Acciones por la NO aprobación de los eucaliptos transgénicos en Brasil

Mail de RECOMA

Quedan unos pocos días para aumentar la presión en la Comisión de Bioseguridad de Brasil (CTNBio) para exigirle la NO aprobación de los eucaliptos transgénicos!

La próxima reunión está fijada para el día jueves 9 de abril. Como ustedes saben, el 5 de marzo iba a aprobarse pero debido a la acción de las mujeres del MST/Via Campesina, la reunión fue suspendida y se fijó para este jueves próximo.

Queríamos compartir con ustedes tres acciones que están circulando a nivel internacional para que -en caso de que no las hayan visto- las firmen, circulen y difundan lo mas ampliamente posible.

1) acción organizada por Acción por la Biodiversidad y la RAALT. Disponible para firmar on line en http://accionesbiodiversidad.org/no-a-la-liberacion-del-eucalipto-transgenico-en-brasil/
2) acción organizada por la Campaña internacional para frenar los árboles GM, que WRM integra, disponible en: http://stopgetrees.org/carta-a-la-ctnbio-brasil/
3) y la última  acción organizada por la campaña contra los agrotóxicos en Brasil, que está en portugués, y que se puede firmar en
http://www.contraosagrotoxicos.org/index.php/490-assine-nao-ao-eucalipto-transgenico

Por último contarles que en varios países se entregaron cartas en los consulados y embajadas del Brasil (en Nueva Zelandia, Montevideo, Miami, Nueva York, Bruselas, Londres, Otawa, etc) por este mismo tema como parte de las acciones de presión a nivel global. Hay un resumen (en inglés) con fotos en la página de la Campaña: http://stopgetrees.org/report-backs-global-day-action-ge-trees/

Los indígenas desafían la ‘nueva colonización’ de Latinoamérica

El avance de la minería, el monocultivo sojero y otros proyectos extractivistas cercan a los pueblos nativos, que han retomado la lucha por territorios que garantizan no sólo su bienestar económico, sino también su supervivencia

Publico.es

BUENOS AIRES.- El pasado 24 de marzo, multitudinarias manifestaciones conmemoraron en Buenos Aires los 39 años de la sangrienta dictadura militar que dejó 30.000 desaparecidos al grito de «Nunca más». Representantes del pueblo Qom, que habita en las provincias de Formosa y Chaco, aprovecharon la ocasión para denunciar que, mientras el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se vanagloria de sus políticas de derechos humanos y recuperación de la memoria histórica, los derechos humanos de los indígenas se siguen violando a diario.

La Comunidad Qom de la Primavera, de Formosa, comenzó 2015 con la décima muerte en cuatro años que las autoridades atribuyen a «paro cardíaco» o «accidente de tráfico», pero que, para la comunidad, responde a motivos más oscuros. Esta vez fue Esteban Medina, de 17 años, encontrado muerto junto a la ruta 86, la misma carretera que ha visto al pueblo Qom protagonizar cortes y manifestaciones para reclamar el derecho a sus tierras ancestrales. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos les dio la razón cuando, en 2011, exhortó al Estado argentino a proteger la vida de los integrantes de la comunidad. El Estado miró hacia otro lado y hoy el pueblo Qom tiene que lamentar varias muertes más.

El pueblo Qom decidió entonces acampar ante la Casa Rosada y manifestarse en Buenos Aires, cortar la céntrica avenida 9 de julio y tratar de visibilizar así la situación de represión que sufren desde hace años. A esa marcha acudieron representantes de la organización Qopiwinni, un intento de articulación política de las cuatro etnias indígenas que habitan Formosa: Qom, Pilagá, Wichí y Nivaclé. Porque, dicen ellos, todos sufren los mismos problemas, y éstos se reducen a uno: la lucha por la tierra.

Los Qom, como tantas otras etnias indígenas a lo largo y ancho de América Latina, llevan siglos resistiendo al avance sobre su territorio, pero en los últimos años la presión se ha incrementado, en parte, por el avance de la frontera de la lucrativa soja. Los Qom dijeron no al modelo sojero y al glifosato ─el agresivo herbicida que tolera la soja transgénica─ y lograron frenar la expansión del monocultivo en 2010, pero desde entonces han visto aumentar la presión sobre sus tierras. Y es en ese delicado contexto en el que siguen demandando, como exige la ley argentina, la devolución de sus tierras ancestrales:

«Eso nos sostiene; sin eso, vamos a ir desapareciendo como pueblo, porque la tierra para nosotros es la base no sólo de nuestros recursos materiales, sino también culturales y espirituales», afirma Félix Díaz, el qarasé, líder democráticamente electo por la Comunidad de la Primavera, que ha tenido que enfrentarse a varias querellas. Los indígenas hablan de «judicialización y criminalización de las resistencias».

Dista mucho de ser un asunto aislado. En todo el continente, comunidades indígenas se enfrentan a la expansión de los monocultivos de soja, caña de azúcar o palma africana; a las minas y las explotaciones de hidrocarburos; a las plantaciones de eucalipto y las fábricas pasteras; a las grandes centrales hidroeléctricas.

El modelo extractivista ha consolidado en toda América Latina economías que dependen de la exportación de materias primas, pero su extracción a gran escala conlleva la devastación de ecosistemas enteros y tiene como principales víctimas los pueblos indígenas que son desplazados de sus territorios o que ven cómo el deterioro ambiental imposibilita sus formas tradicionales de vida.

Los Wayúu contra la mina

Son tantos los ejemplos que resulta imposible enumerarlos todos. Alguno de los casos emblemáticos, que dan cuenta de la situación crítica que viven muchos pueblos originarios latinoamericanos, es el del pueblo Wayúu. Hace sólo unos días llevaron ante la CIDH el caso de los 5.000 niños y niñas muertos por hambre y sed en La Guajira (Colombia), muertes de las que culpan a los emprendimientos agroindustriales y mineros que retienen el agua, de por sí escasa, de la región. Los representantes del pueblo Wayúu exigen medidas que les permitan recuperar el acceso al agua mientras se les niega la entrada a la presa construida sobre el río Ranchería. A pocos kilómetros de las poblaciones indígenas, la mina de El Cerrejón, que emplea unos 35.000 litros de agua al día, lo suficiente para abastecer a tres millones de personas.

La mina es el principal problema de los Wayúu, y el interés del Gobierno de Juan Manuel Santos por impulsar lo que él denomina la «locomotora minero-energética» ha sido clave para que la comunidad sea amenazada y atacada para obligar su desplazamiento. Pero no es El Cerrejón el único enemigo de los Wayúu: el agua que se les niega también se requiere para los cultivos agroindustriales de arroz; además, han denunciado que sus bases de subsistencia se ven amenazadas por los grandes barcos pesqueros que, con permiso gubernamental, arrasa con la vida en el mar y les deja sin posibilidades de pescar mar adentro.

El pueblo mapuche contra las petroleras

En la Patagonia argentina, el pueblo mapuche hace frente, desde hace años, a la industria petrolera. Cuando YPF era Repsol, los mapuche ─gente de la tierra, en su lengua─ probaron la contaminación que en la región estaba provocando la extracción de hidrocarburos.

Después de que la empresa fuera nacionalizada, no ha mejorado la suerte de las comunidades mapuches que se asientan sobre la reserva de Vaca Muerta, una de las mayores reservas de combustibles fósiles no convencionales, que el Gobierno explotará junto a Chevron pese a los inquietantes antecedentes de la empresa estadounidense, condenada por la Justicia ecuatoriana por contaminación reiterada en sus exploraciones en plena selva amazónica. Chevron nunca pagó su deuda con Ecuador y los pueblos indígenas se vieron despojados por los miles de litros de crudo vertidos a los ríos.

Frente a quienes les acusan de oponerse al «desarrollo y el progreso» de Argentina, el pueblo mapuche defiende el derecho a habitar sus tierras ancestrales y a que se cumpla su derecho a la consulta ante este tipo de proyectos, tal como, sobre el papel, garantizan las leyes argentinas y los convenios internacionales, especialmente, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que casi todos los países latinoamericanos han ratificado, pero en todas partes encuentra trabas para ser implementado.

