El Papa vincula el cambio climático al modelo de desarrollo

“La cultura ecológica no se puede reducir a una serie de respuestas urgentes y parciales a los problemas que van apareciendo en torno a la degradación del ambiente, al agotamiento de las reservas naturales y a la contaminación. Debería ser una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático. De otro modo, aun las mejores iniciativas ecologistas pueden terminar encerradas en la misma lógica globalizada. Buscar sólo un remedio técnico a cada problema ambiental que surja es aislar cosas que en la realidad están entrelazadas y esconder los verdaderos y más profundos problemas del sistema mundial”.

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Respuesta de Amigos de la Tierra Internacional:

El Papa afirma que la crisis climática es una cuestión de justicia

Hoy, en respuesta a la publicación del Papa Francisco de una encíclica sobre medio ambiente, Lucy Cadena de Amigos de la Tierra Internacional declaró:
“El Papa Francisco tiene razón al sostener que hay un imperativo moral para combatir el cambio climático de forma urgente y ambiciosa. Es amigo de la tierra y de las personas más pobres y vulnerables. Abordar el problema del cambio climático es una cuestión de justicia: quienes menos han contribuido a provocar la crisis están sufriendo las peores consecuencias”.

“El pontífice se ha sumado a la larga lista de líderes religiosos, movimientos sociales y ambientales, de jóvenes y trabajadores y pueblos indígenas que están enfrentando el cambio climático mediante la resistencia, la solidaridad y la compasión”.

En una denuncia fundamental contra las “falsas” soluciones a la crisis climática, el Papa advirtió de los peligros de tener “fe ciega” en las soluciones técnicas y en la financiarización de la naturaleza a través de los créditos de carbono.

Lucy Cadena añadió: “El Papa Francisco está reflejando las demandas de las comunidades y los movimientos de todo el mundo que quieren soluciones reales ahora. Necesitamos medidas que beneficien a todos y no a las falsas soluciones promovidas por las empresas”.

“Felicitamos a las comunidades y a los movimientos de todo el mundo por su labor en restablecer el equilibrio de la vida en la Tierra, llevar a cabo soluciones comunitarias de energía renovable, resistir a la energía sucia y unirse para construir el movimiento por la justicia climática.

Los responsables de la mayor deuda ecológica, los países industrializados, deben actuar de inmediato y con ambición. Las empresas sucias que han abusado del planeta durante mucho tiempo nos han llevado al borde de una catástrofe ambiental y social. Las palabras del Papa Francisco hoy coinciden con el aumento de la demanda popular de soluciones urgentes, ambiciosas y equitativas para combatir la crisis climática.

El Papa Francisco también advirtió sobre los peligros sociales, económicos y ambientales de la agricultura industrial, como los que plantean los cultivos genéticamente modificados (GM) y los plaguicidas.

“El Papa Francisco hace un llamamiento para que abandonemos los pesticidas y el modelo centrado en la tecnología que afirma alimentar al mundo, pero que en realidad está a menudo al servicio de las finanzas y el consumismo”, afirmó Kirtana Chandrasekaran, coordinadora de soberanía alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional.

Las soluciones tecnológicas como los cultivos transgénicos destruyen a la agricultura agroecológica de pequeña escala y permiten que las corporaciones controlen nuestras tierras y el abastecimiento de semillas.

Kirtana Chandrasekaran añadió: “Las verdaderas soluciones para alimentar al mundo y nutrir a nuestro planeta están en manos de los pequeños productores. La soberanía alimentaria y la agroecología nos brindan el conocimiento de las personas y la ciencia y es hacia donde debemos dirigir nuestro apoyo”.

NOTAS:

El manifiesto ecologista del papa, una denuncia contra el sistema económico

El Papa vincula el cambio climático al modelo de desarrollo

El Papa pide una “revolución cultural” contra “el suicidio” del planeta

El Papa denuncia la “deuda ecológica” entre el norte y el sur

Cambio climático: armando la trampa

Silvia Ribeiro, La Jornada

Aumenta el caos climático, con tormentas feroces fuera de tiempo y lugar, inundaciones donde no las había, sequías interminables, olas de frío o calor extremo, todo con impactos terribles para la gente común y peores para los más vulnerables.

Sus causas están claras: la expansión del modelo industrial de producción y consumo basado en combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), principalmente para generación de energía, sistema alimentario agroindustrial y urbanización salvaje. Urge cambiar el modelo y reducir drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero, única solución real. Pero con el poder económico de las industrias beneficiadas y los enormes subsidios que reciben de los gobiernos –a quienes retornan el favor apoyando sus campañas políticas– cambiar o reducir realmente no está en la agenda.

En lugar de ello, están armando una trampa global para seguir con sus negocios como siempre, aparentando que hacen algo para enfrentar la crisis. Su apuesta de frontera es la geoingeniería: manipular el clima para tapar el sol y bajar la temperatura, remover los gases de la atmósfera por medios tecnológicos y enterrarlos en fondos geológicos, cambiar la química de los oceános, blanquear las nubes, entre otras. Serían nuevas fuentes de negocios: seguir calentando el planeta y vender la forma de enfriarlo.

Como todo en geoingeniería es de alto riesgo, razón por la cual está bajo una moratoria en Naciones Unidas, la maniobra es comenzar por algunas técnicas, para luego legitimar el paquete. Las que empujan ahora, ante la inminencia de un nuevo acuerdo global sobre el clima que se prevé tomar en París en diciembre 2015, se llaman CCS y BECCS, por sus siglas en inglés, en castellano “captura y almacenamiento de carbono” y “bioenergía con captura y almacenamiento de carbono”. Ambas vienen de la industria petrolera, que no las usa porque no son económicamente viables.

No es cualquier industria, es la más poderosa del globo. De las 12 mayores empresas del planeta, ocho son de petróleo y energía, dos son comerciantes de alimentos y dos fabricantes de automóviles (Fortune, 2015). Son los sectores que según expertos son los principales causantes del cambio climático. Sólo 90 empresas de petróleo, energía y cemento (la mayoría privadas) son responsables de dos tercios de los gases de efecto invernadero emitidos globalmente desde 1850 (R. Heede, 2014)

Las industrias de petróleo y energía manejan una infraestructura de 55 billones de dólares en todo el planeta. Tienen reservas aún no explotadas estimadas en 25-28 billones de dólares. Un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI, mayo 2015) agregó que los gobiernos subsidian a esas industrias con 5.3 billones de dólares anuales, o como calculó el diario británico The Guardian, 10 millones de dólares por minuto, durante todos los días del año 2015. Un monto mayor que los gastos de salud sumados de todos los gobiernos del mundo.

La suma estimada por el FMI incluye subsidios directos e indirectos, como los enormes gastos de salud y ambiente imputables al uso de combustibles fósiles. El informe fue contestado por fuentes empresariales, alegando que son subsidios al consumo y que otros combustibles también tienen impactos. Pero aún restando lo que le disputan, se trata de cifras exorbitantes para las empresas más contaminantes y ricas del planeta. La reforma privatizadora de la energía en México, contribuye también a subsidiarlas.

