Mayas le ganan demanda a Monsanto; el multinacional dejará de sembrar transgénicos

Fuente: elcantor.com

El trozo de tierra en el que Leydi Pech tiene sus colmenares no es grande. Tiene, si acaso, dos hectáreas y de él proviene el sustento no solo de esta indígena maya, sino de los diez integrantes de su familia. Forma parte de un ejido en el estado de Campeche, donde los integrantes de su comunidad tienen parcelas similares. La mayoría se dedica a lo mismo: cultivar miel de la delicada abeja melipona, que no posee aguijón, por lo que no puede defenderse de sus depredadores.

Forma parte de un ejido en el estado de Campeche, donde los integrantes de su comunidad tienen parcelas similares. La mayoría se dedica a lo mismo: cultivar miel de la delicada abeja melipona, que no posee aguijón, por lo que no puede defenderse de sus depredadores.

No, no es un terreno grande el de Leydi. Sin embargo, ahora mismo está en el centro de una batalla de alcances globales: la de quienes están a favor o en contra de los cultivos transgénicos.

Apicultores como Leydi temen que los cultivos transgénicos puedan contaminar la miel que producen artesanalmente. México es el tercer exportador mundial de este producto y la mayoría de quienes la trabajan son indígenas.

Amparos

La semana pasada, un juez concedió un amparo a indígenas y campesinos de Yucatán por medio del cual se suspendía la siembra de soya transgénica en la región por parte de la empresa Monsanto.

Dos amparos similares habían sido otorgados en marzo y abril a campesinos e indígenas de Campeche, entre los que se encuentra Leydi.

Según medios de comunicación y activistas, las medidas cobijan a unos 30 mil apicultores con sus familias, en su mayoría de pueblos originarios.

En los fallos de Campeche se indica que el gobierno no consultó a las comunidades indígenas mayas sobre una decisión que las tocaría directamente.

En el dictamen de Yucatán, además de este argumento, también se contempla la posibilidad de que las semillas transgénicas puedan afectar los cultivos y en especial la producción de miel.

“Es el derecho a que no se puede implementar ningún tipo de biotecnología hasta que no se garantice plenamente los efectos secundarios” explica el abogado Jorge Fernández, quien forma parte del colectivo Ma OGM , que asesora a los apicultores.

En los tres amparos -que han sido calificados de “históricos” por defensores del medio ambiente-, además de suspender los cultivos transgénicos se ordena realizar las debidas consultas con las comunidades indígenas.

Guerra jurídica

Esta nueva batalla entre agricultores y activistas contra la siembra de semillas transgénicas se viene desarrollando con especial intensidad en México desde junio de 2012.

Ese mes, el gobierno autorizó al gigante Monsanto a sembrar soya transgénica a nivel comercial en más de 253.000 hectáreas distribuidas en siete estados.

Según dijo Ariel Álvarez Morales, secretario ejecutivo de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) a la periodista Elva Mendoza -especialista en medio ambiente de la revista Contralínea- “cuando el Estado da permisos para la liberación, en este caso de soya, es porque no hay elementos de bioseguridad que nos digan que algo malo va a pasar”.

No es lo que opinan activistas ecológicos ni los indígenas y campesinos que tienen sus sembradíos en los alrededores de las áreas donde se cultivaría la soya, quienes de inmediato interpusieron demandas en cuatro de los siete estados donde se concedieron los permisos.

No son los únicos que se oponen. En una serie de reportajes publicados en 2013, Elva Mendoza indica que, antes de que se concedieran los permisos, tres organismos gubernamentales -la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad; el Instituto Nacional de Ecología y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas- se habían pronunciado de manera negativa a la solicitud de siembra de Monsanto.

Sus argumentos iban desde “la posible filtración de agroquímicos (glifosato) a los mantos acuíferos”, hasta “la colindancia de los polígonos liberados con áreas naturales protegidas y zonas prioritarias terrestres, marinas e hídricas”.

A pesar de eso, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que estudió esos conceptos, dio luz verde a la siembra.

De hecho, según el diario El Financiero, en la decisión del juez de Yucatán influyó que no se tomaran en cuenta las opiniones técnicas de los mencionados organismos. El juez además “desechó los argumentos de las autoridades demandadas quienes exigían a los apicultores mayas pruebas científicas plenas de que los permisos otorgados influyen negativamente en la producción de miel”.

¿Qué dice Monsanto?

Desde su sede en México se indica que la gigante trasnacional, especializada en investigaciones tecnológicas agrícolas (en su sitio de internet dicen que invierte US$2 millones diarios en investigar), no está concediendo entrevistas sobre el tema.

Sin embargo, luego del dictamen en Yucatán dio a conocer un comunicado en el que fija su posición.

En él se indica que “cualquier afectación resultante de la liberación de organismos genéticamente modificados debe ser evaluada por las autoridades competentes en estricto apego a la ley y con base en evidencias y estudios científicos concluyentes”.

Se agrega que durante la rueda de prensa en la que se dio a conocer el fallo “terceros distintos a quienes interpusieron el amparo” divulgaron información “que genera confusión ante la opinión pública”.

Esa información, añaden, también “ignora la afectación que incide sobre los productores de soya de la región, quienes han subsistido su cultivo durante años y tienen derecho a acceder de forma voluntaria a mejores tecnologías agrícolas en beneficio propio de sus familias”.

En el comunicado también se anuncia que Monsanto está analizando el amparo “a efecto de interponer los recursos que por ley le asisten para defender sus derechos”.

Además de en México, Monsanto sostiene -o ha sostenido- batallas jurídicas en diferentes partes del mundo, como Estados Unidos, Brasil (donde los cultivos transgénicos ya superarían a los naturales), Chile o Francia.

La miel de la melipona

México es el tercer exportador de miel a nivel mundial (detrás de Argentina y China) y el sexto productor global. Según reportes, anualmente se producen en este país unas 57.000 toneladas de miel.

Más del 40% de la miel mexicana proviene de la llamada península de Yucatán, que se adentra como una espuela en el Mar Caribe y que incluye al estado del mismo nombre, así como a Campeche y Quintana Roo.

Casi la totalidad de la miel que produce la península -donde unas 30.000 familias dependen de su cultivo- se exporta a la Unión Europea. Uno de los temores que existen entre los apicultores es que la UE rechace su miel si encuentra que supera los limites aceptados de polen transgénico.

Y la miel más preciada de Yucatán es la que proviene de la abeja melipona, que puede venderse hasta por diez veces el precio de la miel común.

La voz de Leydi Pech se endulza cuando habla de ella.

“Es una abeja ancestral que los mayas hemos utilizado por mucho tiempo. Para nuestro consumo y para curarnos. Lo que tiene de especial esta abejita es que selecciona la floración que recolecta. También produce menos cantidad de miel”, dice con el español golpeado que caracteriza a los maya-hablantes.

Luego, un toque de hiel: “es una abeja que está en peligro de extinción en la península de Yucatán”.

El cultivo de la miel entre los mayas es prehispánico. En un estudio, la doctora Alejandra García Quintanilla, de la Universidad Autónoma de Yucatán, indica que tanto en la cerámica del período maya clásico (200 a 1.000 DC), como en los libros del Chilam Balam, se encuentran testimonios sobre la importancia de este néctar en la vida de las comunidades indígenas.

Es un conocimiento que sigue vivo: Leydi aprendió todo lo que sabe de la apicultura a los doce años, de su abuelo. Él, a su vez, recibió el saber de sus padres.

