LA TRIBU YAQUI CONVOCA A LA CARAVANA NACIONAL “POR LA DEFENSA DEL AGUA, EL TERRITORIO, EL TRABAJO Y LA VIDA”

El lunes 11 y martes 12 de mayo la Caravana de la Tribu Yaqui estará en Chiapas (Pijijiapan, Tonalá, Tuxtla, San Cristóbal y Comitán)

Frente a la ola de reformas estructurales capitalistas que están poniendo en peligro la existencia de nuestra Nación, despojándonos de nuestro propio territorio y poniendo en riesgo la vida misma con los llamados megaproyectos, la militarización, la inseguridad y la privatización de los bienes comunes, la Tribu Yaqui, junto con decenas de pueblos originarios, organizaciones campesinas y urbanas, no partidistas, afectados ambientales, usuarios del agua y la energía eléctrica, sindicatos, universidades, maestros, jóvenes, ecologistas, comunidades eclesiales de base y organismos de derechos humanos.

CONVOCAMOS A
La Caravana Nacional por la Defensa  del Agua, el Territorio, el Trabajo y la Vida
Que se llevará acabo del 11 al 22 de mayo de 2015

La Caravana tendrá los siguientes objetivos:
•Visibilizar las múltiples crisis del agua, el territorio, el trabajo y la vida que se están profundizando en todos los estados de la República.
•Fortalecer y articular las luchas de resistencia popular en contra del modelo neoliberal y sus reformas estructurales haciendo frente a la creciente criminalización y represión de la protesta social en nuestro país.
•Abrir un proceso nacional de organización y articulación en torno a la defensa del agua, su reapropiación por parte de la población y contra la propuesta de ley privatizadora del mal gobierno.

Ver info en la página web: http://caravanaporlavidamx.blogspot.mx/

La guerra química contra los pueblos

por Raúl Zibechi, en cipamericas.org

Campaña Paren de Fumigados

En los pequeños pueblos de la pampa argentina, las fumigaciones con glifosato enferman a la población y contaminan la vida. La resistencia al modelo de agricultura industrial crece día tras día.

“Estoy aquí porque enterré a cuatro familiares”, dice Raquel en un tono casi inaudible. “Mi papá, mi primo y un hermano de mi papá que trabajaban fumigando, además de mi hermano que trabajaba en una escuela rural”. Raquel es maestra y vive en Elortondo, un pequeño pueblo de seis mil habitantes a 300 kilómetros al sur de Santa Fe, donde reinan la soja y las enfermedades provocadas por las fumigaciones.

“El 80 por ciento son gente de campo”, agrega.

 

Raquel carga una pesada carpeta con trabajos de sus alumnos de 7° grado, casi todos de 13 años. Con ellos hicieron una amplia encuesta para conocer la realidad sanitaria de la población. La escuela está pegada a las vías del tren y frente a los silos secadores de soja. Casi todos los encuestados por los niños, sus vecinos y familiares, tienen conciencia de los problemas de salud que provocan las fumigaciones.

“Para llegar a la escuela hay que pasar cerca de los silos y no se puede respirar. Los niños que salen a la calle mientras funciona la secadora quedan con la ropa blanca, que es el polvillo que sale de los silos que se difumina en la escuela y en todo el pueblo”, explica la maestra. El proyecto que encabeza Raquel se llama “Somos lo que respiramos”, pero las autoridades les impidieron concursar ya que aborda un tema “polémico”.

Se pone triste y apaga aún más la voz cuando relata la indiferencia de las personas que podrían implicarse en la defensa de la salud. Es común que en los pueblos el presidente comunal, la directora escolar y la cooperadora con la escuela tengan algún tipo de relación con los plantadores de soja. “Vine porque en el pueblo queremos formar un grupito, para hacernos sentir”. Con esa intención llegó al 17° Plenario de la Campaña Paren de Fumigarnos de la provincia de Santa Fe.

Los pequeños grandes avances

Carlos Manessi y Luis Carreras, dos de los militantes del Centro de Protección a la Naturaleza (Cepronat), sienten que el muro de silencio se va resquebrajando por las dos noticias que se difundieron en las semanas anteriores a la celebración del plenario, a cuya organización dedicaron muchas horas de trabajo al “viejo estilo”: dedicar todo el tiempo posible a la causa.

La primera es que la Organización Mundial de la Salud declaró el 20 de marzo que “hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)” y que el mismo herbicida “causó daño del ADN y los cromosomas en las células humanas”. El periodista ambiental Darío Aranda escribió que “el glifosato desde hace más de diez años es denunciado por organizaciones sociales, campesinas, médicos y científicos independientes de las empresas” (MU, 22 de marzo de 2015).

En Argentina hay 28 millones de hectáreas de cultivos transgénicos (soja, maíz y algodón) sobre los que se riegan 300 millones de litros de glifosato cada año. Pero también se utiliza en frutales, girasol, pasturas, pinos y trigo. Aranda explica que en la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer, uno de los espacios de la OMC, 17 expertos de once países trabajaron durante un año para llegar a la conclusión de que el glifosato es cancerígeno.

El glifosato es el herbicida de mayor uso en el mundo, tanto en productos de aplicación agrícola como en espacios urbanos y en el hogar. El producto de Monsanto se comenzó a usar masivamente con el desarrollo de los cultivos transgénicos. En 1996 en Argentina se usaban 11 millones de litros de glifosato, pero ese año se aprobó la soja transgénica y la Red de Médicos de Pueblos Fumigados estima que ahora se utilizan 320 millones de litros.

En 2009, Andrés Carrasco, jefe del Laboratorio de Embriología Molecular de la Facultad de Medicina de la UBA e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas (Conicet) advirtió que el glifosato producía malformaciones en embriones anfibios. Como recuerda Aranda, “debió enfrentar una campaña de desprestigio por parte de las empresas, de sectores de la academia y de funcionarios políticos”.

Carrasco abrazó la causa de los afectados por el glifosato, apoyó incondicionalmente a las poblaciones de los pueblos fumigados como las Madres de Ituzaingó[1], afirmaba que “la mayor prueba de los efectos de los agrotóxicos no había que buscarlas en los laboratorios, sino ir a las comunidades fumigadas”. Falleció en mayo de 2014, semanas después de participar en la escuelita zapatista y hoy es un símbolo de la lucha contra los agrotóxicos.