Obviamente, la industria no va a renunciar a sus inversiones y tampoco a los subsidios. Por eso, la geoingeniería es para ellas una solución perfecta: seguir calentando el planeta y cobrar por enfriarlo.

A la captura y almacenamiento de carbono (CCS) le llamaban antes Enhanced Oil Recovery (recuperación mejorada de petróleo). Se trata de inyectar dióxido de carbono (CO2) a presión en pozos de petróleo explotados, empujando las reservas profundas hacia la superficie. No se usa porque es cara y lo extraído no compensa la inversión.

Ahora, con el mágico cambio de nombre a CCS, afirman que al dejar el CO2 en los pozos, se retira de la atmósfera y es una medida contra el cambio climático –que debe recibir créditos de carbono. Sostienen que así contrarrestan emisiones de carbono de actividades contaminantes y el resultado dará “emisiones netas cero”. Con BECCS serían incluso “emisiones negativas”, porque se plantan al mismo tiempo extensos monocultivos de árboles u otras plantas, que absorban carbono y así la suma daría negativo.

No hay ninguna prueba de que funcionen y los riesgos ambientales, sociales y de salud de intentarlo son muy altos: no hay certeza de que el CO2 permanezca en el fondo, el escape es tóxico para plantas, animales y humanos, contamina mares y acuíferos. Las grandes plantaciones son una pesadilla, hay movimientos contra ellas en todos los continentes, compiten con la producción alimentaria, por tierra y agua, desplazan comunidades, devastan ecosistemas.

Además, instala una nueva forma de acaparamiento de tierras, ahora subterránea, ya que no todos los terrenos son aptos para almacenar carbono. Es muy preocupante que empresas y gobiernos promotores de CCS ya han elaborado Atlas de almacenamiento geológico de CO2, que facilitarán ese acaparamiento. Existen para Norteamérica, Europa y México, éste último financiado por la Secretaría de Energía.

Shell ya está diciendo que se debe pagar a las petroleras para salvar al planeta del cambio climático con CCS y BECCS. Sería el colmo de la perversión: pagar a los culpables del caos climático, para que extraigan más petróleo y encima cobren por seguir contaminando.

Seré emigrante climático

Gustavo Duch   

Hasta hace bien poco mi sensación era diferente. Sentía entonces que la sociedad, si bien mostraba cierto interés por la cuestión del cambio climático, era más bien un interés, digamos, ‘científico’. Es o no cierto lo del cambió climático, por qué o cuáles son las razones, eran las preguntas más frecuentes que durante estos años han recibido respuestas clarificadoras: sí, hay cambio climático, evidentemente, y el origen no es más que un terrible comportamiento de quienes nos llamamos seres humanos. En cambio, en los últimos meses y con estas preguntas ya resueltas, las nuevas que surgen creo que nacen de la preocupación. ¿Cuándo sentiremos con gravedad los efectos? ¿A qué lugares afectará más? ¿Podremos, o cómo podremos, adaptarnos a la nueva situación? ¿Será más difícil la producción de alimentos?

Al respecto, preparando y leyendo los artículos que incluimos en el número 20 de la revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas a propósito de esta temática, hay dos cuestiones que quiero compartirles. La primera, una afirmación. La segunda, una intuición.

Se puede afirmar que las respuestas a las preguntas arriba planteadas, a estas alturas de los debates, nos arrastran a una significativa coincidencia entre la ciencia y las conciencias. Así se puede deducir, observando que por el lado de la ciencia, los puntos de vista del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC), la principal autoridad científica internacional en relación a todos los aspectos vinculados al cambio climático, son muy similares a los que desde hace años vienen esgrimiendo los movimientos sociales que, como La Vía Campesina, defienden – a conciencia – la soberanía alimentaria.

Efectivamente, el IPCC señala algunos aspectos que ya venían siendo recogidos por los movimientos campesinos como, y en primer lugar, que el rigor de la afectación de los nuevos regímenes climáticos no dependerá exclusivamente de una cuestión de gradientes térmicos sino, básicamente, de las condiciones de vida de cada población y, concretamente, en el caso de las poblaciones rurales, del acceso a los recursos productivos. De lo que se deduce que para disminuir vulnerabilidades lo que hay que acometer son procesos de reforma agraria u otras medidas similares que garanticen el justo acceso a los bienes comunes. O, en segundo lugar, manteniendo la mirada en quienes se encargan de producir alimentos, el IPCC señala que el conocimiento campesino, con mucha experiencia y sabiduría en su ancestral mochila, es una de las mejores prescripciones para hacer de los campos de cultivo espacios de gran resiliencia. Los informes del IPCC indican también que para abordar los problemas del cambio climático, “se requiere de instituciones locales (formales e informales) cercanas y de la propia población, flexibles y fuertes a la vez para facilitar las mejores estrategias por parte de la propia población”. Gobernanzas que bien podríamos reproducir como más y más soberanía popular. Por cuarto y último, el propio IPCC denuncia lo que tantas veces hemos repetido, que si estamos dónde estamos es porque nos hemos dejado guiar por un modelo productivo tremendamente industrializado y que lo mejor que se puede hacer es abandonarlo cuanto antes.

¿En qué lugares el saber campesino está más ninguneado? ¿En que lugares el acceso a la tierra ya no es solo un impedimento comercial o político para desbancar al latifundio y sus terratenientes sino que además es un impedimento físico porque todo es cemento, rotondas y polígonos? ¿Dónde las semillas están todas registradas, patentadas y acaparadas? ¿Dónde el modelo intensivista ha derrotado por goleada a la agricultura ecológica, a pequeña escala y biodiversa? ¿Y las gobernanzas? Pues miren, por aquí el estado español, donde yo vivo, las política agrarias las tenemos delegadas en Bruselas, lejos, bien lejos. E incluso, con la antidemocracia del PP en estos años estamos viviendo procesos que van en sentido contrario a las recomendaciones del IPCC, pues sus leyes están dirigidas a favorecer más concentración del poder en altos niveles de la administración y la desaparición de aquellas entidades más cercanas a la población.

La intuición: que voy preparando la maleta.

Declaración de la Cumbre de los Pueblos Frente al Cambio Climático

DECLARACIÓN DE LIMA
Cumbre de los Pueblos Frente al Cambio Climático
Lima, 11 de diciembre de 2014
 
La Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático, realizada en Lima del 8 al 11 de diciembre de 2014, es expresión de los procesos de movilización y resistencia emprendidos por una diversidad de organizaciones, movimientos, plataformas, redes y colectivos sociales, sindicales, de mujeres, campesinos, indígenas, juveniles, ambientalistas, religiosos, artísticos y culturales peruanos e internacionales. Nos reunimos para seguir debatiendo y compartiendo las múltiples formas de lucha y resistencia, por la construcción de la justicia social, contra el sistema capitalista patriarcal, racista y homofóbico, por el respeto de las diversas formas de vida, sin explotación ni expoliación de los bienes de la naturaleza, por la capacidad de los pueblos de decidir sobre sus fuentes de energía, comunitaria, por la reducción de las desigualdades sociales así como promover el Buen Vivir como modelo de vida en armonía con la Naturaleza y la Madre Tierra.
 
