL con el fin de excluirlos de forma inmediata y definitiva.” Agregan que estos proyectos “no sólo son una fuente de contaminación y exclusión social, sino que además desplazan las opciones más sustentables, más costo-efectivas y que favorecen la labor de los recicladores informales que recogen y separan manualmente los residuos en nuestros países.”

En cada país existen las llamadas Autoridades Nacionales Designadas (AND), que tienen bajo su responsabilidad la aprobación de proyectos que buscan su certificación en el Mecanismo de Desarrollo Limpio, que opera bajo el Protocolo de Kioto.

En relación a los rellenos sanitarios, las organizaciones reclaman que a través de los proyectos MDL se está “apoyando el entierro de residuos que podrían ser reciclados o compostados, con graves consecuencias para el medio ambiente y las comunidades de recicladores”; se está promoviendo de manera artificial un aumento significativo en la generación de metano; e inhibiendo la promulgación de leyes que exijan la captura de metano en estas instalaciones para prevenir explosiones, incendios e intoxicaciones derivadas de la acumulación de gases.

En cuanto a la incineración y sus derivaciones de valorización energética de residuos, los miembros de GAIA expresan que “resulta inaceptable que (estas instalaciones) reciban recursos financieros destinados a mitigar el cambio climático”, y argumentan que “según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (USEPA) la generación eléctrica a partir de la incineración de residuos municipales emite más CO2 por unidad de energía que la termoelectricidad a partir de carbón y, por cierto, mucho más que en un contexto de reducción de la generación de residuos, su reutilización y el reciclaje de los mismos materiales.”

Agregan que “la energía que se puede generar mediante procesos de incineración o similares es bastante menor que la que se podría conservar mediante el reciclaje, para prácticamente todos los distintos materiales”, así como que sus costos de capital y de operación “son varias veces mayores que para tecnologías tradicionales de generación como la térmica a base de carbón y la nuclear”.

Por estas razones, los firmantes llaman a sus gobiernos a respaldar “un régimen de financiamiento climático justo, sin el predominio de los mercados de carbono, y mediante un fondo global guiado por criterios de equidad y responsabilidad internacional frente al cambio climático, sin intervención de bancos e instituciones financieras internacionales”.

Finalmente, demandan “que los fondos públicos y climáticos disponibles se destinen a implementar políticas y programas públicos orientados a la reducción y separación de los residuos en el origen, así como su reutilización y reciclaje; y a impulsar la inclusión social en las actividades asociadas al manejo de residuos, particularmente la dignificación y formalización del trabajo de los recicladores urbanos, promoviendo la internalización de sus impactos ambientales positivos.”

Contacto: Eduardo Giesen
Coordinación latinoamericana de GAIA
eduardo@no-burn.org

Organizaciones firmantes de la carta:

Argentina
    56 organizaciones de la Coalición Ciudadana Anti-incineración
    FUNAM
    Ecositio
    BIOS
    Centro Ecologista Renacer
    Cipoleños Unidos
    Ecos de la Sociedad
    Taller Ecologista

Brasil
    Coleta Seletiva Brasil-Canadá
    Instituto POLIS

Chile
    Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA)
    RAP-AL Chile

El Salvador
    CESTA / Friends of the Earth El Salvador

México
    Revuelta Verde / Rising Tide México
    Otros Mundos Chiapas / Friends of the Earth México
    Crecimiento Ciudadano Organizado CRESCO
    Frente Ciudadano en Defensa de las Áreas Naturales de Tlalpan
    Jubileo Sur México
    Fronteras Comunes
    Centro de Análisis y Acción en Tóxicos y Alternativas (CAATA)

Uruguay
    RAP-AL Uruguay
    REDES / Friends of the Earth Uruguay

Aproximación al concepto de deuda ecológica

Aproximación al concepto de deuda ecológica

Evelyn Martínez *
Martes 15 de noviembre de 2011, por Revista Pueblos

deudaHistóricamente, en la economía y en la política se ha dado mucha más importancia a los asuntos financieros que a la perdida de la ecología. La deuda externa ha marcado el rumbo de las políticas económicas aplicadas en los países de América Latina en las últimas décadas, aunque si bien el importe inicial de la deuda externa contraída ya ha sido pagado, los intereses de la deuda aumentan constantemente y esto hace que se vuelva una deuda eterna.

La discusión sobe la cuantificación y reclamo de la deuda ecológica es muy reciente, apenas una década. La deuda ecológica es “en esencia la responsabilidad que tienen los países industrializados del Norte, sus instituciones, la élite económica y sus corporaciones por la apropiación gradual y control de los recursos naturales, así como por la destrucción del planeta causada por sus patrones de consumo y producción, afectando la sustentabilidad local y el futuro de la humanidad. Basados en esta definición, los pueblos en el Sur son acreedores de esta deuda y los deudores los países del Norte” [1]]].

Para Joan Martínez Alier [2]] la deuda externa y la deuda ecológica se relacionan principalmente por dos componentes: a)el reclamo de la deuda ecológica se justifica a cuenta de la exportación mal pagada –los precios no incluyen los costos ambientales- y a cuenta de los servicios ambientales proporcionados gratis; b) la obligación de pagar la deuda externa y sus intereses llevan a una depredación de la naturaleza. Entonces, puede considerarse que no debe pagarse la deuda externa a menos que el norte pague antes la deuda ecológica.

En cuanto al primer componente Martínez Alier da algunos ejemplos: “el petróleo que México exporta a Estados Unidos está infravalorado porque no tiene en cuenta la contaminación producida en las zonas de extracción de bosque tropical húmedo de Tabasco y Campeche, porque no incorpora un costo adicional a cuenta de sus efectos negativos sobre el cambio climático global… el conocimiento exportado desde la América latina sobre los recursos genéticos silvestres o agrícolas (la chinchona officinalis, la papa, el maíz…) lo ha sido a un precio cero o muy barato, mientras que la absorción de dióxido de carbono por la nueva vegetación o en los océanos se viene realizando gratis…” [3]]

En el segundo caso, para lograr pagar la deuda externa se necesita que lo producido sea mayor que el consumo, es decir que haya un excedente, esta mayor productividad se hace a costa de aumentar la plusvalía relativa o de un mayor abuso de la naturaleza. Al aumentar los intereses de la deuda los recursos se agotan y al aumentar la deuda externa se estaría infravalorando el futuro. Es absurdo que se priorice el pago de una deuda que crece a un interés compuesto a costa de sacrificios humanos y de la naturaleza.

Para reclamar y cuantificar el monto de la deuda ecológica, Martínez Alier identifica seis componentes de la deuda ecológica expresada en dinero [4]]. Primero, los que respectan al comercio ecológicamente desigual: a) Los costos de reproducción o sustentación o manejo sostenible de los recursos naturales renovables exportados; por ejemplo, la reposición de los nutrientes incorporados en las exportaciones agrarias; b) los costos actualizados de la no-disponibilidad futura de los recursos no-renovables destruidos. Por ejemplo, el petróleo ya no disponible, o la biodiversidad destruida; c) los costos de reparación (no pagados) de los daños locales producidos por las exportaciones. Por ejemplo, la contaminación de ríos y los daños a la salud por la explotación de minas.

Segundo, los componente relativos a la falta de pagos de servicios ambientales: a) Los costos de reparación de las consecuencias de la importación de residuos tóxicos sólidos o líquidos; b) el importe correspondiente a los residuos gaseosos absorbidos gratuitamente hasta ahora o depositados en la atmósfera (C02, principalmente); c) el importe de la información y conocimiento sobre recursos genéticos cedidos gratuitamente, siempre que haya habido un aprovechamiento comercial de esta información y conocimiento.

Ciertamente los daños a la naturaleza son muchas veces inconmensurables, pero se trata de cuantificar para reclamar la deuda ecológica utilizando el mismo lenguaje, pero bajo una lógica diferente.

Si nos remontamos siglos atrás, hacia la historia de la colonización y el despojo, encontramos más argumentos para hablar de una deuda histórica de los países europeos hacia los latinoamericanos. En su discurso ante la reunión de jefes de Estado de la Comunidad Europea en febrero de 2002, el cacique mexicano Guaicaipuro Cuactemoc formula algunas tesis importantes para afirmar, que desde esa óptica, América latina es acreedora y no deudora, en su discurso afirma contundentemente: “También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a Sanlúcar de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América”.

Si se les aplicara la misma lógica de un interés compuesto, y considerando los crímenes cometidos, se estaría hablando no sólo de un pago de una deuda histórica, sino también del pago de indemnizaciones por daños y perjuicios.

Bajo esta lógica América latina no es deudora sino más bien acreedora de los países ricos. Es momento de cambiar y priorizar la lógica de la vida, antes que de la lógica mercantil, cosificada y de muerte.

* Evelyn Martínez. Asociación de Estudiantes de Economía (AEE)

NOTAS:

[1] [Martínez Alier, Juan, “Deuda ecológica y deuda externa”. En el curso: “Ecología política en el capitalismo contemporáneo”. Programa Latinoamericano de Educación a Distancia (PLED). Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Buenos Aires, Septiembre de 2010->Martínez Alier, Juan, “Deuda ecológica y deuda externa”. En el curso: “Ecología política en el capitalismo contemporáneo”. Programa Latinoamericano de Educación a Distancia (PLED). Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Buenos Aires, Septiembre de 2010.” class=”spip_out”>http://www.deudaecologica.org/Que-es-Deuda-Ecologica/.

[3] [Ibid. pág. 2.

[4] [Ibid. pág. 17

Declaratoria Tribunal Popular de Justicia Climática

Declaratoria Tribunal Popular de Justicia Climática

Fuente: bionero.org
justicia climaticaDeclaratoria del Tribunal Popular de Justicia Climática realizado en la Comunidad Teológica de México el día 10 de noviembre del 2011, en el que colectivos, grupos, trabajadores y trabajadoras del campo y la ciudad, organizaciones de la sociedad civil, mujeres y hombres, pueblos, tribus y naciones indígenas y no-indígena sentenciaron al Estado mexicano, al sistema capitalista y al neoliberalismo por la creciente depredación de la Madre Tierra y el consecuente cambio en el clima.

México
TRIBUNAL POPULAR DE JUSTICIA CLIMÁTICA

CONSIDERANDO:

Que la humanidad y la Madre Tierra enfrentan una crisis ambiental y una alteración del clima sin precedentes provocada por el saqueo y la explotación de los bienes comunes de todos los pueblos del mundo, que han sido vistos por el  modelo de desarrollo capitalista como bienes de consumo al servicio del mercado. Esta situación en México es exacerbada por la actual crisis de inseguridad y violencia alentada por la guerra contra el narco, que además de cobrar miles de víctimas y criminalizar la protesta social, ha generado un ambiente de mayor ilegalidad y ha propiciado el despojo de los bienes naturales de la Nación mediante su explotación indiscriminada y la privatización del agua, la biodiversidad, la energía y los minerales.

