Charla: Tratados internacionales e inversión extranjera ¿beneficios o perjuicios para el ambiente?

Lugar y fecha: Foro Cultural Kinoki, miércoles 27 de mayo a las 6:30 pm

México es uno de los países con más tratados comerciales firmados y con inversión extranjera, el estado le ha apostado a una economía sin prever el futuro y sus impactos, lo que ha provocado una problemática que valdría la pena analizar para conocer las repercusiones económicas y ambientales para el país. Te invitamos a la charla «Tratados internacionales e inversión extranjera ¿beneficios o perjuicios para el ambiente?”

Ponente: Mtro. Paul Marquez García, presidente del Foro Mexicano en Docencia Jurídica, Licenciado en Derecho por la Universidad de Chiapas, Maestro en Derecho Empresarial y Fiscal, Cum Laude, por la Universidad Iberoamericana Campus Puebla.

“Máxima apertura” en la renegociación del tratado comercial de México con la UE

Altos funcionarios de la UE han manifestado su exigencia de reforzar en un nuevo acuerdo con México la protección de los derechos humanos, el medio ambiente y los derechos laborales

Marco Appel, revista Proceso

El pasado 11 de mayo –acompañada por el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo–, la comisaria de Comercio de la Unión Europea (UE), Cecilia Malmström, anunció que finalmente solicitará a los Estados miembros de ese bloque regional el mandato para que la Comisión Europea pueda negociar una ampliación del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación (o Acuerdo Global) con México, que entró en vigor en 2000. La comisaria precisó que lo hará entre octubre y diciembre de este año.

La primera “reunión exploratoria” con el propósito de modernizar el Acuerdo Global se realizó en Bruselas entre funcionarios de ambas partes el 23 de octubre de 2013. A partir de entonces, grupos políticos europeos, principalmente españoles, presionaron para que el proceso de negociación con México tuviera lugar antes de que llegara una nueva administración en la Comisión Europea tras las elecciones europarlamentarias de mayo de 2014, lo cual no sucedió.

En un debate sobre el tema realizado el 14 de enero de 2014 en el Parlamento Europeo, el entonces eurodiputado del grupo del Partido Popular Europeo, José Ignacio Salafranca, reprendió al vicepresidente de la Comisión Europea, Siim Kallas, a quien le advirtió que no podía “seguir perdiendo el tiempo”: “Tenemos que impulsar la adopción de unas directivas de renegociación del acuerdo con México: todo lo que no vaya ni milite en esa dirección, no beneficia los intereses de los ciudadanos y de las empresas de la UE”.

Luego del encuentro que sostuvo Guajardo con Malmström el 11 de mayo, la Secretaría de Economía indicó en un boletín de prensa que el anuncio sobre la conclusión del documento que necesita la comisaria europea para solicitar el mandato de negociación, el llamado ‘Estudio de Visión Conjunta’ (Joint Vision Report), podría darse durante la visita del próximo 12 de junio del presidente Enrique Peña Nieto, que asistirá a la Cumbre UE-Latinoamérica y el Caribe a celebrarse en la capital belga. En declaraciones a los periodistas, Guajardo incluso anticipó que las negociaciones formales podrían arrancar “a más tardar” el último trimestre de este año.

A la eurodiputada Dita Charanzová le sorprende la celeridad con que la parte mexicana está manejando las etapas del procedimiento. Ponente para las relaciones con México de su bancada en el Parlamento Europeo, la Alianza de los Demócratas y los Liberales por Europa –el tercero más numeroso del hemiciclo–, la legisladora checa explica a Apro que el tiempo que tomaría la discusión para otorgar el mandato al Consejo (el órgano de representación de los 28 gobiernos nacionales de la UE) y la preparación administrativa del mismo, incluyendo su traducción a varias lenguas, normalmente llevarían el comienzo de las negociaciones hasta el año entrante.

“Quisiera decir que sí (comenzarán las negociaciones este año), pero, basándome en las informaciones que tengo, no creo que así sea”, señala Charanzová. Anota que, además, una vez que los representantes de México y la UE hayan terminado el ‘Ejercicio de Alcance’ (Scoping Exercise), en el que cada parte pone sobre la mesa prioridades y ofrecimientos de liberalización de sus mercados y que sirve para realizar el ‘Estudio de Visión Conjunta’, falta que la parte europea elabore una evaluación del Acuerdo Global. “Y eso –observa la eurodiputada– suele tomar más de cuatro meses”.

Negociación vasta

La ampliación del acuerdo abarcaría sectores de la economía mexicana que ofrecen jugosos negocios a los europeos y no tanto a la inversa.

En octubre de 2013, el subsecretario de Comercio Exterior de la Secretaría de Economía, Francisco de Rosenzweig, adelantó en Bruselas que el gobierno de Peña Nieto busca una apertura plena de los mercados a los productos agropecuarios y pesqueros, así como una ampliación de los capítulos de inversiones y servicios, en especial, precisó, en el campo de las telecomunicaciones y de los servicios profesionales, aéreos y marítimos.

El citado comisario Kallas hizo público que en febrero de 2014 se abordaron otras temáticas de particular interés para los europeos: licitaciones públicas, leyes de competencia, protección de las inversiones y energía.

Respecto a este último punto, y dada la activa promoción internacional de la reforma energética por parte del gobierno de Peña Nieto para amarrar negocios, resalta el hecho de que en una gira de trabajo en Bruselas el 21 de abril último, el canciller mexicano José Antonio Meade se entrevistó no sólo con su contraparte europea Federica Mogherini, sino también con el comisario de la Unión Energética, Maros Sefcovic, entre cuyas responsabilidades está la de diversificar las fuentes de importación de energéticos de la UE.

Guajardo reiteró ante la prensa acreditada en Bruselas que el gobierno mexicano pretende abrir “lo máximo posible” los sectores agrícola y de servicios, e incluir capítulos “modernos” como comercio electrónico o coherencia regulatoria, pero no abundó en detalles.

A ese respecto, un estudio del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), presentado el 11 de mayo en la capital belga, concluyó que para México las mayores ventajas de un acuerdo ampliado están en el sector agrícola, e identifica algunos productos: plátano, jitomate, espárragos, maíz, chícharos, aceitunas, champiñones, alubias, alcachofas, azúcar y dulces.

El mismo estudio ubica algunas mercancías europeas con potencial, pero sobre todo recomienda a los europeos hacer inversiones en los sectores energético y de telecomunicaciones de México, que tras su apertura al capital privado experimentarán “un crecimiento potencial a mediano plazo”.

Para animar más a los inversionistas, el documento del BBVA advierte que los costos laborales de México son 20% más bajos que los de China, lo que lo vuelve más “competitivo”, y mejor aún, remarca el banco español, si se considera que la población mexicana en edad de trabajar está en aumento y el peso se ha devaluado 90% desde 2000, mientras que el yuan ha ganado 24% de su valor en el mismo periodo.

México –donde el costo del trabajo es de 6.8 dólares por hora en el sector manufacturero– “está bien posicionado” respecto a otras naciones, presume el banco español en su estudio. Menciona que en Brasil ese monto es de 10.7 dólares, en España de 28.1, en Estados Unidos de 36.3, en Canadá de 36.9 y en Alemania de 49 dólares.

La presentación de ese estudio –celebrada en la sede de un ‘think tank’ de Bruselas y que corrió a cargo de Carlos Serrano Herrera, jefe economista del BBVA– fue apadrinada por la comisaria Malmström y el propio Guajardo, y formó parte de las actividades oficiales del secretario el pasado 11 de mayo.

Puntos sensibles

La eurodiputada Charanzová explica que los representantes mexicanos pretenden que el ‘Ejercicio de Evaluación’ se limite a la presentación de las ideas principales y que sea en la negociación formal cuando se detallen, lo cual, comenta, es “inaceptable” para la contraparte europea, que desea lo contrario.

Charanzová pone como ejemplo el asunto de las compras públicas, que salió a relucir el 11 de mayo durante una reunión a puerta cerrada del Grupo de Monitoreo sobre México del Comité de Comercio Internacional del Parlamento Europeo, al cual ella asistió. La UE, narra, está pidiendo a las autoridades mexicanas que se comprometan desde ahora a abrir el mercado de compras públicas a todos los niveles de gobierno, no sólo federal. Pero el gobierno de México discrepa con esa solicitud, pues arguye que el gobierno federal ejerce la casi totalidad del gasto público. También los europeos solicitan a México que acepte ya proteger las indicaciones de origen de sus productos y luchar contra las copias piratas en su territorio, señala Charanzová.