El capital busca hacer frente a su crisis sistémica imponiendo la captura el agua, el saqueo de los territorios y el patrimonio natural, la depredación, la producción de combustibles fósiles, la mayor explotación de los trabajadores y trabajadoras, la represión de los movimientos sociales y la violencia física y psicológica, aumenta múltiples formas de criminalización de las luchas, de los pueblos, de militarización y control territorial. Todo esto es alentado por las corporaciones mediáticas. Además, a esta realidad hay que sumarle la captura de los Estados y de sus burocracias por el poder económico, el pago de las deudas injustas y corruptas, y una diversidad de hechos que benefician exclusivamente a los verdaderos poderes tras los gobiernos de turno, dóciles al mandato de las empresas nacionales y las grandes corporaciones transnacionales y sus operadores políticos.
 
En esta coyuntura la Cumbre de los Pueblos representa la voz de los sectores explotados y oprimidos del mundo, de los marginados por un sistema económico y cultural que los subordina a los sectores racistas, fundamentalistas, machistas y patronales que se benefician del modelo capitalista. En este momento crucial que atraviesa la humanidad, en el que el gravísimo cambio climático que sufrimos exige acciones urgentes de parte de la sociedad global, demandamos a los Gobiernos –y al Sistema de Naciones Unidas reunido en la COP 20–la adopción de acuerdos que respeten y valoricen la vida de los pueblos originarios, campesinos y urbanos, y que promuevan la preservación de la biodiversidad global. Rechazamos cualquier mecanismo de mercado que se plantee como solución a los problemas climáticos y ambientales.
 
Quienes nos reunimos en esta cumbre, recogemos y hacemos parte de procesos de luchas anteriores que se han tejido en nuestros pueblos, y llegamos a este momento con esa fuerza y construcción colectiva. A partir de ello expresamos y demandamos:
 
A los Gobiernos del mundo que respeten nuestros territorios, derechos y modos de vida, nuestras culturas, costumbres y cosmovisiones sobre la vida y el mundo que habitamos. Denunciamos la explotación de nuestros recursos naturales y territorios por parte de las industrias extractivas, que afectan nuestras formas de sustento, nuestra fuente de identidad y la relación armoniosa de nuestras comunidades con la Madre Tierra.
 
Demandamos el reconocimiento de la propiedad territorial de las comunidades que tradicionalmente han vivido en sus tierras. No aceptamos el control externo de los territorios, ni los procesos de negociación e implementación de las falsas soluciones al clima. Los Gobiernos deben tener como eje central el respeto de nuestras formas de vida ancestrales y el reconocimiento a nuestra autodeterminación como naciones y pueblos originarios.
 
Asimismo, aclaramos que el conjunto de iniciativas orientadas a revertir la destructiva tendencia climática hacia la que ha sido conducido nuestro planeta, deben considerar las responsabilidades históricas de los países desarrollados y el reconocimiento y reparación de la deuda histórica y ecológica que tienen con el Sur global. En particular, las corporaciones transnacionales de capital privado de los países desarrollados deben ser responsabilizadas por sus acciones y prácticas a nivel global. Exigimos plena justicia en los casos de contaminación por parte de Newmont, Doeran en Perú, y la Chevron-Texaco, entre otras, la cual en su paso por la Amazonía dejó como legado uno de los mayores ecocidios de la historia del planeta.
 
A los Gobiernos y empresas les exigimos aceptar y respetar nuestro derecho humano a un trabajo digno, con pleno ejercicio de los derechos individuales y colectivos, y que se garantice un proceso de transición justa en un mundo que nos permita mejorar la calidad de vida. Demandamos garantías al acceso universal a los sistemas de protección y seguridad social, el respeto de nuestra libertad sindical y a una repartición justa y equitativa de la riqueza producida con nuestro trabajo y conocimientos.
 
Consideramos que ninguna acción para enfrentar el cambio climático será eficiente o viable si no se promueve con políticas públicas efectivas a favor de la pequeña agricultura familiar y campesina, la reforma agraria, la soberanía y seguridad alimentaria de nuestros pueblos, la producción auto sustentable, con base agroecológica, autóctona y libre de transgénicos y agrotóxicos, orientada al consumo humano y a la preservación de nuestra biodiversidad. Creemos que para avanzar hacia un mundo justo y una economía local, solidaria, cooperativa, feminista y comunal, es fundamental reconocer el derecho humano a la alimentación, así como el gran aporte de la agricultura familiar campesina, que contribuye con más del 70% de la alimentación del mundo. Exigimos frenar la producción y expansión de los agrocombustibles, que promueven la deforestación, erosión de las tierras, contaminación de las fuentes del agua y aire, y significan una forma de recolonización territorial.
 
Como expresión de esta estrategia del capital, en los últimos años se han agudizado los procesos de privatización, mercantilización y financiarización de la naturaleza, expresados en los principios de la economía verde, que nos presenta las falsas soluciones a la crisis climática. Algunas de ellas son: Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), proyectos de Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los bosques (REDD), transgénicos, agrocombustibles, geoingeniería, megaproyectos hidroeléctricos, centrales nucleares, fractura hidráulica (“fracking”), agricultura climáticamente inteligente.
 
La estrategia del capital pasa también por lo que llamamos arquitectura de la impunidad de las corporaciones transnacionales y gobiernos, a través de los tratados de libre comercio y protección de inversiones, entre otros, que pretenden privatizar servicios esenciales como el agua, la educación, salud y vivienda, y atentan contra los derechos humanos de trabajadores y de los pueblos. La Cumbre de los Pueblos rechaza todas estas estrategias del capital
 
Como expresamos antes, denunciamos el sistema capitalista-patriarcal que sostiene la opresión y control sobre el cuerpo, el trabajo y la vida de las mujeres, promueve la violencia sexual y la trata, las margina de diversos ámbitos de la vida social y pública. Es necesario transitar hacia otra división social del trabajo, que elimine la subordinación del trabajo femenino, que no invisibilice el trabajo del cuidado –que hace posible la reproducción social– ni lo subordine a los mandatos del mercado. Exigimos un cambio radical que reconozca el trabajo reproductivo como la base de la sustentabilidad humana y de las relaciones entre las personas y comunidades.
 
Todas las alternativas deben incorporar la perspectiva feminista y promover una relación más justa entre hombres y mujeres.
 
Abogamos por la promoción de un consumo responsable y no alienado, basado en la adopción de hábitos y pautas de consumo saludables, y de acuerdo con la necesidad humana, no sujeta a la ambición del capital. Un  consumo que no contribuya a la contaminación ambiental ni al cambio climático. Alentamos el uso responsable de los recursos vitales, el reciclado y el manejo sustentable de los residuos sólidos. Nos comprometemos a promover la conciencia ciudadana respecto a las acciones que podemos llevar adelante individual y colectivamente para avanzar hacia un mundo más justo.
 
