Acciones por la NO aprobación de los eucaliptos transgénicos en Brasil

Mail de RECOMA

Quedan unos pocos días para aumentar la presión en la Comisión de Bioseguridad de Brasil (CTNBio) para exigirle la NO aprobación de los eucaliptos transgénicos!

La próxima reunión está fijada para el día jueves 9 de abril. Como ustedes saben, el 5 de marzo iba a aprobarse pero debido a la acción de las mujeres del MST/Via Campesina, la reunión fue suspendida y se fijó para este jueves próximo.

Queríamos compartir con ustedes tres acciones que están circulando a nivel internacional para que -en caso de que no las hayan visto- las firmen, circulen y difundan lo mas ampliamente posible.

1) acción organizada por Acción por la Biodiversidad y la RAALT. Disponible para firmar on line en http://accionesbiodiversidad.org/no-a-la-liberacion-del-eucalipto-transgenico-en-brasil/
2) acción organizada por la Campaña internacional para frenar los árboles GM, que WRM integra, disponible en: http://stopgetrees.org/carta-a-la-ctnbio-brasil/
3) y la última  acción organizada por la campaña contra los agrotóxicos en Brasil, que está en portugués, y que se puede firmar en
http://www.contraosagrotoxicos.org/index.php/490-assine-nao-ao-eucalipto-transgenico

Por último contarles que en varios países se entregaron cartas en los consulados y embajadas del Brasil (en Nueva Zelandia, Montevideo, Miami, Nueva York, Bruselas, Londres, Otawa, etc) por este mismo tema como parte de las acciones de presión a nivel global. Hay un resumen (en inglés) con fotos en la página de la Campaña: http://stopgetrees.org/report-backs-global-day-action-ge-trees/

Exigen se prohíba maíz transgénico y glifosato en alimentos y se etiqueten todos los productos que contengan transgénicos

BOLETÍN DE PRENSA

El maíz transgénico importado e incorporado en alimentos de alto consumo para los mexicanos representa un riesgo para la salud, entre otros, por la presencia de glifosato y otros agro-tóxicos.

Los mexicanos tenemos derecho a: (A) Una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, y por lo tanto libre de tóxicos. (B) La información clara y completa sobre el contenido en nuestros alimentos; por ello exigimos etiquetado de todos los alimentos que contengan transgénicos, como ocurre en 61 países.

 

“Es muy preocupante que se estén importando 10 millones de toneladas de maíz de Estados Unidos y que no haya seguridad de que éste y sus agrotóxicos (glifosato, 2,4D, glufosinato, etc., y combinaciones) asociados nos estén llegando a nuestro alimento. Una parte importante de este maíz es transgénico y la mayor parte tiene glifosato y otras substancias nocivas. Los alimentos derivados de cultivos transgénicos de algodón, soya, canola también pueden tener estos tóxicos. A pesar de la evidencia de toxicidad, La Comisión Federal de Protección y Riesgo Sanitario (COFEPRIS) ha autorizado 135 líneas de transgénicos para consumo humano y un porcentaje alto de ellas son tolerantes al glifosato. Los más recientes resisten también al glufosinato, y el 2,4D (cancerígeno), entre otros.

Los estudios científicos muestran que el glifosato es un disrruptor endócrino, que puede causar daño hepático y renal, así como malformaciones y otros daños en animales experimentales. Los químicos de los herbicidas y surfactantes penetran a las plantas y NO se pueden lavar. Los granos (Ejemplo: maíz transgénico) y oleaginosas (Ejemplo: soya transgénica) importados de Estados Unidos tienen concentraciones altas de glifosato no permitidas en Europa” señaló la Doctora Elena Álvarez-Buylla, experta en genética molecular del Instituto de Ecología de la UNAM, Presidenta de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS; Programa Agricultura y Alimentación).

La COFEPRIS ha otorgado autorizaciones para el consumo de transgénicos, de las cuales el 50% son de maíz, exponiéndonos a las y los mexicanos a un grave riesgo, pues en México el maíz es la base de nuestra dieta: consumimos 329 gramos de maíz al día, que representa más del 50% de la ingesta calórica y 39 % de la ingesta de proteínas. Los datos científicos que hoy se exponen nos alertan sobre la necesidad de atender de inmediato la calidad de nuestros alimentos y llamar la atención a la Secretaria de Salud. El derecho a la alimentación inscrito en la Constitución en 2011 señala que los mexicanos debemos contar con una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad.
No podemos permitir que se nos exponga a un experimento al obligarnos a consumir cotidianamente maíz transgénico que, además de las secuencias genéticas incorporadas, tiene un alto contenido de herbicidas y otros tóxicos, y una muy baja calidad. El maíz que se importa de Estados Unidos tiene mayor contenido de almidones y azúcares, y menos proteína y fibra que el nativo mexicano; pues está hecho para engordar ganado. Por ello, el consumo humano aumenta el riesgo de padecer obesidad e incluso diabetes. Hoy más del 50% del maíz que se come en México es aún producido por los campesinos a partir de variedades nativas (criollas), este maíz es mucho mejor para la salud, incluso se ha demostrado que los maíces de colores contienen antioxidantes, que ayudan a prevenir enfermedades; además está libre de transgénicos y tiene hoy un sobreprecio en el mercado. Este maíz ha sido protegido por los campesinos que se han opuesto a la siembra de transgénicos, sin embargo hoy la autoridad de salud parece desconocer el tema y actúa con indiferencia e irresponsabilidad”. Declaró Adelita San Vicente, Directora de la Fundación Semillas de Vida y miembra de la Campaña Sin maíz no hay país.

Por ello, exigimos que: 1. Se prohíba el maíz transgénico y/o glifosato en alimentos. 2. Se etiqueten todos los alimentos que se hayan hecho a partir de cultivos transgénicos y/o tratados con faena (glifosato) u otros herbicidas (por ejemplo, el 2,4D). 3. Se regule el uso de estos tóxicos de manera más estricta; en beneficio de la salud pública, evitando que lleguen a nuestros alimentos.

