Chiapas: Autorizan plantar transgénicos en 75 mil 600 hectáreas

Autorizan plantar transgénicos en 75 mil 600 hectáreas

Hasta ahora, se ha sembrado soya transgénica 18 mil 911 hectáreas que colindan con áreas protegidas

MARIANA MORALES, El Heraldo de Chiapas

soyaLa siembra de transgénicos comenzó hace seis años en este estado. La autoridad del campo autorizó que en la entidad se experimente, pruebe y comercialice soya genéticamente modificada en 75 mil 600 hectáreas; el promotor es la transnacional Monsanto Comercial S.A. de C.V.

El año pasado, después que el Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) otorgara el permiso más reciente, científicos y expertos mexicanos difundieron el comunicado “Alto a la siembra de soya transgénica”, donde expresaban su oposición a los cultivos de este tipo.

Justificaron su oposición bajo el argumento de que estas siembras violan el derecho a la alimentación de los pueblos; se utiliza glifosato, sustancia dañina para la salud según la Organización Mundial de la Salud (OMS); y porque los cultivos en Chiapas colindan con tres áreas naturales protegidas federales.

A dichas reservas: “El Triunfo”, en la Sierra Madre; “La Encrucijada”, en la Costa; y “La Frailescana”, llegarían los fluidos tóxicos de esas plantaciones y afectarían no sólo en entorno, sino a decenas de comunidades.

Pese a ello, se continuó con estas siembras. El año pasado, se demandó ante la justicia federal detener esas plantaciones; la situación jurídica está en proceso a través de los amparos 984/2012 y 183/2012, promovidos por el Centro Estatal de Derechos de la Mujer de Chiapas, en San Cristóbal de Las Casas.

En una reciente asamblea, la Red por una América Latina Libre de Transgénicos (RALLT) concluyó en Bogotá -país que ocupa el segundo lugar en siembra de transgénicos a nivel mundial- que el resultado de esta actividad es muerte, niños afectados por agrotóxicos, nacidos con malformaciones, personas que se enfermaron de leucemia y otras dolencias, debido a que sus campos eran vecinos de los cultivos trangénicos.

En Yucatán y Chiapas, la siembra de soya transgénica de Monsanto dañaría a cerca de 25 mil familias de apicultores campesinos porque arruinará la exportación de miel, de los principales productos en este rubro para el país, se difundió.

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Desde el 2008 hasta el 2012, Monsanto S.A. de C.V. solicitó permiso a la Senasica para echar a andar cinco proyectos en 78 mil 800 hectáreas de tierras chiapanecas.

Dos de ellos serían de liberación experimental, otro par como programas “piloto” y uno más como de liberación comercial. La dependencia federal no aprobó la extensión de terreno pero a la transnacional le autorizó hacerlo en 75 mil 600 hectáreas.

En la actualidad, Monsanto ha cultivado soya transgénica en 18 mil 911.5 hectáreas del territorio chiapaneco, según datos de la dependencia obtenidos a través de la Ley Federal de Acceso a la Información Pública.

Entre 2008 y 2012 se sembró la mayor cantidad de soya modificada en 5 mil 303 hectáreas y 5 mil 775 respectivamente. En 2008 también se cultivaron otras 2 mil 965 hectáreas.

En 2010 como parte de la fase “piloto”, se sembró la soya en 2 mil 010 hectáreas de regiones agrícolas; mientras que para el siguiente año, se hizo en 2 mil 858.50 hectáreas.

Los municipios donde se ha cultivado este producto son Acacoyagua, Acapetahua, Cacahoatán, Escuintla, Frontera Hidalgo, Huehuetán, Huixtla, Mazatán, Metapa, Suchiapa, Suchiate, Tapachula, Tuxtla Chico, Tuxtla Gutiérrez, Tuzantán, Villa Comaltitlán y Villaflores.

El problema es, dijeron pobladores de esas comunidades, cómo saber que se compra soya genéticamente modificada de Monsanto para evitarlo.

Comemos veneno: El cáncer, la infertilidad y la diabetes son por la comida

Comemos veneno: “El cáncer, la infertilidad y la diabetes son por la comida”

Conversación con Marie-Monique Robin

elconfidencial.com

Robin“El aumento de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y el cáncer está directamente relacionado con los alimentos que comemos. Las hormonas sintéticas presentes en los fertilizantes y pesticidas que entran en contacto con la comida son muy peligrosas para la salud y no suelen detectarse en los análisis toxicológicos, por lo que se invalida el principio de que la ‘dosis hace el veneno’”. Con esta advertencia a modo de carta de presentación, la galardonada documentalista y periodista Marie-Monique Robin nos introduce en el mundo de la agroindustria, su campo de investigación desde hace más de una década, y sobre el que versa su último ensayo: Las cosechas del futuro. Cómo la agroecología puede alimentar al mundo (Península).

Una obra fruto del análisis comparativo de diversos sistemas de producción alimentaria que, en sintonía con otras anteriores como Nuestro veneno cotidiano y El mundo según Monsanto, cuestiona el mito de que la bajada del precio de los alimentos o de que el fin del hambre en el mundo solo son posibles mediante la producción industrial de alimentos. La principal novedad que aporta la autora gala con este último libro es que existe una alternativa demostrable, “más sobresaliente de lo que creía antes de iniciar la investigación”, y que se llama agroecología.

La transición de la agroindustria a la agroecología todavía es posible, explica Robin, pero aun existiendo la voluntad política necesaria para propiciar los cambios legislativos que la permitan, “llevará muchos años descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir alimentos sanos”. Es por ello que urge, en primer lugar, limitar el uso de pesticidas y transgénicos. “España es el país más permisivo de la UE con el cultivo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) y la comercialización de otras sustancias tóxicas, como el bisfenol A que en otros lugares como Francia está prohibido”.

Una permisividad, alerta la autora gala, con unas consecuencias más que visibles: “Las parejas españolas son las que más problemas tienen de infertilidad en toda Europa, al afectar a una de cada cuatro”. Al mismo tiempo, los cánceres de cerebro y la leucemia están creciendo a un ritmo anual del uno al tres por ciento entre los niños, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ponen también de relieve el auge del origen fetal de las enfermedades en la edad adulta (presuntamente por el tipo de alimentación de la gestante). “La propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya se está dando cuenta de estas consecuencias y reconociendo las deficiencias del principio toxicológico de que ‘la dosis hace el veneno’ debido a las indetectables hormonas sintéticas, como demuestra la mayoría de literatura científica sobre esta cuestión”, apunta Robin.

