EL ESCARAMUJO 45: LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Sexta Parte)

EL ESCARAMUJO año 7 Número 45

LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Sexta Parte)

Marco Von Borstel
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
5 de Octubre de 2013, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

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8- Formas de represión y hostigamiento A TEMACA

8.1. Correlación de acciones de resistencia y hechos represivos
A continuación presentamos una síntesis cronológica de eventos y acciones correlacionando la resistencia con los actos represivos, elaborada para este artículo con base en los diversos documentos y notas de prensa del archivo del movimiento. En el centro del cronograma, están los hechos concretos relacionados con el conflicto de la presa, del lado izquierdo, las acciones de resistencia de las comunidades y sus aliados y del lado derecho, las acciones que se consideran como hostiles por parte de la autoridad.

Esto no enumera todos los hechos y acciones, pero pretende dar un semblante de dimensión temporal de la lucha y hacer un comparativo con los actos de represión, para tener más elementos para el análisis y comparación de estos con las tácticas propias de la doctrina GBI.

Para distinguir en el cuadro cronológico el tipo de hostigamiento, se utilizaron las siguientes categorías, usando las referencias de color en la columna de represión, de manera que pudiera verse la forma, periodicidad y niveles que toma el hostigamiento a través del tiempo. Las categorías son las siguientes:
-Amenazas y actos directos
-Medios y declaraciones
-Presión hacia Padre Gabriel
-Acciones concretas de autoridades
-Confrontación o presencia policiaca
(…)

La gráfica nos muestra como se concentran las acciones represivas en frecuencia a partir de marzo del 2009 con la amenaza al periodista y cronista Miguel Ángel Casillas, intensificándose justamente un año después con las amenazas a miembros del Comité, defensor de derechos humanos y a la periodista. Desde la perspectiva subjetiva de quienes participamos en el movimiento se dio un punto de inflexión, el contexto de lucha cambió, pues el hecho de que personas trasgredieran la comunidad de Temacapulín y en su seno confrontaran con amenazas directas, referenciado el proyecto de la presa, rompió el esquema de tranquilidad con el que si vivía medianamente en el pueblo y puso a prueba a la estructura organizativa del movimiento, teniendo que adoptar medidas de blindaje y protección y reformulando muchas estrategias y formas de lucha, ante la inminencia de una embestida gubernamental.

Es digno de notarse, que las amenazas llegaron después de que se dio a conocer la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Jalisco, 35/2009, la cual estuvo encerrada en la gaveta del presidente de la comisión durante tres meses en lo que iniciaban las obras y se terminaban los detalles de la adjudicación. A su vez después de la amplia cobertura mediática y solidaridad generada a nivel estatal. En cuanto a la recomendación, cuando se dio a conocer la CONAGUA declaró: “No vamos a aceptar esta recomendación. No tenemos ningún motivo para parar. Habría que ver qué se está pidiendo, porque ya hemos platicado mucho con la gente de las tres poblaciones (Temacapulín, Acasico y Palmarejo), dijo Raúl Antonio Iglesias Benítez…”. En esta recomendación se enlistan diversos derechos violados a la población y se recomienda la suspensión de la obra y la realización de una consulta en las comunidades afectadas para saber si la aceptan o no. En esta se incluye la recomendación de protección a la población y los defensores de derechos humanos que acompañan el movimiento, ante los actos de hostigamiento, ya registrados por dicha comisión.

La embestida gubernamental llegó a través de mayor presión, mensajes, chismes, señalamiento mediático, rondines policíacos y más amenazas, con fin de ir mermando la fuerza del movimiento. Pero el movimiento justo, se encontraba en un proceso de fortalecimiento y articulación, con la coyuntura de ser sede Temaca del Tercer encuentro Internacional de Afectados por las Presas, por lo que hubo mucha cobertura mediática y de solidaridad de organizaciones nacionales e internacionales. Esto añadido a la campaña iniciada “Los Ojos del Mundo están Puestos en Temaca”, que recibió cientos de fotografías, videos e imágenes con esta consigna, desde diversos rincones del mundo. Tras el encuentro y pese a las victorias en cuanto a argumentos y visibilización de la irregularidad en la normatividad del proyecto, la comunidad, al ver los avances en la obra, decidió tomar un camino más fuerte que ya comentamos y comenzó a planear las acciones directas en contra de la presa. Esto generó más confrontaciones y la agudización de las tácticas represivas y de GBI implementada por las autoridades. Hasta la fecha está latente el conflicto y pese a que la construcción sigue, la resistencia también, es año electoral y la obra se ha atrasado, la organización tuvo sus reacomodos internos y ha sido cansado para los pobladores la lucha de seis años, pero ahora hay mucho más experiencia y todos los argumentos construidos, la suerte de Temaca está aún por definirse.

Es también notorio en la línea del tiempo cómo la presencia de las fuerzas policíacas en la comunidad, se ha ido incrementando con el tiempo y como de policía municipal, ha ido escalando, hasta la presencia militar en noviembre y diciembre del 2011.

De la misma forma las campañas de comunicación promocionando el proyecto y criminalizando al movimiento han ido escalando en intensidad y frecuencia y es evidente una nueva aceleración a partir de que se rompió el diálogo en junio del 2011.

