Minera de Slim en montañas de Chiapas

Minera de Slim en montañas de Chiapas

El hombre más adinerado del mundo a través de una de sus empresas, concesionó la mitad del territorio de Solosuchiapa Chiapas, sacaría oro, plata y plomo. Los permisos funcionaran  si los pueblos dejan entrar a una minera.  

IRIS VELAZQUEZ/FILO&SOFIA

mineríaEl subsuelo de las montañas del Norte del estado ha sido concesionado por la minera San Francisco del Oro S.A. de C.V. propiedad del empresario Carlos Slim. En el municipio de Solosuchiapa al norte del estado, desde hace dos décadas hasta la fecha esa empresa logró que se le otorgara en concesión el 42 por ciento de su territorio municipal. Este municipio es distintivo por sus cascadas, sus ríos Amatan, La Sierra, Negro y Arroyo Moquimba los cuales no sólo son  importantes para los pobladores de comunidades de los alrededores sino también, para esa compañía porque precisamente en este territorio se encuentra  una fuente importante para extraer el oro, plata y plomo que posee el subsuelo de Solosuchiapa y donde se han concesionado 15 mil 560  hectáreas.

Podrían extraer si consiguen permiso de pueblos San Francisco del Oro S.A. de C.V. podría dejar de explotar esta zona  hasta el año 2045 si consigue mantener el permiso de suelo de los pueblos, ejidos o particulares,  pues son ellos quienes finalmente otorgan o no esa autorización de la mano con las dependencias federales.

Existen minas en Chiapas que luego de iniciar actividad con  permisos de habitantes, fueron ellos quienes lograron que detuviera actividad. El caso más reciente sucedió en Escuintla, en la Sierra de Chiapas, a mediados del año pasado pobladores lograron que la mina Nueva Francia detuviera sus actividades. Los pobladores comprobaron que estaba trabajando en la ilegalidad, cuenta  a este semanario Romeo García Cortés, habitante afectado.       

Durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari en el 1992 las reformas al artículo 27 Constitucional señalan que los minerales son explotables y concesionables, aunque la misma Ley Agraria señala que serán los dueños de las tierras quienes darán o no su permiso. Al menos en Chiapas la Secretaría de Economía federal no registra en sus archivos convenios privados para la expropiación minería celebrado entre un concesionario y un dueño de superficie. De acuerdo a datos de la Dirección General Minera de la SE Federal, obtenidos a través de la Ley Federal de Acceso a la Información Pública, los lotes Santa Fe Tres, Santa Fe Dos, Cuatro y Cinco forman parte de la concesión de San Francisco del Oro S.A. de C.V .en Solosuchiapa.

Está empresa es propiedad de la minera Frisco S.A. de la que es dueño uno de los hombres más adinerados del mundo, Carlos Slim. San Francisco  está en la entidad de Chihuhua sus primeras exploraciones fuerom en 1550 según datos de su página oficial.  Mientras que a Chiapas llegó en 1988 en el lote Santa Fe de Solosuchiapa.

Esas concesiones de extracción fueron otorgadas en los  años 88, 94, 95, 2004 y 2005. De acuerdo a esas fechas coinciden con las primeras  exploraciones en la entidad que data de los años 80. Hoy, diversas dependencias participan en la otorgación de un permiso minero,  como son SEMARNAT, CONAGUA, Secretaría de Economía y Secretaría de Hacienda.

Cuando se le pregunta sobre el tema a la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural (SEMAHN) del estado encabezada por Carlos Morales, esté niega que la dependencia a su cargo deberá ofrecer legalidad a las concesiones mineras en Chiapas, “no nos compete”, suele decir quien fue candidato a la alcaldía de Tuxtla.

Esto pese a que la legislación dice lo contrario a su dicho, pues señala la Ley Orgánica de la Administración Pública estatal de esa dependencia deberá  asegurar el ejercicio legal de las concesiones mineras asentadas en esta entidad para saber si se promueve el cumplimiento de la legislación ambiental.

Slim, también ha puesto los ojos en zonas protegidas del estado. Se trata de La Selva Lacandona y la reserva forestal «El Triunfo” para «alcanzar resultados de conservación relevantes, perdurables y estratégicos que no sólo beneficien al medio ambiente sino también a la ciudadanía», señala en su página de internet   su Fundación.

El modelo de extracción minera está concesionado, el 19 % por ciento del subsuelo de la entidad.  La mayoría de dueños de las concesiones son mexicanos porque así lo exige la legislación mexicana, aunque en algunos casos las empresas sean extranjeras.

El problema no es el mineral en sí mismo, sino el modelo que sustenta su extracción industrializada, dice Gustavo Castro de la Red Mexicana de Afectados Contra la Minería (REMA) Chiapas.

“No toma en cuenta aspectos ambientales, ecológicos, culturales, políticos, sociales, económicos o locales. Elimina sus propias fuentes de reproducción y acumulación de capital, ni considera el agotamiento y el daño irreversible sobre el medio ambiente.

No considera las consecuencias a largo plazo, concentra tierras, fulmina territorios, expulsa pueblos y determina las inversiones de infraestructura pública y privada para facilitar la extracción. Sus intereses están por encima de los derechos humanos. Los actores de este modelo tienen nombre: las cada vez más grandes corporaciones supranacionales, agrega.

TIERRA ARRASADA. NÚMERO DE LA JORNADA DEL CAMPO DEDICADO A LA MINERÍA

TIERRA ARRASADA

NÚMERO DE LA JORNADA DEL CAMPO DEDICADO A LA MINERÍA

tierra arrasadaCONTENIDO:
-Tierra habitada
-El eslabón faltante
-El modelo extractivo minero
-Criminalización del movimiento Antiminero
-Los Caminos de la resistencia: de la Montaña a la Costa Chica
-Concesiones mineras y derechos de los pueblos indígenas
-Minería tóxica
-Los derechos de los pueblos y la minería
-Cerro de San Pedro: Breve reseña de sus luchas
-La Mina Peña Colorada Devasta Territorio Nahua
-De aguas y “locomotoras minero-energéticas”

El modelo extractivo minero

Gustavo Castro Soto Otros Mundos AC / Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema) / M4
En cada proyecto minero hay algún tipo de conflicto con la empresa, misma que argumenta que los opositores no desean el desarrollo. También se dice que no debería haber oposición a la actividad minera porque todos usamos sus productos, lo cual es cierto. Sin embargo, el problema no es el mineral en sí mismo, sino el modelo que sustenta su extracción industrializada.

Para lograr el objetivo de mayor ganancia y acumulación de capital, la industria busca disminuir sus costos aumentando la pobreza: mejora su tecnología, abarata los costos de la materia prima, disminuye tiempos y distancias, paga menos a la trabajadora y al trabajador, evita impuestos, logra nulas regulaciones ambientales y legales, se aprovecha de tratados de libre comercio, obtiene créditos blandos, busca servicios baratos o gratuitos (agua, energía, infraestructura, etcétera), externaliza los costos sociales y medioambientales y logra subsidios, entre otras fórmulas.

La actividad extractiva –antes concebida como actividad minera, petrolera y gas– ahora implica toda la extracción industrial directa e indirecta sobre los bienes comunes naturales convertidos en “recursos naturales” por medio de precio y dueño: petróleo, gas, carbón, tierras, minerales, madera, agua (embotellamiento, represas de almacenamiento, etcétera), energía, pesca industrializada; material genético de plantas, animales y humanos; elementos químicos, captura –sumideros– de carbono, producción de oxígeno, monocultivos de la agroindustria y de las plantaciones forestales, granjas camaronícolas, etcétera. O la industria que extrae y sobreexplota la mano de obra, las tierras y los territorios; el agua, los minerales y la energía convertidos en tomates, soya, piña, madera y carne, entre otros.

De esta forma, el “modelo de la industria extractiva” es el conjunto de actividades a gran escala para sacar, extraer, obtener o separar elementos de la naturaleza, que le incorpora precio y dueño con el fin de obtener el mayor lucro posible, y que evita restituir, reparar, mitigar, compensar, consultar e informar, sin asumir los costos de dicha extracción. No toma en cuenta aspectos ambientales, ecológicos, culturales, políticos, sociales, económicos o locales. Elimina sus propias fuentes de reproducción y acumulación de capital; no toma en cuenta el tiempo para que los bienes comunes naturales se reproduzcan, ni considera el agotamiento y el daño irreversible sobre el medio ambiente. No considera las consecuencias a largo plazo, concentra tierras, fulmina territorios, expulsa pueblos y determina las inversiones de infraestructura pública y privada para facilitar la extracción. Sus intereses están por encima de los derechos humanos. Los actores de este modelo tienen nombre: las cada vez más grandes corporaciones supranacionales.

En este marco hablamos del “modelo extractivo minero” que el capitalismo transforma en una industria que aumenta el cambio climático, que no genera cadenas ni procesos económicos locales importantes para la gente, concentra grandes extensiones de tierra y despoja de sus territorios a muchos pueblos originarios. Transfiere enormes recursos y ganancias a las grandes corporaciones sin dejar casi nada, sólo pobreza y grandes consecuencias sociales y ambientales.

La industria extractiva minera gira en torno a la lógica y la estrategia del capital financiero trasnacional, pero también a las condiciones y actores político-económicos internacionales de cada país. Entre 1990 y 1997, a nivel mundial las inversiones en exploración minera crecieron en 90 por ciento. Y en América Latina el aumento fue de 400 por ciento, equivalente a una inversión acumulada de 17 mil 300 millones de dólares. Esta región se convirtió así en la principal receptora de capitales mineros en todo el mundo, a pesar de representar sólo 30 por ciento del total de las inversiones mundiales.

A fines de los años 90s sólo diez empresas controlaban el 50 por ciento de la producción mundial de cobre; tres empresas el 70 por ciento del hierro y seis compañías el 90 por ciento del aluminio. La proporción mundial de oro que cubría América Latina pasó de cinco por ciento en 1980 a 10.3 en 1990 y a 14.9 por ciento en 2004. En la actualidad, la extracción de plata durante 26 meses y la aurífera de seis meses es equivalente al tesoro colonial comprendido durante ¡120 años!, entre 1530 y 1650. Y con un mismo ritmo, cuatro años de extracción de plata y un año de oro es equivalente al tesoro colonial arribado a España desde la Conquista hasta la emancipación de las colonias americanas en 1808. Por su lado, México produjo 2 mil 747 millones de kilos de plata en 2002 (igual al 16 por ciento de la producción mundial, y a más de la producción del resto de América en una década) y hoy supera a toda la plata extraída de América y arribada a España durante la Colonia.

Por tanto, el problema no son los minerales, ni las rocas, los metales, los no metales y otros bienes comunes naturales de la corteza terrestre, sino el sistema capitalista y su modelo extractivo que depreda la naturaleza, la tierra, los bienes comunes naturales, por la acumulación incesante de capital generando economías de enclave. Esta carrera es insustentable y habrá que combatirla.

Declaración del encuentro de M4 en Aguacatán, Guatemala

Declaración del encuentro de M4 en Aguacatán, Guatemala

11-14 DE ABRIL DE 2013

M4El movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero, ha celebrado entre el 10 y 14 de abril de 2013, su segundo encuentro contra la minería en el Municipio de Aguacatán, Departamento de Huehuetenango, República de Guatemala, donde trabajamos los ejes y acciones de los próximos 3 años.

