En la cárcel, cerca de 10 mil indígenas por falta de un intérprete

Noticias de Veracruz

México

Cerca de diez mil indígenas se encuentran en las cárceles de México, pero sólo 10 por ciento tuvo acceso a un intérprete para comunicarles cuál es su situación legal. Aunque la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce 63 lenguas indígenas, el Sistema Judicial apenas empieza a adaptarse a la diversidad lingüística del país, y en Veracruz los intérpretes prácticamente están en el olvido.

Cristina Kleinert es una catedrática de la Universidad Veracruzana (UV), una estudiante de doctorado en la Universidad de Amberes (Bélgica) y hablante de catalán, una lengua indígena de España, su país de origen, y en México impulsa un trabajo que podría sacar a muchos indígenas de la cárcel.

Su objetivo, es eliminar el papel secundario del intérprete y lograr que se reconozca su importancia en los procesos penales, pues en algunos casos es pieza clave para poder comprobar faltas al debido proceso, denunciar irregularidades ante las comisiones de Derechos Humanos, o señalar conflictos de intereses entre defensores, autoridades y demandantes.
 Los indígenas en la ley y la burocracia

Según la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), 15.7 millones de personas se identifican como indígenas en México, mientras que 7 millones hablan una lengua nacional distinta al español, pero la Ley General de Derechos Lingüísticos reconoce 364 variantes lingüísticas en todo el país.

En teoría, las lenguas nacionales pueden utilizarse en todos los ámbitos de la vida, desde hablar náhuatl u otomí en la calle, hasta acceder a la justicia del Estado en maya o español, pero en la vida cotidiana, una lengua indígena es sinónimo de marginación, exclusión y discriminación.

De acuerdo con Cristina Kleinert, catedrática de la Universidad Veracruzana (UV) y estudiante de doctorado en la Universidad de Amberes (Bélgica), los estados de Oaxaca y Veracruz tienen mucho por hacer en formación, acreditación y certificación de intérpretes en lenguas indígenas.

Si bien el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) impulsa, desde 2009, la capacitación de un grupo de profesionales, apenas 61 personas han sido certificadas en Veracruz y casi ninguna ha sido llamada a prestar su servicio.

 Los diplomados del INALI duran 180 horas y se dirigen a hablantes de lenguas indígenas. En 2011, Cristina Kleinert participó como capacitadora y en ese año ofreció un acercamiento al Derecho Penal, así como la presentación de un Código de Ética y fichas terminológicas para un mejor desempeño en los juzgados.

 La evaluación consistió en una interpretación simultánea: el instructor planteaba un discurso y alguien lo decía en una lengua indígena; el intérprete traducía y el capacitador lo escucha de regreso; pero formadores desde las lenguas sería lo ideal.

 La formación de intérpretes necesita de muchos recursos económicos. Un buen centro de formación de intérpretes es caro: debe tener un albergue, pues los hablantes de lenguas indígenas no viven en centros urbanos; becas, buenos capacitadores y, sobre todo, garantía de trabajo.

 Como especialista en la materia, Cristina Kleinert aseguró que si se quieren buenos resultados, pero sobre todo apoyar a los indígenas, las formaciones deben ser flexibles porque no se puede desarraigar de sus comunidades a los hablantes nativos. Una vez conseguido esto, se deben ofrecer dos tipos de formación: una para quienes ya están trabajando como intérpretes y otra a manera de licenciatura o posgrado.
 El intérprete de indígenas, un amigo

Los intérpretes en el sistema de justicia penal son más que traductores, que un puente de comunicación, pues en muchos casos acompañan a las víctimas en su dolor. Cristina Kleinert recuerda un homicidio en razón de parentesco como el caso que más impactó en su vida, y también ha presenciado testimonios en delitos de violación y abandono de menores, casi siempre en situaciones de pobreza.

    “Admiro mucho a los interpretes que están ahí, haciéndolo de la mejor manera posible. Los he visto acompañando de manera respetuosa el dolor del otro. Valoro eso mucho más que su labor de interpretación en sí”.

Desafortunadamente, mientras que un intérprete de lenguas de prestigio (inglés, francés, alemán) puede alcanzar reconocimiento, certificación y un sueldo bien remunerado, el hablante de lenguas nacionales pasa desapercibido en muchos ámbitos de la vida del país.

Si bien se busca “que el servicio sea gratuito para la población”, no significa que el intérprete no deba ser remunerado; lamentablemente “en Veracruz se ha interpretado así”, mientras que en Puebla, la Procuraduría de Justicia buscó y encontró intérpretes y asociaciones civiles poblanas ofrecen sus servicios a las instituciones.

Los intérpretes de lenguas indígenas y su importancia en los procesos penales son el tema de tesis doctoral de Cristina Kleinert, en su trabajo advierte la necesidad de hacerlos visibles, que se vea y se reconozca a los hablantes indígenas; que se sancione a quien omita llamar a un intérprete, que se instituya un servicio profesional remunerado, y los medios de comunicación tienen “un papel importantísimo porque legitiman una visión sobre otra, quienes difunden una lengua sobre otra”.

México: Organizaciones acusan al Estado por violar derecho humano al agua

Vía Movimiento M4

Descargar documento Las violaciones al derecho humano al agua y al saneamiento generadas por la proliferación de las industrias extractivas en México:

Huauchinango, agua-ddhhPue.- Organizaciones sociales, entre ellas algunas de la Sierra Norte de Puebla, solicitaron al Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) que intervenga para evitar las violaciones del Estado mexicano al derecho humano al agua y al saneamiento, entre otros.

La petición incluye el nombramiento de cuatro relatores especiales para que velen por el respeto a los derechos al agua y al saneamiento; los de los pueblos indígenas; los humanos y el medio ambiente y otro que conozca de la criminalización que viven los defensores de los derechos humanos en el país.

 

El documento presentado la semana pasada ante el organismo internacional fue firmado por el Consejo de la Tierra Tiyat-Tlali, Fundar, la Alianza Mexicana contra el Fracking, la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua y la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA).

Tras hacer un recuento sobre la entrega de recursos naturales a empresas nacionales y extranjeras para el desarrollo de la industria extractiva en vastas regiones del país y la puesta en marcha de reformas legales que “institucionalizaron” este modelo económico en detrimento de los derechos de los pueblos y de su territorio, las organizaciones solicitaron a la ONU se tomen medidas para que el Estado mexicano garantice el derecho humano al agua y al saneamiento.

Además pidieron que se le exhorte para que modifique las leyes y las políticas que afectan este derecho y “se garantice el derecho a la información, a la participación y a la consulta previa de los pueblos y comunidades indígenas y equiparables”, incluso antes de la entrega de concesiones para la explotación de hidrocarburos, electricidad, minería y recursos hídricos.

También pidieron que la ONU exhorte al gobierno mexicano a que prohíba las actividades consideradas de alta gravedad en términos de afectaciones al ambiente y a los derechos de las poblaciones, como es el caso de la fractura hidráulica

Debido a que consideraron que se ha violado el derecho a la consulta de los pueblos con el otorgamiento de estas concesiones, se han generado más de 100 conflictos sociales vinculados a actividades mineras como en Carrizalillo, Guerrero; Cerro de San Pedro, San Luis Potosí y Zautla, Ixtacamaxtitlán y Tetela en la Sierra Norte de Puebla.

Mientras que pobladores de los estados de Chihuahua, Coahuila, Tamaulipas, Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo Puebla y Tabasco viven en riesgo por el uso del  fracking para la extracción de petróleo y gas shale y ya se hay “490 pozos de fracking activos en el oriente del país”, por lo que pidieron que se prohíba el uso de esta técnica.