El cenit del petróleo lo será también de la comida barata

Tradicionalmente se ha relacionado el bajo coste de los alimentos con los monocultivos, el uso de pesticidas y fertilizantes para reducir las plagas, así como otras técnicas modernas de producción a gran escala. Sin embargo, Robin afirma que “los precios de los alimentos que compramos en el supermercado son completamente falsos porque no incluyen los costes directos ni los indirectos”.

Los gastos derivados del tratamiento de las aguas contaminadas, del pago de las tasas por los gases de efecto invernadero, de las subvenciones (para el gasóleo, para exportar o directamente de la Política Agraria Común de la UE), así como de los sistemas públicos de salud, por el aumento de enfermos crónicos, son algunos de los costes asociados a la agroindustria que no se incluyen el precio de origen. “Si sumamos todos estos costes a los productos en origen, su precio subiría y serían más caros que los ecológicos”. Además, añade Robin, más de la mitad del precio está engordado por los intermediarios y finalistas.

Una realidad de la que no estamos muy lejos, según la autora gala, para quien antes o después tendrá que dispararse el precio de la comida, ya sea por el fin de las subvenciones (como se prevé con la PAC), por la creciente especulación bursátil con las materias primas en los mercados de futuro, o por el no menos inminente encarecimiento de los combustibles fósiles como el petróleo y el gas, debido a su cenit.

Los productos químicos utilizados en la agroindustria se elaboran a partir de petróleo y gas, por lo que un aumento en el precio de estos recursos, junto a la escasez de agua, pondría a la agroindustria en la encrucijada. “Esta es la gran debilidad de las industrias alimentarias. Se sustentan sobre un modelo que depende de los combustibles fósiles, y está claro que el precio de éstos será cada vez mayor, por lo que el de los alimentos será parejo. No tiene sentido que la alimentación en el mundo dependa de la producción de petróleo en una región tan convulsa como es Oriente Medio”, lamenta Robin.

Alimentos saludables en un mundo sostenible

Las perniciosas consecuencias para la salud y el medio ambiente de la agricultura industrial, así como la crónica de una muerte anunciada que Robin comenzó a describir antes incluso de que se produjesen las primeras crisis alimentarias en Latinoamérica (relacionadas con los biocarburantes) han llevado a la francesa a recorrerse el mundo en busca de alternativas ecológicas. Después de estudiar diferentes técnicas agroecológicas pudo comprobar que su rendimiento puede ser mayor que con técnicas propias de la agroindustria.

“Muchas veces, cuando hablamos de agroecología pensamos que se trata de volver a las técnicas empleadas por nuestros abuelos. No es así, se trata de prácticas mucho más complejas que dependerán de la zona geográfica donde se desarrollen, del tipo de cultivo o del tipo de tierra”, explica la autora. Sin embargo, Robin sí pudo comprobar que todos ellos coincidían en un principio básico: la complementariedad. “Se trata de un principio común mediante el que se busca complementar la biodiversidad del medio, mediante rotación de cultivos o interfiriendo en los ciclos biológicos de los insectos, para prevenir plagas y aumentar la producción”.

La demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores ha aumentado proporcionalmente al deterioro de la cadena alimentaria, “pero la oferta todavía no llega para abastecerlos a todos”, apunta Robin. Para hacerla extensiva a todo el mundo no llega con la concienciación del consumidor, que al fin y al cabo es el que más poder detenta con sus decisiones de compra, sino que se necesitan medidas políticas concretas.

Entre las propuestas más urgentes para facilitar el cambio, la periodista cita “la prohibición de la especulación con alimentos, el fomento de la soberanía alimentaria mediante una férrea protección de los mercados y agricultores locales, y el acortamiento de las cadenas de distribución buscando conexiones directas entre consumidores y productores”. Solo mediante la eliminación de los intermediarios y finalistas, explica la francesa, el precio de los alimentos orgánicos se reduciría hasta en un 90%.

Las bases para posibilitar un cambio de modelo están puestas “desde hace muchos años”, pero de no iniciarse una pronta transición, advierte Robin, “no podremos anticiparnos a las crisis alimentarias que resurgirán en cualquier momento”.

AMIGOS DE LA TIERRA EXHORTAN A GOBIERNOS A LIMITAR PESTICIDA HALLADO EN HUMANOS

AVISO A LA PRENSA

Amigos de la Tierra
17 de junio de 2013

EXHORTAN A GOBIERNOS A LIMITAR PESTICIDA HALLADO EN HUMANOS

La nota informativa sobre el glifosato y los motivos de preocupación está disponible en:
www.foeeurope.org/glyphosate-reasons-for-concern-briefing-130613

GLIFOSATOWASHINGTON DC / BRUSELAS (BÉLGICA) 17 de junio de 2013 – Amigos de la Tierra Internacional exhortó hoy a los gobiernos del mundo a que limiten el uso del pesticida glifosato, después de que resultados de análisis de laboratorio publicados la semana pasada demostraron que se hallaron restos del pesticida en personas de 18 países europeos. [1]

Los análisis sin precedentes, que realizó Amigos de la Tierra Europa, revelaron que un 44% de las muestras de 182 voluntarios de 18 países europeos contenían restos del pesticida[2].

El glifosato es uno de los pesticidas más utilizados en el mundo por agricultores, gobiernos locales y jardineros, y se aplica en forma extensiva en los cultivos genéticamente modificados (GM).

En Estados Unidos y en América Latina, los agricultores están utilizando cada vez más cantidad de pesticidas (entre ellos el glifosato), en gran medida debido a la adopción a gran escala de cultivos genéticamente modificados [3].

La empresa de biotecnología estadounidense Monsanto, la mayor productora de glifosato en el mundo, vende el producto bajo el nombre de “Roundup”.