La segunda resolución que anima a Luis y Carlos es la reciente del Ministerio de la Producción de la provincia de Santa Fe, del 25 de marzo, que prohíbe la aplicación del potente tóxico 2,4-D en toda la provincia y restringe severamente la aplicación aérea y terrestre. En adelante sólo podrá usarse en aplicaciones aéreas a más de 6.000 metros de las poblaciones y en las terrestres a más de 1.000 metros de los centros poblados (http://www.cepronat-santafe.com.ar/, 31 de marzo de 2015).

En junio de 2014 Cepronat había presentado un expediente solicitando la prohibición o restricción del 2,4D, el agrotóxico que es el segundo herbicida más usado por la agricultura en la Argentina y el tercero en Estados Unidos. De este modo, la provincia se convierte junto a Chaco, Santiago del Estero, Entre Ríos y Córdoba, en una de las primeras en adoptar restricciones.

38 años resistiendo

Cepronat participa en la Campaña Paren de Fumigarnos, nacida en setiembre de 2006 en las provincias más afectadas del país. Santa Fe es junto a Córdoba y Buenos Aires una de las tres principales provincias sojeras. Sólo en Santa Fe la campaña reúne organizaciones y personas de cien localidades que, como señala uno de sus documentos, “veían deteriorar su calidad de vida y cambios en la forma de enfermar y de morir”.

La campaña cuenta con el apoyo de organizaciones barriales, culturales y sindicatos, como el de los maestros que cedieron el camping a 15 kilómetros de la ciudad para albergar al medio centenar de participantes del plenario. En la ronda de presentaciones se nombran unas 20 organizaciones de varios pueblos, algunos de los cuales se definen como “refugiados ambientales”, que serían hasta 250 mil en la provincia.

Una decena de militantes (del Cepronat y de otras organizaciones que integran el Foro Santafesino por la Salud y el Ambiente) preparan el espacio del encuentro, registran a los asistentes y colocan carteles. Ezio, el “presidente” de Cepronat, transpira bajo el fuerte sol del mediodía junto a la parrilla donde prepara la comida. Luis no para de trajinar, con sillas, con cajas y botellas, de trepar para colocar pancartas. Carlos abre el plenario y explica los modos de trabajo. Un equipo de gente sencilla, entregada a la lucha por la vida.

Cepronat nació en 1977, en plena dictadura militar, dos meses antes que la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo. Todos los meses publican el boletín El Ambientalista (que ya lleva 284 ediciones) con informaciones sobre los pueblos fumigados, denuncias de productos que dañan la salud y de cualquier iniciativa que destruya el medio ambiente.

El Centro de Protección de la Naturaleza “es la primera organización no gubernamental formada por ciudadanos preocupados por el ambiente en el interior de la Argentina”, que ya en 1978 se involucró en frenar las fumigaciones de mosquitos en Santa Fe, realizó cientos de plantaciones de árboles autóctonos en la ciudad y fue una de las primeras organizaciones en oponerse a la IV Central Nuclear y conseguir la ordenanza que declara “Santa Fe No Nuclear” (El Ambientalista N°283, marzo 2015).

En la década de 1990 promovió el rechazo a una represa en el Paraná Medio. Desde que comenzó a implementarse el nuevo modelo agrícola a mediados de la década, se encuentran en una encrucijada que los lleva a abordar los dos problemas principales: las aspersiones con agrotóxicos y la defensa de los espacios públicos urbanos. Es una misma lucha o, mejor, la resistencia a un mismo modelo.

Luis relata con inocultable pasión una de las últimas batallas en la que estuvo empeñado Cepronat: la defensa del parque Alberdi, un emblemático espacio verde en el corazón de la ciudad, muy cerca del río Paraná. El gobierno de la ciudad decidió remodelar el parque que alberga más de cien árboles, con menos verde, más cemento y la concesión a una empresa privada.

Lo que más rechazo generó fue la decisión de construir 300 plazas semisubterráneas para coches porque cambia la fisonomía del parque, mientras los empresarios privados que la construyen tendrán la explotación por 30 años, abonando un canon de poco más de cien dólares mensuales. La comuna les entrega un espacio público de 15 millones de dólares cuya inversión recuperarán en los primeros cinco años.

Cuando comenzaron a talar los árboles cientos de vecinos ocuparon el parque, el 14 de junio de 2014, instalaron tiendas y durmieron allí durante varios días. Crearon la Asociación Ciudadana en Defensa de lo Público y los días 14 de cada mes retornan en grupos al parque recordando la fecha de la toma. La privatización y especulación con los espacios públicos es parte del mismo modelo extractivo que los monocultivos de soja y la minería a cielo abierto.

Enfermedad y dominación

La ronda empieza los debates. Luego de las presentaciones de rigor, Carlos recuerda que la Campaña Paren de Fumigarnos lleva más de seis años recorriendo pueblos, realizando tres plenarias provinciales cada año y que ahora cuenta con la presencia del grupo de médicos de la Universidad de Rosario y de un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias Exactas de La Plata, además de un grupo de la vecina Paraná.

Entre los testimonios de los afectados, destaca –además de Raquel de Elortondo- el de Roberto, de Ceres, una ciudad de 15 mil habitantes a 260 kilómetros al noroeste de la capital. Tiene 38 años y trabajó nueve como aplicador de agroquímicos manejando un “mosquito” hasta que comenzaron los dolores de estómago. Hace varios años que no puede trabajar porque perdió movilidad en los brazos. En el hospital le recetaron medicamentos psiquiátricos porque creían que mentía. Muchos médicos son cómplices del modelo y se resisten a aceptar la realidad de las fumigaciones.

Daniel Verzeñassi, bioquímico e integrante del Foro Ecologista de Paraná, advierte que “no sólo nos fumigan a través del aire sino del agua contaminada”. Explica que el agua de lluvia arrastra los tóxicos hasta las capas subterráneas de las que se saca el agua para consumo humano. “Los 800 o mil metros que exige el movimiento de distancia de las fumigaciones del lugar de residencia, es necesario pero insuficiente. Somos todos pueblos fumigados”, concluye.

En la ronda, alguien dice una frase densa, de esas que golpean como piedras: “Cuando predomina la enfermedad perdemos libertad”. Luego explica que la enfermedad se construye como dependencia del enfermo, anulando su autonomía. En los tres grupos que se formaron para profundizar el debate, salieron casi todos los temas centrales: desde el miedo que existe en los pequeños pueblos, que impide la denuncia y la organización, hasta la necesidad de estudiar y formarse para luchar mejor.