“Sólo en el estado de Veracruz existen 112 proyectos hidroeléctricos en puerta que han generado conflictos. Asimismo, se han identificado conflictos socioambientales por los trasvases de cuencas en el Río Verde, la cuenca del Pánuco y el Río Yaqui”, detallaron.

Esta situación, indicaron, refleja el incumplimiento del Estado mexicano a los tratados internacionales que ha firmado como el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y es una amenaza al derecho al agua y al saneamiento.

Nota extradía de Municipios Puebla

Logro para los pueblos y comunidades de los humedales

RAMSAR COLOCA EN TODAS SUS RESOLUCIONES DE ESTA COP12, DE MANERA INCLUSIVA A LOS PUEBLOS INDIGENAS Y COMUNIDADES LOCALES.

En el marco de esta COP12 de RAMSAR, celebrada en Punta del Este, Uruguay, la Convención RAMSAR decide tomar una acertada decisión, incluir en todas sus resoluciones a los “Pueblos indígenas y las comunidades locales”.

REDMANGLAR INTERNACIONAL, movimiento  de organizaciones, comunidades y pueblos de campesinos y campesinas, recolectores y pescadores artesanales debe  estar contenta, celebrar y trabajar para que estas resoluciones  sean aplicadas realmente en cada uno de nuestros países.

Las Partes Contratantes de RAMSAR, hoy en su último día de reunión, deciden colocar en todas las resoluciones de esta COP12 (no se incluían antes) el planteamiento de nuestra REDMANGLAR.

Basados en las anteriores resolución de las Conferencias de las partes y según la decisión de las NN.UU “Pueblos Indígenas y comunidades locales”  de forma de ser inclusiva con todos los Pueblos, informa Líder Góngora, de La Coordinadora Nacional para la Defensa del Ecosistema Manglar del Ecuador (C-CONDEM), delegado de Redmanglar Internacional en la COP12.

Además también se considera el valor y aporte del conocimiento ancestral o tradicional en la conservación y gestión de los humedales.

Leer el documento completo

Declaración de la Cumbre de los Pueblos Indígenas

Buenos Aires, Argentina, 27-29 de mayo de 2015

Nosotros, las autoridades de 25 pueblos indígenas provenientes de 17 provincias del país, reunidos en esta Cumbre Nacional de los Pueblos Indígenas, enviamos un saludo fraternal a todas las hermanas y hermanos indígenas del país y de toda América. Asimismo enviamos un fraternal saludo a todo el pueblo argentino que, en gran parte, también sufre las consecuencias de un modelo económico no-sustentable.

Este modelo económico, conocido desde los años 90 como el capitalismo neoliberal, es un modelo occidental, hoy globalizado. Ha resultado en una profundización sin precedentes de la desigualdad y el empobrecimiento, la violación de los derechos humanos, la incapacidad del sistema judicial, la explotación y saqueo de los llamados “recursos naturales” (biodiversidad para los pueblos indígenas) y, por consecuencia, el destrozo del medio ambiente, la salud humana y el patrimonio cultural. Todo esto atenta contra el equilibrio y la vida armónica de la Madre Tierra y todos los seres vivientes que habitan en este planeta.

Venimos desde nuestros territorios ancestrales para manifestar que seguimos vivos como pueblos y culturas indígenas, para dejar una vida en base a nuestros principios y valores a las próximas generaciones.

Venimos con nuestra memoria ancestral, ella nos da la posibilidad de rescatar nuestros conocimientos tradicionales. Es desde la memoria donde nos conectamos con el pasado, con el presente y con el futuro, sabemos de donde venimos, quienes somos y también hacia donde vamos. Rescatamos nuestra propia historia, educación autónoma, medicina tradicional, derecho consuetudinario, idioma, el mandato ancestral transmitido de generación en generación. La memoria es la base de la identidad de un pueblo que se ha conservado por miles de años.

Manifestamos que:

1) Estamos dispuestos a seguir luchando y afirmando nuestros valores y derechos ancestrales, defendiendo cualquier violación de nuestros pueblos y derechos, y protegiendo a nuestras tierras y territorios.

2) Durante décadas hemos tratado de establecer un diálogo con el Gobierno Argentino, para que se respeten nuestros derechos, reconocidos en el Derecho Internacional Público y consagrado en la Constitución Nacional, Constituciones Provinciales y diversas leyes nacionales y provinciales; sin embargo, esta solicitud de diálogo no ha sido nunca correspondida, mientras que se llevan a cabo grandes violaciones de dichos derechos.

3) En los últimos 10 años, decenas de hermanas y hermanos han sido asesinados por las balas de la policía, los mercenarios y los terratenientes que asaltan nuestros territorios. Mas de mil hermanas y hermanos estan siendo judicializados por defender sus territorios y la Naturaleza. Hay represion, intimidación y un plan sistemático de judicializar nuestra resistencia y la protesta de nuestros luchadores que defienden la vida, nuestros territorios y la Madre Tierra.

4) El gobierno argentino continua violando con total impunidad las leyes nacionales y los acuerdos internacionales ratificados sobre los derechos indígenas, así como el derecho ambiental internacional y el derecho a tener una vida sana y saludable. Se trata de que el gobierno argentino respete:

– La Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos Indígenas;

– El Convenio 169 de la OIT;

– El Foro Permanente sobre Asuntos Indígenas y sus decisiones y recomendaciones;

– La Relatoría Especial de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas

– El Grupo Asesor de la ONU de Expertos Indígenas y sus recomendaciones;

– El Convenio sobre la Diversidad Biológica (especialmente los artículos 8j, 10c y artículosconexos) y otros convenios ambientales internacionales;

– El Convenio sobre el Cambio Climático.

– El Convenio RAMSAR sobre humedales

– Instrumentos Jurídicos y Jurisprudencia del Sistema Inter-Americano de la OEA;

– La Convención Americana de Derechos Humanos (art. 75, inc.22)

– La Constitución Argentina y las constituciones provinciales;.

– Ley de Bosques

– Ley de Glaciares

– Ley General del Ambiente

– Toda ley argentina nacional y provincial y ordenanzas municipales repecto de los pueblos indígenas y la conservación ambiental

5) Consideramos que la forma de solucionar los problemas es a través del diálogo para todo proceso de construcción política, proyecto de ley o actividad nacional y el respeto por los principios democráticos básicos reconocidos a nivel internacional o sea:

a) La consulta con los pueblos indígenas para cualquier proyecto del llamado desarrollo respetando nuestras estructuras, autoridades y tiempos;

b) La participación plena y efectiva, respetando el proceso de llegar al consenso;

c) El libre consentimiento informado previo, con el derecho de decir “no” en caso de no estar de acuerdo.

6) Durante estos tres días, escuchamos dramáticos testimonios de hermanas y hermanos sobre la situación de injusticia que se vive en los territorios. Deliberamos para unificar criterios, buscar soluciones y proponer acciones sobre los temas que deben ser considerados con urgencia, como ser:|
la violación de los derechos humanos, el despojo de nuestros territorios, la exploración y explotación convencional del petróleo y el fracking, la minería, los desmontes, la contaminación, el avance sojero, las represas hidroeléctricas, la falta de atención sanitaria y otros temas críticos.

7) Desde este espacio y en el espíritu de nuestros ancestros queremos hacer un llamado a todo el pueblo argentino para reflexionar sobre el futuro y las generaciones venideras para construir juntos una sociedad más justa, equitativa y plural en armonía con la Naturaleza.