A orillas del preciado y alimentador de vida río San Juan, durante tres días, compañeras y compañeros de Panamá, Nicaragua, El Salvador, Honduras, Guatemala, México,  Estados Unidos y Canadá, nos reunimos y analizamos el modelo extractivo minero global y regional, así como a la diversidad de impactos que sufren nuestras comunidades, culturas y la naturaleza, en el área Mesoamericana.

Coincidimos en el diagnóstico sobre:
1. La agudización de los conflictos originados por la imposición del modelo extractivo minero en toda la región,
2. El aumento en los niveles de conciencia y movilización de las comunidades afectadas,
3. El mayor alcance de la difusión del problema  en otros sectores sociales,
4. La pérdida de territorios y recursos relacionados como bosques y aguas, entre otros,
5. La complicidad del Estado con el interés privado local y transnacional,
6. La imposición, represión y criminalización como conducta del Estado contra las comunidades y sus miembros en defensa de la vida,
7. El uso de mitos como minería verde, sostenible, y responsable, entre otros, en el discurso de promoción a la actividad minera,
8. La relativa homogenización de los marcos jurídicos regionales en favor de la seguridad jurídica de los inversionistas, en detrimento de la seguridad humana y los derechos humanos, como el derecho a la vida, salud, el acceso a la información, a la consulta y participación en los asuntos que afectan a la comunidad, al buen gobierno, a la manifestación en defensa de los derechos humanos.

Afirmamos que algunos de los impactos generados por el modelo extractivo minero son:
1.- Los gobiernos, por medio de legislaciones, programas, políticas que impulsan con la intención de atraer las inversiones extranjeras, facilitan  las condiciones de conglomerados transnacionales en la extracción minera garantizándoles sus operaciones y grandes ganancias de sus inversiones. La impunidad que prevalece y es práctica continua y cotidiana.
2.- Bajo el amparo de legislaciones, las empresas explotan contaminan, degradan, destruyen el paisaje amenazando la existencia de la vida.
3.- En lo social, provocan la descomposición del tejido social, aprovechándose de la situación económica de la población y con las dadivas causan rompimiento de familias, comunidades.
4.- En materia de salud, con la ejecución de estos proyectos amenazan  y afectan la salud comunitaria, apareciendo nuevas enfermedades y se incrementan los índices de enfermedades comunes, sin contar con personal técnico y especializado para los controles de estas enfermedades además de la medicina.
5.-Los proyectos mineros ponen en riesgo la soberanía alimentaria, la cultura de los pueblos, la perdida de las formas propias de las comunidades para la producción de alimentos, las evasiones fiscales, la pérdida de calidad de producción de los suelos, sobreexplotan los recursos hídricos, y hacen demagogia con pocos empleos, mal remunerados y de corto tiempo.
6.- Promueven amenazas, presos políticos y asesinatos selectivos de líderes que están en contra de la explotación minera metálica.
7.-Los tratados internacionales sobre cuestiones comerciales y financieras, sobrepasan las leyes internas de los países.
8.- Tergiversan la información de sus operaciones, de las respuestas sociales, de los supuestos beneficios y acciones sobre las comunidades y ocultan la inmensidad del daño.

Son impostergables políticas y acciones públicas contra los impactos y contra el mismo modelo extractivista minero

Deuda ambiental minera

Las crecientes evidencias que nuestro pueblos,  la investigación científica y las instituciones recogen sobre los daños derivados del modelo extractivo minero depredador son alarmantes y requieren acciones inmediatas y de mayor plazo. La contaminación del agua, suelo, aire y ecosistemas enteros por emisiones de las actividades minerasse  profundizan.

En contraste con los tamaños de los llamados “beneficios” económicos del modelo extractivo minero depredador, hoy podemos afirmar que los costos de los daños ambientales provocados por la minería trasnacional y trasnacionalizada superan con mucho los llamados beneficios y amenazan con crecer y volverse irreversibles. Esa pesada carga de daños y deuda ambiental pretenden “heredarla” a nuestros pueblos poniendo en riesgo la salud comunitaria, la salud pública y el futuro de nuestros países.

Las Contra Reformas Legislativas

Los gobiernos de la zona mesoamericana, no son excepción alguna del compromiso internacional de armonizar las Constituciones y las Leyes temáticas, entre ellas las leyes mineras, con la primacía de los derechos humanos y los tratados y Protocolos internacionales de respeto a los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.

Las llamadas “reformas” en curso a las leyes mineras, promovidas por los gobiernos y las empresas mineras y financieras contienen una abierta violación al derecho internacional, entre ellas, el respeto y fortalecimiento del consentimiento libre, previo e informado de nuestros pueblos, lo mismo que la consulta popular, sin tocar los injustos privilegios al capital financiero, ni fortalecer la capacidad institucional para cumplir con la obligación estatal de proteger y regular los bienes comunes de nuestros pueblos.

Maquillajes de Injusticia Fiscal

El régimen de injustos privilegios fiscales promovidos hace años para atraer inversión extranjera en la actividad minera y seguir alimentado la falsa idea de “desarrollo” minero en nuestro países, está siendo maquillado mediante reformas fiscales donde sin remediar y fortalecer el pago real y oportuno de impuestos y derechos a cualquier actividad que produce ganancias, se propagandiza la introducción o ligero aumento del pago de limosnas denominadas “regalías”.

El creciente impacto ambiental, social, a la salud y a la economía local y nacional por el modelo extractivo minero depredador, nunca se subsanará, ni siquiera mitigará con limosnas fiscales, sean regalías, o falso apoyo de las empresas a las comunidades. Es urgente y necesario que evaluemos el monto de daños provocado por la actividad minera, lo contrastemos con los muy propagandizados “beneficios” y ante todo se adopten políticas preventivas y que pongan alto al creciente pasivo de la minería.

Denunciar los Tribunales Privados Internacionales.

Las empresas mineras legalmente sancionadas en nuestros países por violación a las leyes o por el ejercicio del derecho de nuestros pueblos, han iniciado una campaña de multimillonarias demandas “legales” ante tribunales internacionales privados, promovidos por los Tratados de Libre Comercio. Denunciamos y rechazamos las amenazas y las instancias de las trasnacionales mineras que violan la soberanía de nuestros países.

Llamamos a los parlamentos y gobiernos del área mesoamericana a sumarse a la digna acción de denunciar a los tribunales internacionales cuasi-privados, como el CIADI, donde las empresas trasnacionales pretenden juzgar a los gobiernos y demandar cifras multimillonarias por falsos daños derivados del ejercicio del derecho de nuestros países.

Impulsar y Proteger otras formas de vivir de nuestros pueblos

Reiteramos que nuestros pueblos tenemos y reconstruimos modos de vida diferentes a la lógica y efectos del modelo extractivo minero depredador. Exigimos y luchamos por el respeto a esos modos de vida de nuestros pueblos, y exigimos y luchamos por políticas públicas que respondan, promuevan y faciliten la construcción, ampliación y fortalecimiento de esos modos de vida vinculados con los genuinos intereses de nuestros pueblos y de la naturaleza.

Como movimiento mesoamericano contra el modelo extractivo minero, exigimos:
1. la derogación de las leyes de minería que afectan nuestros territorios.
2. Exigimos el respeto a la autodeterminación de nuestros pueblos.
3. Respeto y cumplimiento al convenio internacional 169 de la OIT, relacionado a los derechos de los pueblos indígenas, el derecho a la consulta ciudadana, y el respeto y ejercicio pleno de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.
4. Exigimos el respeto de la Soberanía de nuestros pueblos, ante las empresas mineras transnacionales.
5. Exigimos que los Gobiernos respeten el mecanismo de consulta previo al otorgamiento de una licencia ambiental para la exploración y explotación minera  implementado desde las comunidades, basado en el mecanismo que las comunidades decidan.
6. Que los Gobiernos divulguen la información real de las concesiones otorgadas, ya que las mismas se manejan como secreto de Estado.
7. Exigimos que la lucha por la defensa de la Madre Naturaleza no sea criminalizada.
Finalmente, pero con prioridad política, el movimiento mesoamericano contra el modelo extractivo minero exige la libertad incondicional de nuestro compañero Rubén Herrera, luchador ejemplar por los derechos comunitarios y constructor de futuro y esperanza.

¡De Panamá a Canadá, la minería No Va!

Movimiento Mesoamericano contra el Modelo extractivo Minero -M4

REMA

PRONUNCIAMIENTO REMA. ALTO A LA REPRESION EN SOYOPA, SONORA

ALTO A LA REPRESIÓN EN SOYOPA, SONORA

SOLIDARIDAD CON HABITANTES DEL EJIDO

NI LA REPRESIÓN GUBERNAMENTAL, NI LAS LIMOSNAS EMPRESARIALES SON RESPUESTAS NI REMEDIO A LOS DAÑOS SOCIO-AMBIENTALES EN SOYOPA, SONORA.

El pasado 5 de abril el gobierno del estado de Sonora uso a la policía, entró al ejido de San Antonio de la Huerta, Soyopa, y detuvo y trasladó a Hermosillo a 51 hombres, mujeres y niños que exigían a la empresa minera Luz del Cobre reducir la contaminación y aumentar la cantidad por el pago de arrendamiento de sus tierras.

La minera Luz del Cobre, o Libertad, actual fachada local de la trasnacional canadiense Red Tiger Mining Inc (antes Zaruma Resources Inc) es un proyecto de minería de cobre a tajo abierto, con vida calculada entre 5 y 7 años, en tierras de vieja historia indígena Yaqui, Ópata y Pima.

Aunque los trabajos de la mina todavía no alcanza su actividad extractiva integral, y aunque los ejidatarios sólo les arrendaron 420 hectáreas, el proyecto minero ha mostrado su verdadera cara envenenada, los habitantes finalmente se han dado cuenta que las promesas o “perlas de la virgen” que la empresa minera y los funcionarios locales les prometieron, se vuelven verdaderas lagrimas por la destrucción ambiental y por el engaño económico y social.

Esta calculado que este año el proyecto empiece a escarbar y destruir las tierras ejidales para obtener diariamente 2,800 toneladas de mineral y alcanzar  entre 850 mil y un millón de toneladas de mineral al año.

Así, se ahondará un cráter, o tajo abierto, mientras 35 toneladas diarias o entre 10 mil o 12 mil toneladas de ácido sulfúrico al año se usarán para extraer las entre 6 mil u 8 mil toneladas anuales del codiciado cobre, mientras las nubes de acido venenoso se emiten a la atmósfera y los residuos tóxicos y los líquidos de la lixiviación (o disolución del mineral) tienen un destino desconocido como sucede frecuentemente por la complicidad de instituciones y funcionarios gubernamentales, estatales y federales.

En ese panorama, los ejidatarios que hace 5 años fueron engañados y convencidos para aceptar 40 mil pesotes anuales (3,333 dólares) por arrendar 420 hectáreas, aunque la empresa engañe y presuma ante inversionistas extranjeros que “posee” 11 mil hectáreas del ejido.

Los ejidatarios ahora están exigiendo un aumento de 20 mil pesotes más, sin saber que la empresa en sus informes financieros afirma que anualmente paga 190,444 dólares (2 millones 285 mil pesos) “por cambio de uso de suelo”  (facultad exclusiva del Ejido). Si esos 190 mil dólares son una miseria, pues representa el 0.56% de los 36 millones de gastos declarados por la empresa en 2012, 60 mil pesotes o 20 mil más de los actuales dan risa a cualquier accionista.

