Carta desde la Montaña-Costa Chica de Guerrero

Compartimos con ustedes este análisis hecho por Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos A.C. PIAP – A 9 de mayo del 2023

Vivo sigue el mal, mientras el bicho exista…

Corre el socialista tras el capital…..fragmento de la canción: Un Precio https://www.youtube.com/watch?v=CDP8gojSKkk

Sigue sin concluir el frenesí de la reformada e “histórica” ley de minería y por ello las reacciones se mantienen en el mismo tono previo a su dictamen, la cual, hasta el día de ayer 8 de mayo, por fin se publicó en el DOF,  y con ello tendremos más idea sobre los rumores en donde las empresas nacionales y extranjeras usarán el arbitraje internacional previsto en el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), uno de los varios tratados de protección de inversión transnacional multilateral o bilateral que hay para demandar a México, lo que suponemos retardo un poco su publicación, a la vez que el ejecutivo federal ya pone en el tintero la necesidad de una revisión mayor, sin que ello nos perita tener una idea clara sobre lo que refiere. Una vez más el sector minero, utilizando su poder y cabildeo “acordaron” con AMLO, Gobernación y la Secretaría de Economía y, previo a la discusión en el Senado, varios ajustes y cambios sobre la iniciativa los cuales parecían “materializados” durante una reunión emergente de increíble obediencia entre el ejecutivo, las/os senadores y los aspirantes de Morena a la presidencia. La foto del encuentro es elocuente y sólo faltó acompañarla con la frase célebre: “quien se mueva se sale de la foto”. Por otro lado, quienes la celebran, aunque suponemos con la versión final ya no tanto, enfatizan los avances históricos acariciando como propios aquellos que consideran más importantes, que dicen no se deben minimizar e intentan de diferentes maneras, colocar argumentos en auto-debates realizados en espacios que hace tiempo controlan y ponderan a partir de una oratoria por la defensa de los derechos humanos y ambientales, aunque la realidad sea contraria. Todo lo que vimos en estos días, tiene un sustento teórico social burdamente conocido como Relaciones Alineadas, esas que ya fueron construidas desde el consenso de Washington totalmente útiles bajo las premisas del modelo de Integración Comercial Internacional en la que se utiliza a La Cooperación como la causal para formar proyectos comunes a pesar de tener diferencias estructurales de todo tipo.

En síntesis, los barones del sector en gremio, pero también en lo individual, entre ellos Slim que es gran amigo de la presidencia, continuarán permutando con el ejecutivo las modificaciones más pertinentes para hacer funcional el negocio extractivo, mientras los “procesos sociales y pueblos en rebelión”, tendremos que mostrar solides para soportar los nuevos embates legales y desregularizados e inciertos por enfrentar, en donde, por cierto, debemos mostrar una solides que ni el propio estado ha tenido. Nada que no sepamos, nada que nos sorprenda, nada nuevo sobre el comportamiento de la “legalidad democrática”.

No haré más estridencia de los hechos ni citaré desatinos sobre el contenido de la “nueva ley de minería” porque a toro pasado me parece más importante colocar en la opinión de quien lea este texto, los por qué soy anti-minero, argumentar desde otros elementos los por qué otras y otros somos anti-mineros y, a partir de ello al menos le encuentren coherencia a nuestras aspiraciones sobre la urgente necesidad de establecer la prohibición de la actividad minera en México.

No se trata de ser activista, por cierto, palabra que se usa para denostarnos y que en lo personal me ofende, tampoco soy ambientalista ni me interesa la vida del oso panda, mi posición anti-minera se ha edificado a partir de ver la larga resistencia contra el saqueo que han vivido los pueblos originarios, de tal manera que, en el fondo de mi corazón, a pesar de ser mestizo, me habría encantado  haber nacido indígena y por supuesto ser campesino, para entender mejor esa tenacidad de soportar tantos agravios durante tantos siglos. Mi posición anti-minera se basa principal y permanentemente en repensar LA VIDA, bajo los indicios manifiestos de lo que actualmente nos ocurre con la utilización del Modelo Extractivo y en particular el modelo minero, sin dejar de observar y reconocer que cada mineral está adscrito a mi cotidiano y me hace coparticipe de retroalimentar la voracidad de su comportamiento.