8) Como pueblos originarios queremos resaltar el rol de la mujer no solo como trasmisoras del conocimiento tradicional y guardianas de la biodiversidad, sino también como protagonistas en la construcción política de nuestros pueblos, en donde la dualidad de género y generación son la base de nuestra cosmovisión.

9) Impulsamos la creación y fortalecimiento de los medios de comunicación propios para garantizar una comunicación con identidad.

10) El Estado debe garantizar el derecho a la educación autónoma e intercultural.

11) Impulsamos la creación de políticas públicas con la participación plena y efectiva de los pueblos originarios.

12) Subrayamos nuestra preocupación por la protección de nuestro patrimonio genético que se ve amenazado por industrias que emiten contaminación tales como la radiación nuclear, los organismos genéticamente modificados (por e j. Monsanto) y experimentos de biotecnología tales como el proyecto del genoma humano.

Exigimos:

a) La derogación de la ley antiterrorista. Un país que se proclama defensor de los derechos humanos ha promulgado una ley, en plena democracia, cuya única función es la represión de la protesta social y la penalización de los líderes indígenas que reclaman sus derechos en defensa de sus territorios.

b) El desprocesamiento de todas las autoridades indígenas procesadas, como el caso de Relmu Ñamku de la comunidad mapuche Winkul Newen de la Provincia de Neuquén acusada de tentativa de homicidio por defender su territorio. Que el gobierno nacional que solicite un informe urgente sobre la situación.

c) Que la Presidenta Cristina Fernández reciba de manera urgente a los hermanos de QOPIWINI que hace 104 días acampan por segunda vez en pleno corazón de la ciudad de Buenos Aires, denunciando la sistemática violación de sus derechos. Exigimos la apertura de un diálogo politico para la elaboración de una agenda de trabajo y entendimiento que garantice la aplicación de los derechos vigentes.

¡Nunca más una hermana o hermano muerto o violentado por defender sus territorios y la Madre Tierra !

Impulsamos desde esta Cumbre un gran Movimiento de Unidad de los Pueblos Originarios que nos permita afrontar esta realidad que estamos viviendo. Porque más allá de que vengamos del norte o del sur, del este o del oeste, todos luchamos por volver a ser pueblos libres, autónomos y en nuestros propios territorios y ejerciendo el pleno derecho a la libre determinación.

Berta Cáceres, galadornada del Premio Goldman 2015, Honduras

VIDEO: https://www.youtube.com/watch?v=S-2Muwo1jls

En un país con una creciente desigualdad económica y violaciones a los derechos humanos, Berta Cáceres organizó al pueblo lenca de Honduras y emprendió una campaña de base que triunfó en su esfuerzo de presionar al constructor más grande de represas a nivel mundial para que éste retirara su apoyo del proyecto hidroeléctrico de Agua Zarca.

Berta es la galadornada de Sur y Centro América del Premio Goldman 2015, el premio más importante del mundo para los activistas ambientales de los pueblos .

Para obtener más información sobre Berta y cómo le puede ayudar, visita www.goldmanprize.org/berta

Berta Cáceres de COPINH gana premio Goldman 2015 para América Latina

Pueblos originarios exigen en Cumbre de Panamá el respeto de derechos

CUMBRE DE LAS AMÉRICAS
Abigail González, dirigente de la etnia Emberá de Panamá y coordinador de la Cumbre Abya Yala, instó a los gobiernos de los países de la región a suscribir el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un instrumento jurídico internacional vinculante sobre el reconocimiento de derechos a los pueblos indígenas y tribales.

EL UNIVERSAL-Ciudad de Panamá.– Dirigentes de pueblos originarios exigieron hoy en la capital panameña, en la denominada V Cumbre de Abya Yala (América Latina), el respeto a sus demandas territoriales y sociales y el derecho a ser escuchados en la VII Cumbre de las Américas que se celebra este 10 y 11 de abril.

Phil Lane, jefe y heredero espiritual de las naciones Ihanktonwan Dakota y Chickasaw, de Canadá y Estados Unidos, abogó por la unidad de los pueblos indígenas y la necesidad urgente de que se reconozca, con justicia, la atención de sus demandas hemisféricas, reseñó DPA.

«En los últimos 45 años recorrí los pueblos indígenas quechuas y aimaras de los Andes, y me di cuenta que en nuestra médula y cosmovisión hay un valioso concepto de Madre Tierra y Padre Cielo», acotó tras lamentar el grave daño causado al medio ambiente por la codicia de los seres humanos.

Recordó que hace más de 500 años, antes del desembarco de los europeos a América, había en la región «una comunidad vibrante» de más de 100 millones de personas pertenecientes a diversos pueblos que disponía de rutas en los cuatro puntos cardinales, pero que fue diezmada por enfermedades y el saqueo de los recursos naturales.

Lane propuso recuperar los antiguos caminos que conectaban al cóndor, al quetzal y al águila (Caracas, en lengua antigua). Recordó que en 1992 las tribus de Norteamérica reconocieron, tras cuatro días de reunión, que el mundo está regido por leyes naturales y que «sin visión, no hay desarrollo posible».

Mientras hablaba en forma pausada, el líder espiritual mostró el estuche en que guarda la pipa de la paz que utilizó Tasunka Witko, conocido como «Crazy Horse» (Caballo Loco), el guerrero sioux que participó en 22 batallas en las praderas americanas en defensa de su pueblo, antes de ser asesinado a bayonetazos.

Lane, quien ha recibido diversos premios internacionales por su trabajo a favor de los Pueblos Indígenas y la Familia Humana, relató una larga historia sobre la venerada pipa y cómo la «bondad» del bisonte blanco salvaje ayudó a los pueblos originarios a entender que su desaparición anticipaba momentos duros.

Sostuvo que es la primera vez en 25 años que la pipa de la paz es fumada fuera de Norteamérica y que los escogidos para esa ceremonia fueron cuatro hombres y una mujer. El acto fue celebrado previo a la VII Cumbre de las Américas, coincide con un momento de grandes retos y exigencias regionales.

Por su parte, Abigail González, dirigente de la etnia Emberá de Panamá y coordinador de la Cumbre Abya Yala, instó a los gobiernos de los países de la región a suscribir el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), un instrumento jurídico internacional vinculante sobre el reconocimiento de derechos a los pueblos indígenas y tribales.

González manifestó que hay una marcada oposición de los pueblos indígenas a la construcción de hidroeléctricas, al desarrollo de proyectos de minería a cielo abierto y actividades madereras que implican la destrucción de selvas y la contaminación de cuencas.

«Rechazamos que muchos indígenas hayan sido encarcelados por reclamar sus derechos», subrayó el coordinador de la Cumbre de Abya Yala. Sostuvo que «no es casual que donde habitan los pueblos indígenas aún existan bosques», pero advirtió que están amenazados por planes de deforestación.

A su vez, Kine Peller, administrador del Congreso General de la Comarca Kuna Yala, de Panamá, se pronunció a favor de la reivindicación de los derechos hídricos y los mecanismos para resolver conflictos limítrofes en las comarcas, a través de la participación de comunidades que deben ser escuchadas por los presidentes de América.

Los indígenas desafían la ‘nueva colonización’ de Latinoamérica

El avance de la minería, el monocultivo sojero y otros proyectos extractivistas cercan a los pueblos nativos, que han retomado la lucha por territorios que garantizan no sólo su bienestar económico, sino también su supervivencia

Publico.es

BUENOS AIRES.- El pasado 24 de marzo, multitudinarias manifestaciones conmemoraron en Buenos Aires los 39 años de la sangrienta dictadura militar que dejó 30.000 desaparecidos al grito de «Nunca más». Representantes del pueblo Qom, que habita en las provincias de Formosa y Chaco, aprovecharon la ocasión para denunciar que, mientras el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se vanagloria de sus políticas de derechos humanos y recuperación de la memoria histórica, los derechos humanos de los indígenas se siguen violando a diario.