Alguien se pregunta “¿cómo cambia la gente?”. En el intercambio hay unanimidad en evaluar que mientras trabajaron contra las fumigaciones y los cultivos de soja, no conseguían remover la indiferencia. Pero cuando decidieron centrarse en la salud y las consecuencias sanitarias del modelo, la gente comenzó a denunciar los casos de cáncer, leucemias y malformaciones.

El médico Damián Verzeñassi recordó que de los cien mil productos liberados al ambiente desde el fin de la segunda guerra mundial (1945), “sólo dos o tres mil fueron evaluados desde el punto de vista cancerígeno”. Sostiene una tesis polémica pero que debemos contemplar: los alimentos forman parte de un proyecto geopolítico de control de la población mundial. ¿Exagerado? Días después del plenario de la Campaña, dos científicos mexicanos del Instituto de Ecología de la UNAM recordaron que “Monsanto y el gobierno de Estados Unidos conocían de la toxicidad del glifosato desde 1981” (La Jornada, 17 de abril de 2015).

Por su parte, el sindicato de maestros AMSAFE (Asociación de Magisterio de Santa Fe) destacó que en toda la provincia hay 800 escuelas rurales y periurbanas en las que trabajan dos mil maestros. El sindicato recibe muchas denuncias de maestros que enferman de cáncer y de escuelas que cierran los días de fumigaciones. Muchos directores de escuelas tienen miedo a denunciar. Para visibilizar la situación se proponen convocar un Congreso Provincial de Escuelas Fumigadas.

Campamentos sanitarios

La Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, la mayor ciudad de la provincia y la tercera del país, vivió un viraje político en 2007, con el triunfo de una corriente que realizó cambios de fondo en la carrera. Uno de esos cambios fue la introducción de los “campamentos sanitarios” que son “un dispositivo creado en el año 2010, como Evaluación Final Integradora del Ciclo de Práctica Final de la Carrera de Medicina, que integra evaluación, investigación, docencia y extensión”, según lo define Damián Verzeñassi, responsable académico de esa materia.

Sostiene que los campamentos son una herramienta de análisis epidemiológico de las comunidades y que un estudiante no debe terminar sus estudios sin tener una experiencia que le deje en claro que obtuvo su título gracias a los aportes de toda la población y no sólo por méritos personales. Los campamentos duran cinco días y participan entre 90 y 150 estudiantes de la misma cohorte, por lo cual se realizan campamentos cada tres meses.

La facultad firma un acuerdo con el municipio, que debe ser de menos de 10 mil habitantes. Al campamentos acuden los docentes, entre diez y quince, la facultad se encarga del traslado y los equipos y el municipio del alojamiento (duermen en colchones en el suelo en escuelas o polideportivos) y la alimentación. En los tres meses anteriores los estudiantes preparan el campamento, ya saben a qué localidad van a ir y todo lo que tienen que hacer durante los cinco días que estarán en el pueblo.

A cada estudiante se le adjudica una manzana para que lunes y martes visiten todas las casas y encuesten a todas las personas. La encuesta busca una caracterización socioeconómica del grupo familiar y los principales problemas de salud que han padecido, en el último año y a su vez en los últimos 15 años. “Conseguimos una cobertura del 76% de la población en los 21 campamentos realizados”, explica Verzeñassi.

El miércoles construyen un perfil sanitario de la población. “Los docentes evaluamos el trabajo de los estudiantes, su capacidad de entrevistar, de generar empatía con el sujeto, de construir una hipótesis de diagnóstico y de identificar los elementos determinantes de la situación de salud de la familia. Además convierten transformando las escuelas en un gran hospital de campaña, donde hacen un examen físico y control de salud de los niños, controlando crecimiento, desarrollo y las posibles patologías.

El jueves hacen talleres de promoción de salud y prevención de enfermedades en las escuelas primarias y secundarias, pero también en las plazas y centros sociales, “porque los médicos tienen que tener la capacidad de compartir con la comunidad sus saberes para construir una comunidad más saludable. De ese modo podemos evaluar al estudiante en la práctica concreta con la gente que es lo que va a hacer cuando trabaje como médico”.

El viernes los docentes hacen la evaluación de los estudiantes y por la tarde convocan a todo el pueblo para hacer la devolución de los resultados. Luego en la facultad comparan los resultados de las diferentes comunidades a lo largo de estos años que llevan haciendo campamentos, fijando la atención en la evolución de las enfermedades en los últimos 15 años.

“Hemos comprobado que ha existido un crecimiento del cáncer que oscila entre cuatro veces y media y hasta siete más que en el primer quinquenio. Cuando empezamos a ver que en los 21 pueblos nos da incrementos similares de cáncer, de abortos espontáneos, de nacimientos con malformaciones, nos preguntamos qué hay en común en todos ellos y es que están en el medio de las áreas de producción agroindustrial con agroquímicos”, señala indignado.

Una guerra química

En 2008 en Argentina había 206 casos de cáncer cada 100 mil habitantes. En algunos pueblos encontraron hasta dos mil casos, casi diez veces más. En cuanto a las malformaciones, se llega a seis niños en algunos pueblos de 4.000 habitantes cuando la prevalencia es de un caso por millón. Pero lo que más les llama la atención es que no aumenta el mismo tipo de cáncer que había antes sino que aparecen nuevos: linfomas, leucemias, cáncer de tiroides, páncreas y mamas.

Un estudio que se divulgó en el Plenario de Paren de Fumigarnos, realizado por la Universidad de La Plata a pedido de las autoridades de Monte Maíz (un pueblo agrícola de 8.200 habitantes en la provincia de Córdoba) descubrió que hay tres veces más cáncer que el promedio del país. La tasa de abortos espontáneos asciende a 9,9% de las mujeres embarazadas, frente al 3% de media nacional.

La hipótesis de “una guerra química” que busca controlar a los pueblos cobra vigor si tenemos en cuenta que empresas multinacionales y autoridades tienen perfecta conciencia de las consecuencias esperables cuando liberaron los plaguicidas.

Sin embargo, algunas cosas están cambiando, como lo demostró el encuentro de la Campaña Paren de Fumigarnos. En los pueblos existe una clara conciencia de lo que está sucediendo, como demuestra la encuesta escolar de Raquel en Elortondo. De ahí a organizarse, hay un paso: perder el miedo. Pero ese paso lo están dando cada vez más personas en más lugares.