Comienzo por señalar que la actividad minera en sí misma no es depredadora de la vida, sin embargo, si lo es la forma en la que esa actividad ha sido utilizada para sostener un modelo económico que crea dependencia permanente, que utiliza como base fundamental para esa “permanencia” minerales metálicos y no metálicos que se transforman con el uso energético a base de hidrocarburos, al mismo tiempo que consumen biomasa de forma descomunal sabiendo de antemano que todos ellos son bienes naturales finitos o por lo menos, acotados a lo que existe en este planeta. Tomando en cuenta lo anterior, desde la lógica del Modelo Extractivo y la forma de apropiación en el que se desarrolla, no hay posibilidad de establecer una regulación suficiente, responsable, sostenible, sustentable, ni viable, ni social, ni justa, ni sana. Es importante entender que tenemos límites materiales y naturales para continuar con el modelo de desarrollo o crecimiento que nos han impuesto (Thanatia 2021), por lo tanto, no es casual estemos subordinados a las “lógicas” del progreso y desarrollo como la única opción de crecimiento económico, tampoco es casual la clasificación entre países desarrollados y subdesarrollados porque desde los primeros han creado condiciones aspiracionistas reflejadas en modelos socioeconómicos diferentes a los nuestros, no son casuales las promesas que nos han hecho a partir del uso de nuestra “riqueza ambiental” como palanca para nuestra propia condición de crecimiento soberano, a la vez tampoco es casual el diseño e implementación de una férrea estrategia para, al parecer, nunca perder el control del consumo y que la dupla inversión/deuda pueda ser intercambiada como viable a costa de los bienes naturales los cuales “tienen” que estar disponibles para el mundo entero, hoy bajo las reglas de la ya conocida globalización que no es más que una expresión del capitalismo resiliente.

