La doble cara de los monocultivos

La doble cara de los monocultivos

Noticias Aliadas

agrocombustiblesAgricultura a gran escala responsable de deforestación y aumento de precios de alimentos.

El crecimiento de la agricultura es la principal causa de deforestación en América Latina, que alberga más de un quinto de los bosques del mundo y más de la mitad de los bosques primarios.

Pero ese crecimiento no significa necesariamente más alimentos para los habitantes de la región, ya que los monocultivos, tales como la soja, son por lo general destinados a satisfacer la creciente demanda de biocombustibles o comida para animales.

Según el informe Situación de los Bosques del Mundo 2011 de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), casi la mitad del territorio de América Latina y el Caribe está forestado, pero el área boscosa se ha reducido más rápido que en cualquier otra región del mundo.

Entre el 2000 y el 2010, el área boscosa en América Latina y el Caribe se redujo en casi 42,000 Ha, a 890,782 Ha. Mientras que la tasa promedio mundial anual de deforestación fue de 0.13%, en la región alcanzó 0.46%.

“Necesitamos darle énfasis a la conexión entre los bosques y las personas, y los beneficios que pueden resultar cuando son manejados por personas locales de una manera innovadora y sustentable”, manifestó Eduardo Rojas, subdirector general del Departamento Forestal de la FAO.

La expansión de la agricultura a gran escala también es responsable en gran medida de la deforestación en la región, lo que, irónicamente, no significa más alimentos para la población local, ya que gran parte de los cultivos no se destinan a la alimentación.

El 3 de febrero, la FAO advirtió que en enero los precios internacionales de los alimentos experimentaron otra subida histórica, lo que significa que los países más pobres que suelen importar alimentos, como Haití, podrían sufrir aún más porque los suministros mundiales de granos disminuyen, la demanda crece y los precios siguen subiendo.

“Es posible que los altos precios se mantengan en los próximos meses”, afirmó en una declaración el economista de la FAO y experto en granos Abdolreza Abbassian. “Los elevados precios de los alimentos son una preocupación importante especialmente para los países de bajos ingresos, deficitarios en alimentos, que enfrentan problemas para financiar la importación de alimentos, y para los hogares pobres que destinan una gran parte de sus ingresos a la comida”.

En un artículo publicado por la web ambiental argentina EcoPortal, su director, Ricardo Natalichio, criticó a la FAO por considerar como bosques los monocultivos forestales —como el eucalipto—, que son usados con fines industriales, señalando que esta industria es nociva para el medio ambiente.

“Entre los impactos del monocultivo de árboles se incluyen la pérdida de la biodiversidad, la alteración del ciclo hidrológico, la disminución de la producción de alimentos, la degradación de los suelos, la pérdida de culturas indígenas y tradicionales, los conflictos con empresas forestales, la disminución de las fuentes de empleo, la expulsión de la población rural y el deterioro del paisaje en zonas turísticas”, precisó. —Noticias Aliadas.

Latinoamérica centrada en la exportación de recursos naturales, otra vez

Latinoamérica centrada en la exportación de recursos naturales, otra vez

14/02/11 Por Eduardo Gudynas

recursos naturalesEl comercio exterior de América del Sur no sólo no ha logrado romper la dependencia en exportar materias primas, o sea, recursos naturales, sino que ésta se acentúa, alentada por factores como la crisis económico financiera, los altos precios de los commodities, y el insaciable apetito importador asiático.

El anuario estadístico de CEPAL, presentado semanas atrás en Santiago de Chile, muestra esta tendencia con indicadores sistematizados al año 2009. En la Comunidad Andina, el porcentaje de productos primarios en el total de exportaciones volvió a aumentar (del 81 por ciento en 2008 subió al 82,3 por ciento en 2009); y en el Mercosur el salto fue mayor (de 59,8 a 63,1 por ciento).

Los países andinos muestran la mayor “primarización” de sus exportaciones, en el orden del 90% (son los casos de Bolivia Perú, Ecuador y Chile (y seguramente también Venezuela, aunque para este país no hay datos sistematizados). Los datos preliminares para 2010 concuerdan con este cuadro. Además, la tendencia es profundizar esta dependencia. Por ejemplo, en Bolivia, en los últimos cinco años, la participación de bienes primarios pasó del 89,4 por ciento en 2005, a casi el 93 por ciento actual. O sea, que sea un gobierno progresista, como el de Evo Morales, o uno conservador como Alan García, en los últimos años, la primarización aumentó.

Pero lo mismo ocurre en Brasil, un país que es presentado como un éxito económico, pero que en realidad esconde varias contradicciones que los analistas internacionales no se detienen a señalar. Por ejemplo, durante las dos presidencias consecutivas de Lula da Silva, la participación de los bienes primarios en las exportaciones pasó de 48,5 por ciento en 2003, al 60,9 por ciento en 2009. La idea de un Brasil industrializado debe ser tomada con pinzas, ya que ese Gobierno sigue profundizando las exportaciones de recursos naturales. Por lo tanto, habría que considerar con cuidado si la estrategia económica y productiva de Lula es realmente un ejemplo a imitar.

En los últimos días se han conocido datos para Uruguay, y la situación es esencialmente la misma: la primarización aumento, y el país se desindustrializa.

Las tentaciones para seguir esta estrategia primarizada son enormes. La demanda internacional es fuerte (especialmente desde Asia), los precios son atractivos (en 2010 aumentaron un 28 por ciento respecto a 2009 para los agroalimentos, un 30 por ciento en los minerales, según la UNCTAD, y el precio del petróleo sigue aumentando). Por si fuera poco, en varios países esos sectores permiten captar ingresos fiscales jugosos.

Pero bajo esa estrategia, el objetivo del desarrollo nacional, como “desarrollo endógeno”, se pierde; la autonomía frente a los mercados globales se desvanece. Las industrias nacionales no se recuperan, en varios casos se reducen. Mientras que en el pasado, en varios países la izquierda acusaba a la derecha por favorecer las importaciones de bienes de consumo de Estados Unidos o Europa, en la actualidad, unas cuantas izquierdas gobernantes se entretienen con importaciones desde Asia. Para comprar esos automóviles o electrodomésticos cada vez se les exportan más minerales o más soja. Están cambiando los destinos del comercio internacional, pero la asimetría entre la venta de bienes primarios y la compra de manufacturas, se mantiene.

Bajo ese estilo de desarrollo, el empleo generado es insuficiente, la productividad es suplantada por mayores volúmenes exportados, y la presión sobre los recursos naturales aumenta, y con ello, los conflictos sociales. Ingenuamente se espera que la pobreza se reduzca como consecuencia de las exportaciones. Aunque antes se festejaba la globalización, y hoy se duda de ella, esperar que las exportaciones de materias primas resuelvan todos nuestros problemas es ingenuo y carece de fundamento. Sigue siendo necesario generar estrategias de desarrollo endógenas y autónomas.

