Se profundizan las resistencias y alternativas desde los Pueblos durante la Cumbre de los Pueblos en París, mientras los gobiernos, cediendo a la presión de las transnacionales dan la espalda una vez más a compromisos verdaderamente vinculantes durante la COP 21
Campaña Global para Desmantelar el Poder de las Transnacionales y
Poner fin a la Impunidad
París, 14 de diciembre de 2015
En el marco de la 21a Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, celebrada en “Paris 2015” – COP21, la responsabilidad de los acuerdos de libre comercio, los regímenes de inversión y las empresas transnacionales (ETN) en la crisis climática ha sido expuesta a través de varios talleres y protestas “prohibidas” ‘en toda la ciudad de París durante la Cumbre de los Pueblos sobre el Clima (ver en Storify).
El último día de acción en las calles de París el 12 de diciembre, resonó como una declaración de estado de emergencia climática mientras que los gobiernos, sometidos al poder de las transnacionales se preparaban a cerrar la COP 21, habiendo una vez más rechazado todo compromiso realmente vinculante que constituya una respuesta ante la crisis generada por el cambio climático. A pesar de ello, los movimientos sociales y las campañas que reivindican la justicia climática, han demostrado una creciente determinación en la asunción de responsabilidades y el esfuerzo por conseguir un cambio en el sistema económico y político en aras de enfriar el planeta.
Entre las 25 transnacionales con mayores ventas, 15 se vinculan con la industria de los combustibles fósiles (ver El Estado del Poder 2014) y son responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero que afectan a todo el planeta – entre ellas podemos citar a Shell, Exon-Mobil, Sinopec-China Petroleum, BP, Petro China, Total, Chevron, ENI, Petrobras, Gazprom, Statoil. Las empresas transnacionales (ETN) venden también falsas soluciones frente al cambio climático, basadas en mecanismos de mercado, después de haber capturado agresivamente la agenda y la formulación de políticas en las negociaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre el clima.
De acuerdo con Diana Aguiar, de FASE (Brasil), organización miembro de la Campaña Global para desmantelar Poder Corporativo participar en la Cumbre del Clima Pueblos en París “entre los principales impulsores del colapso ambiental que afecta a todo el planeta, hay que destacar al régimen de Libre Comercio e inversiones, así como el papel de las empresas transnacionales”.
Las ETN acaparan de forma creciente a los bienes comunes a través de una apropiación global de los recursos, y actúan con una amplia impunidad, a pesar de los impactos sociales, económicos y ambientales devastadores generados por sus operaciones. Según Ben Lilliston Institute for Agriculture and Trade Policy (IATP, Estados Unidos), “la concesión de derechos especiales para empresas que está acelerando el cambio climático se basa en régimen de comercio e inversión, el cual los acuerdos como TTIP, CETA, TPP y TISA y otra acuerdos de libre comercio impuestos por EE.UU. y la Unión Europea (UE) proporcionan una protección exclusiva a los inversionistas, a la vez que niegan toda protección del interés público y respeto los derechos de los Pueblos“.
La captura corporativa o control ejercido por las transnacionales se hizo muy evidente durante la COP 21, en las diversas varias versiones del texto negociado. Las falsas soluciones, basadas en el mercado y en la tecnología propuestas por los criminales corporativos que acaparan la COP fueron expuestas en el Grand Palais y denunciadas durante un “Tour Tóxico”, así como durante el Tribunal Internacional de los Derechos de la Naturaleza, y durante las distintas protestas lideradas por los Pueblos Indígenas y las comunidades principalmente afectadas por el cambio climático.
Entre los momentos clave de la movilización en la Cumbre de los Pueblos, se intentó propiciar la convergencia de luchas y estrategias – entre lo/as defensore/as de la tierra y el agua, así como aquello/as que denuncian a los tratados de libre comercio y a las transnacionales. En este contexto, se abrieron debates sobre el proceso de construcción de resistencias y alternativas, plasmado en el Tratado Internacional por la Soberanía de los Pueblos e iniciativas como el Instrumento vinculante sobre las ETNs y los Derechos Humanos que se discute actualmente en las Naciones Unidas. Ambos temas fueron objeto de sendos talleres durante el 6 de diciembre de 2015.
Entre los casos expuestos, que ilustraron el carácter sistémico de la impunidad de las transnacionales en todas las regiones del globo, se destararon: Chevron Texaco en Ecuador, ProSAVANA en Mozambique, Veolia en Marruecos, EDF – Engie en Polonia y UK, empresas mineras en los países africados y en Filipinas, así como la Vale en Brasil y Mozambique.
De forma simultánea, la narrativa compartida por diversas campañas y comunidades en resistencia consistió también en estrategias y alternativas puestas en práctica que contribuyen a enfriar el planeta. Entre estos elementos podemos destacar la agroecología propuesta por La Via Campesina, el Movimento dos Atingidos por Barragens (MAB- Brasil), y otras redes que reclaman la soberanía de los Pueblos sobre el agua, la alimentación y la energía. Así mismo, se encuentra el debate colectivo que emerge de propuestas desde los movimientos sociales tales como la auditoría ciudadana de la deuda (presentada por el CADTM), y la necesidad de reivindicar a la democracia frente al poder de las transnacionales, defender la paz frente a la guerra, respaldar los derechos de lo/as migrantes y refugiado/as, así como las prácticas en aras de fomentar la justicia económica, política, de género, social, climática y ambiental. La Plataforma de Desarrollo de las Américas (PLADA) fue presentada con alternativas concretas elaboradas desde los sindicatos, y la Marcha Mundial de Mujeres organizó diferentes actividades en defensa de la Tierra, los territorios y los cuerpos de las mujeres.
A pesar del estado de emergencia oficial y la prohibición de manifestar, la Cumbre de los Pueblos representó un volcán de protestas y acciones en París, desde la Cadena Humana del 29 de noviembre, a las protestas ante la sede de Danone y de Total, acciones en la pirámide del Louvre, delante de la Catedral de Notre Dame, el Tour Tóxico ante el Grand Palais, las acciones en torno a BNP Paribas y las acciones del 12 de diciembre para “tener la última palabra” en la COP 21.
Las Asambleas de Convergencia y el momentum de la Cumbre de los Pueblos de Paris, resultaron en un calendario de los movimientos sociales y día de acción para la Campaña durante 2016. Esto incluyó la propuesta de los sindicatos y movimientos sociales latinoamericanos reunidos para el festejo de los 10 años de la victoria sobre el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), de convocar a nivel hemisférico a un Día de Acción contra los Tratados de Libre comercio y las Transnacionales el 4 – 5 de noviembre de 2016. Esta propuesta, así como el conjunto de convergencias que tuvieron lugar en París, acercando a movimientos y organizaciones sociales en aras de “tener la última palabra” frente a la justicia climática, permitieron profundizar las sinergias y acercar estrategias entre distintas luchas. Estas, de acuerdo con Lyda Fernanda (Transnational Institute) necesitan “confrontar el poder transnacional y unir las luchas en defensa de la vida y del planeta”.
Vía Movimiento M4