Que las constantes manifestaciones extremas del cambiante clima en México, así como la sobreexplotación de los bienes naturales disponibles y necesarios para la alimentación de los mexicanos, han provocado miles de víctimas, desplazados y desplazadas ambientales, pérdida de valiosos ecosistemas, sobreexplotación de los bienes naturales disponibles y necesarios para la alimentación de los mexicanos. Mientras que el saqueo de los bienes naturales a manos de grandes corporativos y empresas transnacionales no para, las políticas y la legislación ambiental vigente hacen poco o nada por revertir el deterioro socio-ambiental del país.

Que, por las denuncias y demandas de las comunidades campesinas, indígenas y urbanas y así como la presión de la comunidad internacional, el Estado mexicano sólo simula la adaptación de su legislación y programas de gobierno; cuando por  el contrario, debe atender cabalmente el aprovechamiento sustentable de los bienes naturales y la imperiosa necesidad de que las políticas públicas en relación a la mitigación y adaptación al cambio climático, sean diseñadas y operadas escuchando la voz de las comunidades campesinas, indígenas y urbanas y en específico, la voz de las mujeres de todos los grupos y sectores sociales que más padecen la problemática climática, quienes a la vez intentan desde su ámbito y posibilidades aportar soluciones a esta crisis.

Que es urgente mirar el impacto del cambio climático desde la perspectiva de género, para reconocer que las mujeres viven de forma diferente a los hombres los efectos de la devastación ambiental, dado que el sistema capitalista y sus políticas neoliberales han colocado a las mujeres en condición de mayor vulnerabilidad y en respuesta, las mujeres han desarrollado propuestas organizativas muy importantes para enfrentar la actual crisis civilizatoria. En este sentido, es de importancia trascendental, recuperar la voz de las mujeres, quienes desde diversas realidades han desarrollado experiencias para la adaptación y mitigación ambiental. Estas experiencias representan un sin número de posibilidades y esperanzas para todos los grupos afectados por el cambio climático, y las han ubicado de una posición de víctimas a otra muy distinta y de enorme importancia para el país, destacándose su liderazgo como actoras sociales en pleno ejercicio y exigibilidad de sus derechos.

NOSOTRAS Y NOSOTROS,

Los colectivos, grupos, trabajadores y trabajadoras del campo y la ciudad, organizaciones de la sociedad civil, mujeres y hombres, pueblos, tribus y naciones indígenas y no-indígenas, reunidos y reunidas el 10 de noviembre del 2011 en la Comunidad Teológica de México, en el Distrito Federal, capital del país y en el marco del Tribunal Popular de Justicia Climática,

DECLARAMOS A LA NACIÓN Y EL MUNDO:

Primero. A través de los pueblos de Tabasco que conforman el Consejo de Comunidades Unidas de Centla, vemos que las catástrofes ambientales y constantes inundaciones que sufren las comunidades en la mayoría del estado son problemas con múltiples factores, no sólo ocurren a causa de cambios en el clima y del constante incremento de lluvias y huracanes, sino también a causa de la corrupción y las irresponsables políticas hídricas de los gobiernos para convertir en negocio particular la generación de energía y para provocar el desalojo de territorios de la planicie costera. Además de esto, como también ocurre con los pueblos de Veracruz, se utiliza el discurso de la mitigación al cambio climático para justificar la construcción de represas hidroeléctricas bajo el pretexto de ser métodos de  producción de energía “limpia”, que supuestamente no generan gases de efecto invernadero y que posteriormente, al inundar a los pueblos, se vuelve a utilizar el discurso de que las inundaciones son provocadas por el incremento de lluvias a causa del cambio climático, justificando una mala gestión y planeación del agua, que entre otras consecuencias, se traduce para las mujeres, niñas y niños de estas comunidades en afectaciones a la salud y en las múltiples jornadas de trabajo no remunerado, en desnutrición y reforzamiento de roles tradicionales que mantienen a las mujeres en el sometimiento.

Exigimos acciones inmediatas por el estado de emergencia que viven las comunidades de Tabasco afectadas por las inundaciones, en términos de alimentación, salud y trabajo para todas y todos los afectados.

Exigimos el paro de las afectaciones al patrimonio de los habitantes de las comunidades de Centla por causa de las descargas de agua provenientes de las presas del Alto Grijalva y por las obras de un plan hídrico aplicado en Tabasco que no es integral, sino que beneficia a unos y sacrifica a otros, los más desprotegidos y a quienes ahora se les está destruyendo, además de su patrimonio, su modo de vida y su economía básica.

Exigimos la elaboración y ejecución de un plan hídrico integral y sustentable para Tabasco, que respete el derecho de las comunidades indígenas y campesinas a la consulta previa, libre e informada.

Respaldamos la decisión del Consejo de Comunidades Unidas de Centla para constituir, junto con las comunidades de Chiapas y Guatemala, la Red en Defensa del Usumacinta y sus Comunidades, amenazadas por los proyectos de construcción de hidroeléctricas a lo largo de su cauce.

Segundo. Junto a nuestras hermanas y hermanos de las comunidades de Veracruz, agrupadas en el Colectivo Defensa Verde Naturaleza Para Siempre, elevamos nuestra más enérgica protesta y exigimos la cancelación inmediata de los 112 proyectos de hidroeléctricas que se pretenden construir en ese estado y cuya edificación significará la inundación de diversos pueblos y la privatización de nuestros ríos.

Tercero. Junto a las comunidades, grupos, asociaciones, mujeres y hombres agrupados en la Red en Defensa del Maíz sostenemos que la agricultura industrial y los monocultivos son causas principales del cambio climático, al utilizar agroquímicos que contaminan y degradan la tierra, lo que a su vez genera mayores emisiones de carbono a la atmosfera, los cuales han sido impulsados fuertemente en nuestro país mediante la apertura del mercado agrícola a través del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá.

Reivindicamos y proponemos la agricultura tradicional y familiar como una solución al cambio climático. En el caso específico de México, reconocemos a la Milpa como una forma de agricultura tradicional que debe de ser rescatada y promovida.

Rechazamos enérgicamente las falsas soluciones al cambio climático, como lo son los agro combustibles, que encarecen los alimentos al destinar las tierras de cultivo para generar energía con el fin de abastecer a la industria y los automóviles; rechazamos contundentemente el Mercado y los Bonos de Carbono, como el programa REDD+, que privatiza los bosques y selvas en perjuicio de los pueblos indígenas que dependen para su subsistencia de ellos y que otorga permisos a los países ricos para seguir contaminando.

Rechazamos los cultivos transgénicos como una falsa solución a la seguridad alimentaria y climática, en especial el maíz transgénico, ya que México como centro de origen de esta planta y siendo poseedor de una gran diversidad de maíces criollos, el cultivo de maíz transgénico representa un ecocidio que atenta contra la riqueza biológica de los pueblos de México y América Latina.

Cuarto. Con nuestras hermanas y hermanos del orgulloso y heroico Pueblo Wirrárika del estado de Jalisco, vemos cómo las alteraciones en el clima han afectado nuestros modos y prácticas de vida, siendo el problema más visible las recientes heladas en la Sierra Madre Occidental, al norte de Jalisco, donde habitamos, que han causado la pérdida casi total de las hectáreas de los cultivos de maíz, entre otros alimentos. Esta problemática, se agrega a la lucha que mantenemos por la defensa de nuestros sitios sagrados, actualmente amenazados por concesiones mineras y agroindustriales.

Reiteramos enérgicamente nuestra exigencia al gobierno federal de Felipe Calderón de cancelar las 22 concesiones mineras que otorgó a la empresa depredadora canadiense First Majestic Silver Corp en Wirikuta y de las concesiones a empresas agroindustriales ubicadas en la misma zona, así como de cualquier otra concesión que se otorgue en nuestros sitios sagrados, ya sea minera, agroindustrial, turística, o de cualquier otra índole, que pretenda explotar esas tierras, cuyo  fin es la preservación de la vida en general y la cultura wirrárrica.

Quinto. Al lado de nuestros hermanos y hermanas de los pueblos originarios del sur del Distrito Federal, asentados en territorios de vocación predominantemente rural que ocupan casi la mitad del territorio de la Capital del país,  que habitan, preservan y trabajan la tierra desde antes de la expansión urbana de la zona metropolitana del valle de México, están padeciendo hoy una ofensiva de artilugios legales de parte de gobiernos y empresarios que intentan despojarlos de sus territorios, los cuales hoy proveen servicios ecológicos vitales para las y los habitantes de la capital del país.

Al lado de las comuneras y los comuneros de San Andrés Totoltepec, Tlalpan, denunciamos que el Gobierno Federal no quiere reconocer la legal posesión de la tierra, lo que impide el impulso de proyectos económicos y sociales para beneficio de sus comunidades.

Sostenemos que ante la crisis climática actual, es prioritario preservar nuestros territorios que proveen servicios ambientales como son la captación e infiltración de agua de lluvia, mejora de la calidad del aire, hábitat para biodiversidad, oportunidades para el desarrollo de educación ambiental, investigación y recreación, producción de alimentos, retención de suelos y regulación del clima.

Exigimos frenar y controlar los asentamientos irregulares, proteger y restaurar los ecosistemas y compensar con auténtica justicia a los dueños de estas tierras por los servicios ambientales que aportan los ecosistemas que protegen y que benefician a millones de personas.

Sexto. Al lado de nuestras hermanas y hermanos de San Lucas Xochimanca y Pueblos de la Montaña de las inmediaciones del Estado de México y la Delegación Xochimilco en el Distrito Federal, denunciamos enérgicamente el deplorable estado de degradación en el que se encuentra la presa y el vaso regulador de San Lucas Xochimanca; espacio vital y estratégico que preserva no sólo la seguridad hídrica de toda la zona chinampera del Valle de México, sino que es depositaria de flora y fauna preciosas que se encuentran en grave peligro ante la irresponsable apatía, inmovilidad, incompetencia y sordera de las autoridades ambientales y de administración del agua, en el ámbito político y administrativo de los gobiernos federal, estatal y municipal del Estado de México, así como del ámbito del gobierno delegacional de Xochimilco y de la Jefatura de Gobierno del Distrito Federal.

Exigimos la integración de un plan de rescate, saneamiento y preservación integral del vaso regulador y la presa de San Lucas Xochimanca con la participación de la comunidad. El entubamiento de las aguas negras provenientes del reclusorio sur, fraccionamientos residenciales y asentamientos irregulares de la zona de La Montaña.  Así como el rescate, ampliación y mejoramiento de la planta tratadora de aguas negras de San Lucas, hoy miserablemente abandonada por autoridades irresponsables.