Lisa Archer, directora del programa Alimentos y Tecnología de Amigos de la Tierra Estados Unidos, declaró:

“Descubrir restos de glifosato en personas en Europa plantea varias preguntas graves: ¿Cómo llegó allí? ¿Por qué los gobiernos no están analizando su presencia en humanos? ¿También puede hallarse en ciudadanos estadounidenses? A diferencia de Europa, Estados Unidos planta grandes cantidades de cultivos resistentes al glifosato, lo que ha provocado una utilización masiva de pesticidas y las denominadas ‘supermalezas’. Algunos de ellos ya están fuera de control. El reciente hallazgo de trigo genéticamente modificado (no autorizado) de Monsanto en plantaciones en Estados Unidos ha sonado la alarma y confirma la necesidad de imponer controles más estrictos a los agronegocios”.

En mayo de 2013, un tipo de trigo genéticamente modificado resistente al glifosato fue hallado en una granja en Oregon, Estados Unidos. El trigo fue desarrollado por Monsanto, que lo sometió a análisis entre 1998 y 2005, pero nunca ha sido aprobado ni comercializado. Desde entonces, uns socios comerciales de Estados Unidos han impuesto restricciones o han sometido a análisis al trigo importado de Estados Unidos [4].

Adrian Bebb, portavoz de Amigos de la Tierra Europa, afirmó:

“El agronegocio que promueve los cultivos genéticamente modificados y los pesticidas quiere hacer de cuenta que tiene la situación bajo control, pero el hallazgo de restos de este pesticida en la orina de personas sugiere que estamos siendo expuestos al glifosato en nuestras vidas cotidianas y, sin embargo, no sabemos de dónde viene, que tan amplia es su presencia en el medio ambiente, ni cómo está afectando nuestra salud”.

“Los gobiernos de todo el mundo deben limitar el uso del glifosato, aumentar las investigaciones y garantizar que se antepongan los intereses de las personas y del medio ambiente a los de unas pocas empresas”, añadió.

Según cifras de 2010, un 70% de todo el maíz plantado en Estados Unidos fue modificado genéticamente para resistir al pesticida, al igual que un 78% del algodón y un 93% de la soja [5].

En Europa ha habido oposición generalizada a los cultivos transgénicos. Si bien tan solo un cultivo genéticamente modificado ha sido cultivado para fines comerciales, hay 14 solicitudes para la plantación de cultivos resistentes al glifosato, que la Unión Europea está considerando.

En Argentina se utilizan 200 millones de litros de pesticidas a base de glifosato al año, tan solo en plantaciones de soja. [6]

PARA MÁS INFORMACIÓN CONTACTAR A:
Adrian Bebb, Amigos de la Tierra Europa (en Inglés), Tel: + 49 1 609 490 1163 o email adrian.bebb@foeeurope.org
Lisa Archer, directora del programa de alimentos y tecnología de Amigos de la Tierra Estados Unidos, Tel: +1 510 900 3145 o email larcher@foe.org

NOTAS:
[1] Es la primera vez que se realiza un seguimiento en todo Europa de la presencia del pesticida en humanos. Los participantes del estudio, que proporcionaron muestras en forma voluntaria, vivían en ciudades y ninguno de ellos había manipulado ni utilizado productos con glifosato antes de los análisis.
Para más información lea el artículo del Wall Street Journal:
http://blogs.wsj.com/brussels/2013/06/13/study-youre-in-trouble-roundup/

[2] Se recolectaron muestras de orina de 182 voluntarios de Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, España, Francia, Georgia, Holanda, Hungría, Letonia, Macedonia, Malta, Polonia, Reino Unido, República Checa y Suiza. Los voluntarios vivían en ciudades y tenían dietas vegetarianas y no vegetarianas. No se tomaron dos muestras del mismo hogar. Las muestras fueron analizadas por el Dr. Hoppe de Medizinisches Labor Bremen en Alemania (http://www.mlhb.de/).

[3] Lea el artículo de Reuters (en inglés): “Pesticide use ramping up as GMO crop technology
backfires: study” en: http://www.reuters.com/article/2012/10/02/us-usa-study-pesticides-idUSBRE89100X20121002

[4] USDA APHIS, 29 de mayo de 2013. ‘USDA Investigating Detections of Genetically Engineered (GE) Glyphosate-resistant wheat in Oregon’
http://content.govdelivery.com/bulletins/gd/USDAAPHIS-7d0c5e

[5] Para más información, visite: http://usda.mannlib.cornell.edu/usda/nass/Acre/2010s/2010/Acre-06-30-2010.pdf

[6] Para más información, consulte:
http://www.keine-gentechnik.de/fileadmin/files/Infodienst/Dokumente/2012_08_27_Lopez_et_al_Pesticides_South_America_Study.pdf

VIDEO: Marcha y acciones contra en Monsanto en San Cristóbal de las Casas

Marcha y acciones contra en Monsanto en San Cristóbal de las Casas

MonsantoComunidades, organizaciones, movimientos, ciudadanxs y Amigos de la Tierra juntos por la vida, en el marco de la Marcha Mundial contra Monsanto
25 mayo 2013, Chiapas México

SEMINARIO 4 de junio:

Transgénicos: ¿Una verdadera solución?
Martes 4 de junio de 2013, a las 18.00h
en el espacio Cultural EL PALIACATE
5 de mayo # 20. Centro. San Cristóbal de Las Casas.
ENTRADA LIBRE

 

seminario

 

MAÑANA Jornada mundial contra Monsanto y el maíz transgénico en Chiapas

Jornada mundial contra Monsanto y el maíz transgénico en Chiapas

San Cristóbal de las Casas, 25 de mayo de 2013

https://lh3.ggpht.com/-5AuJDjLZooQ/UZpagIrXvcI/AAAAAAAAAJg/_oNtzXJyL_E/s1600/Jornada_Mundial_contra_Monsanto_motto_FACEBOOK.png

CONVOCATORIA:
http://otrosmundoschiapas.org/index.php/transgenicos/74-transgenicos/1577-jornada-mundial-contra-monsanto-y-el-maiz-transgenico-en-chiapas.html

 

25 de Mayo: Jornada Mundial en Contra de Monsanto y por la Soberanía Alimentaria. Se convoca a personas y colectivos a realizar acciones durante este día.

Consulta y participa en los eventos registrados en las distintas ciudades participantes de México.

 

MONSANTO

 

Jornada mundial contra Monsanto y el maíz transgénico en Chiapas

Jornada mundial contra Monsanto y el maíz transgénico en Chiapas

San Cristóbal de las Casas, 25 de mayo de 2013

monsantoTodo el territorio de México es centro de origen y diversidad del maíz, con una riqueza calculada en más de 59 razas de maíz criollo, nativo o autóctono. En Chiapas hay presencia de 12 de estas razas presentes en la milpa chiapaneca.

