[INFORME] Investigación sobre seguridad digital con organizaciones sociales de Chiapas

Informe publicado por Sursiendo, Comunicación digital en enero de 2019

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 El día de hoy Sursiendo da a conocer su primer Informe Investigación sobre seguridad digital con organizaciones sociales de Chiapas.

En el presente Informe se aborda el proceso de diagnóstico, hallazgos y aprendizajes resultados del acompañamiento de Sursiendo en seguridad digital desde el enfoque de la autodefensa digital y los autocuidados junto a 8 organizaciones defensoras de los derechos humanos de Chiapas.

Diagnóstico tuvo el objetivo de conocer las necesidades de las organizaciones en seguridad digital con relación a sus labores de defensoría de los derechos humanos. Para con él, posteriormente, desarrollar herramientas y prácticas colectivas graduales de autocuidados digitales.

En un contexto donde Internet visto y pensado como territorio está sujeto a disputas actuales visibles y discutidas como los modelos de extracción de valor de nuestras comunicaciones casi exclusivamente guiados por el valor de mercado, la industria de la vigilancia, y el crecimiento de las facultades de vigilancia de los gobiernos.

El proceso de diagnóstico echa mano de un conjunto de metodologías participativas como la educación popular y herramientas de investigación-accion (IAP), informa-acción, y del manual Diagnósticos en seguridad digital para organizaciones defensoras de derechos humanos y del territorio, desarrollado por Técnicas Rudas.

Un trabajo que valora el aprendizaje desde las propias experiencias de uso de quienes acompañan. Sin perder de vista el papel y la importancia de la generación de los acuerdos colectivos al interior de las organizaciones que se acompañan.

Una publicación que indudablemente representa una contribución al oficio de la pedagogía del aprendizaje mutuo de la seguridad digital en dos dimensiones, la reflexión política tecnológica y su acción

 Ø  Presentación:

Este es el informe sobre uno de los caminos recorridos durante 2018 como Sursiendo, donde hemos convivido con lo local y lo digital, en un proyecto-proceso de investigación con organizaciones sociales de Chiapas para realizar un diagnóstico sobre seguridad digital.

Según un estudio de Lori Lewis y Chadd Callahan (Desjardins, 2018), con datos de mayo de 2018, en una hora se envían más de 10.000 millones de emails, se descargan 22 millones de aplicaciones o se realizan 222 millones de consultas en buscadores. En México, más del 65% de la población está conectada, según datos de Internet World Stats (2018).

Hoy en día Internet es fundamental para entender cómo funcionan nuestras sociedades, ya que está presente en casi todos los ámbitos sociales, políticos, económicos y culturales de México y del mundo. Estar en línea es muy importante para gran parte de la población. También para el trabajo de defensa de derechos humanos.

Más allá de las cifras pensamos que debemos fijarnos más en los quiénes, los cómos y los qués. Cómo usamos y nos relacionamos a través de Internet, y a través de qué dispositivos y programas. Qué ponemos en riesgo al estar en línea.

Nos gusta pensar Internet como un territorio, “como el espacio vivido, sentido y parte integrante de su cotidianidad”, según lo define Arturo Escobar (2010); el territorio es el escenario de las relaciones sociales, por eso vemos Internet como una construcción social y nuestro conocimiento del mismo implica el conocimiento del proceso de su producción, de su ‘habitarlo’. Pero ese territorio, como muchos otros, está amenazado por el neoliberalismo, a través de la vigilancia y el control, la criminalización y el despojo, la comercialización de datos personales y la falta de ética. Internet es un territorio en disputa.

Así, durante todo el año 2018 nos propusimos realizar una investigación sobre una parte de esta disputa: la seguridad digital en organizaciones sociales de Chiapas, con el fin de realizar un diagnóstico de la situación de este tema en la región.

En México, la situación de la seguridad digital atraviesa momentos de amenaza a organizaciones, activistas sociales y defensoras de derechos humanos, como hemos visto con el despliegue de la vigilancia de Estado y los casos de utilización de software de espionaje Galileo, de la empresa Hacking Team, o Pegasus, de NSO Group, además de criminalización y censura. Tanto instituciones públicas como corporaciones tecnológicas ponen en riesgo la seguridad en el trabajo de defensoría y acompañamiento a procesos colectivos, que también se ve afectada por el crimen organizado.

Nos planteamos hacer un proceso de diagnóstico basado en metodologías de la educación popular y dinámicas participativas con talleres, encuestas, entrevistas y fichas de información en la red, yendo a sus contextos, conociendo sus espacios; para pasar a analizar toda esa información y posteriormente hacer una devolución que sirviese para mejorar las prácticas que se tienen en los entornos digitales, y así tener una base firme para realizar un acompañamiento de largo plazo.

Pero ¿qué es la seguridad digital? En algunos casos es definida como la protección de la infraestructura computacional y todo lo relacionado con ésta y, especialmente, la información contenida en una computadora o circulante a través de las redes de computadoras; o también se puede definir como las prácticas y las herramientas que utilizamos las y los usuarios para proteger aparatos, información e interacciones digitales.

Mucho de eso hay, pero desde Sursiendo preferimos ver la ‘seguridad digital’ como las prácticas de autodefensa y autocuidados digitales, como las formas de mejorar nuestra ‘vida digital’ en un (largo) camino hacia la soberanía tecnológica. O como también describen algunas de las personas de las organizaciones participantes: “una serie de hábitos, herramientas que uno utiliza en su cotidiano para poder proteger la información” o “la posibilidad de moverme por el ciberespacio sin que eso me pusiera en un riesgo no elegido. Ni a mí, ni a las personas que me rodean, ni en el trabajo”.

Consideramos que la ‘seguridad’ como concepto es en sí mismo engañoso y ha desembocado en el estado de vigilancia en el que cual estamos actualmente. No hay manera posible de estar ‘seguras y seguros’ al 100%, pero sí podemos tomar medidas para cuidar nuestras acciones digitales y así cuidar también nuestro trabajo de defensoría y activismos.

Sin embargo, y debido a que el concepto de ‘seguridad digital’ ha adquirido una utilización más generalizada para hablar de este tema, lo nombraremos de este modo a lo largo de todo el informe.

Este proceso de diagnóstico ha sido realizado con ocho organizaciones de Chiapas que trabajan distintos ámbitos, como los derechos humanos, migraciones, derechos de las mujeres, defensa de la tierra y el territorio, acompañamiento a comunidades en resistencia o con propuestas alternativas al modelo extractivo de “desarrollo”. Por guardar la confidencialidad y proteger sus procesos no se mencionan sus nombres en este informe.

En las siguientes páginas hacemos un resumen de qué ha pasado con la seguridad digital en México y en Chiapas, cuáles han sido los hallazgos de la investigación y qué necesidades y retos se plantean.

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