La Comunidad Qom de la Primavera, de Formosa, comenzó 2015 con la décima muerte en cuatro años que las autoridades atribuyen a «paro cardíaco» o «accidente de tráfico», pero que, para la comunidad, responde a motivos más oscuros. Esta vez fue Esteban Medina, de 17 años, encontrado muerto junto a la ruta 86, la misma carretera que ha visto al pueblo Qom protagonizar cortes y manifestaciones para reclamar el derecho a sus tierras ancestrales. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos les dio la razón cuando, en 2011, exhortó al Estado argentino a proteger la vida de los integrantes de la comunidad. El Estado miró hacia otro lado y hoy el pueblo Qom tiene que lamentar varias muertes más.

El pueblo Qom decidió entonces acampar ante la Casa Rosada y manifestarse en Buenos Aires, cortar la céntrica avenida 9 de julio y tratar de visibilizar así la situación de represión que sufren desde hace años. A esa marcha acudieron representantes de la organización Qopiwinni, un intento de articulación política de las cuatro etnias indígenas que habitan Formosa: Qom, Pilagá, Wichí y Nivaclé. Porque, dicen ellos, todos sufren los mismos problemas, y éstos se reducen a uno: la lucha por la tierra.

Los Qom, como tantas otras etnias indígenas a lo largo y ancho de América Latina, llevan siglos resistiendo al avance sobre su territorio, pero en los últimos años la presión se ha incrementado, en parte, por el avance de la frontera de la lucrativa soja. Los Qom dijeron no al modelo sojero y al glifosato ─el agresivo herbicida que tolera la soja transgénica─ y lograron frenar la expansión del monocultivo en 2010, pero desde entonces han visto aumentar la presión sobre sus tierras. Y es en ese delicado contexto en el que siguen demandando, como exige la ley argentina, la devolución de sus tierras ancestrales:

«Eso nos sostiene; sin eso, vamos a ir desapareciendo como pueblo, porque la tierra para nosotros es la base no sólo de nuestros recursos materiales, sino también culturales y espirituales», afirma Félix Díaz, el qarasé, líder democráticamente electo por la Comunidad de la Primavera, que ha tenido que enfrentarse a varias querellas. Los indígenas hablan de «judicialización y criminalización de las resistencias».

Dista mucho de ser un asunto aislado. En todo el continente, comunidades indígenas se enfrentan a la expansión de los monocultivos de soja, caña de azúcar o palma africana; a las minas y las explotaciones de hidrocarburos; a las plantaciones de eucalipto y las fábricas pasteras; a las grandes centrales hidroeléctricas.

El modelo extractivista ha consolidado en toda América Latina economías que dependen de la exportación de materias primas, pero su extracción a gran escala conlleva la devastación de ecosistemas enteros y tiene como principales víctimas los pueblos indígenas que son desplazados de sus territorios o que ven cómo el deterioro ambiental imposibilita sus formas tradicionales de vida.

Los Wayúu contra la mina

Son tantos los ejemplos que resulta imposible enumerarlos todos. Alguno de los casos emblemáticos, que dan cuenta de la situación crítica que viven muchos pueblos originarios latinoamericanos, es el del pueblo Wayúu. Hace sólo unos días llevaron ante la CIDH el caso de los 5.000 niños y niñas muertos por hambre y sed en La Guajira (Colombia), muertes de las que culpan a los emprendimientos agroindustriales y mineros que retienen el agua, de por sí escasa, de la región. Los representantes del pueblo Wayúu exigen medidas que les permitan recuperar el acceso al agua mientras se les niega la entrada a la presa construida sobre el río Ranchería. A pocos kilómetros de las poblaciones indígenas, la mina de El Cerrejón, que emplea unos 35.000 litros de agua al día, lo suficiente para abastecer a tres millones de personas.

La mina es el principal problema de los Wayúu, y el interés del Gobierno de Juan Manuel Santos por impulsar lo que él denomina la «locomotora minero-energética» ha sido clave para que la comunidad sea amenazada y atacada para obligar su desplazamiento. Pero no es El Cerrejón el único enemigo de los Wayúu: el agua que se les niega también se requiere para los cultivos agroindustriales de arroz; además, han denunciado que sus bases de subsistencia se ven amenazadas por los grandes barcos pesqueros que, con permiso gubernamental, arrasa con la vida en el mar y les deja sin posibilidades de pescar mar adentro.

El pueblo mapuche contra las petroleras

En la Patagonia argentina, el pueblo mapuche hace frente, desde hace años, a la industria petrolera. Cuando YPF era Repsol, los mapuche ─gente de la tierra, en su lengua─ probaron la contaminación que en la región estaba provocando la extracción de hidrocarburos.

Después de que la empresa fuera nacionalizada, no ha mejorado la suerte de las comunidades mapuches que se asientan sobre la reserva de Vaca Muerta, una de las mayores reservas de combustibles fósiles no convencionales, que el Gobierno explotará junto a Chevron pese a los inquietantes antecedentes de la empresa estadounidense, condenada por la Justicia ecuatoriana por contaminación reiterada en sus exploraciones en plena selva amazónica. Chevron nunca pagó su deuda con Ecuador y los pueblos indígenas se vieron despojados por los miles de litros de crudo vertidos a los ríos.

Frente a quienes les acusan de oponerse al «desarrollo y el progreso» de Argentina, el pueblo mapuche defiende el derecho a habitar sus tierras ancestrales y a que se cumpla su derecho a la consulta ante este tipo de proyectos, tal como, sobre el papel, garantizan las leyes argentinas y los convenios internacionales, especialmente, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que casi todos los países latinoamericanos han ratificado, pero en todas partes encuentra trabas para ser implementado.

Los Xingú contra la presa de Belo Monte
La violación del Convenio 169 de la OIT, que otorga a los pueblos indígenas el derecho a decidir sobre el futuro de sus tierras ancestrales, ha sido uno de los muchos obstáculos legales a los que ha tenido que hacer frente el Gobierno brasileño, decido a construir en el corazón de la selva amazónica, sobre el legendario río Xingu, la central hidroeléctrica de Belo Monte, llamada a ser la tercera mayor del mundo.

El proyecto, de cuyo consorcio constructor forma parte la española Iberdrola, data de los años 70, y la polémica también. Hace 40 años, las protestas de los pueblos indígenas afectados lograron paralizar un proyecto concebido en tiempos de la dictadura militar; el Gobierno de Lula da Silva lo retomó y su sucesora, Dilma Rousseff, lo mantuvo pese a la presión de grupos ecologistas internacionales, las órdenes judiciales de parar las obras por las irregularidades encontradas en la licitación ambiental y otro sinfín de incidencias.

Si, como parece, la obra sale adelante y se construye una presa en el río Xingu, uno de los mayores afluentes del río Amazonas, las consecuencias ambientales son impredecibles, pero de algo no cabe duda: los principales afectados serán los pueblos originarios que habitan la región, los kayapó, arara, juruna y araweté.

«No queremos que esta presa destruya los ecosistemas y la biodiversidad que nosotros hemos cuidado durante milenios y que aún podemos preservar». Ese fue el mensaje que, hace años, un líder kayapó envió al presidente Lula. No hay cómo negarles que, al contrario que el hombre blanco occidental, las tribus amazónicas han sabido vivir en equilibrio y armonía con la naturaleza; lo mismo cabe decir de los mapuche, los Wapúu, los Nasa, los Qom, los guaraní y una larguísima lista de pueblos originarios de la Abya Yala, el nombre que dieron los kuna del actual Panamá a la tierra que los primeros conquistadores europeos quisieron llamar América.

