Miacatlán, Morelos, México a 30 de julio 2016
Convocados por el Movimiento Morelense Contra las Concesiones de Minería a Tajo Abierto de Metales y por la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), nos reunimos diversos colectivos en resistencia integrados por comunidades indígenas y campesinas, organizaciones civiles, académicos e instituciones de educación superior, quienes defendemos el agua, la tierra, el aire y la vida de todo México construyendo conjuntamente estrategias articuladas en contra de las distintas expresiones con las que el Modelo Extractivo y sus megaproyectos buscan apropiarse de nuestros bienes naturales y territorios, dañando al tejido comunitario, debilitando los procesos identitarios y nuestra cultura, así como generando irreparables daños a la salud y a la Madre Tierra.
Tenemos conciencia de vivir en un mundo donde los gobiernos han decidido anular el bienestar social, para dejar a merced de las corporaciones un nuevo orden global y financiero, fincando su poder en la creación de leyes a modo, que les garantizan la impunidad y la falta de procuración de justicia. Esto ha permitido un modelo económico que se basa en la violencia y la violación de los derechos humanos fundamentales.
Este nuevo orden de la nación/corporación global, pretende consolidar un sistema político económico a través de la imposición de los tratados de libre comercio, y colocar a todo el planeta bajo el yugo de la especulación del dinero, entregando al mejor postor los bienes naturales, sin importar el despojo y desplazamiento forzado de los pueblos.
Los grandes capitales que hoy mueven al mundo y los gobiernos están creando graves contradicciones para la continuidad de la existencia de las comunidades, afectando sus modos de vida y atentando contra la naturaleza. Esa es la realidad en la que vivimos y no estamos dispuestos a que se vuelva eterna. Por ello estamos decididas/os y obligadas/os a fortalecer nuestro proceso organizativo a través de una lucha social cada vez más articulada e incluyente.
Hemos constatado en nuestro Encuentro que el territorio es el principal eje articulador de nuestras resistencias; también compartimos los retos, las formas y los logros alcanzados por cientos de comunidades en contra de los megaproyectos de muerte, refrendando que organizados/as somos capaces de imponernos al más poderoso.
Reafirmamos nuestra convicción de continuar rechazando contundentemente todos los proyectos del mal llamado “progreso” y “desarrollo”, porque lo único que garantizan es la muerte de nuestra Madre Tierra. No consentiremos el establecimiento de minería tóxica, presas, parques eólicos, monocultivos, biocombustibles, transgénicos, proyectos REDD, “reservas de la biósfera”, extracción depredadora de gas y petróleo, o cualquier otra barbaridad que intenten imponernos. En los pueblos y las comunidades indígenas queremos seguir siendo campesinas y campesinos; en las ciudades y zonas conurbadas queremos consumir alimentos sanos y cultivados desde las comunidades mexicanas. En todas nuestras comunidades queremos vivir con dignidad.
Está muy claro y presente que la lucha de la resistencia y la defensa del territorio la encabezamos las mujeres. Nuestra capacidad de amor por la vida, nuestra fortaleza y energía y nuestra pertinencia para abrir espacios de participación y respeto, hace que hoy seamos las protagonistas de las resistencias a nivel internacional, a tal grado que no es casualidad que seamos las más agraviadas, violentadas y asesinadas por defender la vida y el territorio.
Nuestro encuentro abre nuevos e interesantes retos para todas y todos nosotros, por lo tanto, vamos de regreso a nuestras tierras con la convicción renovada y con nuevos aprendizajes en nuestras cabezas y corazones. También regresamos con la necesidad de platicar, dialogar y compartir lo aprendido, de tal manera que inicie ya esta nueva estrategia articuladora para la defensa del territorio contra los proyectos relacionados al modelo extractivo.
No dejaremos de denunciar a las empresas y a los diferentes actores políticos de los niveles del gobierno que están a su servicio. No dejaremos de evidenciar la destrucción del ambiente que ocasionan este tipo de proyectos extractivos. Es una vergüenza para México, que después del mayor desastre ambiental de los últimos años ocasionado por Grupo México, éste sea premiado con el certificado de “industria limpia”, cuando la población afectada sufre de daños a la salud y ha perdido su río por varias decenas de años.
Exigimos al gobierno federal, en especial a la Secretaría de Economía, la cancelación inmediata y permanente de todas las concesiones mineras que de forma arbitraria y al margen de nuestro Pueblo ha entregado por todo el territorio nacional, violando todos los derechos humanos.
Hacemos un fuerte llamado para que seamos los pueblos quienes realicemos el ejercicio libre y pleno de nuestros propios procesos de consentimiento previo, libre, informado y culturalmente adecuado, porque es nuestro derecho y no un mecanismo de aplicación de los gobiernos o de las empresas. Declaramos que en nuestras comunidades hemos reflexionado el tema, y hemos llegado a una conclusión contundente: NO QUEREMOS PROYECTOS DE MUERTE. No necesitamos ser consultados para que intenten convencernos de lo contrario, nuestra decisión es sólida y firme.
En este Encuentro todas y todos los presentes refrendamos nuestra solidaridad con los diferentes movimientos, que a nivel nacional han salido a la calle a defender sus derechos. En ese contexto nos solidarizamos con la CNTE en su lucha contra la mal llamada “reforma educativa”. Rechazamos todas las reformas estructurales porque van en contra de la nación, son anticonstitucionales y amenazan la vida de los pueblos. Recordamos con dolor y manifestamos nuestra total solidaridad con las familias de los 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa y también tenemos presentes a los 120,000 desaparecidos en el país.
Recordamos también a nuestros compañeros y compañeras que nos han sido arrebatados por las empresas y los gobiernos coludidos. Todas las luchas por la justicia son nuestras luchas, sin importar el lugar del mundo en donde se den. Desde aquí hacemos un fuerte reclamo y exigimos el esclarecimiento del asesinato de nuestros compañeros Bertha Cáceres, Nelson García y Lesbia Yaneth Urquía, del Consejo de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH). Exigimos una comisión de investigación independiente para el esclarecimiento de estos asesinatos, así como la cancelación de todos los proyectos en el Río Blanco en Honduras. Nos hermanamos con todas y todos nuestros compañeros quienes por defender la vida han tenido que dejar su casa por persecución, hostigamiento y amenazas de muerte. Celebramos la reciente liberación de los 7 compañeros injustamente detenidos de la lucha de Barillas en Guatemala. Nos solidarizamos y hermanamos con todas las luchas en defensa del territorio en estos países y en toda América Latina.
Los cientos de personas, representantes agrarios, académicos, medios libres y organizaciones sociales de 18 estados (Morelos, Nayarit, Colima, Jalisco, Oaxaca, Chiapas, Puebla, Veracruz, Guanajuato, Zacatecas, San Luis Potosí, Michoacán, Estado de México, Guerrero, Baja California Sur, Nuevo León, Coahuila, la Ciudad de México), así como los representantes de resistencias tanto de Canadá como de Guatemala, hacemos un llamado a los medios de comunicación y a nuestros hermanos y hermanas campesinos, obreros, académicos, estudiantes y artistas, así como a la sociedad en general, para hacer un frente común por la defensa de nuestros territorios, la Madre Tierra y en contra de todas las formas de despojo y opresión.
¡TERRITORIOS LIBRES DE MEGAPROYECTOS EXTRACTIVOS!
¡NO A LA EXPLOTACIÓN DE ORO Y PLATA EN LA TIERRA DE ZAPATA!
¡LA TIERRA NO SE VENDE, SE AMA Y SE DEFIENDE!