[AUDIO] «Sigue predominando en tres cuartas partes de México la siembra de maíces nativos»

Participación de Cecilio Mota Cruz, integrante de la Fundación Semillas de Vida, en el cine-debate organizado por Otros Mundos A.C. el 18 de septiembre 2018 en el Foro Cultural Kinoki de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. El agroecólogo, egresado de la universidad de Chapingo, trabaja día a día con campesinos y campesinas de México en el estudio de la diversidad del maíz, la cultura alimentaria y el mejoramiento participativo de semillas. Comentó el documental «El maíz en tiempos de guerra» (Alberto Cortés Calderón, 2013), proyectado durante el evento, y habló de la importancia de hacer milpa y sembrar semillas criollas ante las amenazas que representan hoy en el campo mexicano las semillas transgénicas y las híbridas comerciales.

ANUNCIO: El 1 de octubre a las 1 PM en la Universinad Intercultural de Chiapas (UNICH), Cecilio Mota Cruz dará una charla-taller sobre «Diversidad de maíces nativos en México y su mejoramiento por campesinos» en el marco de la celebración del X Festival del Maíz y la Tortilla

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«El maíz es el grano por excelencia que nos dio aquí en esta región del mundo la base para el desarrollo civilizatorio de las culturas en México y sigue siendo en el presente la base de la alimentación, la identidad, el aprovechamiento y la apropiación de la tierra y el territorio. Las luchas a lo largo de la historia del país han sido para defender el territorio y la forma permanente de su apropiárselo es a través de la milpa. Eso es también uno de las grandes aportaciones de Mesoamérica, de México: que el maíz se siembra en conjunto con otros cultivos en la milpa para el aprovechamiento del agroecosistema, del ambiente, del terreno, pero también para la alimentación, porque nos da una alimentación equilibrada. Más de 600 platillos tenemos en México a partir del maíz, con la milpa son muchos más.

Y esta diversidad sigue siendo y va a seguir siendo nuestra identidad, nuestra base alimentaria, y también nuestro futuro. Pareciera que es algo solamente nostálgico la visión del campo, pero en realidad, además de ser una forma de vida y de defensa del territorio, es un futuro importante.

En la Sierra Mixe, en los años 1991-1992, se registraron unos maíces que crecen en las partes nubosas de la sierra, con alta precipitación, en bosques de niebla, maíces muy altos, que secretan una especie de mucílago. Todos los maíces lo tienen, pero en especial allí lo encontraron y lo estudiaron. Ese mucílago aloja bacterias fijadoras de nitrógeno y además aloja un conglomerado de bacterias que defienden el maíz, evitando que crezcan enfermedades fúngicas. Los atributos de este maíz ahora se están estudiante por ejemplo en la universidad de California en el campus de Davis, y se ve como el maíz del futuro. Es decir que el maíz del futuro, ya lo han generado las culturas y los pueblos de México y Mesoamérica, por esta larga experiencia de más de 10,000 años de sembrar maíz. Desde que se domesticó el maíz, estamos experimentando y hemos generado todo este bagaje, esta experiencia y esta cultura y estos agroecosistemas, con base en la milpa.

Los agricultores han generado variedades adaptadas, resistentes a los problemas de plagas. Los tipos de maíz tienen bien cerrada la puntita de la mazorca. Han hecho esta selección los agricultores porque así evitan que entren plagas de grano almacenado, gorgojos. En los Altos de Chiapas, los maíces son más cristalinos, muy duros – también muy ricos y de muchos colores – y estos cristalinos evitan el ataque de plagas. En el caso de los maíces del trópico, son maíces dentados. Son una combinación de la parte cristalina y la parte almidonosa del grano. Hay miles de variantes, miles de tipos de maíz en México, porque los agricultores los siguen manejando.

Extracto de la proyección de «El maíz en tiempos de guerra» el 18 de septiembre 2018

Los agricultores son también los que llevan el gran compromiso y la responsabilidad de manejar las redes más importantes de semillas, a pesar de las amenazas, como los transgénicos. En la Fundación Semillas de Vida, se impulsó la demanda contra los transgénicos, contra el gobierno y las empresas, y hasta el momento, lo que se ha logrado es contener el proceso de liberación de transgénicos en el ambiente (es decir de siembra experimental o comercial). Legalmente, no se puede liberar maíz transgénico en Mexico. Desafortunadamente, en los estudios genéticos que se han hecho en el país, se han encontrado unas pruebas de que hay transgénico en algunas regiones, pero no se tienen datos de proporciones.

Lo que si se puede diferenciar en México, es el porcentaje de maíces nativos o criollos, con relación con a variedades mejoradas comerciales. Solamente entre el 22% y el 25% del territorio del país tiene maíces mejorados, y sigue predominando en tres cuartas partes del país la siembra de maíces nativos. ‘Mejoradas’ es un termino entre comillas: en realidad son maíces que han pasado por un proceso de selección para su venta. Son variedades híbridas, que tienen registros y entran a un mercado en el que hay que comprar las semillas y se benefician finalmente los que las generan, que son en su mayoría empresas. Las que más venden en el país son Monsanto, Pioneer y Syngenta. La mayor defensa será que la gente siga sembrando sus maíces nativos.

Los agricultores a lo largo del país han generado sus propias estrategias para conservar el maíz porque manejan todo el ciclo, año con año. Han tenido que idear estrategias para conservar su maíz y garantizar por lo menos que tengan semillas disponibles para sembrar el siguiente año, y alimentos hasta el próximo ciclo de siembra. Hay estrategias en todo el país. En la Sierra Tarahumara, hay casas grandes y grutas con graneros adentro, por ejemplo. En el centro del país, hay estructuras llamadas comates, cincales o cincolotes. La palabra viene del nahuatl: centli significa maíz y kali casa. Es la casa del maíz. En zonas tropicales, los conservan con todo y hoja, porque así no se humedecen y no le entran las plagas. Además le ponen cal que deshidrata el insecto que va a atacarlo. Es una forma orgánica, agroecológica de conservarlo.

Hay una deuda histórica hacia el campo, no solo de México, sino de la humanidad en general, porque el campo fue el que subsidió el desarrollo civilizatorio y sigue siendo nuestra fuente de calidad ambiental y de salud alimentaria. Hace falta una política que realmente voltee a ver el campo y lo fortalezca. La política neoliberal de los últimos 30 anos ha visto a los agricultores como una carga cuando son la base de este país, de la diversidad, de la defensa del territorio y de la salud de nuestros ambientes, cuando tienen un manejo cuidadoso.»

Foto: Cecilio Mota Cruz en video-llamada en el Foro Cultural Kinoki el 18 de septiembre 2018 (Otros Mundos A.C.)

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