EL ESCARAMUJO año 5 número 11:
EL MITO DEL HOMMO ECONOMICUS
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
25 de mayo de 2011, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México
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La forma de generar conocimiento en nuestros días deviene de una innegable separación existente entre el campo de los subjetivo y lo objetivo. Esta dicotomía irreconciliable se presenta como parte de un desarrollo histórico en la humanidad se ubica como parte de la naturaleza y luego, a la postre, como un ente ajeno a ella.
La humanidad se ha intentado explicar el mundo de muchas maneras. Al principio las explicaciones fueron de tipo teológico o metafísico, en el que la causa de todo era atribuida a algún dios o a eventos que estaban así “determinados” por alguna entidad y para lo cual la Iglesia, controlaba toda forma de generar alguna forma de comprensión del universo.
El conocimiento se fue desarrollando a partir de la idea de una naturaleza inmutable y tuvo que pasar mucho tiempo para que esta idea fuera cambiada, para entenderla como parte de un estado perenne de nacimiento y muerte, en flujo constante, sujeta a incesantes cambios y movimientos.
Con el paso del tiempo el conocimiento se “moderniza”, con la aparición de modelos como el newtoniano y con el pensamiento de tipo cartesiano para el cual la verdad teológica contenía afirmaciones que eran imposibles de poner a prueba. A partir del Siglo XIX existe una separación entre la filosofía y la ciencia. El defender el empirismo como único camino a la verdad tuvo sus frutos, ahora lo que se buscaba era impulsar el conocimiento “objetivo” de la “realidad” con base en descubrimientos empíricos. Se intentaba “aprender” la verdad, no inventarla o intuirla. Bajo este tenor se da una primera diferenciación entre ciencias y humanidades.
Esta diferenciación llega a su punto máximo como una constante negación entre las formas de generar conocimiento, es decir, las ciencias “duras”, niegan la capacidad de discernir de las ciencias sociales (algunas veces no consideradas
como ciencia). No pretendo menospreciar las actividades experimentales y llevar a primer grado el pensamiento abstracto puro, pero sí cuestionar la búsqueda de racionalidad de las ciencias puras a través de la experimentación replicable (Francis Bacon) y su respuesta ante un discurso hegemónico de lo que significa ciencia y sobre todo, los intereses que se persiguen en el desarrollo del conocimiento. El conocimiento como una forma de ejercer poder.
Una tendencia clara es la forma de negar otras formas de pensamiento, encontrándole nombre a todo e intentando una explicación de la realidad, buscando las regularidades para el mundo que nos rodea, dentro de la lógica científica.
(…)
El mito del Hommo economicus
La historia en su forma dialéctica nos ha enseñado que la separación entre economía y las ciencias sociales viene de esa enorme necesidad de bifurcación que implica la especialización de la ciencia -esto claro desde el punto de vista de los doctos en el tema-. Esta separación de la economía ha dejado de lado la realidad física y social que transcurre en la vida de los seres humanos. Reduciendo el objeto de estudio al limitado por los valores pecuniarios (valor monetario) y la acumulación de capital. Se vuelve importante poner atención al recorrido histórico y el paso de una sociedad agraria y feudalista a un estado capitalista basado en el desarrollo de su mercado, su comercio y su agricultura mediante la acumulación de capital.
Con el comienzo del marcado antropocentrismo en los siglos XVIII y XIX, cambian los conceptos del universo y sobre todo de la posición de la humanidad con respecto a él. La explicación del universo descansó desde ese momento en la ciencia de Descartes y Newton y las nuevas leyes mecánicas que explicaban el funcionamiento de todo. Inicia la parcelización del conocimiento olvidándonos de las interrelaciones y con ello de las posibles interacciones que podría haber en todos los campos de la ciencia.
Las preocupaciones iniciales de la economía eran las del intercambio, los tipos de interés, pero a partir del siglo XVI, con la primera escuela que le da formalidad a la economía, la de los fisiócratas- se empieza asignar un valor monetario a los flujos energéticos. Para esta escuela la economía estaba gobernada por leyes naturales, producción agrícola y propiedad de la tierra. Desde entonces la economía se empieza a ocupar de la acumulación de riquezas…
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NOTAS:
[1] Naredo, J. M. 1996.: La economía en evolución. Madrid. Siglo XXI de España Editores s.
[2] Ugo, pipitone. La salida del atraso un estudio histórico comparativo. FCE-CIDE. Segunda edición.1995. México, 439 p.
[3] Martínez Allier, Joan-Roca Jusmet Jordi. Economía ecológica. FCE-PNUMA. Primera edición. 2000. Mexico, 493 pp.
[4] Naredo, J. M. .1996.: La economía en evolución. Madrid. Siglo XXI de España Editores s.a.
[5] Naredo, op. Cit.
[6] Constanza R.1999. Una introducción a la economía ecológica”. Compañía editorial continente 1ra. Edición México, 303 pp.