Los Xingú contra la presa de Belo Monte
La violación del Convenio 169 de la OIT, que otorga a los pueblos indígenas el derecho a decidir sobre el futuro de sus tierras ancestrales, ha sido uno de los muchos obstáculos legales a los que ha tenido que hacer frente el Gobierno brasileño, decido a construir en el corazón de la selva amazónica, sobre el legendario río Xingu, la central hidroeléctrica de Belo Monte, llamada a ser la tercera mayor del mundo.

El proyecto, de cuyo consorcio constructor forma parte la española Iberdrola, data de los años 70, y la polémica también. Hace 40 años, las protestas de los pueblos indígenas afectados lograron paralizar un proyecto concebido en tiempos de la dictadura militar; el Gobierno de Lula da Silva lo retomó y su sucesora, Dilma Rousseff, lo mantuvo pese a la presión de grupos ecologistas internacionales, las órdenes judiciales de parar las obras por las irregularidades encontradas en la licitación ambiental y otro sinfín de incidencias.

Si, como parece, la obra sale adelante y se construye una presa en el río Xingu, uno de los mayores afluentes del río Amazonas, las consecuencias ambientales son impredecibles, pero de algo no cabe duda: los principales afectados serán los pueblos originarios que habitan la región, los kayapó, arara, juruna y araweté.

«No queremos que esta presa destruya los ecosistemas y la biodiversidad que nosotros hemos cuidado durante milenios y que aún podemos preservar». Ese fue el mensaje que, hace años, un líder kayapó envió al presidente Lula. No hay cómo negarles que, al contrario que el hombre blanco occidental, las tribus amazónicas han sabido vivir en equilibrio y armonía con la naturaleza; lo mismo cabe decir de los mapuche, los Wapúu, los Nasa, los Qom, los guaraní y una larguísima lista de pueblos originarios de la Abya Yala, el nombre que dieron los kuna del actual Panamá a la tierra que los primeros conquistadores europeos quisieron llamar América.

Entrevista a Pedro Arrojo: «El fracking debe ser declarado una actividad criminal»

Escuchar Entrevista de Radio Vitoria (País Vasco)

El catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza y considerado uno de los mayores expertos mundiales en gestión del agua, Pedro Arrojo, ha dicho en Radio Vitoria que es partidario de declarar el fracking como una actividad criminal. «Una actividad en la que por hacer dinero contaminamos la salud de la gente en el presente y en el futuro, debe estar fuera de la ley», ha señalado Arrojo, que ha pedido a Álava proteger el acuifero de Subijana «porque es el futuro de los alaveses y de sus hijos.

Libro Territorios en disputa

TERRITORIOS EN DISPUTA
Despojo capitalista, luchas en defensa de los bienes comunes naturales y alternativas emancipatorias para América Latina

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con Alberto Acosta, Ana María García, Claudia Composto, Diego Pérez Roig, Enrique Pineda, Ernesto Scheinvar, Esperanza Salazar, Giovanni Velázquez, Gladys Tzul Tzul, Héctor Alimonda, Henri Acselrad, John Holloway, Juan Carlos Flores Solís, Lizzette Santana, Lucia Linsalata, Mateo Martínez, Marxa Chávez, Mayeli Sánchez, Melissa Cardoza, Michael Löwy, Miguel Valencia, Mina Lorena Navarro, Movimiento Colombiano Ríos Vivos, Pablo Dávalos, Pedro Rosas Magrini, Raúl Zibechi, Samantha César, Silvia Federici

Extracto de la INTRODUCCIÓN
El presente libro está motivado por el interés de proporcionar un amplio panorama de la conflictividad socioambiental en América Latina, ubicando las tendencias generales que atraviesan a diferentes países de la región vis à vis las particularidades de cada caso, en relación a la disputa que enfrenta al capital y los Estados con los numerosos procesos de resistencia popular que se organizan contra la privatización, explotación, contaminación y directa destrucción de los bienes comunes naturales. En esta edición, además, presentamos una sección especial sobre México, para conocer con mayor detalle algunos de los ejes más significativos que adopta el despojo territorial, así como las expresiones sociales que luchan contra una renovada y brutal ofensiva extractivista en pos de impedir el cercamiento de lo común y crear nuevas formas no predatorias de relación entre los seres humanos y la naturaleza. En ese sentido, la última sección del libro está dedicada a explorar los principales debates teórico-políticos en torno de las diversas alternativas emancipatorias que están emergiendo frente a la mercantilización capitalista de todas las esferas de la vida.

Análisis de la Ley de Aguas desde el enfoque del derecho humano al agua y al saneamiento

Análisis desde el enfoque del derecho humano al agua y al saneamiento respecto de la iniciativa de Ley General de Aguas dictaminada por Comisiones Unidas de la Cámara de Diputados

Vía COMDA

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El dictamen con proyecto de decreto por el que se expide la Ley General de Aguas (LGA), publicado en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados el pasado 5 de marzo de 2015, resulta revelador del desconocimiento que tienen los diputados promoventes de la iniciativa en comento -Kamel Athie Flores, Gerardo Gaudiano Rovirosa, Sergio Augusto Chan Lugo, y José Antonio Rojo García de Alba- y las Comisiones Unidas de Agua Potable y Saneamiento y de Recursos Hidráulicos que la dictaminaron, acerca de los estándares internacionales del derecho humano al agua y al saneamiento que dicen haber considerado. Como organizaciones defensoras de estos derechos cuestionamos también que se promueva una ley que en realidad no responde al mandato derivado del decreto del 8 de febrero de 2012 por el que se adiciona un párrafo sexto al artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) para contemplar el derecho humano al agua y al saneamiento en los siguientes términos:

 

“Toda persona tiene derecho de acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho. El Estado garantizará el este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines.”

La ley reglamentaria que tiene que emitir el Congreso de la Unión debería desarrollar el contenido y alcance del derecho humano al agua y al saneamiento y asegurar los factores indispensables para su realización: disponibilidad, accesibilidad física, asequibilidad, calidad, aceptabilidad, acceso sin discriminación, acceso a la información, y ejercicio de modo sostenible para las generaciones presentes y futuras. Asimismo, la ley debería definir el diseño institucional más apropiado para los fines del artículo 4°, y hacerlo en concordancia con las obligaciones que tienen todas las autoridades del Estado de respetar, promover, proteger y garantizar los derechos humanos, así como de prevenir, sancionar y reparar sus violaciones, derivadas de la reforma constitucional en materia de derechos humanos de junio de 2011. Lejos de ello, la iniciativa de LGA dictaminada restringe derechos humanos a través de disposiciones que resultan tanto inconstitucionales como inconvencionales:

•    En el Título Segundo dedicado al Derecho Humano al Agua, artículo 49, se establece que este derecho comprende la obligación de la autoridad de garantizar “a los asentamientos humanos los derechos de acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico, y la dotación del mínimo vital”, disposición claramente contraria al estándar de acceso sin discriminación, al pasar por alto que el Estado está obligado a garantizar los derechos humanos de toda la población bajo su jurisdicción, independientemente del lugar donde se viva, y que los titulares del derecho humano al agua y al saneamiento son las personas, no los asentamientos. Abiertamente restrictiva y aún más discriminatoria resulta la definición que provee del Servicio Público de Agua Potable en su artículo 10, fracción 10 XLVII, como conjunto de actividades destinadas a suministrar agua potable para el uso público “urbano” en los asentamientos humanos y centros de población “legalmente constituidos”. También es importante subrayar que el ejercicio de los derechos al agua y al saneamiento no se pueden circunscribir exclusivamente al ámbito doméstico y al contexto urbano, como si todas las personas tuvieran acceso a una vivienda y habitaran ciudades; además de resultar limitativo y discriminatorio, la ley debería tomar en cuenta que se requiere hacer uso personal del agua y tener acceso a opciones de saneamiento adecuado en otros lugares, tales como escuelas, centros de trabajo, hospitales, centros de reclusión, y hasta espacios públicos. No se debe olvidar lo señalado por diversos instrumentos y mecanismos de protección internacional de los derechos humanos: que el derecho humano al agua y el derecho al saneamiento son indispensables para una vida digna y condiciones previas para la realización de otros derechos humanos, como los derechos a la vida, a la alimentación, a la salud, a la vivienda adecuada, a la educación, al trabajo, a la protección contra tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, así como elementos cruciales para lograr la igualdad de género y erradicar la discriminación.