Otro tema espinoso es el relacionado con las garantías individuales. Sobre todo después de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, altos funcionarios de la UE han manifestado su exigencia de reforzar en un nuevo acuerdo con México la protección de los derechos humanos, el medio ambiente y los derechos laborales mediante la introducción de un capítulo sobre desarrollo sustentable. Así lo confirmó a este corresponsal la comisaria Malmström, haciendo hincapié en la inclusión a este capítulo de los derechos humanos.

En el Parlamento Europeo, donde se someterá a aprobación el acuerdo ampliado con México una vez que su negociación haya finalizado, varias fuerzas políticas están exigiendo la creación de mecanismos más estrictos de protección a los derechos humanos.

El eurodiputado británico David Martin, portavoz del grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas –el segundo más numeroso de la institución–, advirtió la semana pasada en un comunicado de prensa que su bancada “presionará para que se incluya una fuerte cláusula de respeto a los derechos humanos, y para que haya compromisos vinculantes en el capítulo de desarrollo sostenible”.

Charanzová dice que “se necesita una referencia o un capítulo de derechos humanos” para “poder mejorar la situación en México” en esa materia. Los más críticos del gobierno peñista son el grupo de los Verdes Europeos y el de la Izquierda Unitaria Europea, que no aprueban la ampliación del acuerdo en un contexto de represión y de graves violaciones a los derechos humanos en el país.

Consultado sobre la posición del gobierno mexicano al respecto, Guajardo se limitó a contestar que el tema de los derechos humanos no es de su competencia.

Insistencia mexicana

El gobierno de Peña Nieto fue insistente en la ampliación del acuerdo bilateral, según se desprende de la correspondencia que funcionarios mexicanos sostuvieron recientemente con Malmström y a la que Apro tuvo acceso.

El 7 de octubre pasado, poco después de que la comisaria fue propuesta al frente de la cartera de Comercio de la Comisión Europea, el secretario Meade le hizo llegar una misiva a la funcionaria europea. En ella, luego de felicitarla por su “nombramiento” –el cual se dio oficialmente hasta el 22 de octubre siguiente con la autorización del Parlamento Europeo–, el secretario mexicano planteó el interés del gobierno peñanietista de avanzar en las negociaciones.

En esa breve carta, dirigida prematuramente a la “Comisaria de Comercio” (Malmström ocupaba en ese momento el puesto de comisaria de Asuntos de Interior), Meade subraya su confianza en que ella generará “un ambiente propicio para iniciar las negociaciones encaminadas a actualizar el marco jurídico entre México y la UE”. Enfatiza que ello “permitirá estrechar nuestros lazos comerciales y de inversión, fortalecer nuestro diálogo político y abrir nuevos horizontes en materia de cooperación”.

El embajador mexicano ante la UE, Juan José Gómez Camacho, envió una segunda carta a Malmström el 23 de octubre –el día posterior a su investidura como comisaria de comercio–, en la que insiste que para el gobierno priista “es de mayor importancia” aumentar “la contribución positiva que tiene el comercio y las inversiones extranjeras directas en el crecimiento y el empleo”, y “avanzar favorablemente en las negociaciones” para la ampliación del Acuerdo Global.

Malmström agradeció la felicitación de Meade hasta el 28 de noviembre, una vez que inició su nueva función el primer día de ese mes. En su respuesta expone que las instituciones europeas “coincidían” en “el deseo de México de proceder a una modernización amplia y altamente ambiciosa del marco jurídico” del acuerdo, “incluso comercial y de inversión”, subrayó la comisaria, quien expresó su confianza en que el ‘Estudio de Visión Conjunta’ será elaborado “con el alto nivel de ambición acordado desde el principio”.

En otra comunicación epistolar, fechada el 31 de marzo último y dirigida al secretario de Economía Guajardo Villareal, la comisaria se refiere a una primera conversación telefónica que en diciembre anterior sostuvo con él. Malmström hace notar que en esa llamada, ella fue la que “escuchó los argumentos” del secretario mexicano “acerca de la necesidad de modernizar el acuerdo de asociación México-UE”. La comisaria incluso le informa posteriormente que una “versión revisada” del ‘Estudio de Visión Conjunta’ acababa de ser remitida por los negociadores europeos al gobierno mexicano.

Bajo el TTIP, más de 75.000 empresas podrán doblegar la voluntad de los gobiernos

TTIP, EL SECUESTRO DE LA DEMOCRACIA

Verónica Gómez, nuevatribuna.es
Comisión Internacional de ATTAC

El tratado entre EEUU y Europa supondrá el final del modelo social europeo y un golpe de estado por parte de las corporaciones que terminará por hacer añicos nuestras ya precarias democracias.

Hasta la fecha, es preocupante el bajo perfil de las noticias relacionadas con el TTIP en los medios de comunicación, el Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversión que están negociando la UE y los EEUU en el secretismo más absoluto y cuyos objetivos podrían tener un impacto dramático en la calidad de vida de los ciudadanos y la democracia.

El TTIP pretende la creación de una zona de libre comercio e inversión que englobaría la UE y EEUU. Uno de sus focos de interés está en eliminar las “barreras” a la libre circulación de productos y servicios, que no es otra cosa que la degradación de las normas, salvaguardas y estándares sociales y medioambientales que se han conseguido a la lo largo de luchas generacionales. Sin embargo, este artículo no se va a centrar en esta cuestión de hondo calado y mayor impacto, sino en el segundo foco de interés del TTIP: la creación de procesos paralelos totalmente al margen de los parlamentos, la ciudadanía y el control democrático, que otorgan un poder inusitado a las multinacionales en detrimento del interés general y la soberanía de los gobiernos para regular a favor del interés público.

Para ello cuentan con dos estrategias. La primera es la creación del “Consejo de Cooperación Regulatoria Transatlántica”. Este instituto transnacional, y sin precedente histórico, tiene como propósito que un puñado de funcionarios y representantes de las corporaciones se sienten a la mesa para que, a puerta cerrada y totalmente al margen del debate público y el interés general, se siga desregulando en aquellos sectores donde no se haya alcanzado un acuerdo tras finalizar las negociaciones del TTIP. Más allá todavía, el objetivo es que todas las nuevas normas y regulaciones sean supervisadas primero desde su impacto sobre el comercio y deban ir acompañadas de un informe que asegure que los legisladores no adoptan medidas que van en detrimento de los grandes negocios. Es decir, medidas perfectamente legítimas para salvaguardar la salud pública, proteger el medioambiente, apoyar a las empresas nacionales frente a las extranjeras, apoyar a las PYMES, luchar contra la crisis, o promover modelos productivos alternativos, podrían ser rechazadas o“suavizadas” para asegurarse de que las grandes corporaciones siguen haciendo negocio. Mientras tanto, aquellas medidas que favorezcan a éstas, se presentarían como un acuerdo sin espacio para ninguna modificación. Por lo tanto, este consejo tiene el poder de substraer las nuevas propuestas normativas del debate público, modificarlas en el mejor interés de las multinacionales, y presentarlas justo después, como el resultado lógico de acuerdos previamente alcanzados entre los lobbies, autoridades de EEUU y la UE y un grupo de funcionarios no responsables frente a la ciudadanía.

Por si esto no fuera suficiente, el TTIP incluye el ISDS, un mecanismo que otorga a las corporaciones el poder de demandar a los gobiernos de un país cada vez que aprueben una ley que contravenga sus intereses, fuera de su sistema legal y en tribunales ad hoc, donde 3 abogados privados deciden, arbitrando normalmente a favor de las multinacionales, y obligando a los gobiernos a pagar demandas millonarias con el  dinero de los sufridos contribuyentes. Así viene ocurriendo en los 10 últimos años. Vattenfall demandó al gobierno alemán por querer desmantelar dos de sus plantas nucleares tras el accidente de Fukushima por 3.700 millones €, Philip Morris a Uruguay por lanzar una campaña para reducir el consumo de tabaco, 2.000 millones $, Argentina recibió más de 40 demandas (1.000 millones $) por congelar los intereses de los servicios de agua y electricidad para que fueran asequibles en época de crisis, y así un largo de etcétera. Bajo el TTIP más de 75.000 transnacionales podrían usar el ISDS para doblegar la voluntad de los gobiernos e impedir leyes a favor del interés público.

García Bercero, aseguró a su homólogo estadounidense que los documentos de las negociaciones no serían públicos hasta pasados 30 años, y hay razones de sobra para que así sea, el TTIP supondría el final del modelo social europeo y  un golpe de estado por parte de las corporaciones que terminaría de hacer añicos nuestras ya precarias democracias.