Se habían sentado a negociar  con la empresa y funcionarios estatales, pero un gobierno obediente a las trasnacionales aunque no a las leyes o tratados internacionales, decidió repetir la política porfiriana represiva y detener a los ejidatarios para “convencerlos” que la trasnacional es un proyecto “de desarrollo”.

detenidosLos ejidatarios han declarado que “En el nuevo acuerdo que buscábamos firmar con ellos, porque el anterior ya venció, les pedíamos acciones de limpieza del medio ambiente, que detuvieran la contaminación que llega hasta el Río Yaqui, y que aumentaran de 40 mil a 60 mil las aportaciones anuales por ejidatario”, precisó Sergio Acedo Miranda, presidente del comisariado ejidal de San Antonio de la Huerta.

Mucha gente sabe que Sonora, y aún más su capital Hermosillo, vive una situación crítica de escases de agua, de estrés hídrico, y los funcionarios públicos deberían apoyar las demandas ciudadanas de proteger los bienes escasos. Su conducta represiva no abona a una calificación inteligente, sino a una actitud servil a las mineras, aunque se atente contra el futuro de la región.

Los ejidatarios de Soyopa (que dicen que significa “Tierra Caliente” en lengua Yaqui) están solicitando solidaridad, y a la vez están aprendiendo como muchos otros pueblos a lo largo y ancho del país, que ni represión, ni limosnas empresariales son respuestas legales, ni mucho menos solución a los graves daños socio-ambientales del extractivismo minero depredador.

REMA  extiende la mano solidaria a nuestras compañeras y compañeros de San Antonio de la Huerta en su justa lucha contra la abusiva trasnacional minera Red Tiger Inc,

REMA exige al gobierno del Estado, a la Secretaria de Economía, la SEMARNAT, lo mismo que a la PROFEPA, cumplir con su obligación de verificar el cumplimiento de las leyes minera, ambientales y de Derechos Humanos en Soyopa, Sonora.

México, Abril de 2013.
Red Mexicana de afectados por la Minería (REMA)

Contacto: inforema@gmail.com

México: San José del Progreso exige salida de la minera Fortuna Silver

México: San José del Progreso exige salida de la minera Fortuna Silver

por Daniel Arellano Chávez, kaosenlared.net
Los agresores detuvieron su camino rumo a confrontar a la población, pero momentos después se escucharon varias detonaciones de arma de fuego provenientes del lugar donde se encontraban parapetados los agresores

San JoséPor la mañana de este 15 de marzo de 2013, cientos de niñ@s, hombres y mujeres de todas las edades, se reunieron a las afueras de las instalaciones de la minera Fortuna Silver Mines que en San José del Progreso opera desde hace años bajo el nombre de Minera Cuzcatlán, los indignados habitantes se reunieron para exigir la salida inmediata de la minera y el castigo a los asesinos de Bernardo Méndez y del crimen ejecutado contra Bernardo Vázquez Sánchez el 15 de marzo de hace un año.

Pancartas, mantas, fotos y una calavera a modo de mono de calenda representando la asesina labor de la Fortuna Silver Mines, sirvieron para expresar la indignación de cientos de habitantes que se mantienen en resistencia en la firme decisión de expulsar a la minera de los territorios del Valle de Ocotlan.

Momentos de tensión se vivieron alrededor de las 12:30 del día, cuando en varios vehículos se acercaron a las inmediaciones de la mina personas que en visible actitud de agresión, descendieron de los mismos para recoger piedras al lado del camino, sin embargo esto no intimidó a la gente que se opone a la extracción de minerales en su territorio para beneficio de la transnacional canadiense. Los agresores detuvieron su camino rumo a confrontar a la población, pero momentos después se escucharon varias detonaciones de arma de fuego provenientes del lugar donde se encontraban parapetados los agresores, mismas detonaciones que se realizaron en dirección a la puerta de la mina, lugar en que se encontraban mujeres, niñ@s y pueblo en general, en una clara acción de intimidación paramilitar, misma que fue coberturada con la complicidad de la Policía Estatal, que se encontraba a escasos metros del lugar de donde provenían los disparos. Así es como la minera canadiense Fortuna Silver Mines pretende intimidar la digna resistencia de los habitantes de San José del Progreso, respaldada con la impunidad que le otorga Gabino Cué a los paramilitares que han accionado sus armas contra la población saldándose en muertes y la agresión de este día.

Sin embargo, esto no bastó para atemorizar a los habitantes de San José del Progreso, que permanecieron en las afueras de la mina, expresando su total repudio a la empresa canadiense que continúa ampliando sus operaciones en el subsuelo de la región. Prueba de ello son los testimonios de campesinos,  que denuncian el estruendo de la maquinaría que la empresa activa por las noches para evitar evidenciar el arrasamiento que día a día avanza sobre el territorio de San José, así como la visible operación de los molinos de trituración que apenas en unas horas crearon varios montículos de material triturado, movilizados con maquinaria pesada rumbo a la extremadamente vigilada presa de jales que ya está en operación.

Así es como este día, ni la intimidación de un francotirador de la empresa colocado en la parte alta de un cerro de material desechado, ni los disparos de paramilitares, ni la complicidad de Gabino Cué y su policía estatal, amedrentan la firme resistencia de los pueblos del Valle de Ocotlan que con esta acción de resistencia memoria y homenaje a Bernardo Vázquez Sánchez, gritan con indignación

¡Fuera la Minera Cuzcatlán-Fortuna Silver Mines!

¡Castigo a los asesinos!

Las minas y el despojo llevan a la lista de Forbes a los millonarios mexicanos

Las minas y el despojo llevan a la lista de Forbes a los millonarios mexicanos

Los tres hombres más ricos de México basan su fortuna principalmente en la explotación minera, facilitada por leyes permisivas sin par en el continente, y dejando a su paso destrucción ambiental y comunitaria.
Adazahira Chávez, desinformemonos.org

forbesMéxico. La riqueza de los empresarios mexicanos que encabezan la lista de millonarios de la revista Forbes está cimentada “en el despojo de los bienes de la nación”, resume Francisco López Bárcenas, autor del libro “El mineral o la vida”, sobre la legislación minera en México.

Los tres primeros lugares de la lista de México (Carlos Slim, Alberto Baillères y Germán Larrea) tienen empresas mineras. El artículo 27 actual señala que  se pueden concesionar los recursos naturales “pero siempre debe ser, primero, para distribuir la riqueza nacional -y no para tres gentes-; para el desarrollo de los mexicanos y para conservarlos”, precisa López Bárcenas, que agrega que en el caso de la minería no se cumple ninguno de estos supuestos. Además, explica, se afecta el derecho al agua y la alimentación de los mexicanos por el carácter preferente del que goza esta actividad industrial.

Empresarios mexicanos: explotación y especulación

Carlos Salinas de Gortari, presidente de México entre 1988 y 1994, desincorporó las concesiones que tenía el Estado y las entregó a grupos mineros mexicanos, principalmente a Grupo México (de Larrea), Grupo Peñoles (de Bailleres) y Grupo Frisco (de Slim, el hombre más rico del mundo) para asegurarse de que controlaran gran parte de la minería, aún antes de que hiciera la reforma al artículo 27 de la Constitución y se publicara la nueva ley minera.

“Cuando se modifica la ley de inversión extranjera, que permite cien por ciento de capital extranjero en las minas, ya los empresarios mexicanos tienen asegurada su parte”, señala López Bárcenas. Después de la entrega de las concesiones vino la Ley Minera, que unificó los permisos para explorar y explotar y permitió que los periodos de concesión fueran prácticamente de cien años. Eso, apunta López Bárcenas, abrió paso a la especulación.

“Casi todos los proyectos, dicho por los propios mineros, se llevan máximo 15 años. ¿Para qué quieren cien? Porque entre más tiempo tengan, su precio es más alto en la bolsa de valores; el negocio no es sólo explotar el mineral, es especular con el patrimonio nacional”, enfatiza el abogado mixteco. La Ley Minera también permite que las concesiones se unan, con lo que adquieren mayor valor en la bolsa.

Ante la idea de que la mayoría de las mineras en México son canadienses, López Bárcenas responde que esto no es totalmente verídico. Explica que en la bolsa de valores de Vancouver se concentran todos los proyectos de minería. “Puede ser un capital mexicano o estadunidense que se va a Vancouver, se domicilia ahí para entrar a la economía especulativa y de ahí se viene a México, pero ya como capital canadiense”, precisa.

La producción de metales en México se disparó en 2010; para 2011, su valor superó los 20 mil millones de dólares y llegó al tercer lugar entre los sectores productivos de México, según datos de la Cámara Minera de México (Camimex).

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Otro factor que abona al fácil enriquecimiento para los empresarios mineros es que solamente “pagan por hectárea de superficie concesionada entre cinco y 111 pesos semestralmente, sin importar ni el tipo de mineral ni la cantidad que obtengan”, informa el abogado e historiador.  México es “el único país en América Latina en que los empresarios no pagan impuestos por la obtención y la exportación del mineral”, agrega. Colombia, aún con una ley minera muy parecida, cobra el 30 por ciento del valor del mineral extraído.

Una comparación que ilumina es el caso de la paraestatal Petróleos Mexicanos. “El petróleo también es un mineral, que el Estado se ha reservado para explotarlo él solo. Si uno ve la cantidad de impuestos que paga, no hay un punto de comparación con lo que pagan los otros minerales”, indica López Bárcenas. México es ya el primer productor de plata a nivel mundial y el décimo de oro, según datos de la Camimex, pero mientras gran parte de la recaudación del Estado mexicano viene del petróleo, de los otros minerales “no viene ni un centavo”, acusa López Bárcenas.

 “Facilidades”,

Revolution Resources –la empresa acusada de hacer trabajos ilegales de explotación en el territorio sagrado de Wirikuta-, en la sección “¿Por qué México?” de su página de internet, indica que además de las leyes pro-mineras, este país es el más estable políticamente en América Latina.

Durante el gobierno de Salinas, el Banco de Comercio Exterior y el gobierno de Canadá realizaron talleres sobre las posibilidades de inversión en América Latina, recuerda López Bárcenas. Llegaron a la conclusión de que además de las leyes permisivas en México, el gobierno tenía la disposición de cambiar los requisitos mínimos que había en algunas disposiciones legales y no había organizaciones no gubernamentales que pelearan por el medio ambiente.

Francisco López Bárcenas agrega a las condiciones que posibilitan la gran explotación el asesinato de opositores a las minas: “En (el caso de) Minera San Xavier, un presidente municipal se opuso a otorgar el cambio de uso de suelo y lo asesinaron; en Chicomuselo, Chiapas, mataron a Mariano Abarca; en San José del Progreso, Oaxaca, mataron a Bernardo Vázquez”. El asesinato de Ismael Solorio y Manuelita Solís, en el año 2012 en Chihuahua, también podría estar relacionado porque luchaban contra las perforaciones ilegales que realizaba la Compañía de Servicios Mineros Cascabel, filial de la minera canadiense Magsilver.

Daños y resistencias

mineríaEn octubre de 2012, Humberto Gutiérrez, presidente de la Camimex, declaró que en México hay oro y plata para explotar otros 500 años. El oro extraído en la década que va de 2000 a 2010 (419 mil 097 kilogramos) duplica fácilmente a la cantidad extraída durante 300 años de Colonia española (191 mil 825 kilogramos).