Libro Territorios en disputa

TERRITORIOS EN DISPUTA
Despojo capitalista, luchas en defensa de los bienes comunes naturales y alternativas emancipatorias para América Latina

DESCARGAR LIBRO en PDF

con Alberto Acosta, Ana María García, Claudia Composto, Diego Pérez Roig, Enrique Pineda, Ernesto Scheinvar, Esperanza Salazar, Giovanni Velázquez, Gladys Tzul Tzul, Héctor Alimonda, Henri Acselrad, John Holloway, Juan Carlos Flores Solís, Lizzette Santana, Lucia Linsalata, Mateo Martínez, Marxa Chávez, Mayeli Sánchez, Melissa Cardoza, Michael Löwy, Miguel Valencia, Mina Lorena Navarro, Movimiento Colombiano Ríos Vivos, Pablo Dávalos, Pedro Rosas Magrini, Raúl Zibechi, Samantha César, Silvia Federici

Extracto de la INTRODUCCIÓN
El presente libro está motivado por el interés de proporcionar un amplio panorama de la conflictividad socioambiental en América Latina, ubicando las tendencias generales que atraviesan a diferentes países de la región vis à vis las particularidades de cada caso, en relación a la disputa que enfrenta al capital y los Estados con los numerosos procesos de resistencia popular que se organizan contra la privatización, explotación, contaminación y directa destrucción de los bienes comunes naturales. En esta edición, además, presentamos una sección especial sobre México, para conocer con mayor detalle algunos de los ejes más significativos que adopta el despojo territorial, así como las expresiones sociales que luchan contra una renovada y brutal ofensiva extractivista en pos de impedir el cercamiento de lo común y crear nuevas formas no predatorias de relación entre los seres humanos y la naturaleza. En ese sentido, la última sección del libro está dedicada a explorar los principales debates teórico-políticos en torno de las diversas alternativas emancipatorias que están emergiendo frente a la mercantilización capitalista de todas las esferas de la vida.

Piden a CIDH incluir impactos de Reforma Energética en su informe de pueblos indígenas

fundar

  • Necesario y urgente visita de la CIDH a México para actualizar informe país y documentar graves violaciones a derechos derivados de proyectos energéticos.
  • Es importante que la CIDH exhorte al Estado mexicano que realice consulta libre, previa e informada para la implementación de proyectos energéticos o cambios legislativos y administrativos acorde a los más altos estándares internacionales.

 

En el contexto del 154 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), Fundar-Centro de Análisis e Investigación, Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, A.C. y Greenpeace informaron a las y los Comisionados sobre las graves afectaciones que la reforma energética implica a los derechos económicos, sociales y culturales en México.

En su intervención representantes de dichas organizaciones reconocieron la apertura de la CIDH para este espacio de diálogo que reconoce que la política energética guarda una estrecha relación con la garantía de los derechos humanos. Destacaron que es la primera vez que un espacio público se abre para que la sociedad pueda presentar sus consideraciones pues ni la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ni la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se han posicionado al respecto.

Señalaron que la reforma energética es una reforma de gran calado que prioriza y facilita proyectos energéticos que son violatorios de derechos humanos. La presentación, discusión y aprobación de la reforma en tiempo récord; no garantizar el derecho de acceso a la información; transgredir el derecho a la consulta previa, libre e informada y el derecho al consentimiento de los pueblos y comunidades indígenas; así como afectar el derecho a la participación ciudadana como consecuencia de la negativa de la SCJN de someter a consulta popular la reforma constitucional en materia energética, fueron numerados como vulneraciones de derechos.

Destacaron que dentro de los impactos de la reforma energética se encuentra la reducción de los ingresos del Estado ya que con la entrada de empresas privadas al sector petrolero mexicano, éstas recibirán parte de las utilidades que antes correspondían al Estado. “Esto es aún más grave si tenemos en cuenta que en las leyes de la reforma no se establece tan siquiera un porcentaje mínimo que deba recibir el Estado por la explotación de sus recursos petroleros y gasíferos” apuntó Aroa de la Fuente de Fundar y representante de la Alianza Mexicana contra el Fracking.

Al respecto concretamente manifestó que el fracking supone violaciones al derecho al medio ambiente sano, por la contaminación ambiental; al derecho humano al agua y al saneamiento por la afectación a la disponibilidad, la accesibilidad, la calidad y la asequibilidad del agua; al derecho a la salud por la exposición a la mezcla de químicos del líquido de fracturación y de los propios hidrocarburos extraídos; al derecho a la alimentación adecuada, por el acaparamiento de amplias extensiones de terreno para los campos de perforación y almacenamiento, y la contaminación de tierras de cultivo y pastura; al derecho a una vivienda adecuada, porque se compromete la seguridad física de las viviendas frente a los sismos y accidentes, disminuyen sus condiciones de habitabilidad por la contaminación, y se afecta su acceso a servicios como el de agua potable.

Ejemplificó la magnitud de estas afectaciones, señalando que para la Ronda Cero (R0), Pemex ha definido la asignación a su favor de casi 4 millones 800 mil hectáreas, distribuida en 142 municipios, de 11 estados. Sobresale Veracruz, seguido por Tabasco. 13 pueblos indígenas tienen comprometido su territorio. En primer lugar el pueblo Chontal de Tabasco, con el 85% de su territorio ocupado, seguido del pueblo Totonaca (38%) y Popoluca (31%).

Para la Ronda Uno (R1), manifestó, que se abrirá a la inversión privada los recursos de hidrocarburos a través de licitaciones y contratos, en un total de 68 municipios y 8 estados, por un total de 1.1 millones de hectáreas, principalmente en Veracruz, seguido de Coahuila y Puebla. Son cinco los pueblos indígenas que tienen ocupada una porción de su territorio.

“A las comunidades afectadas, no se les reconoce el derecho a negarse a la exploración y explotación de recursos en su territorio según el artículo 96 de la Ley de Hidrocarburos y el artículo 71 de la Ley de la Industria Eléctrica por lo que hasta ahora, las comunidades afectadas no han encontrado acceso a la justicia en México”, señaló Stephanie Erin Bower.

Durante la Audiencia se expuso la situación sobre la Consulta a la comunidad indígena zapoteca de Juchitán de Zaragoza, Estado de Oaxaca, para la implementación de un parque de generación de energía eólica. Esta consulta es particularmente significativa por ser la primera vez que los tres niveles de gobierno se coordinan para el desarrollo de un proceso de consulta, el cual se basa en un protocolo de implementación elaborado por diversas instancias gubernamentales.

“Las agresiones, amenazas e intimidaciones hacia miembros de la comunidad y autoridades, la falta de mecanismos claros de toma de decisiones, los permisos y contratos previamente acordados, y la falta de transparencia, entre varios otros vicios que se han documentado, resultan violatorios de la jurisprudencia interamericana, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, poniendo en riesgo el resultado que se tenga de la consulta” concluyó en su intervención Dante Emmanuel.