Llamamiento de acción global para detener los Tratados de libre comercio e inversiones

Día mundial de acción – 18 de abril del 2015

Las personas y el planeta antes que el beneficio corporativo
Llamamiento de acción global para detener los Tratados de libre comercio e inversiones

Nosotras y nosotros, organizaciones de la sociedad civil, sindicalistas, campesinas y campesinos, jóvenes, hombres y mujeres activistas de movimientos de todas partes del mundo, llamamos a un Día global de acción a realizarse el 18 de abril del 2015 con el fin de parar los acuerdos de libre comercio e inversiones y promover una economía que
funcione para las personas y el medio ambiente.

 

A lo largo de las últimas décadas, las empresas transnacionales y los gobiernos han impulsado tratados de libre comercio y de inversiones a espaldas de los ciudadanos, vulnerando nuestros derechos y los del medio ambiente.

A lo largo de las últimas décadas, hemos luchado por la soberanía alimentaria, por nuestros bienes comunes, por la defensa de nuestros empleos, nuestros territorios, las libertades en internet, mientras exigíamos democracia. En el camino, hemos crecido como movimiento, hemos logrado que escuchen nuestras voces y hemos logrado muchas victorias.

Entre todas y todos, podemos parar los acuerdos que se están negociado y trabajar para revertir los impactos nocivos de los tratados pasados. Juntas impulsamos nuestras alternativas que se fundamentan en la primacía de los derechos humanos por encima de los privilegios y beneficios de las grandes empresas.

Hacemos un llamamiento a las organizaciones, personas y alianzas a participar en la jornada para organizar acciones descentralizadas en los cinco continentes. Nos acogemos a una diversidad de tácticas y acciones solidarias en todo el planeta que contribuyan a informar y sensibilizar, fomentar la participación y fortalecer la movilización de la gente, rumbo a un nuevo modelo económico y de comercio que funcione para el beneficio de todas las personas y el planeta.

Únase a la lista automática del Día mundial de acción
y participe en las discusiones estratégicas !
Envía un mensaje a 18a-subscribe@lists.riseup.net para inscribirse !

  • Se invita a los grupos a que traduzcan, adapten y modifiquen el presente llamamiento en función de sus propias movilizaciones.
  • También se informa que los grupos tienen toda la libertad de elegir un día distinto de la semana si consideran que es más indicado para sus objetivos de movilización.

ATP: asalto secreto del 1%

John Saxe-Fernández. La Jornada

Una de las razones por las que deben saber que el Acuerdo TransPacífico (ATP) es importante es que traten de aprobarlo sin que nadie se entere…los que apoyan (al ATP) siempre dicen que van a crear empleo. Si fuera verdad, los sindicatos estarían a favor, pero la gente que lo impulsa es la de Wall Street. Así se expresó el economista Joseph Stiglitz, luego de hacer una reflexión crítica del ATP ante un auditorio neoyorkino: alertando a organizaciones comunitarias y sindicatos, agregó que Michael Froman, el representante comercial del gobierno de EU en esas negociaciones, viene de Citibank (dueño de Banamex) y no representa a los trabajadores ni al ciudadano común, sino a un grupo de interés especial, por lo que, dice Cynthia Phinney, del Sindicato de Electricistas de Maine, “es menester la revisión y discusión parlamentaria del ATP oponiéndose a la vía rápida (fast track) llamada autorización para promover el comercio.

La vía rápida permite que Obama presente un texto al Congreso, cocinado en lo oscurito, en tiempo limitado de debate, sin modificar el articulado y con una votación en bloque, positiva o negativa. Como las negociaciones se realizan en secreto y México es parte de ellas, cabe resaltar la importancia (y a pesar de todo) exigir transparencia incluso a un gobierno tan opaco y entreguista como el del PRI: lo que están pactando con poderosas corporaciones extranjeras, a puertas bien cerradas, va mucho más allá de asuntos comerciales o de negocios. Hacen componendas con la vigencia de la Constitución, fundamento del estado de derecho en territorio nacional o lo que van dejando los neoliberales de leyes, regulaciones y directrices de corte nacional en materia laboral, ambiental, del consumidor y de arbitraje.

Documentos divulgados por Wikileaks (http://goo.gl/1zg0Q5) desde La Jornada (26/3/15) ofrecen evidencia de que, como advierten analistas varios, el ATP es un TLCAN en esteroides: concede a inversionistas privilegios y derechos por encima de las leyes –y empresas– nacionales, asentando normas y tribunales supranacionales como el centro internacional establecido por el Banco Mundial para dirimir las disputas entre inversionistas extranjeros y los estados firmantes (Icsid, siglas en inglés). Todas las ventajas jurídicas van para las corporaciones de fuera, quedando a su merced, según demuestra Manuel Pérez Rocha L., en sustancioso artículo, toda regulación de interés público que pudiera reducir sus ganancias. El mecanismo no es equitativo: Los gobiernos o las comunidades afectados por inversionistas extranjeros no pueden presentar demandas. Igualmente problemática es la frecuente opacidad en las operaciones de estos tribunales(NYT, 3/12/14). Pérez Rocha recuerda que países, de Indonesia a Perú, enfrentan juicios de las trasnacionales y que México y Canadá ya han perdido o llegado a acuerdos en cinco oportunidades cada uno, pagando cientos de millones de dólares a empresas extranjeras, sin olvidar pérdidas semejantes en Centroamérica, ni los mil 770 millones cobrados a Ecuador por cancelar un contrato a Occidental Petroleum, o los mil 600 millones a favor de Exxon que Icsid ordenó a Venezuela pagar por nacionalizar proyectos petroleros. Y aún en el Icsid hay 200 casos pendientes(Ibídem).

Los pocos documentos del ATP que conocemos, analizados por Lorry Wallach de Public Citizen, muestran que mejor prestar atención a la advertencia de Stiglitz: el secretismo es mayúsculo porque la embestida del uno por ciento es de fondo y de magnitud mayor: van por todo. Phinney revela que sólo aquellos con autorización especial pueden ver los textos y luego de revisarlos, no pueden discutir lo leído. Aún más, “la mayoría, si no es que todos, los consejeros con acceso –a los documentos– son representantes de las corporaciones. Habrá uno que otro líder sindical. Pero ni siquiera pueden discutir lo que saben con miembros de su sindicato”. Peor aún “…sólo pueden ver los textos que (Froman) considere que son relevantes a su área de interés”. Para Billy Engel, electricista de Nueva York, “estos tratados van a barrer con nuestras leyes…muchos derechos laborales y sindicales serán totalmente borrados de inmediato”, una opinión que contrasta con la displicente postura de Paul Krugman, quien desatiende sin más el impacto del ATP en los derechos laborales (NYT, 26/3/15) aunque reconoce que el ATP no promete nada bueno para EU o el mundo.

Tal vez sea generoso asumir que esa preocupación por el mundo tiene que ver, además de los derechos del consumidor, con la campaña del cabildo fósil contra acuerdos vinculantes en materia de medio ambiente, en particular en relación con la urgente necesidad de limitar severa e inmediatamente emisiones de gases con efecto invernadero, base de las ganancias de las Exxon/Mobil de este mundo. Quizá en Krugman la palabra world refleje preocupación por la humanidad ante un planeta en colapso climático antropogénico.

jsaxef.blogspot.com

Asociación Transpacífica: garantizar ganancias e impunidad

El Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica, impulsado formalmente por el gobierno de Estados Unidos parece ser un cheque en blanco para el gran capital. En secreto, los gobiernos firman impunidad para las grandes empresas y los bancos de Wall Street. El objetivo del documento: eliminar cualquier ley o regulación que se interponga en el camino de las ganancias de las trasnacionales.

Vía Revista Contralínea

Martha Andrés Román/Prensa Latina

La Cuba. El Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por su sigla en inglés), en cuyas negociaciones participan hasta el momento 12 países, continúa generando una creciente polémica, motivada por las dimensiones del pacto y el secretismo con el cual se ha abordado.

El mecanismo, encabezado por Estados Unidos, incluye además a la tercera economía del orbe, Japón, y a Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam.

Todos ellos tienen una población conjunta de 792 millones de personas y representan alrededor del 40 por ciento del producto interno bruto mundial, lo que podría convertir al TPP en el principal pacto de libre comercio de la historia.