“Lo que más recuerdo de lo que me enseñó mi abuelo es que no hay que dejar que las abejas se mueran, siempre hay que defenderlas. Porque las abejas no sólo sirven para hacer la miel, sino para polinizar nuestros alimentos, lo que consumimos. Eso las comunidades mayas lo tenemos muy claro: es un servicio que nuestras abejas nos están dando. Y gratis”.

Lo que se viene

Lo más seguro es que, como lo insinúa en su comunicado, Monsanto impugne las decisiones de los jueces de Campeche y Yucatán. Y un tribunal superior bien puede ordenar la reanudación de los cultivos de soya. Quienes apoyan los cultivos transgénicos insisten en que no hay pruebas de que hayan contaminado la miel.

A nivel global, quienes respaldan los cultivos genéticamente modificados aseguran que son indispensables para alimentar a una población mundial en aumento.

De vuelta en México, los amparos plantean enormes retos logísticos. Los jueces ordenaron que se consulte a las comunidades. El de Yucatán incluso dio plazo: seis meses. El abogado Jorge Fernández cree esto en inviable en tan corto período: hay que traducir al maya -y en un lenguaje comprensible- el proyecto. Luego viene la consulta interna no sólo entre los apicultores, sino entre sus comunidades. Además, es algo que nunca antes se ha hecho.

Leydi no tiene dudas en que, como sea, hay que consultarlos: “nosotros tenemos asambleas. Cada comunidad, cada ejido hace su asamblea por usos y costumbres y tomamos nuestras decisiones… Estamos peleando esa parte: que nos pregunten. Porque tenemos derecho a opinar. Conocemos nuestro medio ambiente, nuestra biodiversidad, porque la hemos cuidado por miles de años”.

Según recuerda la periodista Elva Mendoza, los permisos para cultivar maíz transgénico -contra el que también se han presentado fuertes protestas- se encuentran asimismo suspendidos desde el año pasado por la interdicción de un juez que recibió una demanda colectiva. Según Mendoza, las transnacionales afectadas, entre ellas Monsanto, ya interpusieron los recursos jurídicos necesarios.

Leydi Pech tiene la esperanza de que la Suprema Corte de Justica de México “atraiga” los casos y de un dictamen definitivo.

Mientras tanto, lo que ha ocurrido con Leydi y sus compañeros apicultores es visto por sus simpatizantes como otra victoria local en medio de una enorme batalla global.

¿Adiós al campesinado? El supermercado siempre gana

La agricultura ha dejado de ser desde hace años una actividad económica central. Ante un modelo agrario diseñado por y para el agronegocio, cada vez más campesinos se han visto obligados a cerrar sus explotaciones y abandonar el sector. Sin embargo nuestras necesidades alimentarias siguen allí. Sin campesinado, ¿quién nos dará de comer?

Por Esther Vivas. Público.es

La agricultura, en el Estado español, ha pasado de ser una de las principales actividades económicas a una práctica casi residual. En 1900, el 70% de la población activa trabajaba en el sector agrícola; en 1950, ésta había disminuido hasta el 50% del total; en 1980, ya únicamente representaba el 19%; y en 2013, sumaba un escuálido 4,3%. Las explotaciones agrarias, del mismo modo, desaparecen a gran velocidad. En el período de 1999 al 2009, en solamente diez años, éstas disminuyeron un 23%, según el Censo Agrario del Instituto Nacional de Estadística 2009. Pronto no quedarán campesinos en el campo.

Menos explotaciones y más grandes. La concentración empresarial es otra realidad en el mundo agrario. Entre 1999 y 2009, a pesar del cierre de fincas, las que se mantuvieron, en todas las comunidades autónomas, aumentaron su extensión. Aunque los mayores incrementos se dieron en Galicia, La Rioja y Cantabria. En la ganadería, se repitió la dinámica: el número de explotaciones de cada especie de ganado disminuyó, pero aumentó el número medio de cabezas. Castilla y León se situó al frente de la producción de bovino y ovino y Catalunya fue la primera en la producción avícola y porcina, ambas comunidades con el mayor número de ejemplares de cada una de dichas especies. Por cierto, en Catalunya existen prácticamente tantas cabezas de cerdo, como de personas.

La renta agraria en términos generales, en los últimos años, también ha retrocedido, a pesar de que en 2013, ésta aumentó un 7,7% después de varios años de mantenerse estable o en caída libre. Según datos de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), el sector agrario en la última década ha perdido un 23% de su renta. Asimismo, los costes de producción siguen incrementándose, y actualmente significan un 93% de la renta agraria en su conjunto. La subida de precios de la energía, los fertilizantes y los piensos ha contribuido de forma decisiva al aumento. Los ingresos disminuyen, los gastos no hace sino aumentar. Precios en origen y en destino

El diferencial entre el precio que se paga en origen al productor y el que nosotros pagamos en la tienda o el supermercado continúa subiendo. Si en junio del 2013, el precio del producto alimentario de origen a destino se multiplicaba de media por 3,79, un año más tarde, en junio del 2014, el importe se multiplicaba por 4,52, según el Indice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos. Aquellos productos con un mayor incremento de su coste eran el calabacín, el repollo y la berenjena, con un diferencial porcentual entre el precio en origen y en destino de un 950%, un 808% y un 717% respectivamente. En definitiva, quién produce lo que comemos es quién menos dinero recibe.

De aquí que la COAG, la Unión de Consumidores de España (UCE) y la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (CEACCU) impulsaran una proposición no de ley sobre los márgenes comerciales de los productos agroalimentarios, que fue aprobada por el Congreso de los Diputados en 2008. La proposición instaba a una mayor transparencia en el proceso de configuración de los precios a lo largo de la cadena alimentaria, a la creación de un Observatorio de Precios para controlar y sancionar las malas prácticas en la fijación de los importes, a actuar para eliminar la especulación en los mercados agroalimentarios e implantar un sistema de doble etiquetado (precios origen/precios destino) que permita conocer el valor real de los alimentos y detectar distorsiones interesadas en los precios, entre otras medidas. Aunque del dicho al hecho…

El supermercado siempre gana

La venta a pérdidas por parte de los supermercados, vender por debajo del precio al que se paga al productor, es otra práctica habitual, aunque está prohibido por la administración mediante la Ley de Ordenación del Comercio Minorista y la Ley de la Competencia Desleal. La gran distribución, sin embargo, utiliza esta medida con el objetivo de fidelizar a sus clientes, vendiendo algunos productos, los llamados «productos relamo», a un precio muy bajo. A pesar de ingresar menos dinero con su venta, lo compensa con el incremento de la comercialización de otras mercancías.

El aceite de oliva ha sido, en los últimos años, uno de los productos agrarios más golpeados por esta práctica, ahora parece le llega el turno al arroz. Pero, no es oro todo lo que reluce. El consumidor piensa que ahorra con estos métodos, aunque una vez en el ‘súper’ lo que deja de pagar en un producto lo acaba pagando en otro. La gran distribución siempre gana.

Mientras, estas prácticas tienen un efecto nefasto en el campo, ya que presionan a la baja el precio que se paga en origen por dichos alimentos conduciendo a la ruina del agricultor. Sin entrar a analizar, por otro lado, el fraude que, a menudo, se da con estas prácticas, cuando nos venden, por ejemplo, aceite de oliva virgen extra a un precio extremadamente barato, y al analizar el producto resulta no tratarse del aceite de primera calidad que nos decían.