•    La disposición relativa al “mínimo vital”, definido en el artículo 10 fracción XXXII como “el volumen de agua para consumo personal y doméstico que se otorga con la periodicidad que permite al individuo cubrir sus necesidades básicas que corresponde a cincuenta litros diarios por persona” no clarifica si debe entenderse -como en otros países- en el sentido de una dotación de agua no comercializada, es decir, gratuita, con fines de subsistencia, ni se explica cómo el Estado va a garantizar dicha dotación. En cualquier caso debe tenerse sumo cuidado de no confundir mínimo vital con derecho humano al agua, pues la cantidad de agua que debe estar disponible para realizar el derecho no puede fijarse a priori y por igual para todas las personas sin considerar su condición de vida y necesidades específicas.  La Observación General N° 15 del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la ONU sobre Derecho al Agua (OG 15) explica que el factor de disponibilidad refiere al abastecimiento de agua para cada persona que debe ser “continuo y suficiente para los usos personales y domésticos” -consumo, lavado de ropa, preparación de alimentos, higiene personal y doméstica- y que la cantidad de agua disponible para cada persona debería corresponder a las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), advirtiendo que algunos individuos y grupos necesitan volúmenes de agua adicionales en razón de la salud, el clima, las condiciones de trabajo, etc.

•    La OMS no ha fijado una cantidad de litros con la que toda persona podría ejercer su derecho humano al agua, sino que ha valorado el riesgo para la salud de las personas y las necesidades que podrían llegar a cubrir según la cantidad de agua a la que tengan acceso y al tipo y continuidad de suministro. Así, 50 litros por persona/día constituye un “acceso intermedio” de acuerdo con la OMS, que todavía presenta algunos riesgos para la salud y que si bien permitiría, en teoría, cubrir la mayoría de necesidades de consumo e higiene, no representan el “acceso óptimo” ni el nivel de riesgo para la salud más bajo, para lo cual se requiere que las personas obtengan de 100 litros en adelante de agua al día.  Además, la OMS, junto con la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH) y ONU-Hábitat han señalado que estas cantidades de agua son meramente indicativas, y pueden diferir de un grupo a otro en función del contexto particular, el estado de salud, el trabajo, las condiciones climáticas y otros factores; por ejemplo, las madres lactantes, las mujeres embarazadas y las personas que viven con el VIH/SIDA necesitarán más de 50-100 litros de agua al día (Folleto 35 sobre Derecho al Agua, coeditado por OMS, OACNUDH y ONU-Hábitat)

•    Por otra parte, el factor indispensable de calidad no se encuentra todo bien definido entre los términos del artículo 10 de esta iniciativa de Ley; le menciona en otras definiciones como la de “salubre” (fracción XLIII) y le confunde con una errónea definición del derecho al saneamiento (fracción XXIV).  Por “salubre” entiende la calidad del agua para consumo personal y doméstico que “en términos de la normatividad aplicable” impide efectos nocivos para la salud, cuando la OG 15 establece que “el agua necesaria para cada uso personal o doméstico debe ser salubre, y por lo tanto, no ha de contener microorganismos o sustancias químicas o radiactivas que puedan constituir una amenaza para la salud de las personas. Además, el agua debería tener un color, un olor y un sabor aceptables para cada uso personal o doméstico” (esta última parte sí está entre las definiciones, en referencia a cualidades y características del agua “aceptable”). Adicionalmente al agua de calidad, la OG 15 establece que tanto los servicios como las instalaciones de agua “deben ser de calidad suficiente y culturalmente adecuados, y deben tener en cuenta las necesidades relativas al género, el ciclo vital y la intimidad.”

•    Además de una visión incompleta del estándar de calidad en el derecho al agua y al saneamiento, la iniciativa de LGA lo reduce a lo que se mida según la normatividad en México, cuando es sabido que no está actualizada ni incluye los parámetros necesarios para medir todas las sustancias orgánicas e inorgánicas presentes en el agua que pueden provocar daños a la salud más allá de enfermedades diarreicas.  Lo mismo pasa cuando define “contaminación” (fracción XX), como la “incorporación al agua de elementos físicos, químicos o biológicos en concentraciones superiores a las permisibles conforme a las normas oficiales mexicanas relativas a la calidad del agua”. Peor aún, en vez de contemplar un modelo que prohíba la contaminación y conserve las fuentes de agua para poder contar con agua suficiente y de calidad para las generaciones presentes y futuras, la iniciativa resulta permisiva cuando en el artículo 142 prevé la negación o revocación de los permisos de descarga de aguas residuales si se rebasa “la capacidad de asimilación de contaminantes del cuerpo de agua.” Y por si fuera poco, esta iniciativa no hace nada para combatir la impunidad que se vive en el país frente a acciones contaminantes ni para que realmente se pueda remediar el daño, pues disposiciones como las del artículo 264 que establece “multas entre 200 y 50,000 días de salario mínimo general vigente en el Distrito Federal en el momento en que se cometa la infracción” resultan totalmente insuficientes y en nada desalentarán a las empresas e industrias cuyas utilidades superan en mucho tales multas.

•    Adicionalmente, al definir el uso industrial del agua como “agua para la extracción, conservación o transformación de materias primas” (artículo 10, fracción LIX), podría extenderse a los nuevos proyectos de exploración y explotación de hidrocarburos que reforma energética promueve, como los que buscan obtener gas de lutitas empleando la nociva técnica de fracturación hidráulica o fracking basada en enormes volúmenes de agua y mezcla de más de 750 químicos, muchos de ellos tóxicos y altamente contaminantes, en un marco legal que además flexibiliza la regulación de los asignatarios y contratistas y en un contexto en que la normatividad ambiental actual ni siquiera contempla tales sustancias. Con este tipo de disposiciones no se está garantizando ni el factor de calidad ni el de sustentabilidad, que permitiría gozar a las generaciones presentes y futuras del derecho humano al agua y al saneamiento.

•    En cuanto a la inobservancia de los estándares internacionales del derecho humano al saneamiento -reconocido junto con el derecho humano al agua en la resolución de las Naciones Unidas A/RES/64/292 de 2010, y desarrollado en particular por el mandato de la Experta Independiente sobre la cuestión de las obligaciones de derechos humanos relacionadas con el acceso al agua potable y el saneamiento (Informe A/HRC/12/24) y posterior Relatora Especial de Naciones Unidas sobre el derecho humano al agua y al saneamiento, Catarina De Albuquerque- la iniciativa de LGA define el derecho al saneamiento como el “derecho que tiene la persona para que el agua para consumo personal y doméstico sea de calidad, salubre y aceptable” (art. 10, fracción XXIV). Esta errónea definición deja fuera de la legislación un derecho esencial para la vida digna y la salud de las personas, sí como para el medio ambiente sano, ya que en realidad la ley debería referir al  “sistema para la recogida, el transporte, el tratamiento y la eliminación o reutilización de excrementos humanos y la correspondiente promoción de la higiene” y a la obligación del Estado de “garantizar, sin discriminación, que toda persona tenga acceso, desde el punto de vista físico y económico, al saneamiento, en todas las esferas de la vida, que sea inocuo, higiénico, seguro, aceptable desde el punto de vista social y cultural, proporcione intimidad y garantice la dignidad”.  Asimismo, debería tomar en cuenta que la propia Relatora Especial ha señalado que derecho al agua y derecho al saneamiento “deberían tratarse como dos derechos humanos distintos, incluidos ambos en el derecho a un nivel de vida adecuado y con idéntico estatus, ya que esto ayudaría, entre otras cuestiones, a prestar una atención especial a la definición de normas específicas para el derecho al saneamiento y, a continuación, para la realización de este derecho. Además, la separación del derecho al saneamiento del derecho al agua supone reconocer que no todas las opciones de saneamiento se basan en sistemas basados en el agua.”

