Carta Vecinal Rachazo Violencia hacia las Mujeres
VECINOS Y VECINAS, POR FAVOR LEED Y DIFUNDIR
San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México, febrero de 2012.
Desde hace por lo menos un año percibimos un aumento considerable de actitudes de violencia hacia mujeres en las Colonias de El Cerrillo, Cuxtitali y 31 de Marzo, así como en otros barrios. Éstos han pasado de ser hechos aislados a ser hechos recurrentes, de propiciarse de noche a darse a plena luz del día y han pasado de darse en algunos lugares especialmente aislados a darse en todos los lugares posibles. Las conductas violentas han sido llevadas a cabo por hombres de todas las edades (adolescentes, jóvenes y adultos) que se actúan solos o en grupos, a pie, en moto o carro. Hablamos de violaciones a compañeras, vejaciones e intimidación verbal y física.
Estas acciones violentas que son realizadas como broma o acto de dominación hacia las compañeras que han sido víctimas, distan mucho de la clase de relaciones y convivencia social vecinal que deseamos en nuestras calles y nuestros barrios.
Rechazamos todo tipo de actitud y acción violentas, verbales y físicas, que hagan sentir a cualquier persona de nuestra comunidad el dolor, la impotencia, la tristeza e inseguridad que sienten las compañeras que han sido víctimas de estas agresiones.
Nos indigna y entristece profundamente esta situación, porque enturbia nuestro deseo y compromiso de construir juntas y juntos una sociedad respetuosa, solidaria, justa y digna, basada en el cuidado y bienestar de todos y todas. Y nos preocupa que estas agresiones se estén incrementando sin que se esté informando, reflexionando y denunciando pública, conjunta y comprometidamente como inadmisibles y peligrosas, consideración que merecen.
Normalizar, silenciar y encubrir estos actos implica socavar la integridad física, psicológica y moral de cada una de nosotras y nosotros, vulnerabilizar la de nuestras familias y deteriorar profundamente las relaciones y convivencia en nuestras comunidades, en el presente y en el futuro.
Pedimos a madres y padres hablar con sus hijos e hijas, a los maestros con sus alumnos y alumnas, a las parejas a considerarlo juntas, a los compañeros y compañeras a dialogarlo y posicionarse en espacios de trabajo y construcción colectiva; y a los vecinos y a las vecinas a no permitir estas situaciones en nuestras calles, en nuestros barrios.
Pedimos a TODOS y TODAS no actuar como ajenos al problema. No podemos esperar a que alguien de nuestro entorno sea víctima, porque todas y todos somos víctimas de esta situación, aunque sea indirectamente. Necesitamos hacer visible esta injusticia.
Exigimos a los agresores detengan estas acciones violentas (verbales y físicas). Piensen que lo que hacen hoy a una mujer, otro se lo puede hacer a las mujeres cercanas a su corazón (madres, hermanas, tías, compañeras, primas, amigas, novias, etc.) y, de esta forma, ustedes serán responsables directos del dolor que a esas mujeres se les genere, por ser cómplices y encubridores de dicha violencia.
Es urgente instar al respeto y al cuidado de todos y todas, asumiendo que así nos respetamos y nos cuidamos a nosotros y nosotras y a nuestras familias. La tranquilidad y seguridad de todos y todas es responsabilidad compartida. Seamos responsables hoy, para no tener que lamentarnos nunca más por la agresión a una compañera.
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