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Un verde muy sucio

Un verde muy sucio

Silvia Ribeiro, La Jornada

economía verdeEn varios foros internacionales de Naciones Unidas y otros avanza una nueva ola de discusión –o mejor dicho de cabildeo empresarial– para promover lo que llaman una nueva «economía verde». En la reunión de enero 2011 del Foro Económico Mundial en Davos –que reúne anualmente a los intereses económicos más poderosos– el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, llamó a una «revolución de libre mercado para la sostenibilidad global», destacando que esta «revolución» no amenaza sus intereses económicos. Al contrario, llamó a las grandes industrias a invertir en negocios «verdes» para salir de las crisis financieras y económicas, aprovechando oportunidades en «agua, energía y alimentación», así como con el cambio climático. Yvo de Boer, ex secretario de la Convención de Cambio Climático, alabó la posición de Ban Ki-moon y refirió que justamente el principal éxito de las negociaciones climáticas en Cancún había sido «crear un mapa de ruta para abrir nuevos mecanismos de mercado» (The Guardian, 27/1/2011), insertando el tema del cambio climático en el de la economía verde global.

Es claro que necesitamos cambios profundos y radicales en los patrones de producción y consumo dominantes, incorporando no sólo sostenibilidad ambiental, sino también justicia social y económica en modelos completamente diferentes de relación con la naturaleza y los recursos, cuestionando el propio concepto de «desarrollo» y de «crecimiento», entre muchos otros. Lo que se propone bajo este nuevo orden económico mundial «verde», es completamente distinto y muy preocupante. Se trata de ampliar o crear nuevos mercados para las corporaciones –algunos con recursos reales, otros financieros y especulativos– y de utilizar nuevas y peligrosas tecnologías, justificando su uso por los supuestos beneficios «verdes» que traerían.

La mención de Yvo de Boer es alusiva, entre otras, a la decisión de implementar los programas REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación evitada de bosques), que lejos de ser un programa de protección de bosques, es una forma de mercantilizar las funciones ecosistémicas de éstos y sobre todo, de crear un nuevo mercado financiero con el comercio de carbono, habilitando otra ola de atropellos a los derechos indígenas y a los habitantes tradicionales de los bosques.

Este tipo de programas se encuadra en el marco de otros más generales, como el proyecto TEEB (La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad, por sus siglas en inglés). Es una cara particularmente dañina de esta «economía verde», porque se refiere a la introducción al mercado de aspectos de la biodiversidad y los ecosistemas que no estaban en él, que son bienes comunes, colectivos. Además, en todo el mundo quienes habitan y conocen estos ecosistemas son comunidades tradicionales, indígenas, campesinas, pescadores artesanales, comunidades negras, pastores, etcétera, por lo que este tipo de proyectos incluye a menudo incorporar una pequeña parte de éstos como «empresarios» de la biodiversidad, para justificar avasallar los derechos del resto. Típico del sistema capitalista, se vende la ilusión de que todos podrían ser esa pequeña parte que teóricamente recibirá algún ganancia. Esto genera disputas dentro y entre comunidades que se presten al juego, como ya ha sucedido con proyectos similares (para ver quienes llegan primero a vender un servicio en un mercado finito o quiénes son los «dueños» de un conocimiento o recursos que son colectivos o compartidos entre varias comunidades, etcétera). Los mercados de servicios ambientales –hidrológicos, forestales, biopiratería– son un antecedente directo de proyectos como TEEB y ya existen muchas pruebas del daño que significan a las comunidades –que son los verdaderos cuidadores de la biodiversidad–, muchas de las cuales terminan perdiendo el acceso a sus recursos y territorios.

TEEB surgió en 2007 como proyecto a partir de una reunión del G8+5. Los cinco gobiernos agregados fueron Brasil, China, India, México y Sudáfrica –todos gobiernos de países megadiversos interesados en comerciar su biodiversidad. Luego fue integrado en la Iniciativa de Economía Verde del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

Con la crisis financiera, la «valoración del capital natural» que entraña TEEB aparece como un excelente mercado frente al quiebre de otros mercados especulativos. Por ello no es extraño que el coordinador sea Pavan Sukhdev, un director del Deutsche Bank que venía de trabajar el tema de la valuación económica de la biodiversidad para el Foro Económico de Davos, y según el cual, es un «mercado multibillonario».

Este contexto y el apoyo desde organismos de Naciones Unidas (PNUMA, inserción en Convenios y en el proceso de Río+20) hace que aunque la filosofía de fondo no sea nueva, estas iniciativas son más peligrosas. Hay un afán recargado por ponerle precio a «todo» lo que integra la biodiversidad y sus funciones, paradójicamente a partir del aparente reconocimiento de que la erosión de la biodiversidad es uno de los mayores problemas globales que sufrimos.

En las presentaciones sobre TEEB, Sukhdev repite que «aquello que no se mide no se puede gestionar». Es lo opuesto del pensamiento de los pueblos tradicionales que realmente conocen y «gestionan» la biodiversidad desde hace milenios. Un comunero wixarika decía sobre su maíz y la biodiversidad que los acompaña: «si lo cuento no alcanza, así que no lo cuento y siempre alcanza». Sin duda, un elemento fundamental en la resistencia a estas nuevas trampas: no dejar que nos engañen con sus «lógicas».

Silvia Ribeiro. Investigadora del Grupo ETC

EL ESCARAMUJO 2: ULTIMA FASE DEL CAPITALISMO: EL MODELO CORPORACIÓN-NACIÓN -Parte I

EL ESCARAMUJO año 5 número 02:

 

ULTIMA FASE DEL CAPITALISMO: EL MODELO CORPORACIÓN-NACIÓN (Haciendo negocios hasta con el difunto….) -Parte I

Gustavo Castro Soto
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
12 de Febrero de 2011, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México

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A MODO DE INTRODUCCIÓN

La lógica interna del capitalismo, más que cimentarla en su teoría muchas veces adornada, bonita, justificada, argumentando el bien colectivo, la prosperidad y el desarrollo, hay que cimentarla en su realidad, en lo que de verdad está pasando, en lo que vemos y en lo que vivimos. Pobreza, desempleo, hambre, migración, guerras, despojos, inflación, cambio climático, entre otros, son tan solo algunos síntomas cada vez más agudos.