Muchos campesinos, ante estas operaciones, tiene que acabar cerrando sus fincas. Entonces, si estos desaparecen, ¿quién nos dará de comer? ¿Quiénes producirán y distribuirán la comida? Creo que la respuesta es clara: unas pocas empresas que controlan cada uno de los tramos de la cadena alimentaria. Se trata de multinacionales como Dupont, Syngenta, Monsanto, Kraft, Nestlé, Procter&Gamble, Danone, Carrefour, Alcampo, El Corte Inglés, Mercadona, por solo citar a algunas. ¿Tenemos, pues, la comida garantizada?

Esther Vivas

El maíz transgénico en México (en 15 píldoras)

Biodiversidad en América Latina y El Caribe

«Los científicos independientes comprometidos con los valores del conocimiento -y no del lucro o de los intereses económicos particulares- también comprometidos con la justicia social, y la sustentabilidad ambiental, deseamos y debemos entablar un diálogo profundo de saberes con los indígenas y campesinos del mundo. Ellos son poseedores de valiosos conocimientos y técnicas tradicionales milenarias, y con ellos podremos encontrar verdaderas soluciones a la producción agrícola y el abasto de alimentos diversos y sanos, garantizando la soberanía alimentaria.»

La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) es una Asociación Civil fundada en 2006 por científicos mexicanos de pensamiento independiente, a los que une la convicción de que el conocimiento científico debe generarse, usarse y aplicarse para mejorar la calidad de vida de la sociedad de manera sustentable y no para beneficio de alguna minoría. Nuestra tarea central es observar, aprender, analizar las oportunidades, peligros y riesgos inherentes del uso del conocimiento científico y divulgar nuestras conclusiones a la sociedad.

El Programa de Agricultura y Alimentación de la UCCS está enfocado en la seguridad alimentaria sustentable (suficiente, accesible a toda la población e inocua), en la soberanía tecnológica y en la protección de la ecología y de la biodiversidad, particularmente la de las especies cultivadas en México y que como en el caso del maíz, fueron domesticadas y/o se diversificaron en México y Mesoamérica. El maíz es central para la seguridad alimentaria y la cultura de la Nación por ser su alimento básico: 53% de la ingesta calórica y 39% de la proteínica de la dieta nacional provienen del consumo directo del maíz. Sin embargo, durante los últimos 10 años debido a políticas deficientes y a una mala planeación por parte del gobierno, la producción de maíz se ha estancado con respecto al requerimiento para consumo nacional, haciéndonos cada vez más dependientes del mercado internacional, principalmente de Estados Unidos y a la vez, exponiéndonos a la creciente volatilidad mundial de su precio.

Las corporaciones multinacionales de semillas transgénicas (CMST) han identificado al creciente déficit nacional de grano de maíz como su oportunidad para llegar a controlar el mercado nacional de semilla de maíz, que es del orden de 200,000 toneladas anuales, con valor potencial para las CMST (incluyendo los herbicidas acompañantes) de más de mil millones de dólares anuales. Su estrategia ha consistido en un intenso cabildeo en los Poderes Ejecutivo y Legislativo, en introducir la práctica de “puertas giratorias’’ en las instituciones de gobierno encargadas de la toma de decisiones a su favor, y, además, en crear adeptos dentro de la comunidad científica y lanzar campañas de propaganda dirigidas a la sociedad a través de la prensa, radio y televisión. La campaña de las CMST anuncia que la introducción de maíz transgénico a México es la modernización necesaria y urgente para alcanzar la seguridad alimentaria de maíz de México, aun considerando al cambio climático inminente. Aseguran que su conocimiento “científico” -que antes de nada está guiado por el lucro- aplicado al campo mexicano consumará la hazaña de resolver los problemas del campo y el hambre. Estas promesas se hacen sin garantía, sin fiador y con propaganda demostradamente falsa.

A cuarenta años de las primeras liberaciones de cultivos transgénicos, ha quedado demostrado que éstos no aportan beneficios sociales o ambientales, y en lugar de ello implican riesgos y peligros públicos que se anticiparon pero no se consideraron con seriedad, y con los años se han ido demostrando científicamente.

La comercialización y liberación de cultivos transgénicos ha implicado, eso sí, grandes ganancias privadas, y por ello las CMST siguen presionando para expandir su dominación sobre las semillas y la producción, distribución y comercialización de alimentos de todo el mundo, y la consiguiente contaminación de los centros de origen y diversificación de plantas como el maíz.

Los científicos independientes comprometidos con los valores del conocimiento -y no del lucro o de los intereses económicos particulares- también comprometidos con la justicia social, y la sustentabilidad ambiental, deseamos y debemos entablar un diálogo profundo de saberes con los indígenas y campesinos del mundo. Ellos son poseedores de valiosos conocimientos y técnicas tradicionales milenarias, y con ellos podremos encontrar verdaderas soluciones a la producción agrícola y el abasto de alimentos diversos y sanos, garantizando la soberanía alimentaria.

Los consorcios multinacionales de semillas transgénicas plantean una alternativa que cancelaría la soberanía y amenazaría profundamente la seguridad alimentaria de México. Su camino no tiene retorno. Con el tiempo, desaparecería todo maíz normal (no transgénico) del país y hasta las razas nativas serían transgenizadas y potencialmente serían objeto de propiedad intelectual de esos consorcios multinacionales.

Por medio de este cuadernillo de difusión y divulgación, presentado a manera de una introducción general y síntesis, escrita en un lenguaje sencillo accesible para todos, y de ‘’15 píldoras’’ con datos técnicos y científicos, queremos comunicarnos con todos los ciudadanos de México. En particular, nos dirigimos a las y los estudiantes, así como a las maestras y maestros, de nivel básico, medio y superior, de todo el país, y esperamos que con su ayuda, esta información llegue a la mayor parte de los mexicanos.

Nuestro mensaje es: “se debe prohibir toda siembra de maíz transgénico en México: la Nación no lo necesita para lograr su autosuficiencia y seguridad alimentarias; y su liberación implica riesgos y peligros inadmisibles e irreversibles”. El país dispone de alternativas basadas en tecnología pública y conocimiento tradicional, que no requieren del uso de transgénicos.

Además el maíz está en el corazón de nuestras culturas mesoamericanas.

Para acceder al documento, haga clic en el enlace a continuación:
El maiz transgénico en México (en 15 píldoras) (14,62 MB)

Crónica del 24 de Mayo Jornada Mundial de Lucha contra Monsanto.

San Cristóbal de Las Casas, se sumó al grito mundial «no transgénicos» en la “Jornada Mundial de Lucha contra Monsanto”, jornada mundial que se llevo en la Plaza de la Resistencia o plaza de la Paz de esta ciudad; en punto de las 10 mañana comenzó con la puesta de una mesa de información y petición de firmas a ciudadanos para que la empresa transnacional «Monsanto» y filiales no entren a nuestro país, los activistas trabajaron pacíficamente bajo la consigna «Sin Maíz no hay país».

El llamado fue Este 24 de Mayo para a decirle a “Monsanto y a todas las corporaciones que no podrán lucrar con nuestra vida. No queremos transgénicos ni en México ni en ningún lugar del mundo. México es centro mundial de origen y de diversidad del maíz. En las mesas recordaron que “La defensa del maíz es de todxs”. los temas informativos de esta campaña mundial fue «semilla transgénica» «soberanía alimentaría» «efectos de la semilla geneticamente modificada» «salud».