Hacemos nuestro el reconocimiento de la UNESCO de la comida mexicana como patrimonio cultural de la humanidad, y la inclusión del maíz criollo y del sistema milpa de Chiapas y en la lista del patrimonio cultural inmaterial de México.

Conscientes de que el maíz sembrado en el sistema milpa es el centro de la economía, la alimentación y las estrategias de control territorial de 300 mil familias campesinas chiapanecas, por lo que es el principal sustento de más de 1.5 millones de personas.
Estamos preocupados por las políticas nacionales como la Cruzada Nacional contra el Hambre cuyos enfoques no están orientados hacia la soberanía agroalimentaria y ecológica con apoyo a la producción, sino que se proponen distribuir productos alimenticios industrializados y esquemas que mantienen la población en dependencia de alimentos poco saludables y culturalmente no adecuados.
Nos sentimos sometidos ante una agricultura industrializada, monopolizada y poco sustentable impulsada por el gobierno mexicano y favorecida por empresas como Monsanto, que inundan con sus productos forzando a las familias mexicanas urbanas a conseguir alimentos de mala calidad y fomentan la eliminación de la producción de alimentos en las familias rurales.
Estamos informados y al tanto de los reportes de organizaciones no gubernamentales, de los avances tecnológicos y de los resolutivos jurídicos en donde Monsanto y otras empresas transnacionales de la biotecnología apoyadas por el Departamento de Estado de EUA buscan controlar el comercio mundial de semillas y agroquímicos, e imponer derechos de patente a organismos desarrollados milenariamente por campesinos a través de la inserción de un transgen.
Tomando en cuenta las investigaciones científicas que han demostrado que el maíz transgénico Bt y los herbicidas de Monsanto pueden conducir a problemas graves de salud, como el desarrollo de tumores cancerígenos, infertilidad y defectos congénitos.
Alarmados por las solicitudes que cada año presenta Monsanto a la SAGARPA para la liberación comercial de maíz transgénico, cuya última solicitud de “Análisis de Riesgo” abarca cerca de 12 millones de hectáreas en el norte de México: Coahuila, Durango y Chihuahua.
Consternados por la pérdida de opciones alimentarias sanas y diversas en los mercados locales de San Cristóbal de las Casas, de Chiapas y del país en general, completamente dominados por productos hortícolas provenientes de semillas de empresas biotecnológicas principalmente de la empresa SEMINIS (propiedad de Monsanto asentada en Chiapas).
Apoyando a los apicultores de Chiapas y la Península de Yucatán, que exigen la cancelación de la siembra comercial de soya transgénica autorizada en más de 250 mil hectáreas, por el riesgo real de que las abejas colecten polen de soya transgénica y éste sea llevado las colmenas de miel orgánica.
Estamos conscientes de que las demandas que dirige Monsanto contra campesinos cuyos cultivos han sido contaminados con transgenes patentados,  son completamente injustas, ya que los cultivos podrían presentar dichos transgenes debido a la polinización cruzada, tal como se demostró en estudios científicos en 2001 en Oaxaca y se confirmó en 2009 en tres estados más: Guanajuato, Veracruz y Yucatán.

monsantoDECLARAMOS
Nuestro rechazo a la agricultura con cultivos transgénicos propuesta por la empresa Monsanto, y a sus prácticas totalmente fuera de ética en cuanto a que violentan los derechos bioculturales de los y las campesinas y los derechos de la fauna y flora en México y en el mundo.
Nuestro apoyo a la agricultura familiar campesina y a la agricultura tradicional, así como a la producción sana y cercana con semillas nativas de maíz, frijol y propias de la hortaliza milpera (chile, jitomate y cebolla) y sin uso de herbicidas y otros insumos agroquímicos altamente dañinos a la salud.

EXIGIMOS
Al gobierno federal, particularmente la SAGARPA y la SEMARNAT, para que se reinstale y se mantenga la moratoria a todo tipo de importación de maíces provenientes de otros países y que se rechacen las solicitudes de liberación comercial, piloto y experimental de maíz transgénico.
Que organizaciones independientes determinen el grado de contaminación por transgenes en las razas de maíz en todo el país y que, todo el territorio de México sea reconocido oficialmente como centro de origen y diversificación del maíz.
El rechazo total a la “propiedad intelectual” sobre semillas nativas especialmente las de cultivos alimentarios, y que se respete el derecho de los campesinos de conservar, reproducir e intercambiar sus semillas y el fomento a programas que apoyen la agroecología, generalmente omitidos de las políticas estatales porque no generar ganancias a las industrias agroalimentarias.
Que se implementen políticas internacionales de protección de la biodiversidad con los países vecinos que conforman Mesoamérica y que se instrumente un programa de etiquetado de todos aquellos alimentos que contengan ingredientes transgénicos.
Una mayor participación de las instituciones de apoyo, capacitación y producción agrícola, así como esquemas de evaluación y fortalecimiento participativos provenientes de una ciencia agronómica y biológica que respete las costumbres y cultura campesina de la población  chiapaneca.

PROPONEMOS
La enseñanza y popularización de la agroecología en los ámbitos urbanos y rurales para el núcleo familiar creando una economía orgánica y de bien común que se reduzca hasta erradicar la distribución y uso de herbicidas y otros insumos agroquímicos, empezando por el glifosato, que han demostrado su alta toxicidad para la salud humana y el medio ambiente.
Que las experiencias de agricultura familiar campesina y agroecológica sean la base de una nueva política de desarrollo rural en la que exista un régimen especial de protección para el maíz nativo.
La real aplicación de la Ley Nacional de Desarrollo Sustentable y el papel decidido de los gobiernos municipales y estatales para una planificación participativa sobre sus derechos alimentarios.
Declarar cada municipio de Chiapas como “Zona Libre de Transgénicos”, en aplicación del artículo 90 de la Ley de Bioseguridad de Organismos Genéticamente Modificados.
Demandar como pueblo de México en tribunales internacionales a los responsables de la contaminación transgénica, las autoridades federales que expidieron los permisos y la empresa Monsanto y todas aquellas que hayan realizado siembras de maíz transgénico experimentales y piloto en el territorio mexicano.