El motor fundamental del capitalismo es siempre la ganancia, la acumulación incesante de capital bajo el timón del valor de la competencia, de la competitividad. Competimos y competimos para ganar más, para acumular cosas, bienes, privilegios, poder, dinero, sin que todo ello lo podamos ni siquiera disfrutar, ni consumir, ni mucho menos llevárnoslo a la tumba. Y eso sí, que lo tenga otro a que lo tenga yo, mejor yo. De esta forma hemos llegado al grado en que hay personas tan ricas que poseen el dinero que necesitan para vivir millones de personas muertas de hambre, aunque su estómago sea del mismo tamaño de a quienes les arrebatan la vida. Que otros tengan lo mismo que yo, es inadmisible en este sistema que impulsa tener más que el otro, competir, ganar, y disfrutar aparentemente más que otros. Este es el corazón del sistema capitalista, lo demás son formas, modos, mecanismos, trampas y mañas para lograr este fin.

Y en esta carrera nos hemos visto envueltos desde que este sistema capitalista dio a luz en la revolución industrial del siglo XVIII. ¿En qué momento de esta carrera nos encontramos? Lejos de pretender igualarlo con la evolución natural, el sistema capitalista es una creación de la humanidad, que ha tenido su inicio, y tendrá su fin irremediablemente. Y la pregunta es ¿cuándo? No es cierto que este sistema sea eterno, no lo es, nada lo es. Y menos la creación de un sistema lleno de contradicciones, inestabilidades y crisis recurrentes. Sin embargo, es del común de los mortales pensar que el sistema no tiene fin, que solo se recompone, se acomoda como nuestras conciencias para no conflictuarnos la existencia ni comprometernos con el cambio. Y si se piensa lo contrario se nos acusará de catastrofistas, apocalípticos, pesimistas, o al menos ignorantes. Esta es parte de la dominación del capitalismo sobre la vida, la cultura, la economía, la política, y de forma patriarcal y coercitiva. Y claro, sin esta dominación múltiple, ya hubiera muerto el sistema hace mucho.

Desde el arranque de esta competencia de quién acumula más, la carrera ha sido acompañada inseparablemente de otra creación: el Estado-Nación. Este concepto surge mediante el tratado de Westfalia en 1648, cuando se consolida la paz luego de décadas de guerras entre los reinos feudales de Europa. Con este tratado se pusieron los cimientos para transitar de esta crisis del sistema feudal que durante mil años mantuvo su hegemonía, a la implementación del sistema capitalista. Esta crisis sistémica duró muchas décadas y dio pie a que las poblaciones se organizaron de diversa manera en base a territorios bien delimitados, una población constante, y un gobierno que marcó su soberanía nacional.

Pero en esta realidad del Estado-Nación también habría que poner atención en el concepto mismo de “Nación”. Este significa “nacer”, “nacimiento”, “pueblo”, “especie” o “clase”. Por tanto, el concepto de Estado-Nación encierra el aspecto político (las leyes y estructuras propias de organización), el aspecto territorial (su espacio de reproducción), y su aspecto cultural donde una comunidad humana es consciente de que son diferentes a otros, con una identidad propia, unos valores propios, una lengua o conjunto de ellas en unidad, y una historia común que los ha forjado.

Esta carrera de la acumulación, cabalgando sobre el Estado, se ha encontrado con muchos obstáculos desde su inicio. Ha cambiado varias veces de modelos como el modelo Liberal, el modelo Estado de Bienestar y el modelo Neoliberal. A menudo se piensa que el modelo Neoliberal sigue, otros consideran que no ha tenido éxito ya que no resolvió los problemas más importantes para la humanidad como el hambre, las guerras, la inseguridad, la salud, la educación, el empleo, entre otros. Otros auguran que es el último modelo de un sistema capitalista que ha llegado a la cúspide de la acumulación de capital y que no podrá avanzar más allá, que ha llegado al clímax de la concentración de la riqueza, que ya ha llegado a su meta, y que está entonces por colapsarse. Ante este escenario se vislumbra ya una crisis no de modelo, sino del sistema mismo que abre el horizonte a la creación de otra forma y estructuras de vida.

Ciertamente, con la crisis del modelo de Estado de Bienestar se abrieron las posibilidades de otra forma de acumulación dando pie al modelo Neoliberal a partir de los años 70’s. Aunque el discurso ideológico decía lo contrario, su meta no fue garantizar los derechos humanos de la población, ni mucho menos lograr la felicidad de la humanidad, sino poner nuevas bases para la acumulación donde la deuda externa ha jugado un papel fundamental en este proceso. Bañados de beneficios colectivos se abrieron las fronteras al gran capital, a las grandes corporaciones, se liberalizó la soberanía de las naciones, se firmaron tratados de libre comercio, e inició un proceso acelerado de introducir a la lógica de la ganancia el planeta entero, todo lo que hay en él, todo lo que se mueva, todo lo que puede ser objeto de mercancía que continúe la lógica incesante de acumular riqueza. Y este modelo tuvo éxito, se impuso, logró su cometido como ahora lo está logrando en Europa aplicando las mismas políticas neoliberales, y rehenes del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, como lo hemos sido en América Latina desde hace treinta años.

Efectivamente, estamos en la última fase del capitalismo, en el último modelo. Pero no es el modelo Neoliberal que ha sido prácticamente agotado en la implementación de sus políticas, sino en el modelo Corporación-Nación. En este modelo donde el Estado que vio nacer al capitalismo en su carrera incesante de competencia, al final es suplido por su jinete natural, su sujeto fundamental, las Corporaciones que representan el clímax de esta acumulación. Son las Corporaciones empresariales, cada vez menos y más ricas y poderosas, quienes han logrado tal acumulación, control y concentración. Marcan sus territorios, generan sus propias leyes, normas, valores, tribunales e identidad.

La carrera final del sistema capitalista ha llegado con este nuevo modelo que inició en la década de los 90’s y que inicia su consolidación en la primera década del nuevo siglo. Ahora pretende hacer negocio a la propia crisis de la acumulación que el sistema ha generado desde sus entrañas e inicios. Este modelo de Corporación-Nación pretende hacer negocio y ganar riqueza hasta de su propia muerte. Porque hasta la muerte tiene su precio. Cegada en sí misma, la carrera de la acumulación montada sobre el Estado ha cambiado de jinete, las grandes Corporaciones que tienen más riqueza y poder que millones de personas en el mundo. La acumulación está llegando a su clímax y esto la hará insustentable, irremediablemente.

