Los grupos de justicia climática, reunidos en las negociaciones sobre el cambio climático en la Cop22 de las Naciones Unidas, reaccionaron ante la llegada a Marrakech de la noticia sobre la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos.
«Si bien la elección de un escéptico del cambio climático para la Casa Blanca envía un mensaje equivocado al mundo, los movimientos de base por la justicia climática, tales como las comunidades nativo americanas, las personas de color, los trabadores, son el alma del movimiento para el cambio. Son los que en este momento defienden los derechos sobre el agua en Dakota; intentan poner fin a la contaminación por combustibles fósiles; desalientan las inversiones en la industria de combustibles fósiles; acompañan a las comunidades que están perdiendo sus hogares y sus vidas por la devastación causada por los climas extremos; y hasta intentan crear una transformación de la energía renovable. Redoblaremos nuestros esfuerzos, nos fortaleceremos y seguiremos comprometidos para acompañar a aquellos que están en el frente de batalla de las injusticias climáticas, tanto en ámbito local como en el exterior. En la ausencia de liderazgo de nuestro gobierno, la comunidad internacional debe unir fuerzas para redoblar sus esfuerzos y evitar así un desastre climático», declaró Jesse Bragg, desde la oficina en Boston de Corporate Accountability International (Responsabilidad empresarial internacional).
“Para las comunidades del hemisferio sur, la elección de Trump por parte de los ciudadanos estadounidenses representa una sentencia de muerte. Estamos ya sufriendo los efectos del cambio climático, luego de años de inacción de los países ricos, como los Estados Unidos; y ahora con un trastornado escéptico del cambio climático en la Casa Blanca, el poco progreso hecho se encuentra amenazado. La comunidad internacional no debe permitir ser arrastrada hacia el fondo. Los demás países desarrollados, en Europa, Canadá, Australia y Japón, deben intensificar sus compromisos para reducir la contaminación y aumentar el apoyo financiero para nuestras comunidades», agregó Wilfred D’Costa, desde Asian Peoples’ Movement on Debt and Development (Movimiento de pueblos asiáticos sobre la deuda y desarrollo).
«Fue el pueblo de Estados Unidos, y no su presidente, el que firmó y ratificó el Acuerdo de París. Un solo hombre, en especial en el siglo XXI, no puede arrebatar al mundo del progreso climático que realizado y que debe continuar. Como cuestión de derecho internacional y de supervivencia humana, las naciones del mundo pueden, tienen la obligación y deben hacer que los Estados Unidos respete los compromisos climáticos. E incumbe a las comunidades estadounidenses unirse y presionar por políticas climáticas progresistas en el ámbito estatal y local, en donde las políticas federales no imperan», dijo Jean Su, desde el Center for Biological Diversity (Centro por la diversidad biológica en California).
«Como mujer joven que vota por primera vez, no toleraré el escepticismo de Trump sobre la acción necesaria para la justicia climática. Nuestro país debe emprender un cambio sistemático y una transición justa que nos aleje de los combustibles fósiles y nos dirija hacia la energía renovable, durante el tiempo que dure mi vida. Los próximos cuatro años serán críticos para transitar por el camino correcto, y la desastrosa elección de Trump nos sirve como recordatorio solemne del camino que nos queda por delante. Como miembros de los jóvenes y de los movimientos de justicia climática, exigiremos una acción verdadera para combatir el cambio climático, por el bien de nuestros hermanos y hermanas alrededor del mundo y para todas las generaciones futuras», agregó Becky Chung, desde la red de jóvenes SustainUS.
«África está ardiendo. La elección de Trump es un desastre para nuestro continente. Los Estados Unidos, si sigue al pie de la letra las promesas precipitadas del nuevo presidente de retirarse del régimen climático internacional, se convertirá en un estado paria en los esfuerzos mundiales por la acción climática. Este es el momento en el que el resto del mundo no puede permitirse titubear y debe redoblar los compromisos para hacer frente a un cambio climático peligroso», dijo Geoffrey Kamese, desde Amigos de la Tierra África.