Comunicado sobre las Negociaciones en la OMC sobre facilitación de las Importaciones Trasnacionales

Junio de 2013
Estimados Miembros de la Organización Mundial de Comercio
 
no OMCNosotros, las organizaciones de la sociedad civil abajo firmantes, en representación de cientos de millones de miembros en todo el mundo, instamos a abandonar las negociaciones hacia un acuerdo vinculante sobre la Facilitación del Comercio antes de la próxima novena reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Bali. Por lo tanto, las normas vinculantes sobre la facilitación del comercio no deben promoverse ya sea dentro de la OMC a través de la facilitación del acuerdo comercial propuesto (TF, por sus siglas en inglés), ni a través de otras vías, tales como acuerdos bilaterales o regionales de libre comercio (TLC) o Acuerdos de Asociación Económica (AAE). Los países en desarrollo deben tener el espacio político para adoptar, a su discreción, los niveles más altos o las normas y procedimientos en materia aduanera como y cuando exista capacidad para ello, teniendo en cuenta su contexto de desarrollo.
 
No hay evidencia empírica de que se beneficien los países en desarrollo: Los defensores de las negociaciones TF han argumentado que los países en desarrollo se beneficiarían más que los países desarrollados a partir de un acuerdo sobre la facilitación del comercio. Sin embargo, hay poca base empírica de esta afirmación. Muy por el contrario, el acuerdo vinculante propuesto sobre la facilitación del comercio es una demanda clave de los países desarrollados hacia la Ministerial, porque va a servir a los intereses de sus corporaciones.
 
Mejor llamarlo un “acuerdo de facilitación-de-la-importación”: un acuerdo vinculante sobre la Facilitación del Comercio de la OMC, requeriría que los países en desarrollo aplicaran un conjunto de normas que reflejen las actuales prácticas de facilitación del comercio de los países desarrollados. Ellas no se corresponden con la necesidad urgente de ampliar la capacidad productiva y de exportación de los países en desarrollo. Así, mientras que las importaciones en los países en desarrollo se verían facilitadas por las nuevas normas, es difícil imaginar cómo las exportaciones de los países en desarrollo podría ser hecho de manera similar facilitadas. De hecho las normas de facilitación del comercio en la OMC deben denominarse con más exactitud “las reglas de facilitación de la importación” para los países en desarrollo. De ahí que, un acuerdo TF podría resultar en el empeoramiento de la balanza comercial en muchos países en desarrollo, dando lugar a problemas de balanza de pagos que suelen aumentar aún más el endeudamiento.
 
Un modelo impulsado por las corporaciones: La propuesta de acuerdo sobre facilitación del comercio sigue un modelo de globalización corporativa centrado en aumentar el volumen de comercio, en lugar de lograr metas de desarrollo globalmente compartidas que faciliten a los países una política comercial para sus propias necesidades de desarrollo , y de acuerdo con sus niveles de desarrollo. De hecho, un acuerdo de facilitación del comercio en la OMC crearía nuevos mercados – en las aduanas y procesamiento de envíos para las empresas multinacionales. Al mismo tiempo, podría llevar a una mayor privatización de los puertos, de las operaciones aduaneras, y el procesamiento de envío, lo que deja poco o ningún espacio para los operadores locales, y que ya ha dado lugar a una pérdida de puestos de trabajo, a una presión a la baja sobre los salarios, y la erosión de los derechos laborales de los trabajadores públicos en estos sectores. Un acuerdo sobre facilitación aumentaría el comercio, que es una fuente importante de emisiones de carbono que contribuyen al cambio climático global.
 
Costos sin contabilizar: Mientras que los países desarrollados promueven el acuerdo propuesto como un “ganar-ganar”, la mayor parte de los costos inherentes para los países en desarrollo de un acuerdo sobre facilitación rara vez se incluyen en las evaluaciones de impacto proyectadas. Por ejemplo, hay costos significativos en su instrumentación, sobre los recursos humanos, sobre la regulación, y costos de infraestructura asociados con el acuerdo de facilitación del comercio propuesto, muchos de las cuales son recurrentes, y serían extraídos de los presupuestos nacionales, desviando recursos disponibles para las necesidades de desarrollo.
 