La crisis de capitalismo, su crisis sistémica, empieza ya a dar signos de agonía. Distinguimos ocho crisis sistémicas del capitalismo: la crisis económica y financiera; la crisis alimentaria; la crisis ambiental; la crisis energética; la crisis social; la crisis política; la crisis de seguridad y militarización; y la crisis de la utopía. Estas crisis las profundizaremos en otro momento. Por lo pronto podemos confirmar que la carrera competitiva por la acumulación ha formulado más mecanismos para hacer de la misma crisis un negocio, un patrón más de acumulación, lo que está acelerando su propio colapso. Ante la crisis ambiental que genera esta ambición, los sujetos fundamentales del capitalismo han construido formas de evadir su compromiso a favor del medio ambiente y no solo para evitar pérdidas de ganancias, sino para sacar más ganancias de la misma crisis. Construyen así falsas soluciones para mitigar el cambio climático que conlleva esta carrera competitiva.

Estas falsas soluciones para evadir los compromisos de reducir la contaminación y mantener los patrones de acumulación han provocado que se aceleren las condiciones que evitan la reproducción del mismo sistema. Actualmente observamos una crisis climática sin precedentes en la historia. Y en la agonía de este sistema, las Corporaciones pretenden sacar la ultima ganancia al sistema y al planeta, poniendo precio al oxigeno, al carbono, al agua, a la biodiversidad, a os genes, y a todo lo que pueda representar más ganancias. Esto, no se sustentará por sí mismo, tarde o temprano colapsará.

A partir del siglo XXI entramos en la última fase del capitalismo depredador con el modelo de Corporación-Nación. Su sujeto fundamental tomará la hegemonía de la vida planetaria al menos en los siguientes veinte o treinta años. Con ellas, y con esta tendencia, el capitalismo llega al final de su carrera.

En los siguientes capítulos se narrarán la forma en cómo se ha ido conformando el proceso de la acumulación hasta llegar hoy a las mega Corporaciones que van tomando el timón de nuestras vidas.

La crisis sistémica ha comenzado. El torbellino, la nubosidad, el miedo, la incredulidad, el rechazo, hacen presa de la sociedad, del discurso callejero, de los análisis y hasta del sentido común. Reacciones típica de los momentos de crisis. Y nadie tiene la última palabra. Para construir un sistema diferente de vida, un mundo donde quepamos todos los mundos, será necesario empezar a buscar desde lo cotidiano, desde lo pequeño, desde el territorio, otra experiencia de vida. Porque otros mundos son posibles.

CONTINUARÁ…

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Argentina: Vecinos consiguen frenar proyectos de megaminería

Argentina/ RESISTENCIAS A LA UNIÓN DE INTERESES INDUSTRIALES Y GUBERNAMENTALES

Vecinos consiguen frenar proyectos de megaminería

En las principales provincias mineras los vecinos se organizan para frenar la minería a cielo abierto, una actividad altamente contaminante. En localidades como Esquel, Loncopué, Chilecito o Tinogasta han logrado frenar estas actividades.

Emma Gascó / PERIÓDICO DIAGONAL
Jueves 10 de febrero de 2011.  Número 143

Protestas contra la minería. Periódico DiagonalImagínate que un conocido te enseña el mapa de tu pueblo dividido en cuadrados. Y que cada uno de esos cuadrados ya está adjudicado para la explotación de minerales. ¿Qué harías? “Yo mañana paro la minera”, dijo Aldo Flores y el día 14 de diciembre de 2009 inició junto con el abogado Sergio Ramírez un corte de ruta a la empresa Yamana Gold para salvar Andalgalá, un pueblo de 20.000 habitantes en la provincia de Catamarca. Los vecinos no tardaron en sumarse masivamente al corte y así crearon la Asamblea del Algarrobo. Hasta ahora han conseguido frenar las acciones de la minera, que estaba a punto de empezar a explotar Agua Rica, una mina de oro, plata y cobre a 17 kilómetros de la ciudad, que consumiría 300 millones de litros de agua al día, mientras que Andalgalá sufre cortes en el servicio todos los veranos. “La explotación de Agua Rica dejaría el pueblo sin agua y nos obligaría a irnos. Entonces la empresa podría explotar sin problemas los minerales que hay debajo del pueblo”, comenta Ruth Vega, activista de la Asamblea.

Allá donde se inicia un proyecto de megaminería, las empresas se encuentran con reacciones similares por parte de los habitantes de las localidades afectadas, organizados en asambleas de vecinos y coordinados a nivel nacional en la Unión de Asambleas Ciudadanas.En 2003, la población de Esquel (Chubut) fue la primera en impedir la explotación de un proyecto de megaminería. Después de que los vecinos arrancaran al municipio la celebración de un plebiscito, donde ganó el “No a la Mina” por un 81%, la canadiense Meridian Gold suspendió el proyecto.

“Tuvimos que aprender. Muchos teníamos la imagen de la minería con el casquito y el pico”, cuenta el periodista Pablo Quintana. La victoria del “No a la Mina” en Esquel marcó un antes y un después. Ese mismo año la provincia de Chubut aprobó la Ley 5001, que prohíbe la minería metalífera a cielo abierto con uso de cianuro. En 2005 la provincia de Río Negro tomó una resolución similar. Unos años más tarde lo harán Tucumán, La Rioja y Mendoza. Para las otras asambleas supuso un espaldarazo y un aprendizaje. Pero también aprendieron las mineras y los gobiernos: nunca más se volvió a convocar un referéndum. Un reciente estudio de la consultora Aresco realizado en las principales provincias mineras evidencia la oposición de siete de cada diez personas a los emprendimientos mineros a cielo abierto.

LEER COMPLETA: http://www.diagonalperiodico.net/Vecinos-consiguen-frenar-proyectos.html

México, quinto lugar en proyectos del mercado de carbono: Semarnat

Pemex y CFE tienen registrados planes de desarrollo limpio

México, quinto lugar en proyectos del mercado de carbono: Semarnat

Angélica Enciso L. Periódico La Jornada. Miércoles 9 de febrero de 2011, p. 43

mdlActualmente China concentra 57 por ciento de los proyectos del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) –que forman el mercado de carbono– del Protocolo de Kyoto. México, con 1.4 por ciento del total, ocupa el quinto lugar, con la perspectiva de crecer en los próximos años, informó Fernando Tudela, subsecretario de Planeación de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

En conferencia de prensa, explicó que hasta ahora México tiene 36 proyectos certificados, que han cumplido con todos los procesos diseñados por la Organización de Naciones Unidas.

El funcionario dijo que se han colocado bonos de carbono, por 7.6 megatoneladas de bióxido de este elemento, que son adquiridas por países desarrollados.

Tudela informó que en cinco años México ha registrado 126 proyectos ante la Junta Ejecutiva del MDL y es una de las acciones que el gobierno ha establecido para llegar en 2012 a la reducción de 51 millones de toneladas de carbono, que establece el Programa Especial de Cambio Climático.