Séptimo. Orgullosas y orgullosos de estar hombro con hombro junto al Pueblo Cucapá, que actualmente ocupa territorios en los estados de Baja California y Sonora, denunciamos que  el deterioro gradual y progresivo de la cuenca baja del río Colorado y su delta, están amenazando la sobrevivencia y existencia del pueblo Cucapá y su cultura indígena, al impedir el ejercicio de sus formas tradicionales de subsistencia, principalmente su actividad milenaria: la pesca en el río Colorado y su delta.

Denunciamos también, que producto de la imposición desde 1994 por el Gobierno Federal mexicano de la Reserva de la Biósfera del Alto Golfo de California y Delta del Río Colorado, los pescadores cucapás que luchan por sacar adelante a sus familias y preservar su cultura, son objeto de hostigamiento y persecución por parte de militares e inspectores de la llamada Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Profepa y de la Comisión Nacional de Pesca, Conapesca.

Exigimos la instalación inmediata de una mesa de diálogo y negociación que de cause efectivo a las legitimas exigencias del Pueblo Cucapá y permita la preservación y sustentabilidad de sus formas comunitarias de vida y cultura milenarias.

Octavo. Con nuestras hermanas y hermanos de los pueblos indígenas del noroeste mexicano, los Guarijios y Yaquis, estamos sufriendo la imposición del mega proyecto de infraestructura hidráulica y energía llamado Sonora SI. Tal mega proyecto del gran capital nacional y transnacional abarca varios municipios del estado y obras como: reactivación y construcción de presas hidroeléctricas, acueductos, desaladoras y plantas tratadoras de aguas residuales.

La administración estatal del gobernador Guillermo Padrés intenta impulsar la privatización del agua sin considerar el equilibrio de los ecosistemas riparios. Padrés ha hecho público que la prioridad es el crecimiento económico sin importar los aspectos socioculturales y ambientales de las comunidades afectadas. Una clara muestra de lo anterior ha sido la ausencia de estudios serios de impacto ambiental y una auténtica política de transparencia informativa.

Exigimos la suspensión del programa Sonora Sí, y la instalación inmediata de una mesa de diálogo y negociación cuyo eje rector sea el interés superior de las personas y sus comunidades, en especial de los pueblos Guarijios y Yaquis, así como el respeto y sustentabilidad de la madre tierra.

Noveno. Los colectivos, personas y organizaciones que participamos en este Tribunal Popular de Justicia Climática, exigimos justicia para nuestra hermana y compañera ambientalista Nancy Ellen De Rosa, a la que el Estado pretende encarcelar por defender los ecosistemas de la Riviera Maya en Akumal, Quintana Roo; nos declaramos en estado de alerta permanente para conocer la sentencia de un Juez que dictaminará sobre una acusación plagada de irregularidades con la que se intenta acallar a una de las voces más críticas y consecuentes de México, que ha denunciado valientemente a los funcionarios y las empresas que promueven el turismo depredador en las costas del Caribe mexicano.

Décimo. Exigimos la incorporación de la perspectiva de género en las políticas públicas y acciones afirmativas que en materia de cambio climático se plantean para las comunidades, reconociendo su diversidad y pluralidad. Así mismo, las y los participantes en este Tribunal Popular de Justicia Climática, exigimos el reconocimiento a las diversas propuestas y experiencias desarrolladas por las mujeres de todas las comunidades afectadas por el cambio climático en México.

SENTENCIA:

Hoy, en la Ciudad de México y desde las instalaciones de la Comunidad Teológica de México, las y los presentes, constituidos en Tribunal Popular de Justicia Climática, por el inalienable derecho a la justicia que tenemos los pueblos y asumiendo el dicho de la Constitución Mexicana que señala que la soberanía radica esencialmente en el pueblo; tras oír y conocer los casos de todas y todos los presentes, representantes de diversas comunidades y pueblos indígenas y no indígenas del país, sentenciamos lo siguiente:

Primera. Tras oír y conocer los casos de todas y todos los presentes, representantes de diversas comunidades y pueblos indígenas y no indígenas del país, declaramos culpable al Estado Mexicano, al sistema capitalista y al neoliberalismo por la creciente y dolorosa depredación de la Madre Tierra y el consecuente cambio en el clima, así como por la creciente criminalización de la protesta social y el activismo a favor del ambiente. Esta situación en perjuicio de la soberanía nacional y la sustentabilidad de la vida de las generaciones presentes y futuras de mexicanas y mexicanos.

Segunda. Declaramos culpable al gobierno de Felipe Calderón por estar provocando la exacerbación del estado de violencia que vive México, con la guerra absurda que sostiene contra los grupos de la delincuencia organizada y estarla utilizando para una criminalización alarmante contra los defensores del medio ambiente y de los derechos humanos.

Tercera. Que entre las principales víctimas se encuentran las mujeres y las niñas quienes por el simple hecho de serlo son invisibilizadas en sus historias e incluso en sus nombres, que  sus cuerpos son territorios de expresión de las diversas violencias e impactadas negativamente en su salud, su trabajo, su economía y su vida. Que su cotidianidad es afectada no sólo por la falta de agua y la temperatura ambiental extrema del cambio climático, sino por la multiplicidad de labores y responsabilidades fundamentadas en un machismo depredador, en un patriarcado indigno que hoy oprime y afana lastimosamente la vida de millones de mujeres y niñas. Estas cargas injustas, esta moderna e indigna esclavitud debe cesar a través de la práctica de la justicia y la equidad en el amor y la verdad desde y en los hogares y las comunidades. Es preciso modificar pautas culturales y tradiciones que fortalecen los roles tradicionales que oprimen a las mujeres, que dificultan el impulso de su protagonismo y el desarrollo de sus liderazgos. Sin embargo, es preciso reconocer y aún proclamar, que hoy miles de las luchas que emprenden los pueblos del mundo en un hambre y una sed de justicia legitima, son encabezadas dignamente por las mujeres. La vanguardia de la lucha global por la justicia y la igualdad tiene rostro de mujer. Por ello, las Mujeres presentes, integrantes de este Tribunal, han decidido constituirse desde hoy en el Grupo de Trabajo Feminista por la Equidad de frente al Cambio Climático en México.

Cuarta. Ante la urgente e imprescindible necesidad de contar con espacios permanentes para la denuncia de todas las formas de ecocidio contra la madre tierra y los pueblos, además de la procuración de la organización, coordinación y confluencia de las iniciativas de la lucha  democrática por la sustentabilidad social y climática en la justicia, este tribunal se declara como una instancia abierta y permanente que buscará la confluencia, apoyo y solidaridad de los ámbitos locales, nacional e internacional sin menoscabo de su independencia y soberanía.

LLAMADO A LA ACCIÓN:

Lidiar con la crisis climática implica realizar un cambio fundamental en el orden mundial actual y una transformación completa de las relaciones sociales, económicas, políticas y culturales a escala local, nacional y mundial.

Consientes de que la crisis climática debe correr por cuenta de quienes la generaron, y no por quienes han sido los menos responsables de que ocurra, reconocemos humildemente nuestra responsabilidad como personas, como agentes involuntarios, al ser pasivos hasta ahora ante el sistema depredador capitalista que reproducimos en cada acto de consumo  irracional en nuestra vida cotidiana. Por tanto, asumimos el compromiso de adoptar y promover entre nuestros ámbitos fundamentales, el personal, el familiar y el comunitario un cambio en nuestro estilo de vida, por uno estilo de vida austero y justo que reduzca efectivamente los impactos nocivos a la naturaleza y promuevan una cultura de respeto y equilibrio a la madre tierra y el ambiente.

Hacemos un llamamiento a los colectivos, grupos y asociaciones, a las mujeres y hombres, a los pueblos, tribus y naciones indígenas que actualmente padecen los efectos del cambio climático y la injusticia ambiental a generar procesos de encuentro, intercambio de información y comunicación crecientes, en los valores de la solidaridad y la justicia, la horizontalidad y la organización democrática, partiendo del entendido evidente de que aislados y aisladas nuestras legitimas luchas de reivindicación y justicia climática no podrán enfrentar con eficacia al monstruo depredador de la sociedades y la madre tierra: el sistema capitalista y su expresión más devastadora, el neoliberalismo. Para ello, llamamos con humildad y respeto a impulsar dichos procesos de comunicación y coordinar acciones y proyectos en todas las regiones del país. Asumiendo consecuentemente esta resolución, las y los participantes en este Tribunal Popular de Justicia Climática, iniciaremos un proceso de consulta y acuerdo para la integración del Consejo Nacional de Comunidades del Tribunal Popular de Justicia Climática de México.

Para ello, y entre los compromisos asumidos en este evento, habilitaremos una plataforma de comunicación para hacer públicas las denuncias y los casos de injusticia climática que se padecen en México. Pedimos que se nos envíen fichas informativas, expedientes y denuncias populares a la siguiente dirección de correo electrónico: tribunaldejusticiaclimatica@gmail.com

Así mismo, anunciamos la apertura de la segunda audiencia de este Tribunal Popular de Justicia Climática, que tendrá lugar el próximo jueves 17 de mayo de 2012 en la Ciudad de México y cuya convocatoria anunciaremos oportunamente.

Finalmente, proponemos el impulso de encuentros para el intercambio de experiencias exitosas, que visibilizan los liderazgos de las mujeres y los procesos organizativos y participativos novedosos para la mitigación y adaptación frente al cambio climático y que coloquen a todos, pero en especial a las mujeres como sujetas de derecho y ciudadanas plenas. En este sentido, hacemos un llamado a recuperar las historias de las mujeres y las niñas que viven historias de afectación en cualquier ámbito de su vida por el cambio climático para hacerlas visibles y contribuir a erradicar este tipo de injusticia y violencia de género.

Invitamos a todos y a todas a sumarse y generar juntos un espacio de diálogo e intercambio entre las comunidades mexicanas afectadas por el cambio climático. Asumiendo la necesidad de lograr una mayor cohesión y fortalecer a las organizaciones y colectivos para construir una agenda común con demandas específicas hacia las autoridades en los ámbitos local, estatal y nacional; para ello les invitamos a generar juntos y juntas una plataforma de afectados y afectadas, sin menoscabo y en colaboración con otros esfuerzos de acción justa por el clima para que nuestras voces y demandas se escuchen en el ámbito nacional e internacional.

Fraternalmente.

¡Por la Vida, la Tierra, el Agua, el Cielo y la Mar en la Justicia!

 
TRIBUNAL POPULAR DE JUSTICIA CLIMÁTICA DE MÉXICO

San Ángel, México Distrito Federal a 17 de noviembre de 2011.