¡Fuera el maíz transgénico de México!
Por el reconocimiento de la agricultura familiar campesina
¡Queremos un México libre de Monsanto!

Martes de Cine: David versus Monsanto

Seminario permanente de la sustentabilidad
invita:
Martes de cine (con conciencia) en Kinoki
este martes 21 de mayo, a las 8:00pm:

DOCUMENTAL

David versus Monsanto

(EEUU, 2009, 66 min.)

 

monsanto

 

Tema:
Los agricultores canadienses Percey y Luise Schmeiser luchan desde 1996 contra la multinacional fabricante de semillas transgénicas y químicos Monsanto.

En el marco de la Marcha Mundial contra Monsanto este sábado 25 de mayo:

monsanto

 

Saber más:

Monsanto contra el pueblo

Muchos agricultores han decidido abandonar el cultivo de maíz y soja a causa de “la contaminación inevitable que provocaría”

El grito internacional contra Monsanto se ‘trasplanta’ a 36 países

 

Monsanto contra el pueblo

Muchos agricultores han decidido abandonar el cultivo de maíz y soja a causa de “la contaminación inevitable que provocaría”

Monsanto contra el pueblo

Charlotte Silver, Al Jazeera magazine
Fuente: Rebelion.org

monsantoLa semana pasada, Monsanto les comunicó a sus accionistas los asombrosos beneficios obtenidos en 2012. Al mismo tiempo, agricultores norteamericanos hacían juicio en Washington para desafiar el derecho de los gigantes de la biotecnología a que demandaran a los agricultores cuyos sembrados habían sido contaminados por las semillas de Monsanto. El 10 de enero comenzaron las presentaciones orales ante la Corte de Apelaciones de EE.UU., para decidir si se invertía el rechazo a la causa, de febrero pasado.

Las ganancias de Monsanto duplicaron, casi, las proyecciones de los analistas, y el total de sus ingresos alcanzó los $ 2.94 billones a fines de 2012. El aumento de precio del herbicida Roundup siguió dominando el mercado de Estados Unidos y, quizá, lo más significativo es que los mercados de América Latina constituyen factores que contribuyen al floreciente negocio de Monsanto.

Al explotar su maíz, soja y algodón transgénicos patentados, Monsanto asegura un odioso control sobre las industrias agrícolas de EE.UU., y exprime con eficacia a los agricultores convencionales, o sea, los que usan semillas no transgénicas. Así elimina las posibilidades de ellos de participar en el mercado y ser competitivos. (Hasta fines de 2013, el Departamento de Justicia investigaba a Monsanto por violar las leyes anti-trust con sus actividades en contra de la competencia hacia otras compañías biotecnológicas, pero esa investigación fue discretamente cerrada antes de fin de año.)

Hay un proceso legal en curso, aparentemente modesto: Osgata et al v Monsanto, que había sido iniciado en marzo de 2011, y consiste en conseguir protección legal para los agricultores de cultivos orgánicos convencionales, contra el agresivo procesamiento que aplica Monsanto a la violación de sus patentes. Pero las consecuencias de este juicio son trascendentales. Si la Corte de Apelaciones del DC (capital) invierte el rechazo, se iniciará un proceso de descubrimiento que podría revelar la reserva de información que Monsanto ha venido ocultando al conocimiento público, tanto por esconderlo como por impedir la investigación independiente.

Monsanto abusa de las patentes

Entre 1997 y 2010, Monsanto inició 144 juicios contra familias de agricultores, y solucionó 700 casos fuera de la Corte. Más aun: grupos relacionados con la alimentación calculan que Monsanto investiga a cientos de agricultores en busca de posibles culpables de infracción a las patentes.

Las víctimas de los depredadores juicios de Monsanto son los agricultores que usaron semillas de la gran empresa sin hacer caso de la patente, y también los que jamás tuvieron la menor intención de sembrar plantas transgénicas. Osgata et al v. Monsanto se ocupa de este segundo grupo y representa a 31 granjas y agricultores, a 13 empresas de venta de semillas, a 31 organizaciones agrícolas que representan a más de 300.000 individuos y a 4.500 granjas y agricultores.

Los demandantes exigieron una declaración legal que asegure que Monsanto no tenía derecho a demandarlos por infracción a la patente.

Jim Gerritson, presidente de OSAGA (Organic Seed Growers and Trade Association: Cultivadores de Semillas Orgánicas y Asociación Comercial), y precursor de la demanda, me explicó que los agricultores de semillas orgánicas y no transgénicas son “… un ejemplo clásico de por qué el Congreso aprobó la Ley de Juicio Declaratorio: si hay un grupo que teme sufrir la prepotencia de una gran compañía, puede pedir protección contra reclamos e infracciones a patentes”.

Crisis del maíz: gusanos provocan serios daños a la cosecha

Sin embargo, las cortes federales siempre han protegido los derechos de Monsanto a sus beneficios a través de un sistema de patentes que obstaculiza cada vez más la libertad individual y de mercado al permitir que Monsanto abuse de sus derechos de patente. Osgata está representada por el abogado Dan Ravicher y por la Fundación Pública de Patentes, una organización que se dedica a crear un sistema justo de patentes, que procura un equilibrio entre la libertad individual y la emisión ética de patentes.

Monsanto se ha creado una reputación convenientemente intimidatoria, como implacable fiscal de los agricultores no transgénicos cuyos campos han sido contaminados por el maíz genéticamente que sembraron sus vecinos, ya sea a través de la polinización cruzada o por la mezcla accidental de semillas durante la cosecha.

A raíz de estos ejemplos aterradores, los agricultores ha asumido la responsabilidad de impedir la contaminación, estableciendo límites a las pruebas genéticas y, en algunos casos, directamente absteniéndose de sembrar.

Efecto monopólico

monsantoOsgata muestra en detalle cuántos agricultores convencionales han desistido de sembrar determinados cultivos, con la intención de resaltar la monopolización que es consecuencia de la agresiva persecución de Monsanto a los casos de infracción de patente. Se ha estimado que hay un 88% de maíz y un 93% de soja modificados genéticamente, la mayoría, a manos de Monsanto. Bryce Stephens, agricultor de cultivos orgánicos del Noroeste de Kansas, es uno de esos agricultores que ha decidido dejar de cultivar maíz y soja, a consecuencia de la inevitable contaminación que ocurriría.
“Mi temor a la contaminación por medio de maíz y soja transgénicos y el consecuente riesgo de ser acusado de violar la patente me impiden cultivar maíz y soja en mi campo. No existe otro motivo por el cual no siembro esas plantas, aunque me gustaría mucho hacerlo.”