•    Con respecto al factor de asequibilidad, sobre el cual la OG 15 establece que tanto el agua como los servicios e instalaciones de agua “deben estar al alcance de todos. Los costos y cargos directos e indirectos asociados con el abastecimiento de agua deben ser asequibles y no deben comprometer ni poner en peligro el ejercicio de otros derechos”, la iniciativa de ley se refiere a asequible solamente como “características de costos y cargos directos e indirectos asociados al agua para consumo personal y doméstico, así como las relativas a la infraestructura hidráulica y los servicios relacionados” (artículo 10 fracción XI). Esta definición no aborda el corazón y sentido de este factor, el no comprometer, impedir, poner en riesgo el ejercicio de otros derechos humanos, es decir, que las personas no se vean limitadas o impedidas a ejercer plenamente su derecho a la alimentación, a la salud, a la educación, a la vivienda adecuada, entre otros, por un oneroso cobro de los servicios de agua potable y saneamiento.

•    Por otra parte, aunque el artículo 41 de la iniciativa de ley señala que el derecho al acceso implica “que el agua para consumo personal y doméstico sea accesible y asequible, estos es, al alcance físico y seguro, por lo que se debe encontrar en las cercanías inmediatas de cada hogar, institución educativa o lugar de trabajo; y los costos y cargos directos e indirectos asociados al agua deben ser acordes con la capacidad económica de los usuarios”, en el Título Décimo sobre el “Financiamiento del Sector de los Recursos Hídricos” en donde se refiere, entre otras cuestiones, al tema de tarifas, no se contempla el factor de asequibilidad y abiertamente establece como central la sustentabilidad financiera. El artículo 81 contempla la participación de los sectores “social y privado” en la prestación de los servicios públicos, señalando que podrán incidir en sus diversos elementos, tales como extracción, captación, conducción, potabilización, distribución, suministro, tratamiento, recolección, disposición, desalojo, medición, , así como “determinación, facturación y cobro de tarifas.” El folleto 35 de la OACNUDH, la OMS y ONU-Hábitat sobre derecho al agua reconoce que las empresas pueden menoscabar el disfrute de los derechos humanos, “por ejemplo a través de la contaminación, la sobreexplotación o la apropiación de los recursos hídricos que las comunidades necesitan para beber. Cuando la gestión de los servicios de abastecimiento de agua corre a cargo del sector privado, puede haber preocupaciones en relación con la posibilidad de cortes arbitrarios e ilegales, la asequibilidad de los servicios de agua y saneamiento y la prestación de esos servicios a los grupos vulnerables y marginados.” Asimismo, el dictamen señala que el Título Sexto reproduce las disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales en materia de concesiones para la explotación, uso o aprovechamiento de aguas nacionales al señalar las reglas para su otorgamiento, prórroga, transmisiones, derechos y obligaciones de los concesionarios, suspensión, extinción y revocación de los títulos de concesión, pero destaca entre las novedades la regulación del trasvase (Capítulo VII, artículos 116 a 119), considerado además ese traslado de agua de una cuenca a otra de “utilidad pública” (artículo 8), independientemente de su finalidad, que podría ser el fracking, ni de la afectación que dicho trasvase pueda ocasionar a los derechos humanos de las personas que habitan en la cuenca de origen.

•    Finalmente, el acceso a la información, otro de los factores indispensables para la realización del derecho al agua y al saneamiento que de acuerdo con la OG 15 “comprende el derecho de solicitar, recibir y difundir información sobre las cuestiones del agua”, no sólo no es promovido por la iniciativa dictaminada, sino que se ve gravemente restringido con disposiciones como las del artículo 262 fracción XXVI que ya ha sido cuestionado por miembros del sector académico y de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) debido a que señala que la Comisión Nacional del Agua sancionará conforme a lo previsto por la ley una serie de “conductas”, entre ellas, “realizar obras de exploración, estudio, monitoreo, reinyección y remediación sin contar con el permiso correspondiente”.

Por todo esto y más, sumamos nuestras voces a las de muchas otras que desde diferentes lugares del país exigimos una gestión del agua diferente, centrada en las personas, las comunidades y sus derechos humanos, demandamos un modelo que respete, promueva y garantice los derechos al agua y al saneamiento, que sea participativo y sustentable, un modelo para la vida presente y futura.

*Elaboró Areli Sandoval Terán, de DECA Equipo Pueblo, A.C., integrante de la Coalición de Organizaciones Mexicanas por el Derecho al Agua (COMDA) y la Alianza mexicana contra el fracking (AMCF). Ciudad de México, a 22 de marzo de 2015.

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Piden a CIDH incluir impactos de Reforma Energética en su informe de pueblos indígenas

fundar

  • Necesario y urgente visita de la CIDH a México para actualizar informe país y documentar graves violaciones a derechos derivados de proyectos energéticos.
  • Es importante que la CIDH exhorte al Estado mexicano que realice consulta libre, previa e informada para la implementación de proyectos energéticos o cambios legislativos y administrativos acorde a los más altos estándares internacionales.

 

En el contexto del 154 periodo de sesiones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), Fundar-Centro de Análisis e Investigación, Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, A.C. y Greenpeace informaron a las y los Comisionados sobre las graves afectaciones que la reforma energética implica a los derechos económicos, sociales y culturales en México.

En su intervención representantes de dichas organizaciones reconocieron la apertura de la CIDH para este espacio de diálogo que reconoce que la política energética guarda una estrecha relación con la garantía de los derechos humanos. Destacaron que es la primera vez que un espacio público se abre para que la sociedad pueda presentar sus consideraciones pues ni la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ni la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) se han posicionado al respecto.

Señalaron que la reforma energética es una reforma de gran calado que prioriza y facilita proyectos energéticos que son violatorios de derechos humanos. La presentación, discusión y aprobación de la reforma en tiempo récord; no garantizar el derecho de acceso a la información; transgredir el derecho a la consulta previa, libre e informada y el derecho al consentimiento de los pueblos y comunidades indígenas; así como afectar el derecho a la participación ciudadana como consecuencia de la negativa de la SCJN de someter a consulta popular la reforma constitucional en materia energética, fueron numerados como vulneraciones de derechos.

Destacaron que dentro de los impactos de la reforma energética se encuentra la reducción de los ingresos del Estado ya que con la entrada de empresas privadas al sector petrolero mexicano, éstas recibirán parte de las utilidades que antes correspondían al Estado. “Esto es aún más grave si tenemos en cuenta que en las leyes de la reforma no se establece tan siquiera un porcentaje mínimo que deba recibir el Estado por la explotación de sus recursos petroleros y gasíferos” apuntó Aroa de la Fuente de Fundar y representante de la Alianza Mexicana contra el Fracking.

Al respecto concretamente manifestó que el fracking supone violaciones al derecho al medio ambiente sano, por la contaminación ambiental; al derecho humano al agua y al saneamiento por la afectación a la disponibilidad, la accesibilidad, la calidad y la asequibilidad del agua; al derecho a la salud por la exposición a la mezcla de químicos del líquido de fracturación y de los propios hidrocarburos extraídos; al derecho a la alimentación adecuada, por el acaparamiento de amplias extensiones de terreno para los campos de perforación y almacenamiento, y la contaminación de tierras de cultivo y pastura; al derecho a una vivienda adecuada, porque se compromete la seguridad física de las viviendas frente a los sismos y accidentes, disminuyen sus condiciones de habitabilidad por la contaminación, y se afecta su acceso a servicios como el de agua potable.

Ejemplificó la magnitud de estas afectaciones, señalando que para la Ronda Cero (R0), Pemex ha definido la asignación a su favor de casi 4 millones 800 mil hectáreas, distribuida en 142 municipios, de 11 estados. Sobresale Veracruz, seguido por Tabasco. 13 pueblos indígenas tienen comprometido su territorio. En primer lugar el pueblo Chontal de Tabasco, con el 85% de su territorio ocupado, seguido del pueblo Totonaca (38%) y Popoluca (31%).

Para la Ronda Uno (R1), manifestó, que se abrirá a la inversión privada los recursos de hidrocarburos a través de licitaciones y contratos, en un total de 68 municipios y 8 estados, por un total de 1.1 millones de hectáreas, principalmente en Veracruz, seguido de Coahuila y Puebla. Son cinco los pueblos indígenas que tienen ocupada una porción de su territorio.

“A las comunidades afectadas, no se les reconoce el derecho a negarse a la exploración y explotación de recursos en su territorio según el artículo 96 de la Ley de Hidrocarburos y el artículo 71 de la Ley de la Industria Eléctrica por lo que hasta ahora, las comunidades afectadas no han encontrado acceso a la justicia en México”, señaló Stephanie Erin Bower.