El Comisionado Paulo Vannuchi de la CIDH pregunto si las violaciones a derechos humanos denunciadas en la Audiencia sobre la reforma energética son “futuras” o presentes, las OSC claramente ya habían señalado violaciones en el proceso mismo de aprobación de reforma constitucional y expedición de leyes secundarias sin información, participación ni consulta, detallando además las disposiciones legales que son contrarias a la garantía de derechos humanos de pueblos y comunidades indígenas, campesinas y otras, incluyendo los mecanismos establecidos para la determinación de la servidumbre legal y ocupación temporal de los territorios. Adicionalmente a todas las violaciones que se prevén en materia de derecho al medio ambiente sano y otros derechos económicos, sociales y culturales por los proyectos que favorece la reforma. En su réplica, las OSC destacaron que la reforma no da margen para que se ejerza el derecho al consentimiento previo, libre e informando, contraviniendo la jurisprudencia interamericana, porque si los titulares de las tierras no quieren aceptar el proyecto y no hay acuerdo desde la “negociación inicial”, las disposiciones de la Ley de Hidrocarburos y de la Ley de la Industria Eléctrica disponen la imposición de una mediación que debe llegar a “acuerdo” o bien la servidumbre legal por vía judicial o administrativa. El gobierno mexicano no respondió a estos y otros cuestionamientos.

Al finalizar la audiencia las organizaciones expusieron sus petitorios a la CIDH y al Estado mexicano los cuales se exponen íntegros a continuación:

  • Que la información rendida y en particular los impactos de la reforma energética en México en perjuicio de los derechos colectivos de los pueblos y comunidades sean incluidos por la CIDH en su informe de pueblos indígenas e industrias extractivas que está en curso.
  • Que realice una visita in loco urgente a México para actualizar su informe de país que data de 1996, y particularmente visite comunidades y documente las graves violaciones a los derechos colectivos indígenas que con motivo de proyectos extractivos se han generado en México.
  • Que exhorte al Estado mexicano a la realización de la consulta libre, previa e informada para la implementación de proyectos energéticos o cambios legislativos y administrativos en el que puedan verse afectados los derechos de los pueblos indígenas acorde a los más altos estándares internacionales como lo marca el Convenio 169 de la OIT, así como la jurisprudencia interamericana. Particularmente por cuanto hace a los proyectos Eólicos del pueblo indígena zapoteco de Juchitán, Estado de Oaxaca, México, exprese su preocupación por las deficiencias en la consulta en el informe que emita sobre este periodo de sesiones, tomando en cuenta que este caso será el modelo a seguir en todas las futuras consultas.
  • Que exhorte al Estado a prohibir el fracking, por constituir una forma de extractivismo que menoscaba el derecho a la tierra y territorio de los pueblos y comunidades, así como el derecho al medio ambiente sano.
  • Que exhorte al Estado para asegurar el acceso a un recurso idóneo y efectivo en términos de los artículos 8 y 25 de la Convención, al cual puedan acudir los pueblos y comunidades, para hacer valer sus derechos. Particularmente se asegure en materia de amparo el derecho a la suspensión provisional de las determinaciones de la Comisión de Hidrocarburos en tanto se determina de fondo si su actuar es apegado o no a los derechos fundamentales.
  • Que en ejercicio de sus facultades, solicite a la Corte IDH la correspondiente opinión consultiva para efectos de analizar si la Ley de Hidrocarburos, la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley Minera son acordes con los derechos humanos contenidos en el Convenio 169 de la OIT y con los estándares desarrollados por la jurisprudencia del sistema en la materia.

Al Estado Mexicano:

  • Que evite emitir concesiones, permisos y/o asignaciones sobre proyectos de industria extractiva sin previamente consultar libre e informadamente a los pueblos y comunidades que podrían ser afectados.
  • Que evite la aplicación de los supuestos mecanismos de consulta contenidos en los artículos 120 de la Ley de Hidrocarburos y 119 de la Ley de la Industria Eléctrica, por ser en realidad mecanismos de imposición de proyectos y en cambio implemente procedimientos de consulta acordados con los pueblos y comunidades que estén sustentados en los estándares del Convenio 169 de la OIT, así como en la jurisprudencia interamericana, de tal forma que se asegure que sean de buena fe y conforme a los procedimientos e instituciones tradicionales indígenas.

Alianza Mexicana contra el Fracking / Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) / Equipo Pueblo AC / Fundar-Centro de Análisis e Investigación / Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, A.C. / Greenpeace México Estado de México / Prodesc

______________________

Documentos relacionados:
Piden a CIDH inlcuir impactos de Reforma Energética en su informe de pueblos Indígenas
La Reforma Energética sí es tema de derechos humanos
Reforma energética va a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos
Conversatorio sobre escenarios en México: Derechos Humanos, Empresas & Reforma Energética
Reforma energética, a la CIDH por violar derechos humanos
La reforma energética suma a la profunda crisis de derechos humanos en México
Participa Fundar en Audiencias CIDH: 16 al 20 de marzo

México ha vivido en 10 años “un verdadero genocidio por goteo”, afirma el ex Juez Zaffaroni

Por Mónica Maristain, SinEmbargo

En el marco de lo que denominó una “fase avanzada del colonialismo”, Eugenio Raúl Zaffaroni, ex Juez Supremo de la Nación Argentina y candidato por ese país a la titularidad de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), alertó que en México es necesario darse cuenta de lo que pasa en su realidad, para no tener que lamentarse después, como ocurrió en el caso de la Argentina luego del Golpe de Estado del 1976.

Zaffaroni, quien fue Ministro de la Corte Suprema de Justicia de su país desde 2003 hasta finales de 2014, expresó su tristeza porque en esa nueva cara del colonialismo, “más sutil, perversa y sangrienta”, México se esté “llevando la peor parte”.

“Lo que se está viviendo (en México) es un verdadero genocidio. Un genocidio por goteo. Sumen 10 años de muertos y tendrán una pequeña ciudad. Una Hiroshima o Nagasaki hechas con un poquito más de paciencia. El genocidio no deja de ser genocidio por el hecho de que se continúe en el tiempo, lentamente”, dijo el experto en Derecho Penal y Criminología, pero también un reconocido defensor de los derechos humanos a nivel internacional.

En una participación breve aunque contundente, el doctor Eugenio Raúl Zaffaroni se presentó durante una conferencia acontecida el pasado martes por la noche en el Distrito Federal.

Fue en el marco de la Cátedra de Derechos Humanos Abuelas de Plaza de Mayo, en la Universidad del Claustro de Sor Juana, destinado a conmemorar los 39 años del Golpe de Estado que el 24 de marzo de 1976 dio inicio a una de las dictaduras más cruentas de que tenga memoria el continente latinoamericano y que dejó un saldo de 30 mil desaparecidos en dicho país sudamericano.

Se esperaba una conferencia magistral de una de las figuras más rutilantes en materia de derecho y justicia en el continente, pero una indisposición que derivó en un estado febril y obligó a la atención médica previa a su presencia en el Auditorio Divino Narciso en uno de los edificios antiguos más bonitos y mejor preservados del Centro Histórico, impidió la conversación con el público y redujo el discurso del ex Juez de la Corte Suprema  de Justicia  de Argentina, a unos pocos minutos.

Acompañado por la escritora Sandra Lorenzano, Vicerrectora de Investigación, Universidad del Claustro de Sor Juana; el doctor José Steinsleger (escritor y periodista); la doctora Leticia Bonifaz Alfonzo, Directora General de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y la Embajadora de Argentina en México, Patricia Vaca Narvaja, el ex magistrado fue de todos modos demoledor al analizar la situación de violencia y derechos humanos en nuestro país.

CERCANO A LA CULTURA MEXICANA

Previo a su conferencia, Eugenio Raúl Zaffaroni se disculpó por su estado de salud. “Tengo 38 grados de fiebre y probablemente estaré más incoherente que de costumbre”, bromeó, tras lo cual recordó sus inicios en el derecho y particularmente su trabajo como juez durante la dictadura argentina, un hecho que México, según afirmó, tendría que tomar como referencia a la hora de justipreciar la situación de violencia e impunidad en que se encuentra sumido.