Estas demandas se sustentan en evidencia científica que será entregada a COFEPRIS, y se resume en:

  1. Casi 9 de cada 10 de las líneas transgénicas en el mercado son tolerantes al glifosato, el principio activo del herbicida más usado en México, el llamado Faena. Los granos (Ej., maíz transgénico) y oleaginosas (Ej., soya transgénica) importados de Estados Unidos tienen concentraciones muy elevadas de este tóxico. Hasta hace poco más de 20 años en que no había transgénicos, los herbicidas se asperjaban en los campos antes de la siembra, y los cultivos raramente estaban en contacto con estos tóxicos. En las transgénicas tolerantes al Faena se asperja el tóxico directamente. Los cultivos transgénicos sobreviven con altas concentraciones de estos tóxicos, contaminando a los alimentos que se hacen con ellos.

  2. El glifosato también se asocia con mayor incidencia de malformaciones en bebés de madres que viven cerca de siembras de transgénicos en Argentina y otros países. Se ha asociado con mayores alteraciones celulares y genéticas en trabajadores de soya transgénica. En Sudamérica y Estados Unidos, en donde se han sembrado y consumido masivamente los transgénicos los últimos 20 años, se ha reportado aumento en incidencia de enfermedades renales, hepáticas y cáncer en zonas cercanas a siembras de transgénicos y en la población en general.

  3. El glifosato se acumula en el agua, suelo y en aerosoles; puede llegar al agua que tomamos.

  4. Se ha detectado glifosato en orina, sangre y leche materna; los afectados, más propensos a enfermedades.

  5. En algunos casos se usa este herbicida para facilitar la cosecha; incluso en no transgénicos (Ej., trigo).

  6. El 2,4D, al cual son tolerantes las transgénicas recién aprobadas por COFEPRIS, es un probado cancerígeno y teratógeno (causa malformaciones al nacer) y se acumulará en estos cultivos.

Por su parte, la Alianza por la Salud Alimentaria exigió que se informe en el etiquetado de todos los alimentos y bebidas si contienen organismos genéticamente modificados como ocurre ya en 61 países, entre ellos los estados miembro de la Unión Europea, Rusia, China, Brasil, Australia, Turquía y Sudáfrica. “Es un derecho de los ciudadanos el acceso a la información y este derecho está violado por el gobierno mexicano que ha permitido que los transgénicos entren en nuestros alimentos sin ninguna información al consumidor”, señaló Alejandro Calvillo miembro de la Alianza por la Salud Alimentaria.

Desde abril del 2011 el Codex Alimentarius aprobó la posibilidad, a escala internacional, para que los países que lo deseen puedan identificar en las etiquetas los alimentos que contienen transgénicos. La Organización Mundial de Comercio, OMC, hacía 20 años que se oponía a la posibilidad de etiquetar los alimentos argumentando que era una barrera al libre comercio. En 2011, los Estados Unidos que eran el principal opositor al etiquetado, apoyando a las grandes empresas como Monsanto, lo aceptó. “Con la autorización del Codex Alimentarius al etiquetado de transgénicos ya no existe ningún argumento comercial para impedir su aplicación” subrayó Alejandro Calvillo.

Contacto Prensa: Rosa Elena Luna cel. 55-2271-5686; Diana Turner cel. 55-8580-6525,Denise Rojas cel. 55-1298-9928

Gobierno y trasnacionales de transgénicos ya perdieron cinco de seis amparos

Angélica Enciso L., La Jornada

El gobierno federal y empresas trasnacionales productoras de transgénicos ya perdieron cinco de seis amparos que interpusieron en contra de la demanda para evitar la siembra de maíz transgénico en México, interpuesta por 53 ciudadanos y organizaciones, por lo que el juicio comenzaría en unas semanas.

El viernes pasado la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) perdió el amparo que presentó en contra de la demanda, según resolvió el segundo tribunal unitario en materia civil.

Esta instancia en dos semanas deberá resolver un último amparo, interpuesto por la empresa Pionner Dupont. En caso de que ésta pierda el recurso, luego de 19 meses de que se inició la demanda, podría comenzar el juicio, explicó el abogado de Colectivas AC, René Sánchez Galindo.

La demanda colectiva fue presentada el 5 de julio de 2013 por el sacerdote Miguel Concha, los investigadores Antonio Turrent, y Víctor Toledo; Bernardo Bátiz, Raúl Hernández Garciadiego, Adelita San Vicente y las actrices Jesusa Rodríguez y Regina Orozco, entre otros, con el fin de evitar el cultivo de maíz transgénico, centro de origen del grano y alimento básico de los mexicanos.

El gobierno actúa como una empresa más. «No es que haya dicho vamos a revisar qué estuvo mal, sino que ha rehuido el juicio y no quiere un debate», sostuvo en entrevista Adelita San Vicente, de Semillas de Vida.

Explicó que en los amparos el argumento de las secretarías es que los quejosos no se debieron acoger a las acciones colectivas, sino a la Ley de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados, conocida como ley Monsanto, que es «deficiente y está acotada a lo que empresas y gobierno quieren».

Sánchez Galindo detalló que hay 91 impugnaciones en contra de la demanda, así como de la medida precautoria que estableció en 2013 el juzgado federal décimo segundo de distrito en materia civil en el Distrito Federal. Con esta medida se ordenó a la Semarnat y a la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación Agricultura (Sagarpa) abstenerse de realizar actividades tendentes a otorgar permisos de liberación al ambiente de maíz genéticamente modificado; prescindir de efectuar procedimientos para la liberación comercial, piloto y experimental al ambiente de estas semillas, y suspender el otorgamiento de permisos de liberación experimental, piloto y comercial.

Abundó en que los procesos se llevan en 17 tribunales distintos, ya que estas secretarías así como Monsanto, Syngenta, Dow y Pionner Dupont presentaron diversos recursos legales en contra de la demanda y de la medida precautoria. Agregó Monsanto, Syngenta y Dow, la Sagarpa, y ahora Semarnat, perdieron el amparo.