    Firman esta declaración como miembros de este tribunal las siguientes organizaciones y personas:
    Mexicanas y Mexicanos Contra la Desigualdad, GCAP MEXICO.
    Comunidad en Movimiento, A.C.
    Colectivo Mexicano de Comunidades Afectadas por el Cambio Climático, COMEXIC.
    Consejo de Comunidades Unidas de Centla, Estado de Tabasco.
        Comunidad El Coco
        Comunidad Álvaro Obregón
        Comunidad Francisco. I. Madero
        Comunidad Ejido Fronterita
        Comunidad San José de Simón Sarlat
        Comunidad Ejido Constancia y Venecia
        Comunidad Colonia San Juan
        Comunidad Población Simón Sarlat
        Comunidad Colonia Caparrazo
        Comunidad Chilpa Margen Derecho
        Comunidad Boca de Chilpa
        Comunidad Chilpa Margen Izquierdo
        Comunidad Mixteca 2da. Sección.
        Comunidad Mixteca 3ra. Sección.
        Comunidad Ejido José María Morelos y Pavón Tiatalillo
        Comunidad Chichicastle 1ra. Sección
        Comunidad Poblado Quintín Arauz
        Comunidad Cañaveral Corcovado
        Comunidad Villa Vicente Guerrero
        Comunidad Tabasquillo 2da. Sección.
    Frente Sindical  Campesino Indígena Social y Popular de Tabasco
    Bionero.org
    Movimiento Cristiano por la Paz.
    Pueblo Wirrárika, México Estados de  Jalisco, Nayarit, Zacatecas y Durango.
    Pueblo Cucapá, México Estados de Baja California y Sonora.
    Pueblo Tarahumara, México Estados de Sonora, Chihuahua y Coahuila.
    Pueblo Guarijío, México Estados de Sonora y Chihuahua.
    Escuela Autónoma Emiliano Zapata, Puebla.
    COPINH
    Red Mexicana en Defensa del Maíz.
    Centro de Estudios para el Cambio en el Campo Mexicano, CECCAM.
    Fundación Promueve, A.C.
    México Profundo, A.C.
    Red de Mujeres, A.C.
    Mujeres por el Diálogo
    Red Nacional Genero y Economía
    Colectivo Regional Defensa Verde Naturaleza para Siempre. Estado de Veracruz.
        Comunidad  Amatlán de los Reyes.
        Comunidad  Fortín de las Flores.
        Comunidad  Naranjal.
        Comunidad  Cuichapa.
        Comunidad  San José de García.
        Comunidad  Xúchilez.
        Comunidad  Ixtaczoquitlán.
        Comunidad  Chilpanapa.
        Comunidad  La Toma.
        Comunidad  San Martín.
    Cooperativa por un Ambiente Biodiverso y Sustentable, S.C de R.L.
    Escuelita Emiliano Zapata
    Comunidad Indígena de San Sebastián Tepetitlán, Jalisco.
    Comité de San Lucas Xochimanca, Xochimilco D.F.
    Crecimiento Centrado en Procesos, A.C.
    La Voz de Abya Yala, Medio Libre.
    Comunidad de Amatlán de los Reyes, Veracruz.
    Integrantes del Consejo Ciudadano de las Mujeres del Distrito Federal:
        Jessica Fernández Romero, CCMDF, Cuauhtémoc.
        Luz Elvia Juárez Téllez, CCMDF, Miguel Hidalgo.
        Rosa María Méndez, CCMDF, Coyoacán.
        Leticia García Castro, CCMDF; Álvaro Obregón.
        Susana García García, CCMDF; Miguel Hidalgo.
        Itzel G. Guzmán Reséndiz, CCMDF, Coyoacán.
        Yazmín Cruz X., CCMDF, Álvaro Obregón.
        Laura H. Lucero G, CCMDF, Benito Juárez.
        Elvia Jerezanor, CCMDF, Benito Juárez.
        Patricia Becerril Romero, CCMDF, Xochimilco.
        María Concepción Martínez Chávez, CCMDF, Benito Juárez.
        Elizabeth Veyra S, CCMDF, Benito Juárez.
        Carolina Romero, CCMDF, Coyoacán.
        Bibiana Pacheco, CCMDF, Cuauhtémoc.
        Teresa Linares S, CCMDF, Cuauhtémoc.
    Laura Lechner, Guatemala Solidaritat Austria.
    Rodrigo Olvera, CCUC.
    Joalin Pardo, FLACSO.
    Eduardo Ochoa, UNAM.
    Lorna Zamora Robles, UNAM, FFyL.

Declaración de Jubileo Sur/Américas camino a Río+20

Declaración de Jubileo Sur/Américas camino a Río+20

Jubileo Sur/Américas camino a Río+20

Rechazamos la mercantilización y financiarización de la Naturaleza, las falsas soluciones de mercado, el endeudamiento impuesto,  la economía verde, los servicios ambientales y que se continúe lucrando con la destrucción de la vida.

Frente a la mercantilización de la vida y la Naturaleza: Nuestras resistencias y alternativas!

deuda ecologicaLa Red Jubileo Sur, desde su constitución en el año 1999, asumió la tarea de aportar a la profundización de la relación existente entre la deuda financiera ilegítima reclamada a nuestros países, y la generación de Deudas Históricas, Sociales y Ecológicas. Desde el inicio de la era colonial, el Norte global –a través de sus gobiernos, corporaciones e  instituciones financieras- han explotado y saqueado la riqueza, bienes naturales, saberes, trabajo y vida de los pueblos del Sur.

En este camino que hemos venido haciendo, junto a redes y movimientos aliados, el reconocimiento de la Deuda Ecológica asumió mayor prioridad debido a su agravamiento. La puesta en marcha, por parte de gobiernos y empresas multinacionales y multilatinas, de mega-proyectos y mega-eventos financiados por el endeudamiento público fomentado por las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) y los bancos privados, generó innumerables impactos, muchos de ellos de manera irreversible, sobre los ecosistemas, el clima y la biodiversidad del Planeta y los derechos de las comunidades, las personas y la Naturaleza.

El concepto de Deuda Ecológica se profundizó primero con  la observación de la responsabilidad histórica de los países del Norte por la degradación ambiental en la Conferencia de las Naciones Unidas por el Medio Ambiente y el Desarrollo  -Rio ´92–. Y, luego, con el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC). Sin embargo,  este principio solo quedó en el papel, pues los culpables del problema, los generadores de la Deuda Climática, siguen evadiendo sus responsabilidades históricas y actuales.

Las discusiones sobre clima en la COP 15 en Copenhague (2009) y el siguiente acuerdo en la COP 16 en Cancún (2010), así como otros procesos de negociaciones internacionales, pusieron en evidencia la captura corporativa de estos espacios multilaterales. Confirmaron el poder del mercado y los grandes intereses geopolíticos sobre las decisiones de la inmensa mayoría de los países periféricos, dejando de lado por completo el derecho democrático de los pueblos a expresarse y ser tenidos en cuenta a la hora de tomar decisiones que los afectan de manera directa. Desconocieron así los Acuerdos de los Pueblos de Cochabamba, resultado de la Cumbre de los de los Pueblos sobre Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra (2010), donde participaron más de 35.000 representantes de movimientos y organizaciones sociales de 140 países.

Los gobiernos de los países del Sur, en las negociaciones del clima, no han sostenido un posicionamiento político sólido frente a los países más industrializados para visibilizar así su responsabilidad en el agravamiento de esta crisis y en la generación de una deuda con la Naturaleza y los pueblos, sobre todo del Sur global. El gobierno de Bolivia, junto a otros pocos, fue quien se atrevió a exigir que el Norte salde la enorme Deuda Ecológica que tiene con el Sur, en lugar de seguir exigiendo el pago de una deuda externa marcadamente ilegítima, pero fue dejado de lado y excluido en las negociaciones marco.

Con las perspectivas que se tienen hoy día, nada hace pensar que en la COP 17 en Durbán (2011) se pueda modificar el actual direccionamiento de mercantilización de las negociaciones, de desatención a las verdaderas causas del calentamiento global y de retroceso en el establecimiento de obligaciones de corte de emisiones suficientes y vinculantes. Al contrario, los Derechos Humanos y de la Naturaleza, se encuentran en un estado de gran indefensión y vulnerabilidad frente a los acuerdos que se pretenden alcanzar e implementar de la mano de las “falsas soluciones” que solo van a profundizar el problema en vez de resolverlo.

Nuevas “soluciones” para sostener el sistema

Desde los años 70 hasta ahora, el capitalismo ha buscado nuevas formas para superar sus crisis de sobre-producción, sobre-valorización del capital, del crecimiento económico y de la tasa de ganancias. Algunas de estas“soluciones” fueron los planes de ajuste estructural, privatizaciones, apertura indiscriminada de los mercados, el lucro perpetuo por procesos usureros de endeudamiento o el constante saqueo del trabajo humano y de las bases materiales, principalmente en los países del Sur, para garantizar el crecimiento y la acumulación capitalista. Es un proceso propio del neoliberalismo, conocido como el “take, don’t make” o ¨sacar pero no hacer¨.Sin embargo, no les es suficiente. Hoy, no solo quieren expandir esas mismas políticas, sino que también quieren lucrar con la crisis económica, alimentaria y ecológica que han provocado, con la creación de nuevas mercancías y con las “falsas soluciones” al Cambio Climático.

Esto implica una mercantilización extrema de la Naturaleza, incluidos sus ciclos y funciones, que son la base misma de la vida. Así, los bosques, el agua o el aire se transforman en una mercancía a ser vendida bajo las reglas del mercado. Esto va a traer un fuerte impacto sobre la biodiversidad, la tierra y la vida, sobre todo de los pueblos originarios,  campesinos y comunidades tradicionales. En sus territorios, estas poblaciones enfrentan diariamente conflictos ambientales con empresas y gobiernos para defender y garantizar otra relación con la Naturaleza: de complementariedad, interdependencia y solidaridad, y no de explotación, depredación y saqueo.

Estos procesos de mercantilización van acompañados de una profunda financiarización de la Naturaleza, donde todo se puede comprar o vender en cualquier Bolsa de Valores del mundo. Con esta nueva fase del capitalismo, por ejemplo, con el mercado de los bonos de carbono, los Programas de Reducción de Emisiones de Carbono causados por la Deforestación y la Degradación de los Bosques (REDD+), los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL),  los Servicios Ambientales y otros, los aborígenes, campesinos, afrodescendientes y otras poblaciones pasan a proveer un nuevo tipo de trabajo asalariado, sus bosques se transforman en mercancía y los bienes de la Naturaleza pasan a ser “servicios ambientales”.

