Denuncian impacto de modelo extractivista en mujeres en Guatemala

prensa latina

La violencia sexual, social y política recae sobre las campesinas e indígenas comprometidas con la lucha por el territorio ante el empuje de las empresas extractivistas en Guatemala, denunciaron defensoras de los derechos humanos.

Representantes de comunidades como La Puya, del municipio San José del Golfo, departamento de Guatemala; así como de San Rafael Las Flores, en el departamento sureño Santa Rosa, ejemplificaron estos hechos durante el Foro Una mirada a la industria extractiva desde la perspectiva de las mujeres.

En el evento, celebrado en el capitalino hotel Panamerican, las integrantes del panel aludieron a la constante represión, criminalización, persecución y vejámenes enfrentados por las activistas sociales de esas localidades, recogidos en un documento presentado en la jornada.

La publicación Dejar la vida por nuestra Madre Tierra, del Colectivo Ecologista MadreSelva, contiene experiencias, memorias y reflexiones de las protagonistas de la defensa de La Puya y de San Rafael Las Flores.

El texto fue elaborado con el respaldo de Oxfam Guatemala y destaca el papel esencial de ellas en la defensa del territorio frente a la irrupción de las empresas mineras, sin previa consulta y con el consentimiento del Estado.

«Este libro ofrece testimonios que inspiran y es un llamado a que organizaciones sociales y comunitarias, comunidad nacional e internacional, presten apoyo y acompañamiento a las acciones impulsadas por las poblaciones afectadas», afirmó la coordinadora del Programa de Género de Oxfam, Mónica Grau.

En tanto la diputada electa Sandra Morán recordó que en el sector mujeres «hemos hablado de cinco territorios en disputa: el cuerpo, la tierra, la naturaleza, la memoria y la historia, porque quienes nos han gobernado y quienes nos gobernarán quieren reescribir la historia y seguir acallando nuestras luchas».

«La violencia es y ha sido una política de Estado, ahora se habla de femicidios pero las huellas que exhiben los cuerpos de las víctimas de la violencia son iguales a las que propinaban durante la guerra los militares que en esta época entrenan a los policías guatemaltecos», declaró.

Datos ofrecidos por las panelistas sugieren que en Guatemala ocurre un femicidio -o crimen contra una mujer por razones ligadas a su sexo- cada 10 horas y que una de cada 10 sufrió algún tipo de violencia.

Hicieron referencia, además, al vínculo entre un modelo económico basado en el extractivismo y la violencia contra las féminas, particularmente contra las campesinas e indígenas.

El gran reto de las mujeres en esta coyuntura es hacer más redes, es estar juntas entre ellas, pero también con los hombres, porque cuando hablamos de lucha también los incluimos a ellos, coincidieron.

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