Para López Bárcenas, la preocupación no es que se acabe el mineral sino el tipo de explotación que se hace. “Todo es a cielo abierto, y para explotar 500 años más tendrían que poner el país al revés, y a ver a dónde nos vamos cuando estén devastando el territorio”, declara.

Muchas comunidades que rentan sus tierras no saben el daño que se les causará con la actividad minera, que prácticamente destruye todo porque el mineral no está en veta y se tiene que revolver toda la superficie terrestre.

La ley agraria, que debería ser de protección social, permite que la renta de ejidos sea de 30 años prorrogables, “la vida de toda una generación”, apunta López Bárcenas, amén de que el pago es muy bajo. Lo que no dice la minera es que cuando devuelvan la tierra rentada, no va a servir para nada.

En Mezcala, por ejemplo, debido a las protestas se aumentó considerablemente la renta pagada por las tierras, pero el problema “es que la gente emigró porque ya no tenía que hacer”, se acabó el dinero, y al cabo de unos años el pueblo se destruyó completamente. Más que migración, señala el abogado, se trata de desplazamiento forzado.

Otro de los costos es la afectación al derecho a la alimentación. Para que el Estado lo garantice, “sembrar debería ser una actividad preferente; sin embargo, la Ley Minera dice que esa actividad es la preferente y se puede parar todo para hacer minería”.

También se afecta el derecho al agua. En el norte del país hay protestas de campesinos porque la Comisión Nacional del Agua sí se las regula a ellos pero a la minería no. “Hay que modificar ese esquema”, concluye López Bárcenas.

A diferencia de lo que las mineras veían a finales de la década de los ochenta, la protesta social aumentó considerablemente, señala Francisco. Estas resistencias se activaron en los últimos dos años; en primer lugar, las protestas se originaron por la destrucción ambiental; luego, por la baja renta que pagan las empresas por las tierras (mil pesos por hectárea) y más recientemente, los pueblos indígenas piden ya la cancelación de concesiones argumentando la violación a su derecho a la consulta.

Uno de los frentes de protesta “es el legal, demandar que se cumplan los mínimos derechos, que se anulen los contratos de arrendamiento, que se cancelen las concesiones porque no se respetó el derecho a la consulta”; el otro frente es “la organización social, con dos grandes tendencias: la Red Mexicana contra la Minería y la Asamblea Nacional de Afectados Ambientales, además de los frentes a nivel regional”; un tercero es la denuncia pública que hacen los afectados, cada uno según su capacidad, analiza el experto.

Posibilidades de reforma

El abogado López Bárcenas señala que para hacer un poco aceptable esta actividad, se le debería quitar el carácter de preferente, las concesiones se deberían reducir a solamente el tiempo que necesite un proyecto, las empresas deberían pagar el agua que utilizan y la renta de la tierra sólo debería hacerse por un valor superior a la actividad que existiera ahí anteriormente.

Sin embargo, señala, eso no es lo principal. “Los pueblos lo que quieren es seguir siendo pueblos y defender su derecho al territorio”, finaliza.

Publicado el 18 de marzo de 2013

Neoextractivismo vs. la defensa integral de los territorios

Neoextractivismo vs. la defensa integral de los territorios

SurSiendo, Comunicación e Intervención Social

En este fragmento de menos de dos minutos que forma parte del documental brasileño El veneno está en la mesa, Eduardo Galeano expresa un sentir de muchæs latinoamericanæs: los gobiernos progresistas también han traicionado a los pueblos. Apenas un ejemplo alcanza para justificar esta afirmación y el elegido es el caso de los agrotóxicos. Valga un ejemplo dentro del ejemplo: con miras a cumplir su Plan Estratégico Agroalimentario 2020 el gobierno argentino pretende instalar en Mendoza “el megaemprendimiento más grande del mundo en materia de potasio”. Sus presentaciones en cloruro potásico y nitrato de potasio se emplean como base para los fertilizantes. Y es que para alcanzar las metas económicas propuestas se necesita profundizar aún más el modelo de monocultivo de soja, a la postre esto le posicionaría como uno de los principales productores de fertilizantes del mundo. El proyecto minero será emplazado en las márgenes del Río Colorado el cual nace en la Cordillera recorre cinco provincias argentinas y desemboca en el Océano Atlántico, es decir atraviesa toda la Patagonia de Oeste a Este. Desde SURsuelo, Fabián Chiaramello comenta que “el proyecto de Potasio Río Colorado va a generar el fertilizante destinado a los agronegocios brasileros que aportará aún más en la deforestación del Amazonas. La ecuación es perversa: se construye una megaplanta que consume cantidades de agua y energía abismales, que puede tener consecuencias ambientales muy graves, para producir un fertilizante que será utilizado para seguir profundizando el monocultivo sojero que desaloja campesinos y pueblos originarios, contamina con sus agrotóxicos, provoca desmontes, deteriora el suelo y concentra cada vez más la producción”.

Así, mientras asistimos a estas complicidades políticas legalizadas, en otras partes del mundo se sanciona una vez más a Monsanto por su responsabilidad en la intoxicación química de un agricultor francés. Con esto no queremos reforzar esas viejas ideas de un “norte” civilizado y democrático y un “sur” bárbaro y corrupto. Estas sentencias solo nos demuestran que las corporaciones se maquillan para cada ocasión: mientras en Estados Unidos y Europa ya se tiñeron el cabello y hablan de economías verdes y servicios ambientales, en América Latina, África y gran parte de Asia los discursos del progreso aún no parecen estar del todo deslegitimados y los pueden seguir usando.

Ninguna de estas visiones pone en entredicho las bases netamente económicas sobre las que camina el sistema y en cambio se enmarcan dentro del neoextractivismo. ¿Otro neo más? La mayoría de las veces los prefijos nos sientan bien: re, co, alter, anti, meta, trans… Pero también están los otros, los que nos caen mal y parece que el neo encabeza la lista mientras mega le sigue de cerca. Es una cuestión de escalas.

cloruroUna de las figuras principales de este modelo neoextractivista es el Estado, que según el uruguayo Eduardo Gudynas “juega un papel más activo, y logra una mayor legitimación por medio de la redistribución de algunos de los excedentes por medio de políticas sociales”. El neoextractivismo refiere más que a una actividad concreta a una forma de extracción: todas aquellas actividades que remueven grandes volúmenes de bienes naturales y (casi) sin mediar proceso son trasladados lejos de la zona de origen. Minería, petróleo, gas, represas, monocultivos (de cereales o forestales), agroindustria, ganadería o pesca intensiva, etc. entran dentro de esta categoría y logran seguir aumentando la concentración. De entre ellas la minería es la que puede acabar con la mayor cantidad de recursos no renovables en menor tiempo. Es la más insustentable. Sin embargo esta actividad extractiva está en la cabeza de todas las agendas políticas latinoamericanas: desde México hasta Argentina pasando por Nicaragua, Ecuador, Venezuela, Bolivia, Brasil y Uruguay (por mencionar solo a los progresistas). Apenas El Salvador está planteándose por estas fechas prohibir de forma permanente las actividades mineras. En un país pequeño, tan densamente poblado y con una fuerte escasez hídrica esa prohibición sería lo más acertado.

Todo depende, como dijimos, de las escalas. Aire, agua, tierra y energía son los cuatro elementos fundamentales de la naturaleza y también los cuatro elementos sobre los que el capitalismo avanza en estos tiempos a toda velocidad. Y es que incluso si esa redistribución fuera real tampoco se justificarían los daños sociales y ambientales que estos megaproyectos dejan en los territorios: Ocupaciones (para)policial y (para)militar, despojos, contaminación, abusos de todo tipo contra las poblaciones locales.

Por estos tiempos el concepto de territorialidad se está utilizando de nuevo como base y sostén para defender física y teóricamente esos espacios que habitamos. Jean Robert dice que “a lo mejor, muchos no saben que, con ello, están inventando un potente concepto analítico nuevo para hablar de una vieja realidad que tiene que ver con el cultivo, la cultura, las costumbres y también la hospitalidad y, por supuesto, la subsistencia, palabra deshonrada por el mal uso que le dieron los lingüistas y economistas ‘de arriba’”. Un concepto parecido podría ser el de biocultura, mismo sobre el que los pueblos huicholes de México están reafirmando legalmente la defensa de su centro sagrado en Wirikuta ante la minería y las agroindustrias. Y es que está visto que para lograr una defensa integral de los territorios primero necesitamos reconocer cuáles son los territorios en los que se establecen esas luchas. El ideológico es quizás el más profundo de ellos. Volviendo a citar a Robert, “lo que vivimos ahora es el efecto de sueños de poder desproporcionados y de omnisciencia desencadenados de sus ataduras tradicionales. Al caer sobre la tierra como desechos, amenazan el sentido común de la gente, que es percepción de la proporción, de la escala, de la justa importancia de las cosas y de los límites de las fuerzas propias. (…) Hoy en día, este contrario de la territorialidad se llama desarrollo urbano y se enseña en las universidades como diseño arquitectónico”.

Las resistencias no cesan, no descansan y no paran de crear alternativas a estos modelos. ¿Cómo no hacerlo cuando incluso los tribunales internacionales favorecen los derechos de las trasnacionales en lugar de hacer prevalecer los derechos colectivos de los pueblos? Un rápido vistazo sobre el más importante de ellos puede aproximarnos a una conclusión: el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) fue creado en 1966 como una rama del Banco Mundial para fomentar el flujo internacional de inversiones. No será muy difícil acertar a quiénes beneficiará en las disputas.

De las falacias del neoextractivismo hay una que se sigue usando todavía hoy y no deja de llamar nuestra atención: “solo se oponen pero no proponen”. En este corto tiempo que llevamos escribiendo sobre bienes comunes hemos presentado varias propuestas (de esas que para algunæs no existen). Sin irnos muy lejos mientras en pleno siglo XXI los pequeños agricultores siguen siendo quienes alimentan al mundo, las agroindustrias -con un distorsionado discurso de fin de las hambrunas-, solo han logrado sembrar desertificación, enfermedades y especulación financiera.

