Compartimos este articulo sobre el caso #JusticiaParaBerta – A Enero 2022
“Cuando Roberto David Castillo se graduó en la Academia Militar de Estados Unidos en West Point, el cadete hondureño confiaba en dejar un legado…
Castillo está seguro de ser recordado: [en 2021], el alto tribunal hondureño lo declaró culpable como coautor del asesinato en 2016 de la activista indígena Berta Cáceres, entonces una de las defensoras del medio ambiente más destacadas de América Latina…
‘Utilizó sus habilidades militares para ordenar su asesinato, y no sólo para matarla, sino para perseguirla’, dijo Brigitte Gynther, una defensora de los derechos humanos que trabajó con Cáceres”.
Lo que antecede es un breve extracto de un artículo publicado en The Guardian sobre cómo la educación de West Point, financiada por Estados Unidos, que recibió Roberto David Castillo le dio poder y le benefició. El entrenamiento militar de Estados Unidos otorga prestigio y poder a sus receptores cuando regresan a sus ejércitos de origen. Basándose en un informe de SOA Watch y otras organizaciones de derechos humanos, el artículo describe cómo, tras graduarse en West Point, Castillo se convirtió en oficial del ejército hondureño y utilizó sus cargos militares y gubernamentales para beneficiarse directamente de sus actividades empresariales.
Después de que una de sus empresas recibiera una concesión para el río Gualcarque, en circunstancias cuestionables y sin el consentimiento del Pueblo Lenca, Castillo utilizó sus habilidades militares para perfilar la oposición al proyecto y a su líder, Berta Cáceres. Castillo sabía dónde estaba Cáceres, cuándo iba a viajar, y lo que ella y el COPINH estaban planeando.
Cuando Castillo y la estructura criminal de la que formaba parte no pudieron silenciar a Cáceres, mediante la intimidación, las acusaciones penales o los sobornos, utilizó sus habilidades militares para coordinar su asesinato.
Según la información presentada en el tribunal, se coordinó con el graduado de la Escuela de las Américas (SOA por sus siglas en inglés) Douglas Bustillo, quien a su vez trabajó con el también graduado del SOA Mayor Mariano Díaz, para planificar el asesinato.
La periodista Chiara Eisner revela cómo las relaciones que Castillo adquirió durante su educación universitaria, financiada por Estados Unidos, en West Point le beneficiaron después de ser detenido por el asesinato de Berta Cáceres.
El antiguo compañero de habitación de Castillo en West Point presionó al embajador de EE.UU. en Honduras y a sus compañeros de clase que trabajaban en el Congreso y en agencias federales que “estaban dispuestos a ayudar”. Son este tipo de relaciones las que pueden contribuir y facilitar la impunidad, que a menudo se produce entre bastidores. De hecho, a pesar de que un tribunal declaró a Castillo culpable del asesinato de Cáceres, cabe destacar que aún no ha sido condenado por el asesinato.
El abogado de la familia de Cáceres ha expresado su preocupación por el hecho de que el retraso en la sentencia podría dejar la condena de Castillo vulnerable a la apelación y abrir la puerta a la impunidad. Esto no sería una sorpresa dadas las conexiones de Castillo.
Si fuera por West Point o por el gobierno de EE.UU., no se conocería el hecho de que EE.UU. proporcionó una educación militar de 4 años a Castillo. Las instituciones militares estadounidenses no revelan los nombres de los cadetes internacionales a los que entrenan, ni proporcionan ninguna supervisión pública sobre lo que hacen después aquellos a los que Estados Unidos ha dotado de una educación. La cuestión no es sólo lo que se enseña, sino el hecho de que una prestigiosa educación militar estadounidense otorga un poder y un prestigio significativos a las élites de Centroamérica y otros países, sin ninguna responsabilidad por lo que hacen con ese poder y prestigio.
Como explicaba Brigitte Gynther, de SOA Watch, en el artículo, “las figuras militares formadas en EE.UU. han causado una destrucción y una muerte inconmensurables en Centroamérica durante las últimas décadas y siguen haciéndolo en la actualidad”.
El artículo completo, en Inglés, “The US military trained him. Then he helped murder Berta Cáceres” de The Guardian publicado aquí…
Imagen: La notta
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