Sostuvo que en las negociaciones internacionales se busca que no haya brecha entre el primer periodo de compromisos del Protocolo de Kyoto, que vence en 2012, y el segundo, aunque están en contra países como Japón, Canadá y Rusia. Reconoció que la continuidad de ese compromiso está en duda.

Confió en que el MDL se mantenga, aunque todavía es lento el proceso para la aprobación de los proyectos, lo cual puede tardar hasta dos años, pero «es el único mecanismo donde participan los países en vías de desarrollo y México tiene grandes oportunidades de seguir colocando proyectos».

inePetróleos Mexicanos (Pemex) anotó su primer plan para mitigar 200 mil toneladas de bióxido de carbono y tiene alrededor de 20 en proceso de registro, que se estima podrán aportar una reducción de gases de efecto invernadero superior a 4 millones de toneladas.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) cuenta con un proyecto eólico registrado que anualmente permitirá una mitigación superior a las 300 mil toneladas y tiene en proceso de inscripción unos 30 más, con posibilidades de reducir alrededor de 15 millones de toneladas.

Explicó que en los proyectos para la captura de metano en las granjas porcícolas, México va a la cabeza a escala mundial.

Para Ban Ki-moon, los líderes del mundo no están preparados para concretar un acuerdo amplio sobre cambio climático

Para Ban Ki-moonBan Ki-moon, los líderes del mundo no están preparados para concretar un acuerdo amplio sobre cambio climático

07/02/11
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, ha sido foco de noticias en los últimos días con asuntos globales vinculados al medio ambiente. Primero se supo que el jerarca no continuará con un seguimiento específico de las negociaciones internacionales de clima, ante la evidencia de que no es posible un acuerdo global que incluya a todos los países.

Luego el diplomático criticó el modelo consumista mundial imperante y reclamó una revolución económica para superar la crisis ambiental. Y para eso invitó a muchas de las empresas más controvertidas del mundo.

Autoridades de Naciones Unidas citadas por el diario británico The Guardian el 27 de enero informaron que Ban Ki-moon redirigirá sus esfuerzos de promover avances en las negociaciones internacionales de cambio climático en el marco de ONU, a una agenda más amplia de promoción de la energía limpia y el desarrollo sustentable.

Según las fuentes, algunas no reveladas, el máximo representante de ONU llegó a la conclusión de que los líderes del mundo no están preparados para concretar un acuerdo amplio sobre cambio climático, al menos en los próximos años.

Se informa que la XV Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, celebrada en diciembre de 2009 en Copenhague, Dinamarca, marcó a Ban Ki-moon. El representante de ONU le había dedicado muchas energías a esa COP. La conferencia quedó en el peor recuerdo por las negociaciones a escondidas de un grupo de países, liderados por Estados Unidos, que intentaron imponer un acuerdo a los más de 190 estados participantes.

«Es muy evidente que no habrá un único gran acuerdo en ningún punto en el futuro cercano”, dijo el asistente del secretario general de ONU para Coordinación de Políticas y Planeamiento Estratégico, Robert Orr.

Desde Naciones Unidas se aclara que no es que las negociaciones de clima dejen de ser importantes, sino que el secretario general centrará más su atención en la sustentabilidad ambiental como tema de fondo. De todas formas, este giro puede afectar a las naciones en desarrollo que desde hace años presionan para que los estados industrializados se comprometan más en el marco del Protocolo de Kioto, acuerdo global legalmente vinculante de reducción de emisiones contaminantes. Varias naciones ricas buscan desmantelar el Protocolo.

En tanto, el 28 de enero Ban Ki-moon dio un discurso ante el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, que reunió del 26 al 30 de ese mes a unos 30 jefes de Estado y 1400 presidentes de grandes empresas. Allí dijo que el modelo económico actual supone un “pacto suicida global”.

“Necesitamos una revolución”, expresó el jefe de la ONU, citado por la agencia AP. “El cambio climático también nos muestra que el modelo antiguo es más que obsoleto”, agregó. Para el diplomático es necesaria una revolución del libre mercado que permita la sustentabilidad mundial.

Con este objetivo de fondo, Ban Ki-moon lanzó en Davos el Global Compact LEAD, una plataforma que agrupa a más de 50 empresas que afirman ser líderes en la aplicación a sus prácticas de estrictos criterios de sustentabilidad social y ambiental. Las compañías participantes forman parte también del Pacto Mundial de Naciones Unidas, iniciativa voluntaria en la que las empresas se comprometen a alinear sus estrategias y operaciones con diez principios universalmente aceptados en cuatro áreas temáticas: derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y anti-corrupción.

Algunas de las corporaciones que participan del recién lanzado Global Compact LEAD son Nestlé, Coca Cola, Siemens, Shell, Total, Unilever, Endesa y BBVA. Varias de ellas enfrentan graves acusaciones, e inclusive juicios legales, por violaciones a los derechos humanos y contaminación en diversas partes del mundo.

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Mientras la ONU Declara el Año Internacional de los Bosques, los Grupos Exigen Soluciones a las Raíces Causantes de la Deforestación

Mientras la ONU Declara el Año Internacional de los Bosques, los Grupos Exigen Soluciones a las Raíces Causantes de la Deforestación

Se Insiste en que los Derechos de los Indígenas y de Quienes Habitan en el Bosque deben Permanecer en el Centro de la Protección de los Bosques

bosquesNueva York, Febrero de 2011-Hoy, durante el lanzamiento del segmento de Alto Nivel del Foro sobre Bosques de las Naciones Unidas, el Sr. Sha Zhukan, Secretario General Adjunto de la ONU para Asuntos Económicos y Sociales, declarará el 2011 como » el Año Internacional de los Bosques». Los grupos de sociedad civil que promueven la protección de los bosques, los derechos indígenas y la justicia climática, están lanzando un programa denominado «El Futuro de los Bosques» para asegurar que las estrategias de protección de bosques aborden las verdaderas causas de su reducción globalmente, y que no estén orientadas hacia mercados o rentabilidad.

 Críticos que hacen parte del Proyecto de Justicia Ecológica Global, la Coalición Mundial por los Bosques (GFC por sus siglas en Inglés), la Alianza Dogwood, la Coalición Timberwatch, BioFuelWatch, y la Red Ambiental Indígena, establecen que el régimen principal de bosques de la ONU: REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación de Bosques), ha avanzado en medio de la controversia en la reciente Cumbre de Cambio Climático de la ONU celebrada en Cancún y que además, no protegerá los bosques o detendrá la deforestación.