Otro aspecto a destacar, es la cercanía en tiempo que ha habido entre las diferentes amenazas directas y la presión de la cúpula eclesial contra el Padre Gabriel, uno de los líderes naturales del movimiento, que oriundo de Temaca, ha decidido participar activamente en la resistencia de su pueblo. El involucramiento de él en el movimiento ha sido fundamental para la generación de sinergias y cohesión al interior de la comunidad y la promoción de proyectos de desarrollo local, como la banda de música, el museo comunitario, talleres de carpintería y cantera, eventos deportivos, culturales y muchas iniciativas más. La presión ejercida por la jerarquía católica, en específico por el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, quien en un principio pidió que se buscarán alternativas a la presa:
“…Existe una presa enseguida de Tepatitlán, que nunca la usan; ahí está el agua todo el año, con otras dos presas de ese tamaño podrían solucionar el problema del agua en Guadalajara, pero se empeñan en hacer la del Zapotillo y fastidiar a los de Temacapulín…”, y que por compromisos y relaciones cercanas a las alas ultraconservadoras del Partido de Acción Nacional, ha optado por darle la espalda al pueblo y llegar inclusive a amenazar con penas canónicas al clérigo que legítimamente participa en la resistencia.
(…)

8.2. Amenazas y criminalización del movimiento
Recuerdo la reunión que tuvimos a principios de 2011 en Temacapulín para que alumnos de la Universidad de Furdam entrevistaran al Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, acerca de las violaciones a los derechos humanos cometidas por la autoridad. Al comenzar dicha reunión, el primer entrevistador hizo preguntas muy rápidas y al no recibir una repuesta en la velocidad que esperaba, hizo otras, pero no tuvo respuesta tampoco. Otra de las estudiantes reaccionó y repitió más pausadamente la primera pregunta: ¿Han recibido amenazas por lo de la presa? Y pausadamente, la gente comenzó a contestar, y el diálogo fluyó, las y los participantes expresaron todo lo que las organizaciones que acompañan el proceso sabían y otros elementos muy interesantes, de cómo han vivido la experiencia de resistencia contra la presa el Zapotillo y las acciones represivas de la autoridad.

A la pregunta de las amenazas, Abigail Agredano, complementada con otras miembras del Comité y Don Alfonso Iñíguez, hicieron una reflexión muy interesante y es que amenazados están, desde que conocieron por primera vez el proyecto, desde entonces sienten amenazada su vida, su pueblo y su patrimonio; “todo”, dirían. La amenaza ha sido más fuerte cada vez y si, obviamente ha habido muchos casos de amenazas directas e indirectas a ellos y ellas, y a las personas que acompañan el movimiento, pero la amenaza que se cierne sobre los que viven en el pueblo es permanente y no cesa de día, ni de noche, desde el 2005. Amenazas son, para la comunidad de Temaca, las declaraciones de las autoridades del gobierno, los chismes provocados, las incursiones de la policía en su pueblo tradicionalmente tranquilo, las noticias del avance de la presa, la posibilidad de que en cualquier momento llegue alguna corporación policial o militar a desalojar a la gente de sus casas.

Es evidente que todas las tácticas y procedimientos implementados por el gobierno tienden a generar esa sensación de amenaza, como el no brindar información, actuar con despotismo y soberbia, argumentar que no hay otra solución y que no tiene la comunidad ninguna oportunidad de defenderse del proyecto, porque el gobierno federal ya ha tomado la decisión y es inapelable. Así como la amenaza de cárcel a los participantes en las movilizaciones, el señalamiento público de miembros del movimiento, las amenazas directas, la poca población que vive en la comunidad, los conflictos internos y el desgaste por una lucha de 6 años llena de actividades de resistencia y desarrollo local, colocan a la comunidad en una posición muy vulnerable, pero también la obligan a reacomodar el proceso organizativo, con base en una muy rica experiencia de lucha. Gran parte de la comunidad está firme que no quiere perder su poblado, su territorio, ni su herencia cultural y pese a lo complejo que es entablar una lucha tan desigual contra los tres niveles de gobierno y las empresas, mantenerse unidos en la convicción, cosechar lo ya sembrado, transformar las formas organizativas y buscar nuevas tácticas y estrategias, puede brindar elementos muy constructivos, en la perspectiva de que el conflicto sigue latente y aún tiene posibilidades de detenerse la inundación de Temaca y la presa, más ante el retraso de las obras y las elecciones venideras, este 2012 en el Estado de Jalisco y el país.
(…)

Las tácticas de control de población y recursos, que son las más agresivas, han ido en incremento contra la comunidad, los riesgos para la seguridad de las y los pobladores y acompañantes del movimiento son mayores, por lo que se han tenido que implementar mecanismos de protección y seguridad y hacer rotación de liderazgos, donde yo, el Padre Gabriel y otros y otras de los que fuimos más visibles en algún momento, hemos asumido roles muy diferentes, cambiando nuestra forma de participación y disminuyendo al máximo nuestra aparición en medios de comunicación. Algo que me parece fundamental tiene que ver con la búsqueda que ha habido, de fortalecer el liderazgo colectivo, cambiando las formas organizativas, de vocería y representación.

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