El gobierno estadunidense espera que el instrumento, aún en proceso de negociación después de varios años, pueda complementarse con otro proyecto tremendamente ambicioso e igual de controvertido: la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión con la Unión Europea.

Las rondas de conversaciones sobre el TPP comenzaron en 2010, y aunque el objetivo era sellar el acuerdo en 2013, ese plazo no fue suficiente, debido, en gran medida, a la fuerte oposición generada en diferentes sectores de los territorios involucrados.

El pasado año la Casa Blanca señaló la meta de concretar el convenio durante el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, celebrado en China en noviembre último, pero nuevamente ese intento resultó fallido y varios analistas se atreven a señalar, incluso, que hasta 2017 es improbable su aprobación.

Puntos polémicos y secretismo

Aunque Estados Unidos ya tiene acuerdos comerciales con seis de los países comprendidos en la propuesta del TPP, uno de los mayores premios del instrumento es la posibilidad de una apertura con Japón, según consideran varios analistas.

Sin embargo, el convenio no está destinado sólo a desmantelar barreras comerciales, sino que abarca gran gama de asuntos, lo cual constituye una de las principales causas de la avalancha de críticas que ha recibido.

Impacto ambiental, salvaguardas laborales, fijación de precios de medicinas, normas relativas a patentes y la capacidad de los inversores de eludir las leyes nacionales son algunos de los temas incluidos en los textos preliminares del instrumento.

Para Arthur Stamoulis, director ejecutivo de la Campaña Ciudadana para el Comercio Justo, el presidente estadunidense, Barack Obama, sigue incumpliendo los plazos del TPP porque está impulsando una agenda extremadamente impopular, con el objetivo de beneficiar a grandes corporaciones.

Según el líder de la organización contraria al pacto, tanto la sociedad civil como los parlamentarios de naciones con costas en el Pacífico están empezando a darse cuenta de que el mecanismo será una mala noticia para sus Estados, con repercusiones en áreas como la economía, el medio ambiente y la salud pública.

Uno de los puntos que ha generado mayor polémica y está considerado entre los más sensibles del TPP es el relacionado con la propiedad intelectual, un capítulo que abarca desde los precios de los medicamentos hasta la libertad con la cual las personas navegan por internet.

En ese apartado se propone cambiar el plazo de protección de los derechos de autor: si actualmente una obra permanece amparada durante 70 años y luego pasa a ser patrimonio público, la petición estadunidense es aumentar el plazo a 95 años, lo que no es respaldado por varios territorios.

A finales de 2013, el portal digital Wikileaks denunció que, en el más alto secretismo, Estados Unidos gestionaba con los otros países implicados en el TPP la aplicación de sanciones contra aquellos proveedores de servicios de internet que no realicen tareas de fiscalización.

Según el borrador del capítulo sobre propiedad intelectual, el mecanismo establece la creación de tribunales supranacionales para regular la aplicación de nuevas normas en materia de derechos de autor, lo que, a decir de Wikileaks, dañaría significativamente el acceso libre a la cultura y a la educación en la red.

Pero las regulaciones recogidas en el tratado no afectarían sólo a internet, pues también regularían el comercio de fármacos, el copyright, la legislación sobre patentes y la industria sanitaria, indicó la página digital.
Los intereses detrás del TPP

De acuerdo con el senador estadunidense Bernie Sanders, el TPP es un convenio comercial desastroso diseñado para proteger los intereses de las multinacionales a expensas de los trabajadores, los consumidores, el medio ambiente y algunas de las personas más pobres del planeta.

Este mecanismo fue escrito a puerta cerrada por el mundo corporativo e, increíblemente, mientras las compañías, los bancos, la industria farmacéutica y los grandes medios tienen amplios conocimientos sobre su contenido, el pueblo y los miembros del Congreso han quedado fuera del proceso, apuntó.

A decir del político estadunidense, el TPP es mucho más que un acuerdo de libre comercio, pues forma parte de una carrera global para aumentar los beneficios de las corporaciones y socavar los derechos de los trabajadores.

Por su parte, el profesor Robert Reich, de la Universidad de California en Berkeley, señaló recientemente en un artículo publicado por el periódico The Huffington Post que el TTP podría ser un desastre.

Si tras la Segunda Guerra Mundial el debate giraba en torno a la oposición entre libre comercio y proteccionismo, ahora las grandes empresas y centros financieros quieren un poco de ambas fórmulas, reflexionó.

Ellos desean más protección internacional cuando se trata de su propiedad intelectual y otros bienes, por lo cual han estado buscando normas comerciales que aseguren y extiendan sus patentes, mercados, marcas y derechos de autor en el exterior.

Pero, al mismo tiempo, explicó, esas entidades desean menos amparo a los consumidores, trabajadores, pequeños inversionistas y medio ambiente, porque todos ellos interfieren en sus dividendos y, por consiguiente, buscan reglas que les permitan anular esas protecciones.

Al mismo tiempo, advirtió Reich, la administración de Obama ha expresado que el acuerdo impulsará las exportaciones estadunidenses en la cuenca del Pacífico, donde Estados Unidos enfrenta la creciente competencia de China, por lo que el pacto también pretende contener la destreza estratégica y económica de la nación asiática.

En otras palabras, concluyó, el TPP brinda a las grandes empresas y los bancos de Wall Street la forma de eliminar cualquier ley o regulación que se interponga en el camino de sus ganancias.

TTIP Secret: No al Tratado de Troya

Un acuerdo de espaldas a la ciudadanía

Amigos de la Tierra España

Para explicar algunos de los más importantes aspectos recogidos en el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones, TTIP, que negocian Estados Unidos y la Unión Europea. A través de once viñetas hemos acercado muchas de las consecuencias de este caballo de Troya, incluyendo breves artículos para completar las ilustraciones y profundizar así en los problemas que pueden acercarse con el acuerdo comercial.

El TTIP explicado en viñetas
http://app.emaze.com/1006106/ttip_secret#1

Blog para la campaña NO AL TRATADO DE TROYA !!
http://ttipsecret.wordpress.com/

Mitos del TLCAN a 20 años

Por Alina Rosas Duarte, revoluciontrespuntocero.com

Mejores empleos, incremento en los niveles de productividad, diversificación del mercado, elevar niveles de vida, protección al medio ambiente y disminución de la pobreza, fueron algunas de las promesas que 20 años atrás, el Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) prometió, sin embargo, a dos décadas de distancia, las promesas y la realidad, parecen no asimilarse.

52.4 por ciento de los mexicanos vivían en pobreza al momento de signar el Tratado en 1994, mientras que para 2012, la situación no habría sido diferente, la pobreza se situaba en un 52.3 por ciento, mientras uno de cada 5 mexicanos se encontraba en pobreza alimentaria, es decir, que no goza de suficientes recursos para comer. Del 2006 al 2011, más de 50 mil personas murieron de desnutrición.

Desde la firma del Tratado con Canadá y Estados Unidos, los salarios mínimos en México han perdido el 20.13 por ciento de su poder adquisitivo, 76.48 por ciento menos, comparado a 1976, cuando se registraron los mejores índices adquisitivos.

Por otra parte, uno de los capítulos más polémicos ha sido el agrario, donde una de las promesas al signar el TLCAN, era que México se transformaría en una potencia agroexportadora, cuando dos décadas después, el país se ha consolidado como una potencia agroimportadora con una dependencia alimentaria del 45 por ciento cuando previo a 1994, era del 15 por ciento.

La tragedia del campo no sólo se tradujo en más importaciones, sino en la disminución del empleo rural del 19 al 13 por ciento, en más de 6 millones de campesinos que  migraron a Estados Unidos, y en que 30 grandes corporaciones transnacionales controlen actualmente el mercado agroalimentario de México.

Al mirar a Canadá tras la firma del TLCAN la situación tampoco mejora.

Los ingresos familiares del 2011, ajustados por la inflación, fueron los mismos que para 1980, y desde la firma del TLCAN, la pobreza en Canadá vio un incremento del 12 por ciento de la población, registrando en 2012 un record de 872 mil 378 canadienses utilizando los bancos de alimentos mensualmente, el nivel más alto en la historia canadiense.

Los impulsores del Tratado de Libre Comercio con América del Norte prometieron que mejoraría la situación ambiental bajo sus nuevas reglas, no obstante, en el caso de México, el agotamiento de recursos naturales y la degradación ambiental se disparó. A decir del Instituto Nacional de Geografía y Estadísticas (Inegi), los costos estimados por el daño ambiental son equivalentes a un promedio anual de 637 mil millones de pesos.