 «Es irónico que la ONU esté declarando al 2011 como el Año Internacional de los Bosques si se tiene en cuenta que los bosques nunca antes habían sido destruidos y degradados tan rápidamente como hoy en día» aseguró Blessing Karumbidza, investigadora de la Coalición Timberwatch en Suráfrica. «Las promesas de la ONU de garantías sociales y ambientales bajo el régimen de REDD, resultan vacías al considerar el continuo incremento en las tasas de pérdida de bosques desde la introducción de esquemas de certificación que han favorecido a la industria forestal. Estos esquemas no hacen nada para prevenir el consumo excesivo de productos de madera y por el contrario, inducen la pérdida de bosques y no abordan los problemas sociales y ecológicos inherentes a las plantaciones de monocultivos de madera».

 «El sur de los Estados Unidos ha dirigido el camino en cuanto a destrucción y degradación de bosques así como la exportación de estas prácticas atroces a nivel global», señaló Scot Quaranda, Director de Campañas de la Alianza Dogwood. «Estamos poniendo mayor atención a esta realidad desastrosa para ayudar a detener el impulso hacia la bioenergía basada en madera, la tala a gran escala, y la conversión subsecuente de bosques en plantaciones tanto en nuestra región como a nivel mundial».

 «REDD no detendrá la deforestación por un par de simples razones», indicó Anne Petermann, Directora Ejecutiva del Proyecto Global de Justicia Ecológica y Punto Focal de Norte América para la GFC. «Primero, se basa en definición de bosques no-científica que incluye plantaciones de monocultivos de árboles e inclusive árboles modificados genéticamente. Segundo, REDD no aborda las causas subyacentes de la deforestación, de manera que la tala se puede reducir en áreas protegidas pero luego es dirigida hacia áreas de bosques no protegidas. Tercero, los esquemas REDD permiten que las industrias en el Norte continúen contaminando, empeorando el caos climático y destruyendo bosques a cambio. Un problema adicional es que REDD no hace nada para reducir los impactos por desechos tóxicos que ocurren en comunidades que habitan cerca de estas industrias», Anne concluye.

 Los habitantes del bosque, especialmente los pueblos indígenas, insisten en que se establezcan estrategias reales para proteger los bosques. Estas estrategias deben ser consistentes con la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU; adherirse a los derechos de consentimiento libre, previo e informado, y asegurar que los habitantes del bosque permanezcan a cargo de sus territorios.

 forest«Poner los bosques al cuidado de las personas que de ellos dependen, es la mejor manera de protegerlos. Esto incluye demarcar y titular colectivamente los territorios de los Pueblos Indígenas en donde se encuentran la mayoría de los bosques» indicó Tom Goldtooth, Director Ejecutivo de la Red Ambiental Indígena. » Los gobiernos y las corporaciones que se lucran del saqueo a estos territorios, jamás protegerán los bosques».

 Según la Dra. Rachel Smolker de BiofuelWatch, «La amenaza emergente más grande de los bosques es la bioenergía basada en la madera. Los modelos científicos predicen que si la demanda por energía basada en madera continúa incrementándose y no hay disminución, para el 2060 todos los bosques y las praderas se convertirán en plantaciones para bioenergía».

 Durante la reciente Conferencia de la ONU de Cambio Climático en Cancún, México, la GFC publicó un informe denominado «Llegando a las Raíces» para analizar las causas subyacentes de la deforestación. El reporte concluye que «las políticas económicas neoliberales son las causas principales ya que se encuentran en la raíz de muchos otros factores que conducen a la deforestación.»

redd: la verdad en blanco y negro

redd: la verdad en blanco y negro

Amigos de la Tierra Internacional: Cuando de cambio climático se trata, REDD es la atracción del día. La “Reducción de las Emisiones derivadas de la deforestación en los países en desarrollo” ofrece una posibilidad tentadora de mitigación del cambio climático, conservación de la biodiversidad amenazada, y fondos de desarrollo necesarios para los Pueblos Originarios empobrecidos y las comunidades locales dependientes de los bosques – a la vez que ofrece asimismo ganancias significativas a los inversionistas. Lo que incita inmediatamente a preguntarnos: ¿es acaso REDD demasiado bueno para ser cierto?

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Las emisiones marcan el récord histórico de los últimos 10 mil años

La Organización Meteorológica Mundial advierte de que las emisiones marcan el récord histórico de los últimos 10 mil años pese al parón económico

emisionesJacob Petrus. Público

Si la tibieza de los acuerdos adoptados en la cumbre del clima celebrada el pasado diciembre en Cancún pudiera transmitirse a la atmósfera, el calentamiento global sería un problema irrisorio. Por desgracia no es así, y ni siquiera el actual escenario de crisis económica logra hacer la menor mella en el aumento imparable de los gases de efecto invernadero, como atestiguan los últimos datos publicados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

La comunidad científica esperaba que la reducción de la actividad industrial, fruto de las dificultades económicas por las que pasan buena parte de los países desarrollados, facilitaría una disminución en las cantidades emitidas a la atmósfera de dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido de nitrógeno (N2O), los tres gases de origen antrópico más influyentes en el proceso de calentamiento global. En cambio, el último Boletín de Gases de Efecto Invernadero del organismo meteorológico de la ONU afirma que las concentraciones han llegado en 2009 último año estudiado a sus niveles más altos de los últimos 10.000 años, en un incremento sostenido que coincide con el comienzo de la época preindustrial, es decir, mediados del siglo XVIII.

«La concentración habría sido mucho mayor si no se hubiesen tomado las acciones internacionales para reducirlos», afirma Michel Jarraud, secretario general de la OMM. Para Len Barrie, director del Departamento de Investigación de este organismo, existe un problema añadido: «Los gases de efecto invernadero, como el CO2, tienen una vida muy larga, y aunque frenásemos su emisión hoy mismo, permanecerían en la atmósfera durante décadas, haciendo que prosiguiera el calentamiento».

Un vínculo indudable

La similitud entre el ritmo de crecimiento del CO2 en la atmósfera y la subida de temperaturas a escala global fue una de las razones para que, en el informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) publicado en el año 2007, se estableciera como «muy probable» más del 90% que los gases de efecto invernadero fueran los responsables del calentamiento global. Según Barrie, sus efectos «ya se aprecian, por ejemplo, en el deshielo del Ártico, la subida del nivel del mar, los cambios en la intensidad de las sequías o las inundaciones causadas por tormentas».

La pasada semana, científicos australianos sugerían que el cambio climático puede influir en la aparición de episodios inusualmente intensos del fenómeno de La Niña, provocando lluvias torrenciales como las que han inundado parte de aquel país en fechas recientes.