Los Estados deben tomar decisiones y medidas inmediatas de protección, conservación o restauración de las cuencas, los ecosistemas, las altas montañas, bofedales, humedales, páramos, estepas, bosques, acuíferos, lagos, ríos, manantiales, zonas marinas costeras, que alimentan a la Madre Tierra. Esos ecosistemas y fuentes de agua son afectados por las actividades de las industrias extractivas, como la minera, petrolera, carbonífera y gasífera, por las talas de árboles y el arrojo de desechos, entre otras causas. Se debe garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento, en igualdad de condiciones, acceso y salubridad. Esto sólo se puede garantizar con empresas públicas en manos públicas.
 
La Cumbre de los Pueblos cuestiona la incoherencia del Gobierno peruano en su calidad de presidente de la COP 20. Por las políticas ambientales, laborales y tributarias adoptadas recientemente a favor de la inversión privada –rebajando estándares y regulaciones que afectan derechos colectivos, ambientales y culturales–. Denunciamos la represión que sufren representantes indígenas, dirigentes sindicales y campesinos, activistas ambientales, así como los hostigamientos a delegaciones que arribaron a la Cumbre de los Pueblos desde diversas regiones del país y el exterior.
 
La Cumbre de los Pueblos cuestiona la captura corporativa de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático. Las grandes corporaciones transnacionales “acompañan” a los gobiernos en las negociaciones globales para acordar medidas que tienen por único fin limpiar de responsabilidades a los países industrializados por sus emisiones de gases de efecto invernadero y por ser los principales responsables del cambio climático. Exigimos que los pagos por servicios de la deuda externa e interna –que ahogan a los pueblos y limitan la capacidad de los Estados para atender necesidades básicas de las poblaciones–, se destinen a hacer frente a la crisis ambiental y climática, porque de ello depende la sobrevivencia de la Humanidad y todas las especies vivas del planeta.
 
La Cumbre de los Pueblos saluda la movilización comprometida y entusiasta de las decenas de miles de ciudadanos y ciudadanas de todo el mundo que participaron de la Gran Marcha Global en Defensa de la Madre Tierra (10/Dic) en Lima y en otras ciudades del planeta. Esta gran concentración de organizaciones, movimientos y delegaciones del Perú y numerosísimos países es la expresión más clara de la posición de los pueblos a favor de un mundo justo y democrático, que garantice la armonía entre la existencia humana y los derechos de la Naturaleza y la Madre Tierra.
 
Seguiremos fortaleciendo la articulación de nuestras luchas, de forma activa y permanente en las múltiples movilizaciones del 2015, con un especial momento de activismo en París, Francia, donde se llevará a cabo la COP 21. Desde ya los movimientos sociales del mundo nos preparamos para dar continuidad a las luchas desde nuestros territorios en defensa de la vida, hasta que nuestras exigencias sean atendidas. Seguiremos en lucha hasta cambiar el sistema… No el Clima!
 
Cumbre de los Pueblos
 
Lima 11 de diciembre 2014.

Ahora es el momento de actuar para el clima: Análisis de Dipti Bhatnagar

Opinión para IPS de Dipti Bhatnagar, coordinadora del programa de Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional.

LIMA, 10 dic 2014 (IPS) – Los 195 gobiernos representados en la capital de Perú esta semana parecen estar de acuerdo: ahora es el momento de actuar para el clima, durante la 20 sesión de la Conferencia de las Partes (COP 20) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).

El problema es que el mantra “ahora es el momento de actuar para el clima” lo repiten a cada conferencia y nuestros gobiernos siguen sin actuar.

Estamos enfrentando una emergencia planetaria: inundaciones, tormentas, sequías y el ascenso del nivel del mar ya están causando devastación. El riesgo de un colapso climático fuera de control está cada vez más cerca.

En todo el mundo, las comunidades están pagando con sus vidas y sus medios de sustento los costos de la inacción de nuestros gobiernos.

En los últimos 20 años de negociaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), hemos sido testigos de los esfuerzos continuos de los países industrializados para destruir sistemáticamente los pocos sistemas que les obligan a hacerse cargo de sus emisiones históricas de carbono.

Desafortunadamente, la conferencia de la CMNUCC que comenzó el día 1 y termina el viernes 12 en Lima no es una excepción.

Los países más ricos e industrializados del mundo son los más responsables del cambio climático. Estos países son responsables de emitir la mayor parte de los gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera hoy en día, muchísimo más que la cuota parte justa que les corresponde.

El acuerdo de la ONU sobre el clima reconoce que los países industrializados han contribuido más al cambio climático y deben tomar medidas drásticas para aportar la cuota parte que les corresponde para encarar la crisis.

Deben reducir drásticamente sus emisiones y también deben proporcionar financiamiento, transferencia de tecnología y capacitación a los países en desarrollo que ya están sufriendo en mayor medida los efectos de la crisis climática.

Pero el texto que surge de las negociaciones más recientes de la ONU sobre el clima muestra que los países ricos continúan debilitando sus compromisos de acciones en torno al clima.

Estamos observando esfuerzos deliberados para desmantelar la convención de la ONU sobre el cambio climático mediante la eliminación del requisito para los países industrializados de seguir cumpliendo con metas cuantificables de financiamiento y hacerse cargo de su responsabilidad histórica por el cambio climático con obligaciones legalmente vinculantes.

Lo que observamos en Lima es que se intenta debilitar propuestas que ya para empezar no eran suficientemente fuertes: los países industrizados están evadiendo una vez más sus responsabilidades.

El movimiento por la justicia climática, incluido Amigos de la Tierra Internacional, y la mayoría de los países en desarrollo reclaman obligaciones aplicables y legalmente vinculantes para los países desarrollados a través de un acuerdo de la ONU que sea ambicioso y justo.

Sin embargo, las contribuciones previstas y determinadas a nivel nacional (INDC, en inglés) que se están discutiendo en Lima no obligan a los países industrializados a explicar cuánto financiamiento tienen pensado proporcionar, ni qué harán en lo referente a la capacitación o la transferencia de tecnología.

El texto que se discute en Lima también deja de lado los derechos y necesidades de los pueblos afectados trampeando en los asuntos de adaptación.

En septiembre de este año, cientos de miles de personas en distintas ciudades de todo el mundo marcharon a favor de soluciones reales a la crisis climática. Las propuestas de Lima hacen caso omiso de los reclamos populares, liberando a los países industrializados de sus responsabilidades.

“El texto se discute a través de un proceso sesgado que no da la misma voz a las partes presentes en la mesa de negociación de la ONU. Las voces del mundo en desarrollo han sido marginadas”, según Geoffrey Kamese, Director de Programas de Amigos de la Tierra Uganda.

“Si el texto que surja de las negociaciones de Lima no obliga a los países a establecer claramente cuándo y cómo cumplirán con sus responsabilidades con el mundo y la gente, no tendrá absolutamente ningún valor”, agregó.

Cualquiera sea el acuerdo que se apruebe en Lima, allanará el camino para un acuerdo clave en París en 2015, que determinará las acciones que realizarán los países a partir de 2020 frente al cambio climático. ¿Pero qué harán desde ahora hasta 2020?