Las “falsas soluciones” al Cambio Climático son propuestas que no paran de proliferar, generando grandes impactos en las comunidades más vulnerables. Así vemos como son expulsadas de sus tierras comunidades enteras. Hablamos de la vida concreta de millones de personas, hombres y mujeres, tanto del campo como de los centros urbanos, que día a día sufren la voracidad del capital y se ven afectados en su vida cotidiana, sus costumbres, saberes, culturas y creencias. Todo para que las corporaciones acumulen más poder y sigan ganando millonarias sumas de dinero a costa de la vida de los más débiles y de la Naturaleza.

En las últimas décadas, las grandes corporaciones capitalistas, sus instituciones públicas y privadas, así como sus ideólogos y pensadores más destacados fomentaron ideas a favor de las soluciones del mercado como la gran solución frente a la “cuestión ambiental”. En la época de la Conferencia de Estocolmo, en 1972, la “protección” del “medio ambiente” se presentaba como un obstáculo al “desarrollo”. En Río´92, algunos visionarios ya sugerían que el mundo corporativo debía levantar la bandera del “desarrollo sustentable”, pues había chances de convertirlo en un buen negocio. Ya en Río+10, el concepto de “responsabilidad social corporativa” fue el slogan del sistema, vendiendo al sector privado como el portador de las soluciones para la crisis ambiental, y preparando el terreno para la actual situación de avance de las “falsas soluciones”.

¡NO más deudas!

jubileo surA esta realidad, se suma un monumental proceso de sobre-endeudamiento público de nuestros gobiernos para hacerle frente al hecho que los países del Norte no cumplen con sus obligaciones frente al Cambio Climático. Los costos de detener el calentamiento global son transferidos a los pueblos del Sur, al igual que los costos de la crisis económica del Norte. Crisis que los pueblos del Sur padecen históricamente y que ya pagaron varias veces, con su trabajo, riqueza y vidas.

Pese a las críticas cada vez mayores, el Banco Mundial salió airoso de las negociaciones sobre clima y se fortaleció en esta coyuntura. Hoy, se presenta como el organismo que tiene la “solución” para la crisis de la cual es uno de sus principales responsables. Por eso, es inaceptable cualquier participación de este organismo en  el diseño o gestión de fondos y en las negociaciones que tienen que ver con el clima o con solucionar los problemas ambientales.

Las IFIs deben estar decididamente fuera del clima. Porque impulsan y financian “soluciones”, que, dicen, van a resolver el problema climático, mintiendo como lo vienen haciendo históricamente con la complicidad de los gobiernos. Estas supuestas “soluciones” en proceso de implementación, como MDL, REDD+ y otras, van a agravar aún más la situación y generar un incremento de la Deuda Ecológica y Climática, como así también mayores deudas financieras ilegítimas.

Frente a este nuevo proceso de “sobre-endeudamiento verde”, en el actual contexto de agravamiento de la crisis financiera y económica global, es necesario que los pueblos y los gobiernos de la región tomen medidas soberanas coordinadas que se encaminen hacia la transformación del actual sistema hacia uno que esté al servicio de los Derechos de los Pueblos y la Naturaleza.

Camino a Río+20 y más allá…

Los pueblos, sus organizaciones y movimientos sociales, enfrentamos el reto de poder generar una mayor movilización popular y coordinar estrategias para hacerle frente a la voracidad capitalista que se viene.

En esta encrucijada, mientras tenemos que dar seguimiento a la CMNUMC y sus implicancias nacionales, nos encuentra la próxima Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sustentable (UNCSD) Río+20, que también tendrá  un gran impacto en la Naturaleza y el clima, como así también en nuestras economías y derechos.

Tenemos la urgente necesidad de generar una gran movilización popular, como lo hicimos en su momento con la Campaña Continental contra el ALCA, para enfrentar esta avanzada del gran capital, denominada y difundida con el atractivo nombre de “economía verde” o “new green deal”. Vienen por lo último que aún les queda por dominar: los bosques, los territorios, el agua, el aire, la biodiversidad, las semillas, los alimentos.

Por eso consideramos que lo que representa Río+20 debe ser encarado mucho más allá de la Conferencia de la ONU en sí. Será un momento de acuerdo entre gobiernos y representantes del gran capital internacional, cuyas consecuencias serán sentidas por el planeta y por quienes lo habitamos a lo largo de los años.

Nos quieren hacer creer que el mismo desarrollo, los mismos sistemas y lógica tecnológica, el mismo mercado, los mismos empleos y las mismas instituciones que causaron y causan tantas injusticias sociales y ambientales, ahora, pintados de verde, van a resolver todos los problemas.

Por eso, los movimientos sociales y la sociedad civil tienen que asumir un protagonismo claro y contundente. Sin una articulación de ideas, prácticas políticas y estrategias transformadoras no estaremos a la altura del desafío que debemos enfrentar. En ese sentido, apostamos a que la Cumbre de los Pueblos por la Justicia Social y Ambiental, contra la mercantilización de la Vida y en defensa de los Derechos de los Pueblos y de la Naturaleza, no sea una feria más de ideas y actividades sino pensada como un espacioautónomo, tanto de la Conferencia oficial y de los gobiernos allí reunidos como de los agentes del mercado, que esté al servicio de las luchas y resistencias populares que se están librando en nuestra región y el mundo.

Lo más importante y prioritario de Río+20 es su potencial para contribuir al fortalecimiento de los procesos de movilización, formación y articulación de las fuerzas populares, anti-capitalistas y anti-imperialistas, tanto en nuestra región como en el Sur y a nivel global. Nuestro objetivo es apostar a procesos de educación popular, visibilización de las luchas y resistencias que se están dando, articulación con otras redes y movimientos sociales en la construcción de perspectivas y capacidad de acción común.

Las personas y comunidades afectadas por el sistema capitalista, el Cambio Climático, el modelo de desarrollo y la deuda –el corazón del sistema-, deben ser los principales protagonistas de este proceso y Cumbre de Río+20. Son ellos y ellas, junto con la Naturaleza, quienes día a día enfrentan con dignidad la barbarie del capital y están construyendo, con sus esfuerzos y luchas, ese Otro mundo posible.

Jubileu Sul Brasil y Jubileo Sur/Américas, vienen haciendo un gran esfuerzo en el seno del Comité Facilitador de la Sociedad Civil Brasilera para Río+20 (CFSC) -junto a otras organizaciones, redes y movimientos- para lograr una Cumbre de los Pueblos donde efectivamente los protagonistas sean los afectados y afectadas. Entre todos y todas podremos entretejer los hilos de una nueva civilización que rompa definitivamente con el capitalismo.

Por eso, frente a esta situación, hacemos un llamado a la unidad del campo popular, a aglutinar fuerzas contra-hegemónicas para potenciar nuestras energías, recursos, ideas y perspectivas.

A plantearnos nuevos proyectos de sociedad post-capitalista, no-extractivista, libre de deudas, dominaciones y opresiones de cualquier tipo.

A desenmascarar que el capitalismo no tiene como ser humano, no tiene como ser verde: sólo es el color de los dólares que acumula sobre la vida de las personas y la Naturaleza.

A coordinar esfuerzos para luchar por alternativas superadoras a la actual situación, por:

Anulación total e incondicional de las deudas ilegítimas reclamadas a los pueblos y países del Sur, y la realización de auditorías integrales y participativas de las deudas.
Reparación de las Deudas Históricas, Sociales, Financieras, Ecológicas y Climáticas promoviendo cambios estructurales en las relaciones entre los países y hacia adentro de nuestros países, para que sean igualitarias y justas.
¡Banco Mundial fuera del Clima! Por fondos públicos, nuevos, adicionales y no reembolsables, eliminando el mercado de carbono y el rol del Banco Mundial y los bancos de desarrollo locales en el Financiamiento para el Clima.
Exigir la reducción de emisiones en los países del Norte y el reconocimiento de su responsabilidad en el calentamiento global.
Rechazo a las “falsas soluciones” de mercado: Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), REDD+, energía nuclear, agro-combustibles, endeudamiento ilegítimo, entre otros.
Por la des-financiarización de nuestras economías y por el cierre de las Instituciones Multilaterales como el FMI, el Banco Mundial, la OMC y los bancos regionales como el Banco Interamericano de Desarrollo. Exigir el fin de la impunidad y reparaciones a los crímenes cometidos.
Revisar y revertir los Acuerdos Comerciales, Tratados de Protección a las Inversiones y toda forma de aplicación de los derechos de propiedad intelectual y los paquetes tecnológicos actuales -agroquímicos, transgénicos- y aquellos que se ofrecen como “falsas soluciones” -geoingeniería, nanotecnología, tecnología terminator y similares-
Promover la refundación de las instituciones y mecanismos reguladores para poner fin a la supremacía de los intereses financieros sobre los Derechos de los Pueblos y la Naturaleza.
Garantizar el acceso a los derechos humanos esenciales,como la salud, educación, vivienda, jubilación, trabajo digno, agua y saneamiento, transporte, servicios financieros,  telecomunicaciones, recursos energéticos y bienes naturales, protegiéndolos de su privatización.
Dejar los combustibles fósiles bajo la tierra y promover un cambio en el modelo de producción y consumo sobre la base de la armonía, la complementariedad, la solidaridad y el equilibrio entre todos con todo.
Restructuración ecológica de las ciudades .Combatir la especulación inmobiliaria + las injusticias ambientales + la competencia interurbana desregulada, la gentrificación y el desplazamiento de las poblaciones pobres de las ciudades.
Fomentar energías alternativas adecuadas a los medios naturales, sustentables, limpios, renovables, descentralizadas, diversas, de bajo costo y ambientalmente respetuosas.
Reconocer y proteger los derechos de las poblaciones forzadas a inmigrar por las causas e impactos del cambio climático.
Garantizar, proteger y defender los territorios de pueblos originarios y campesinos que mantienen los ecosistemas que protegen el clima. Favorecer la agricultura campesina, la producción agroecológica. Respetar a las formas de vida de los pueblos y comunidades del Sur y sus alternativas de vida.
No permitir nuevos proyectos que agraven la crisis ambiental y climática. Es el momento de parar la explotación y opresión a la Naturaleza, aprender de las comunidades y pueblos ecológicamente sustentables, des-mercantilizar la vida y realizar la reparación integral de la Deuda Ecológica.
Defender la Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y producción de alimento, y la reversión del modelo de agricultura basada en el agro-negocio y su modelo social, económico y cultural de producción capitalista y su lógica de alimentos para el mercado. Afirmamos que los monocultivos de árboles no son bosques.

Rechazamos la mercantilización y financiarización de la Naturaleza, las falsas soluciones de mercado, el endeudamiento impuesto,  la economía verde, los servicios ambientales y que se continúe lucrando con la destrucción de la vida.

Nuestro mundo no está en venta, nuestra dignidad, amor por la tierra, saberes y culturas tampoco.

