Pararon la construcción de una hidroeléctrica en Veracruz
Proyecto Ambulante
Las comunidades que serían afectadas por un proyecto de represa hidroeléctrica en el río Alseseca, que nace en Tlaxcala y pasa por Puebla y Veracruz, y lograron parar la construcción de esa obra, negando a la empresa el permiso de pasar un tubo por sus tierras para desviar agua del Alseseca y juntarla con el río que baja por Jalacingo, en Veracruz, un triunfo debido a la información oportuna y a la decisión consensuada de los campesinos, platicó en entrevista Manuel Macotela, de la organización Centro de Desarrollo Rural Quetzalcóatl.
Asegura la página web “Conservación del Río Alseseca” (http://www.alseseca.com/conser_alseseca/conser.html): “El Río Filobobos y el Río Alseseca forman parte de una extensión de más de 10 mil hectáreas de terreno que en el año de 1992 fue decretado como Reserva Natural Protegida por el Gobierno del Estado de Veracruz. Dentro de la zona decretada como reserva natural se encuentran 5 sitios arqueológicos de los cuales, dos de los cuales, El Cuajilote y Vega de la Peña, son visitados por turistas y paseantes año con año. Estas zonas arqueológicas fueron establecidas por habitantes de la Cultura Totonaca en tiempos prehispánicos.” El río es preferido también para el deporte del rafting.
Ese río, el Alseseca, es el que están defendiendo las comunidades. De cómo lograron evitar el paso de tubos para la construcción de una represa hidroeléctrica, explicó el entrevistado:
– Lo más importante, en lo que logramos, es que se hizo a tiempo. Porque tuvimos las suerte de enterarnos de lo que iban a hacer con suficiente tiempo y pudimos encontrar gente que tenía la información sobre cuáles iban a ser los impactos y los problemas que iban a causar. De esa forma, pudimos tomar acciones. La comunidad, al saber cuáles iban a ser los problemas que se iban a generar, pues se inconformó y se puso en desacuerdo desde el principio. Simplemente dijo: – Por aquí no pasan, porque no quiero que me destruyan.
– ¿Cómo se involucraron ustedes en la defensa del río?
– Trabajamos con proyectos de desarrollo en la comunidad. Impulsamos procesos de desarrollo integral sustentable. El comisariado ejidal nos comentó: – Ustedes cómo ven, me vinieron a ver y a decir que les diera permiso para pasar unos tubos. Y dijo: – Quedaron de venir la próxima semana para que ya les dé el documento firmado. Eso nos puso en alarma. – ¿Van a pasar unos tubos, para qué? –Es que van a llevarse agua de este río para el otro río. – A ver, espérense, ¿cuál es el problema o cómo está? Empezamos a buscar información y fue como nos enteramos de lo que pensaban hacer. Básicamente, esa fue la clave…
– ¿Qué descubrieron que harían con esos tubos?
– Iban a desviar el 95%, o el 90%, del río Alseseca, y se lo iban a llevar a juntarlo con el río que baja en Jalacingo, para poner una hidroeléctrica más abajo. Desde el principio nos alarmó, porque al quitarle el agua al río, pues el río se muere, qué otra alternativa o consecuencia puede ser.
– ¿Qué comunidad se inconformó?
Alseseca el Grande (municipio de Atzalan, Ver.), básicamente, fue la comunidad que se inconformó. Y, a partir de que empezamos a buscar la información, nos encontramos con la lucha de los compañeros de Papa y, pues, tristemente, de otras comunidades más abajo, como Nicolás Bravo, que ellos, pues, dieron permiso y ya estaban haciendo las obras ahí. Cuando nos enteramos y nos dimos cuenta, ya estaba muy avanzado en Nicolás Bravo, que es ya Jalacingo.
También hay otras comunidades, como Jicotes, que se van a ver afectadas, pues están tratando de pedirles permiso para pasar los tubos, pero gracias a la información que se ha estado difundiendo sobre esto, ya tuvieron elementos para inconformarse.
– ¿Cómo detuvo la obra la comunidad de Alseseca el Grande?
Simplemente se negó la autorización. No hay permiso de la comunidad para pasar la tubería. Y lo que pensamos es que quizás busquen una alternativa para pasarlo por otro lado, y otras estrategias, pero la comunidad está unida en ese sentido, ya hay un consenso y no se va a autorizar.
– ¿Les prometieron empleos y mejoras materiales, como usualmente hacen las empresas?
– Lo mismo prometieron aquí. Se lo dijeron al comisariado ejidal, pero él, hace tres años o dos años y medio, tuvo el tino de preguntarnos. No se aventó solito a decir: – Sí, lo hacemos, sino que todavía existe en esa comunidad un liderazgo fuerte y auténtico, y gracias a eso las cosas se dieron así.
– Y ustedes siguen apoyando a otras comunidades en riesgo…
– Estamos preocupados, porque el problema no es nada más que nos desvíen nuestro río, digamos, en donde estamos, sino que la afectación en cualquier río tiene repercusiones iguales. Cambia el punto, pero la afectación es la misma. Estamos colaborando con compañeros de Martínez de la Torre, San Rafael, Tlapacoyan. Formamos una alianza, y estamos trabajando en las defensa de los ríos: La Alianza de Pueblos, Comunidades y Usuarios de Agua para la Defensa del Río Bobos y sus Cuencas.
– Comentabas que han usado las costumbres de las comunidades para comunicarse con ellas…
– En Tlapacoyan tienen una estrategia muy buena para comunicar el mensaje, que incorpora las tradiciones y ceremonias que tienen mucho impacto en la forma de ser de la gente.
– Como Centro de Desarrollo Rural Quetzalcóatl, ¿cuál es su trabajo?
– Impulsamos procesos de desarrollo integran sustentable. Hacemos diseño y transferencias de tecnologías ecosustentables. Desarrollamos la estufa Tonacalli, que es una estufa de leña, evolución de la estufa Lorena.
Ahorra entre un 50 y un 75% de la leña que usa la estufa, el bracero tradicional, por así decirlo, pero además le permite a la familia sacar el humo de la vivienda. En el humo se han encontrado hasta 14 sustancias que producen cáncer. Estamos preocupados también por esa situación y apoyamos a las familias a implementar este tipo de estufas en sus viviendas, para mejorar su salud. Por otro lado, la estufa Tonacalli tiene un recuperador térmico, una especie de boiler, que le permite capturar entre un 15 y un 25% del calor que ya se fue. Con eso calientan 40 litros de agua y con esa agua caliente la familia puede precocer sus alimentos, hervir el agua para tomar o bañarse con mayor comodidad.
– ¿Por qué se preocupan por defender los ríos y la naturaleza?
– Las cuestiones de protección del ambiente no son una cuestión de preferencias, son una exigencia del ambiente. Porque si lo modificamos a tal grado de que no podamos vivir, pues estamos poniéndonos una soga al cuello… y jalándola.
Esa es la historia de una comunidad que impidió la construcción de una hidroeléctrica, en un estado, el veracruzano, para el cual hay 112 proyectos (más del 29% de las 506 proyectadas para el país) de represas hidroeléctricas, desde las que ya han avanzado en su construcción, como en Zongolica, las que iniciaron desmontes y estudios exploratorios como en El Naranjal, y otras con diversos grados de avance en su construcción en el río Filobobos, más las seis o siete que están en espera del levantamiento de la veda en el río Los Pescados, en la cuenca de La Antigua.