Concluyó que el caso ya llegó a la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Sobre la medida precautoria se espera que en los próximos días sean resueltos siete amparos, indicó.

La contaminación química mundial

Cinco millones de personas fallecen cada año por su exposición a sustancias químicas

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Fernando Bejarano González
Desde antes de nacer hasta nuestra muerte vivimos expuestos a cientos de sustancias químicas tóxicas como nunca antes en la historia de la humanidad. Pueden estar en los productos que usamos todos los días: en la pasta de dientes, los plásticos, los muebles, el ordenador, en nuestro trabajo, y en el ambiente: en el agua, aire, suelo o los propios alimentos. Muchas veces estamos expuestos a esta contaminación química sin darnos cuenta, de manera que no lo perciben nuestros sentidos, en pequeñas dosis pero de manera crónica y múltiple. Sin embargo, la regulación y control de estos productos no es proporcional a su peligrosidad

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Proteger el maíz mexicano, ¡Di NO a los transgénicos!

Iniciativa desde Fronteras Comunes

El maíz está en riesgo de perder su excepcional diversidad si los transgénicos son autorizados en México. Grandes empresas como Monsanto vienen cabildeando intensamente al gobierno mexicano para obtener permisos para sembrar maíz transgénico a nivel comercial. Hasta el momento, una amplia coalición de ciudadanos, productores y científicos ha logrado impedir que esto suceda. Sin embargo, sus recursos son limitados. Tu contribución les dará una oportunidad justa.

Las grandes multinacionales productoras de transgénicos han estado haciendo presión en muchos países para obtener acceso a sus mercados. Sus ambiciones globales han encendido uno de los movimientos de base más grandes del mundo, de ciudadanos, productores y científicos que se oponen a estos intentos. En México, en particular, esas empresas enfrentan una resistencia muy fuerte por parte de grandes sectores de la población.

Como dice el portavoz de la de coalición Dr. Raúl Hernández Garciadiego: “El maíz siempre ha sido parte de la vida cotidiana de todos los mexicanos. El maíz no sólo es un alimento básico, sino que cuenta con un inmenso valor cultural. Desde hace 8.000 años los mexicanos hemos cultivado miles de variedades de maíz que se han originado en nuestro país. Si se autoriza el maíz transgénico, esta diversidad de maíces nativos estaría en riesgo, debido de la posibilidad de contaminación. Los campesinos se verían poco a poco obligados a cultivar transgénicos o tener su maíz nativo contaminado. Es un riesgo al patrimonio cultural de los mexicanos y nuestra forma de vida”. La comida mexicana es considerada un patrimonio mundial, y casi todos los platillos mexicanos se basan en las razas nativas de maíz.

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¿Cómo gasta la Fundación Gates su dinero para alimentar el mundo?

GRAIN | 20 noviembre 2014

“Escuchando a los agricultores y atendiendo sus necesidades específicas. Hablamos con los agricultores acerca de los cultivos que quieren desarrollar y comer, así como los desafíos únicos que ellos enfrentan. Nos asociamos con organizaciones que entienden y están equipadas para enfrentar estos desafíos e invertimos en investigación para identificar las soluciones relevantes y factibles que los agricultores quieren y usarán.”
Principio rector principal de la Fundación Gates para el trabajo en agricultura.

En algún momento de junio de este año, la cantidad total concedida como donaciones a proyectos alimentarios y agrícolas por la Fundación de Bill y Melinda Gates, sobrepasó los US$ 3 mil millones. Esto marcó un hito importante. De ser nadie en la escena agrícola hace menos de una década, la Fundación Gates ha surgido como uno de los principales donantes a la investigación y desarrollo agrícola.

La Fundación Gates es posiblemente, como nunca se ha visto, el mayor emprendimiento filantrópico. Actualmente mantiene un fondo por $40 mil millones, captado mayormente a partir de la propia riqueza de Gates y de su amigo multimillonario Warren Buffet. La Fundación tiene un personal de más de 1.200 personas y ha entregado sobre US$30 mil millones en donaciones desde su creación en el año 2000, tres mil seiscientos millones solamente en 2013.2 La mayoría de las donaciones son para los programas globales de salud y trabajo educacional en los Estados Unidos, tradicionalmente las áreas prioritarias de la Fundación. Pero en los años 2006-2007, la fundación expandió de manera masiva su financiamiento para la agricultura, con el lanzamiento de la Alianza para una Revolución Verde en África (AGRA) y una serie de grandes donaciones al sistema internacional de investigación agrícola (CGIAR). En el año 2007 gastó sobre quinientos millones de dólares en proyectos agrícolas y el financiamiento lo ha mantenido cercano a este nivel. La gran mayoría de las donaciones agrícolas de la fundación se centran en África.

Gastar tales cantidades de dinero le da a la fundación una gran influencia sobre las agendas de investigación y desarrollo agrícola. A medida que el peso del interés de la fundación en asociarse con el sector tecnológico y el sector privado se ha empezado a sentir en el concierto global de la agricultura, éste ha originado controversia y oposición, particularmente sobre su trabajo en África. Las críticas señalan que la Fundación Gates está promoviendo e importando modelos de agricultura industrial basada en las semillas y químicos de alta tecnología que venden las corporaciones estadounidenses. Estas críticas señalan que la fundación está obsesionada con el trabajo de científicos en laboratorios centralizados que prefieren ignorar el conocimiento y la biodiversidad que los pequeños agricultores de África han desarrollado y mantenido por generaciones. Algunos también denuncian que la Fundación Gates está usando el dinero para imponer una agenda política en África, acusando a la fundación de intervención directa en temas altamente controvertidos como las leyes de semillas y los OGM.

GRAIN revisó los registros financieros de la fundación, disponibles para el público, para ver si los flujos reales de dinero sustentan estas críticas. Hicimos un barrido a través de todas las donaciones para la agricultura que la Fundación Gates entregó entre 2003 y septiembre de 20143. Organizamos a los destinatarios de las donaciones en grandes grupos (ver tabla 2) y construimos una base de datos, la cual puede ser bajada del sitio (en inglés solamente) como una hoja de cálculo en formato Excel o en formato PDF.4.

