EL ESCARAMUJO

EL ESCARAMUJO 14: ÚLTIMA FASE DEL CAPITALISMO: EL MODELO CORPORACIÓN-NACIÓN: LAS CORPORACIONES CALIENTAN EL PLANETA- Parte X

EL ESCARAMUJO año 5 número 14:EL ESCARAMUJO

 

ÚLTIMA FASE DEL CAPITALISMO: EL MODELO CORPORACIÓN-NACIÓN (LAS CORPORACIONES CALIENTAN EL PLANETA) (Parte X)

 

Nieves Capote Figueroa
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
16 de junio de 2011, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México
www.otrosmundoschiapas.org

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8. LAS CORPORACIONES CALIENTAN EL PLANETA.

-“No figura en la lista el derecho humano a disfrutar de los bienes naturales, tierra, agua, aire, y a defenderlos ante cualquier amenaza. Tampoco figura el suicida derecho al exterminio de la naturaleza, que por cierto ejercitan, y con entusiasmo, los países que se han comprado el planeta y lo están devorando. Los demás países pagan la cuenta. Los años noventa fueron bautizados por las Naciones Unidas con un nombre dictado por el humor negro: Década Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales. Nunca el mundo ha sufrido tantas calamidades, inundaciones, sequías, huracanes, clima enloquecido, en tan poco tiempo. ¿Desastres «naturales»? En un mundo que tiene la costumbre de condenar a las víctimas, la naturaleza tiene la culpa de los crímenes que contra ella se cometen.” Eduardo Galeano[1]

La Crisis Climática es consecuencia de un planeta sumido en el Sistema Capitalista, que basa su “desarrollo” en el consumo de combustibles fósiles como el petróleo y el carbón, en el desarrollo corporativo con visión a corto plazo basado en la obtención de grandes ganancias a cualquier costo y en poner la tierra en manos de las grandes industrias. Estas mismas Corporaciones y sus gobiernos títeres, se niegan a reducir sus emisiones y veremos en este Modelo implementarse lógicas tan atroces como obtener ganancias por contaminar.

Todavía hay quien defiende que salvar al planeta no tiene nada que ver con tocar el Sistema Capitalista. Los datos contradicen esta teoría. En los años del Modelo Neoliberal hasta ahora, la actividad humana ha aumentado en un 70% las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero(datos de 1979 a 2004).[2]

El cambio de sistema, la reducción drástica de emisiones y la justicia climática, son mínimos urgentes para garantizar la vida en nuestro planeta. A pesar de que los grandes contaminadores mantienen el discurso de que no se sabe cómo afecta esto del Cambio Climático todavía, y se lanzan a meras campañas de maquillaje verde, la realidad es que el futuro del planeta se decide ahora y nuestro margen de acción está entre los próximos 30 y 50 años (según los más optimistas).

El ritmo de calentamiento con los acuerdos actuales de los gobiernos de los países desarrollados y sus Corporaciones garantiza un aumento de 4°C de la temperatura del planeta en los próximos 35 años. Un aumento de 4°C grados elevará a la tierra a temperaturas jamás vistas en la historia. La exigencia está muy clara, hay que abandonar completamente los combustibles fósiles en los próximos 30 años y la reducción de emisiones como mínimo debe bajar a la mitad en los próximos diez años.

Se calcula que 325 millones de personas están afectadas por el cambio climático y 660 millones lo estarán en los próximos veinte años. Mueren 300.000 personas al año por la crisis climática y esta cifra llegará a las 600.000 muertes para 2030. El 75% de las muertas por desastres “naturales” son mujeres. Los países empobrecidos cargan con el 90% de los impactos del cambio climático, en ellos se encuentran el 95% de los afectados y el 99% de las muertes. La crisis climática ha generado una diáspora humana de 26 millones de personas desplazadas. [3]

De los 250 millones de casos de malaria que se registran cada año en el mundo, se estima que 10 millones se deben al cambio climático, provocando 55 mil muertes. La malnutrición es la mayor causa de mortandad: se calcula que por el cambio climático, cerca de 45 millones de personas sufrirán malnutrición, con un saldo de 150 mil muertes anuales. Con relación a los casos de diarrea relacionados con el cambio climático, se estima que serán 180 millones por año, provocando la muerte de aproximadamente 95 mil personas[4].