También hubieron movilizaciones en: Distrito Federal, Aguascalientes, Chihuahua, Guerrero, Michoacán, Querétaro, Yucatán, Jalisco.

Para mayor información www.carnavaldelmaiz.org Facebook: /CarnavaldelMaiz Twitter: /Carnavaldelmaiz o escríbe a carnavaldemaiz@gmail.com

Escrito por: JRC

En México se usan 186 plaguicidas “altamente” peligrosos, denuncian activistas; algunos fueron prohibidos en Europa

agrotóxicosPor: Juliana Fregoso. Revista SinEmbargo.mx

En México están registrados comercialmente 186 plaguicidas altamente peligrosos que contienen sustancias cancerígenas, han sido prohibidos en Europa o bien, no se venden en otros países porque las empresas que los comercializan se negaron a seguir invirtiendo en pruebas que dejen claro cuáles son sus efectos, según un comparativo de la Red de Acción sobre Plaguicidas y sus Alternativas en México (RAPAM).

“En México hay, por ejemplo, 85 ingredientes activos de plaguicidas que se comercializan en cientos de formulaciones que no están autorizados en la Unión Europea debido a sus efectos en la salud y/ o el medio ambiente, o porque las empresas transnacionales decidieron retirarlos del mercado europeo porque no quisieron invertir en presentar las nuevas pruebas exigidas por las autoridades europeas sobre su impacto a la salud y ambiente”, alertó Fernando Bejarano, director de la Red.

Destacó que la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) tiene autorizados, según su base de datos aproximadamente 782 ingredientes activos usados como plaguicidas en un poco más de 5 mil 600 formulaciones comerciales (esto incluye no sólo los de síntesis química, sino aceites y extractos vegetales y organismos vivos, aunque estos últimos son la minoría).

Los datos precisos sobre el uso de plaguicidas, su cantidad y el lugar donde se aplican “sigue siendo una información confidencial de las empresas que lo comercializan; no hay un registro de uso de acceso público, es un derecho público no reconocido”, mencionó Bejarano.

Puede considerarse plaguicida a cualquier sustancia o mezcla de sustancias que se destine a controlar una plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas y de animales, así como las especies no deseadas que causen perjuicio o que interfieran con la producción agropecuaria y forestal.

En México están autorizados 62 ingredientes activos altamente tóxicos para abejas (según la clasificación de la EPA de Estados Unidos) para uso agrícola y algunos de ellos están prohibidos en Europa como fipronil, y el imidacloprid.

“Muchos plaguicidas pueden representar un riesgo a los seres humanos. Por otro lado, en la mayoría de los casos, la cantidad de estos plaguicidas a los que se encuentra expuesta la gente es muy pequeña como para representar un riesgo”, considera por su parte el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) en su página de Internet.

Entre la sociedad civil ha surgido la preocupación por el uso de estas sustancias, ya que no hay existe la certeza de que no afecten a la salud o al medio ambiente, especialmente los plaguicidas de síntesis, de moléculas químicas diseñadas en el laboratorio. Lo que se conoce son las características de su peligrosidad en muchos de ellos y se pretende controlar su riesgo si se usa un equipo de protección adecuado y se siguen las instrucciones de las etiquetas; pero en climas tropicales es inviable el usar trajes de protección, por tanto, para los habitantes de estas zonas, tienen una mayor toxicidad aguda, y las etiquetas advierten generalmente de los efectos tóxicos a corto plazo pero no de los efectos crónicos.

“Los que más nos preocupan son los plaguicidas altamente peligrosos que se definen porque tengan uno más de los siguientes efectos: una alta toxicidad aguda, o toxicidad crónica en humanos (cáncer, mutagénesis, daño reproductivo, o ser perturbadores endocrinos); los que están incluidos en algún convenio ambiental, y los que tienen una toxicidad ambiental relevante (muy persistente o bioacumulativa en agua y/o sedimentos y altamente tóxico para abejas). En México hay 160 ingredientes activos que son plaguicidas altamente peligrosos autorizados para uso agrícola según los criterios descritos anteriormente; entre ellos 31 ingredientes activos que están clasificados como probables carcinógenos en humanos según el Sistema Global Armonizado que adopta la Unión Europea”, explicó el representante de RAPAM.

Distintos estudios, citan por su parte, el ejemplo del herbicida paraquat prohibido en 36 países, comercializado por la suiza Syngenta como Gramoxone y autorizado en México junto con otras empresas en 38 registros comerciales; el herbicida atrazina prohibido en Europa por el riesgo de contaminación de mantos acuíferos subterráneos y con 32 registros comerciales autorizados en nuestro país, incluido Syngenta.

Otros ejemplos de plaguicidas altamente peligrosos no autorizados en la Unión Europea son el insecticida carbofurán de alta toxicidad aguda, considerado un perturbador endocrino y de alta toxicidad para las abejas; los insecticidas dicofol y metamidofós (con 27 registros comerciales en México, incluido Tamarón de Bayer) que están bajo evaluación por el Comité de Examen del Convenio de Estocolmo por su toxicidad, persistencia y bioacumulación para su posible prohibición mundial.

LA PREOCUPACIÓN ES QUE NO PREOCUPA
De acuerdo con lo expresado por el director de Rapam, en el país se le ha dado poca importancia al tema y, hasta ahora, las autoridades no reconocen que hay un problema nacional y que es necesario un cambio de política.

Quienes comercializan estos plaguicidas son las mismas trasnacionales que dominan el mercado mundial: Bayer, Syngenta, Dow, BASF, Monsanto más algunas empresas mexicanas como Agricultura Nacional y otras.

En este sentido, José Alberto Lara Pulido, maestro de la División de Estudios Sociales de la Universidad Iberoamericana, destacó que para desincentivar el uso de plaguicidas que provoquen daño a la salud o que sean agresivos con el medio ambiente, la Reforma Fiscal aprobada el año pasado contempla impuestos adicionales a las sustancias que, se considere, afectan al medio ambiente o a la salud, mismo que deben asumir las empresas o el consumidor final.

La Ley del Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) contempla tasas que van del 9 al 6 por ciento, dependiendo del grado de toxicidad, mismo que contempla en cinco categorías.

“Lo relevante es que a la hora de comprar vas a tener un costo que no tenías, entonces eso va a obligar a los consumidores a seguir comprando el producto o a cambiarlo por otro más amigable, y en el caso de las empresas, las va a orillar a transformar sus sistemas y tecnologías de producción en algo que sean más benéfico para todos”, expresó el académico.

El representante de RAPAM dijo por su parte que si bien es cierto que la Cofepris, de la Secretaría de Salud niega los permisos de importación del endosulfán a partir del primero de enero de 2013 para agotar las existencias actuales, y estableció como fecha límite de venta el 31 de diciembre de 2014; no informa a la población de los riesgos a los que se expone si entra en contacto con este plaguicida que, por su toxicidad, persistencia y bioacumulación forma parte de la lista del Convenio de Estocolmo para su eliminación.

“Se sigue una política neoliberal productivista, creyendo que será el mercado y las empresas transnacionales los que traerán los cambios necesarios, no se reconoce el grave peligro de salud pública y ambiental que ocasiona su libre uso y esto se va agravar con la idea de promover más los cultivos genéticamente modificados tolerantes a herbicidas como soya tolerante a glifosato o maíz transgénico tolerante al herbicida glifosato y /o glufosinato de amonio”, expresó.