Durante la Audiencia se expuso la situación sobre la Consulta a la comunidad indígena zapoteca de Juchitán de Zaragoza, Estado de Oaxaca, para la implementación de un parque de generación de energía eólica. Esta consulta es particularmente significativa por ser la primera vez que los tres niveles de gobierno se coordinan para el desarrollo de un proceso de consulta, el cual se basa en un protocolo de implementación elaborado por diversas instancias gubernamentales.

“Las agresiones, amenazas e intimidaciones hacia miembros de la comunidad y autoridades, la falta de mecanismos claros de toma de decisiones, los permisos y contratos previamente acordados, y la falta de transparencia, entre varios otros vicios que se han documentado, resultan violatorios de la jurisprudencia interamericana, el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, poniendo en riesgo el resultado que se tenga de la consulta” concluyó en su intervención Dante Emmanuel.

El Comisionado Paulo Vannuchi de la CIDH pregunto si las violaciones a derechos humanos denunciadas en la Audiencia sobre la reforma energética son “futuras” o presentes, las OSC claramente ya habían señalado violaciones en el proceso mismo de aprobación de reforma constitucional y expedición de leyes secundarias sin información, participación ni consulta, detallando además las disposiciones legales que son contrarias a la garantía de derechos humanos de pueblos y comunidades indígenas, campesinas y otras, incluyendo los mecanismos establecidos para la determinación de la servidumbre legal y ocupación temporal de los territorios. Adicionalmente a todas las violaciones que se prevén en materia de derecho al medio ambiente sano y otros derechos económicos, sociales y culturales por los proyectos que favorece la reforma. En su réplica, las OSC destacaron que la reforma no da margen para que se ejerza el derecho al consentimiento previo, libre e informando, contraviniendo la jurisprudencia interamericana, porque si los titulares de las tierras no quieren aceptar el proyecto y no hay acuerdo desde la “negociación inicial”, las disposiciones de la Ley de Hidrocarburos y de la Ley de la Industria Eléctrica disponen la imposición de una mediación que debe llegar a “acuerdo” o bien la servidumbre legal por vía judicial o administrativa. El gobierno mexicano no respondió a estos y otros cuestionamientos.

Al finalizar la audiencia las organizaciones expusieron sus petitorios a la CIDH y al Estado mexicano los cuales se exponen íntegros a continuación:

  • Que la información rendida y en particular los impactos de la reforma energética en México en perjuicio de los derechos colectivos de los pueblos y comunidades sean incluidos por la CIDH en su informe de pueblos indígenas e industrias extractivas que está en curso.
  • Que realice una visita in loco urgente a México para actualizar su informe de país que data de 1996, y particularmente visite comunidades y documente las graves violaciones a los derechos colectivos indígenas que con motivo de proyectos extractivos se han generado en México.
  • Que exhorte al Estado mexicano a la realización de la consulta libre, previa e informada para la implementación de proyectos energéticos o cambios legislativos y administrativos en el que puedan verse afectados los derechos de los pueblos indígenas acorde a los más altos estándares internacionales como lo marca el Convenio 169 de la OIT, así como la jurisprudencia interamericana. Particularmente por cuanto hace a los proyectos Eólicos del pueblo indígena zapoteco de Juchitán, Estado de Oaxaca, México, exprese su preocupación por las deficiencias en la consulta en el informe que emita sobre este periodo de sesiones, tomando en cuenta que este caso será el modelo a seguir en todas las futuras consultas.
  • Que exhorte al Estado a prohibir el fracking, por constituir una forma de extractivismo que menoscaba el derecho a la tierra y territorio de los pueblos y comunidades, así como el derecho al medio ambiente sano.
  • Que exhorte al Estado para asegurar el acceso a un recurso idóneo y efectivo en términos de los artículos 8 y 25 de la Convención, al cual puedan acudir los pueblos y comunidades, para hacer valer sus derechos. Particularmente se asegure en materia de amparo el derecho a la suspensión provisional de las determinaciones de la Comisión de Hidrocarburos en tanto se determina de fondo si su actuar es apegado o no a los derechos fundamentales.
  • Que en ejercicio de sus facultades, solicite a la Corte IDH la correspondiente opinión consultiva para efectos de analizar si la Ley de Hidrocarburos, la Ley de la Industria Eléctrica y la Ley Minera son acordes con los derechos humanos contenidos en el Convenio 169 de la OIT y con los estándares desarrollados por la jurisprudencia del sistema en la materia.

Al Estado Mexicano:

  • Que evite emitir concesiones, permisos y/o asignaciones sobre proyectos de industria extractiva sin previamente consultar libre e informadamente a los pueblos y comunidades que podrían ser afectados.
  • Que evite la aplicación de los supuestos mecanismos de consulta contenidos en los artículos 120 de la Ley de Hidrocarburos y 119 de la Ley de la Industria Eléctrica, por ser en realidad mecanismos de imposición de proyectos y en cambio implemente procedimientos de consulta acordados con los pueblos y comunidades que estén sustentados en los estándares del Convenio 169 de la OIT, así como en la jurisprudencia interamericana, de tal forma que se asegure que sean de buena fe y conforme a los procedimientos e instituciones tradicionales indígenas.

Alianza Mexicana contra el Fracking / Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh) / Equipo Pueblo AC / Fundar-Centro de Análisis e Investigación / Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos, A.C. / Greenpeace México Estado de México / Prodesc

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Agricultura Campesina para la Soberanía Alimentaria

Alainet

Contenido:
VI Congreso CLOC-VC

Para garantizar el derecho a la alimentación
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Los desafíos de la reforma agraria integral y popular
Marina dos Santos

Campesinado y proyectos para la agricultura
Valter Israel da Silva

El Año Internacional de la Agricultura Familiar y las perspectivas
Secretaria Operativa de la CLOC – Vía Campesina

Para garantizar la Soberanía Alimentaria:
Una declaración de los Derechos Campesinos
Diego Montón

Camino al socialismo:
Integración de los pueblos-Integración regional
Edgardo García
 
La agroecología: puntal de la soberanía alimentaria
Rilma Román y Marlen Sánchez
 
Migración y juventudes campesinas, indígenas y afrodescendientes
Sayra Ticay y Gonzalo Galván

Mujeres del campo afirman liderazgos
ALAI

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México ha vivido en 10 años “un verdadero genocidio por goteo”, afirma el ex Juez Zaffaroni

Por Mónica Maristain, SinEmbargo

En el marco de lo que denominó una “fase avanzada del colonialismo”, Eugenio Raúl Zaffaroni, ex Juez Supremo de la Nación Argentina y candidato por ese país a la titularidad de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), alertó que en México es necesario darse cuenta de lo que pasa en su realidad, para no tener que lamentarse después, como ocurrió en el caso de la Argentina luego del Golpe de Estado del 1976.

Zaffaroni, quien fue Ministro de la Corte Suprema de Justicia de su país desde 2003 hasta finales de 2014, expresó su tristeza porque en esa nueva cara del colonialismo, “más sutil, perversa y sangrienta”, México se esté “llevando la peor parte”.

“Lo que se está viviendo (en México) es un verdadero genocidio. Un genocidio por goteo. Sumen 10 años de muertos y tendrán una pequeña ciudad. Una Hiroshima o Nagasaki hechas con un poquito más de paciencia. El genocidio no deja de ser genocidio por el hecho de que se continúe en el tiempo, lentamente”, dijo el experto en Derecho Penal y Criminología, pero también un reconocido defensor de los derechos humanos a nivel internacional.

En una participación breve aunque contundente, el doctor Eugenio Raúl Zaffaroni se presentó durante una conferencia acontecida el pasado martes por la noche en el Distrito Federal.

Fue en el marco de la Cátedra de Derechos Humanos Abuelas de Plaza de Mayo, en la Universidad del Claustro de Sor Juana, destinado a conmemorar los 39 años del Golpe de Estado que el 24 de marzo de 1976 dio inicio a una de las dictaduras más cruentas de que tenga memoria el continente latinoamericano y que dejó un saldo de 30 mil desaparecidos en dicho país sudamericano.