Las propuestas discutidas en Lima para los planes hasta 2020 solo incluyen la creación de un foro y el nombramiento de varios grupos técnicos de expertos. Esas no son soluciones para los problemas que enfrentamos. Necesitamos acciones reales ahora mismo.

En las negociaciones en curso en Lima, nuestros gobiernos sólo están ofreciendo soluciones falsas y vacías, incluidos la expansión de los mercados de carbono, REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de los Bosques)y débiles promesas voluntarias de reducción de emisiones.

La inacción de nuestros gobiernos es muy clara: no han logrado establecer un acuerdo climático fuerte y equitativo en el marco de la ONU en los últimos 20 años, y los pequeños pasos que están dando en Lima no nos llevan en la dirección correcta. Están creando las condiciones para un fracaso en la cumbre sobre el clima a realizarse en París en 2015.

Todo acuerdo futuro de la ONU sobre el clima debe ser exhaustivo, equitativo y vinculante. Las metas de reducción de emisiones incluidas en este acuerdo deben reflejar un enfoque de reparto justo del presupuesto de carbono, o sea la cantidad limitada de contaminación de carbono que aún puede emitirse evitando aun así un “cambio climático peligroso”.

Existen soluciones verdaderas y reales a la crisis climática. Entre ellas, ponerle punto final a los combustibles fósiles, construir soluciones de energía limpia y sustentable bajo control de las comunidades, reducir drásticamente las emisiones de carbono, transformar nuestros sistemas alimentarios y frenar la deforestación.

El movimiento a favor de alternativas verdaderas está creciendo y fortaleciéndose día a día, y los reclamos del movimiento por la justicia climática deben constituir el núcleo central de las soluciones climáticas.

Este miércoles 10, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, los activistas de Amigos de la Tierra Internacional se suman a miles de defensores ambientales, entre ellos los familiares de activistas sindicales peruanos recién asesinados, en una ‘marcha mundial en defensa de la Madre Tierra’ en Lima para reclamar la justicia climatica y las soluciones verdaderas a la crisis climática.

Las opiniones de este artículo son responsabilidad de la autora y no expresan necesariamente las de IPS, ni pueden serle atribuidas.

Agencia IPS

Cumbre de los Pueblos comienza denunciando fuertemente las falsas soluciones al cambio climatico

Soluciones al lucro

RadioMundoReal

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Con representantes de movimientos y organizaciones sociales de más de 30 países de todo el mundo, y más de 160 actividades inscriptas, se inició en el día de hoy, lunes 8 de diciembre, la Cumbre de los Pueblos paralela a la 20ª Conferencia de las Partes de Cambio Climatico que está siendo realizada en la capital peruana, Lima.

“Exponiendo las falsas soluciones a la crisis climatica” fue una de las 52 actividades realizadas en el primer día de esta cumbre. Organizada por Amigos de la Tierra Internacional, la actividad se propuso analizar críticamente y denunciar el funcionamiento e impactos generados por varias de las supuestas soluciones que tanto corporaciones transnacionales como los Estados del norte proponen con respecto al fenómeno del cambio climático.

Una de estas falsas soluciones son las represas hidroeléctricas. Sobre esto, Juan Pablo Soler, integrante del Movimiento Ríos Vivos fue enfático al decir que “las represas no enfrían el planeta”. En este sentido, Soler expresa que los proyectos hidroeléctricos no están diseñados para “solucionar las necesidades energéticas de la gente”, sino que están asociados a proyecciones de otros megaproyectos “igual o más destructivos de los bienes comunes”. Más concretamente, denunció que “las represas son las que sustentan el modelo extractivo, así como el desplazamiento de poblaciones y de especies”.

Sobre este último punto el militante afirmó que los desplazamientos forzados por construcciones de hidroeléctricas superan los desplazamientos actuales por guerras, y se contabilizan en decenas de millones en todo el mundo.

Lobos con piel de cordero

Como parte de la actividad además, se presentó un informe publicado en el mismo día sobre el lobby que realiza la multinacional minera británica-sudafricana Anglo American en el marco de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático con el objetivo de hacer ganancias con la crisis climática, y aumentando la extracción de energías altamente contaminantes.

El informe fue elaborado por Amigos de la Tierra Internacional (ATI), el Observatorio de Corporaciones Europeas (CEO, por sus siglas en inglés) y Transnational Institute (TNI). Como representante de esta última organización, estuvo en la mesa Lydia Forero, quién fue encargada de redactar el informe sobre El Cerrejón, una de las minas de carbón a cielo abierto más grandes del mundo está situada en Colombia, y propiedad de Anglo American.

Según Lyda, El Cerrejón ha generado una enorme cantidad de conflictos sociales y ambientales. Uno de los datos más impactantes es el consumo de agua de esta megamina: cada día El Cerrejón consume 17 millones de litros de agua, generando no solamente la escasez del recurso entre las comunidades de la Guajira, sino la consecuente pérdida de soberanía alimentaria de esas poblaciones.

El proyecto es constantemente denunciado por comunidades indígenas, campesinas y comunidades afrocolombianas, según consigna el informe lanzado en el día de hoy.

Escuche fragmentos de la actividad en el audio.

Imagen: Radio Mundo Real

 

Informe ‘El cabildeo de Anglo American a favor de energías sucias y falsas soluciones para el clima’

Amigos de la Tierra Internacional

Empresas multinacionales como Anglo American socavan las políticas fundamentales sobre el clima y promueven falsas soluciones que les permiten lucrar con la crisis climática, según un nuevo informe publicado hoy [8 de diciembre] durante las negociaciones sobre el clima de las Naciones Unidas.

Las empresas como Anglo American sigue expandiendo su modelo empresarial nocivo para el medio ambiente, mientras utiliza fondos verdes, mecanismos de compensación y soluciones técnicas dudosas para dar una imagen ecológica, según el nuevo informe de Amigos de la Tierra Internacional titulado “El cabildeo de Anglo American a favor de energías sucias y falsas soluciones para el clima”.

 

COMUNICADO DE PRENSA

Amigos de la Tierra Internacional
Corporate Europe Observatory
Transnational Institute

Denuncian influencia negativa de Anglo American en las políticas sobre el clima

LIMA, PERÚ. Un nuevo informe publicado hoy [8 de diciembre] durante las negociaciones de las Naciones Unidas sobre el cambio climático señala que las empresas multinacionales, como Anglo American, socavan las políticas importantes sobre el clima y promueven falsas soluciones, y de ese modo lucran con la crisis climática. [1]

El nuevo informe examina las actividades de la gigante minera Anglo American y se centra en una de las mayores minas a cielo abierto del mundo, El Cerrejón, en La Guajira, Colombia. La empresa británico-sudafricana Anglo American es una de las tres empresas accionistas de la mina.

Anglo American lucra con las falsas soluciones a la crisis climática, como el comercio, la captura y el almacenamiento de carbono, que benefician a las grandes empresas en lugar de favorecer a las personas o al planeta, según el informe publicado por Amigos de la Tierra, Corporate Europe Observatory y el Transnational Institute.