Estas son algunas de las conclusiones que pudimos obtener a partir de los datos:

VER INFORME COMPLETO: grain.org

Encima de todo, una puñalada transgénica

por Elena Álvarez-Buylla, La Jornada

En medio del luto que nos sacude a raíz de la tragedia de Ayotzinapa, sorprende la noticia de que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha aprobado el libre consumo de 132 productos transgénicos, de los cuales 50 por ciento corresponde a maíz, el resto son de algodón, soya y canola, entre otros. Esto manifiesta entusiasta Alejandro Monteagudo Cuevas, director ejecutivo de AgroBio México, pues mantiene el negocio en lo que se aprueba la siembra de maíz transgénico, declaró recientemente.

Gracias a una acción colectiva se logró la suspensión de la liberación de maíz transgénico en México, con base en evidencias científicas sobre su impacto nocivo en el ambiente y la biodiversidad del maíz nativo. El futuro del maíz, ante retos de cambio climático y otros, depende de las variedades nativas mexicanas, producto del cuidado de los pueblos autóctonos y que hoy aún sustentan una parte importante de la producción nacional. La liberación de maíces transgénicos las amenaza de múltiples formas.

Parece que para compensar esta interrupción del negocio de productoras monopólicas de transgénicos, y a costa de la soberanía alimentaria y la salud de todos, el Estado aprueba el consumo de algunas más de sus líneas transgénicas. Este favor a las trasnacionales coincide con que en varios países de Europa, Asia y América rechazan los transgénicos. Es abundante la evidencia científica de los daños en la salud por su consumo, incluyendo los agrotóxicos que se usan en su cultivo.

A estudios hechos en animales se suman datos epidemiológicos en Paraguay, Argentina y Estados Unidos, país en el que la salud de sus habitantes se ha deteriorado aceleradamente en los últimos 20 años. El aumento de muertes a causa de varios tipos de cánceres, diabetes, daño renal o por alteraciones metabólicas, o incluso por enfermedades como Alzheimer, a partir de mediados de la década de 1990, es pavoroso. Esto ha sido publicado en las revistas de mayor reconocimiento científico. ¿Cuál es la causa de esta tendencia? Estudios recientes indican que el consumo de transgénicos y sus agrotóxicos asociados pudieran tener un papel causal. Los transgénicos se empezaron a liberar masivamente en Estados Unidos a principios de 1990. Uno de los componentes que más claramente se correlaciona con la tendencia es el glifosato, llamado «Faena» en México. Este herbicida se usaba desde aproximadamente 10 años antes de la liberación de los cultivos transgénicos en Estados Unidos, pero empezó a usarse masivamente en los transgénicos tolerantes al mismo. En Europa no se aprobó la siembra de transgénicos tolerantes a este agrotóxico y se evita su consumo. La correlación entre el aumento de la prevalencia de enfermedades y el uso de glifosato y/o el cultivo de soya y/o maíz transgénicos tolerantes al mismo es mayor a 90 por ciento en muchos de los casos a partir de mediados/finales de la década de 1990. Aunque una correlación no indica causalidad, el hecho de que la correlación sea tan alta para tantas enfermedades (22 estudiadas) indica que este herbicida es un agente causal.

Los estadunidenses están sujetos a contaminantes en agua, aire y comida, y al parecer el glifosato afecta sistemas corporales que lidian con ellos. A pesar de ello, el gobierno estadunidense sigue usando a su población de «conejillos de indias», no ha aprobado el etiquetado de transgénicos, y tampoco prohíbe el uso del faena y otros agrotóxicos. Algunos expertos aluden a corrupción. Estos expertos insisten en que las instituciones públicas que regulan el uso de estas sustancias deberían aplicar el principio precautorio, más que esperar a que aparezcan los daños. Éstos y la permanencia de los tóxicos en el ambiente son difíciles de revertir; y ahora que se va conociendo la importancia de la herencia epigenética, es probable que la exposición a tóxicos afecte a las futuras generaciones, aun si los hijos y nietos de estas ya no estuvieran expuestos. En ausencia de corrupción, el faena nunca se hubiera aprobado para uso masivo y sería retirado del mercado. Además, la presencia y diseminación de los organismos transgénicos mismos, que implican una contaminación con vida propia e impactos impredecibles, será irreversible si no se para ya. Esto es particularmente importante para centros de origen y diversidad, como es el caso de México para el maíz. Ante los datos recientes en torno a los daños en salud por el cultivo y consumo de transgénicos, lo único aceptable es impedir que estos cultivos contaminen nuestro ambiente y alimentos. Su razón de ser es sólo el lucro; a 20 años de su liberación no han alimentado a un solo hambriento del mundo y tampoco han aumentado los rendimientos o disminuido el uso de tóxicos.

Por todo lo anterior, sorprende que el actual y los dos anteriores gobiernos de México sacrifiquen nuestra soberanía alimentaria y sanitaria, nuestro ambiente y alimento, así como nuestra salud, a cambio de oscuros acuerdos comerciales. Las evidencias científicas de los últimos años, que muestran una fuerte asociación entre el consumo de alimentos transgénicos y la exposición a glifosato con el aumento de la prevalencia de enfermedades tales como inflamación en el intestino, incidencia de ciertos tipos de cánceres, alteraciones renales y enfermedades neurodegenerativas (por ejemplo: Interdiscip Toxicol. 2013; Vol. 6(4): 159-184; http://www.uccs.mx/agricultura_ alimentacion/agrotoxicos/prensa/3/ correlacion-altisima-entre-el-uso-de-glifosato-asociado-a-transgenicos-tolerantes-a-este-agrotoxico-y-22-de-enfermedades) tendrían que ser suficientes para impedir que este tipo de agrotóxicos contaminen nuestros alimentos.

* Coordinadora de campañas, UCCS (más información en: www.uccs.mx ), e investigadora del Instituto de Ecología, UNAM

Desmantelemos el poder de las empresas transnacionales de plantaciones

21 de Setiembre de 2014:

10 años del Día Internacional de Lucha contra los Monocultivos de Árboles

¡Desmantelemos el poder de las empresas transnacionales de plantaciones!