Gerritson me lo explicó así: “Los agricultores han sufrido pérdidas económicas. Ya no cultivan maíz y soja porque están seguros de que sus cultivos van a ser contaminados. No pueden arriesgar sus campos y sus familias ante la posibilidad de ser procesados por infracción a la patente”.

Monsanto sabe que los consumidores no comprarían sus productos por su propia voluntad, lección que aprendieron en Europa cuando se exigió que los alimentos transgénicos llevaran esa precisión en sus etiquetas. En Norteamérica, la compañía y sus aliados han gastado millones en impedir las iniciativas locales de etiquetamiento como, por ejemplo, hace poco, en California. Pero si bien la compañía logra dejar fuera a los agricultores convencionales, los norteamericanos no tienen alternativa… con o sin etiqueta.

A pesar de la creación de este peligroso monopolio, en febrero de 2012, la jueza Naomi Reice Buchwald aprobó la solicitud de Monsanto y rechazó el procesamiento inicial, calificando a las preocupaciones de los agricultores como “exageradas”, e instándolos a confiar en las promesas de Monsanto (que no eran legalmente vinculantes) de no ejercer sus derechos de patentes hacia la contaminación involuntaria de rastros transgénicos en las plantas; declaró que los agricultores habían inventado una controversia que no existía, en realidad.

Si el caso iniciado por los agricultores logra seguir adelante, lo mínimo que va a ocurrir es de fundamental importancia: que, a través del proceso de descubrimiento, el público tendrá acceso a un hallazgo de información que la gran empresa había logrado mantener oculta. Ravicher está convencido de que, entonces, podrá determinarse que los productos traficados por Monsanto no son sanos y, en consecuencia, no son buenos para la sociedad. Citó un caso de hace 150 años, y nos lo recuerda: “… una invención para envenenar al pueblo no es patentable”.

Es evidente que está creciendo el movimiento para derrotar a Monsanto. Gane o pierda esta vuelta, el pueblo no va a desistir en su lucha por derribar a este monstruo.

Charlotte Silver es una periodista radicada en San Francisco y West Bank. Obtuvo su título en la Universidad de Stanford.

Traducido del inglés por Ana Silvia Mazía

El grito internacional contra Monsanto se ‘trasplanta’ a 36 países

El grito internacional contra Monsanto se ‘trasplanta’ a 36 países

RT Actualidad
MonsantoEl próximo 25 de mayo activistas de decenas de países en todo el mundo participarán en una protesta global contra el gigante biotecnológico Monsanto, levantando su voz contra sus excesos contra la naturaleza, los agricultores y los consumidores.

Un total de 298 ciudades de 36 países del mundo serán el escenario de una protesta mundial contra Monsanto, cuyos productos transgénicos, según denuncian los activistas, perjudican la salud, causando cáncer,  infertilidad e incluso defectos en los fetos.

Los activistas, convocados por el movimiento Ocupa Monsanto se manifiestan contra la falta de investigación gubernamental sobre los efectos a largo plazo de los productos transgénicos de Monsanto. Es “un conflicto de intereses” que los activistas explican por el hecho de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU., encargada de garantizar la seguridad alimentaria de la población, “está dirigida por los ex empleados de Monsanto”.  

MonsantoOtra causa de la indignacion de los activistas es la así llamada ‘Ley de Protección de Monsanto’ (Monsanto Protection Act) que niega competencia a las cortes de justicia federales para detener inmediatamente la plantación y venta de cosechas transgénicas.

“Monsanto se ha beneficiado de los subsidios a las empresas y del favoritismo político. Los agricultores orgánicos y pequeños sufren pérdidas, mientras que Monsanto sigue con su monopolio sobre el suministro mundial de alimentos, incluso con sus patentes exclusivas sobre las semillas”, denuncian los activistas.

Los organizadores de las protestas, la mayoría de las cuales se celebrará en EE.UU., subrayan que se trata de una marcha de caracter pacífico y advierten a la gente sobre la posible infiltración de provocadores “contratados para desacreditar a los activistas”.

CONTRA EL MAÍZ TRANSGÉNICO ¡NI UN PASO ATRÁS!

 

Transgénicos ‘amargan’ la miel

Transgénicos ‘amargan’ la miel

La exportación del dulce -de unos 30 mdd al año- podría estar en riesgo.

Alicia Carrasco/SIPSE
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MÉRIDA, Yuc.- La apicultura yucateca, actividad que genera 30 millones de dólares al año en la exportación de miel, se ve amenazada por la posibilidad de que se autorice la siembra de soya transgénica en la región.

Un trabajo de investigación del Colegio de la Frontera Sur de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, comprobó, mediante un experimento, que las abejas sí sustraen polen y néctar en sembradíos de este tipo de soya, lo que contamina la producción de miel.

Los resultados contradicen la postura del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), que ha negado las afectaciones.

“Se autorizó la siembra de la soya transgénica en siete estados del país, los más afectados son los de la Península de Yucatán, ya que aquí es donde hay más apicultores, y casi toda la miel se exporta a la Unión Europea”, precisó Eric Vides Borrell, investigador del Colegio de la Frontera Sur de San Cristóbal de las Casas, especializado en abejas.

La situación para los apicultores se complica, ya que en 2011 la Unión Europea consideró el polen como un componente de la miel, por lo que si más del 0.9 por ciento del producto tiene organismos genéticamente modificados, debe llevar una etiqueta especial.
Mala reputación

De manera que el producto se puede comercializar, pero genera una mala reputación de la miel mexicana, al estar contaminada por el polen de soya transgénica.

“Hay un sector oficial que argumenta que no hay problema de que se siembren las parcelas de soyas en lugares que son tradicionalmente apícolas, porque las abejas no pecorean, que no van a recolectar polen y néctar a la soya”, señaló Vides Borrell.