La segunda, es que hay cambios en la academia. Verzeñassi nos recuerda que a comienzo de los campamentos había mucha resistencia entre docentes y alumnos que decían, “no querían trabajar gratis”. Pero de los diez últimos campamentos siete se hicieron a pedido de un médico del pueblo que era un graduado que había participado en los campamentos”. Este cambio en los médicos, y en los docentes –que son figuras claves en los pueblos rurales- puede torcer la balanza contra el modelo de agricultura industrial.

Sin duda la situación es bien diferente a la que existía en 2006 cuando comenzaron la campaña. La campaña contra las fumigaciones no conoce pausas. En junio se realiza en Rosario el 3er. Congreso de Salud Ambiental y el 1er. Encuentro de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad de América Latina. Se inaugura el 16 de junio, fecha del cumpleaños de Andrés Carrasco, símbolo de ese compromiso.

Raúl Zibechi es analista internacional del semanario Brecha de Montevideo, docente e investigador sobre movimientos sociales en la Multiversidad Franciscana de América Latina, y asesor a varios grupos sociales. Escribe cada mes para el Programa de las Américas (www.cipamericas.org)

[1] Ver “El modelo extractivo rechazo en las calles”, en http://www.cipamericas.org/es/archives/10888

Seré emigrante climático

Gustavo Duch   

Hasta hace bien poco mi sensación era diferente. Sentía entonces que la sociedad, si bien mostraba cierto interés por la cuestión del cambio climático, era más bien un interés, digamos, ‘científico’. Es o no cierto lo del cambió climático, por qué o cuáles son las razones, eran las preguntas más frecuentes que durante estos años han recibido respuestas clarificadoras: sí, hay cambio climático, evidentemente, y el origen no es más que un terrible comportamiento de quienes nos llamamos seres humanos. En cambio, en los últimos meses y con estas preguntas ya resueltas, las nuevas que surgen creo que nacen de la preocupación. ¿Cuándo sentiremos con gravedad los efectos? ¿A qué lugares afectará más? ¿Podremos, o cómo podremos, adaptarnos a la nueva situación? ¿Será más difícil la producción de alimentos?

Al respecto, preparando y leyendo los artículos que incluimos en el número 20 de la revista Soberanía Alimentaria, Biodiversidad y Culturas a propósito de esta temática, hay dos cuestiones que quiero compartirles. La primera, una afirmación. La segunda, una intuición.

Se puede afirmar que las respuestas a las preguntas arriba planteadas, a estas alturas de los debates, nos arrastran a una significativa coincidencia entre la ciencia y las conciencias. Así se puede deducir, observando que por el lado de la ciencia, los puntos de vista del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC), la principal autoridad científica internacional en relación a todos los aspectos vinculados al cambio climático, son muy similares a los que desde hace años vienen esgrimiendo los movimientos sociales que, como La Vía Campesina, defienden – a conciencia – la soberanía alimentaria.

Efectivamente, el IPCC señala algunos aspectos que ya venían siendo recogidos por los movimientos campesinos como, y en primer lugar, que el rigor de la afectación de los nuevos regímenes climáticos no dependerá exclusivamente de una cuestión de gradientes térmicos sino, básicamente, de las condiciones de vida de cada población y, concretamente, en el caso de las poblaciones rurales, del acceso a los recursos productivos. De lo que se deduce que para disminuir vulnerabilidades lo que hay que acometer son procesos de reforma agraria u otras medidas similares que garanticen el justo acceso a los bienes comunes. O, en segundo lugar, manteniendo la mirada en quienes se encargan de producir alimentos, el IPCC señala que el conocimiento campesino, con mucha experiencia y sabiduría en su ancestral mochila, es una de las mejores prescripciones para hacer de los campos de cultivo espacios de gran resiliencia. Los informes del IPCC indican también que para abordar los problemas del cambio climático, “se requiere de instituciones locales (formales e informales) cercanas y de la propia población, flexibles y fuertes a la vez para facilitar las mejores estrategias por parte de la propia población”. Gobernanzas que bien podríamos reproducir como más y más soberanía popular. Por cuarto y último, el propio IPCC denuncia lo que tantas veces hemos repetido, que si estamos dónde estamos es porque nos hemos dejado guiar por un modelo productivo tremendamente industrializado y que lo mejor que se puede hacer es abandonarlo cuanto antes.

¿En qué lugares el saber campesino está más ninguneado? ¿En que lugares el acceso a la tierra ya no es solo un impedimento comercial o político para desbancar al latifundio y sus terratenientes sino que además es un impedimento físico porque todo es cemento, rotondas y polígonos? ¿Dónde las semillas están todas registradas, patentadas y acaparadas? ¿Dónde el modelo intensivista ha derrotado por goleada a la agricultura ecológica, a pequeña escala y biodiversa? ¿Y las gobernanzas? Pues miren, por aquí el estado español, donde yo vivo, las política agrarias las tenemos delegadas en Bruselas, lejos, bien lejos. E incluso, con la antidemocracia del PP en estos años estamos viviendo procesos que van en sentido contrario a las recomendaciones del IPCC, pues sus leyes están dirigidas a favorecer más concentración del poder en altos niveles de la administración y la desaparición de aquellas entidades más cercanas a la población.

La intuición: que voy preparando la maleta.

Victoria legal mapuche contra el fracking en Argentina

elciudadano.cl

Un representante del pueblo mapuche presentó un amparo contra YPF argumentando que el fracking ponía en riesgo las napas de agua y la jueza Iris Pacheco, del juzgado Laboral 2 de Comodoro Rivadavia (Chubut, Argentina), determinó la paralización de las operaciones en ese sector. Toda una victoria legal para el pueblo orginario.

El pozo está ubicado a 20 kilómetros del centro de la ciudad. El gobierno de Chubut puede apelar la medida.

El recurso de amparo lo presentó Marcelino Pintihueque, del pueblo mapuche, patrocinado por la abogada comodorense Silvia de los Santos. En esta determinación jugó un rol determinante el informe del perito de oficio Roberto Ochandio -designado por el Juzgado- que plantea que la fractura hidráulica pone en riesgo las napas de agua. El argumento de que existe separación entre las capas acuíferas y las capas gasíferas es falso, según la presentación.