No existe los “monocultivos inteligentes”: apoyamos la Movilización Climática de los Pueblos!

Hace 10 años en Brasil, el 21 de septiembre fue establecido como el Día Nacional contra los Monocultivos de Árboles, durante una reunión con 250 miembros de las comunidades afectadas por las plantaciones de monocultivo de eucalipto en gran escala en aquel país. El objetivo principal era dar más visibilidad a los muchos pueblos y comunidades que luchan contra los monocultivos de árboles, como una forma de romper el círculo de silencio en torno a las numerosas violaciones enfrentadas por muchas comunidades que viven rodeadas por estos monocultivos. El día también fue creado para dar a conocer lo más posible las evidencias que emergen de estas luchas de resistencia sobre los impactos ambientales y sociales negativos de estas plantaciones. Estos impactos tienden a ser más graves en la vida de las mujeres de las comunidades afectadas. Debido a la importancia de la decisión de las comunidades brasileñas, el WRM (Movimiento Mundial por los Bosques) decidió en 2006 convertir este día en un Día Internacional de Acción.

Este año, el 21 de septiembre también es un día de grandes movilizaciones por la Justicia Climática. Miles de personas se unirán a la Movilización Climática de los Pueblos, mientras que los representantes políticos – y cada vez más también representantes corporativos – se reúnen en la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, para asistir a la Cumbre Climática convocada por el secretario general, Ban Ki Moon. Esta cumbre representa otro paso más hacia la captura corporativa de las negociaciones sobre clima de las Naciones Unidas, así como la privatización de la tierra, el agua y el aire, con la promesa de lograr un acuerdo sobre la problemática del clima.

La iniciativa llamada ‘Agricultura Climáticamente Inteligente’ será lanzada en esta cumbre por las Naciones Unidas y otras agencias internacionales. Este concepto es una frase vacía que está siendo utilizada para teñir de verde a las peores prácticas de la agricultura industrial: los fertilizantes sintéticos, la producción industrial de carne y los cultivos genéticamente modificados, tales como las plantaciones de árboles o monocultivos, camuflados como ‘climáticamente inteligentes’. Los partidarios de esta peligrosa falsa solución, como el Banco Mundial, están buscando convertir el carbono de los campos de las y los campesinos en créditos de carbono, lo que conllevaría a un incremento en el acaparamiento de territorios y socavamiento de las verdaderas soluciones a la crisis climática.

El avance de las plantaciones a gran escala de árboles de eucaliptos, pinos, acacias, caucho y la palma aceitera –que podrían ser definidas como ‘climáticamente inteligentes’ en caso de prosperar la propuesta que está siendo discutida en la Cumbre Climática en Nueva York– es en realidad un proceso de profundización de la acumulación de capital impulsada por las empresas -muchas veces transnacionales y cada vez mayores- sobre los territorios. Algunas de estas empresas son Stora Enso, UPM, Arauco, APP / Sinar Mas, APRIL, Bridgestone / Firestone, Wilmar, Olam y Sime Darby. La producción persigue fines industriales y de exportación, y la expansión se ha producido a un ritmo devastador. Desde 1980, el área de estas plantaciones en el mundo se cuadruplicó, con un crecimiento particularmente de los monocultivos de eucalipto y de palma en el Sur. Si no hubiera sido por la resistencia de las y los campesinos, los pueblos indígenas y otras comunidades en muchos lugares y países, esta expansión habría sido probablemente aún mayor.

Las empresas transnacionales son los principales responsables de los problemas que causan las plantaciones: el acaparamiento de los territorios y de los bienes comunes; la destrucción de áreas biodiversas y formas de vida asociadas; el secamiento y la contaminación por pesticidas de los ríos, arroyos y pozos; el agotamiento y la erosión del suelo; condiciones de trabajo degradantes; un creciente proceso de financierización de la naturaleza sobre las tierras y la producción. Sin embargo, estas empresas no sólo persisten en negar y encubrir sistemáticamente todos estos procesos de injusticia social y ambiental, sino también se consideran parte de las ‘soluciones’ a estos problemas. Algunas de las falsas soluciones de mercado, o mas bien, las soluciones para el propio capitalismo financiero, aumentan las injusticias asociadas a los monocultivos, con una serie de iniciativas que legitiman las operaciones empresariales sin obligarles a rendir cuentas por los crímenes y violaciones cometidos. Algunos ejemplos de este engaño son los sellos ‘verdes’ de certificación como el FSC (Forest Stewardship Council) y la RSPO (Mesa Redonda sobre Aceite de Palma Sostenible), las mesas de ‘diálogo forestal’, donde la sociedad civil y las corporaciones forjan compromisos corporativos voluntarios, y otras iniciativas denominadas ‘sostenibles’ como los falsos compromisos con la ‘deforestación cero’. Si bien estas iniciativas pueden resultar en acciones que conducen a algunas mejoras a corto plazo en favor de las comunidades, éstas han llevado principalmente a la frustración y a la división de las comunidades, al prometer ‘compensaciones’ que no cubren las demandas clave para asegurar sus formas de vida, como la devolución y el respeto de sus territorios, y que permiten la perpetuación de las injusticias ambientales causadas por los monocultivos.

Estas iniciativas son ‘voluntarias’, es decir, no son jurídicamente vinculantes y, por lo tanto, no se rigen por un marco institucional democrático que tenga como objetivo proteger los derechos de las personas afectadas. Así, sin buscar cambiar las destructiva lógica del capital, estas iniciativas terminan legitimando la expansión de un modelo de producción que podemos llamar de neocolonial, ya que destruye las formas de vida, se estructura en base al racismo ambiental y no cuestiona algunas de sus características básicas, tales como la concentración de la tierra y la producción en forma de monocultivo a gran escala con el uso de venenos y condiciones de trabajo degradantes. Además, las iniciativas y los compromisos ‘verdes’ y ‘sostenibles’ no impiden que las grandes empresas sigan ampliando aún más las plantaciones sobre los territorios.