Para Canadá, la firma del TLCAN ha implicado una limitación del gobierno para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, inclusive se obligó a Canadá a derogar el Protocolo de Kyoto, una pieza de legislación internacional en la búsqueda de reducción de gases de esta magnitud.

Organizaciones participantes en el Foro Multisectorial Tri-nacional, señalaron que, pese a las promesas de proteger el medio ambiente, el gobierno canadiense encabezado por el primer ministro Stephen Harper, ha hecho una revisión a las leyes ambientales para hacerlas más favorables con los inversionistas y facilitando los proyectos de mega extracción de recursos.

Cabe mencionar que de 1994 al 2013, decenas de leyes ambientales y de salud de los países del TLCAN han sido impugnadas en tribunales extranjeros, generando más de 360 millones de dólares en compensación.

En el caso de Estados Unidos, quien a decir de la opinión pública se ha beneficiado, mantiene un déficit promedio anual agrícola con México y Canadá de 800 millones de dólares, más del doble del nivel previo al TLCAN.

La oposición al Tratado en EE.UU. ha crecido, de acuerdo con una encuesta elaborada en el 2012 por Angus Reid Public Opinion, el 53 por ciento de los estadounidenses creen que se debe renegociar o salir del Tratado contra un 15 por ciento que piensa que la nación norteamericana debe seguir siendo miembro.

La agenda principal de Barack Obama es una re-edición del Tratado ahora bajo el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), por medio del cual, el gobierno norteamericano no sólo implementaría una estructura similar de acuerdo con México y con Canadá, sino con países como Australia, Brunei, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y aquellos países como Costa Rica, que apenas han mostrado su deseo de incorporarse a nuevas promesas que el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, sigue sin cumplir.

El fracaso de la política neoliberal circunscrita a los Tratados de Libre Comercio

COMUNICADO

“EL FRACASO DE LA POLÍTICA NEOLIBERAL CIRCUNSCRITA A LOS TRATADOS DE LIBRE COMERCIO”

Sr. Presidente de la República mexicana
Sr. Presidente de los Estados Unidos de Norte América
Sr. Ministro de Canadá

Los pueblos y comunidades de México opositores al Modelo Extractivo Minero Depredador, reunidos en el Foro Nacional 2014 celebrado en Zacualpan, Municipio de Comala, Estado de Colima, hacemos manifiesta nuestra postura con relación a los acuerdos que desde hace 20 años fueron firmados por las tres naciones, en el marco de los acuerdos que dieron forma al conocido “Tratado de Libre Comercio” (TLC).

 

En la víspera de la reunión que ustedes sostendrán en la Cd de Toluca el próximo 19 de febrero, y en la cual preparan la “renovación y ajustes” de los acuerdos comerciales entre las tres naciones, vemos es imprescindible recordarles que no es posible que sigan impulsando este tipo de tratados haciéndonos creer que son la solución a los problemas que enfrentamos, cuando hay cientos de investigaciones y casos en donde se muestra cómo es que su modelo global tiene claros signos de agotamiento, es recesivo a los derechos humanos, y está acabando con los bienes naturales de forma dramática por su rapaz visión de mundo que comparten entre ustedes y todo el aparato que representan, al entregar a las empresas trasnacionales rapases e insaciables que día a día destruyen comunidades, población y ecosistemas en todos los rincones del mundo.

Es claro que cada año somos más las comunidades que estamos en resistencia y plena confrontación con las empresas mineras de capital nacional, extranjero o trasnacional, en especial canadienses, pero no únicamente, por la clara, recurrente e intransigente forma en la cual pretenden apropiarse de los bienes naturales que hay en nuestros territorios, quienes en su mentirosa visión de progreso y desarrollo, ocasionan graves e irreversibles daños a la salud y el ambiente, a la vez que destruyen el tejido social con el fomento de divisiones entre las personas, lo cual facilita el crecimiento de zonas inseguras vinculadas al crimen organizado e incluso, solapando crímenes de valientes dirigentes comunitarios, que siempre son encubiertos y protegidos por el aparato estatal y federal.

Para nosotros no es ajeno que el gobierno canadiense acaba de anunciar su Plan de Acción sobre Mercados Globales en donde se habla de “la diplomacia económica” como un gran enfoque en el cual, según el gobierno; “Todos los bienes diplomáticos del Gobierno de Canadá se canalizarán en respaldo del sector privado para lograr los objetivos indicados en mercados extranjeros claves” (anunciado el 27 de noviembre de 2013), entre los cuales se incluyen: México, Brasil, Chile, Colombia y Perú dentro de la región de América Latina.

Ya tenemos documentación de 12 casos sobre lo que significa este tipo de “diplomacia” en el contexto de aquellas comunidades que se oponen a los proyectos mineros o sobre quienes realizan denuncias de abusos con respecto a la minería: Antecedentes: Una docena de ejemplos de la diplomacia minera canadiense, y para ello basta mencionar el caso Blackfire en Chiapas como ejemplar: Informe revela respaldo de Diplomacia canadiense a letal proyecto minera de la empresa Blackfire.

También realizamos un fuerte seguimiento a leyes, reglamentos y demás procesos jurídicos y hacendarios en donde claramente notamos cómo los parlamentos se pliegan a favor de las empresas extractivas, a tal grado que hoy cada vez es más frecuente ver a naciones enteras en total indefensión por tomar acciones en contra de las empresas, a la vez que las empresas someten a gobiernos locales en tribunales internacionales de arbitraje para resolver disputas en torno a los bienes naturales, como si estos fueran de ellos y no de los pueblos y las naciones, tal como está documentado en los casos presentados en el Centro Internacional de Arreglos de Disputas relativas a Inversiones (CIADI), del Banco Mundial, en donde, hasta marzo del 2013, había 169 casos de inversionistas vs el estado. Del total de casos, 60 de ellos, es decir, el 35.7% se relacionan a disputas por petróleo (23), minería (19) o gas (13) y hay más de 5 casos relacionadas con proyectos combinados de petróleo y gas.

Otra muestra de la gran presión que ahora ejercen las empresas sobre las naciones, se observa desde el 2012 en el cual se registraron 48 nuevos casos en el CIADI. 17 de estos (35%) se relacionan con industrias extractivas y todas son en contra de países en desarrollo, pero llama la atención que el 46.7% del total de casos corresponde a procesos entre las empresas y los países de Latinoamérica y el Caribe dejando claro como el imperio impone su sello.

Una muestra de esos casos está fuertemente vinculada a demandas realizadas por empresas canadienses: Por ejemplo Pacific Rim Mining (ahora Oceana Gold) ha demandado a El Salvador presionando al gobierno de ese país a que autorice permisos de explotación de un proyecto minero de oro que sería potencialmente devastador para el medio ambiente. En torno a Pacific Rim, el tribunal del CIADI decidió que carecía de jurisdicción bajo el TLC entre Centro América, Estados Unidos y la República Dominicana (RD DR-CAFTA, por sus siglas en inglés) por tratarse de una empresa canadiense, pero que el caso podría continuar bajo las leyes de inversión del propio El Salvador. Pacific Rim está demandando a El Salvador por $301 millones de dólares (el equivalente a aproximadamente el 1.8% del PIB de El Salvador o alrededor de la mitad del total de su presupuesto de educación).

Dos meses después del asesinato de Mariano Abarca y después de la clausura de su mina “Revancha” por la autoridad ambiental estatal en Chiapas, México Blackfire Exploration amenazó al estado de Chiapas con una demanda de $800 millones de dólares.

La empresa Infinito Gold está amenazando a Costa Rica con una demanda de un mil millones de dólares; Costa Rica ha prohibido la minería de oro a cielo abierto y ha habido fallos sucesivos de la Corte Suprema de su país en contra del proyecto “Crucitas”. Además de amenazar al estado, la empresa ha demandado a un par de profesores y un abogado por haber hecho declaraciones en contra de su proyecto. (ver más en: Más de un cuarto de millón de personas apoyan a Costa Rica frente a una inminente batalla legal internacional con la minera canadiense Infinito Gold y Mensaje a Infinito Gold-Canadá ¡Abandone la descabellada demanda (CIADI) en contra de Costa Rica!)