Ante esta aseveración, el Colegio de la Frontera Sur llevó a cabo una investigación en
Soconusco, Chiapas, donde el año pasado se sembró soya transgénica para comprobar la teoría; cabe señalar que en la literatura científica desde los años ochenta se comenta que las abejas sí pecorean (recolectan miel) en la soya.

“Lo que encontramos en la investigación es que sí pecorean en la soya transgénica.
Realizamos un experimento colocando colmenas a distancias crecientes de las parcelas de soya para ver a qué distancia podían las abejas tomar polen y néctar, posteriormente analizamos”, explicó el investigador.

Se analizó la miel con técnicas de biología molecular y los resultados fueron que mucha de las muestras de la miel y de polen contenían polen de soya, tanto convencional como transgénica, pues en la región de Soconusco, donde se realizó el experimento, se sembraron ambos tipos de soya”, mencionó.
Esperan resolución de juez

El colectivo MA OGM señaló que, según informes de la delegación de la Semarnat, no se piensa sembrar más soya transgénica en el Estado; no obstante, se está a la espera de la resolución del juzgado sobre el caso de suspensión promovido por el cultivo iniciado hace dos años.

“En Yucatán se realizó este cultivo hace dos años, pero se logró parar, y el año pasado ya no se sembró”, recordó Irma Gómez González, integrante del Colectivo MA OGM.

Detalló que desde 2005 en Campeche se sembró ese producto, pero el año pasado, gracias a una suspensión provisional que otorgó el juzgado segundo en esa ciudad, se detuvo esta acción.
Critican apicultores

Comunidades de apicultores de diez municipios de Yucatán, donde están los polígonos autorizados para la siembra de productos modificados, solicitaron al Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) ser declarados zona libre de transgénicos, pero dicho organismo no les responde, ya que las normas orgánicas “no están aprobadas”.

Por su parte, la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), a pesar de declarar que la siembra de soya transgénica no es viable en la región, dio “luz verde” para este cultivo, señalan productores locales.

De acuerdo con el Senasica, no existe problema con la apicultura y la soya transgénica, pues representantes de este organismo han declarado que las abejas no se posan en la soya, ya que ésta es autógama y es imposible encontrar polen de soya.

“Realmente asombra su ignorancia, ya que desde hace más de 15 años hay reportes, los cuales se pueden encontrar en internet, de apicultores que cosechan miel de soya; están en el juzgado las pruebas de los análisis de miel contaminada”, declaró el apicultor Federico Berrón Autrique, productor que encabeza la empresa Miel Integradora y forma parte del Consejo Directivo de la Asoc. Mexicana de Exportaciones de Miel.

Cabe indicar que el director en jefe de Senasica, Enrique Sánchez Cruz, al contestar los amparos promovidos por los apicultores, señaló que él no emite los permisos; mientras que la otra dirección de inocuidad involucrada en el caso, cuyo titular es Hugo Fragoso Sánchez, en los amparos de Campeche, niega que la soya pueda tener algún efecto.

“Nos asombra, porque él tendría que cuidar más a la apicultura por ser una actividad de miles de familias y el beneficio de la soya transgénica es inmensamente menor que el de la apicultura”, señaló Berrón Autrique.

Las repercusiones económicas para el Estado, consideró, serán de una pérdida de unos 30 millones de dólares de la producción de miel.

Indicó que tres mil hectáreas de soya están calculadas en 45 millones de dólares; aunque se produce 30 millones de dólares de miel, por el impacto de la polinización, se estima en 10 veces ese valor.

“Afortunadamente, en Yucatán el Gobierno está muy consciente de que será un desastre económico y la ruina de la apicultura”, apuntó.

Si la ONU quiere acabar con el hambre, debe cambiar las políticas que lo causan

Si la ONU quiere acabar con el hambre, debe cambiar las políticas que lo causan

Con ocasión de la reunión de alto nivel sobre hambre, seguridad alimentaria y nutrición que Naciones Unidas celebra en Madrid, la Plataforma Rural reivindica la lucha contra la agricultura industrial, el robo de tierras y la especulación financiera.

faoLa Plataforma Rural recuerda que esta reunión se realiza en un momento de crisis financiera y económica global, con precios energéticos y alimentarios crecientes y cada días más volátiles, y una crisis ambiental y social sin precedentes.

La plataforma, compuesta por una veintena de organizaciones campesinas, ecologistas, sociales y de cooperación, desconfía de los anuncios del Gobierno español y de la ONU que dicen querer acabar con el hambre en el mundo, porque la cifra de personas desnutridos en el mundo sigue aumentando y porque no han mostrado voluntad política para garantizar el derecho a la alimentación.

Según UNICEF, actualmente hay 1.300 millones de personas en el mundo que no tienen suficientes alimentos. “Esta emergencia alimentaria tiene causas políticas y económicas, como las políticas de libre comercio de la Organización Mundial de Comercio y de la Unión Europea, los conflictos bélicos por el control de recursos naturales, y los programas de ajuste estructural impuestos por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para pagar la deuda externa en detrimento de la protección y de las ayudas a los pequeños agricultores”, señala la Plataforma Rural.

Ni el gobierno español, ni la Unión Europea han cambiado las políticas que han causado la fuerte crisis alimentaria de 2006-2008, cuando los precios de los alimentos alcanzaron niveles récord, con un aumento del 80% en 18 meses, sino han fomentado la expansión de la agricultura industrial y la especulación financiera lo que ha agravado el hambre en el mundo. Como confirma el reciente estudio de la UNCTAD, el organismo de Naciones Unidas competente en materia de comercio y desarrollo, “Quantification of the High Level Endogeneity and of Structural Regime Shifts in Commodity Markets”: entre el 60 y 70% de las variaciones de los precios de las materias primas se debe a la actividad especulativa.

“Las políticas agrícolas y comerciales neoliberales han convertido los alimentos en una mercancía, han favorecido la especulación financiera con las materias primas alimentarias y el robo de suelo fértil por parte de inversores extranjeros (agroindustria, gobiernos, fondos especulativos, bancos). Todo esto, a su vez, ha disminuido la capacidad de muchos países para autoabastecerse y los ha hecho depender de la importación alimentaria, provocando la expulsión de miles de campesinos de sus tierras y la subida del precio de cereales básicos”, denuncia la Plataforma Rural.