Una dimensión de creciente gravedad son los monocultivos de árboles ‘flexibles’ (flex trees), es decir, árboles que generan usos y/o commodities distintos (producción de energía, madera, alimentos, captura de carbono, etc.), percibidos como intercambiables. Este carácter ‘flexible’ interesa principalmente al capital financiero que promueve cada vez más, junto con las transnacionales de monocultivo de árboles, la especulación sobre el control de la producción y de los usos de la tierra. Estas empresas siguen insistiendo en el uso comercial de árboles transgénicos, en otros usos de la madera para fines energéticos y para vender ‘servicios ambientales’, como el carbono. Todos estos son falsas soluciones a la crisis ambiental y climática que enfrentan las sociedades humanas hoy en día y terminan profundizando las injusticias y propagando aún más el hambre y la miseria. Los monocultivos y cultivos transgénicos no son inteligentes, sino una estrategia más del capitalismo ‘verde’ para acaparar los territorios de los pueblos, socavando a quienes construyen las verdaderas soluciones a las crisis climática, social y ambiental.

Para hacer frente a los impactos que las grandes empresas y la expansión de plantaciones causan, debemos seguir empujando la transformación de este modelo de producción y luchando contra las políticas neoliberales impuestas a favor del capital. Un paso importante es que unamos fuerzas en el marco de la «Campaña para Desmantelar el Poder de las Transnacionales» para construir y fortalecer los instrumentos que acaben con la arquitectura de la impunidad y legitimación que las empresas gozan hoy. La Campaña parte de las luchas de las comunidades que resisten a la invasión de sus territorios por las transnacionales o que luchan por expulsar de su territorio a las transnacionales, afirmando el derecho de los pueblos a la libre autodeterminación de sus formas de vida. La reforma agraria y el reconocimiento y la demarcación de los territorios indígenas y de otras poblaciones tradicionales y campesinas de todo el mundo son las acciones que se necesitan con urgencia para avanzar en la lucha por la soberanía alimentaria, la justicia social y ambiental, y para construir el poder popular.

No podemos terminar esta declaración sin hacer un homenaje a las mujeres y los hombres de todo el mundo que luchan diariamente y de diferentes maneras contra los monocultivos de árboles, y que ya han logrado importantes victorias en la defensa y la retoma de sus territorios con toda la biodiversidad que necesitan para su supervivencia física y cultural. Estas mujeres y hombres que hacen arduas y sufridas luchas para generar vida y construir un futuro, contrastan con la codicia de las grandes empresas y los inversionistas que buscan estas mismas tierras para generar beneficios para sus accionistas.

«¡Las plantaciones no son bosques!»

“¡Los monocultivos no son inteligentes!”
 
21 de setiembre de 2014

Campaña para Desmantelar el Poder de las Transnacionales
La Via Campesina
Marcha Mundial de las Mujeres
Amigos de la Tierra Internacional
Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales (WRM)
http://www.wrm.org.uy

Colección de videos sobre los impactos de las plantaciones industriales de palma aceitera

World Rainforest Movement

De cara al próximo 21 de setiembre, esta vez queremos compartir con ustedes una colección de videos que hemos preparado junto a GRAIN, sobre los impactos de las plantaciones industriales a gran escala de palma aceitera. Los videos, que han sido producidos por diversos compañeros que alrededor del mundo trabajan contra la expansión de las plantaciones industriales de palma, retratan los impactos que sufren las comunidades locales cuando esta expansión se da en sus territorios.

La colección busca aportar información a organizaciones de base, movimientos y activistas, particularmente en África -donde la expansión es más reciente y está teniendo lugar a una velocidad alarmante. La colección intenta compartir información tanto de países de África que ya han tenido experiencias con plantaciones palma aceitera -como Liberia- como de países con una larga y triste historia vinculada a la expansión de plantaciones industriales de palma aceitera -como Indonesia- .

Lamentablemente,  la mayoría de los videos se encuentra disponible solamente en inglés.

Palma Aceitera en África: voces desde las comunidades

World Rainforest Movement, 2013, 7 minutos

Las plantaciones industriales de palma aceitera se expanden rápidamente, no solo en Liberia. En muchos países africanos, se implementan o planean proyectos de expansión. A donde sea que arriban, las compañías prometen empleos y desarrollo. Esas promesas nunca se cumplen.

Ver aquí : https://www.youtube.com/watch?v=sKVNEucB_iQ


 

The Herakles Debacle

The Oakland Institute, 2012, 21 minutes

The very name of American-owned SGSOC – SG Sustainable Oils Cameroon, Ltd.- makes for a pro-environment, pro-resource image. This is supported by an impressive- sounding partnership with an NGO by the name of All for Africa and as a package typifies the kind of convoluted modern-day foreign investment going on in Africa. It is sadly all too familiar to communities on the ground. They are unimpressed with promises of infrastructure and jobs, and angry about their loss of land and livelihoods. It is also part of a strategy to deceive the public into believing that there is logic to cutting down rainforests to make room for palm oil plantations. Only available in English.

Watch here: https://www.youtube.com/watch?v=EgrFvayJhE0


 

The Jogbahn Clan

Friends of the Earth International, 2014, 5 minutes

In Liberia, the Jogbahn Clan have been fighting against a palm oil company grabbing their land. In March 2014 Liberia’s President recognized their right to say no to British palm oil company Equatorial Palm Oil PLC. However, despite the President’s commitment, EPO still has not recognised that the Clan said no to their operations. They are conducting studies on the Clan’s land in preparation for clearing. Only available in English.

Watch here: https://www.youtube.com/watch?v=ufMXhc-h9Tg


 

Palm oil plantations in Uganda

Friends of the Earth International, 2012, 4 minutes

Wilmar International is developing palm oil plantations in biodiverse islands in Lake Victoria, Uganda. The first phase of the project finished in 2011. The second phase is currently going ahead, expanding palm oil plantations to several other islands. The project is being promoted as a poverty-reducing endeavor, yet it is causing displacement, food insecurity and deforestation. Only available in English.