La principal argumentación de Ochandio coincidió con la del perito de “parte”, judicialmente un consultor técnico de la parte demandante, el ingeniero en Petróleo y master en Evaluación de impacto ambiental y energías alternativas -entre otras cosas- Eduardo D’Lía. Cabe recordar que Ochandio había sido cuestionado por el gobierno de Chubut al indicar que no tenía como especialidad la explotación petrolera, pero el mencionado es geógrafo y cuenta con más de 30 años de experiencia como trabajador petrolero.

Sobre el fallo, De los Santos indicó que la Justicia consideró que “el pozo no tenía garantías necesarias para no vulnerar el ambiente y que está acreditada la afectación directa del agua hasta que se demuestre lo contrario, pero no existe tecnología en el mundo que evite la contaminación del agua y el aire”.

El pozo fue inaugura con un gran acto en mayo del año pasado en el lugar, al que asistieron el CEO de YPF Miguel Galuccio y el gobernador de Chubut Martín Buzzi. En su momento ambos desestimaron que el pozo ponga en peligro las napas de agua. Ahora la justicia opinó lo contrario y las actividades fueron suspendidas.

VIDEO: Homenaje a Bety Cariño a cinco años de su asesinato

El 27 de abril de 2015, se cumplieron cinco años del asesinato de la defensora mixteca Alberta Cariño Trujillo, mejor conocida como Bety Cariño, fundadora y directora del Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos (CACTUS).
Ella y el activista finlandés Jyri Jaakkoola fueron matados por paramilitares mientras andaban en una Caravana Humanitaria hacia el municipio autónomo triqui de San Juan Copala (Oaxaca). Para celebrar la lucha de la que llamaban «La Pitaya Roja», su familia organizó un homenaje estos 25 y 26 de abril en Chila de las Flores (La Mixteca, Puebla), su pueblo natal.

Otros Mundos AC/Chiapas

https://www.youtube.com/watch?v=C6iYe588l44

LEER NOTA:

Familiares, amig@s y compañer@s de lucha rinden homenaje a Bety Cariño a 5 años de su asesinato

Boletín informativo y otros materiales del WRM

El Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM por su sigla en inglés), a través de su trabajo sobre los bosques y los temas relacionados con las plantaciones de monocultivos, busca contribuir a que se respeten los derechos de los pueblos locales sobre sus bosques y territorios. El WRM tiene un secretariado internacional con base en Uruguay, desde donde se interconecta y colabora con otras redes y movimientos en un gran número de países.

BOLETÍN ACTUAL

El boletín del WRM se publica mensualmente desde 1997 y es actualmente distribuido en cuatro idiomas: inglés, español, francés y portugués. El boletín intenta ser una herramienta al servicio de las luchas de los pueblos por defender los bosques contra la extracción comercial de madera, las represas, la minería, las plantaciones de monocultivos de arboles, las granjas camaroneras, el agronegocio y otros proyectos que los amenazan, entre los cuales destacan iniciativas más recientes como REDD (Reducción de Emisiones por la Deforestación y Degradación forestal) o las valoraciones económicas de los llamados “servicios ambientales”; mecanismos de mercado que transforman a los bosques y territorios en tan solo otra mercancía a ser comercializada.

Recientemente hemos cambiado el sistema por el cual enviamos nuestra información, incluyendo nuestro boletín mensual. Esto implica el volver a suscribirse a través de nuestra página web, por lo que muchas personas que recibían el boletín del WRM, han dejado de hacerlo.

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Las mineras no son santas: causan contaminación, muerte y explotación laboral

Revista Sin Embargo

El pasado 7 de abril un comando entró a las instalaciones de la mina El Gallo 1, propiedad de la canadiense McEwen Mining, ubicada en el municipio de Mocorito, Sinaloa, y robó 198 kilos de oro.

Tras el atraco a McEwen Mining, empresas mineras denunciaron ante las autoridades federales que han sido objeto de amenazas y robos por parte de organizaciones del crimen organizado. Al respecto, Manelich Castilla Craviotto, Comisionado de la Gendarmería Nacional, ofreció todo su apoyo a la compañía canadiense McEwen Mining.

La inseguridad que ahora afecta al sector minero, antes había llegado a los habitantes aledaños a la región donde operan, incluso alcanzó a sus trabajadores cuando el pasado mes de marzo cuatro mineros fueron levantados por hombres armados y días después tres de ellos aparecieron en una fosa. Sin embargo, la industria minera no se pronunció al respecto, sino hasta ahora que sus finanzas se ven amenazadas.

En un intento por soslayar la inseguridad que se vive en el país, el martes pasado el Gobierno federal dialogó con representantes del sector minero para mejorar sus condiciones en materia de operación. Pero, ¿qué hay de las afectaciones que pobladores han denunciado en contra de las mineras por reclamar la violación a los derechos de sus tierras, al agua y a la consulta popular?, ¿qué hay de los 63 mineros atrapados en túneles de la mina Pasta de Conchos desde 2006? O, ¿dónde quedó la ayuda a los afectados por el derrame de 40 mil metros cúbicos de sulfato de cobre en los ríos Sonora y Bacanuchi?

Decenas de comunidades han denunciado una y otra vez ante las autoridades correspondientes a las minas por explorar territorios que consideran sagrados o que entran a las regiones sin los permisos ambientales violando con ello la ley.

Y se suman las afectaciones en materia de salud que viven los habitantes cuando el polvo que se deriva de las perforaciones al suelo llega hasta sus comunidades y les provoca alergias en la piel y enfermedades crónicas irreversibles.

Otro problema es el impacto ecológico. Organizaciones como el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) han denunciado que algunas especies de animales ya no llegan a las zonas donde existen minas, o prevén la modificación de ecosistemas debido a la contaminación que generan las compañías.

Tan sólo en Guerrero, exponen, se han otorgado 300 concesiones a minas a cielo abierto que afectarán irreversiblemente el patrimonio ambiental y cultural.

Se llaman minas a cielo abierto a las explotaciones mineras que se desarrollan en la superficie del terreno. Para su explotación, a veces, es necesario excavar, con medios mecánicos o con explosivos los terrenos que recubren o rodean el yacimiento.

El pasado 15 de abril, comunidades indígenas de Puebla y Colima interpusieron demandas de amparo contra las concesiones mineras entregadas por el Gobierno federal que contemplan sus tierras. Se trata de tres demandas de amparo presentadas por las comunidades de Zacualpan, en el municipio de Comala, en Colima; de Tecoltémic, en Ixtacamaxtitlán, Puebla, y del pueblo macehual altepetapianij de los municipios de Cuetzalan, Tlatlauquitepec y Yahonahuac, también en Puebla.