Se esperaba una conferencia magistral de una de las figuras más rutilantes en materia de derecho y justicia en el continente, pero una indisposición que derivó en un estado febril y obligó a la atención médica previa a su presencia en el Auditorio Divino Narciso en uno de los edificios antiguos más bonitos y mejor preservados del Centro Histórico, impidió la conversación con el público y redujo el discurso del ex Juez de la Corte Suprema  de Justicia  de Argentina, a unos pocos minutos.

Acompañado por la escritora Sandra Lorenzano, Vicerrectora de Investigación, Universidad del Claustro de Sor Juana; el doctor José Steinsleger (escritor y periodista); la doctora Leticia Bonifaz Alfonzo, Directora General de Estudios, Promoción y Desarrollo de los Derechos Humanos de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), y la Embajadora de Argentina en México, Patricia Vaca Narvaja, el ex magistrado fue de todos modos demoledor al analizar la situación de violencia y derechos humanos en nuestro país.

CERCANO A LA CULTURA MEXICANA

Previo a su conferencia, Eugenio Raúl Zaffaroni se disculpó por su estado de salud. “Tengo 38 grados de fiebre y probablemente estaré más incoherente que de costumbre”, bromeó, tras lo cual recordó sus inicios en el derecho y particularmente su trabajo como juez durante la dictadura argentina, un hecho que México, según afirmó, tendría que tomar como referencia a la hora de justipreciar la situación de violencia e impunidad en que se encuentra sumido.

“No hablo desde la soberbia. Vine a México muchos años antes de la ola del exilio post-dictadura y México en aquellos momentos me abrió una enorme comprensión sobre América Latina”, contó.

“Aquí fui discípulo de Alfonso Quiroz Cuarón (1910-1978), quien fue el que investigó el asesinato de León Trotsky y fundador del Instituto de Investigaciones Especiales del Banco de México; fui discípulo de Celestino Porte Petit (1910-2002), uno de los penalistas más conocidos de México y ellos me incorporaron a la cultura mexicana, razón por la que me duele mucho lo que está pasando acá”, afirmó.

Zaffaroni, un hombre de voz dulce, un tic en el rostro por el que cierra los ojos en forma constante, vestido de verde, con ropa de calle, lanzó entonces una advertencia a nuestro país en el sentido de que “no crean ustedes que los argentinos nos dimos cuenta inmediatamente de lo que nos pasaba aquel 24 de marzo de 1976 (Golpe de Estado militar contra el gobierno constitucional). Todos creímos que era un Golpe de Estado más, que se correspondía con esa normalidad patológica a la que estábamos acostumbrados”, relató.

“No sabíamos lo que iba a pasar. Me fui del Juzgado Federal. Me degradaron y me dieron un juzgado de sentencia en un altillo, desde no obstante librábamos algunos Habeas Corpus. Los campos de concentración no salían en los periódicos y no nos decían naturalmente dónde estaban las personas desaparecidas”, narró.

“Un día llegó uno donde sí pudimos investigar quiénes se los habían llevado. Al final le mandé un oficio a (Jorge Rafael) Videla (1925-2013) –ex dictador de Argentina, fallecido en la cárcel, donde permanecía condenado por graves delitos contra los derechos humanos– pidiéndole la nómina de personas autorizadas a detener. No se la dan y no se la darán, fue la respuesta”, contó Zaffaroni, para luego admitir que la dimensión real de la dictadura militar en su país la percibió en 1978 hablando con los exiliados argentinos en Europa.

“Se trataba efectivamente de un genocidio y de la dimensión de ese genocidio tomé conciencia. No es un tema de contabilidad, no se trata de contar cadáveres, pero era masivo, estaba hecho con suma crueldad y programado fríamente”, explicó el experto de la justicia, al tiempo de confesar que la sensación que experimentó en Alemania pensando que tal vez estuviera sin saberlo compartiendo un café con un criminal nazi se le reprodujo en la Argentina, donde existían amplios sectores de la clase media “que legitimaban todo”, es decir, los secuestros y desapariciones hacia otro amplio sector de la sociedad.

CUIDADO, MÉXICO

En ese sentido, en el de no reaccionar a tiempo, es que el magistrado pidió a México que tenga cuidado. “Siento mucho lo que está pasando acá. Así como a nosotros nos ocultaban las desapariciones y los muertos, creo que aun cuando sea un momento distinto de la historia latinoamericana, se corre en México el riesgo de no saber realmente lo que está pasando”, advirtió.

En su visión, en nuestro continente ya no hay cabidas para dictaduras como la del mencionado Videla en Argentina o como la de Augusto Pinochet (1915-2006), “pero no porque hayamos conseguido nada, sino porque se terminó el neocolonialismo”, precisó.

“Fue una etapa que comenzó con la Revolución Industrial y terminó con nuestras dictaduras de Seguridad Nacional. A partir de entonces entramos en una fase más avanzada del colonialismo, que es la actual y que no se vale de Golpes de Estado tradicionales, sino de desestabilizaciones y de un control social muy perverso que se juega por sociedades excluyentes, donde hay un 30 por ciento de incluidos y un 70 por ciento de excluidos”, explicó.

Para Zaffaroni, la forma de controlar a los excluidos es instigar y fomentar la conflictividad para que se maten entre ellos y de esa forma no puedan tener conciencia de su situación, ni coaligarse ni tener ningún tipo de protagonismo político.

Se trata, según él, de un regreso a la ideología de hace 150 años, la del derrame, consistente en pesar que si el 30 % de incluidos tiene mucho, por lógica su riqueza “se derramará” y algo de ella llegará al 70 % de excluidos.

En este proceso entran los medios de comunicación, con prevalencia de la televisión sobre los periódicos, pues “hoy tiene más importancia la imagen que la palabra”, opinó.

La televisión “nos crea la realidad  y ese es el grave problema. Esos medios no están al servicio del capital financiero internacional, son parte del capital financiero internacional y por tanto, al no poder ocultar la violencia, la naturalizan”, dijo, para luego rematar con una advertencia que sonó en el Divino Narciso como un clamor: “México: cuidado con la infamia y el racismo de los que dicen que la violencia es algo inherente al pueblo mexicano.”, afirmó el famoso penalista sudamericano.

“Nadie dice que esto viene del negocio de los gringos con la cocaína. Se hacen reuniones internacionales, nos juntamos todos, decimos pavadas, hablamos del crimen organizado, pero si dicen la violencia es violencia y no sabemos de dónde viene, lo que nos están queriendo decir indirectamente es que la violencia se debe a que el pueblo mexicano es violento”, dijo.

“Cuidado con eso. Cuidado que eso es racismo. Cuidado que eso es una infamia. No deben aceptar eso. Si la historia mexicana es sangrienta es porque tuvo que defenderse de los ataques que padeció durante 500 años”, agregó.

QUIÉN ES EUGENIO RAÚL ZAFFARONI

Nacido el 7 de enero de 1940 en Buenos Aires, Eugenio Raúl Zaffaroni es catedrático emérito de la Universidad de Buenos Aires y uno de los tratadistas más importantes de la ciencia penal iberoamericana.

Es Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad del Litoral y ex Ministro de la Corte Suprema de Justicia de Argentina, cargo que ocupó desde el 2003 hasta el 2014, cuando presentó su renuncia por haber alcanzado los 75 años, edad tope para los magistrados de acuerdo a la Constitución de su país.

Doctor Honoris Causa de la Universidad de Castilla La Mancha, de la Università degli Studi di Macerata (Italia), de la Universidad de Morón, de la Universidad Privada Antenón Orrego (Perú), de la Universidad de Udine (Italia), de la Universidad Nacional de Cajamarca (Perú), de la Universidad del Estado de Río de Janeiro, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, de la Universidad Nacional de Rosario, de la Universidad para la Cooperación Internacional (Costa Rica), del Instituto Nacional de Ciencias Penales (México, DF), entre otras.

Es autor de proyectos de reformas a los códigos penales de Argentina, Ecuador y Costa Rica. Actualmente preside la Comisión de Reforma Integral al código penal de Bolivia.

Es autor de más de 25 libros, entre los que destaca el Manual de Derecho Penal, editado también en México y Perú y adaptado para la justicia brasileña.