“No hablo desde la soberbia. Vine a México muchos años antes de la ola del exilio post-dictadura y México en aquellos momentos me abrió una enorme comprensión sobre América Latina”, contó.

“Aquí fui discípulo de Alfonso Quiroz Cuarón (1910-1978), quien fue el que investigó el asesinato de León Trotsky y fundador del Instituto de Investigaciones Especiales del Banco de México; fui discípulo de Celestino Porte Petit (1910-2002), uno de los penalistas más conocidos de México y ellos me incorporaron a la cultura mexicana, razón por la que me duele mucho lo que está pasando acá”, afirmó.

Zaffaroni, un hombre de voz dulce, un tic en el rostro por el que cierra los ojos en forma constante, vestido de verde, con ropa de calle, lanzó entonces una advertencia a nuestro país en el sentido de que “no crean ustedes que los argentinos nos dimos cuenta inmediatamente de lo que nos pasaba aquel 24 de marzo de 1976 (Golpe de Estado militar contra el gobierno constitucional). Todos creímos que era un Golpe de Estado más, que se correspondía con esa normalidad patológica a la que estábamos acostumbrados”, relató.

“No sabíamos lo que iba a pasar. Me fui del Juzgado Federal. Me degradaron y me dieron un juzgado de sentencia en un altillo, desde no obstante librábamos algunos Habeas Corpus. Los campos de concentración no salían en los periódicos y no nos decían naturalmente dónde estaban las personas desaparecidas”, narró.

“Un día llegó uno donde sí pudimos investigar quiénes se los habían llevado. Al final le mandé un oficio a (Jorge Rafael) Videla (1925-2013) –ex dictador de Argentina, fallecido en la cárcel, donde permanecía condenado por graves delitos contra los derechos humanos– pidiéndole la nómina de personas autorizadas a detener. No se la dan y no se la darán, fue la respuesta”, contó Zaffaroni, para luego admitir que la dimensión real de la dictadura militar en su país la percibió en 1978 hablando con los exiliados argentinos en Europa.

“Se trataba efectivamente de un genocidio y de la dimensión de ese genocidio tomé conciencia. No es un tema de contabilidad, no se trata de contar cadáveres, pero era masivo, estaba hecho con suma crueldad y programado fríamente”, explicó el experto de la justicia, al tiempo de confesar que la sensación que experimentó en Alemania pensando que tal vez estuviera sin saberlo compartiendo un café con un criminal nazi se le reprodujo en la Argentina, donde existían amplios sectores de la clase media “que legitimaban todo”, es decir, los secuestros y desapariciones hacia otro amplio sector de la sociedad.

CUIDADO, MÉXICO

En ese sentido, en el de no reaccionar a tiempo, es que el magistrado pidió a México que tenga cuidado. “Siento mucho lo que está pasando acá. Así como a nosotros nos ocultaban las desapariciones y los muertos, creo que aun cuando sea un momento distinto de la historia latinoamericana, se corre en México el riesgo de no saber realmente lo que está pasando”, advirtió.

En su visión, en nuestro continente ya no hay cabidas para dictaduras como la del mencionado Videla en Argentina o como la de Augusto Pinochet (1915-2006), “pero no porque hayamos conseguido nada, sino porque se terminó el neocolonialismo”, precisó.

“Fue una etapa que comenzó con la Revolución Industrial y terminó con nuestras dictaduras de Seguridad Nacional. A partir de entonces entramos en una fase más avanzada del colonialismo, que es la actual y que no se vale de Golpes de Estado tradicionales, sino de desestabilizaciones y de un control social muy perverso que se juega por sociedades excluyentes, donde hay un 30 por ciento de incluidos y un 70 por ciento de excluidos”, explicó.

Para Zaffaroni, la forma de controlar a los excluidos es instigar y fomentar la conflictividad para que se maten entre ellos y de esa forma no puedan tener conciencia de su situación, ni coaligarse ni tener ningún tipo de protagonismo político.

Se trata, según él, de un regreso a la ideología de hace 150 años, la del derrame, consistente en pesar que si el 30 % de incluidos tiene mucho, por lógica su riqueza “se derramará” y algo de ella llegará al 70 % de excluidos.

En este proceso entran los medios de comunicación, con prevalencia de la televisión sobre los periódicos, pues “hoy tiene más importancia la imagen que la palabra”, opinó.

La televisión “nos crea la realidad  y ese es el grave problema. Esos medios no están al servicio del capital financiero internacional, son parte del capital financiero internacional y por tanto, al no poder ocultar la violencia, la naturalizan”, dijo, para luego rematar con una advertencia que sonó en el Divino Narciso como un clamor: “México: cuidado con la infamia y el racismo de los que dicen que la violencia es algo inherente al pueblo mexicano.”, afirmó el famoso penalista sudamericano.

“Nadie dice que esto viene del negocio de los gringos con la cocaína. Se hacen reuniones internacionales, nos juntamos todos, decimos pavadas, hablamos del crimen organizado, pero si dicen la violencia es violencia y no sabemos de dónde viene, lo que nos están queriendo decir indirectamente es que la violencia se debe a que el pueblo mexicano es violento”, dijo.

“Cuidado con eso. Cuidado que eso es racismo. Cuidado que eso es una infamia. No deben aceptar eso. Si la historia mexicana es sangrienta es porque tuvo que defenderse de los ataques que padeció durante 500 años”, agregó.

QUIÉN ES EUGENIO RAÚL ZAFFARONI

Nacido el 7 de enero de 1940 en Buenos Aires, Eugenio Raúl Zaffaroni es catedrático emérito de la Universidad de Buenos Aires y uno de los tratadistas más importantes de la ciencia penal iberoamericana.

Es Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad del Litoral y ex Ministro de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, cargo que ocupó desde el 2003 hasta el 2014, cuando presentó su renuncia por haber alcanzado los 75 años, edad tope para los magistrados de acuerdo a la Constitución de su país.

Doctor Honoris Causa de la Universidad de Castilla La Mancha, de la Università degli Studi di Macerata (Italia), de la Universidad de Morón, de la Universidad Privada Antenón Orrego (Perú), de la Universidad de Udine (Italia), de la Universidad Nacional de Cajamarca (Perú), de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, de la Universidad Nacional de Rosario, de la Universidad para la Cooperación Internacional (Costa Rica), del Instituto Nacional de Ciencias Penales (México, DF), entre otras.

Es autor de proyectos de reformas a los códigos penales de Argentina, Ecuador y Costa Rica. Actualmente preside la Comisión de Reforma Integral al código penal de Bolivia.

Es autor de más de 25 libros, entre los que destaca el Manual de Derecho Penal, editado también en México y Perú y adaptado para la justicia brasileña.

Es el candidato por Argentina para presidir la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, con sede en San José, Costa Rica.

Ley de Aguas: el peor de los mundos posibles para las mujeres

Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias

La Ley General de Aguas, cuya discusión fue “congelada” en la Cámara de Diputados ante las críticas de la sociedad civil de que su contenido es violatorio del Derecho Humano (DH) al vital líquido, no está diseñada desde una perspectiva de género para eliminar los problemas que enfrentan las mexicanas para acceder a este recurso natural.
 
Brenda Rodríguez Herrera, investigadora de la organización civil Mujer y Medio Ambiente, realizó esta lectura sobre el contenido de la iniciativa y concluyó que la propuesta elaborada por la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no resuelve los problemas de disponibilidad, calidad y distribución del líquido que afectan en mayor medida a las mujeres.