Por si fuera poco, el propio gobierno canadiense anuncia la inversión de $25 millones de dólares para la creación del Instituto International Canadiense para las Industrias Extractivas y Desarrollo, que implica la colaboración entre tres universidades;, la Universidad de Columbia Británica, la Universidad de Simón Fraser y la Escuela Politécnica de Montreal. El financiamiento proviene de fondos de la cooperación internacional canadiense con un mandato para colaborar con gobiernos en otros países sobre sus políticas y instituciones responsables para el manejo de los recursos naturales, supuestamente para mejorar y fortalecer la gobernanza sobre los recursos naturales en otros países. Es lamentable que estas universidades, como otras en el mundo, estén también plegadas al servicio de las empresas y pierdan el sentido ético y moral que debe tener la ciencia, para no esconder o encubrir daños ambientales o a la salud.

Ese instituto por supuesto que ya dispone de relaciones estratégicas y financieras con: Goldcorp, New Gold Inc., Fresnillo, además de la Subsecretaria de Industria de México, la Coordinación General de Minería de México y la Dirección General de Promoción Minera de México.

Son múltiples las formas en las cuales empresas y gobiernos ejercen mucha influencia diplomática para armar leyes a modo en aquellos países que disponen de bienes naturales minerales. La asesoría técnica pagada por la cooperación internacional canadiense (2012-2013) que contribuyó al desarrollo de la nueva ley minera en Honduras, es una pequeña muestra, a tal grado que su aprobación, en enero de 2013, levantó un moratorio minero instalado desde 2006, posibilitando la apertura del sector minero para nuevos proyectos e implementando un nuevo impuesto de seguridad para las empresas mineras que se destinará a las fuerzas de seguridad defiendan los intereses privados.

Ejemplos como los mencionados son recurrentes y comunes en todos los países latinoamericanos y por supuesto México vive procesos similares en donde hay una clara tendencia a que los gobiernos dejen de ser útiles a la sociedad y se vuelvan utilitarios de los intereses de empresas trasnacionales extranjeras y nacionales.

Leyes a modo, falta de la aplicación de aquellas leyes que todavía protegen a pueblos, comunidades y al medio ambiente, aunado a la impunidad, la corrupción de funcionarios e inspectores y la inseguridad creciente y vinculada al crimen organizado, son el soporte central de las empresas extractivas. Por el contrario, los pueblos opositores carecen del respeto básico a sus derechos, no se les consulta, se realizan procesos informativos con coacción, se criminaliza la protesta social o se asesina a dirigentes y opositores, siendo ello consecuencias que están siempre presentes en los proyectos de empresas vinculadas al modelo extractivo minero depredador.

Por todo ello, les exigimos se abstengan de defender los intereses de las grandes corporaciones mineras y se centren en que los pueblos tengan total garantía del estado de derecho y se respeten los derechos humanos que los gobiernos han ratificado en instrumentos internacionales. Mientras tanto, los pueblos seguiremos en resistencia contra sus políticas depredadoras que violentan la vida de los pueblos.

Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4)
Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA)
Foro Nacional de Afectados por la Minería 2014 de Zacualpan

Descargar Comunicado .pdf

Refrescando la memoria: ¿qué es el TLCAN y cómo se negoció?

Refrescando la memoria: ¿qué es el TLCAN y cómo se negoció?

Alberto Arroyo Picard Investigador de la UAM-I; miembro de la coordinación colectiva de la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC) y de la Alianza Social Continental (ASC)
La Jornada del Campo

tlcanLa idea de negociar un tratado para crear una zona de libre comercio entre México y Estados Unidos surge el 11 de junio de 1990 en una Cumbre presidencial entre Carlos Salinas y George W. Bush. Se inician negociaciones formales el 5 de febrero de 1991 a las que se incorpora Canadá.

1.- El proyecto estratégico detrás de los Tratados de Libre Comercio (TLCs). Con la desintegración del bloque soviético, se acelera la etapa triunfalista de expansión cuantitativa y cualitativa del capitalismo y avanza su forma más salvaje llamada neoliberalismo. Para 1982, se logra imponer el neoliberalismo como pensamiento casi único y, con excepción de Cuba, es adoptado por todos los gobiernos del continente americano. Sin embargo, el primer círculo del poder de Estados Unidos, siempre previsor, se pregunta si este tan conveniente modelo podrá sobrevivir en caso de que hubiera cambios de signo político en los gobiernos de América Latina. El temor crece con las elecciones en 1988 en México: Carlos Salinas tiene que recurrir al fraude frente a Cuauhtémoc Cárdenas, quien había roto con el PRI por considerar que la nueva ideología dominante en dicho partido no ero lo adecuado para México. Sus análisis eran correctos pues años después empiezan a ganar gobiernos progresistas o de izquierda en Sur América. El factor común de estos gobiernos era cuestionar el Consenso de Washington y buscar un camino distinto y propio. Ello lleva a Estados Unidos a plantear la idea de los TLCs, que no son otra cosa que convertir en ley supranacional obligatoria, y con mecanismos efectivos para hacerla cumplir, la ideología neoliberal. Ello es expresado magistralmente por el primer director de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Renato Ruggiero:“Éstos son el esfuerzo de crear una constitución internacional de los derechos del capital”. Es decir, con los TLCs la orientación de la economía ya no dependería de los gobiernos o del pueblo, sino que se impondría por una legislación supranacional.

Para imponer el neoliberalismo se fueron engarzando diversos elementos. Primero, un consenso generalizado llamado el Consenso de Washington, que se complementa con la coerción económica, vía el Fondo Monetario Internacional (FMI). Para finales de los 80’s lo anterior no era ya suficiente. El sureste asiático no tiene grandes deudas y con ello está fuera de la mira del FMI, sigue con éxito su propio camino. El neoliberalismo no da los frutos prometidos y eso va debilitando el Consenso, Hay que implementar una tercera pieza en el mecanismo de garantía de reproducción del neoliberalismo: una legislación supranacional obligatoria, y los TLCs.

La oposición social no se hizo esperar. Desde 1982 hay grandes movimientos frente al yugo de la deuda externa y los ajustes estructurales neoliberales. En 1991 nace la Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC) y pronto se conforma la Red Trinacional de América del Norte. En 1995 se conforma la Red Global Nuestro Mundo no está en Venta frente a la OMC. En 1997 se inicia la construcción de la Alianza Social Continental que logra derrotar el proyecto de Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y frena el avance de TLCs bilaterales o regionales tanto con Estados Unidos como con Europa. En 2001 nace el Foro Social Mundial. En 2007 se forma la Red birregional Europa-América Latina Enlazando Alternativas.

Por supuesto, a pesar de algunos triunfos del movimiento social global, el poder globalizado no deja de impulsar este modelo económico e implementa diversas estrategias para frenar los cambios progresistas y dividir nuestro continente. Ahora busca consolidar la zona de hegemonía neoliberal en con la Alianza del Pacífico y con el Tratado Transpacífico y un TLC entre Estados Unidos y Europa.

En México hoy se quiere dar un gran salto con las reformas constitucionales que impulsa Peña Nieto, especialmente la energética. Si se cambia la Constitución, el petróleo y la electricidad, que habían sino excluidos de los compromisos del TLC de América del Norte (TLCAN), serían sometidos a dichas obligaciones. Los inversionistas extranjeros en el sector tendrían que ser tratados igual que los nacionales, las empresas públicas energéticas licitarían como cualquier otro inversionista por los contratos y podrían perderlos, los contratos estarían sujetos al mecanismo internacional de solución de controversias que incluye la llamada expropiación indirecta (consideran expropiatoria cualquier medida gubernamental que disminuya su ganancia esperada). Más aún, podríamos ser demandados si en el futuro se tratara de revertir este cambio constitucional. Hoy la resistencia unida frente a este modelo es más necesaria que nunca.

2.- El proceso de negociación y aprobación del TLCAN. El proceso de negociación fue secreto y cerrado para la sociedad, excepto para los grandes empresarios y algunos ficticios representantes de movimientos sociales miembros de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) y de la Confederación Nacional Campesina (CNC). La presión social logró abrir mesas de información, pero en ellas se nos daba información sesgada e incluso falsa, como se pudo comprobar cuando, gracias al trabajo de las redes sociales de los tres países, se logró filtrar uno de los últimos borradores de la negociación.

De parte del equipo de negociación mexicano, se negoció sin tener un proyecto estratégico de país. Ello fue explícitamente reconocido por Herminio Blanco, jefe negociador, cuando a pregunta expresa de RMALC de “¿cuál era el proyecto de país que se tenía en mente al sentarse a la mesa de negociación?” contestó: “Proyecto de país, ¿para qué? El mejor proyecto de país es no tener proyecto de país y dejar que el mercado modele al México posible”.Ello muestra claramente lo que es el libre comercio y su forma legal, que es el TLC. Se trata de dejar la dinámica de la economía, y en el fondo, de la sociedad y de nuestra vida y futuro, a las solas fuerzas del mercado, es decir a la ley del más fuerte. Los TLCs son mucho más que apertura de fronteras y quitar aranceles para promover el intercambio internacional de mercancías. Incluye muchos otros capítulos que limitan o, mejor dicho, casi anulan, la capacidad de los Estados de regular la economía, de promover o impulsar un proyecto económico nacional y garantizar los derechos sociales.