Es el candidato por Argentina para presidir la Corte Interamericana de los Derechos Humanos, con sede en San José, Costa Rica.

DECLARACIÓN POLÍTICA. Encuentro Continental contra la Minería y por la Soberanía Popular

En el municipio de Mataquescuintla – Guatemala, los días 11, 12, 13, 14 y 15 de marzo de 2015, representación de pueblos, comunidades y organizaciones sociales nacionales y delegaciones internacionales de Brasil, Argentina, Perú, Colombia, Honduras, El Salvador, Nicaragua, República Dominicana, Haití, México, Costa Rica, Canadá, Islandia, Noruega y Sudáfrica, al calor del compañerismo, la solidaridad y el diálogo intercultural, nos hemos reunido para construir una propuesta de articulación continental y de impulso político.

Esta iniciativa permitirá avanzar en la construcción de un MOVIMIENTO CONTINENTAL CONTRA EL MODELO EXTRACTIVO Y POR LA SOBERANÍA POPULAR que haga frente al despojo que vienen padeciendo nuestros pueblos y seguir abonando el camino en la construcción de una nueva sociedad.

DECLARAMOS QUE

   1. Estamos viviendo un momento de contraofensiva del imperialismo contra los pueblos, los movimientos sociales y los gobiernos progresistas, de Latinoamérica, a través de políticas de asfixia económica, manipulación mediática y de criminalización de la protesta. Por lo tanto hacemos un llamado a todos nuestros pueblos para enfrentar esta contraofensiva con unidad, movilización y lucha.
   2. Entendemos que el problema de la extracción de nuestros bienes naturales comunes no tienen solo que ver con la minería,  sino que abarca el petróleo, el gas,  los proyectos hidroeléctricos, los agro-combustibles y los monocultivos. De tal manera que estamos ante un modelo extractivo de minerales y energía, de carácter capitalista, que impulsan las empresas transnacionales, países imperialistas y organismos multilaterales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional), con la complicidad de los Estados nacionales, completando así la nueva división del trabajo que coloca a Latinoamérica como un proveedor neto de materias primas.
   3. Nosotros como pueblo latinoamericano estamos siendo agredidos, por medio de una confluencia nefasta de acuerdos entre Estados y transnacionales, donde las empresas logran disminución de impuestos; precariedad laboral; disminución de fuentes hídricas; contaminación ambiental; sobrexplotación, mercantilización y precarización de las mujeres; despojo de tierras y de su cultura a comunidades negras, campesinas e indígenas.
   4. La persecución de los movimientos sociales, la criminalización de la protesta y frecuentes violaciones de los derechos humanos son una constante en nuestra América, por parte de los aparatos estatales y las empresas transnacionales. Por lo tanto acudimos a la solidaridad internacional y la denuncia permanente para blindar a nuestros compañeros  y compañeras demostrando una vez más que nuestra lucha es por la vida.
   5. Respaldamos a los gobiernos progresistas de nuestra América por los avances realizados en sus distintos países e instamos a profundizar resueltamente el respeto a los derechos de nuestra madre tierra, de los pueblos indígenas, de las comunidades negras y campesinas.
   6. Estamos por la defensa del territorio y la creación de sociedades alternativas, apostándole a la construcción de poder popular y a una nueva forma de relacionamiento con la Naturaleza que rescate los conocimientos ancestrales y naturales. Reafirmamos la defensa de la vida y decimos altivos, que no le tememos al modelo extractivista de persecución y muerte al cual responderemos con lucha y movilización popular.
   7. Este encuentro da inicio a un proceso de articulación continental que permitirá compartir las experiencias de pueblos en resistencia y lucha, materiales investigativos sobre el accionar de las transnacionales y los Estados, además generar escuelas de formación política, mecanismos de denuncia y solidaridad, redes de comunicación y movilizaciones conjuntas.
   8. Para derrotar el modelo imperante es fundamental la unidad de las fuerzas de los pueblos. Por lo tanto extendemos la invitación a todos los pueblos, comunidades y organizaciones populares que luchan por la vida y la defensa del territorio, a juntarnos en un esfuerzo común, de tal manera que en próximos escenarios de encuentro seamos más procesos y más países.

Municipio de Mataquescuintla – Guatemala, Marzo 11, 12, 13, 14 y 15 de 2015.

“¡SÍ A LA VIDA NO A LA MINERÍA!”

Territorio zoque de Chiapas, campo abierto al extractivismo

Por Fermín Ledesma Domínguez, chiapasparalelo.com

Como afirma la socióloga, Maristella Svampa (2012) el territorio se ha constituido en el lugar privilegiado de la disputa a partir de la implementación de nuevas políticas sociales diseñadas desde el poder con vistas al control y la contención de la pobreza y como espacio estratégico en términos de recursos naturales, sobre todo bajo la lógica del capitalismo extractivo que se ha instalado en nuestro país.

En ese sentido, este texto presenta el análisis del territorio histórico Zoque de Chiapas, donde la población local enfrenta silenciosamente los efectos de la modernización avanzada que plantea el modelo de desarrollo económico, sobre todo, bajo la narrativa del desarrollo sustentable que opera el Estado desde la década de 1990. Desde mi perspectiva, no es más que un modelo extractivo-agroexportador que se traduce en la reprimarización de las actividades y en el uso intensivo de los recursos naturales (agua, tierra bosques), minando la capacidad de agencia de la población local, de tal suerte que ciertos territorios, como el Zoque de Chiapas, pasan a formar parte de un circuito global para la reproducción del capital económico.

¿Por qué hablar del territorio?

El concepto territorio comenzó a cobrar importancia en la medida en que el concepto “región” (cultural, económica, plan, hidráulica, etc.) agotó las respuestas para resolver y entender los problemas multifactoriales y heterogéneos de alcance macro-regionales como pobreza, marginación, niveles bajos de bienestar, agricultura tradicional (roza, tumba y quema), que desde la óptica del modelo económico neoliberal, limitan el crecimiento económico de todo un país, de tal suerte que ciertos territorios, sobre todo indígenas, son vistos como “regiones perdedoras” o áreas deprimidas pues no lograron contribuir a la mejora económica del país.

Hoy, el viraje es mirar al territorio como área clave para detonar a las “regiones perdedoras” pues contiene no sólo recursos naturales disponibles, sino un alto capital social y económico basado en el sentido de pertenencia, cohesión, cooperación, identidad, intercambios de experiencias vividas, interiorización del paisaje, lazos de parentescos y la vecindad así como otras características culturales que permiten transformar escenarios adversos en el mundo globalizado, dicho de otro modo, la cultura hoy puede ser convertida en mercancía.

Sin embargo, posiciones como la del geógrafo marxista David Harvey (2012) afirman que lo que está en juego dentro del “territorio” es la expansión del poder del capital económico en su versión de imperialismo como una nueva forma de acumulación del dinero a lo que él llama acumulación por desposesión, que no es más que la explotación intensiva y el despojo de los recursos naturales mediante el uso de los bosques como generadores de estabilidad ambiental global, y por la otra, paradójicamente la expansión de la minería, el petróleo y la búsqueda de energía alternativas e incluso está acumulación alcanzaría a los tan anunciados “centros ecoturísticos” que no es más que la mercantilización de la naturaleza, de tal modo que, el territorio se convierte en el centro de la disputa entre quienes habitan el terruño y quienes aspiran a explotarla desde el capital económico como espacios multifuncionales, creando de esta manera tensiones y conflictos.

En medio de esta nueva dimensión económica del territorio surgen lenguajes de valoración por parte de los actores locales que se expresan en movimientos sociales en defensa del agua, los bosques y la tierra como bienes comunes, corriente bautizada por Joan Martínez Alier (2011) como el “ecologismo de los pobres” surgida en oposición al conservacionismo a ultranza que plantea un culto extremo a lo silvestre. Un ejemplo del conservacionismo a ultranza es la creación de áreas naturales protegidas donde la presencia humana está vedada.

Otra corriente surgida es la eco-eficiencia, que plantea el uso “eficiente” empresarial de la naturaleza, interiorizada como discurso bajo la responsabilidad social empresarial por parte de las grandes compañías en su afán de “reponer” algo a la naturaleza. En la corriente del “ecologismo de los pobres” se demanda el respeto al territorio, la autonomía y la autogestión de los recursos naturales mediante acciones directas de movilizaciones (Svampa, 2011) pues lo que está en riesgo es la reproducción social de quienes habitan el territorio y no de quienes aspiran a explotarlo.