Estos procesos se ven agravado por el calentamiento global, que afectará a las producciones agrarias, suponiendo un impacto directo sobre las poblaciones campesinas. Aun así, el Gobierno español sigue subvencionando la agroindustria y los combustibles fósiles y no tiene voluntad política para frenar el cambio climático mientras ha aniquilado la Ayuda Oficial al Desarrollo, reduciendo su partida un 50%, situándola a niveles de 1990 e infringiendo sus obligaciones internacionales.

“Ahora me quedé sin tierra. El hambre está matando gente. Tenemos que comprar arroz para sobrevivir porque ya no podemos cultivarlo nosotros mismos”, cuenta Zainab Kamara, una de miles de agricultores de Sierra Leona de cuyas tierras se apoderó la empresa suiza Addax Bioenergy con el fin de establecer una plantación de 10.000 hectáreas de caña de azúcar para producir etanol y exportarlo a Europa.

Se estima que la demanda mundial de agrocombustibles ascenderá a 172.000 millones de litros en 2020. En otras palabras: 1.096 acopios de tierras del tamaño del proyecto de Addax Bioenergy en Sierra Leona. La UE es el causante principal de los acaparamientos de tierras para la producción de agrocombustibles porque importa gran parte de las materias prima que utiliza.

Desde 2008 el aumento de las inversiones financieras en la tierra ha contribuido al acaparamiento de cerca de 200 millones de hectáreas de tierra, arrebatados a pequeños agricultores, pescadores y otras comunidades rurales, robándoles sus medios de supervivencia. “Debido a su magnitud, agrava la situación de pobreza, hambre y malnutrición, vulnera el derecho a la alimentación, e implica con frecuencia a desalojos violentos, desplazamientos forzados de personas y violaciones a los derechos humanos”, manifiesta la Plataforma Rural. Además, los bancos y la industria financiera europeos tienen especial responsabilidad por la especulación alimentaria y el robo de tierras.

La Plataforma Rural exige a los gobiernos asistentes a la reunión de la FAO en Madrid que cumplan con sus obligaciones de derechos humanos, que cesen inmediatamente la transferencia de tierras y recursos naturales a bancos, fondos de pensiones y otros inversionistas, que cancelen los contratos hechos, restituyan las tierras saqueadas y protejan a las comunidades rurales y urbanas del acaparamiento actual y cualquier acaparamiento futuro.

“Exigimos a los gobiernos, a la FAO y a otros organismos internacionales que pongan inmediatamente en práctica los compromisos asumidos en la Conferencia Internacional sobre Reforma Agraria y Desarrollo Rural (CIRADR) de 2006, especialmente, garantizar los derechos de los/as usuarios/as de la tierra, la re-activación de procesos de reforma agraria sobre la base de un acceso equitativo a los bienes naturales y el desarrollo rural para el bienestar de todos/as”, añaden.

“Instamos también a rechazar definitivamente los Principios para Inversiones Agrícolas Responsables del Banco Mundial, que son ilegítimos. El BM y los bancos regionales de desarrollo están facilitando el acaparamiento de la tierra y del agua al promover políticas y leyes que sólo protegen los inversionistas”, expone la Plataforma Rural.

“Exigimos a los gobiernos y la FAO que apoyen las agriculturas familiares y la producción agro-ecológica, y responder específicamente a las necesidades de las mujeres y de los jóvenes”.

La Plataforma Rural reitera su compromiso a resistir al acaparamiento de tierras y se suma por ello al Día Internacional de las Luchas Campesinas (17 de abril) y convoca a la semana de lucha del 15 al 21 de abril, con movilizaciones en todo el Estado español alrededor de estas fechas. Ecoporta.net

· Javier Sánchez, representante de La Vía Campesina Internacional y de la Plataforma Rural, participará en la reunión de la FAO reivindicando el modelo social de agricultura como garante de la soberanía alimentaria, fuente de empleo y vida en las zonas rurales.

Ecologistas en Accion

Nuevo informe: “Plantaciones de árboles en el Sur para generar energía en el Norte: una nueva amenaza para comunidades y bosques”

Nuevo informe: “Plantaciones de árboles en el Sur para generar energía en el Norte: una nueva amenaza para comunidades y bosques”

plantacionesWRM
Aparentemente preocupados por el cambio climático y la urgente necesidad de reducir las emisiones de dióxido de carbono resultantes de la quema de combustibles fósiles, los gobiernos del Norte –particularmente los pertenecientes a la Unión Europea, pero también los de EEUU y Canadá– están promoviendo, cada vez más, el uso de un determinado tipo de materia prima, considerado ´renovable´, para la generación de energía en gran escala: la madera.
 
Para abastecer esa creciente demanda de los países del Norte enormes extensiones de territorios en el Sur están amenazados de ser ocupados por plantaciones de monocultivos de árboles, que profundizarán el proceso ya existente de acaparamiento de tierras. Actualmente en el Sur ya hay cerca de 60 millones de hectáreas de tierra ocupadas por plantaciones industriales de árboles.
 
De acuerdo a un informe de la propia Unión Europea, una de las principales promotoras del uso de biomasa de madera, “la demanda creciente de energía de biomasa de madera es probable que aumente el precio global de la madera, lo que añadirá presión sobre los bosques y otros ecosistemas y conducirá a conflictos vinculados al uso del territorio. Otros riesgos más específicos incluyen deforestación en los casos cuando los bosques naturales son reemplazados por plantaciones de monocultivos y los impactos a largo plazo sobre la producción de alimentos y la seguridad energética”. Sin embargo, no hay indicios que esa preocupación en relación a los riesgos se haya traducido en medidas concretas para enfrentar efectivamente las raíces de la crisis climática. Por el contrario, se busca legitimar el proceso de expansión de plantaciones para biomasa a través de sellos de certificación “sustentable” como por ejemplo el FSC.
 
La nueva publicación del WRM, “Plantaciones de árboles en el Sur para generar energía en el Norte” busca sobre todo alertar respecto a los impactos que ya provoca y provocaría una expansión acelerada de este tipo de plantaciones de árboles para atender esa creciente demanda en el Norte sobre las comunidades rurales en países del Sur que dependen del acceso a la tierra y de la disponibilidad local de biomasa para su propio abastecimiento de energía y sobre la conservación de bosques y otros ecosistemas
 
Se puede acceder al informe en PDF.
Está disponible también en en inglés, portugués y francés.