La Naturaleza, la Pachamama, la vida: ¡NO se venden, NI se endeudan! ¡Se defienden!

“No puedes comprar el viento.
No puede comprar el sol.
No puedes comprar la lluvia.
No puedes comprar el calor.
No puedes comprar las nubes.
No puedes comprar  colores.
No puedes comprar alegrías.
¡No puedes comprar mi vida!
Vamos dibujando el camino…
Vamos caminando…
¡Aquí se respira lucha!
¡Aquí estamos de pie!

http://www.jubileosuramericas.org/

El mundo desarrollado vive a costa del Sur

“El mundo desarrollado vive a costa del Sur”

Por Rosa Amelia Fierro, swissinfo.ch
14 de noviembre de 2011

EsquivelLa creación de una Corte Penal Internacional del Medio Ambiente sería un paso hacia la justicia ecológica. Castigaría a los responsables de los daños a la naturaleza, que hasta hoy gozan de impunidad.

En la ‘Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los derechos de la Madre Tierra’ realizada en Bolivia en 2010, el pacifista argentino Adolfo Pérez Esquivel exigió la creación de esta Corte y de Tribunales Regionales.

Ese discurso del ganador Premio Nobel de la Paz 1980 se publica por primera vez en Hambre de Justicia, perspectivas para la superación del hambre.
 
En este libro, junto a Pérez Esquivel, veinte personalidades latinoamericanas y europeas, mayormente suizas, reflexionan sobre interrogantes actuales.
 
Hambre de Justicia, “es resultado de un movimiento mundial de resistencia contra un modelo de vida y economía que solo crea pobreza, concentra riqueza y destruye las bases fundamentales de la vida”, explica a swissinfo.ch Spiller-Hadorn, una de las voces centrales del libro.

Desarrollo no es solo crecimiento económico

El cambio climático es la prueba más clara de que la Tierra está herida y enferma. “Mientras los países del Norte son responsables en gran parte de la actual crisis alimentaria y climática, los países del Sur cargan con el mayor peso”, denuncia Pérez Esquivel en el libro.
 
También critica a los gobiernos de los países del Sur por la falta de una propia política, independiente de los centros de poder económico y político y cuestiona el concepto de desarrollo.
 
“Muchos lo reducen a su dimensión económica y lo equiparan con el crecimiento ilimitado de la producción y el consumo. Pero este modelo capitalista y neoliberal convierte al desarrollo en pura explotación del Sur por el Norte dentro de un orden económico injusto”.
 
Para contrarrestar este paradigma, Pérez Esquivel propone “inspirarnos en la cosmovisión de los pueblos indígenas que han internalizado el vínculo con la Madre Tierra”.
 
Los derechos de la naturaleza fueron reconocidos en la Constitución ecuatoriana en 2008. Y el presidente boliviano Evo Morales ha lanzado la iniciativa para redactar la ‘Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra’, que Pérez Esquivel insta a apoyar.

Protocolos y soluciones falsas

Una consecuencia del culto al consumo es el cambio climático. Aquí el Norte tiene una deuda con el Sur, pero no está dispuesto a pagarla, como lo demuestran los Protocolos de Copenhague, Río y Kioto, sostiene Pérez Esquivel.
 
“El objetivo del Norte es explotar todos los recursos para mantener sus estándares de vida y consumo. Ninguno de estos países cumple los objetivos del Protocolo de Kioto. Un ejemplo extremo es Estados Unidos”.
 
Estos países promueven además soluciones equivocadas como el mercado de CO2, mecanismo que solo ha establecido el derecho a ensuciar. El Norte no ha disminuido sus niveles de contaminación. Estos  supuestamente serán compensados con la financiación de proyectos en el Sur, que al final solo crean nuevos problemas sociales y catástrofes ambientales, apunta.
 
Por ello, el Nobel de la Paz insiste en crear una Corte Internacional de Medio Ambiente. “Los pueblos deben tener la posibilidad de dirigirse directamente a esta instancia. Con ello finalizaría la impunidad de la que gozan las multinacionales que se apoderan de bienes comunes”.

Que en este libro tomen la palabra personalidades del Norte y del Sur indica que debemos hablar más unos con otros, afirma su editor, Thomas Gröbly.
 
Es injusto cuando alguien vive a costa de otros”, puntualiza el profesor de Ética, “una injusticia que impera en la relación Norte-Sur y en toda sociedad. Por ello, tomar en serio el hambre de justicia significa instituir una economía y condiciones de comercio justas, sociales y ecológicas, aun cuando ello vaya contra nuestros intereses”.

LEER COMPLETA: swissinfo.ch

Denuncian que la financiación para frenar el cambio climático se quiere desviar para beneficiar intereses privados

Denuncian que la financiación para frenar el cambio climático se quiere desviar para beneficiar intereses privados

Comunicado de prensa

banco mundial fuera del climaCon ocasión de la reunión del Comité que diseñará el Fondo Verde para el Clima en Ginebra, más de 140 redes y organizaciones de todo el mundo, entre ellas Ecologistas en Acción y el Observatorio de la Deuda en la Globalización, exigen de los gobiernos compromisos urgentes que se aparten del “Business as usual”.

Ecologistas en Acción y el Observatorio de la Deuda en la Globalización han dirigido una carta a la Directora de la Oficina Española de Cambio Climático, Alicia Montalvo, quien representa al gobierno español en el Comité de Transición del Fondo Verde para el Clima -establecido por la Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático (UNFCCC) y que se reúne hasta hoy en Ginebra- alarmados por la intención de algunos gobiernos de implicar el capital financiero en las operaciones del Fondo.

La carta firmada por más de 140 redes y organizaciones de todo el mundo llama a los miembros del Comité “a no proveer financiamiento o incentivos directamente al sector privado. Tal acción pueda plantear riesgos graves para el logro de procesos impulsados por los países. La participación del sector privado estaría mejor decidida, gestionada, regulada y promocionada en el contexto de una estrategia nacional.”

La relación entre el sector privado y el Fondo Verde para el Clima, también conocido como Green Climate Fund (GCF por sus siglas en inglés), es motivo de un intenso debate entre los miembros del Comité de Transición. Los representantes de los países más industrializados, entre ellos EEUU y los miembros de la UE, quieren que el sector privado sea la mayor fuente de la financiación internacional para hacer frente al calentamiento global en los países empobrecidos.

“Nos oponemos a la entrada de fondos privados que esperan un retorno de sus inversiones y que el sector privado pueda recibir recursos del Fondo Verde para el Clima”, detalla Tom Kucharz de Ecologistas en Acción. La obligación legal de los países industrializados como España de financiar la lucha contra el cambio climático en los países del Sur no puede depender de ninguna forma del capital privado y de instrumentos basados en la especulación y la volatilidad de los mercados financieros”, argumenta el portavoz de Ecologistas en Acción, “porque así el interés público y los Derechos Humanos Universales quedarían subordinados al interés privado de conseguir beneficios económicos y eso no lo permitiremos”.

Se oponen así a la propuesta de Teresa Ribera, Secretaria de Estado de Cambio Climático, de un “marco nuevo de financiación climática que haga posible la movilización de inversión privada mediante el uso de recursos públicos”, que defendió hace unos días.

capitalismo verdeLas organizaciones sociales explican en su misiva que las actividades financieras, como la creación de derivados e inversiones en el mercado del carbono, son extremadamente arriesgadas y albergan el riesgo de crear una nueva burbuja financiera, así como impactan muy negativamente en las poblaciones y el medio ambiente. “La volatilidad experimentada actualmente por las bolsas de valores constituye una clara advertencia de que tales instrumentos no sean precisamente una base apropiada para conseguir un financiamiento estable que el Fondo Verde para el Clima requiere si desea cumplir sus metas.” Por todo ello exigen a los gobiernos “explícitamente excluir el uso de instrumentos especulativos u de otra naturaleza para incrementar su capital a través de los mercados financieros”.

“Con el argumento de la crisis financiera, la deuda soberana y el déficit, los países enriquecidos pretenden evadir su obligación para proveer suficiente dinero para cubrir los costos de adaptación y de mitigación de los países del Sur, como se acordó en las convenciones internacionales sobre el clima”, alerta Iolanda Fresnillo del Observatorio de la Deuda en la Globalización.

“Para que el Fondo Verde verdaderamente cumpla con su propósito de acuerdo con los principios de responsabilidad histórica, equidad y justicia, nosotros creemos que la contribución fundamental del Fondo debe ser predecible, adicional y pública”, añade Fresnillo.

– Más información: http://www.worldbankoutofclimate.org/

Petróleo, medio ambiente, cambio climático y seguridad: Macondo, otra advertencia más

Petróleo, medio ambiente, cambio climático y seguridad: Macondo, otra advertencia más

Por Gian Carlo Delgado Ramos

El típico entendimiento de que el desarrollo tiene como fundamento el crecimiento económico dibuja un esquema que apunta a la debacle socio-ambiental puesto que el crecimiento económico obligadamente requiere de la transformación de la naturaleza hacia un estado mayor de baja, es decir, en desechos, y dado que esa transformación es irrevocable, el medio ambiente establece límites al subsistema económico. Todo uso de los recursos naturales para satisfacer necesidades no vitales lleva consigo una menor cantidad de vida en el futuro.

Resumen.- El actual patrón energético está centrado esencialmente en combustibles fósiles, siendo el petróleo el más relevante. El proceso de su obtención y quema produce costos ambientales y humanos que no son tomados en cuenta y por tanto quedan ocultos. Uno de tantos son los derrames, como el sucedido en el pozo Macondo en abril de 2010. El presente texto plantea que tales costos ocultos deben leerse desde un análisis amplio que no se limite al suceso per se. De este modo se plantea en un primer momento, la necesidad de dar cuenta del eminente alcance del punto máximo de producción (peak oil), el esperado incremento de la población mundial y el creciente calentamiento del planeta. Se analiza entonces el significado del derrame del pozo Macondo como un rasgo que lejos de ser excepcional es característico del patrón energético actual. Se cierra con una valoración sobre las implicaciones de seguridad del actual patrón energético para luego plantear la necesidad de repensar el desarrollo como sustento de un cambio de paradigma.

1. Introducción

Cuando la humanidad tuvo acceso a fuentes altamente condensadas de energía, su expansión y complejidad tuvo lugar como nunca antes. La escala global de tal fenómeno incluyó lo espacial, lo poblacional y desde luego, lo energético. Se pasó de un consumo de unos miles de barriles de crudo al año a mediados del siglo XIX a más de 65 millones de barriles diarios para fines del siglo XX (Heinberg, 2003: 92).