La negociación termina en 12 de agosto de 1992 y el 17 de diciembre del mismo año lo firman los presidente Bush, Salinas, y el primer ministro de Canadá, Brian Mulroney. La ratificación por el Senado Mexicano se da a principios de 1993, pero de una forma totalmente irregular y anticonstitucional: se aprueba un texto y entra en vigor otro. El texto que aprobó la Cámara alta mexicana tiene en la primera página la leyenda que dice “Texto no oficial sujeto a correcciones”. Dichas “correcciones” no fueron, como dijo el gobierno mexicano, un asunto de mejorar las traducciones, sino que en el proceso de ratificación del Senado estadounidense sufrió numerosos cambios. Además, según el Artículo 133 de nuestra Constitución, no se puede ratificar un tratado que no es coherente con dicha Constitución, elemento que no cumple el TLCAN. Todo ello fue denunciado y demostrado, pero en México la verdadera ley es tener el poder de hacerlo y en ese momento había sólo tres senadores no priistas y sólo hubo dos votos en contra. El TLCAN entra en vigor el uno de enero de 1994

3.- Conclusión. El TLCAN es un megaproyecto geopolítico estratégico que obliga a nuestras economías a dejarse llevar por el llamado mercado que no es otra cosa que la ley del más fuerte.

El resto de este suplemento mostrará lo perjudicial que ha sido para los campesinos, pero es importante tener en cuenta que ha sido malo para todo el pueblo mexicano. Peor aún, ha sido un fracaso ya que no se consiguieron los objetivos planteados por sus promotores. Veamos algunos datos duros:

-Se planteó un crecimiento acelerado y constante. Durante estos 20 años, la tasa media de crecimiento del PIB por habitante fue de sólo 0.51 por ciento anual, la más baja comparada con las diversas estrategias seguidas por México desde el fin de la Revolución Mexicana. Es uno de los países que menos crece, ocupa el número 25 de 33 países de América Latina de los que hay información comparable.

-Se planteó que mejoraría la competitividad, y de haber sido el número 40 en la medición del Banco Mundial (BM), en 2011 baja a ser el número 66.

-Se prometieron más y mejores empleos pero la tasa de desempleo abierto hoy es el doble de 1993, antes de que entrara en vigor. Además el trabajo se ha precarizado. Basados en la canasta mínima alimentaria y no alimentaria del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (Coneval), y considerando una familia de cuatro miembros en los que dos tienen empleo, resulta que en 2004 al 46 por ciento de los trabajadores no les alcanza para adquirirla y esa proporción en 2013 sube al 49 por ciento. Peor aún, en 2004 al 14.9 por ciento no le alcanza ni siquiera para alimentarse y en 2013 ese porcentaje sube a 19.53.

Estos resultados son contundentes: hay que cambiar de rumbo. Pero quien nos gobierna plantea profundizar y acelerar este camino al precipicio. Negocia actualmente un nuevo y más profundo TLC y busca cambiar la Constitución para someter nuestro petróleo a las obligaciones del TLCAN y “compartir” las ganancias con las trasnacionales petroleras. Necesitamos rescatar nuestra nación, el futuro depende de nosotros.

TODO EL INFORME ESPECIAL 20 AÑOS DEL TLCAN de La Jornada

Comunicado sobre las Negociaciones en la OMC sobre facilitación de las Importaciones Trasnacionales

Junio de 2013
Estimados Miembros de la Organización Mundial de Comercio
 
no OMCNosotros, las organizaciones de la sociedad civil abajo firmantes, en representación de cientos de millones de miembros en todo el mundo, instamos a abandonar las negociaciones hacia un acuerdo vinculante sobre la Facilitación del Comercio antes de la próxima novena reunión ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Bali. Por lo tanto, las normas vinculantes sobre la facilitación del comercio no deben promoverse ya sea dentro de la OMC a través de la facilitación del acuerdo comercial propuesto (TF, por sus siglas en inglés), ni a través de otras vías, tales como acuerdos bilaterales o regionales de libre comercio (TLC) o Acuerdos de Asociación Económica (AAE). Los países en desarrollo deben tener el espacio político para adoptar, a su discreción, los niveles más altos o las normas y procedimientos en materia aduanera como y cuando exista capacidad para ello, teniendo en cuenta su contexto de desarrollo.
 
No hay evidencia empírica de que se beneficien los países en desarrollo: Los defensores de las negociaciones TF han argumentado que los países en desarrollo se beneficiarían más que los países desarrollados a partir de un acuerdo sobre la facilitación del comercio. Sin embargo, hay poca base empírica de esta afirmación. Muy por el contrario, el acuerdo vinculante propuesto sobre la facilitación del comercio es una demanda clave de los países desarrollados hacia la Ministerial, porque va a servir a los intereses de sus corporaciones.
 
Mejor llamarlo un «acuerdo de facilitación-de-la-importación»: un acuerdo vinculante sobre la Facilitación del Comercio de la OMC, requeriría que los países en desarrollo aplicaran un conjunto de normas que reflejen las actuales prácticas de facilitación del comercio de los países desarrollados. Ellas no se corresponden con la necesidad urgente de ampliar la capacidad productiva y de exportación de los países en desarrollo. Así, mientras que las importaciones en los países en desarrollo se verían facilitadas por las nuevas normas, es difícil imaginar cómo las exportaciones de los países en desarrollo podría ser hecho de manera similar facilitadas. De hecho las normas de facilitación del comercio en la OMC deben denominarse con más exactitud «las reglas de facilitación de la importación” para los países en desarrollo. De ahí que, un acuerdo TF podría resultar en el empeoramiento de la balanza comercial en muchos países en desarrollo, dando lugar a problemas de balanza de pagos que suelen aumentar aún más el endeudamiento.
 
Un modelo impulsado por las corporaciones: La propuesta de acuerdo sobre facilitación del comercio sigue un modelo de globalización corporativa centrado en aumentar el volumen de comercio, en lugar de lograr metas de desarrollo globalmente compartidas que faciliten a los países una política comercial para sus propias necesidades de desarrollo , y de acuerdo con sus niveles de desarrollo. De hecho, un acuerdo de facilitación del comercio en la OMC crearía nuevos mercados – en las aduanas y procesamiento de envíos para las empresas multinacionales. Al mismo tiempo, podría llevar a una mayor privatización de los puertos, de las operaciones aduaneras, y el procesamiento de envío, lo que deja poco o ningún espacio para los operadores locales, y que ya ha dado lugar a una pérdida de puestos de trabajo, a una presión a la baja sobre los salarios, y la erosión de los derechos laborales de los trabajadores públicos en estos sectores. Un acuerdo sobre facilitación aumentaría el comercio, que es una fuente importante de emisiones de carbono que contribuyen al cambio climático global.
 
Costos sin contabilizar: Mientras que los países desarrollados promueven el acuerdo propuesto como un «ganar-ganar», la mayor parte de los costos inherentes para los países en desarrollo de un acuerdo sobre facilitación rara vez se incluyen en las evaluaciones de impacto proyectadas. Por ejemplo, hay costos significativos en su instrumentación, sobre los recursos humanos, sobre la regulación, y costos de infraestructura asociados con el acuerdo de facilitación del comercio propuesto, muchos de las cuales son recurrentes, y serían extraídos de los presupuestos nacionales, desviando recursos disponibles para las necesidades de desarrollo.
 
Perdida de apoyos presupuestales para las prioridades de desarrollo. Un Acuerdo de Facilitación del Comercio también conlleva a la pérdida irreparable de ingresos arancelarios: En comparación con los países desarrollados, la proporción de los ingresos de aduanas en la recaudación impositiva total es mucho mayor en los países en desarrollo y los países menos adelantados (PMA). Los ingresos arancelarios no percibidos tendría graves consecuencias para el apoyo presupuestario nacional para las cuestiones de desarrollo clave como la educación, la salud y la reducción de la pobreza. La reducción de la ayuda presupuestaria nacional para hacer frente a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de ninguna manera puede ser referido como un resultado favorable al desarrollo.
 