El territorio histórico Zoque de Chiapas

Desde hace aproximadamente 2,500 años, los zoques construyeron un vasto territorio desde el sur de México, principalmente en el sur de Veracruz, Tabasco, Oaxaca y Chiapas, que Gareth Lowe (1998) definió como el área cultural zoque de Mesoamérica, que en algún momento estuvo integrada a su vez por dos grandes áreas: la parte núclear se encontraba en la costa del Golfo de México y una sub-area Olmeca estaría formada por Tabasco y Chiapas que en su momento se extendió hacia Guatemala y El Salvador. De esta manera, los resultados arqueológicos han podido afirmar que los zoques constituyen en realidad la “cultura madre” antes que los Olmecas.

Sin embargo, los procesos sociales, políticos, económicos y ambientales ocurridos en el territorio zoque como la conquista, la aparición de epidemias, hambrunas y la erupción de volcanes han diezmado la población originaria en los últimos 5 siglos, quedando reducidos en pequeñas “islas”. En el caso de Chiapas, las políticas modernizadoras del siglo XX diseñadas desde el Estado moldearon constantemente al territorio zoque como un espacio idóneo para el desarrollo del capital económico mediante el uso intensivo de los recursos naturales que ha dado como resultado un territorio indígena intervenido. Veamos algunos ejemplos.

El primer indicio del territorio zoque intervenido por el Estado fue la implantación y desarrollo de una política de ganadería extensiva en el trópico húmedo desde la década de 1930, que en el caso del área zoque arrancó en los municipios de Juárez, Ostuacán, Pichucalco, Reforma, mismo que se extendió hacia Chapultenango e Ixtacomitán y Francisco León, lugares tradicionalmente zoques.

Para 2010, los efectos de la política ganadera de larga duración, no solo ha contribuido a la devastación de gran parte de los bosques de niebla de Rayón, sino que en conjunción con las constantes crisis económicas, aceleró la conversión del campesino zoque en jornalero o migrante en los centros del gran turismo de la Riviera Maya y a otros polos urbanos. Tan solo en el periodo de 2006 a 2010, un total de 4 mil personas de 13 municipios zoques migraron hacia Estados Unidos.

El territorio zoque también ha sido utilizado para el desarrollo de mega proyectos como las presas hidroeléctricas de Malpaso y Peñitas desde la década de 1960, los cuales, generaron el desplazamiento de miles de campesinos e inundaron más de 30 mil hectáreas de tierras de cultivos agrícolas en Ostuacán y Tecpatán así como propiciaron la construcción de riesgos propios de países industrializados, de tal suerte que las turbinas de las hidroeléctricas pasaron a formar parte del paisaje natural en el bajo Grijalva, a costa del deterioro ecológico y el desplazamiento de comunidades campesinas.

El modelo extractivista de los recursos naturales también se ha acentuado en el territorio zoque de Chiapas mediante la ejecución del proyecto Ixhuatán, de capital extranjero y nacional a través de la compañía minera Frisco, propiedad de Carlos Slim, que involucra explorar y explotar los minerales en más de 4 mil hectáreas de tierras ejidales de comunidades indígenas zoques en un corredor minero que comprende al menos 10 municipios del área norte de Chiapas, bajo la promesa de mejora de la calidad de vida de los habitantes. Paradójicamente el capital y las decisiones de las empresas mineras son administrados desde Vancouver Canadá, colocando desde este modo al territorio zoque en el circuito global de la minería. Por su parte, la percepción del riesgo por parte de los lugareños se ha expresado en movilizaciones sociales en Tapilula.

La lógica de intervención del territorio alcanza hasta las tierras volcánicas con fines extractivos. Desde 2010, la comisión federal de electricidad realiza trabajos de prospección para establecer una plantea geotérmica dentro del cráter del Volcán Chichonal, ubicado en Chapultenango, con miras a insertarse en el mercado mundial de las energías alternativas, proyecto que no ha sido consultado a la población local, sobre todo, ejidatarios ocupantes de las faldas del volcán. A partir de las reformas energéticas realizadas en México en 2013, la posibilidad de que empresas privadas exploren y extraigan energía del Chichonal es altamente probable pues las condiciones jurídicas y políticas están dadas.

En todo este escenario, los actores locales, esto es los indígenas zoques, se les asigna una división territorial del trabajo. De esta manera, el área central del territorio – Pantepec, Tapalapa, Ocotepec y Rayón- aporta la mano de obra barata para las ciudades del sureste, los municipios del corredor ganadero y para la agroindustria bananera establecida en Tabasco a costa de una agricultura de subsistencia donde se acentúa la pobreza y los problemas ambientales del territorio. No es casual entonces que los pueblos zoques como sujetos excluidos de la producción de la riqueza ocupen espacios de riesgos en las faldas volcánicas y los conflictos agrarios se expresen en las escalas comunitarias.

Finalmente, el resultado de la intervención sobre el territorio zoque es la producción espacial de un territorio deprimido y fragmentado pues la pobreza alcanza a más del 98% de la población, en los últimos 6 años se han reducido más de 5 mil hectáreas de siembra de maíz, la emigración alcanza a las localidades más pobres y los servicios públicos son insuficientes. Desde la lógica económica, el territorio es visto como el espacio para la extracción de los recursos naturales, en este caso, tierra y agua, a costa del deterioro de las condiciones sociales del área.

En conclusión, el territorio histórico zoque de Chiapas sirve para la reproducción del capital económico bajo una endeble política de intervención y discurso gubernamental que en su conjunto reducen las tierras paras fines agrícolas y minan la capacidad de agencia de quienes viven en estos lugares a costa de tensiones y contradicciones sociales, de ahí que, debemos repensar el territorio zoque de Chiapas pues lo que está en juego es la sobrevivencia de la población indígena.

Toma simbólica de la CONAGUA en Tuxtla el 22 Marzo, Día Mundial del Agua

CHIAPANEC@S EN DEFENSA DEL AGUA
Movimiento Social Contra la Privatización del Agua en Chiapas y en Defensa de los Elementos Naturales

En el marco del dia Mundial del Agua, el próximo 22 de Marzo, Chiapanec@s en Defensa del Agua y diversas asociaciones hacen un llamado a los medios de comunicación y sociedad civil para que apoyen en la toma simbólica de las Instalaciones de CONAGUA en Tuxtla Gutiérrez.

Durante el evento, que tendrá lugar en diferentes Estados de manera simultánea, se exigirá a las diferentes instituciones gubernamentales que revoquen inmediatamente la ley nacional de Aguas que entrará en el Congreso en los próximos dias. Dicha Ley, no percibe el agua como un derecho humano, sino como una mercancía al servicio de empresas, promoviendo grandes obras de infraestructura y la privatización del agua en sus diferentes formas.
Dentro de las demandas, también se encuentra la paralización total de procesos de privatización de los servicios de agua y alcantarillado, como el que se quiere implementar en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, por el que se «regalaría» toda la infraestructura, pagada con dinero público, a una empresa privada, a la cual, también se le pagaría por sus servicios (también con dinero público).
Sabemos que estas estrategias no son mas que una forma de despojo a los y las mexicanas y que, junto con las demás reformas aprobadas, llevarán al pueblo a una pérdida de soberanía y un estancamiento aún más profundo de las clases medias y bajas de la población.  
Esperamos puedan asistir al evento que comenzará a las 10:00am y tendrá lugar durante la mañana del día 22 de Marzo.
La dirección de la CONAGUA es Pánuco Infonavit Los Laguitos (ver mapa)

 

Convocatoria: Personal Área Técnica de Cántaro Azul

Fundación Cántaro Azul.

Estamos buscando una persona entusiasta para integrarla al área técnica de Cántaro Azul, revisa los detalles de perfil en el archivo y comunícate con nosotros, tienes hasta el 31 de marzo para aplicar a nuestra convocatoria. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.

Descargar Convocatoria

Para más información por favor contacta a Aracely González aracely@cantaroazul.org, o comunícate al 967 6315817 en un horario de 8 a 15 horas.