Las tres demandas de amparo ya fueron admitidas por el Poder Judicial de la Federación, que ordenó la suspensión de las respectivas concesiones.

Familiares, amig@s y compañer@s de lucha rinden homenaje a Bety Cariño a 5 años de su asesinato

Otros Mundos AC/Chiapas.

Hoy, lunes 27 de abril de 2015, se cumplen cinco años del asesinato de la defensora de derechos humanos mixteca Alberta Cariño Trujillo, mejor conocida como Bety Cariño, y del activista finlandés Jyri Jaakkola. Tenían respectivamente 37 y 38 años cuando fueron acribillados a balazos en una emboscada preparada por paramilitares de la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (UBISORT) a la altura de la comunidad de La Sabana, municipio de San Juan Copala, mientras andaban en una Caravana Humanitaria. Querían brindar apoyo y documentar las violaciones a los derechos humanos perpetuadas por grupos paramilitares en contra de la población indígena triqui de este municipio, reconocido en ese entonces como autónomo desde al año 2007.

“Sabemos que Bety dio su vida para ayudarnos a nosotros los triquis de San Juan Copala”, dijo una señora desplazada de San Juan Copala durante el homenaje rendido a Bety Cariño los 25 y 26 de abril en su pueblo natal de Chila de las Flores, en la zona mixteca de Puebla, a unos 20 minutos de la frontera con Oaxaca. A cinco años de los hechos, el conflicto en la zona triqui ha empeorado y los pobladores de San Juan Copala tuvieron que exiliarse a otras partes del estado y del país para escaparse de la violencia. En cuanto a los paramilitares de la UBISORT, un grupo creado en 1994, ligado al Partido Revolucionario Institucional (PRI) y respaldado por los tres niveles de gobierno, no han sido condenados por el doble homicidio. Hasta la fecha, solo tres personas han sido detenidas, cuando existen otra decena de órdenes de aprehensión que las autoridades se niegan a cumplir.

Hacerle justicia recordando y siguiendo su lucha

“Tenemos que preguntarnos: «¿ A quién estamos pidiendo justicia?» A los mismos que han permitido que sucedan estos hechos, ¿verdad?”, comentó Carmen, hermana de la luchadora poblana, en entrevista con Otros Mundos A.C.. “Es necesario construir otra forma de justicia. Sí es importante hacerlo en los tribunales, pero no sólo. Es necesario hacer justicia también recordándola y reivindicando por qué Bety fue asesinada ese 27 de abril del 2010: porque era una mujer que defendía la vida, la tierra, el agua, las montañas, los derechos de las mujeres, y que estaba comprometida con las luchas de los pueblos”, añadió Carmen. “Luchaba por la vida todos los días, todo el tiempo: con la Red Mexicana de Afectados por la minería (REMA), contra la Parota, contra las represas, contra los proyectos eólicos…”

Para rendirle homenaje y hacerle justicia a la que llamaban “la Pitaya Roja”, la familia Trujillo Cariño invitó a sus amigos y a sus compañer@s de lucha del Centro de Apoyo Comunitario Trabajando Unidos (CACTUS), que ella había fundado en 1998 para apoyar a pueblos mixtecos y triquis a construir una vida digna y autónoma. “Venir aquí es reencontrar el porqué de nuestro caminar. Es el momento de reflexionar sobre por qué estamos buscando la organización de los pueblos y de reanimar nuestro fuego”, comentó Irene Ragazzini, ex trabajadora de CACTUS y hoy miembro de Unitierra Oaxaca, durante la “compartición” organizada en frente de la casa de los Cariño Trujillo el día 25. Los invitados estaban sentados, formando un pequeño circulo de conversación íntimo. Estaban presentes por supuesto las mujeres triquis de San Juan Copala a quienes CACTUS apoyó entre otro en la creación de la radio comunitaria “La voz que rompe el silencio” en 2008.

Los familiares de Bety Cariño habían invitado también a colectivos de Querétaro, Nuevo León, Chiapas y de la Ciudad de México. Además, recibieron a otras victimas de la violencia de Estado, como Edith Rosales, sobreviviente de la masacre de Atenco en 2006, y José Luis Abarca Montejo, hijo del activista antiminero Mariano Abarca Roblero, asesinado por sicarios el 27 de noviembre de 2009 en su pueblo de Chicomuselo (Chiapas) por resistir a la minera canadiense Blackfire. El fundador de la Fundación Ambientalista Mariano Abarca (FAMA), miembro de la Red mexicana de Afectados por la Minería (REMA), que coordinaba Bety Cariño, se había despedido de la defensora dos días antes de su asesinato, al cerrar un encuentro contra la minería en San Luis Potosí. “Cuando mi padre empezó a actuar contra la minería, había máximo 50 personas que entendían su lucha. Hoy son mucho más, y no sólo en Chicomuselo, sino en todo Chiapas, y en otros estados. Bety fue una gran mujer por toda la valentía que ha tenido y me siento orgulloso de ella como de mi padre”, confió José Luís Abarca Montejo.

VIDEO. Discurso de Bety Cariño después de la muerte de Mariano Abarca
https://www.youtube.com/watch?v=TWPkLcoVoaI

La compartición se cerró con una ceremonia maya en memoria de Bety Carino, Jyri Jaakkola y todos y todas los hombres y las mujeres que han muerto luchando por la defensa de su pueblo. Los participantes se dirigieron al parque central de Chila de las Flores, para invitar al pueblo a un evento cultural en homenaje a la “Pitaya”. Unas doscientas personas se sentaron a oír a l@s amig@s y admiradores/as de Bety Cariño declamar y cantar los poemas escritos por la activista quien solía expresar su digna rabia en versos. El hijo de Mariano Abarca leyó un comunicado de la REMA denunciando que “el estado mexicano ha perpetuado su apuesta a la espiral de violencia” que “hoy más que nunca, es evidente está dirigida a la criminalización de la protesta, a la privación de libertad de líderes sociales y fomenta la desaparición forzada dirigida a los luchadores y las luchadoras sociales, defensores y defensoras de la Madre Tierra”. El evento terminó con el corrido a Bety Cariño, cantado por todo el público.