Perdida de apoyos presupuestales para las prioridades de desarrollo. Un Acuerdo de Facilitación del Comercio también conlleva a la pérdida irreparable de ingresos arancelarios: En comparación con los países desarrollados, la proporción de los ingresos de aduanas en la recaudación impositiva total es mucho mayor en los países en desarrollo y los países menos adelantados (PMA). Los ingresos arancelarios no percibidos tendría graves consecuencias para el apoyo presupuestario nacional para las cuestiones de desarrollo clave como la educación, la salud y la reducción de la pobreza. La reducción de la ayuda presupuestaria nacional para hacer frente a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de ninguna manera puede ser referido como un resultado favorable al desarrollo.
 
Invadir el espacio regulador nacional y el espacio político: Además, las disposiciones del acuerdo de facilitación del comercio propuesto, tal como ya se están negociando, socavaría la capacidad de regulación de los países en desarrollo. Las normas propuestas amplían las oportunidades de las empresas multinacionales para cabildear sobre procesos locales. Aún más, las normas que se aplican a través de un acuerdo sobre facilitación al comercio proporcionaría una amplia espacio para retar regulaciones, leyes y procedimientos en los Estados miembros.
 
Erosión de los derechos de los países en desarrollo y de los Países Menos Adelantados (PMA): Erosionar aún más cualquier reclamo de beneficios para los países en desarrollo es un hecho de se traduce en importantes desequilibrios e incoherencia como esta en el texto en negociación. Las nuevas normas de facilitación del comercio, que son empujada por los países desarrollados, han avanzado significativamente, y se expresan con un lenguaje vinculante. Las negociaciones sobre asistencia técnica y creación de capacidad, que son fundamentales según el mandato original (2004) para el acuerdo de facilitación del comercio, se han estancado en los países desarrollados, y se enmarca actualmente en un lenguaje no vinculante.
 
Los ejercicios de evaluación de necesidades de los países en desarrollo parecen estar siendo utilizados como una herramienta de “evaluación de la conformidad’ con el fin de presionar a los países en desarrollo a que acepten ese acuerdo de facilitación del comercio en lugar de que se aliente a los países desarrollados a aumentar su capacidad técnica, y en particular la asistencia financiera.
 
El Acuerdo de Facilitación del Comercio de la OMC difiere de los procesos unilaterales y voluntarias: Los países en desarrollo pueden beneficiarse de los procedimientos comerciales más eficientes y transparentes. Pero la aplicación voluntaria unilateral de directrices no vinculantes en materia aduanera, y / o revisado del Convenio de Kyoto de la Organización Mundial de Aduanas, de conformidad con las prioridades y necesidades nacionales, es de una naturaleza diferente y trae consecuencias diferentes en comparación a un acuerdo sobre facilitación de comercio que podría ser forzado a través de los procedimientos de solución de diferencias de la OMC. Peor aún, este último podría llevar a represalias sectoriales cruzadas entre los países, cuyos efectos se puede esperar sean más perniciosos para las economías más pequeñas de los países en desarrollo y para los países menos adelantados.
 
Lo que tenemos que considerar es avanzar: Así, las discusiones de la OMC debe centrarse en corregir los desequilibrios históricos y las asimetrías en la OMC, con el fin de proporcionar más espacio político para que los países pongan en práctica soluciones para la crisis económica mundial. Un punto de partida sería estar de acuerdo con la importante propuesta del grupo “G33” (integrado por 46 países en desarrollo) de permitir a los países en desarrollo el promover la seguridad alimentaria nacional y la entrega de un paquete a los PMA en la próxima Conferencia Ministerial. Además, de avanzar realmente en el Trato Especial y Diferenciado (TED) y las cuestiones de instrumentación de agenda, que desde hace mucho tiempo vienen defendiendo los países en desarrollo.

La Agenda de la Ronda de la OMC de la red Nuestro Mundo No Está en Venta (OWINFS) también proporciona un resumen de los necesarios cambios de política, que son esenciales para iniciar el proceso de transformación del sistema del comercio mundial en uno que trabaje para el desarrollo sostenible e incluyente para todos.
 
Atentamente

Organizaciones sociales de México

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