Desde Grain nos recuerdan que “reencontrarnos con la agricultura como arte, como camino para la fructificación y como base de la cultura de nuestros pueblos es un desafío clave para la humanidad”. Lo que nos dignifica es nuestra capacidad de decidir sobre nuestras propias vidas cotidianas y eso es un poco lo que se proponen desde los proyectos que buscan reencontrar la armonía que alguna vez hubo entre humanidad y naturaleza. Y no hace falta evocar imágenes de taparrabos para lograr esos fines. Los huertos urbanos y la permacultura son propuestas que se están trabajando en las ciudades y que valoran ambos fines: sustentabilidad y autonomía. Un caso concreto se da en las afueras de Buenos Aires, Argentina donde se atestigua un auge de aldeas ecológicas. Ya el año pasado Boaventura de Sousa hacía un buen resumen sobre las conclusiones a las que se llegaron desde la Cumbre de los Pueblos (aquella que se dio en paralelo a la oficial Río+20). “Primero, la centralidad y la defensa de los bienes comunes de la humanidad como respuesta a la mercantilización, privatización y financierización de la vida, implícita en el concepto de ‘economía verde’. Entre los bienes comunes están el aire y la atmósfera, el agua, los acuíferos, ríos, océanos, lagos, las tierras comunales o ancestrales, las semillas, la biodiversidad, los parques y las plazas, el lenguaje, el paisaje, la memoria, el conocimiento, el calendario, Internet, HTML, los productos distribuidos con licencia libre, Wikipedia, la información genética, las zonas digitales libres, etc. (…) Segundo, el pasaje gradual de una civilización antropocéntrica a una civilización biocéntrica (…) Tercero, defender la soberanía alimentaria (…) Cuarto, un vasto programa de consumo responsable que incluya una nueva ética del cuidado y una nueva educación para el cuidado y el compartir (…) Quinto, incluir en todas las luchas y en todas las propuestas de alternativas las exigencias transversales de profundización de la democracia y de lucha contra la discriminación sexual, racial, étnica, religiosa, y contra la guerra”. Un panorama parecido se presentó este año en la Declaración de la Cumbre de los Pueblos de Santiago de Chile en la que se propuso recuperar derechos y bienes naturales, promover el paradigma del buen vivir, trabajar por la autogestión, la autoorganización y la soberanía alimentaria.

américaLas luchas y resistencias en las calles han sido y son necesarias para afirmarnos en los territorios. Gracias a este tipo de acciones el pueblo oaxaqueño, en México, logró detener el megaparque eólico Mareña Renovables que quería instalarse en el Istmo de Tehuantepec. Gracias a las alianzas que se tejen con medios digitales muchas de estas luchas se multiplican. En los últimos tiempos asistimos día con día a manifestaciones virtuales en apoyo a legítimos reclamos en territorios más o menos remotos (casos Dragon Mart Cancún, ciudades modelo en Honduras o Shell, culpable de contaminación en Nigeria, etc.) Pequeñas acciones, algunas que incluso vienen desde las administraciones públicas y todas ellas nos parecen bienvenidas, una vez más por la escala en la que se dan y por su replicabilidad.

Cada quien desde sus espacios de conocimiento están aportando a la construcción de alternativas posibles, deseables y palpables de sus formas de entender el Buen Vivir: ese concepto amplio y generoso del que nos gusta sentirnos parte y que incorpora pluralidad, plenitud, convivencia, armonía… Para empezar a definir(nos) siempre ayuda recordar lo que no es. Estas propuestas no son un remiendo del “desarrollo lineal e infinito”. Para Rebecca Hollender precisamente “la viabilidad del Buen Vivir viene de su capacidad de ir más allá del crecimiento económico como sinónimo, mecanismo e indicador del desarrollo y de aceptar la realidad y limitaciones físicas de los ecosistemas y el carácter finito de los recursos naturales de nuestro planeta. Su viabilidad, igualmente, viene de su capacidad de reconocer que la diversidad no solo es importante en la Naturaleza, sino en nuestras sociedades y culturas también”.

Todas las alianzas posibles son bienvenidas. Todas las complicidades también. El hecho de lograr flexibilidad y respeto como partes necesarias de la ecuación nos ayuda a construir alternativas desde lo local, vincularlo con lo regional y llegar hasta lo global. Retomando los ejemplos arriba citados, si los medios digitales llegaron para quedarse bueno será entonces que sigamos promoviendo la unión y solidaridad de esos espacios que permiten que pequeñas acciones se reproduzcan geométricamente con los altavoces de la Red. Eso y que “con un solo click” salvaremos el mundo no son sinónimos, pero tampoco creemos justo denostar estas acciones que aportan a una (tantas veces) aclamada amplificación de legítimas demandas. Hoy más que nunca están al alcance de nuestras manos. Elegir dónde y qué consumimos o qué compartimos en redes sociales son todas ellas acciones políticas que por pequeñas que sean aportan a “ese cambio que queremos ver en el mundo”.

Si volvemos a esto de los prefijos nos quedamos con las micropolíticas capaces de incidir en las macroestrcuturas para recrear alternativas vivibles.

Extractivismo y agricultura industrial o como convertir suelos fértiles en territorios mineros

Extractivismo y agricultura industrial o como convertir suelos fértiles en territorios mineros

Revista Biodiversidad, sustento y culturas 75. Enero 2013. GRAIN

mineriaLa agricultura, de la mano de la interacción/diálogo/crianza mutua de los seres humanos con los suelos, las semillas, la biodiversidad y el agua han sido la base la alimentación de la humanidad durante los últimos diez mil años y son esos saberes, esas semillas y esos agricultores los que hoy la siguen alimentando.

Según el Diccionario de la Real Academia agricultura es: “Labranza o cultivo de la tierra”, “Arte de cultivar la tierra” y “Dar a la tierra y a las plantas las labores necesarias para que fructifiquen”. La definición no deja lugar a dudas: un arte implica práctica manual, saberes, tecnologías, transmisión oral, creatividad, evolución. La labranza, el cultivo y las labores necesarias para la fructificación involucran la participación activa y comprometida de las personas en todo el proceso que va de la preparación del terreno a la cosecha y los cuidados posteriores del mismo.

La agricultura representa la mayor tarea de construcción de saberes de manera colectiva en diálogo con la naturaleza que los seres humanos hemos logrado a lo largo de toda nuestra historia. Quizás la única que se le pueda comparar es la del conocimiento del uso de las plantas medicinales que desde el momento en que comenzamos a cultivar la tierra estuvieron profundamente integrados.

Los suelos, ecosistemas vivos. Los suelos son una delgada capa que cubre más de 90% de la superficie terrestre del planeta. No son sólo polvo y minerales. Son ecosistemas vivos y dinámicos. Un suelo sano bulle con millones de seres vivos microscópicos y visibles que ejecutan funciones vitales. Es capaz de retener y proporcionar lentamente los nutrientes necesarios para que crezcan las plantas. Puede almacenar agua y liberarla gradualmente en ríos y lagos o en los entornos microscópicos que circundan las raíces de las plantas, de modo que los ríos fluyan y las plantas puedan absorber agua mucho después de que llueva.1

Es clave la materia orgánica del suelo —una mezcla de sustancias originadas de la descomposición de materia animal y vegetal; sustancias excretadas por hongos, bacterias, insectos y otros organismos. En la medida que el estiércol, los restos de cosecha y otros organismos muertos se descomponen, liberan nutrientes que pueden tomar las plantas y usarlos en su crecimiento y desarrollo. Las moléculas de materia orgánica absorben cien veces más agua que el polvo y pueden retener y liberar hacia las plantas una proporción similar de nutrientes. La materia orgánica contiene moléculas que mantienen unidas las partículas del suelo protegiéndolo contra la erosión y volviéndolo más poroso y menos compacto. Esto permite al suelo absorber la lluvia y liberarla lentamente a los ríos, lagos y plantas y dejar que crezcan las raíces de las plantas. Conforme crecen las plantas, más restos vegetales llegan o permanecen en el suelo y más materia orgánica se forma, en un ciclo continuo de acumulación. Este proceso ha ocurrido por millones de años y fue uno de los factores clave en la disminución del dióxido de carbono en la atmósfera millones de años atrás, lo que hizo posible la emergencia de la vida en la tierra tal y como la conocemos.

La materia orgánica se encuentra sobre todo en la capa superior del suelo (la más fértil). Es propensa a la erosión y necesita ser protegida por una cubierta vegetal que sea fuente permanente de nueva materia orgánica. La vida vegetal y la fertilidad del suelo son procesos que se propician mutuamente, y la materia orgánica es el puente. Pero es también alimento de las bacterias, hongos, pequeños insectos y otros organismos que viven en el suelo y convierten el estiércol y los tejidos muertos en nutrientes y en las increíbles sustancias descritas, que al alimentarse descomponen la materia orgánica. Ésta debe ser repuesta constantemente; si no, desaparece poco a poco del suelo.

Los pueblos rurales de todo el mundo tienen un profundo entendimiento de los suelos. En su experiencia han aprendido que hay que cuidarlos, cultivarlos, alimentarlos y dejarlos descansar. Muchas de las prácticas comunes de la agricultura tradicional reflejan estos saberes. Aplicar estiércol, residuos de cultivos o compost, nutre el suelo y renueva la materia orgánica. El barbecho, en especial el barbecho cubierto, tiene como fin que el suelo descanse, de modo que el proceso de descomposición pueda realizarse en buena forma. La labranza reducida, las terrazas, el mulch y otras prácticas de conservación protegen el suelo contra la erosión, para que la materia orgánica no sea arrastrada por el agua. A menudo, se deja intacta la cubierta forestal, se la altera lo menos posible o se la imita, de forma que los árboles protejan el suelo contra la erosión y provean de materia orgánica adicional. Cuando a lo largo de la historia se olvidan o se dejan de lado estas prácticas, se paga un alto precio.


La imposición de la agricultura industrial. Pese a todos estos saberes y a la efectividad de este modelo agrícola (en realidad miles de modelos agrícolas adaptados a los distintos ecosistemas, climas y regiones) en la segunda mitad del siglo veinte se logró instalar en la opinión pública y las políticas agrícolas la noción de que el hambre en el mundo era fruto de las carencias de esa forma de hacer agricultura y se impulsó una “revolución verde” con su paquete de tecnología, agrotóxicos, semillas bajo control corporativo y monocultivos.

Como lo reiteramos en GRAIN, esta “revolución verde” no fue más que la excusa con la que las corporaciones del agronegocio intentan apoderarse de todo el sistema alimentario para incrementar sus ganancias, especular y hacernos absolutamente dependientes.2

De un plumazo se intentó borrar diez mil años de construcción de saberes para poner a los suelos como sustrato muerto para el desarrollo de plantas con el aporte de nutrientes externos una vez que los del suelo se agotaran.

suelos¿Por qué es la agricultura industrial una actividad extractivista? Es extractivista porque considera los suelos un sustrato inerte del que se extraen nutrientes (proteínas y minerales) utilizando tecnología y productos químicos (fertilizantes, pesticidas, herbicidas, fungicidas, etcétera).

Quizás la única diferencia con la minería sea que ésta se extraen minerales en forma directa y con la agricultura industrial es través un proceso biológico (el crecimiento de plantas que son los que contienen los nutrientes). Esa diferencia es bastante reducida pues los productos obtenidos con estos procesos industriales son de calidad biológica muy inferior a la los alimentos producidos por prácticas tradicionales. Todo el sistema productivo desprecia y desvaloriza los procesos biológicos cuando se trata al suelo como un simple sustrato físico y a la nutrición de las plantas como una cuestión de introducir nutrientes —vía fertilización química— cuando lo necesita su crecimiento.

Lo que en concreto define a la agricultura industrial como extractivista es la enorme cantidad de minerales y nutrientes que extrae del suelo sin ningún tipo de reposición ni compensación, destruyendo su estructura y agotándolos irremediablemente. Lo absurdo es que se asume que esto ocurrirá y el modo de “reponer” las sustancias extraídas es aplicando enormes cantidades de fertilizantes químicos que, por supuesto, son una parte más del negocio de las corporaciones agroindustriales.

La gran paradoja es que el “ciclo” de la agricultura industrial se completa incorporando fertilizantes que  a su vez deben ser extraídos del suelo (el fósforo y el potasio por minería directa) o fabricarlos del petróleo (como el nitrógeno). Ninguno de estos productos es renovable y a mediano plazo se agotarán. Pero igual de grave resulta que su uso masivo complete indefectiblemente la destrucción de los suelos.