Los glaciares y los campos de hielo de las montañas del Himalaya y de la meseta tibetana (el Gran Himalaya) almacenan el tercer volumen de agua fresca mayor del mundo, después de las regiones polares ártica y antártica. Se están calentando a un ritmo entre dos y cuatro veces superior al promedio global y si este calentamiento continúa al nivel actual, los glaciares del Himalaya se derretirán a un ritmo acelerado hasta desaparecer. Muchos de ellos habrán desaparecido antes de mediados de siglo y puede ser que todos se hayan perdido para el 2100[5]. La desaparición de estos glaciares supone una catástrofe irreparable para la humanidad, que se quedaría sin agua.

“Este aumento de la temperatura también tendrá como consecuencia una falta de agua. Los grandes ríos de Asia, como el Ganges en India y el Río Amarillo en China, dependen de los glaciares durante la temporada seca para sus caudales de agua. Si no conseguimos detener el gran deshielo, las más de mil millones de personas que viven en las cuencas de estos ríos podrían perder su seguridad alimentaria y de acceso a agua.” Damien Lawson de Amigos de la Tierra Australia[6].

1 – Pero no todos calentamos el planeta por igual
: Los países desarrollados son responsables del 76% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), mientras que los 50 países más pobres del mundo solo aportan el 1% de los GEI. Pero son quienes asumirán más las consecuencias.

La quema de combustibles fósiles es una de las fuentes principales de emisiones de CO2. Se calcula que son responsables de las tres cuartas partes de las emisiones de los últimos 20 años. Las Corporaciones piensan seguir así.

Existen muchos ejemplos de los éxitos de los grupos de presión empresariales. En la Unión Europea, el grupo de la industria petrolera, EUROPIA, cuyos miembros incluyen BP, ExxonMobil y Shell, se opuso rotundamente a la Directiva sobre la Calidad de los Combustibles. Esta directiva habría obligado a las empresas petroleras a reducir sus emisiones un 10% entre 2010 y 2020, un objetivo no muy ambicioso y cuya mayoría se podría haber obtenido a través de una reducción en la quema de gas. A pesar de esto, EUROPIA argumentó que la industria petrolera no es responsable de la intensidad de efecto invernadero de los combustibles fósiles, y se le debería permitir que se mantuvieran dentro de las emisiones fijadas a través del uso de agrocombustibles[7].

Y por supuesto esto tiene el impulso y el apoyo del Banco Mundial. A pesar de conducir al planeta al colapso, el Banco Mundial está aumentando el financiamiento para proyectos de combustibles fósiles especialmente los destinados al carbón. Durante el año fiscal 2008, el Grupo del Banco Mundial aumentó el financiamiento destinado a combustibles fósiles en un 102%.[8]

El modelo agroindustrial de explotación intensiva,  de monocultivos cultivos, pastizales, transgénicos, ganado destruyendo selvas y bosques, sobre consumo-sobre demanda de alimentos, biocombustibles y traslado de mercancías fuera de temporada por todo el planeta para distribución en los hipermercados, es una de las principales emisoras de gases de efecto invernadero a la atmósfera. La agricultura, especialmente la basada en fertilizantes químicos, es responsable del 14% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El cambio en el uso de la tierra para la expansión de monocultivos es responsable de otro 18%. El transporte entre grandes distancias, que hace “normal” encontrar en el mercado productos de cualquier país y en cualquier temporada, es responsable de otro 14%.[9]

A nivel mundial se calcula que las empresas cementeras producen más de 2,500 millones de toneladas de cemento al año y contaminan con más de 1, 250 millones de toneladas de bióxido de carbono. Estas cantidades son entre el 4.3% y el 5% de los gases mundiales del calentamiento[10].

El brazo del sector privado del Banco Mundial, la Corporación Internacional Financiera CIF (IFC – International Finance Corporation) planea duplicar su inversión minera en África y aumentar su trabajo en el Sureste de Asia. La CIF en África planea diversificar su portafolio dominante en oro hacia el cobre, el aluminio y los minerales ferrosos. En el 2006 se aprobaron $280 millones para tres proyectos mineros: $125 millones para la controversial mina de oro Ahafo en Ghana, $5 millones para un proyecto de metales ferrosos en Guinea, y $150 millones para una mina de platino en Sur África[11].

Además de haber sido responsables del desplazamiento de entre 40 y 80 millones de personas en el mundo, principalmente poblaciones campesinas e indígenas, las Represas generan casi el 5% de los gases efectos invernadero[12]. El propio Informe de la Comisión Mundial de Represas (2000) encargado por el Banco Mundial y silenciado por sus resultados contrarios a la construcción de estos proyectos, concluye el desastre de la represas en cualquiera de los rubros que se analicen, desde el proceso de construcción hasta la propia generación de energía eléctrica.