AUDIO. El corrido de Bety Cariño
https://www.youtube.com/watch?v=MfswuzXy9I4

Al día siguiente, los familiares de Bety Cariño llevaron a sus invitad@s al panteón de Chila de las Flores, para recogerse en el lugar donde habían “sembrado” a la luchadora, como dicen ellos, y cosechar junt@s su herencia.

Mural en la pared de la casa de la familia de Bety Cariño.  Foto: Otros Mundos A.C.

 

Reunión en el panteón de Chila de Las Flores donde Bety Cariño fue “sembrada”.  Foto: Otros Mundos A.C.

 

Otros homenajes a Bety Cariño en México y en el mundo

VIDEO. Homenaje desde el Observatorio de Violencia Social en Campeche
https://www.youtube.com/watch?v=uVEi7iPxwA0

FOTO. Homenaje en la Ciudad de Oaxaca (27-04-15)

Foto: Koman Ilel

FOTO. Homenaje en el País Vasco, donde Bety Cariño había viajado para apoyar a la lucha de los independentistas (25-04-15)


Foto: Solanetako Ekhia

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Exigimos justicia a cinco años del asesinato de Bety Cariño y Jyri Jaakkola

A cinco años del ASESINATO de Bety Cariño y Jyri Jaakkola, la

Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA)

¡EXIGIMOS JUSTICIA!

Sábado 25 de abril de 2015. Chila de Las Flores, Puebla, México

Hace cinco años nuestra querida compañera Bety Cariño, incansable integrante de la Red Mexicana de Afectados por la Minería, encabezaba una Caravana Humanitaria, para visibilizar y denunciar la terrible situación de violencia e impunidad sufrida por la población en el entonces municipio autónomo Triqui de San Juan Copala.

Dos días antes de su artero asesinato, en el pueblo de Cerro San Pedro, en San Luis Potosí, justo en la reunión anual de REMA, Bety nos platicaba cómo estaban organizando la Caravana y cómo habían pasado muchos meses en que los gobiernos estatal y federal venían respondiendo con desprecio a los múltiples llamados para que se brindara protección a la población del municipio, quienes en repetidas ocasiones habían sido agredidos, asesinados y se encontraban en estado de sitio por el conocido grupo de paramilitares de la Unión de Bienestar Social de la Región Triqui  (UBISORT), financiado y operado por el entonces Gobernador de Oaxaca, el represor y asesino Ulises Ruíz.

Cerca del medio día nos enteramos de que la caravana había sido atacada y que nuestra querida compañera Bety y Jyri Jaakkola, quien acompañaba a la caravana como observador internacional finlandés, habían sido asesinados de manera artera y cobarde en una emboscada preparada por los paramilitares de la UBISORT.

Ya han pasado cinco años, y a pesar de que este hecho ha sido denunciado por el Parlamento Europeo y por Amnistía Internacional, lo cual ubica una vez más a México en la escena internacional como un PAÍS/GOBIERNO VIOLADOR DE DERECHOS HUMANOS, continúa la prevalecencia de la impunidad y la falta de procuración de justicia, y él estado mexicano, ha perpetuado su apuesta a la espiral de violencia, misma que, hoy más que nunca, es evidente está dirigida a la criminalización de la protesta, a la privación de libertad de líderes sociales y fomenta la desaparición forzada dirigida a los luchadores y las luchadoras sociales, defensores y defensoras de la Madre Tierra.

La política de despojo de nuestros bienes naturales por parte de las empresas rapaces en contubernio con el gobierno mexicano, incluye quitar la vida de las y los defensores, porque a través de ello buscan desmoralizar a los movimientos sociales e imponer, a través de los medios de comunicación, un discurso para “normalizar” el despojo y el asesinato vinculado a las resistencias y defensores.

Ante ello, las y los integrantes de la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), manifestamos que nunca nos parecerá normal el asesinato, el encarcelamiento o la desaparición de un compañero o una compañera que lucha por la vida. Por lo tanto, tampoco nunca nos someteremos a un sistema que impone sus reglas y nos desdeña como ciudadanos, razones por lo cual, continuaremos peleando por acabar con la impunidad, la corrupción y la falta de procuración de justicia, así como seguiremos impulsando “El Buen Vivir”, y seguiremos avivando la lucha de los pueblos y del pueblo Triqui para que logren su Autonomía y Libre Determinación para con nuestros bienes naturales y su territorio.

En este quinto aniversario luctuoso y triste por la pérdida de Bety y Jyri, sólo han detenido a tres personas del doble homicidio, pero continúa la impunidad contra los presuntos responsables, incluido un servidor público.

 Exigimos sean detenidos y sentenciados inmediatamente todos los culpables y se les retiren los beneficios y protección de los tres niveles de gobierno. Es lamentable que el gobierno sea sometido e incapaz de disolver y detener a los integrantes de la UBISORT. Sabemos que al igual como sucede en otros rincones del país, estos grupos paramilitares gozan del cobijo del PRI y el resto de los partidos políticos, además de ser apoyados por el ejército o la marina.

  Demandamos sean otorgadas medidas cautelares eficientes para cada uno de las y los testigos presentes en el momento del doble asesinato, porque están siendo amenazados recurrentemente por parte de los matones de la UBISORT, y mientras la impunidad prevalezca, se hace más evidente la complicidad que tienen las autoridades oaxaqueñas y federales en el doble asesinato.

 Bety promovía la defensa de la Madre Tierra, la autonomía alimentaria y la defensa de la mujer. La recordamos como una de las voces más inspiradoras y comprometida de la coordinación de REMA, y por ello extrañamos profundamente su mente crítica y sus versos llenos de esperanza que nos hacía llegar a través de sus palabras, siempre llenas de energía y sabiduría, a la vez que eran enérgicas.

 Cómo olvidar la palabra de Bety, ante la embajada de Canadá en México, cuando recordaba la lucha de otro miembro de REMA asesinado, el también querido Mariano Abarca Roblero, quienes le quitaron la vida sicarios mandados por la empresa minera canadiense Blackfire, por luchar contra el despojo en su pueblo de Chicomuselo, Chiapas. La muerte de Mariano también sigue impune y no dejaremos de exigir justicia para él y su familia. Enfrente de la embajada canadiense o en el palacio legislativo de San Lázaro, Bety recurrentemente señalaba que “es tiempo de nosotros los pueblos”, para acabar con estos “gobiernos corruptos y miserables a quienes no les importa entregar nuestros bienes a las empresas mineras, a las trasnacionales como Monsanto” y a quienes atentan contra las y los campesinos e indígenas de todo México que aman y trabajan la Tierra. Su sueño era también nuestro; “Que los pueblos afectados y amenazados por la proliferación de las concesiones mineras nos unamos, nos organicemos y nos solidaricemos, para resistir juntos al despojo y protegernos unos a los otros”.