Además, en sus impactos sobre los territorios las consecuencias son las mismas que las del extractivismo de la minería a cielo abierto: una destrucción territorial, una devastación de la biodiversidad, contaminación masiva, extracción de volúmenes inmensos de agua y contaminación de las cuencas cercanas, impacto en la salud humana y animal, destrucción de las economías regionales y nula creación de empleos para la población local.

Algunas cifras de Argentina. Estudios realizados recientemente no dejan lugar a dudas sobre el extractivismo inherente a la agricultura industrial en el caso argentino, donde este modelo domina buena parte de las tierras agrícolas del país. Un trabajo realizado desde el Instituto de Suelo del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agrícola) en el año 20093  encontró que en la campaña 2006/07 se extrajeron 3 mil 527 millones de toneladas de nitrógeno, fósforo, potasio y azufre.

Este mismo estudio plantea que “si se analiza el balance de los nutrientes estudiado en la campaña agrícola 2006/07 desde el punto de vista económico, se observa que se han exportado alrededor de 2 mil 320 millones de toneladas de elementos en el grano, lo que representa mil 788 millones 370 mil dólares a precios de 2006 y 3 mil 309 millones 650 mil dólares a precios de 2009”.

Otro trabajo reciente4 nos muestra contundente la evolución del uso de fertilizantes con los principales nutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio y azufre) de 1993 a 2009. En la siguiente tabla (elaborada por los autores) observamos como el mismo ha pasado aproximadamente de cien mil toneladas para cada uno de ellos a cifras que van de los ochocientos mil al millón trescientos de toneladas para el caso del azufre.

 Aún así, Cruzate y sus colegas5 plantean que la “reposición” de nutrientes alcanza apenas a cubrir valores que de acuerdo a distintas investigaciones van del 34 al 41 % de los nutrientes extraídos.

Analizando algunos cultivos específicos, la expansión del monocultivo de soja transgénica resistente al herbicida glifosato en el Cono Sur de América Latina es uno de los casos extremos de imposición de la agricultura industrial en el mundo y sus impactos en toda la región están ampliamente demostrados y cuantificados. Argentina fue la “cabecera de playa” desde donde se impuso la soja en toda la región.

Es el caso más rápido de expansión de un monocultivo en la historia de la agricultura industrial: la soja transgénica comenzó a cultivarse en el año 1996 para alcanzar una superficie de 18 millones ochocientas mil hectáreas en la temporada 2011-2012. Esta superficie representa más del 55% de la superficie agrícola del país.

Este crecimiento del cultivo de soja tiene dramáticas consecuencias en cuanto a sus impactos socioambientales que están muy documentadas. Pero específicamente en referencia a la extracción de nutrientes las cifras son contundentes:

El monocultivo de soja repetido año tras año en los campos produce una intensa degradación de los suelos con una pérdida de entre 19 y 30 toneladas de suelo en función del manejo, la pendiente del suelo o el clima.6

sojaCon cada cosecha de soja se exportan miles de toneladas de nutrientes de nuestro suelo. Según el trabajo de Adolfo Cruzate y Roberto Casas7 la soja produjo durante la temporada 2006/2007 con una producción de 47 millones 380 mil 222 toneladas una extracción de un millón 148 mil 970 toneladas 390 mil kilos de nitrógeno, 255 mil 853 toneladas 200 mil kilos de fósforo, 795 mil 987 toneladas 730 mil kilos de potasio, 123 mil 188 toneladas 580 mil kilos de calcio, 132 mil 664 toneladas 620 mil kilos de azufre, y 331 toneladas 660 mil kilos de boro.

Cada cosecha de soja que se exporta se lleva unos 42 mil quinientos millones de metros cúbicos de agua por año (datos de la temporada 2004/2005) correspondiendo 28 mil 190 millones a la pampa húmeda.8

Tengamos presente que los datos aquí presentados se refieren a los “principales nutrientes” desde el punto de vista del mismo modelo de la agricultura industrial. No se presentan los datos correspondientes a los micronutrientes (esenciales para un buen desarrollo de las plantas) ni los referidos a la calidad de la materia orgánica del suelo, que como lo hemos planteado es esencial para la agricultura.

Tampoco incorporamos el impacto de la utilización masiva de agroquímicos, en especial el glifosato que está indisolublemente ligado al cultivo de la soja transgénica, y que al igual que los tóxicos utilizados en la minería a cielo abierto tiene un enorme impacto en la destrucción de la biodiversidad, la contaminación y la salud de las comunidades que habitan los territorios ocupados por el agronegocio.

Conclusiones. La insustentabilidad de la agricultura industrial es una cuestión indiscutible y verla desde el punto de vista del extractivismo nos permite ponerle números a una práctica que de cualquier manera tiene sus principales fallas en sus fundamentos éticos, económicos y políticos. A pesar de todas las evidencias hay quienes insisten en darle nuevas “vueltas de tuerca” al modelo para mantener el status quo y mantener el control corporativo.

Algunos plantean que se debe profundizar el modelo de agricultura industrial extractivista buscando nuevas “soluciones tecnológicas” y mediante nuevos transgénicos, más agrotóxicos, aplicación masiva de fertilizantes, “solucionar” los problemas emergentes y continuar la destrucción masiva.

Una nueva vertiente, encolumnada con la propuesta de la “economía verde” que se intentó imponer en Río+20, pretende “resolver” los problemas que ocasionó la agricultura industrial con una supuesta “agricultura inteligente” que busca incorporar prácticas de cuidado de los suelos, diversidad de cultivos, agricultura orgánica, pero siempre manteniendo el control corporativo de la agricultura.

Ninguno de estos caminos resolverá los graves problemas que la contaminación, la destrucción de biodiversidad, el desplazamiento de campesinos y pueblos indígenas y la destrucción de suelos han producido en apenas cincuenta años. Estas propuestas continuarán abriendo las puertas a la especulación financiera con los alimentos e incrementarán el número de personas hambrientas en el mundo.

Desde la perspectiva de le ecología política y de la mano de los movimientos campesinos del mundo surgió la respuesta para avanzar en un verdadero cambio de rumbo: la soberanía alimentaria como marco político y una agricultura campesina con base agroecológica, como proponen desde muchos rincones del planeta. Esto ya se instrumenta buscando reemplazar definitivamente al modelo de muerte que entraña la agricultura industrial.

Reencontrarnos con la agricultura como arte, como camino para la fructificación, y como base de la cultura de nuestros pueblos es un desafío clave para la humanidad. Cuidar los suelos, alimentarlos incorporándoles materia orgánica y diversificando cultivos, es la gran oportunidad para enfrentar los desafíos que las múltiples crisis que nos plantean.

Notas:
1 GRAIN, “Cuidar el suelo”. Biodiversidad, sustento y culturas, núm 62, 2009a. http://www.grain.org/es/article/entries/1236-cuidar-el-suelo.
2 GRAIN,  “Veinte años de luchas”. Biodiversidad, sustento y culturas, núm 65, 2010. http://www.grain.org/es/article/entries/4097-veinte-anos-de-lucha.
3 Cruzate, G. A., Casas, R., “Extracción de nutrientes en la Agricultura Argentina”, Informaciones Agronómicas de Hispanoamérica (LACS), 2009. http://www.ipni.net/publication/ia-lacs.nsf/issue/IA-LACS-2009-4,
4 García, F. O., González, M. F., “Balances de nutrientes en Argentina, ¿Cómo estamos? ¿Cómo mejoramos?” Informaciones Agronómicas de Hispanoamérica (LACS), 2010. http://www.ipni.net/publication/ia-lacs.nsf/issue/IA-LACS-2010-4.
5 Cruzate, op.cit.
6 GRAIN, “Las consecuencias inevitables de un modelo genocida y ecocida”, Biodiversidad, sustento y culturas núm. 61, 2009b. http://www.grain.org/es/article/entries/1232-las-consecuencias-inevitables-de-un-modelo-genocida-y-ecocida.
7 Cruzate, op.cit.
8 Pengue, W. A. “Agua virtual”, agronegocio sojero y cuestiones económico ambientales futuras. Fronteras, 2006

¿Qué es el extractivismo? Diálogo con Gustavo Castro en el Encuentro Mesoamericano contra la Minería

¿Qué es el extractivismo?
Diálogo con Gustavo Castro en el Encuentro Mesoamericano contra la Minería en Oaxaca, México

Radio Mundo Real

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gustavoAunque el extractivismo como modelo industrial de apropiación de recursos no es novedoso, en Mesoamérica se observa una aceleración de dicha práctica que derriba las fronteras nacionales y aflige a comunidades bajo un denominador común de destrucción irreversible de la naturaleza y los bienes comunes.

El integrante de Otros Mundos Chiapas, parte de Amigos de la Tierra, Gustavo Castro Soto, enumera las diversas formas de extracción a las que se enfrentan las comunidades en México, desde su fuerza de trabajo, sus semillas tradicionales y medios de vida hasta el agua y la energía generando así “economías de enclave” donde las únicas beneficiadas son las empresas.

“Una industrialización en que se eliminan costos y se aumentan las ganancias a costa de extraer materias primas y explotar a los trabajadores” es hoy el patrón común en varios países de Mesoamérica, indica.

Allí el dato novedoso, que quedara de manifiesto también en el marco del Encuentro, realizado entre el 17 y el 20 de enero en Capulálpam de Méndez, en el estado mexicano de Oaxaca, es la aceleración del proceso de manos de transnacionales de distintos rubros pero bajo un mismo modo de operar. El modelo paradigmático en ese sentido son las mineras de origen canadiense principalmente.

En el Encuentro participaron compartiendo sus experiencias de resistencia organizaciones y redes provenientes de Honduras, Guatemala, El Salvador, Canadá y México.

“Básicamente el 70 u 80 por ciento de la industria minera es a cielo abierto, lo que significa que deben destruir bosques, no se regenera la naturaleza y se produce drenaje ácido que eso es hablar de miles de años, sin hablar del desplazamiento de población”, indicó Gustavo Castro entrevistado en Capulálpam de Méndez por nuestra compañera colaboradora de Radio Mundo Real Mónica Montalvo.

El activista ecologista vinculó la presencia de las mineras, de un lado, sostenida firmemente por redes de regulaciones que buscan preservar y salvaguardar los intereses empresarios, con la violencia y la represión estatal y para-estatal a quienes plantean resistencia al verse directa o indirectamente afectados.

“Las demandas de estas mineras son por cientos de millones de dólares. Si los gobiernos se hicieran eco de las demandas de las comunidades y decidieran cerrar una mina les caen demandas para pagar las cuales deberían vender al país mil veces”, graficó.

Así es que “no hay país donde no haya resistencia y mucha violencia” en torno a la minería, agrega Gustavo.

Candados preventivos

Asimismo, sobre las estrategias a seguir, Gustavo Castro señala que de las experiencias compartidas surge con claridad que el método hoy más efectivo es la prevención, dado que una vez instaladas las inversiones resulta muy dificultoso y doloroso en costos humanos su anulación y más aún la recuperación de las zonas afectadas.

“Es por ello que las comunidades están reaccionando, despertando y buscando colocar candados sobre su territorio que evite la llegada de inversiones. Cuando éstas ya llegan es mucho más difícil”, concluyó el ambientalista mexicano en la entrevista.

En la experiencia mexicana y mesoamericana de resistencia han nacido articulaciones como la REMA (Red Mexicana de Afectados por la Minería) y el M4 que es el Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero.

