Les compartimos este artículo realizado por Agustín Vázquez y Gustavo Castro sobre los procesos de autogestión energética en Chiapas impulsados por Otros Mundos y la BIORED- A marzo 2025
Agustín Vázquez y Gustavo Castro
Otros Mundos Chiapas/Amigos de la Tierra México
BioRed y Coalición para los Derechos Humanos en el Desarrollo
Los altos costos del gas LP proveniente de los hidrocarburos, la dependencia energética en el contexto de los conflictos y las guerras internacionales, la crisis climática y migratoria que azota principalmente a los más vulnerables, a los habitantes del campo, a las comunidades indígenas y campesinas; la deforestación y la pérdida de selvas y bosques tan acelerada, la pérdida de biodiversidad, la crisis y pérdida de la soberanía alimentaria, las dificultades para el acceso al agua, las enfermedades respiratorias principalmente en mujeres, las niñas y los niños por el uso de estufas o fogones abiertos, nos llevó a replantear la necesidad de buscar alternativas locales, familiares y comunitarias para enfrentar esta situación en medio del asedio de megaproyectos, de presas, minería, pozos petroleros, gasoductos, canales secos, monocultivos como la palma de aceite entre otros impulsados por los gobiernos, las
empresas y los bancos.
Así, desde el año 2019 en que impulsamos la Escuela de Justicia Energética concluimos en la necesidad de implementar alternativas comunitarias de autonomía energética y de manera sustentable. De este proceso nace la Red de Biodigestores en Chiapas (BIO RED) conformada por familias indígenas y campesinas para abocarnos a desarrollar un modelo energético basado en el uso de biodigestores familiares donde intervienen la cooperación, la solidaridad y el aprendizaje colectivos.
Un biodigestor es un sistema de biodigestión que utiliza deshechos orgánicos (biomasa) como excretas de animales o de humanos así como de restos vegetales. Estos se canalizan a una bolsa especial de lámina negra impermeable donde el proceso de descomposición lo transforma en biogas que se canaliza a una estufa de dos quemadores.
El producto residual del biodigestor se llama “biol”, un biofertilizante líquido de excelente calidad para nutrir plantas y recuperar suelos. El biodigestor tiene una capacidad de ocho mil litros en fase líquida y produce un máximo 2.4 m3 de biogas, equivalentes a 3 horas diarias de hornilla de estufa prendida, y 100 litros de biofertilizante para fertilizar 4.5 ha anualmente. Con el biodigestor contribuimos a construir alternativas frente al Cambio Climático.
Actualmente, la BioRed cuenta con 45 sistemas instalados en Chiapas que fortalecen la transición energética como una alternativa en manos del pueblo. Estos sistemas eliminan el 100% de consumo de gas LP y un 50% la quema de leña, lo que disminuye la deforestación de selvas y bosques para la producción de carbón y leña para el consumo humano. También evita la compra de fertilizantes químicos gracias al uso de biofertilizante, lo que disminuye el gasto familiar en la compra de agroquímicos de las grandes empresas transnacionales; y se logra la mejora de vida inmediata de las familias sobre todo en mujeres y niñas.
El biodigestor tiene un potencial de captura de CO2 equivalente (CO2eq) para mitigar hasta 12 toneladas de CO2 eq anualmente. Hasta la fecha, con los biodigestores se han fertilizado más de 200 has con biol y se han beneficiado directamente más de 240 personas. Anualmente se ha logrado la captura de 450 Ton de CO2 eq y se dejó de consumir 13,500 kg de gas LP.
Por otro lado, se ha mejorado la salud física y mental de las mujeres y los niños quienes cargaban en sus espaldas la leña, gastaban muchos recursos para la compra de gas LP o carbón, e inhalaban gases tóxicos con los fogones abiertos. Ahora cuentan con más tiempo para otro tipo de actividades. Se ha mejorado la economía de las familias, se han enriquecido los suelos y han logrado mejores cosechas libres de agroquímicos lo que favorece su soberanía alimentaria. Anualmente, los miembros de la BioRed se reúnen en Asamblea para compartir experiencias, formación y buscar formas de apoyo mutuo.
En la Asamblea de BioRed, Alermo expresó: “ya no contamino los ríos porque ahora el deshecho del baño lo hecho al biodigestor”. Doña Tenchi dijo: “estoy muy contenta porque ahora es más rápido cocinar y ya no mato tantos árboles porque el biodigestor me ofrece gas”. Don Juan dijo: “¡nunca había cosechado unos pepinos tan grandes!”. Don Pedro dice “estoy feliz con el biodigestor porque ya no compro gas ni agroquímicos”.
Festejamos así un camino hacia la transición energética, comunitaria, en manos de las comunidades indígenas y campesinas dueñas de su propia energía limpia y sustentable;. Esta energía es descentralizada y de pequeña escala que resuelve las necesidades de las comunidades. Es una alternativa que mejora la calidad de vida, disminuye la depredación de bosques y selvas arrasadas por los grandes megaproyectos, y otorga autonomía y cuidado de los territorios. Así, la BioRed avanza y va creciendo. Cada año, más y más comunidades se suman a esta transición energética. Además, frente a la crisis climática se incorporan
nuevos elementos que hacen de los biodigestores una alternativa circular. Con las familias se están instalando ya sistemas de captación de agua de lluvia para enfrentar las sequías, alimentar el biodigestor y regar los huertos y las milpas. Pero aparece un reto más, la necesidad de captar la energía solar para usar bombas solares para el agua o de analizar la forma de contar con iluminación en los hogares con el gas de los biodigestores, pero son retos que se tienen por delante.
Sin embargo, el capitalismo salvaje no deja que nadie se salga del sistema o deje de consumirlo. Gobiernos y grandes empresas pretenden sofocar toda alternativa comunitaria y autónoma. Pretenden que los pueblos mantengan la dependencia de sus agroquímicos, de sus semillas, de sus alimentos, de su energía centralizada y con grandes costos. Por ello, es urgente y apremiante no solo resistir al capitalismo salvaje, sino crear alternativas locales desde abajo, comunitarias y autónomas. Estas alterativas germinan por todo el planeta brotando esperanzas de otros mundos posibles.