“No hay un riesgo aceptable si se puede evitar” declaró Fernando Bejarano, y añadió “es hora de cambiar la política neoliberal que privilegia los intereses mercantiles y fomentar alternativas agroecológicas en una política de sustitución paulatina de plaguicidas altamente peligrosos para reducir riesgos a la salud y el medio ambiente en cumplimiento del Convenio sobre el Enfoque Estratégico de Sustancias Químicas a Nivel Internacional (SAICM, por su sigla en inglés)”.

LOS MÁS AFECTADOS

Sin mencionar cifras, el INECC reconoce que la gran mayoría de los casos de intoxicación por plaguicidas afectan a agricultores y trabajadores del campo, ya que estos últimos son los que están en contacto directo con estas sustancias químicas, al aplicarlas a los cultivos y trabajar en las tierras o en los huertos donde se utilizan.

Las familias de los campesinos, en particular los niños y los lactantes, también están expuestos a los plaguicidas. En muchos países, los niños participan en las actividades agrícolas de la familia, en las que se utilizan plaguicidas, o transportan productos tratados con plaguicidas para el comercio local.

En los casos de intoxicaciones con plaguicidas la vía principal de entrada es la piel. Sin embargo, las intoxicaciones que ocurren durante el desempeño del trabajo, también pueden ocurrir por la inhalación de gases y partículas, por vía oral y a través de los ojos.

Rechazo los transgénicos y digo NO a Monsanto

MonsantoFIRMA AQUÍ

Los transgénicos -organismos de una especie modificados con genes de otra especie distinta para controlar plagas y hierbas- constituyen una cuestión ambiental controvertida y que genera gran preocupación no sólo a ecologistas, sino también al público en general. Suscitan tres debates fundamentales que se entrelazan entre sí.

Uno en torno a la naturaleza y al medio ambiente, que incluye la destrucción de ecosistemas importantes como las selvas tropicales y las amenazas que esa destrucción supone para la biodiversidad y las que representa la contaminación genética.

 

El segundo en torno a la agricultura, al modo de producción industrial, a gran escala y altamente tecnificado de los transgénicos. Implican el uso de grandes cantidades de agrotóxicos en detrimento de modos de agricultura tradicional, agroecológica y orgánica, e imponen patentes comerciales sobre las semillas y la vida.

Y un tercero en torno a la alimentación en un sentido amplio: de los efectos negativos de los alimentos transgénicos sobre la salud y de qué productos contienen ingredientes transgénicos y la necesidad de etiquetar los productos para conocer los ingredientes transgénicos. Y no acaban con el hambre en el mundo, actualmente en cifras más altas que nunca.

Mientras Monsanto, sus políticos amigos y entes reguladores dicen que no hay de qué preocuparse, un creciente número de científicos no están de acuerdo y alzan sus voces para explicar aspectos de la tecnología que ponen en serio riesgo la biodiversidad y la salud humana.

La transnacional de las semillas transgénicas y los políticos que la defienden deben escuchar por todos los medios posibles la oposición mundial a los transgénicos. Las protestas sean locales o globales pueden hacer la diferencia. Únete a un evento o firma la petición -carta y formulario a la derecha.

Mayo 24: Marcha mundial contra Monsanto

Te guste o no, lo más probable es que Monsanto haya contaminado los alimentos que comiste hoy, con los productos químicos y organismos modificados genéticamente sin etiquetar. Monsanto controla gran parte del suministro mundial de alimentos a expensas de la democracia de alimentos en todo el mundo. Debemos detener esto. Es por eso que debemos marchar.

El portal Occupy Monsanto ha lanzado una invitación mundial para marchar el próximo 24 de mayo en contra de Monsanto, empresa proveedora de herbicidas, venenos y transgénicos.

¿Por qué marchamos?”, anuncia de manera retórica el comunicado, ofreciendo las siguientes respuestas:

Proteger nuestro suministro de alimentos.
Apoyar a los agricultores locales.
Proteger nuestro medio ambiente.
Promover soluciones orgánicas.
Exponer el amiguismo entre las grandes empresas y el gobierno.
Conseguir la rendición de cuentas de los responsables de la corrupción.

Un amplio listado muestra la información por país, estado o provincia, y ciudad donde se llevaran a cabo las marchas simultáneas, así como el enlace al evento en Facebook de cada una.

Mayor información:
Occupy Monsanto
http://occupy-monsanto.com/

Información acerca de semillas transgénicas

El proceso es simple toman de un animal o insecto su genética, insertándola en la genética de una semilla (que luego dará más semillas del mismo tipo).
Lo que nos cuentan; es que produce más en menor tiempo, porque los pesticidas que te venden también la compañía, son aceptados por la plantas manipuladas e impiden que los insectos se las devoren y la producción sea más alta.
Lo que no te cuentan; es que pierde y perdemos todo lo natural de millones de años de adaptación en la tierra, o sea el equilibrio, por resultado tendremos alimentos que ya no tengan el mismo valor nutricional, además de que se rompe la cadena, hay casos donde el sabor, la textura y la forma cambian.
Si esto sigue así las semillas originales y naturales se perderán, y las semillas transgénicas se volarán a otros campos por causa del viento y polinización, por lo que si nace por accidente en tu territorio deberás pagar una multa a la multinacional de Monsanto debido a replica y hurto de su patente.

Resistencia en Liberia contra acaparamiento de tierras representa advertencia para conferencia Africana sobre inversiones

ABUYA (NIGERIA) / MONROVIA (LIBERIA), 7 de mayo de 2014 – Durante una conferencia que se realiza del 6 al 8 de mayo en Abuya para atraer inversiones agrícolas del sector privado en el continente africano [1], Amigos de la Tierra Internacional y el Sustainable Development Institute / Amigos de la Tierra Liberia advierten a los gobiernos e inversionistas que todas las inversiones deben respetar los derechos de las comunidades y su propiedad sobre las tierras.

Las organizaciones no gubernamentales también destacan la lucha de las comunidades de Liberia que se resisten con éxito al acaparamiento de tierras impulsado por una empresa británica. [2]

«El acaparamiento de tierras perpetrado por las empresas en África está aumentando a ritmo acelerado ya que los gobiernos y las empresas continúan promoviendo inversiones que acaparan las tierras y los recursos de las comunidades. Afortunadamente, las comunidades están resistiendo con éxito el acaparamiento de tierras y defienden sus derechos, como por ejemplo lo que sucede actualmente en Liberia», afirmó Kirtana Chandrasekaran, coordinadora del programa de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra Internacional.

Según Amigos de la Tierra Internacional, el hecho de que recientemente se revocara el acceso de la empresa británica Equatorial Palm Oil a las tierras tradicionales del Clan Jogbahn en Liberia representa una advertencia para todos los gobiernos e inversionistas de que deben respetar los derechos de las comunidades y su propiedad sobre las tierras. [3]
 
«Los gobiernos deben promover inversiones en agricultura a pequeña escala para alimentar a los pueblos locales, en lugar de estar entregándole África a las empresas», agregó Kirtana Chandrasekaran.

Luego de meses de negociaciones y trabajo de incidencia por parte de miembros de las comunidades de Liberia, el Sustainable Development Institute (SDI) / Amigos de la Tierra Liberia y aliados internacionales, la Presidenta de Liberia, Ellen Johnson Sirleaf, se comprometió a apoyar a las comunidades para proteger sus tierras -aproximadamente 20 mil hectáreas – contra el acaparamiento perpetrado por Equatorial Palm Oil (EPO).