Gustavo, que integra ambas experiencias, augura que el gobierno mexicano va a intentar legislar para quebrar las resistencias territoriales y llamó la atención sobre la próxima negociación y aprobación de un Tratado Transpacífico que, adelanta, resultará aún más lesivo para las poblaciones que el propio y frustrado del Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA).

Entrevista de Mónica Montalvo para Radio Mundo Real.
Foto: MAJLOC
(CC) 2013 Radio Mundo Real

 

DECLARATORIA: Encuentro de Pueblos de Mesoamérica : Si a la Vida, No a la Minería

DECLARATORIA: Encuentro de Pueblos de Mesoamérica : Si a la Vida, No a la Minería

encuentroLos pueblos, comunidades, organizaciones, colectivos y redes, desde la diversidad que caracteriza la región mesoamericana, nos hemos encontrado los días 17 al 20 de enero de 2013 en la comunidad zapoteca de Capulálpam de Méndez  para analizar las problemáticas relacionadas con la minería en nuestros territorios, asimismo hemos compartido experiencias de defensa y resistencia a los megaproyectos mineros impulsados por el  capital trasnacional. Las voces participantes hacemos la siguiente Declaración:

Actualmente vivimos bajo un modelo económico y político basado en el despojo y la extracción acelerada de nuestros bienes comunes como los minerales, agua, bosques, petróleo, aire, gas, carbón, conocimientos, a través del despojo y mercantilización  de nuestros territorios ancestrales.

Bajo la imposición de este modelo extractivista,  los pueblos herederos de Mesoamérica  luchamos contra un  proceso hegemónico trasnacional de destrucción  de nuestras propias estructuras  sociales, económicas, políticas y culturales.

Para su implementación los gobiernos han firmado una serie de convenios multilaterales, tal es el caso del Plan Mérida, el Tratado Traspacífico, Proyecto Mesoamericano, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte entre otros, que se traducen en  reformas estructurales, agrarias, energéticas, laborales, educativas, hacendarias, de seguridad e impartición de justicia con el respaldo  del  poder político, militar y financiero representado por las empresas, el estado y las instituciones financieras multilaterales. En este sentido, los gobiernos al optar por el capitalismo depredador, o asociarse  con las empresas internacionales, se convierten en enemigos de nuestros pueblos.

Frente a dicho modelo extractivista, hemos definido tejer nuestras  resistencias, mediante el fortalecimiento de nuestras estructuras comunitarias como las asambleas, autoridades comunitarias, manteniendo el control del territorio comunal y el fortalecimiento de nuestra memoria histórica.

El tiempo en que el gobierno representaba un poder absoluto es un asunto del pasado, es necesaria una nueva relación con el gobierno, en donde los pueblos indígenas decidan el destino de sus territorios.

Frente a la gran amenaza que representa la industria minera para nuestra región mesoamericana, hacemos un llamado a los pueblos y comunidades de Honduras,  Guatemala, El Salvador, Puerto Rico, Argentina, Canadá y México para fortalecer nuestras redes de resistencia  y generar alianzas amplias basadas en nuestros saberes, donde la defensa del territorio constituye la base de nuestra articulación.

Por la defensa de la vida, nuestros espacios sagrados, nuestros bosques,  ríos, montes, manantiales y nuestros hijos e hijas, EXIGIMOS:

    Cambiar el modelo económico y político actual que permite la depredación de los territorios. Así como un cambio en la política autoritaria, colonial, militar  y patriarcal ejercida por los gobiernos. El respeto a las decisiones de los pueblos deberá ser parte fundamental en una nueva relación con los estados-gobiernos. Esto significa el ejercicio del derecho  a la libre determinación de los pueblos indígenas, campesinos y rurales.
    La cancelación de todos aquellos proyectos mineros donde las comunidades están en desacuerdo con el modelo extractivista  en la región mesoamericana.
    Se respeten los procedimientos de consulta comunitaria, que constituyen una práctica ancestral de los pueblos para la participación y toma de decisiones, asimismo que sus resultados sean considerados vinculantes;  estas consultas representan un derecho sustantivo de protección de los derechos fundamentales de los pueblos indígenas.
    Generar mecanismos para garantizar que los territorios fronterizos estén libres de proyectos mineros y evitar conflictos binacionales que atenten contra la armonía y políticas de buena vecindad en la región mesoamericana.
    Justicia para todas las defensoras y defensores de los territorios que han sido criminalizados, amenazados, agredidos y asesinados en la región mesoamericana.
    Ley en Honduras que prohíba la explotación minera a cielo abierto y la minería subterránea, asimismo la indemnización y reparación de los daños ocasionados al medio ambiente producidos por Gold Corp Corporation y otras empresas.
    Cese la provocación, represión y persecución legal contra la lucha pacífica de Guatemala, solidaridad con los compañeros de la Puya, oriente de Guatemala.
    Que la corte de constitucionalidad resuelva a favor del recurso de inconstitucionalidad contra la ley de minería que el Consejo de Pueblos presentó en marzo de 2012.
    Que el gobierno de Guatemala respete las decisiones manifestadas por los pueblos  en las consultas comunitarias realizadas.

Nuestra riqueza no se mide por la cantidad de minerales producidos, sino por nuestras propuestas de organización,  políticas, sociales y culturales, las agresiones en contra de nuestros pueblos nos producen una herida profunda, ante lo cual DEMANDAMOS:

    La cancelación de las concesiones mineras y el reconocimiento a la ratificación del  NO a la minería por parte de la asamblea general de comuneros y ciudadanos/as de Capulálpam de Méndez, Oaxaca, asimismo el cierre definitivo de la compañía minera Natividad y Anexas.
    La cancelación del proyecto minero “San José”, en el municipio de San José del Progreso, Oaxaca, la cancelación de las concesiones mineras otorgadas en la región de los valles centrales, así como castigo a los responsables de los crímenes cometidos contra la Coordinadora de Pueblos Unidos del Valle de Ocotlán desde 2006.
    Alto a la violación  de derechos humanos por parte de la compañía minera canadiense Excellon Resources Inc. a ejidatarios de La Sierrita  y trabajadores mineros de la Secc. 309 del Sindicato Minero en Durango.
    Solución al conflicto del ayuntamiento de Tlacolula. Castigo a las agresiones de la presidenta municipal de Tlacolula en contra de las y los integrantes de la Coordinadora para la Defensa de los Recursos Naturales del Valle de Tlacolula.
    La cancelación del proyecto hidroeléctrico Paso de la Reina en la costa de Oaxaca, México.
    Solución al problema municipal de San Mateo del Mar, en el Istmo de Tehuantepec.
    Justicia para el pueblo Triqui.
    Justicia para Bety Cariño y Jyri Jaakkola.
    Denunciamos las amenazas de muerte contra Carlos Beas, Bettina Cruz Velásquez, Rodrigo Flores Peñaloza y Saúl Celaya, y cese al hostigamiento permanente contra las comunidades en resistencia al megaproyecto eólico del istmo de Tehuantepec por el gobierno estatal de Oaxaca y la empresa Mareña Renovables, empresa española.

Nos solidarizamos con el movimiento  “Idle No More / Basta de Pasividad” en la defensa de sus territorios y soberanía.

Hacemos un reconocimiento a la comunidad de Capulálpam de Méndez, por su ejemplo de organización política-comunitaria  y su defensa contra los proyectos mineros en la Sierra Juárez.

Tenemos el derecho a decir NO al desarrollo impuesto  y a definir nuestras formas de producción económica, social, política y cultural.

 Por la Defensa de Nuestros Territorios: Si a la Vida, No a la Minería en la Región Mesoamericana.

Autoridades municipales, agrarias y comunitarias: Capulálpam de Méndez,  Santa Catarina Lachatao, San Pedro Yolox, Santa Lucía Mecaltepec-Yautepec, Santa María Candelaria, San Jerónimo, San Lucas Ixcotepec,  Cosoltepec, San Pedro Chayuco, Santa Cruz Mixtepec, Guadalupe Victoria-Yautepec, San Pedro Mártir Ocotlán, Ocotlán de Morelos, Ejido la Sierrita-Tlahuatilo-Durango, Huajuapam de León, Santa Marta Zoquiapam, San Miguel Nizaviguite-Yautepec, Santo Tomás Quierí-Yautepec, Magdalena Teitipac, Santa María Yahuiche-Ixtlán, Santiago Lachivía-Yautepec, Santa María Yahuiche, yucuquimi de Ocampo, San Pedro Nexicho.

Comunidades: El Porvenir-San José del Progreso, Zacapoaxtla-Puebla, Maguey Largo-San José del Progreso, San Andrés Yutatio-Mixteca, San Simón Zahuatlán, San Mateo del Mar, Yucha nchaa-Mixtepec, Nuevo México-Veracruz, Coatzacoalcos-Veracruz, Santiago Xiacuí, Acatlima-Huajuapam, Ayuquililla-Mixteca, Zaachila, Oaxaca de Juárez, San Juan Nopala, San Juan Yagila, Santa María Yavesía, Ixtlán de Juárez, Guelatao de Juárez, Santa Lucía Ocotlán, Miahuatlán, San Juan Tabaá, San Cristóbal de las Casas, San Nicolás Yaxe, San Francisco Tutla, Ayoquezco de Aldama, San Isidro de Morelos-Putla de Guerrero, Santa Cruz Yagavila, Escuintla-Chiapas, Cuicatlán, San Andrés Huajuapam, San Juan Evangelista Analco, Tanetze de Zaragoza, Tlaxiaco, San Miguel Chimalapas, Asunción Lachixila, San Marcos Arteaga, San Miguel Copala, San Cristóbal Chichcaxtepec, Paso de la Reyna-Jamiltepec.