En entrevista con Cimacnoticias, la especialista señaló que si bien la iniciativa establece que las mujeres deben participar en la toma de decisiones relacionadas con el agua –tema en el que las feministas han sido insistentes–, no estipula los mecanismos necesarios para esta participación y tampoco para que ellas puedan gozar del DH al agua.
 
El artículo cuarto de la iniciativa señala que “la participación de las mujeres y poblaciones indígenas y marginadas deberá asegurarse en la toma de decisiones sobre el sistema de gestión del agua, así como la priorización de estrategias que incorporen en dichos sistemas de gestión a las mujeres urbanas y rurales, así como las cosmovisiones, usos y costumbres de los pueblos y comunidades indígenas”.
 
“Aunque esté enunciado (en la ley) el DH al agua, no se encuentran los mecanismos para su ejercicio pleno, sino todo lo contrario, siguiendo esa lógica, el tema de mujeres –que no es lo mismo que perspectiva de género– también está tergiversado, pues una cosa es que estén mencionadas y otra que con todo lo que se planea hacer las mujeres dejen de enfrentar los problemas que ahora resisten en relación a disponibilidad, calidad, mala distribución y tarifas de agua”, precisó la experta.
 
La también integrante de la Red Género y Medio Ambiente de México recordó que son las mujeres, especialmente las de menores recursos, las que deben compensar los déficits de los servicios de agua y quienes acaban pagando más por acceder al recurso.
 
Brenda Rodríguez detalló que son ellas las que, cuando el agua no está disponible, dedican mucho de su tiempo para conseguir el recurso; recorren grandes distancias para su recolección, lo que además de desgastarlas las pone en riesgo de sufrir agresiones sexuales, pues los caminos no son seguros; son ellas las encargadas de comprar pipas, y si alguien de la familia se enferma por la mala calidad del agua, destinan parte de su tiempo en buscar servicios médicos.
 
En ese sentido, la especialista señaló que la ley no busca transformar el modelo de gestión del agua, “mucho menos incluye una mirada de DH, ni de género”, por lo que las problemáticas que se enfrentan seguirán agudizándose.
 
Para la feminista, al igual que para las organizaciones civiles que se han pronunciado en contra de esta iniciativa, uno de los principales punto de preocupación es que se considere que el derecho al agua corresponde a los asentamientos humanos y no a las personas.
 
“Si nos remitimos a lo que es considerado un asentamiento humano, las comunidades en donde apenas viven tres familias no tendrían derecho al servicio, y debido a los roles de género persistentes, serían las mujeres las encargadas de buscar el recurso”, explicó Rodríguez Herrera.
 
A lo que se suma que de aprobarse la propuesta, debido a que se permite la entrada de empresas privadas, los costos por el servicio de agua podrían incrementarse. “Esto implicará un esfuerzo doble o triple para aquellas mujeres que encabezan los hogares mexicanos, y para algunas implicaría prescindir de otros servicios”, alertó.
 
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el 24.6 por ciento de los hogares mexicanos tienen jefatura femenina.
 
Agregó que en el tema de los trasvases (obras hidráulicas que buscan incrementar la disponibilidad de agua en una población desviando la cuenca de un río vecino) también se plantea movilidad de personas y “estos desplazamientos tienen cara de mujer”, pues son ellas las que se han quedado solas en las comunidades indígenas y rurales, y no se prevé de qué manera se realizarán estos desplazamientos.
 
En este punto –resaltó la investigadora–, las autoridades deben considerar que las mujeres actualmente “no son dueñas de la tierra”, lo que se traduce en que tampoco pueden decidir sobre todos los recursos naturales que están dentro de un predio, por lo que en caso de expropiaciones ellas no tendrían herramientas jurídicas para defender sus propiedades.
 
Es prácticamente seguro –dijo– que el uso empresarial permitido en la ley derive en contaminación de los cuerpos de agua, por lo que “las primeras afectadas en su salud serían las mujeres, porque ellas son las primeras en estar en contacto con el líquido”.
 
Rodríguez Herrera indicó que existen muchos otros puntos de preocupación en la ley, por lo que –desde la sociedad civil– “no se va a bajar la guardia”, pues no basta con la suspensión de la discusión de la norma, ya que ésta debe ser desechada y en colaboración con especialistas y organizaciones se debe redactar una nueva iniciativa.
 
Finalmente anunció que este sábado 14 de marzo, con motivo del Día Internacional de Acción Contra las Presas y por los Ríos, el Agua y la Vida –iniciativa ciudadana convocada por ecologistas a nivel global–, se realizará una manifestación en el Monumento al Ángel de la Independencia, en esta ciudad, para demandar al Poder Legislativo una ley que verdaderamente garantice el derecho al agua a mujeres y hombres.

Indígenas de Chiapas, entre los grupos originarios más desplazados de América Latina

Investigadora de la UNAM destaca la importancia de los derechos humanos de grupos vulnerables del continente.

Aristegui Noticias

De México a Brasil el mayor número de individuos forzados a moverse de su territorio pertenece a comunidades originarias, señaló Katherine Isabel Herazo González, profesora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.

Esto se puede ver en Chiapas, con el movimiento zapatista; en Nicaragua, con los miskitos; en Colombia, con los nasas y embera katios, o en Perú, con los ashánincas, cada uno asociado a un proceso sociopolítico, refirió la egresada del Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL), informó la UNAM.

La difícil situación se extiende a países de la región por los conflictos comunitarios, políticos y económicos. El fenómeno se empieza a presentar como una forma de ganar guerras internas, es decir, el desplazamiento se vuelve una estrategia político-militar.

Indicó que trabajó con población tzotzil y tzeltal y que en el primer grupo su lengua no tiene palabras para designar a los derechos humanos, lo que constituyó el primer dilema epistemológico, porque los conciben como algo lejano y venido de Occidente.

“Desde su cosmovisión los derechos humanos no sólo son construidos por la normatividad o la regularización humana, sino que existen otros de índole consuetudinaria, basados en usos, costumbres y maneras de entender la realidad”, detalló.

Primer lugar

Esa noción se afianza en su afinidad política, como en el grupo de la sociedad civil Las Abejas, que defiende su tierra, autonomía y territorio, pero pacíficamente. Al desplazarse los elementos éticos y religiosos juegan un papel fundamental.

La investigadora fue primer lugar en el V Concurso de Tesis sobre América Latina y el Caribe 2013 —convocado por el Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe (CIALC)—, en la categoría Doctorado.

En su trabajo para obtener el grado, Los que huyeron (jataveletik). Representaciones sociales y derechos humanos de los indígenas desplazados, la universitaria argumenta que estos movimientos cambian a medida que las fuerzas sociales y los poderes hegemónicos y contrahegemónicos entran en tensión.

Herazo González rescata la historia y las voces de quienes se vieron obliga a abandonar su sitio y establece que los derechos humanos son un pilar por el cual luchar.

“Si alguien se desplaza no sólo pierde su tierra, sino también su trama social e historia, lo que provoca una desestructuración de identidades. Además, para los indígenas la relación con su territorio es sagrada”, externó la académica en un comunicado de la máxima casa de estudios.

La egresada del Programa de Posgrado en Estudios Latinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras indicó que también hay otras poblaciones desplazadas no indígenas, aunque la investigación se enfocó a ese núcleo por ser, históricamente, el más vulnerable.

“A nivel micro mi idea fue resaltar cómo se experimentan las garantías individuales en estas comunidades, qué tan vulnerables son y estudiar sus representaciones sociales en el rubro. Eso demostró por qué persiste el debate sobre su violación y vulneración”.