EL MOVIMIENTO MESOAMERICANO CONTRA EL MODELO EXTRACTIVO MINERO (M4)
Reclama por la anulación del expediente judicial contra Berta Cáceres y al Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH)
8 de junio de 2013
A las autoridades judiciales del municipio de Santa Bárbara, Honduras.
A los magistrados de la Corte Suprema de Honduras.
A las empresas responsables del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca (DESA-SINOHIDRO y banco FICOSAH).
A la opinión pública hondureña e internacional.
Ante la situación de las violaciones a los derechos humanos en Honduras, expresamos nuestra rechazo a los reiterados episodios de violencia contra líderes sociales provocados por fuerzas estatales y también por mercenarios contratados por empresas, terratenientes y consorcios varios, de lo cual dan cuenta testimonios nacionales como diferentes informes de observación internacionales.
Consideramos que el proceso judicial del estado hondureño contra la luchadora por los derechos indígenas en su país, Berta Cáceres, es ilegítimo, ilegal y de alto riesgo para su seguridad personal, la de su familia y la de su organización, el COPINH. Berta Cáceres ha sido objeto de persecución e infame criminalización, a quien injustificadamente y sin pruebas formales se le ha abierto un expediente judicial en su contra por supuesta portación ilegal de arma de fuego.
El próximo 13 de junio a las 09.00 AM en la ciudad de Santa Bárbara, en el departamento del mismo nombre, Honduras, Berta Cáceres deberá acudir a la sede judicial para presentar su defensa ante dichas acusaciones falsas. El expediente judicial fue iniciado el viernes 24 de mayo de 2013 siguiendo a la detención ilegal de Berta Cáceres y del comunicador indígena Tomás Gómez, ambos miembros del COPINH, en momentos en que se trasladaban hacia la región del pueblo originario Lenca, quienes se movilizaban contra la instalación de la represa hidroeléctrica Agua Zarca. De concretarse su instalación, la represa desplazaría a centenares de familias indígenas del Noroccidente hondureño.
En dicho operativo participaron más de 15 miembros del Ejército hondureño y posteriormente de la policía, deteniéndolos sin mediar orden de captura y a pesar de que la dirigente hondureña cuenta con medidas cautelares dictadas por la Comisión Interamericana de DDHH tras haber recibido múltiples amenazas contra su persona. Berta y Tomás han testimoniado que los agentes concurrieron a la detención del vehículo de COPINH en móviles identificados con el consorcio responsable de la construcción de la presa (DESA-SINOHIDRO y banco FICOSAH). Berta fue detenida por casi 24 horas, y actualmente está imposibilitada de abandonar el país y debe hacerse presente en el juzgado en forma semanal hasta no dilucidarse el caso.
La detención de los miembros del COPINH da cuenta de la grave tendencia a la militarización de la policía en Honduras. El proceder de las fuerzas armadas y de seguridad hondureñas es violatorio de los derechos humanos de los luchadores y las luchadoras sociales, ambientales e indígenas, a quienes no obstante se los acosa de manera sistemática como si fueran “enemigos” y no como ciudadanos y ciudadanas con derechos.
La libertad y la vida de Berta Cáceres corren serio riesgo al depender del resultado de la audiencia del 13 de junio próximo. Por ello exigimos el respeto a los derechos humanos consagrados en los instrumentos internacionales en la materia y signados por el gobierno de Honduras. Del mismo modo la anulación inmediata del expediente de Berta Cáceres, y las garantías de seguridad para ella, su familia, así como de los miembros del COPINH.
Atentamente,
MOVIMIENTO MESOAMERICANO CONTRA EL MODELO EXTRACTIVO MINERO (M4)
Los temas ambientales se van instalando poco a poco en las escuelas, en las familias y también en los medios de comunicación, aunque habitualmente omitiendo o falseando información en todo lo que pueda afectar a sus propios intereses económicos, o los de sus anunciantes, que muchas veces suelen ser las compañías que mayor daño ambiental causan, y que utilizan esos espacios para intentar limpiar su imagen. 
La detención de Bertha Cáceres y Tomás Gómez en Santa Bárbara ya es por sí mismo un acto de plena arbitrariedad represiva contra el movimiento popular. Es un acto más del Estado golpista que mantiene su estructura y objetivos intactos. Bertha Cáceres no es una lideresa más del movimiento popular, su arresto con pruebas falseadas (les acusan de portación ilegal de armas en apoyo de los pobladores del Municipio de Rio Blanco, Intíbucá) es solo una consecuencia, una arista del aspecto delincuencial con que opera la policía nacional para tener argumentos en sus relaciones públicas. Un distractivo, sin más. No es ese el punto. Cientos de hondureñas y hondureños han sido inculpados de la misma forma para enviarlos a prisión, y en el peor de los casos, asesinadas y asesinados para luego meter en sus bolsillos «las pruebas».
Los cuatro hacen parte de Amigos de la Tierra, la red ambientalista más grande del mundo, que concentra a unos dos millones de defensores de las luchas populares en 74 países. Exigen que los indígenas, los negros y los campesinos tengan agua limpia y territorio propio, trabajan por la defensa de la cultura, se oponen a las grandes compañías que, para ellos, se enriquecen por cuenta de los recursos ajenos, declaran al capitalismo su principal enemigo. No les molesta que los denominen radicales, creen que sólo un discurso que busque un cambio de raíz puede poner a tambalear a los estados que se olvidaron a sus minorías.
Desde hace más de dos décadas, a nivel mundial y nacional, se ha observado que existe un problema en el medio ambiente debido a que la ambición y la ignorancia han llevado a que el hombre ponga en grave peligro lo único que le permite su subsistencia, es decir, su entorno, su relación con la naturaleza que ha devenido en un ecocidio que amenaza el desarrollo de la propia vida.
Con el propósito de avanzar orgánicamente y establecer un plan de acción común, del 16 al 20 de mayo tendrá lugar la I Asamblea Continental de Movimientos Sociales, en Sao Paulo, Brasil, con una programación que contempla, entre otros temas, el análisis de los desafíos tanto ante la crisis mundial del capitalismo y la estrategia global que el imperio aplica en el continente; como los referidos a la construcción de un proyecto de integración popular.