Compartimos el pronunciamiento de la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras) – A 29 de noviembre de 2019
[PRONUNCIAMIENTO]
29N Día Internacional de las Mujeres Defensoras 2019
En tiempos convulsos las defensoras mesoamericanas seguimos sembrando semillas de cambio
Mesoamérica, 29 de noviembre de 2019 – Este 29 de noviembre amanece en una Abya Yala que vive tiempos convulsos. Alzadas en lucha por la democracia y la justicia social, nuestras hermanas en Chile, Colombia y Bolivia enfrentan la represión brutal de sus gobiernos mientras el autoritarismo, las políticas neoliberales, el extractivismo y los fundamentalismos religiosos avanzan en toda la región exhibiendo sin complejos su rostro racista y misógino. Mientras tanto, en nuestra Mesoamérica, el panorama no difiere.
En Nicaragua,
la crisis socio-política y de derechos humanos que vive el país desde
abril de 2018, lejos de cerrarse, se prolonga y profundiza junto con la
represión de la protesta pacífica y la violencia paramilitar contra las
activistas y las defensoras. Doloroso testimonio de ello son las 7
compañeras que este 29 de noviembre amanecen bajo la condición de presas
políticas o las decenas de defensoras que siguen exiliadas.En Honduras,
a 10 años del Golpe de Estado, la corrupción y el crimen organizado
campan a sus anchas en un gobierno que reprime a la población que ejerce
su legítimo derecho a la protesta. Garantiza impunidad para
corporaciones que usurpan territorios para los asesinos de Berta
Cáceres y para quienes ejercen violencia criminal contra las comunidades
y las mujeres -como es el caso de las garífunas- mientras criminaliza a
quienes defienden derechos.
En El Salvador,
las mujeres seguimos siendo víctimas de femicidio y criminalización por
abortar o por denunciar abusos y violencia sexual. Nuestres compañeres
de las comunidades LGBTI son asesinades con crueldad y con la más
absoluta impunidad mientras el discurso de odio se expande por las redes
sociales y medios de comunicación, en ocasiones con la connivencia de
destacados funcionarios del gobierno.
En Guatemala, mientras el Estado blinda sus dinámicas
corruptas expulsando a la CICIG del país y tramita leyes que suponen una
amenaza para las organizaciones de derechos humanos y para los derechos
fundamentales de la población, las mujeres seguimos siendo asesinadas
-571 en lo que va de año- y las defensoras, especialmente las
integrantes de los pueblos originarios, agredidas y criminalizadas por
defender la tierra y nuestras comunidades.
En México,
las periodistas son asesinadas y atacadas por ejercer su libertad de
expresión y derecho a informar, las activistas feministas enfrentan
discurso de odio y criminalización por denunciar las violencias contra
las mujeres o por defender el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos.
Quienes defienden los derechos de las personas migrantes son objeto
sistemático de agresiones en el marco del pacto sobre política
migratoria firmado por los gobiernos de México y Estados Unidos.
Todo ello tiene un impacto evidente en los riesgos que enfrentamos las mujeres defensoras de derechos humanos en la región. Según los datos preliminares de nuestro Registro de Agresiones, en 2018 se contabilizaron 1,747 agresiones contra defensoras en El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua, reflejando una claro incremento respecto a períodos anteriores (1,462 en 2016, 1,558 en 2017).
Para el periodo 2017-2018, las defensoras de la tierra, el territorio y el medio ambiente siguen siendo las más agredidas (1.014), seguidas de quienes defienden el derecho a la verdad, justicia y reparación (666).
Actores vinculados a los Estados (policías, militares, autoridades estatales y federales) siguen siendo, de manera agregada, los principales responsables de las agresiones.
Frente a estos contextos de violencia las mujeres seguimos en la vanguardia de todas las luchas, en todos los países y comunidades. Cada vez nos hacemos más visibles en las calles, resistimos desde nuestros cuerpos-territorios, nos acuerpamos, tejemos redes de sororidad que nos protegen y nos hacen más fuertes.
En el amanecer de este convulso 29 de noviembre, desde la IM-Defensoras y todas las compañeras que integran las Redes en El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Nicaragua, abrazamos a todas las defensoras de América Latina, de nuestra Abya Yala, en la convicción de que juntas somos más fuertes y de que las semillas de cambio que todas y cada una de nosotras sembramos cotidianamente a través de nuestras luchas y resistencias, están abonando la tierra de un futuro mejor, donde la Vida sea el centro.
Más información:
(Nota) Aumenta hostigamiento a personas defensoras del territorio en la 4T
Informe: 312 defensores de derechos humanos fueron asesinados en el mundo en 2017