A pesar del compromiso de la Presidenta, Equatorial Palm Oil continúa realizando estudios sobre el territorio del Clan, como parte de los preparativos para las actividades de tala. Sin embargo, las comunidades se mantienen firmes.

«La acción de nuestro gobierno es un paso positivo en la dirección correcta para las comunidades de Liberia, donde el 50 % de la tierra se otorgó en concesiones a distintas empresas. Esperamos que esto sea el comienzo de una práctica progresista donde se escuchen las voces de las comunidades y se respeten sus derechos», dijo el campañista de Amigos de la Tierra Liberia, Silas Kpanan’Ayoung Siakor.

«Equatorial Palm Oil debe escuchar al Clan Jogbahn y entender que «no» es «no». El éxito y la determinación de estas comunidades es un mensaje para las empresas que creen que pueden dejar de lado los derechos de las comunidades y su propiedad sobre las tierras», agregó.

FIRMA CONTRA ESTA INJUSTICIA: Tell the palm oil company and its major shareholders that the world is watching. NO means NO!

NOTAS

Por imágenes y un video sobre los miembros del Clan Jogbahn de Liberia, su territorio y sus celebraciones visitar: http://cargocollective.com/sdiliberia

[1]  El Foro de Inversión para el Crecimiento de África (Grow Africa Investment Forum) que se realiza del 6 al 8 de mayo establece que su objetivo es proporcionarle a las empresas, agricultores y gobiernos una oportunidad para acelerar el crecimiento agrícola de África.  Se centra en atraer inversiones, especialmente del sector privado.
El foro se vincula con el Foro Económico Mundial sobre África a realizarse del 7 al 9 de mayo también en Abuya.
Por más información: http://growafrica.com/events/gaif14-Abuja-nigeria

[2] El acaparamiento de tierras ocurre cuando la tierra que anteriormente era de propiedad de las comunidades locales se alquila o vende a inversionistas externos, como empresas y gobiernos.

[3) Por más información: http://www.foei.org/journalistic-resources/the-joghban-clan-in-liberia/media-briefing-on-equitorial-palm-oil-epo-in-liberia

¿quién se beneficia con los cultivos transgénicos?

una industria fundada en mitos

abril 2014 | resumen ejecutivo. Amigos de la Tierra Internacional

La relación que tenemos con los alimentos y la forma en que los producimos está sometida a presiones crecientes. Fenómenos meteorológicos extremos, cambios en el clima y el crecimiento demográfico mundial ponen en riesgo la soberanía alimentaria de las comunidades. Al mismo tiempo, los expertos en salud cuestionan seriamente nuestra dieta moderna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte de una “epidemia mundial de obesidad”, aunque se estima que 868 millones de personas padecen hambre crónica. Por eso quizás no debería sorprender que se reclamen cambios fundamentales en la manera como producimos los alimentos y alimentamos al mundo.

La industria de la biotecnología se ha colocado a sí misma en el centro de este debate. Las empresas de biotecnología trabajan con gobiernos y la comunidad internacional de asistencia en iniciativas que según ellos mejorarán el rendimiento y los niveles de nutrición. Sus promotores sostienen que los cultivos transgénicos (genéticamente modificados) pueden ayudar a alimentar un mundo limitado por el clima.

El presente informe analiza la realidad de la producción de cultivos transgénicos a nivel mundial. Se diferencia lo que se dice, de lo que realmente sucede, en base a las experiencias de los pequeños agricultores y las comunidades que viven con cultivos transgénicos. Y se concluye que:

• Hay bastante oposición a los cultivos transgénicos en todos los continentes.
• La experiencia de producción de cultivos transgénicos en las últimas dos décadas en América del Norte y América del Sur demuestra que hay un mayor uso de agrotóxicos debido a la resistencia de malezas e insectos; los cultivos transgénicos con tolerancia a herbicidas y resistentes a plagas de insectos (BT) no representan una solución eficaz frente al problema de las plagas en la agricultura.
• Cada vez hay más evidencia de los impactos negativos que tienen los agrotóxicos sobre el medioambiente, lo que sugiere que esos cultivos transgénicos no son sustentables.
• No hay consenso científico sobre la inocuidad de los cultivos transgénicos y existen muchas dudas y preguntas sin responder.
• El Arroz Dorado transgénico biofortificado no es la mejor solución para la insuficiencia de vitamina A.
• A pesar del bombo publicitario acerca del desarrollo de nuevas variedades transgénicas con más nutrientes y mejor adaptadas al clima, las cifras de la industria dejan en evidencia que casi el 99% de los cultivos transgénicos que se producen actualmente son de tolerancia a herbicidas, resistentes a insectos o una combinación de ambos.

¿Dónde se cultivan transgénicos?
Faltan datos independientes sobre cultivos transgénicos y gran parte de las cifras disponibles son suministradas únicamente por órganos de la industria. Estas cifras de 2013 muestran que a nivel mundial hay 18 millones de agricultores que producen cultivos transgénicos en 27 países. Esta cifra representa menos del 1% de la población agrícola mundial. Solamente seis países producen el 92% de los cultivos transgénicos, y en esos países se siembran fundamentalmente solo cuatro cultivos transgénicos: soja, maíz, canola y algodón. El 88% de las tierras cultivables siguen libres de transgénicos.

DESCARGAR INFORME (.PDF) – 11 págs – 1,2Mb

Científicos piden prohibición total del maíz transgénico

creadess.org

La Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) en México, compartió varios estudios que demuestran los daños en la salud por el consumo de alimentos derivados de transgénicos y agrotóxicos asociados.

“Los resultados científicos fundamentan una prohibición total a la liberación de maíz transgénico en su centro de origen, México. De lo contrario, la acumulación de transgen se tornaría irreversible, y con ello se cancelaría la soberanía alimentaria, y se afectaría negativamente a los campesinos, a la producción del alimento básico y la salud de los mexicanos, como así también a la seguridad alimentaria mundial”, dijeron los científicos.

Los investigadores también presentaron una carta que el Dr. David Schubert, experto en inmunología del Instituto Salk de Estados Unidos, envió al Presidente de México Enrique Peña Nieto.
“El maíz es originario de México y los genes transgénicos, sin duda, contaminarían y degradarían las poblaciones nativas. México es el centro de la diversidad del maíz y un tesoro mundial de variedades para combatir las enfermedades y el cambio climático. Este será eliminado con la introducción de semillas transgénicas. Todas estas afirmaciones se han probado científicamente”, afirmó Schubert en su misiva.

La UCCS también compartió un reporte científico europeo, en donde se ofrecen evidencias incontestables acerca de las incertidumbres, riesgos y peligros de los cultivos transgénicos, sustentados por publicaciones científicas, así como de los debates que aún persisten en torno a ellos.
Asimismo, se refirieron a la reciente retractación del artículo del Prof. Gilles-Eric Séralini por parte de los propios editores de la revista en la que se publicó, y manifestaron que esta decisión “carece de sustento científico y responde a la presión de las industrias que comercializan los cultivos transgénicos”.

El Dr. Schubert explicó en su carta al presidente mexicano que: “se dice que debido a que no se ha documentado ninguna enfermedad humana asociada al maíz Bt, entonces es seguro para su consumo”, pero alertó que “esta conclusión no es válida”.
El maíz Bt es un tipo de maíz transgénico que produce una proteína de origen bacteriano. La proteína Cry, producida naturalmente por Bacillus thuringiensis es tóxica para las larvas de insectos barrenadores del tallo, que mueren al comer hojas o tallos de maíz Bt.