Organizaciones  sociales-civiles y redes: Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios, Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca-UNOSJO S.C. Servicios para una Educación Alternativa-EDUCA A.C., Servicios del Pueblo Mixe-Ser Mixe A.C. Centro de Derechos Indígenas Flor y Canto A.C., Tequio Jurídico A.C., Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez-Centro Prodh A.C., Coordinadora de Pueblos Unidos del Valle de Ocotlán-CPUVO, Servicios Universitarios y Redes de Conocimiento en Oaxaca SURCO A.C., Red Mexicana de Afectados por la Minería-REMA, Movimiento Mesoamericano Contra el Modelo Extractivo Minero-M4,  COSIP-Chiapas, COMCAUSA A.C., Sipaz-San Cristóbal de las Casas, SWEFOR-San Cristóbal de las Casas, Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina (UFIC)-Juchitán-Oaxaca, Red Mexicana de Acción Frente al Libre Comercio-RMALC, Otros Mundos Chiapas A.C., Comité de Derechos Humanos de Base de Chiapas Digna Ochoa, C.A.C.I.T.A.,  Coordinadora de Pueblos Unidos por la Defensa del Agua, Solidaridad Directa con Chiapas-Suiza, Frente en Defensa del Territorio y la Autonomía-Sierra Norte de Puebla, Ciudadanos Comprometidos con la Sierra Norte de Puebla, Acción Permanente por la Paz, Veredas Autónomas, Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos-PIAP A.C., Fondo para los Derechos Humanos Globales, Movimiento Agrario Indígena Zapatista-MAIZ, La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental-LA VIDA, Frente Amplio Opositor a la Minera San Javier-FAO, Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos-AMAP, Comité de Defensa Integral de Derechos Humanos Gobixha-CODIGO DH A.C., Colectivo de Organizaciones y Redes Oaxaqueñas, Movimiento Madre Tierra-Honduras, Comité Ambientalista del Valle de Siria-Honduras, Kitchenahmay Koosib Inninuwug-Canadá, Consejo de Pueblos de Occidente-Guatemala, Asamblea de Pueblos de Huehuetenango por la Defensa del Territorio ADH-Guatemala, Unión de Lucha Anticapitalista, Peace Brigades International-PBI, Emprendedores Sociales, Centro de Investigación sobre Investigación y Comercio-CEICOM-El Salvador, Mesa Nacional Frente a la Minería-El Salvador, Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan A.C., ANAD, Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, COPEVI A.C., Asociación de Profesionistas A.C., Tianguis Indígena Multicultural A.C., UZACHI, Movimiento por el Planeta, MPJD, Consejo de Derechos Indígenas de Oaxaca-CEDIO, OIDHO, Ven y Mira Teatro, SEDELI A.C., España Independiente, Gachij Nej Yuma´an A.C., Centro de Estudios para el Desarrollo Rural, Unitierra Oaxaca, Unitierra Puebla, MIDEM A.C., Instituto de la Naturaleza y la Sociedad de Oaxaca, Centro de Estudios de la Región Cuicateca-CEREC, Movimiento Popular Revolucionario, OCIO-CNPA MN, Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo UCIZONI A.C., Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, Coordinadora para la Defensa de los Recursos Naturales del Valle de Tlacolula, Kualli Komalli, Jóvenes en Resistencia Alternativa, Cinema Ambiente, Escuintla Nuestro A.C. tosepan titataniske-Puebla, Honorable Casa Nacional del Estudiante-HCNE, Fundar Centro de Análisis e Investigación, Serapaz A.C., Proceso de Articulación de la Sierra de Santa María, Consejo de Pueblos Unidos por la Defensa del Río Verde-COPUDEVER, DESMI A.C., Centro de Estudios Ecuménicos, GADES A.C.

Investigadores/Estudiantes: Unisur-Guerrero, Universidad Autónoma Metropolitana, ENAH, UAM, Colmex, SCLC-Chiapas, CESHECA-UNICACH, UNAM, COCYP-Chiapas, MASFICH Pueblo, MASHACH-Puebla, BIC 28, INAH-Morelos, Universidad Atutónoma Benito Juárez de Oaxaca-UABJO, Universidad de la Sierra Juárez, Universidad de Munich, UAEM, Latin American Studies, Centro Nacional para la Educación en Ciencias y Matemáticas A.C., CIESAS, UACH.

Medios de Comunicación: CNT-AIT (estado español), Colectivo Barro Negro Oaxaca, Biblioteca Maria Luisa, Periódico Luciérnaga, Radio Comunitaria Teotitlán del  Valle, XEGLO-La Voz de la Sierra Guelatao, Estéreo Comunal Guelatao, Puerto Rico en la Lucha por su Independencia, Proyecto Ambulante, Guardian UK, Radio Yaxhil, Contralínea, La Jornada, CORTV, Hijos de la Tierra, Ojo de Agua Comunicación A.C., Radio Universidad de Oaxaca, Radio Victoria-El Salvador, Desinformémonos.org,  Organización Radio Aire Zapoteca, Revista en Marcha, Palabra Radio.

Estados de México: Estado de México, Chiapas, Puebla, Guerrero, Zacatecas, Guadalajara, Veracruz, Morelos, Oaxaca, San Luis Potosí, Guanajuato, Durango, Distrito Federal.

Países: Honduras, Guatemala, El Salvador, Puerto Rico, Argentina, México, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, España.

 Capulálpam de Méndez, Oaxaca, México. 19 de enero de 2013.

Boletín de prensa: Encuentro de Pueblos de Mesoamérica “Sí a la vida No a la minería”

Boletín de prensa: Encuentro de Pueblos de Mesoamérica “Sí a la vida No a la minería”

encuentroCon el objetivo de analizar las consecuencias de la minería en los territorios de Mesoamérica y generar alternativas de defensa y organización desde los pueblos, las autoridades y organizaciones suscritas realizaremos el Encuentro de Pueblos de Mesoamérica“si a la vida no a la minería”, este evento se desarrollará en la comunidad zapoteca de Capulálpam de Méndez, los días 17 al 20 de enero del 2013.

En este encuentro trabajaremos en torno a las siguientes temáticas: Situación minera en Mesoamérica; Derechos de los Pueblos Indígenas y Minería; Estrategias de Defensa y Alternativas desde los pueblos para el buen vivir. El evento permitirá encontrarnos con organizaciones de Honduras, Guatemala, El Salvador, Canadá y México, quienes han acompañado diversos procesos de resistencia y defensa de los territorios indígenas frente a la minería.

El encuentro de Pueblos de Mesoamérica “si a la vida no a la minería”, se enmarca en un contexto en donde los pueblos y comunidades indígenas, rurales y campesinas de Mesoamérica y América del Sur se encuentran gravemente amenazados por proyectos de explotación minera, ya que existen más de 120 conflictos por causa de la minería, de las cuales 27 se presentan en Perú, 16 en Colombia y 15 en México.

En nuestro país se han documentado una serie de problemáticas relacionadas directamente con la entrada de empresas mineras, tal es el caso de Baja California, San Luís Potosí, Nayarit, Puebla, Veracruz, Chiapas, Guerrero y Oaxaca. En este último estado, se ha agudizado de forma alarmante la problemática social por proyectos mineros, tales son los casos de Capulálpam de Méndez en la Sierra Juárez y San José del Progreso en el Valle de Ocotlán.

En Capulálpam de Méndez hemos denunciado desde el año 2006, graves afectaciones al territorio comunal, a acuíferos y manantiales, al Rio Capulálpam y Rio Grande y a áreas que aportan agua y vida a la comunidad de Capulálpam. También hemos denunciado graves violaciones a nuestros derechos reconocidos en la legislación nacional e internacional que protegen los derechos de los pueblos indígenas en los casos en que inversiones para la explotación del subsuelo ponen en riesgo la vida de las comunidades indígenas. Hemos denunciado el impacto que la Compañía Minera La Natividad y Anexas, Continuum Resources y Minera Sundance han causado en Capulálpam debido a la explotación de minerales y en la asignación de concesiones mineras por parte del gobierno federal a dichas empresas. También hemos denunciado que la instalación de la Empresa Minera Cuzcatlán, S.A de C.V- Filial de Fortuna Silver Mines- en San José del Progreso, ha ocasionado y promovido la violencia y la confrontación al interior de la comunidad y ha cobrado la vida de dos personas defensoras del territorio.

Oaxaca de Juárez, Oaxaca, 14 de enero del 2013.

“Si a la Vida no a la Minería”
Autoridades Comunales y Municipales de Capulálpam de Méndez; Coordinadora de Pueblos Unidos del Valle de Ocotlán (CPUVO); Colectivo Oaxaqueño en Defensa de los Territorios; Servicios Universitarios y Redes de Conocimiento de Oaxaca (SURCO) A.C.; Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4) Centro Nacional de Apoyo a las Misiones Indígenas (CENAMI A.C.)

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OMS alerta a Chile, Argentina y México a causa del arsénico en las aguas

OMS alerta a Chile, Argentina y México a causa del arsénico en las aguas

arsenicoEstudios regionales confirman que en algunos casos las operaciones mineras inadecuadas están contaminando las aguas subterráneas y elevando los niveles de arsénico en la vegetación. La Organización Mundial de la Salud alertó a países como Chile, Argentina, México y Estados Unidos por contar con zonas de alto nivel de arsénico en el agua potable y en los alimentos, advirtiendo que su exposición prolongada es causa de cáncer y enfermedades en la piel, entre otros males para la salud.

 Señaló que es un componente natural que se encuentra en las aguas subterráneas en varios países, pero que tiene efectos nocivos para la salud, además de que se los asocia a enfermedades cardiovasculares, daños al sistema nervioso y diabetes.

Las personas quedan expuestas al arsénico al ingerir el agua contaminada y los alimentos contaminados, ya sea por la preparación o por la irrigación. Aunque también observó que se puede exponer al arsénico al fumar, informó la OMS.

«Los síntomas inmediatos del envenenamiento por arsénico son vómitos, dolor abdominal y diarrea, seguidos de parálisis y temblores en las extremidades, calambres y en casos extremos, la muerte», advierte.

Arsénico en el Norte de Chile

Según un estudio chileno la presencia natural del arsénico se acentúa en la región de Antofagasta, al norte del país por el desarrollo de las actividades mineras, que son la base de la economía regional y parte significativa de presupuesto nacional.

La investigación liderada por los profesores Manuel Santander de la Universidad de Chile, Alberto Jamett de la Universidad de Antofagasta, Luis Peña de la Universidad Austral y los investigadores Luis Muñoz y Nuri Gras, midieron en la población afectada, los niveles de arsénico en el cabello de niños de 6 a 7 años en localidades que no contaban en ese momento con los filtros necesarios para evitar la contaminación.

Como resultado informaron que algunos pobladores presentaron en el cabello un nivel de arsénico tal que superaba los límites de la normalidad establecidos por los organismos de salud, que es un 1 ppm, e incluso superan los límites de la bibliografía que es 3,71 ppm.

Las concentraciones medias obtenidas en Chuquicamata fueron en esa oportunidad de 9,35 ppm donde el arsénico estaba relacionado a la actividad minera, al igual que en Calama, Chiu Chiu, Ayquina y Toconce. Otro factor que influyó en Chiu Chiu, Ayquina y Toconse fue el contenido de arsénico en el agua, según el estudio. A su vez agregaron que el alto nivel de arsénico en San Pedro de Atacama sería vinculado a las fuentes de las aguas.

Arsénico en Argentina

Un estudio previo en Argentina, elaborado por la Comisión Nacional de Energía Atómica y el Instituto de Investigación de Ingeniería Ambiental de la Universidad de San Martín, indica que en el momento de los registros se estaba presentando un problemas de «arsénico en el agua de bebida en Argentina» que estaba afectando a unas 4 millones de personas, destacando la incidencia de «hidroarsenicismo crónico regional endémico como enfermedad hídrica».

En el estudio se demostró la presencia del arsénico en las aguas y los efectos tóxicos en el humano. Agregó que «el problema del arsénico es desconocido a todo nivel de la región latinoamericana, a pesar de que hay varios grupos científicos que estudian el problema desde hace tiempo.

Arsénico en México

Según Aurora Armienta del Instituto de Geofísica de la UNAM en México, el territorio mexicano posee características tectónicas y geológicas que propician la presencia del arsénico en diversas zonas, aunque también las actividades humanas ayudan a contaminar.

Según la especialista mexicana los orígenes del arsénico en México son por «la mineralización, procesos de evaporación, adsorción-desorción y por sistemas hidrotermales».

Como ejemplo cita a la Comarca Lagunera que por años, a causa de varios procesos coexistentes se está liberando arsénico hacia las aguas subterráneas, como es el caso de la «desorción y disolución de óxidos de hierro, la evaporación y la oxidación de sulfuros, los cuales aunados a un manejo inadecuado del agua han propiciado la exposición al contaminante de los pobladores de la zona», informa Aurora Armienta.

En regiones mineras las operaciones inadecuadas están contaminando los suelos, las aguas superficiales y subterráneas, lo que se puede observar por las altas concentraciones de arsénico en la vegetación.

Fuente: La Gran Época