Mientras más energía se dispuso, más espacio se ocupaba, siendo la ciudad ícono de ése proceso. El crecimiento poblacional se disparó, especialmente a partir de la segunda mitad del siglo XX pues pasó de unos 500 millones hasta el siglo XVI, a mil millones a principios del siglo XIX y dos mil millones para la década de 1930, para después aumentar en un mil millones adicionales de personas para 1960, 1974, 1987 y 1999 (Homer-Dixon, 2007: 61). Hoy día, la población mundial se estima en unos 6,800 millones de habitantes, siendo poco más de la mitad urbana.

Los combustibles fósiles constituyen, según la Agencia Internacional de Energía (AIE) y para el año 2008, el 81.3% de la energía primaria total mundial (AIE, 2010: 6). De este porcentaje, la mayor parte del petróleo se emplea en motores de combustión interna destinados al transporte, el resto en generación de electricidad y en la petroquímica. La mitad del carbón se emplea en la generación de energía eléctrica y el resto en diversas funciones industriales y domésticas. El gas, se emplea crecientemente en la generación de electricidad pues se pasó del 12.1% de su uso en el total de energía eléctrica generada en 1973 a 21.3% en 2008. También se usa, y prácticamente en montos similares, por la industria, el comercio y usos domésticos. De precisar es que la mayoría de la electricidad, o energía secundaría, se emplea en usos industriales (54%) y doméstico-comerciales (46%).

Lo indicado implica que, en resumen, el destino general de los combustibles fósiles tiene tres grandes rutas:

1) generación de energía calórica;
2) de energía eléctrica; y
3) motores de combustión interna.

petróleoEs un contexto en el que resulta imperante notar que de 1973 a 2008, si bien la cantidad de energía generada se ha duplicado -se pasó de 6,115 a 12,267 millones de toneladas de petróleo equivalente-, la proporción de los combustibles fósiles no ha variado aunque sí se le da un mayor peso al carbón y al gas. A ello se suma un incremento en el rol de la energía nuclear que creció seis veces al tiempo que, llamativamente, se estancan las energías renovables al representar en esos 35 años tan sólo el 10 % del total de energía primaria mundial (AIE, 2010). Así, los datos nos muestran que, pese a las adversidades, la política energética de las últimas décadas ha sido marcada y claramente fósil y nuclear.

Dejando de lado el caso de la nuclear (véase Delgado, 2008 para una indagación puntual) y enfocándonos en el caso de los fósiles, es importante recordar que en especial el ritmo de extracción y quema de petróleo ha llevado a que estemos ya en su punto máximo de producción (o de peak oil). Marion King Hubbert estimó que el pico mundial se alcanzaría entre 1990 y 2000, sin embargo muchos de los datos de pozos petroleros que empleó no eran del todo precisos, además de que, desde entonces, la tecnología de extracción posibilitó ampliar ligeramente las reservas probadas de crudo. Colin J. Cambell (1997), otro geólogo petrolero, actualizó la estimación y fijó el “pico” mundial entre el 2008 y 2010. En el mismo sentido, Kenneth Deffeyes (2001) habla de un pico de entre 2003 a 2009, mientras que L. F. Ivanhoe, fundador del Hubbert Center for Petroleum Supply Studies, coincide en que el pico se alcanzó entre el 2000 y el 2010. Otros, como el geólogo Thomas Magoon del US Geology Survey (USGS) o el Oil & Gas Journal, son relativamente más optimistas y hablan de un rango de años de entre el 2003 y el 2020 (Heinberg, 2003: 113).

Pero, como bien advierte Homer-Dixon, la situación podría ser peor que la estimada puesto que los datos de las reservas mundiales (tanto de las petroleras privadas como públicas) usualmente son inexactas e incluso deliberadamente manipuladas en tanto que permiten estimular la economía nacional, abrir las puertas a más créditos y, en el caso de los países miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), adjudicarse mayores cuotas de producción (Homer-Dixon, 2007: 89).

A lo anterior, deben sumarse las estimaciones de la AIE que contemplan un aumento en el consumo energético del 57% en el periodo de 2004 a 2030, un panorama en el que no es menor el hecho de que el consumo energético sea desigual pues se calcula que los habitantes de los países con mayores ingresos consumen unas 21 veces per capita más que los de bajos ingresos.

Cifras a nivel mundial precisan, además, que 2,400 millones de personas utilizan biomasa tradicional (e.g., madera) para cocinar, mientras que 1,600 millones no tienen acceso a la electricidad (Bank Information Center et al, 2006: 21). Esto es: la mitad de la población mundial está prácticamente fuera de los supuestos “beneficios de la modernidad”. Por tanto, cuando se habla de patrones intensivos de consumo energético, en buena medida nos referimos al de una fracción de la población mundial, esto es el de las clases medias y altas.

2. Los costos ocultos del patrón energético: una breve mirada al caso del petróleo.

LEER COMPLETA o BAJAR PDF:
http://www.giandelgado.net/2011/07/petroleo-medio-ambiente-cambio.html

Pese a la realidad del Cambio climático, 2010 marcó un récord histórico de emisiones de gases de efecto invernadero

Pese a la realidad del Cambio climático, 2010 marcó un récord histórico de emisiones de gases de efecto invernadero

ecoportal.net
gases efecto invernaderoEl incremento se estima en un 5% con respecto al record de 2008, y representa 30,6 gigatoneladas (Gt). En 2009, tras la crisis financiera, las emisiones de dióxido de carbono (CO2) habían tenido un descenso. Alerta de los especialistas.

El 44% de las emisiones estimadas de CO2 en 2010 llegó a partir del carbón, el 36% del petróleo, y el 20% del gas natural. Además, el cierre de centrales nucleares tendría directa relación con mayores aumentos, publicó el sitio especializado en ambiente, Medio y Medio. “Este importante aumento de las emisiones de CO2 representa un serio revés para las esperanzas de limitar el aumento global de la temperatura a no más de 2ºC”, afirmó el economista, Fatih Birol, en un artículo publicado la revista World Energy Outlook.

“Nuestros más recientes estimados son una llamada de atención. El mundo se encuentra muy cerca del nivel de emisiones al que no se debe llegar hasta el 2020 si se quiere alcanzar la meta de los 2°C”, agregó.

Las alentadoras estadísticas que marcaban un descenso de las emisiones globales en 2009, producto de la crisis financiera, fueron una ilusión momentánea que se esfumó ante las nuevas mediciones, que marcan un récord histórico en la emisión de gases de efecto invernadero.

El incremento se estima en un 5% con respecto al record del 2008 y representa 30,6 gigatoneladas (Gt). El 80% de las emisiones del sector de la energía proyectadas para el 2020, ya proceden de las centrales que están actualmente en marcha o en construcción hoy en día.

La mayoría de estas centrales eléctricas queman combustibles fósiles, y según la Agencia Internacional de Energía (IEA, en sus siglas en inglés), es poco probable que salgan de servicio en forma anticipada.

Las emisiones anuales provenientes de la generación de energía no debería ser más de 32Gt para 2020, pero si aumenta el tiempo para los expertos sería imposible de manejar el calentamiento.

Alrededor de un 50% de probabilidad de un aumento de la temperatura mundial promedio de más de 4ºC para el año 2100, sería el escenario más probable.

De continuar el patrón actual, “habría alrededor de un 50% de probabilidad de un aumento de la temperatura mundial promedio de más de 4ºC para el año 2100“, le dijo al diario británico británico The Guardian, el profesor Nicholas Stern, de la London School of Economics.

Justicia climática: estrategias y retos de un movimiento que nace

Justicia climática: estrategias y retos de un movimiento que nace

Revista Caminos. La Habana. Por Llanisca Lugo

cambiar el sistema¿Cuáles son las fronteras del daño ecológico, cuál es el límite de una huella: un papel de propiedad, una cerca, un color diferente en la tierra? La nostalgia de un mundo de colores y sabores diversos, de olores que guardan la memoria de las lluvias que cayeron, el sabor de la fruta real con arrugas y manchas, es más fuerte que los discursos vacíos, las falsas soluciones y todas las trampas. Ya no se cierra más la puerta al debate sobre la recuperación de los bienes comunes como derechos de todos y todas.

El planeta se calienta a un ritmo insostenible. Cada vez más emisiones de gases de efecto invernadero van a la atmósfera. Los bosques desaparecen. Se derriten los glaciares. El agua se agota. No hay que comer. Los seres humanos separados por capacidades de consumo, compran y venden cosas desconocidas en un gran mercado sin rostro.

Pero no es un camino sin retorno. Hay una gran lucha por detener todo esto y construir otro tipo de sociedad capaz de generar bienes para todos, capaz de satisfacer las necesidades humanas más importantes en armonía con la Naturaleza.

Movimientos y organizaciones sociales de todo el mundo se cruzan con una fertilidad que genera vida, para crear espacios democráticos de construcción de alternativas y llegar a visiones compartidas sobre cómo revertir la crisis climática y sus causas. Fuerzas muy distintas confluyen en estos senderos, en buena medida por explorar.

Con un largo recorrido desde los días de la Campaña por los 500 años de resistencia al saqueo y la colonización de nuestros pueblos, participan organizaciones y movimientos sociales que luego de la lucha contra el ALCA, han seguido articulados y reconocen en el cambio climático un eje central para articular esfuerzos globales en la lucha contra el sistema capitalista. También participan organizaciones que históricamente han tenido una labor ambientalista y que desde un mayor dominio de los aspectos que han centrado las negociaciones y los marcos jurídicos existentes, han estado siguiendo estos procesos desde la Eco` 92, en los días en que la humanidad tomó conciencia de la necesidad de dar un giro a los modos que se había dado para vivir.

Cada vez con mayor protagonismo, campesinos e indígenas, actores largamente invisibilizados, rescatan un espacio público de actuación en el que muestran los impactos que el cambio climático genera sobre ellos, ofreciendo a la humanidad otro referente a partir de una milenaria relación de amor con la naturaleza a la que han cuidado y conservado guardando sus regalos y secretos más sagrados.

A pesar de que tanto indígenas como campesinos están mostrando sus propias alternativas relacionadas con la protección de los bosques concebidos más que como sumideros de carbono, como espacios en los que se reafirma su cosmovisión, a pesar de que proponen el desarrollo de una agricultura sustentable con soberanía alimentaria para enfriar el planeta; ambos grupos, con la enorme diversidad que también existe a su interno, son desplazados y expropiados de sus tierras, criminalizados y condenados al desarraigo y la pobreza extrema.

Desde estas organizaciones que históricamente han participado en esta lucha, va naciendo un movimiento, una nueva subjetividad que reconoce en la Naturaleza la maternidad absoluta, y de ella aprende con humildad y gratitud, sin intentar dominarla, ni tenerla, sino disfrutarla y usarla en un continuo flujo de entregas y regalos; una subjetividad que rescata el poder de la mística, la emoción y la fe, más allá de racionalidades agotadas, que se compromete con la vida de todo ser, y con el pasado y el futuro de un planeta que nos trasciende; una subjetividad que practica la solidaridad en lugar de la competencia, que confía en lo comunitario, lo local y familiar, que defiende la conexión entre todas las cosas y seres que existen en interinfluencia absoluta y constante.