Ante esto, el Banco Mundial se comprometió a reiniciar su trabajo con los proyectos de grandes infraestructuras del agua en 2003. Desde entonces los préstamos a los grandes proyectos que producen más de 10 megavatios aumentaron de US$23 millones a más de US$1.000 millones en 2008. También hay proyectos nuevos en preparación por US$2.000 millones.[13]

2- La última Frontera: ganar dinero por contaminar.

Mencionaremos brevemente estas dos nuevas fronteras de las Corporaciones, MDL y REDD, que nos sitúan especialmente en esta nueva década en un “nuevo” frente de lucha en favor de los pueblos, los territorios y la sobrevivencia del planeta. En otro documento abordaremos más detenidamente estos temas.

Desde 1990 la ONU y los países “desarrollados” constataron que este sistema capitalista de producción estaba alterando el clima a nivel Mundial. La necesidad urgente era reducir en un 80% las emisiones de CO2, sin embargo el poder de las Corporaciones logró que acordara reducir tan sólo un 5% de estas emisiones, para no reducir ganancias ni alterar el modelo. Se propone el Protocolo de Kyoto, que se aprueba 15 años después de esta alerta.

Quienes más contaminan, las Corporaciones y los países “desarrollados”, no quieren reducir sus niveles de consumo y de contaminación del planeta. Para evadir esta reducción de un 5%, proponen mecanismos de compensación y no de reducción, convirtiendo además estos mecanismos en nuevas formas de negocio. Uno de estos mecanismos es el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL): una forma de hacerse “verdes” contaminando lo mismo.

Los MDL son proyectos de “desarrollo” que supuestamente emiten menos CO2, por ejemplo, mejorar las turbinas de una represa hidroeléctrica haciéndola más eficiente y según esto “menos contaminante”. También entran en MDL los proyectos que aún siendo contaminantes, son menos contaminantes que otras opciones, por ejemplo, construir una represa hidroeléctrica en vez de una planta de carbón. El supuesto “beneficio” de emisiones de un megaproyecto en vez de otro hace “verdes” estos megaproyectos. Esta diferencia entre lo que podría contaminar con un proyecto y lo que contamino con otro se convierten en Créditos de Carbono, o permisos para seguir contaminando.
 
Los MDL se diseñaron como un recurso para que las empresas y los gobiernos de países más contaminadores compensaran por su contaminación. Esta “compensación” se haría a través de proyectos que ayudaran a reducir-mitigar los efectos del la Crisis Climática en los países más afectados, que son los países del Sur o países “en desarrollo”. De esta manera, los países pueden obtener Certificados de Reducción de Emisiones o Bonos de Carbono, si se comprometen a reducir sus índices de contaminación o “compensan” invirtiendo en proyectos que reducen la emisión de carbono.

Como algo que sonara a justicia climática era demasiado para las Corporaciones y sus gobiernos, los MDL se han convertido en realidad en una mera compra de “permisos para contaminar”. Así, todo tipo de proyectos, de las mismas Corporaciones, son incluidas como proyectos que reducen carbono. Doble juego, doble ganancia. Por ejemplo, son incluidos como válidos para obtener certificados de reducción de emisiones, la construcción de represas hidroeléctricas, proyectos de agrocombustibles, los proyectos de Gas natural, todos ellos por ser considerados ¿energías limpias?.

El avance del comercio de carbono, que supone contaminar desde el Norte y simular que se limpia en el Sur, se ha llamado ya el Colonialismo del Carbono, porque mantiene y fortalece la expansión de las Corporaciones en territorios del Sur, en especial indígenas y campesinos donde hay biodiversidad, implementa proyectos destructivos y depredadores, con un subsidio extra “verde”.

Siguiendo la lógica capitalista de aumentar las ganancias, van a ganar mucho dinero justamente por seguir contaminando. De hecho, quien más contamine, más dinero conseguirá.

Parece una locura, pero en realidad, dentro de la lógica de maximizar las ganancias a las Corporaciones les supone una idea excelente. La idea es asumida por las Naciones Unidas y la defienden incluso conocidas organizaciones ecologistas y ambientalistas convertidas en coyotes ambientales. Y es que la Mente Patriarcal y Capitalista es la más difícil de transformar.

REDD

La Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación (REDD) es otro mecanismo falso que inventaron fue reducir el CO2 que produce la deforestación. Las empresas pretenden que haya más árboles que absorban el carbono que contaminan desde el Norte y venden la idea de que se frenará el Calentamiento Global sin reducir emisiones, poniéndole un precio a los árboles y a su respiración de CO2.