Anglo American sigue expandiendo su modelo empresarial nocivo para el medio ambiente, mientras utiliza fondos verdes, mecanismos de compensación y soluciones técnicas dudosas para dar una imagen ecológica, según afirma el informe titulado “El cabildeo de Anglo American a favor de energías sucias y falsas soluciones para el clima”, que fue publicado en la Cumbre de los Pueblos contra el Cambio Climático que tiene lugar en Lima. [2]
 
Pascoe Sabido de Corporate Europe Observatory sostuvo:

“Anglo American ha ejercido una fuerte presión en contra de las subvenciones a las energías renovables debido a que favorece las energías sucias como el carbón y el gas de esquisto. Dado que tanto Anglo como sus grupos de presión tienen acceso privilegiado a los tomadores de decisiones, no caben dudas de que estamos a años luz de lograr un acuerdo justo y ambicioso sobre el clima en las Naciones Unidas. Una de las formas en que Anglo American ejerce presión a favor de sus falsas soluciones a la crisis climática es organizar fiestas con los representantes de nuestros gobiernos. Lamentablemente para las personas y para el planeta, nuestros gobiernos prestan atención a los contaminadores empresariales y están aplicando sus falsas soluciones”.

Lyda Forero del Transnational Institute afirmó:

“La minería en El Cerrejón ha provocado acaparamiento de tierras, despojo y escasez de agua en La Guajira, Colombia, como han denunciado las comunidades indígenas, campesinas y afrocolombianas. El Cerrejón exporta todo el carbón extraído, dejando tras de sí violaciones de los derechos humanos y ambientales”.

Lucia Ortiz, coordinadora del Programa Justicia Económica de Amigos de la Tierra Internacional, declaró:

“Los intereses de las empresas como Anglo American sin duda están por encima de los intereses de la población en las negociaciones sobre el clima y esto es inaceptable. Anglo American es famosa por los graves efectos de sus actividades de minería insustentable. Los tomadores de decisiones deberían escuchar a las personas, no a las empresas contaminadoras”.

Existen soluciones a la crisis climática, como reducir drásticamente las emisiones de carbono, abandonar la extracción de los combustibles fósiles, detener la deforestación, proponer soluciones energéticas sustentables y comunitarias y transformar nuestro sistema de alimentación.

Estas soluciones se están debatiendo en la Cumbre de los Pueblos de Lima [2], en la que participan movimientos sociales y activistas de todo el mundo, entre ellos Amigos de la Tierra Internacional, Corporate Europe Observatory y el Transnational Institute. Estas organizaciones se han sumado a los defensores ambientales y movimientos sociales de Perú y del mundo entero para participar en la Marcha Mundial en Defensa de la Madre Tierra, celebrada en Lima, el 10 de diciembre, en el Día de los Derechos Humanos.

NOTAS:

[1] El informe “El cabildeo de Anglo American a favor de energías sucias y falsas soluciones para el clima” está disponible en:
http://www.foei.org/wp-content/uploads/2014/11/18-foei-corporate-capture-report-esp-lr.pdf

[2] Para más información sobre la Cumbre de los Pueblos contra el Cambio Climático en Lima, véase: http://cumbrepuebloscop20.org/

COP20: Activistas reclaman que las negociaciones de la ONU sobre el clima “generen soluciones energéticas limpias y controladas por las comunidades”

LIMA, PERÚ– A una semana del cierre de las negociaciones de la ONU sobre el clima, activistas de Amigos de la Tierra Internacional instaron a los 195 países participantes a que comiencen a construir soluciones energéticas limpias, sustentables y controladas por las comunidades.

“Debemos reducir urgentemente nuestro consumo de energía e impulsar una transición justa hacia energías renovables y controladas por las comunidades si queremos evitar un cambio climático devastador. Debemos dejar de subsidiar a los combustibles fósiles y destinar ese dinero a las soluciones energéticas controladas por las comunidades”, señaló Susan Scherbarth, activista de campaña de Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Europa.

Las soluciones energéticas renovables y controladas por las comunidades aportan una gran variedad de beneficios como la reducción de emisiones de CO2, la reducción del consumo de energía, mayor aceptación pública de las energías renovables, comunidades más fuertes y empleos verdes. [2]

Una propuesta presentada por los países africanos a comienzos del año [3] aboga por transformar el sistema energético y fue recibida con beneplácito por los activistas de justicia climática, entre ellos Amigos de la Tierra Internacional.

“África es el continente que menos contribuyó a la crisis climática. Ahora los países africanos están señalando cuáles son las verdaderas soluciones para detener el calentamiento global y defender la justicia ambiental”, dijo Godwin Ojo, Director Ejecutivo de Amigos de la Tierra Nigeria.

“Necesitamos urgentemente hacer una transición hacia un sistema energético limpio en los países en desarrollo y uno de los mejores incentivos son las tarifas preferenciales para la energía renovable financiadas con fondos internacionales”, agregó.

What Next Forum y el Centro de Ciencia y Medioambiente publicaron hoy un informe acerca de un “Programa Mundial de Apoyo a la Energía Renovable” que demuestra por qué las tarifas preferenciales financiadas con fondos internacionales pueden promover las energías controladas por las comunidades.

“Las soluciones para la crisis climática y energética existen. Entre las más innovadoras se encuentra un mecanismo para otorgar financiamiento climático internacional a las comunidades del Sur a través de tarifas preferenciales. Se trata de subsidios que cubren la diferencia entre los costos reales y una energía limpia que sea asequible para la gente. Es una forma de promover soluciones energéticas descentralizadas, controladas por las comunidades, y es el enfoque más efectivo y visionario para encarar la necesidad urgente de transformación hacia un sistema con fuentes renovables de energía”, afirmó Niclas Hällström de What Next Forum.

Nuestro sistema energético actual (la forma en la que producimos, distribuimos y consumimos energía) es insustentable, injusto y perjudicial para las comunidades, trabajadores, el medioambiente y el clima. El problema yace fundamentalmente en que el poder de los ciudadanos comunes y las comunidades se ve superado por el poder y los intereses de las grandes empresas y las elites. .

“Creemos que es posible, y de hecho esencial, transformar nuestro sistema energético en uno que garantice que todas las personas tengan acceso a suficiente energía para satisfacer sus necesidades básicas para una vida digna y con bienestar”, afirmó Dipti Bhatnagar, coordinadora del programa de Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional.

“Necesitamos un sistema energético que sirva de sostén para un clima inocuo, aire y agua limpios, la protección de la biodiversidad y sociedades locales saludables y prósperas que proporcionen fuentes de trabajo y medios de sustento seguros y dignos”, agregó.

