REMA respalda declaración del Foro Social Temático sobre Minería y Economía Extractivista lanzado en la Cumbre de los Pueblos durante la COP 30 en Belém, Brasil 

Compartimos este comunicado de la Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la minería REMA – A 19 de noviembre de 2025

La Red Mexicana de Afectadas y Afectados por la Minería (REMA) nos adherimos a la declaración del Foro Social Temático sobre Minería y Economía Extractivista (FST-Minería), sumándonos al compromiso de “ una transformación socioecológica y sistémica que confronte las narrativas dominantes de la “transición verde” promovidas por corporaciones, gobiernos e instituciones financieras internacionales ”, que lejos de solucionar el problema del cambio climático, lo agrava, y cuyo resultado es mayor desposesión y extractivismo.

El posicionamiento fue lanzado en el marco de un evento durante la Cúpula Dos Povos en la Universidade Federal do Pará (UDFP) en Belém, Brasil, en donde también se lleva a cabo la 30ª Conferencia de las Partes (COP 30) de las Naciones Unidas sobre el cambio climático.  

Delegados de todo el mundo participaron en el evento, en donde se expusieron las falsas soluciones capitalistas que se han planteado frente a la crisis climática, y con las que se      pone al centro el fomento de más y más extractivismo minero.

Como se destaca en la declaración: “La llamada transición verde o energética se presenta como una solución a la crisis climática, pero reproduce la misma lógica extractivista y capitalista responsable de la destrucción ecológica y la injusticia social. Al situar el sistema minero y extractivista en el centro de la respuesta al Cambio Climático, esta narrativa crea una ilusión falsa y peligrosa—una que oculta la continuación de un modelo depredador,      colonial y militarizado, que explota a las personas y a los territorios en nombre de la descarbonización y del progreso tecnológico.”

Continúa, “Bajo las banderas de la “energía limpia” y la “transición digital”, los minerales de transición se están extrayendo mediante prácticas violentas, contaminantes y excluyentes que devastan ecosistemas, desplazan a pueblos indígenas y tradicionales, y profundizan las desigualdades—especialmente en el Sur Global.”

Representantes de diferentes partes del mundo, desde Papúa Nueva Guinea a Ecuador, de Brasil a Madagascar, y de Turquía a las Filipinas dejarnos su testimonio  sobre la violencia del extractivismo minero en los territorios, el empobrecimiento, la criminalización de los luchadores y la militarización de los territorios. También refrendaron la importancia del derecho de los pueblos a decir No, así como del ejercicio de la auto determinación, de la organización local y regional, y de la articulación entre luchas, especialmente sur-sur. 

Farai Maguwu, del Centro de Gobernanza de Recursos Naturales (CNRG por sus siglas en inglés) de Zimbabwe, subrayó que el FST-Minería no está buscando reformas mineras, sino el rechazo a      la minería como modelo del supuesto progreso y desarrollo, promoviendo la articulanción  y caminando con las comunidades que se declaran sus territorios libres de minería y que están diciendo no a la minería. El FST-Minería también busca la rendición de cuentas de los gobiernos y empresas que violan los derechos de las comunidades y dañan gravemente sus tierras, aguas y formas de vida. Busca alternativas reales, inclusivas y centradas en los pueblos, alternativas que son descoloniales y anti-capitalistas, y que reconocen y respetan los límites del planeta, apreciando los sistemas de valores de los pueblos indígenas y respondiendo a las inequidades estructurales. Esto implica que, en lugar de la actual transición energética capitalista, que realmente es un esquema de expansión energética que agrega nuevas fuentes de energía al tiempo que mantiene el incremento del consumo de hidrocarburos , es necesario una respuesta que implique la reducción radical de consumo de materiales (minerales y metales) y energía, especialmente en países del norte global.   

Como destaca la declaración, es falsa la “idea de que extraer más litio, níquel, cobre o cobalto “salvará el planeta”. El extractivismo no es una solución, es la profundización      del problema. Rastrear o certificar estos minerales bajo supuestos estándares de sostenibilidad, no reparará el profundo daño social y ecológico que la minería implica, sólo lava la imagen de la minería y legitima el extractivismo. Este camino mantiene el mismo sistema que valora las ganancias por encima de la vida, profundiza la desigualdad global y acelera la crisis planetaria.”

“Una transformación justa y sostenible no puede surgir del mismo sistema extractivista que causó la crisis. Debemos desmantelar el poder corporativo, desafiar las dependencias neocoloniales y redefinir nuestra relación con la naturaleza basándonos en el cuidado, la solidaridad y el equilibrio ecológico.”

Véase la declaración completa: https://tsfmining.org/adhierete-a-la-declaracion-del-tsf-mining/

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