Así  los permisos serán a cambio de conservar los bosques. Sin embargo, una idea buena como es conservar los bosques, no es un asunto gratuito y altruista para las Corporaciones y para REDD. Lo que obtienen a cambio es poder seguir contaminando y calentando el planeta, reciben dinero, y reciben la última frontera con la que sueñan las Corporaciones: los bosques.

REDD/REDD+ es malo para los pueblos, malo para las políticas, y malo para el clima. Tarde o temprano cederá más control sobre los bosques de los Pueblos Indígenas a los departamentos estatales forestales, a las empresas madereras, mineros, compañías de plantaciones, comerciantes, abogados, especuladores, agentes, organizaciones de conservación de Washington y al mercado bursátil de Wall Street, resultando en violaciones de derechos, pérdida de medios de sustento – y en última instancia, más perdida de bosques.[14]

En la definición de bosques que se hace para REDD, se incluyen las grandes extensiones de monocultivos de árboles e incluso las plantaciones de árboles transgénicos. Así las grandes extensiones maderables de Stora Enso, por ejemplo, de eucaliptos, serían considerados bosques, y recibiría dinero doble, por su propio negocio y por la “conservación”. Finalmente los bosques que las poblaciones han logrado conservar, quedarían en manos de las Corporaciones y no de las poblaciones originarias, ya sea para conservar o para cualquier fin que simule la conservación. Al mismo tiempo tierras que serían para cultivos son transformadas en plantaciones forestales, como es el caso de la “reconversión productiva” impulsada por el Gobierno del Estado de Chiapas, donde se anima a las comunidades a dejar de producir maíz para poner plantaciones forestales.

Si se avanza en el REDD Plus, cualquier plantación agrícola también sería aceptada como proyectos de conservación, por ejemplo, las extensiones de soja transgénica de Monsanto en el mundo.

Se predice que el mercado de REDD significará un flujo de dinero Norte-Sur del orden de los 30 mil millones de dólares por año.[15]

El sistema de mercado de carbono mantiene intacto los niveles de consumo de los países “desarrollados”, sostiene una economía basada en la quema de combustibles fósiles, y no obliga a reducir las emisiones de GEI a la atmósfera. La paradoja más lamentable de este mecanismo capitalista, es que todos los bosques que sean “conservados” a través de REDD, serán destruidos por las sequías, los huracanes, las inundaciones y la alteración de la biodiversidad que trae la Crisis Climática, generada y mantenida por aquellos mismos que dicen conservar arbolitos.

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Notas:
[1] Ni derechos ni humanos. Eduardo Galeano.
[2] Tercer Informe de Evaluación de IPCC. www.ipcc.ch
[3] Anatomía de una crisis silenciosa. Global humanitarian Forum, Ginebra, 2009.
[4] Ibid.
[5] Climate Justice Times. Amigos de la Tierra Internacional, Copenhagen 2009.
[6] Ibid
[7] Ibid
[8] El Banco Mundial continúa apoyando un futuro con uso intensivo del carbono. Heike Mainhardt-Gibbs. Boletín Bretton Woods No.65 marzo/abril 2009.
[9] No a la fiebre de agrocombustibles. Grain. 28 de Junio de 2007.
[10] Crisis Climática, Justicia Climática y responsabilidad del sector minero-metalúrgico y cementero en México. Rmalc. REMA. A. Villamar/ México, 2 de junio de 2010
[11] ¿Corredor de bolsa honesto? La CIF, el sector extractivo y las comunidades afectadas noticia. Proyecto Bretton Woods, 16 July 2007. Bboletín 56.
[12] No seas Presa de las represas. Gustavo Castro Soto. www.otrosmunchiapas.org
[13] Continúa la controversia: El hidropoder del Banco Mundial. Proyecto Bretton Woods, 27 July 2009. Boletín 66
[14] NO REDD! UNA LECTURA CRÍTICA. REDD Monitor, Global Justice Ecology Project, Censat Agua Viva, Amazon Watch, Acción Ecológica, OFRANEH, Movimiento Mundial porlos Bosques Tropicales, COECOCEIBA-AT, Carbon Trade Watch, Marea Creciente, Grupo ETC y la Red Indígena Ambientalista. www.otrosmundoschiapas.org/index.php/cambio-climatico/109-redd/877-no-redd-una-lectura-critica.html
[15] Redd: la verdad en blanco y negro. Noviembre 2010. Amigos de la Tierra Internacional. www.otrosmundoschiapas.org/index.php/cambio-climatico/109-redd/899-redd-la-verdad-en-blanco-y-negro.html

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