Watch here: https://www.youtube.com/watch?v=elqurp7lFTI


 

Environmental crime: in pursuit of palm oil industry

BastaMag, 2013, 15 minutes

Palm oil is massively imported into Europe, to be used for food and biofuels. A new refinery might be established in Port la Nouvelle (Aude – South of France), supported by local authorities (or local governments) like the Languedoc Roussillon region. In West Africa, where palm oil is produced, land grabbing by multinationals and the expropriation of people are skyrocketing.

Watch here: http://vimeo.com/40934862

Also available in French.


Stop land grabbing! Life, land, and justice in Uganda

Friends of the Earth International, 2012, 5 minutes

In Kalangala, Uganda, John Muyisa woke up one day to find bulldozers clearing his land to plant oil palms. John and his community have preserved their forests and lands for generations. Now their way of life is at risk. Only available in English.

Watch here: https://www.youtube.com/watch?v=17QxF61PVC4


 

Palmed Off

LifeMosaic, 2007, 20 minutes

Palmed Off is based on testimonies from indigenous peoples affected by oil palm plantations in Indonesia and explores the impacts of oil palm plantations on their local economies, on the local environment, on their culture and on the prospects for the future generations. Only available in English.

Watch here:http://vimeo.com/10234538


 

A Paradise Lost

Friends of the Earth International, 2013, 4 minutes

A look at the devastation wrought by illegal land grabbing for palm oil plantations in Indonesia. Only available in English.

Watch here: https://www.youtube.com/watch?v=vnTlASZfk6A


 

Manufacturing Consent

The Environmental Investigation Agency, 2013, 10 minutes

Evidence and testimony from Muara Tae, in East Kalimantan, Indonesia, of the abuses of oil palm company First Resources Ltd thought its subsidiary PT Borneo Surya Mining Jaya (PT Borneo). Only available in English.

Watch here: http://vimeo.com/75423415


 

Melikin

Pesticide Action Network Asia Pacific, 2013, 13 minutes

It was their native customary land until palm oil companies came and claimed it their own. With the help of corrupt politicians, almost 9,000 hectares of forest and agricultural lands were flattened. Fences were put up, barring indigenous peoples from entering their own ancestral land. This is the story of Melikin. The story of many indigenous peoples in Sarawak, Malaysia. Only available in English.

Watch here: https://www.youtube.com/watch?v=t6_RXfVa43I


 

Oil Palm Aggression on Palawan UNESCO Man and Biosphere Reserve 

ALDAW Network, 2011, 17 minutes

Agrofuels in Palawan, as elsewhere in the Philippines, have been portrayed as a key solution to lower greenhouse gas emission, achieve energy independence, as well as a tool for poverty eradication. With these objects in mind, the Provincial Government of Palawan is strongly promoting agrofuels development, without taking into account the socio-ecological impact of such mono-crop plantations. As a result, thousands of hectares of lands in the province have been set aside for jatropha feedstock and oil palm. Only available in English.

Watch here: http://vimeo.com/16570512


 

Bajo Aguán: Grito por la Tierra

Alba Sud and Rel-UITA, 30 minutos

Producción audiovisual sobre el conflicto por la tierra que se vive en el Bajo Aguán, Honduras. Un conflicto provocado por la expansión de las grandes plantaciones de palma africana. El campesinado organizado lucha por defender su derecho a la tierra. El Bajo Aguán, en Honduras, sufre desde hace años un conflicto provocado por la falta de acceso del campesinado a la tierra y la expansión de las grandes plantaciones de palma africana, que han visto cómo crecía su demanda internacional. Tras el golpe de Estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya el conflicto se ha agudizado, y la represión sobre el movimiento campesino se ha extendido en un estado de total impunidad.

Ver aquí: https://www.youtube.com/watch?v=gdIcyTBnX6k


 

Ironic Survival

EngageMedia, 2012, 6 minutes

Video about the struggle of the Malind people against the MIFEE project in West Papua, Indonesia. Alex Mahuze is a Malind tribesman and a sago farmer in Merauke. His clan has for generations lived in harmony with nature. The arrival of the Merauke Integrated Food and Energy Estate (MIFEE) program has forced him to earn money through other means, which ironically harms the environment. He lost his lands and his culture is threatened, but Alex fights on. Only available in English.

Watch here: http://www.engagemedia.org/Members/papuanvoicesmerauke/videos/ironic_survival/view


 

On Our Land

The Oakland Institute in partnership with the Pacific Network on Globalisation (PANG) and Bismark Ramu Group, 2013, 36 minutes

On Our Land chronicles the experiences of rural communities in Papua New Guinea–giving a voice to those who are losing their land and natural resources to illegal logging operations. The film exposes the failure of current development strategies and highlights community and local NGO struggles to take back what is rightfully theirs. Only available in English.

Watch here: https://www.youtube.com/watch?v=KWoZmq1lYdw

 

Guatemala: Derogatoria de la “Ley Monsanto” considerada un gran triunfo de los Pueblos

La Ley de Protección de Obtenciones Vegetales, más conocida como “Ley Monsanto”, fue derogada este jueves, “de urgencia nacional”, con los votos a favor de 111 diputados al Congreso de la República, cuatro en contra y 33 ausentes.

CERIGUA

Diversos sectores sociales, mayoritariamente campesinos, habían manifestado su rechazo a la legislación; Álvaro Folgar, presidente del Colegio de Ingenieros Agrónomos, consideró que derogar la ley fue lo mejor que pudo hacer el Legislativo; Folgar exhortó a los diputados a actuar con responsabilidad e incluir a la sociedad civil en la discusión y aprobación de leyes de impacto nacional.

El dirigente de la Vía Campesina Guatemala, Daniel Pascual, consideró que “es un gran triunfo para la lucha aquí en Guatemala, principalmente para los pueblos Mayas, Xincas y Garífunas, de los hombres y mujeres de maíz”.

Pascual señaló que esta ha sido una de las pocas veces que se ha podido hacer retroceder una ley en Guatemala, y que ha significado una derrota no sólo para la transnacional “Monsanto”, sino para las multinacionales semilleras Dupont, Bayer, entre otras empresas que “controlar la producción de semillas y alimentos”.