Desde esta gran diversidad de luchas que confluyen en búsqueda de justicia climática, se ha dado un paso importante, que en buena medida es responsabilidad de la Cumbre de los Pueblos celebrada en Cochabamba en abril de 2010. Los debates escaparon de salones de corbata y frío fundamentalmente masculinos, los documentos complejos, casi crípticos, son revisados por un mayor y más diverso grupo de actores para convertirse en instrumentos de lucha con sus límites y complejidades. Las discusiones se democratizan y se va alcanzando un consenso amplio de demandas y propuestas a partir del entendimiento de la tensión de base en esta lucha entre la vida y la muerte.

Algunas trampas en el camino

Existe un discurso legitimado desde algunos sectores de la ciencia en complicidad con los centros de poder, lleno de consignas vacías sobre biodiversidad, inclusión, la búsqueda a gachas de un desarrollo sostenible, estériles llamados a luchar contra la pobreza. Es un discurso que no viene acompañado del reconocimiento de responsabilidades diferenciadas, que no reconoce las implicaciones que tiene todo esto en términos de deudas de adaptación de los países desarrollados con los países en desarrollo, y en términos de adopción de medidas concretas que apoyen las transformaciones estructurales necesarias, que intenta deslumbrar con explicaciones desconectadas sobre fragmentos de la realidad, y no contribuye a una acción organizada y movilizadora que vaya por las transformaciones necesarias.

El tiempo es el recurso más escaso en esta lucha. Sin embargo, el capital lo trae como dimensión eterna y lineal. La enajenación de ese futuro produce un pensamiento de resignación e incapacidad de actuación que busca la quietud necesaria al sostenimiento del sistema. Pero poco a poco se van haciendo las preguntas necesarias: ¿pueden postergarse las soluciones radicales a la crisis? ¿Pueden desplazarse al futuro metas de última instancia, a pesar de saber que con resultados intermedios no se conserva la vida?

Las huellas ecológicas son cada más visibles, y se reconocen muy bien las grandes deudas que se han ido acumulando en cientos de años en las tierras, los cielos y las aguas del sur.

La noción de lo global también es usada por los países desarrollados y las trasnacionales para adquirir créditos y mantener mayores emisiones de gases de efecto invernadero en sus patios privados, acceder a nuevos recursos y nuevas tierras que incrementen los derechos de contaminación en sus naciones, y seguir quemando en los hornos del desarrollo los fluidos del planeta.

Como una vez fue colonizada nuestra tierra, hoy es colonizada nuestra atmosfera, ocupada por las emisiones de gases de efecto invernadero de los países más ricos del planeta, quienes en complicidad con las grandes trasnacionales, provocan desencuentros entre pueblos de uno y otro lado del mundo; intentan ganar en un territorio las reservas de veneno que van a depositar en otro, y fracturan la lucha de los más afectados, para distanciarlos y poder hacer un mejor vuelo en picada que les deje llevarse consigo, más que la mordida a una tierra, el espíritu de un pueblo.

Por eso es importante la pregunta de los límites reales de un territorio. ¿Cuáles son las fronteras del daño ecológico, cuál es el límite de una huella: un papel de propiedad, una cerca, un color diferente en la tierra?

La nostalgia de un mundo de colores y sabores diversos, de olores que guardan la memoria de las lluvias que cayeron, el sabor de la fruta real con arrugas y manchas, es más fuerte que los discursos vacíos, las falsas soluciones y todas las trampas. Ya no se cierra más la puerta al debate sobre la recuperación de los bienes comunes como derechos de todos y todas, la utilización de otros tipos de energía que permitan dejar el combustible fósil bajo tierra, el desarrollo de un sistema agroindustrial cercano, confiable, autónomo y soberano, protagonizado por campesinos, indígenas, mujeres, con acceso a las semillas y a la tierra.

Demandas a partir de cuestiones políticas centrales

Las organizaciones que participan en la lucha por la justicia climática han elaborado una posición común a partir de los debates realizados en Dakar durante el Foro Social Mundial, que resume algunos puntos claves del marco político construido en un largo proceso de lucha.

Esta visión compartida de los movimientos y organizaciones sociales presenta demandas claras a los países desarrollados en cuanto a las políticas y los compromisos que deben asumir para detener el calentamiento global y tiene como punto de partida el rechazo al Entendimiento de Copenhague y las decisiones de Cancún, entre otras cosas porque dan lugar a un aumento de la temperatura mundial incompatible con la vida.

Las demandas se basan en un supuesto fundamental: No puede resolverse el cambio climático gestionando mejor lo que ya existe. No se trata de ser más consciente o más responsable con el manejo del sistema. Hay que cambiar el sistema, y tiene que ser ahora.

Los países desarrollados tienen que reducir emisiones de gases de efecto invernadero al menos en un 50% entre 2013 y 2017 con respecto a los niveles de 1990 y tienen que hacerlo a nivel nacional, internamente, sin recurrir a compensaciones, sin incluir mercados de carbono u otros mecanismos que ocultan el incumplimiento de las reducciones reales. Los países desarrollados deben actuar con sus especificidades y recursos y los compromisos asumidos, deben ser de carácter vinculante, con el horizonte de convertirse a carbono neutral en 2050.

Hay que limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel máximo de 1°C a través de un verdadero cambio del sistema. Para ello, es imprescindible terminar con la minería, con las mega -represas hidroeléctricas, con los agro combustibles y con la quema de combustibles fósiles. Sólo estas podrían ser verdaderas soluciones.

Es necesario dejar los bosques entre las manos y el corazón de los pueblos originarios, que los consideran mucho más que un territorio rico en madera y fibras vegetales. A pesar de que REDD (Reducción por deforestación y degradación de bosques), quiere crecer también entre tierras agrícolas y otros ecosistemas, entre los movimientos sociales crece el consenso en cuanto al rechazo a los mercados de carbono, y a REDD en particular, por lo que implica en cuanto al control y a la expropiación de los pueblos originarios de los territorios donde siempre han vivido en una lógica de privatizaciones y mercantilización que se conoce demasiado.

Otra demanda importante es el reconocimiento de la deuda ecológica y la necesidad de un financiamiento para el clima público, obligatorio, sin condiciones, y adicional a otros flujos financieros del Norte al Sur, que no genere nuevas deudas financieras ni ecológicas…

Los países del Anexo 1 deben entregar el 5% de su PIB como financiación a largo plazo a los países en desarrollo y tal como reconocen organizaciones africanas recientemente reunidas en el proceso hacia la COP 17 a celebrarse en Durban, es necesario establecer mecanismos para evaluar la escala necesaria de las finanzas, y proveer claridad y trasparencia sobre las fuentes de los fondos, a partir de una evaluación de la incidencia de estas fuentes en la situación de los países en desarrollo.

La Declaración de unidad de Justicia climática es muy clara en cuanto al rechazo al rol del Banco Mundial en este financiamiento, especialmente en la creación del Fondo Mundial para el clima.

En resumen, las organizaciones sociales exigen instrumentar una transición justa, que lleve a medidas concretas que limiten las emisiones globales, distribuyan equitativamente el espacio atmosférico, transfieran finanzas y tecnología hacia los países en desarrollo para permitir la adaptación al aumento de las temperaturas y la aplicación de las medidas de mitigación en los países históricamente afectados.

Estas demandas vienen acompañadas de la propuesta de una agricultura campesina sustentable por su capacidad de aumentar la biodiversidad, recuperar la materia orgánica del suelo, mejorar la producción diversificada de alimentos a pequeña escala, expandir los mercados locales, y practicar una gestión integrada de los bosques. De ahí que sea importante rescatar sus territorios, mantener el control sobre sus tierras, acceder al agua como bien común y derecho humano, y al derecho a usar e intercambiar semillas, y promover mercados locales descentralizados.

Escenarios de lucha

Un escenario de lucha importante es el proceso de negociaciones oficiales para llegar a acuerdos encaminados a la reducción de emisiones y sobre los mecanismos para instrumentarla. Sin embargo, ya no pueden ocultarse los límites de estos espacios multilaterales que no pueden romper las armaduras oxidadas en que se desarrollan y cada vez demandan mayor cantidad de recursos para reuniones que oscilan en vaivenes improductivos, sin poder responder a las necesidades reales de la humanidad.

En el contexto de estas reuniones, es importante incentivar el desarrollo de plataformas nacionales en los países sede para la movilización y generación de protestas que despierten la indignación social. Lo más importante en este escenario son los procesos previos de construcción de alianzas y consensos en los que el movimiento social tiene que ser cada vez más activo.

Hay otro escenario marcado por enfrentamientos constantes a expresiones múltiples pero muy concretas del capital: las empresas mineras, las militaristas, las grandes represas. Es una lucha diaria contra las trasnacionales, presionando a los gobiernos para que no se levante un foco más de contaminación, una causa más de sequía. En este tipo de escenarios mueren miembros de organizaciones sociales cada día, solo por defender sus derechos. Diariamente son reprimidos y criminalizados hombres y mujeres que se resisten a los intereses de las élites de poder, que no están dispuestos a una migración forzada, ni a ser arrancados de su tierra y su historia.

No podemos olvidar el escenario de lo cotidiano donde hay una pugna constante entre modelos y culturas que lamentablemente coexisten y se desarrollan paralelamente en nuestras sociedades, un escenario en el que se desarrolla, de manera permanente, una batalla cultural, que a nivel de consumo y práctica de vida, resignifica el valor de los recursos naturales y contribuye a crear otro paradigma de bienestar y desarrollo.

Utiliza recursos comunicativos para generar cambios de actitud que pueden favorecerse a nivel de pequeños grupos y sociedad en general, como parte de un proceso amplio de transformación social.

Otros escenarios también importantes tienen que ver con ejes de articulación en los que se expresan relaciones muy estrechas y directas con la lucha por la justicia climática. La militarización, por ejemplo, es desarrollada en beneficio de una industria que responde a los intereses de acumulación y control de territorios y recursos naturales, que favorece el extractivismo y la explotación de los recursos con fines de dominación. Por eso es importante buscar la complementariedad de las luchas y los modos en que se conectan en un marco de resistencia global contra todo el sistema.

Todos estos niveles de actuación se complementan e interinfluencian en un proceso que no necesariamente sucede paso a paso, en el que se pueden dar saltos cualitativos debidos a la acumulación de experiencias. Siempre puede sorprendernos la cristalización de algunas metas en un recorrido que no es lineal.

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