Los últimos datos suministrados por la OMM establecen que el año 2010 está entre los tres más cálidos desde 1850, cuando se iniciaron las observaciones meteorológicas instrumentales, después de 1998 y 2005. Los datos más recientes de la agencia climática de EEUU sitúan 2010 en el podio del año más cálido, junto a 2005. Además, la pasada década se convertirá en el periodo de diez años con temperaturas más altas. Entre las incidencias meteorológicas más importantes de este año destacan el tercer mínimo histórico de superficie de hielo en el Ártico, las peores inundaciones de la historia en Pakistán, el verano tórrido en Rusia o la tercera temporada de huracanes más intensa en el Atlántico, con 19 tormentas tropicales, además de las tierras anegadas en Australia.

Indígenas panameños podrían dejar sus islas ante el aumento de nivel de las aguas

kunaLeslie Josephs. Noticias Aliadas

Los indígenas kuna de Panamá no necesitan televisión para enterarse sobre el calentamiento global. Ya ha llegado a su puerta y está a punto de cambiar sus vidas y para adaptarse tendrán que empacar y mudarse.

El paraíso flotante de los kuna, un cinturón de islas de arenas blancas, salpicadas de palmeras que se extienden por prístinas aguas marinas en el norte de Panamá, se encuentra amenazado. El aumento del nivel de las aguas puede obligar a los miles de kuna que habitan el archipiélago de San Blas a huir a la costa continental, un desplazamiento que cambiará su modo de vida tradicional y la esencia de su cultura.

“Todo está inundado, hasta el tobillo”, dijo Helen Pérez, directora de la escuela de Carti Mulatupu, isla kuna de unos 500 habitantes. Pérez se refiere a los fuertes vientos que afectaron la isla en enero, que empujaron las aguas dentro de la comunidad, inundando brevemente el laberinto de calles de arena que dividen las chozas de madera y palma donde viven los kuna.

Según el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, el nivel del mar está aumentando 2.5 milímetros al año, una tasa que podría poner algunas de las islas, que apenas se asoman por encima del cristalino Caribe, bajo el agua en menos de un siglo. Algunas estimaciones sobre aumentos del nivel de las aguas son mucho más altas, situación que se ve exacerbada para los kuna en las temporadas de fuertes vientos y subidas de marea.

Los Mitos del Mercado de Carbono

Los Mitos del Mercado de Carbono

Edición: Jorge Tadeo Vargas (Marea Creciente México) y Brisa Violeta Carrasco (Jubilee South)

Participación en forma de artículos de: Jubileo Sur Americas, Otros Mundos Chiapas, Fronteras Comunes, Alianza Global de Alternativas a la Incineración (GAIA), Grupo ETC, Carbon Trade Watch y Marea Creciente México.

DESCARGAR: http://marea-creciente.org/mitos.pdf

Introducción
Resulta evidente el fracaso que en cada reunión oficial de la convención marco para el cambio climático de la Organización de las Naciones Unidas para llegar a acuerdos vinculantes en materia de medidas de mitigación y adaptación al cambio climático, es un fortalecimiento de las corporaciones transnacionales y las instituciones financieras internacionales en los acuerdos sobre los mecanismos del mercado de carbono y el precio de estos ante el negocio que representa la crisis climática, tanto para dichas corporaciones como para los gobiernos en el norte y sur global.
A poco tiempo de vida del Protocolo de Kyoto y mas de dieciséis reuniones oficiales, es claro que el lobby, el esfuerzo y el dinero invertido para seguir incrementando los mercados de carbono, el reforzamiento del Programa para la Reducción de la Deforestación y la Degradación de los bosques (REDD), la estabilidad de los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), hablan por si solo de las ganancias que deja la crisis climática sin ver las causas reales y las consecuencias de estas.
Con una intención de evidenciar los mitos del mercado de carbono y sus falsas soluciones hemos invitado a diversas organizaciones, alianzas y movimientos involucrados en la lucha por la justicia climática a compartir sus experiencias y sus conocimientos en el tema.
Estos análisis y critica a los Mercados de Carbono no solo están fundamentadas en la mejor ciencia posible, sino también en el trabajo diario, en la búsqueda de soluciones reales basadas en la cooperación, la solidaridad y su verdadero sentido comunitario.

EL ESCARAMUJO 1: ENREDDAR A CHIAPAS

EL ESCARAMUJO año 5 número 01: 

 

 

ENREDDAR A CHIAPAS

Gustavo Castro Soto

Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México. 10 de enero de 2011, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México
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En el mundo, la situación de la capa forestal es grave. La tasa anual de variación de la superficie forestal de 2000 a 2005 fue del -0,51% (y -0,46% de la década de los 90). De 1990 a 2005, en quince años, se perdió el 3% del área total de bosques representado un 5% de reducción de depósitos de carbono. Aproximadamente 13 millones de hectáreas se deforestan anualmente, lo que equivale liberar a la atmósfera aproximadamente 2 billones de CO2 por año. Se calcula que para la totalidad de los trópicos, las emisiones por deforestación equivalieron a 1.500 millones de toneladas de CO2 anuales en el periodo mencionado. Esto representa el 17% de las emisiones mundiales de Gases Efecto Invernadero (GEI). Los bosques almacenan 289 Gt de Carbono y solo el 12 % de los bosques del mundo han sido designados para la conservación de la biodiversidad biológica.

América Latina y el Caribe cuenta con abundantes recursos forestales, un 47% de las tierras, que equivalen al 22% de la superficie forestal mundial. Al menos diez países cuentan con 1.000 especies de árboles y la región es considerada en primer lugar en el mundo en cuanto al número de especies de árboles en peligro o vulnerables a la extinción. Alrededor del 12% de toda su superficie forestal está destinada principalmente a fines de producción (el promedio mundial es de 32%). En Brasil solo el 5,5% de sus bosques pertenece a esa categoría, en Uruguay el 60%; en Chile el 45% y en Perú el 37%.[1]La región es responsable del 12% de las emisiones globales de GEI y a nivel mundial genera más en dos sectores como porcentaje de sus emisiones totales. Una, en el cambio de uso de suelo por deforestación (47% contra el 19% en el mundo); y otra, en la agricultura (20% contra el 14%) por el uso de fertilizantes y de las emisiones de metano originadas en la actividad ganadera. De 2000 a 2005, la región perdió 4,5 millones de hectáreas de cubierta boscosa. Los volúmenes más altos de emisiones los produjo América Latina con 71.000 millones de toneladas de CO2 por año.[2]

En México, los bosques cubren el 31% del área total de la superficie. En los últimos 13 años, con el financiamiento del Baco Mundial, éste asegura que el país ha logrado la protección de 800 mil hectáreas de bosques comunitarios y se ha evitado la migración de seis mil 204 campesinos. Se establecieron 353 regulaciones y estatutos sobre la protección de bosques y 51 esquemas de pago por servicios ambientales. Además han sido fortalecidas 41 asociaciones y 179 empresas comunitarias de bosques, mientras más de un millón 783 mil hectáreas se encuentran reguladas bajo 274 planes de zonificación comunitaria. Todo esto generado a raíz de un plan piloto desde 1997. Gracias a ello, el Banco Mundial asegura que México se ha convertido en líder mundial en materia de manejo sustentable de bosques comunitario.[3] Sin embargo, esto es muy contrastante con la pobreza en aumento no sólo de la población rural, del hecho en que México ocupa el primer lugar en migración en el mundo y que la deforestación avanza a un ritmo acelerado por medio de la implementación de diversos megaproyectos.