NOTAS
[1] Para mayor información sobre las negociaciones de la CMNUCC véase: newsroom.unfccc.int/
[2] Para mayor información véase http://gebe.foei.org/
[3] La propuesta se encuentra disponible aquí: http://unfccc.int/files/bodies/application/pdf/adp_ws2_africangroup.pdf
[4] El informe se encuentra disponible aquí www.whatnext.org/

INFORMACIÓN DE LA CUMBRE DE LOS PUEBLOS

ONU: NEGOCIACIONES SOBRE CLIMA AVANZAN EN DIRECCIÓN EQUIVOCADA

COMUNICADO de Amigos de la Tierra Internacional

26 de noviembre de 2014

LAS NEGOCIACIONES SOBRE CLIMA DE LA ONU AVANZAN EN LA DIRECCIÓN EQUIVOCADA

LIMA, PERÚ, 26 de noviembre de 2014 – A menos de una semana del inicio de una conferencia de la ONU en Lima donde 195 países se reunirán para analizar cómo abordar la crisis climática [1], activistas de Amigos de la Tierra Internacional advierten que las negociaciones están avanzando en la dirección equivocada.

Dipti Bhatnagar, coordinadora del programa de Justicia Climática y Energía de Amigos de la Tierra Internacional, afirmó:

Al ver los textos que nuestras gobiernos están negociando en Lima, el acuerdo sobre clima al que tienen pensado llegar el próximo año en París podría resultar ser, en el mejor de los casos, un cascarón vacío. Deben revertir con urgencia su plan de acción. En todas partes del mundo las personas y comunidades ya están pagando el precio de la crisis climática con sus medios de sustento y con sus vidas”.

Algunos observadores se mostraron muy emocionados por el acuerdo al que llegaron Estados Unidos y China en noviembre, pero la realidad es que los principales contaminadores, especialmente los países desarrollados con Estados Unidos a la cabeza, siguen sin hacer lo suficiente como para abordar la magnitud de la crisis climática. Todas las señales apuntan al hecho de que nuestros gobiernos se están centrando principalmente en las soluciones falsas a la crisis climática. Se debe poner fin a las soluciones falsas como el comercio de carbono y la compensación”, agregó.

Existen soluciones reales a la crisis climática, como por ejemplo, reducir drásticamente las emisiones de carbono, poner un freno a la deforestación y la energía sucia, construir soluciones energéticas sustentables, basadas en las comunidades y transformar nuestros sistemas alimentarios.

La ONU es el espacio más democrático para abordar la crisis climática. Las negociaciones sobre clima de la ONU supuestamente deberían progresar en la implementación del acuerdo que los gobiernos alcanzaron en 1992 para frenar el ‘cambio climático peligroso’ causado por los seres humanos.

El acuerdo de la ONU reconoce que los países ricos son los más responsables del cambio climático y que deberían asumir una posición de liderazgo para intentar solucionarlo, y además deberían proporcionar fondos a los países más pobres como pago por su deuda climática.

Todo acuerdo sobre clima que incluya metas de reducción de emisiones debe ser integral, vinculante y debe reflejar un enfoque de reparto justo del “presupuesto de carbono” (la cantidad limitada de contaminación de carbono que puede liberarse aún evitando el ‘cambio climático peligroso’). [2]

La presidenta de Amigos de la Tierra Internacional, Jagoda Munic, dijo:

Los países más ricos y desarrollados del mundo son los más responsables por el cambio climático. Han emitido el porcentaje más elevado de los gases de efecto invernadero presentes en la atmósfera hoy en día, mucho más de lo que les correspondía. Por lo tanto, deben reducir sus emisiones de forma urgente y proporcionar más fondos para que los países compartan de forma equitativa la responsabilidad de evitar el cambio climático catastrófico.

Los campañistas de Amigos de la Tierra Internacional observarán las negociaciones de la ONU en Lima y participarán en la Cumbre de los Pueblos Alternativa [3].
Se unirán a los defensores ambientales y movimientos sociales de Perú y todo el mundo en la Marcha Mundial en defensa de la Madre Tierra que se realizará en Lima el 10 de diciembre, el Día de los Derechos Humanos.

NOTAS

[1] Por más información sobre las negociaciones de la CMNUCC ir a: http://newsroom.unfccc.int/

[2] Un informe escrito por Amigos de la Tierra Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte analiza por qué el reparto equitativo y claro del “presupuesto de carbono” entre los países es fundamental para abordar la crisis climática. http://www.foe.co.uk/sites/default/files/downloads/why-climate-scientists-must-address-equity-issues-74043.pdf

[3] Por más información sobre la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático en Lima ir a:http://cumbrepuebloscop20.org/

Cumbre de Mujeres prepara propuestas para el Buen Vivir y enfrentar Cambio Climático

Cumbre de los Pueblos COP20

Del 28 al 30 de noviembre se realizará en la provincia de Celendín, región Cajamarca, una Cumbre de las  Mujeres, evento preparatorio de la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático.

El evento se denomina oficialmente: Mujeres diversas sembrando el Buen Vivir como alternativa al extractivismo y para enfrentar el cambio climático.

Las organizadoras convocan a todas las mujeres organizadas en movimientos sociales, redes, autoridades y ciudadanas en general comprometidas con la lucha por la defensa de nuestros territorios, cuerpos y vidas.

Hace un llamado a construir juntas propuestas y alternativas viables para un vivir digno, justo y sostenible así como también fortalecer democráticamente nuestras organizaciones y proyectos de vida comunitarios.

Inscripción

Para cualquier consulta o confirmación de su participación las interesadas pueden escribir al correo: cumbredemujeres2014@gmail.com  o llamar al teléfono: 71534 50. Es importante la confirmación de su participación.

El evento surge de una auto-convocatoria de las mujeres que participaron de la Cumbre de los Pueblos de Celendín realizada del 23 al 25 de octubre último.

Como se trata de una actividad auto-convocada, los gastos de participación como los pasajes y hospedaje deben ser auto-gestionados.

Propósito de la Cumbre

El propósito es “volver a encontrarnos sumando más mujeres a nivel nacional, juntando nuestras vertientes y haciendo de nosotras un río indomable, fuerte y capaz de crear ese Buen Vivir con igualdad, justicia y equidad que tanto queremos” indica la convocatoria.

La Cumbre de las Mujeres forma parte de la movilización nacional que se está forjando en torno a la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático que se realizará del 8 al 11 de diciembre en la ciudad de Lima.

Su propósito es profundizar la defensa de los pueblos y sus territorios, el agua y la vida frente a los proyectos extractivos que lo amenazan.

Asimismo, avanzar hacia la construcción de modelos de desarrollo propios, dignos, socialmente justos y en armonía con la Madre Tierra, en camino hacia el Buen Vivir.

También se busca reconocer el papel importante que cumplen las mujeres en esta lucha y enfrentar el sistema extractivista que agrava los efectos del cambio climático.

El modelo dominante es también sexista y patriarcal, porque domina, explota y mercantiliza a las mujeres como lo hace con la naturaleza.

¿Por qué en Celendín?

Celendín, es el escenario idóneo para este certamen por su legado e historia de resistencia y organización social frente a la imposición de los proyectos mineros haciendo valer la voluntad del pueblo.

Celendín es un ejemplo vivo e inspiración para movimientos y organizaciones mixtas y de mujeres que en otros territorios viven las mismas afectaciones del modelo desarrollo actual.