Constantemente en las comunidades en las que nos dan oportunidad de hablar intentamos explicar el efecto del modelo extractivo a partir de entender la relación entre; 1. El Crecimiento Poblacional el cual les pongo a reflexión bajo dos perspectivas: a). Somos 8 mil millones de habitantes y aproximadamente cada 10 años tenemos mil millones de habitantes más y b). Cosas tan básicas como la implantación de la obsolescencia programada nos hace consumidores frecuentes de elementos vinculados al modelo extractivo minero que conocemos como el frenesí o locura del consumo, sin obviar, por supuesto, que de ninguna manera el tamaño del consumo de los países ricos del norte/“desarrollados” (seguridad y confort) es siquiera cercano al consumo de los países pobres del sur/“subdesarrollados” (miseria y violencia), por lo tanto, es muy importante hacer énfasis en las gigantescas asimetrías creadas a partir del modelo de desarrollo que nos han impuesto https://tintalimon.com.ar/public/m1s3oeqpblrv0v2eq4m9epbzybga/Tinta%20Limon%20-%20Modo%20de%20vida%20imperial%20-%20Ulrich%20Brand%20%20Markus%20Wissen.pdf. 2. El Modelo Extractivo se alimenta prácticamente de cinco macro bienes naturales: a). La biodiversidad incluyendo todos sus componentes en donde la vegetación y los bosques son elementos significativamente importantes para generar riqueza. Ahí se implementan constantes procesos para el control de la biodiversidad que se manifiestan en manipulación genética, registro de patentes, medicamentos, biocombustibles, creación de alimentos relacionados con cadenas de valor, por ejemplo, la engorda de ganado, su uso para la disrupción con transgénicos, la ocupación territorial para fines de investigación, así como la implantación de zonas recreativos vinculados a servicios turísticos VIP, la instauración de áreas naturales protegidas en donde se realiza la compensación de industrias mega-contaminantes a partir de sanar su contaminación con la entrega de certificados a los que le asignan un valor comercial ($) por ejemplo para la captura de carbono o para los servicios hidrológicos, entre otros elementos mercantiles a nombre de la naturaleza. b). Minerales metálicos y no metálicos los cuales con los avances tecnológicos se logra una extracción de tipo exponencial, a tal grado que solamente en los últimos 20-25 años se ha extraído la misma cantidad de cobre que se extrajo 100 años atrás (USGS, 2018). Su extracción incluye la pérdida de toda la cubierta vegetal que interfiere con las áreas destinadas al diseño del proyecto de ocupación, por supuesto su extracción no sólo destruye fuentes de agua, sino también las contamina, además que durante el procesamiento de los minerales hay un uso excesivo de agua que acelera la aparición de condiciones de estrés hidrológico sobre cuencas enteras. c. Fósiles combustibles convencionales y no convencionales, a los que conozco como la trilogía perfecta; petróleo, gas natural y carbón que son en sí mismos el pilar de la economía hegemónica mundial ya que con ellos generamos el 85% de la energía que consume este modelito extractivo (Thanatia 2021), así que ni caso mencionar los daños al respecto que hoy de manera simplista conocemos como calentamiento global. d). Agua, bien natural para la vida en constante disputa con el modelo agropecuario de producción, la industria, la generación de energía y el consumo doméstico. Sin ella, el modelo extractivo en su conjunto perece, por lo tanto, la disputa por ella es significativamente importante. e). Viento, sol, mareas, los cuales, tal cual insaciables somos la humanidad, ya “controlamos” a partir del uso de nuevas tecnologías que les aprovecha, sin embargo, en vez de significar fuentes alternativas diferentes, estas se consolidan como complementarias y se implementan bajo la misma lógica de acumulación por desposesión que es el centro del modelo extractivo. Basta señalar que hoy tumbamos los bosques integrados por selvas caducifolias y vegetación del desierto para ocuparles con miles de hectáreas de fotoceldas (Plan Sonora) o de aerogeneradores (como los ya integrados al Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec), al mismo tiempo que nos hacen creer que con el programa “Sembrando Vida” estamos restituyendo parte de los daños causados por deforestación. Cierro con el tercer elemento. 3. La Globalización esa que nos vendieron para integrarnos comercialmente, aprovechar las ventajas comparativas, facilitar los flujos financieros, ser dependientes unos de otros, aunque coloquialmente se le conoce como interdependencia porque significa unirnos para transformarnos y lograr por fin la liberación democrática tan esperada por todas y todos. En síntesis, todo lo anterior se reduce a; una sola regla comercial con protección de inversiones privadas y transnacionales, bienes naturales limitados/finitos mercantilizados para su extracción sin importar el daño social y ambiental que suceda y, una población de 8 mil millones de habitantes con intensas proyecciones inducidas de consumo, pero descomunalmente asimétricas.

Sirva un ejemplo para darme a entender mejor tomando en cuenta una pequeñísima porción de lo que significa una “ocurrencia comercial” de la compañía Apple al elaborar solamente dos millones de relojes (0.025% de la población mundial), con 18 quilates cada uno. Ello implica 3.6 gramos de oro para cada reloj, por lo tanto, necesita el equivalente al 70.58% (7,200 kilogramos de oro) de la producción anual de oro de la mina “Los Filos” operada en un periodo de sólo 15 años por tres empresas canadienses -primero de la compañía Goldcorp, luego Leagold y ahora de Equinox Gold, ubicada en Carrizalillo, Gro-. Imaginemos ahora la tan proyectada transición energética en la que nos hipnotizan cuando nos dicen que pretenden sacar del mercado aproximadamente 1,500 millones de autos que se estima hay en el mundo, para empezar a rodar un

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