En este contexto explicó que sólo una pequeña fracción de este maíz Bt producido en los EE.UU. se consume directamente, pues la gran mayoría se utiliza como alimento para animales y para hacer aceite, jarabe de alta fructosa y etanol, pero que estos no contendrían la proteína Bt.
Schubert aclaró que el maíz que contiene la proteína Bt que se consume, es en forma de bocadillos altamente procesados como chips de maíz y otros productos que no son los principales componentes de la dieta en ese país.

“En cambio la proteína Bt en el maíz mexicano va a ser consumida directamente en grandes cantidades porque el maíz es el alimento básico y, por tanto, un componente importante de la dieta en México. Además, se preparará en un número infinito de formas, lo que llevará a potenciales cambios químicos de la proteína causando una toxicidad desconocida e inmunogenicidad. Aunque se realizaron algunos estudios de alimentación para demostrar la seguridad del maíz genéticamente modificado (GM), hay muchos métodos de cocción que no han sido probados”, sostuvo el Dr. Schubert.

Asimismo, enfatiza que es falso afirmar que debido a que no hay evidencia de enfermedad después de la introducción de un producto genéticamente modificado entonces este producto es seguro para ser consumido, pues la comprobación requeriría un experimento bien diseñado, con los controles adecuados, que no se puede realizar debido a que los alimentos que contienen OMG no están etiquetados.
“De hecho, tal vez la mayor preocupación con la introducción de cualquier alimento GM debería ser que, aunque haya causado alguna enfermedad, esta no podría ser detectada debido a la falta de estudios epidemiológicos y a las limitaciones técnicas para la detección de dicha enfermedad. Es evidente que, una vez que el maíz GM se comercialice en el mercado, no habrá manera de controlar los efectos adversos para la salud causados por el producto y pedir explicaciones al productor. Las empresas son conscientes de que por esta razón nunca tendrán que rendir cuentas por el daño a la salud humana que su producto pueda causar”, aseguró el investigador.

El Dr. Schubert cita en su carta que hay pruebas sólidas de que las proteínas Bt producen una respuesta inmune fuerte en algunos trabajadores que la utilizaron como insecticidas en aerosol sobre los cultivos, pero resalta a su vez, que la concentración y cantidad de la proteína activa de la toxina Bt que la gente consumirá en el maíz Bt, son mucho más altas que los niveles de exposición de los trabajadores agrícolas.

“Recientemente, un estudio de alimentación a largo plazo se realizó en cerdos de cría para consumo de los EE.UU. Los cerdos tienen un sistema digestivo similar a los seres humanos y los cerdos de cría para consumo están sujetos a más enfermedades que los animales de laboratorio. Los cerdos fueron alimentados con una dieta mixta que contenía proteínas Bt de maíz. Después de 5 meses, se encontró que los cerdos alimentados con maíz GM tenían niveles más altos de inflamación de estómago y los cerdos hembras tenían un peso del útero superior”, explicó.

Además, refirió que estudios adicionales en animales han demostrado que las toxinas Bt causan directamente daño a los tejidos. “Por ejemplo, Fares y El-Sayed demostraron que los ratones alimentados con papas Bt sufrieron la aparición de células estructuralmente anormales en el intestino. Otros estudios informaron sobre cambios histopatológicos en el riñón y el hígado de las ratas alimentadas con maíz Bt, y cambios en los niveles de urea y en la proteína de la orina de las ratas alimentadas con arroz Bt”.

En opinión del Dr. Schubert, estas investigaciones demuestran que la proteína Bt puede actuar a la vez como alérgeno y como toxina en animales, y en algunos seres humanos.
Luego de mencionar estas investigaciones, enfatizó que lo más importante para la salud de la población mexicana es que si se permite la introducción del maíz Bt, un enorme número de personas van a consumir cantidades de la toxina Bt que son miles de veces más altas que lo que ha ocurrido anteriormente.

También añadió que es prácticamente seguro que un gran número de ellos que coman el maíz Bt se volverán alérgicos a esta proteína extraña, y que algunas de las respuestas inmunes probablemente serán severas, causando anafilaxia y posiblemente la muerte. Además, indicó que es “la genética y el estado de salud del individuo, lo que determina su respuesta a las proteínas extrañas como la toxina Bt. Los individuos menos saludables son mucho más propensos a reacciones tóxicas e inmunológicas negativas”.

Junto a los riesgos de la proteína Bt, la carta dirigida a Peña Nieto también indica que la mayoría del maíz GM también está diseñado para ser resistente a los herbicidas, de los cuales el más estudiado es el glifosato, ingrediente activo del Roundup.
“Si el maíz y/o soja GM se introducen en México, allí habrá un enorme incremento en el uso de este plaguicida, ya que su uso aumentó diez veces entre 1996 (12, 2 millones de kilogramos) y 2009 (113,4 millones de kilogramos), en la agricultura de los EE.UU., tras la introducción de los cultivos transgénicos”, dijo el Dr. Schubert, y añadió que “el glifosato como su fórmula activa son perjudiciales para la salud humana”.

Según el Dr. Schubert, el glifosato (GP) en spray tiene otros compuestos que ayudan al GP a entrar en todos los tejidos de la planta. Son compuestos adicionales llamados surfactantes, que no se dan a conocer públicamente porque son los llamados “secretos comerciales” y estos no están probados para la seguridad.
“El spray de estos herbicidas y todos sus componentes se mantienen dentro de las plantas y se comen”, aseguró.
También mencionó, citando las investigaciones en cada caso, que:
– Cuando el GP se consume como alimento, o en el agua, mata las bacterias intestinales beneficiosas y cambia la flora a una con menos microbios buenos.
– Cuando el pienso modificado genéticamente con GP se usó para alimentar cerdos de 9 meses, estos experimentaron un gran aumento en la inflamación del estómago, comparados con los que habían recibido alimento no transgénico
– “Cuando el maíz resistente a los herbicidas, y tratado con GP, se usó para alimentar ratas durante sus 2 años de vida, hubo un gran aumento en la formación de tumores”, sostuvo.
– Asimismo, referenció que en Argentina recientemente se documentó un aumento en las enfermedades humanas directamente relacionado con la exposición al GP.

Comparte y di NO a los transgénicos!

Monsanto toma represalias contra juez que afecta sus intereses

Acusan a la trasnacional de exceso de prepotencia, hipocresía y cinismo.

Redacción La Coperacha. Ciudad de México

La compañía trasnacional Monsanto promovió un recurso legal contra el magistrado Jaime Manuel Marroquín Zaleta, encargado de emitir un fallo en el juicio contra el maíz transgénico.

Monsanto cuestiona la actitud ética del magistrado, integrante del Poder Judicial de la Federación, y lo acusa de emitir su opinión sobre el fondo del asunto antes de dictar sentencia, señaló a la prensa el abogado René Sánchez Galindo, integrante de la colectividad que inició el juicio contra la trasnacional.

La finalidad de Monsanto es que no sea el magistrado Marroquín quien falle sobre la apelación que busca desechar la demanda de acción colectiva contra la siembra de maíz transgénico, explicó Sánchez Galindo, representante legal de la colectividad demandante.