La “Ley Monsanto”, denominada así por considerarse que favorecería a esa compañía internacional, contemplaba penas de uno a cuatro años a las personas que utilizaran o transportaran semillas patentadas, sin el permiso del propietario.

Las licencias serían concedidas a personas individuales o jurídicas, nacionales e internacionales, que hubieran creado o descubierto una semilla, entre las que también se incluían las ya utilizadas, como el maíz o el frijol.

Representantes de diversas organizaciones, entre ellas la Red Nacional por la Defensa de la Soberanía Alimentaria (REDSAG) habían señalado que esta legislación vulneraría la biodiversidad de semillas existentes en Guatemala, al favorecer los transgénicos, y pone en riesgo las cosechas de las milpas.

El pasado martes, varios miles de pobladores de Sololá, bloquearon la ruta Interamericana, desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde, en demanda de que ese mismo día fuera derogada la normativa, lo que fue posible hasta este jueves;  los campesinos argumentaban que los pueblos originarios, a través de las abuelas y los abuelos, han desarrollado sus propias semillas durante más de 7 mil años.

“Cuando se habla de establecer normas que privaticen nuestra biodiversidad se habla también del exterminio de las culturas, un nuevo genocidio, un nuevo etnocidio, porque el objetivo es acabar con las culturas milenarias y dominar el sistema de alimentación”, señalaron.

En tanto, Israel Macario, director de la Plataforma Agraria, manifestó su satisfacción por la derogación de la normativa, que atentaba contra la salud y la seguridad alimentaria de todas y todos los guatemaltecos.

Más notas:
La Justicia de Guatemala suspende la polémica ‘ley Monsanto’

Sobre Monsanto en América Latina

Atlas de la Carne


Editado por Heinrich Böll Stiftung

Lugar de publicación: México D.F.
Fecha de publicación : Junio 2014
Número de páginas: 68
Lengua de publicación: Español
Licencia: CC-BY

Después del gran éxito e interés que generó internacionalmente, nos alegra poder presentar el Atlas de la Carne en español.

La comida es un asunto muy personal. Comemos en distintas situaciones y tenemos nuestras propias y muy personales preferencias. Sin embargo, cada vez somos más ajenos a lo que tenemos en el plato, la mesa o en la mano.
¿Se ha preguntado alguna vez de dónde viene el bistec de su taco, la salchicha o la hamburguesa que se come?

La satisfacción personal refleja las decisiones éticas y las preocupaciones privadas pueden ser de naturaleza bastante política. Cada uno de nosotros debe decidir lo que quiere comer. Pero el consumo responsable es algo que cada vez más personas demandan; y se necesita información para tomar decisiones.

Esta información la reunimos en el «Atlas de la Carne».
 
El «Atlas de la Carne» (PDF) se puede bajar aquí gratuitamente.
http://mx.boell.org/sites/default/files/atlasdelacarne2014_web_140717.pdf

Monsanto deberá indemnizar con 93 millones de dólares a un pueblo de EE.UU

En la pequeña ciudad de Nitro en West Virgina se produjo Agente Naranja desde 1948 hasta 2004. Ahora Monsanto deberá pagar por los daños que la dioxina ha causado a la comunidad.

Paulina Lordméndez, veoverde.com

Monsanto ha perdido esta vez y por una causa justa. La Suprema Corte del Estado de West Virginia ha declarado que la empresa deberá pagar $93 millones de dólares a la ciudad de Nitro por los daños que la producción del Agente Naranja ha causado a su población. Aunque el acuerdo se aprobó desde hace un año, recién entrará en vigor al definir la forma en que se hará uso de los fondos.

El Agente Naranja es un herbicida altamente tóxico que fue utilizado para rociar los campos vietnamitas durante la guerra, principalmente para eliminar malezas donde se pudieran esconder los adversarios. Su uso dañó a millones de personas en Vietnam, pero de eso nadie se preocupa pues era una guerra. El problema fue que el Agente Naranja se fabricó en la pequeña ciudad de Nitro desde 1948 hasta 2004.

La dioxina contenida en el Agente naranja causa graves afecciones en la salud aún en las concentraciones más pequeñas. La ciudad de Nitro puso entonces una demanda colectiva para legar a un arreglo, pues no hay duda de sus efectos tóxicos. Este realmente es un acuerdo histórico en el que una corte reconoce el daño que ha causado Monsanto e impone una sanción para el beneficio de la gente.

La Corte de West Virginia declaró que el acuerdo requiere que los fondos de Monsanto se utilicen de la siguiente manera:

-De los $93 millones, $21 serán destinados a pruebas para determinar si las personas han sufrido envenenamiento por la dioxina. $9 de ellos se destinarán a limpiar la dioxina de los hogares.
-Los habitantes de Nitro serán monitoreados a 30 años y no sólo unos meses.
-$63 millones serán utilizados para pruebas de contaminación por dioxina adicionales en caso de ser necesario.
-Será sujeto de prueba cualquier ciudadano en la zona de Nitro nacido entre enero de 1948 y diciembre de 2010. La persona deberá comprobar que vivía en la zona y serán candidato a prueba si ya viven ahí.
-Los empleados de Monsanto no son elegibles para estos beneficios.
-Los residentes podrán presentar demandas individuales a Monsanto en caso de que las pruebas demuestren que han sufrido daños físicos por la exposición a dioxinas.
-Las pruebas para ciudadanos de Nitro estarán validadas por el abogado Charleston Thomas Flaherty, designado por el tribunal para la oficina que se creó con este fin.

Es una pequeña batalla pero muy bien ganada, al menos el gobierno estadounidense está luchando por su gente. Este caso aún no considera el glifosato, otra toxina presente en herbicidas como el RoundUp, pero el caso de la ciudad de Nitro es el principio de una lucha por el derecho a saber qué hay en nuestros alimentos y a ser protegidos de los efectos tóxicos de los agroquímicos de Monsanto.