Invadir el espacio regulador nacional y el espacio político: Además, las disposiciones del acuerdo de facilitación del comercio propuesto, tal como ya se están negociando, socavaría la capacidad de regulación de los países en desarrollo. Las normas propuestas amplían las oportunidades de las empresas multinacionales para cabildear sobre procesos locales. Aún más, las normas que se aplican a través de un acuerdo sobre facilitación al comercio proporcionaría una amplia espacio para retar regulaciones, leyes y procedimientos en los Estados miembros.
 
Erosión de los derechos de los países en desarrollo y de los Países Menos Adelantados (PMA): Erosionar aún más cualquier reclamo de beneficios para los países en desarrollo es un hecho de se traduce en importantes desequilibrios e incoherencia como esta en el texto en negociación. Las nuevas normas de facilitación del comercio, que son empujada por los países desarrollados, han avanzado significativamente, y se expresan con un lenguaje vinculante. Las negociaciones sobre asistencia técnica y creación de capacidad, que son fundamentales según el mandato original (2004) para el acuerdo de facilitación del comercio, se han estancado en los países desarrollados, y se enmarca actualmente en un lenguaje no vinculante.
 
Los ejercicios de evaluación de necesidades de los países en desarrollo parecen estar siendo utilizados como una herramienta de «evaluación de la conformidad’ con el fin de presionar a los países en desarrollo a que acepten ese acuerdo de facilitación del comercio en lugar de que se aliente a los países desarrollados a aumentar su capacidad técnica, y en particular la asistencia financiera.
 
El Acuerdo de Facilitación del Comercio de la OMC difiere de los procesos unilaterales y voluntarias: Los países en desarrollo pueden beneficiarse de los procedimientos comerciales más eficientes y transparentes. Pero la aplicación voluntaria unilateral de directrices no vinculantes en materia aduanera, y / o revisado del Convenio de Kyoto de la Organización Mundial de Aduanas, de conformidad con las prioridades y necesidades nacionales, es de una naturaleza diferente y trae consecuencias diferentes en comparación a un acuerdo sobre facilitación de comercio que podría ser forzado a través de los procedimientos de solución de diferencias de la OMC. Peor aún, este último podría llevar a represalias sectoriales cruzadas entre los países, cuyos efectos se puede esperar sean más perniciosos para las economías más pequeñas de los países en desarrollo y para los países menos adelantados.
 
Lo que tenemos que considerar es avanzar: Así, las discusiones de la OMC debe centrarse en corregir los desequilibrios históricos y las asimetrías en la OMC, con el fin de proporcionar más espacio político para que los países pongan en práctica soluciones para la crisis económica mundial. Un punto de partida sería estar de acuerdo con la importante propuesta del grupo «G33» (integrado por 46 países en desarrollo) de permitir a los países en desarrollo el promover la seguridad alimentaria nacional y la entrega de un paquete a los PMA en la próxima Conferencia Ministerial. Además, de avanzar realmente en el Trato Especial y Diferenciado (TED) y las cuestiones de instrumentación de agenda, que desde hace mucho tiempo vienen defendiendo los países en desarrollo.

La Agenda de la Ronda de la OMC de la red Nuestro Mundo No Está en Venta (OWINFS) también proporciona un resumen de los necesarios cambios de política, que son esenciales para iniciar el proceso de transformación del sistema del comercio mundial en uno que trabaje para el desarrollo sostenible e incluyente para todos.
 
Atentamente

Organizaciones sociales de México

Comunicado ATI: TRATADOS DE LIBRE COMERCIO E INVERSIÓN EN LA MIRA DE LA SOCIEDAD CIVIL

COMUNICADO – Amigos de la Tierra Internacional

Lunes, 27 de mayo de 2013

TRATADOS DE LIBRE COMERCIO E INVERSIÓN EN LA MIRA DE LA SOCIEDAD CIVIL

alcaWASHINGTON (DC), 27 de mayo de 2013 – Al término de la ronda más reciente de negociaciones del acuerdo de asociación transpacífico llevada a cabo en Lima, Perú [1], Amigos de la Tierra Internacional anunció su apoyo a una proclama firmada por 130 organizaciones de la sociedad civil en la que se cuestionan los Acuerdos Internacionales de Inversiones.

La declaración [2] reclama un marco legal alternativo para las relaciones económicas internacionales. Sus signatarios recibieron con beneplácito los pasos radicales anunciados por los gobiernos de América Latina y el Caribe en una Declaración Ministerial presentada en la primera Conferencia Ministerial de Estados Latinoamericanos afectados por intereses transnacionales, realizada en Guayaquil, Ecuador, el 22 de abril. [3]

Los Acuerdos Internacionales de Inversiones (AII), como los Tratados Bilaterales de Inversión (TBI) y los capítulos de inversión presentes en los Tratados de Libre Comercio (TLC), así como los Acuerdos de Asociación, amenazan los derechos de los pueblos y la soberanía y constituciones de los países, la democracia y el interés público, según los signatarios.

Alberto Villarreal de Amigos de la Tierra Uruguay / REDES, dijo: “Los Acuerdos Internacionales de Inversiones otorgan derechos sin precedentes a las empresas e inversionistas extranjeros, como, por ejemplo, el derecho de demandar a los Estados soberanos e impugnar sus políticas de interés público en tribunales internacionales de arbitraje que solo se preocupan por los intereses de los inversionistas. Son armas mortíferas en contra del poder democrático y la protección de los derechos de los pueblos y la justicia ambiental. Se deben apoyar todas las medidas que tomen los gobiernos para poner a los derechos de los pueblos por encima de los derechos de los inversionistas y las empresas transnacionales».

Bill Waren, de Amigos de la Tierra Estados Unidos, afirmó:  “Los acuerdos tales como el Acuerdo de Asociación Transpacífico son caballos de Troya que refuerzan el poder de las empresas transnacionales y debilitan los esfuerzos de los gobiernos para proteger a sus ciudadanos y el medio ambiente. Hay una necesidad urgente de implementar una alternativa del modelo del Acuerdo de Asociación Transpacífico».

Cualquier país que forme parte de un AII puede ser demandado por una empresa transnacional. Por esta razón, los países que firmen estos acuerdos pierden la libertad de implementar leyes y políticas que favorezcan a las personas y el medio ambiente, si estas leyes o políticas van en contra de los intereses de las empresas.

Los signatarios proponen hacer avanzar un marco legal alternativo para las relaciones económicas internacionales que esté basado en principios democráticos y priorice los derechos humanos por sobre los intereses empresariales.

Los signatarios por lo tanto recomiendan que los Estados anulen, denuncien y dejen de firmar estos acuerdos que los someten ilegítimamente a jurisdicciones extranjeras y violan los derechos de las personas; y respaldan la creación de un Observatorio Internacional sobre litigios en materia de inversiones que acordaron los gobiernos en la Conferencia Ministerial de Guayaquil.

Las organizaciones de la sociedad civil le piden a estos gobiernos que tomen medidas rápidas y concretas para crear mecanismos de diálogo permanente con los movimientos y organizaciones sociales en sus debates sobre normas y litigios en materia de inversión, como prometieron hacerlo en la Declaración Ministerial, y ofrecieron su apoyo para contribuir con la tarea.
 
NOTAS
[1] Las negociaciones culminaron el 24 de mayo, luego de 10 días de reuniones a puertas cerradas.
Video que explica los problemas del Acuerdo de Asociación Transpacífico:
http://www.foei.org/en/what-we-do/economic-justice/peril-in-the-pacific
Los once estados miembro del Acuerdo de Asociación Transpacífico anunciaron sus intenciones de finalizar las negociaciones comerciales a fines de 2013. Los estados miembro del Acuerdo son hasta el momento: Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Estados Unidos de América,  Malasia, México, Nueva Zelanda, Singapur,  Vietnam y Perú.  Otros países son alentados a unirse al acuerdo pero sin reabrir las decisiones tomadas en rondas previas de negociación.

[2] La declaración de la sociedad civil está disponible aquí: http://bit.ly/YwwVMQ
La lista final de signatarios se encuentra aquí: http://bit.ly/12jCL3x

[3] Los países de América Latina comprometidos en la Declaración de Guayaquil son Ecuador, Bolivia, Cuba, Nicaragua, República Dominicana, San Vicente y las Granadinas y Venezuela.
Su Declaración Ministerial se encuentra disponible aquí: http://cancilleria.gob.ec/wp-content/uploads/2013/04/22abr_declaracion_transnacionales_eng.pdf

VER TAMBIÉN:

La Alianza del Pacífico resucita en el espíritu del ALCA