“Le sale el tiro por la culata a Monsanto”, agregó Sánchez Galindo, pues Monsanto es una empresa que ha sido mundialmente cuestionada por mentir a la población con publicidad engañosa y ocultar la información de los daños que sus productos ocasionan.

El cuestionamiento de Monsanto al juez es tanto como otorgarle una medalla al mérito ya que “no se vendió, no fue contratado por la trasnacional y por eso hoy lo acusan”, espetó el abogado.

El Padre Miguel Concha Malo agregó que “es un exceso de prepotencia”. La trasnacional considera poca justificación que el Magistrado funde su resolución en el interés social, agregó el defensor de Derechos Humanos.

Concha señaló que “el Estado debe proteger el bien colectivo por encima del bien individual empresarial, y al proteger el bien colectivo está indudablemente protegiendo los bienes individuales”.

Por su parte Víctor Suárez, representante de la Asociación de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC), calificó de preocupante y de un cinismo impensable que “una empresa que tiene una larga historia de afrentas en contra de la humanidad ponga en tela de juicio a un magistrado por no dictar sentencia a su favor”.

“Es indudable que la empresa está acostumbrada a tener funcionarios a modo y trabajando para ella”, como ha quedado demostrado con las dependencias que han interpuesto recursos contra la demanda colectiva, agregó.

A la fecha Sagarpa ha presentado dos amparos, dos quejas y una apelación contra la suspensión de la siembra de transgénicos. Mientras que Semarnat interpuso una apelación, una disconformidad y una revocación. Asimismo ambas dependencias federales solicitaron al juzgado federal que desechara la demanda.

Los integrantes de la colectividad detallaron algunos de los casos donde a nivel mundial Monsanto ha sido cuestionada por generar daños a la salud de las personas.

Recordaron el trabajo periodístico de Marie Monique Robinson que ilustra cómo la empresa envenenó, sabiendo su toxicidad, a la vecindad a los habitantes de Anniston, Alabama con la fábrica de policlorobifenilos considerado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente como uno de los doce contaminantes más nocivos fabricados por el ser humano. Reportaje que nunca ha sido desmentido por Monsanto.

Otro ejemplo es el caso de la producción del Agente Naranja, defoliador que fue usado como arma en la guerra de Vietnam y causa cáncer y defectos congénitos. Y frente a los juicios de los propios veteranos estadunideses, la empresa responsabilizó a los gobiernos quienes deben responder por las consecuencias.

Adelita San Vicente mencionó que la historia de Monsanto está plagada de actos de corrupción que llevaron a la liberación de transgénicos en Estados Unidos. “Confiamos en que la conciencia y la responsabilidad del Poder Judicial frente a nuestra salud y nuestro alimento básico primen frente a la presión de las trasnacionales”, concluyó.

Campaña internacional: los bosques necesitan definición apropiada

Amigos de la Tierra Internacional / Focus on the Global South / La Vía Campesina / Movimiento Mundial por los Bosques

27 de Marzo de 2014

Campaña internacional: los bosques necesitan definición apropiada

27 de Marzo de 2014 —  La Vía Campesina, Amigos de la Tierra Internacional, Focus on the Global South, el Movimiento Mundial por los Bosques y más de 120 organizaciones de todo el mundo, enviaron una carta a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, en Roma, en ocasión del 21 de Marzo, designado por las Naciones Unidas como Día Internacional de los Bosques.

La carta reclama a la FAO que cambie su actual definición de bosques. Durante los próximos tres meses los grupos también presentarán la demanda ante las oficinas nacionales y regionales de la FAO.

Isaac Rojas, coordinador de bosques y biodiversidad de la organización Amigos de la Tierra Internacional, señala que “La definición de bosques tiene que reflejar la riqueza cultural que representan los bosques. La actual definición solamente ayuda a ocultar esa diversidad y más bien fortalece todo un conjunto de falsas soluciones y tendencias privatizadoras así como actividades que crean impactos negativos en las comunidades que dependen de los bosques.”

Para quienes dependen de los bosques, sus productos no maderables tales como frutos, semillas y plantas medicinales, tienen una importancia crucial, al igual que la pesca, la caza y también la agricultura.

“Los campesinos de las zonas boscosas tradicionalmente practican la agricultura basados en los conocimientos transmitidos a los largo de varias generaciones, conservando, y no destruyendo, los bosques. Los bosques son fundamentales para los campesinos, para garantizar su soberanía alimentaria. Nos oponemos a la creciente mercantilización de los recursos naturales, como los bosques, promovida por las corporaciones trasnacionales y los mecanismos del tipo de REDD.

Los boques son cruciales para mantener los ecosistemas y por lo tanto los medios de vida de los campesinos”, explica Henry Saragih de La Vía Campesina, la mayor organización mundial de campesinos y
campesinas. Uno de los aspectos más perversos de la actual definición de la FAO es que incluye a los monocultivos industriales de árboles como un tipo de bosque.

Según Teresa Pérez, del Movimiento Mundial por los Bosques, “estas plantaciones industriales de árboles en gran escala se han cuadruplicado en los últimos 20 años en el Sur global, y ahora cubren decenas de millones de hectáreas. El resultado ha sido la deforestación y otros varios impactos negativos para poblaciones indígenas y otras comunidades campesinas y tradicionales, tales como pérdida de territorio, de agua y de biodiversidad”.

Shalmali Guttal, de Focus on the Global South, añade que “la actual definición de la FAO beneficia en primer lugar a los intereses corporativos, especialmente a las compañías plantadoras de árboles para papel y celulosa, para caucho y para la industria maderera en general. Estas empresas, nacionales y transnacionales, contribuyen y exacerban el actual proceso de acaparamiento de la tierra y de los recursos en territorios de comunidades a lo largo de los países del Sur global”.

Es vergonzoso que la FAO y otras instituciones internacionales asociadas a la conservación de bosques continúen perpetuando esta farsa. La carta concluye con el llamado a la FAO a reflejar en su definición aquello que hace que un
bosque sea un bosque para los pueblos que dependen de él: “A diferencia del proceso ya existente en la FAO, el proceso de elaborar una nueva y más apropiada definición de bosques debe involucrar a las mujeres y los hombres que dependen directamente de los bosques. Una definición apropiada debe respaldar sus formas de vida, redes y organizaciones.

En el Día Internacional de los Bosques nos comprometemos a proseguir la campaña tendiente a que la FAO y todas las organizaciones pertinentes inicien un proceso, dirigido por las comunidades de los bosques, para
formular una nueva definición de bosques. “

NOTAS
Para acceder a la carta abierta: http://wrm.org.uy/es/todas-las-campanas/carta-abierta-a-lafao-en-ocasion-del-dia-internacional-de-los-bosques-21-de-marzo-de-2014/

CONTACTOS
– Isaac Rojas – Amigos de la Tierra Internacional – tel. +59899621591 – correo electrónico: isaac@coecoceiba.org (Español-Inglés)
– Shalmali Guttal – Focus on the Global South – tel. +66-2 – 218 7363/4/5 – correo electrónico: s.guttal@focusweb.org (Inglés)
– Perla Alvarez Britez – La Via Campesina – tel +595 981146575 – correo electrónico: perlaalvarezbritez@gmail.com (Español)
– Henry Saragih, La Via Campesina +505 78228041 – correo electrónico: henry.saragih@viacampesina.org (Inglés)
– Teresa Perez – Movimiento Mundial por los Bosques – tel.: +598 2413 2969 – correo electrónico: teresap@wrm.org.uy (Español-Inglés)