Compartimos esta nota publicada en Proceso sobre el proyecto del Tren Maya en el sureste del país – A 14 de abril de 2020
CIUDAD DE MÉXICO (apro).- Quince consorcios, prácticamente idénticos a los compiten por el contrato multimillonario del primer tramo del Tren Maya, enviaron hoy sus propuestas para construir el segundo tramo del megaproyecto de Andrés Manuel López Obrador; para esta ruta, que unirá Escárcega y Calkiní, en Campeche, las cotizaciones oscilan entre 16 mil millones de pesos y 21 mil 800 millones de pesos.
En esta segunda ronda, empresas paraestatales de China participan en cinco propuestas, entre ellas una con GIA+A, una empresa dirigida por Hipólito Gerard Rivero, cuñado del expresidente Carlos Salinas de Gortari; Carlos Slim Helú –a través de su constructora Cicsa– mantuvo su alianza con la española FCC, con una propuesta de 18 mil 553 millones de pesos; Carlos Hank Rhon –y La Peninsular– siguió en consorcio con Carmargo y Cydssa con una oferta de 20 mil 403 millones de pesos; mientras que ICA guardó su alianza con Grupo Indisa.
Esta vez, en lugar de irse sola, la española Sacyr formó una alianza con la empresa Impulsora de Soluciones en Infraestructura, una empresa de Invecture Group, vinculada con el multimillonario Ricardo Salinas Pliego y dirigida por Julio Belmont Garibay, uno de los principales operadores del dueño de Grupo Salinas; su propuesta se elevó a 21 mil 22 millones de pesos.
A pesar de que el gobierno federal decretó el congelamiento de la mayor parte de las actividades económicas del país en respuesta a la pandemia de covid-19, exentó la aplicación del decreto a las obras relacionadas con los megaproyectos que promueve el presidente Andrés Manuel López Obrador, entre ellos el Tren Maya, el Corredor Interoceánico o la refinería de Dos Bocas.
Si bien el modelo de financiamiento del Tren Maya cambió en varias ocasiones desde la elección de 2018, hasta la fecha la información oficial plantea que el gobierno federal aportará el 100% de los cerca de 150 mil millones de pesos que costaría el proyecto.
Al igual que en las propuestas del primer tramo, la más económica –por 16 mil 49 millones de pesos– fue presentada por el consorcio encabezado por la empresa tabasqueña Grupo Vázquez del Sur y la española Rubau, mientras que la más onerosa fue entregada por Caabsa, de los hermanos Amodio, empresarios vinculados con el Grupo Villar Mir, dueño de la polémica empresa OHL.
En lugar de aliarse con Pinfra –de David Peñaloza Alanís–, como lo hicieron en el primer tramo, las españolas Caltia y Copasa formaron un consorcio con Prodemex, del magnate Olegario Vázquez Raña, dueño de Grupo Empresarial Ángeles; juntos presentaron una propuesta por 18 mil 157 millones de pesos; mientras que la constructora ibérica Azvi pactó con la empresa Gami Ingeniería.
A diferencia del tramo uno, Omega, de Jorge Miguel Melgarejo Haddad, no envió propuesta; por lo contrario, Grupo Constructor ZEA –de los hermanos Zecua Muñoz, quienes en el sexenio de Enrique Peña Nieto recibieron contratos multimillonarios– mandó una propuesta con una paraestatal china.
Para este tramo, la portuguesa Mota-Engil envió una nueva propuesta en consorcio con la China Communications Construction Company –por 19 mil 425 millones de pesos–; Nexumrail y Emartrons enviaron una cotización por 19 mil 575 millones de pesos–, mientras que Grupo Cemza, de la familia Zavala Solis, envió una propuesta por un costo de 16 mil 382 millones de pesos.
Imagen: La consulta sobre el Tren Maya. Foto: Alejandro Saldívar
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