 ¡Viva Bety Cariño y Jyri Jaakkola!

 ¡Viva Mariano Abarca!

 ¡No más Asesinatos, Desaparecidos y Presos Políticos en México!

 ¡No a la Minería, Sí a la Vida!

 Territorios Libres de Minería Ya!

 Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA)

Discurso de Bety Cariño. Embajada de Canadá. 3 de diciembre de 2009

México está juzgando a los transgénicos

Entramos en una nueva etapa en la defensa del maíz después de 21 meses de lucha judicial.
El Poder Judicial Federal mexicano acepta iniciar el juicio del maíz transgénico.
Hemos ganado 19 juicios de amparo entre las 91 impugnaciones intentadas por la agroindustria y las dependencias gubernamentales, en un total de 17 tribunales.

Los tribunales federales estudiarán si la siembra de maíz genéticamente modificado dañará el derecho colectivo de los mexican@s a la diversidad biológica, es decir, si la contaminación de maíz con transgenes vulnera el derecho de utilizar nuestras razas nativas, así como el derecho que tenemos para aspirar a obtener más variedades, a partir de los nativos o de su par silvestre.

 

 

En la demanda argumentamos que el derecho a la utilización de las razas nativas incluye los derechos derivados: derecho a la salud, derechos de los pueblos originarios y derecho a la alimentación, lo que comprende el derecho a la comida mexicana como patrimonio inmaterial de la humanidad.

 

Sobre los riesgos que traería la siembra o liberación de maíz transgénico, el debate judicial que se inicia confrontará las evidencias de las partes. El tema central será el derecho humano de generaciones presentes y futuras a la diversidad biológica de los maíces nativos o criollos, considerando todo el complejo de agroecosistemas. Sin embargo, otros temas, como la salud o la producción de alimentos, también entran a debate judicial.

 

La sentencia final deberá establecer que la siembra comercial, o a gran escala, de maíz transgénico, dañará el derecho humano a la diversidad biológica. También deberá impedir que se siembre en nuestro país.

 

La posibilidad de juzgar a los transgénicos y ponerlos en México, cuna del maíz, implica intensificar nuestra lucha, llamar a sumarse a esta causa a la Colectividad amplia del maíz, no sólo a quienes firmamos la demanda sino a todas y todos los que se verían afectados por la contaminación de este grano, el más importante hoy por su volumen de producción.

Los campesinos serían afectados al ser contaminados sus cultivos con transgenes y no tener la posibilidad de sembrar el maíz que ellos mismos le brindaron al mundo, también los grandes productores que verían cerrados los mercados interesados en maíz libre de transgénicos, demanda que cada día crece en el mercado mundial.

Por su parte, es fundamental que los consumidores de maíz se unan a la defensa de este grano que es la base de nuestra alimentación que además está presente en la mayor parte de los productos industrializados.

Las evidencias de daño a la salud se acumulan y por ello el rechazo de la mayor parte de los países del mundo (Europa se ha cerrado casi en su totalidad a la siembra de transgénicos, también China y Rusia han rechazado la importación) debe ser una alerta para que nuestro País rechace la siembra de transgénicos y empiece a solucionar la importación masiva de grano transgénico.

Es una falacia de los promoventes señalar que estas importaciones disminuirán con la siembra de transgénicos, se ha demostrado en los escasos países que siembran transgénicos (Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina y la India suman el 90 % de la superficie sembrada con transgénicos en el mundo) que los rendimientos no se incrementan, lo que sí aumenta es el uso de agroquímicos.

En estos 10 años que ha estado vigente la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados, mejor conocida como Ley Monsanto, la investigación en bioseguridad ha avanzado: tenemos nuevos datos muy robustos en términos que deben ser contemplados por el Poder Judicial. Estos años han servido para demostrar que la bioseguridad y el principio de precaución son los temas que deben primar en un asunto que nos afectaría a todas y todos los mexicanos.

 

Para llegar a este punto, tuvimos que ganar 11 juicios de amparo (9 que presentaron las corporaciones y 2 del gobierno federal a través de Sagarpa y Semarnat). Para afirmar que ganamos un juicio de amparo, antes deben resolverse todas las impugnaciones que se hayan intentado en el juicio colectivo o dentro de los juicios de amparo.

 

A estos 11 juicios de amparo que ganamos para que se admitiera nuestra demanda colectiva, se suman otros 11 juicios de amparo (9 que presentaron las corporaciones y 2 del gobierno federal), que combaten la medida precautoria. Juntos, los 22 juicios comprenden y representan las 91 impugnaciones intentadas por la agroindustria y las dependencias gubernamentales, así como las 26 impugnaciones que como colectividad promovente presentamos.

 

Podemos asegurar que el Poder Judicial Mexicano, como órgano supremo de gobierno, ha decidido iniciar el proceso para juzgar al maíz transgénico sin que se siembre durante el juicio, porque se trata de una decisión de varias instancias y distintos órganos. A la fecha han intervenido un total de 17 tribunales: 1 juzgado federal, 1 tribunal de apelación, 3 tribunales de amparo, 1 comisión administrativa, 10 tribunales colegiados y la Primera Sala de la Suprema Corte.

 

Más información con:
René Sánchez – 0445554364248
Francia Gutiérrez – 0445539226898

 

JORNADA DE LUCHA CONTRA MONSANTO – SÁBADO 25 DE ABRIL

ESTE 25 TE ESPERAMOS A PARTIR DE LAS 14.00 hs. EN AV. FIGUEROA ALCORTA Y AV. SARMIENTO (FRENTE AL PLANETARIO)

Como cada 25 estaremos denunciando el modelo extractivista mediante una Jornada cargada de arte. Acercate con toda la familia para disfrutar de un día de lucha con Payasos, Títeres, Murgas, actividades para lxs mas pequeñxs, muestra de fotografía y mucho mas.
Terminaremos esta Jornada marchando hasta la Embajada de Estados Unidos, país precursor de este modelo de agricultura industrial.


«Todos los 25 hasta que se vaya Monsanto»