Temas de reflexión y debate en la Cumbre de las Mujeres:

-¿Cuáles son nuestros territorios, nuestras historias y culturas, cómo vivimos y cómo nos vinculamos?
-¿Cuáles son los impactos del modelo de desarrollo extractivista y del cambio climático en la vida y cuerpo de las mujeres?
-¿Cómo están nuestras organizaciones y movimientos de mujeres hoy? ¿qué impactos viene viviendo a causa del modelo? ¿Cómo queremos fortalecerlas?
-¿Qué propuestas formulamos para hacer frente al extractivismo, al patriarcado y al cambio climático? ¿Cómo imaginamos y queremos que sea el Buen Vivir desde nosotras las mujeres diversas?
-¿Para qué y cómo queremos participar en la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio climático?

¿Qué pretende lograr?

-Mapear y reconocer nuestra luchas como mujeres por la defensa de nuestros territorios, bienes comunes y nuestros derechos por igualdad, equidad y justicia de género.
-Reflexionar sobre los impactos del extractivismo y el cambio climático en nuestros territorios, organizaciones, vidas y cuerpos de mujeres diversas, así como de su relación con el machismo y el patriarcado.
-Desarrollar colectivamente propuestas alternativas, o de Buen vivir desde las mujeres, que se sistematizarán y serán socializadas en la Cumbre de los Pueblos de Lima.
-Generar más y mejores vínculos entre diversas mujeres y organizaciones de mujeres presentes, sentirnos como un río, porque somos más que gotas.

http://youtu.be/DnapZj4PwjY

Marcha de los Pueblos frente al COP20

Cumbre de los Pueblos COP20

El 10 de diciembre es el Día Internacional de los Derechos Humanos, fecha con la que las Naciones Unidas conmemora el aniversario de la aprobación de su  Declaración Universal realizada por la Asamblea General en 1948.

Ésta se celebra desde 1950 pero este año toca al movimiento social y no a los Estados, demostrar la participación de la humanidad en el planeta y el respeto de sus derechos de una manera completamente diferente.

Este año la conmemoración será algo mas que derechos humanos, este año el mundo se movilizará por el derecho de todos los sistemas vivos de perdurar en el planeta a pesar de la presencia depredadora del capitalismo para desbaratar la influencia de las corporaciones en los acuerdos sobre el clima.

Este año el Día Internacional de los Derechos Humanos será un día de movilización para defender TUS derechos, los NUESTROS y los de TODA LA VIDA en la tierra y lograr un avance trascendental en las negociaciones que lleven a acuerdos claves para contener el fenómeno del Cambio Climático que amenaza la sobrevivencia de la vida en la tierra como la conocemos.

Únete a la movilización este 10 de diciembre en Lima, y en cualquier lugar en el que te encuentres.

¡Cambiemos el Sistema y no el Clima!

¡Levántate por la tierra!

Naomi Klein contra el capitalismo y el cambio climático

Joan Martínez Alier
La Jornada

En su nuevo libro Naomi Klein pone el cambio climático en el centro de la política. Hay movimientos que en todas partes actúan contra el petróleo, el carbón y la extracción de gas, y también contra la deforestación. “Sea o no el cambio climático su motivación principal, (tales movimientos locales) merecen ser reconocidos como anónimos “guardadores de carbono”, que mediante la protección de sus amados bosques, montañas, ríos y costas, ayudan a protegernos a todos” (p . 352). El libro tiene 570 páginas, explica la química y la economía política del cambio climático, y lleva 70 páginas de notas al pie y referencias. Es un libro muy serio y también inspirador que llama a la acción.

Naomi Klein quedó impresionada al hablar en abril de 2009 con Angélica Navarro, la embajadora boliviana ante la ONU en Ginebra, y entendió entonces la fuerza del concepto de “deuda ecológica”. El libro narra con buen humor la participación de la autora como invitada en las reuniones del Heartland Institute, donde se organiza la negación por motivos políticos del cambio climático, y también en reuniones de expertos de geoingeniería como Ken Caldeira y David Keith.

Se burla de la organización The Nature Conservancy que saca petróleo en una reserva natural en Texas a la que tiene acceso con la excusa de preservar la especie llamada “gallo Attwater de la pradera”.

Naomi Klein cree en el ecologismo de los pobres y los indígenas mucho más que en el ecologismo de las grandes organizaciones verdes. Su libro explica sus correrías hasta las barricadas y bloqueos contra la minería de oro a cielo abierto en Grecia y contra la fractura hidráulica de gas de esquisto en Francia y en Rumania, en los humedales de Louisiana para inspeccionar los daños del derrame de British Petroleum. Basándose en los informes de EJOLT, reconstruye la historia real de la propuesta de dejar el petróleo en el suelo en la región de los Ogoni en el delta del Níger y en la Amazonia de Ecuador, y la fundación de Oilwatch en 1995 que proponía, ya entonces, la defensa de poblaciones locales señalando a la vez que hay que dejar gran parte de los combustibles fósiles en tierra si el aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera debe ser evitado.

El libro incluye viajes a la devastación de las arenas bituminosas de Alberta en Canadá y la participación en la resistencia contra el oleoducto Keystone XL. Narra también la resistencia a la minería y transporte de carbón. Naomi Klein cita el artículo 71 de la Constitución de Ecuador sobre los derechos de la naturaleza, la obligación de respetar y restaurar los poderes regenerativos de la naturaleza. El “derecho a regenerar” es una frase clave.

La autora contribuye con este libro al movimiento por la justicia climática global. No da instrucciones detalladas sobre la forma de ponerlo en marcha y cómo debamos proceder. ¿Hay que ir a París en 2015? No hay necesidad de esto, porque ya existen muchos movimientos ambientales de resistencia en cualquier lugar donde estemos viviendo. Sin embargo, tal vez hay que ir a las calles de París, ¿un millón de personas pacíficas y hacerse cargo de la COP?  El movimiento debe buscar aliados, pero poniendo el cambio climático en el centro, “la cosa que lo cambia todo”.

Naomi Klein sostiene que el ecologismo de las décadas de 1960 y 1970 fue más fuerte que en la era neoliberal de Ronald Reagan. El mercado autorregulado se convirtió en un eslogan político triunfante, aunque muy debilitado después de la crisis financiera y económica de 2008. Es hora de que haya políticas más radicales. Pero ellas no vendrán de políticos ineficaces como Obama o de la ONU.

El pasado 21 de septiembre se produjo una gran movilización contra el cambio climático y su efecto en la historia de la humanidad, con cientos de miles marchando. Uno de los manifestantes fue un fiscal de distrito del condado de Bristol, Massachusetts (EU), que se negó a procesar a activistas que anclaron su pequeño barco precisamente donde un gran barco estaba llegando para descargar carbón para una central térmica. Esos activistas que bloquean puertos de carbón forman parte del gran movimiento que Naomi Klein llama Blockadia.

La tarea urgente de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero recae en los movimientos que forman redes mientras batallan en el terreno frente a las empresas privadas o estatales de combustibles fósiles, contra pozos de petróleo y minas de carbón, sus poliductos y sus transportes marítimos, sus refinerías y centrales térmicas.

*ICTA-Universitat Autònoma de Barcelona