La Estrategia de REDD en Chiapas.[4]

La estrategia de REDD del Estado de Chiapas que se alinea a las decisiones federales en materia de cambio climático. Las Directrices del gobierno mexicano para la mitigación es la preservación y aumento de sumideros de carbono, lograr que en 30 años se reduzca al 0% la deforestación, reconvertir las tierras agropecuarias degradadas, mejorar la cobertura en 60 millones de tierras ganaderas, fortalecer el combate de incendios, incorporar ecosistemas forestales a las Unidades de manejo para la Conservación de la vida silvestre (Uma), a las Áreas Naturales Protegidas (ANP), o al Manejo Forestal Sustentable (MFS), entre otras. También se propone un Fondo Verde para adaptación, mitigación, investigación y difusión alimentado con fondos gubernamentales, contribuciones y sanciones por emisiones, aportaciones y donaciones deducibles, aportaciones internacionales, ventas de reducción o permisos de emisión, y sanciones administrativas.[5]

Chiapas se lanza a la delantera en la carrera por el negocio del Cambio Climático, poniendo a sus bosques, selvas y plantaciones de monocultivos al servicio del mercado de carbono. Nuevamente, el subsidio del estado a las empresas se plasma en el negocio de la crisis climática con la participación de ONGs conservacionistas empresariales, trasnacionales, al servicio del lucro ambiental. Con varios argumentos: que el 62% de las emisiones en Chiapas proviene de cambio de uso de suelo; que REDD traerá progreso y combate a la pobreza, y que promete un negocio rentable.

Para el gobierno de Chiapas “REDD+ ha demostrado ser una estrategia de mitigación rentable, con varios co-beneficios como “la reducción de la pobreza a través de pagos de monitoreo biológico y social, e indirectamente brindando estímulos para el ecoturismo, el mantenimiento de los servicios ecosistémicos y conservación de la biodiversidad.” Así, desde el 2009, el Gobierno de Chiapas inició la construcción del Programa de Acción ante el Cambio Climático en Chiapas (PACCCH) financiado por la Embajada Británica, y Conservación Internacional (CI) como actor clave en su conducción. En esta construcción participan los gobiernos federal y estatal: la Secretaría de Medio Ambiente, Vivienda e Historia Natural (SEMAVIHN); la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT); la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR); el Instituto Nacional de Ecología (INE); y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP). Además las ONGs conservacionistas empresariales como Pronatura y AMBIO; y con instituciones académicos como Colegio de Posgraduados (COLPOS), el Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR), la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH), el Tecnológico Regional del Tuxtla Gutiérrez (ITTG) y la Universidad Autónoma de México (UNAM).

Para lograr sus propósitos, el PACCCH puso las bases legales y políticas con una propuesta de una Ley general de Cambio Climático para el Estado; la conformación de una Comisión Intersecretarial de Cambio Climático para las dependencias gubernamentales con el fin de elaborar las estrategias de mitigación y adaptación; y un Consejo Estatal de Cambio Climático. En lo financiero propuso la creación del Fondo Ambiental del Estado de Chiapas. También el PACCCH aceleró su marcha para definir tres productos fundamentales como son el inventario de GEI[6]; los escenarios climáticos futuros; y la línea base de Reducción de Emisiones de Deforestación y Degradación (REDD+) con cálculos de la cantidad de carbono contenido en la biomasa viva y en el suelo del Estado para el periodo de 1990 a 2008 y proyecciones hasta 2020, usando tier 2 y 3 de la metodología de la IPCC.[7]

Por otro lado, el gobierno creó el grupo de REDD+ y un grupo Estatal de Servicios Ecosistémicos (GESE) con la idea de mitigar los GEI por medio de la identificación de lugares prioritarios para el pago de “servicios ecosistémicos” (captura de carbono, conservación de biodiversidad, servicios hidrológicos y sistemas agroforestales). El grupo identificó los sitios de Monitoreo, Reporte y Verificación (MRV) en la Sierra Madre, capacitó a personas en la medición y monitoreo de carbono y ejecutó proyectos piloto a nivel comunitario en la Reserva la Biosfera El Ocote. El componente final de PACCCH es la construcción de una línea base de REDD+ para reducir las emisiones de los bosques y selvas por medio de la conservación, reforestación y restauración de los mismos. Con ello, los proveedores de este servicio ambiental (las comunidades y/o gobiernos que conservan o reforestan sus bosques, por lo pronto) recibirían beneficios financieros de gobiernos y/o empresas extranjeras que compran los bonos de carbonos. El objetivo es captar los recursos que los países emisores de GEI han destinado para compensar su contaminación global. Por ejemplo, China ha destinado 1 billón de dólares de inversiones en su mercado de carbono (captura de metano y gases industriales, la conversión de desechos a energía). Sin embargo, lo que no dicen es el fracaso de los proyectos de pagos por servicios ambientales que ya se han implementado ni tampoco los montos raquíticos que reciben las comunidades indígenas y campesinas por compensar y paliar a los países en desarrollo la crisis ambiental que han generado

Tampoco se hace referencia a que las inversiones en el mercado de carbono tienen muchas deficiencias e incertidumbres políticas y administrativas. No hay certidumbre ni transparencia en los Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) cuyos proyectos aprobados muchos ya estaban planeados o en proceso de construcción; que falsedades en las emisiones reportadas y que están obligadas a reducirse; que el precio de la tonelada de CO2 no es rentable; que no están fortalecidas las obligaciones vinculantes en los países emisores; que no hay garantías jurídicas, administrativas o institucionales en los países sumideros para implementar el mecanismo de REDD. Faltan mecanismos confiables de medición y, sobre todo, para el sector privado que busca cómo obtener más ganancias de la crisis climática, reclaman burocratismos y rechazan todos aquellos instrumentos o medidas que no les faciliten la rápida y fácil ganancia.

Acuerdo Chiapas-California-Acre

En noviembre de 2010, en el contexto de la Tercera Cumbre Global de Gobernadores ante el Cambio Climático llevada a cabo en California, Estados Unidos, los gobernadores de California, Arnold Schwarzenegger; de Chiapas, Juan Sabines Guerrero: y de Acre, Brasil, Arnobio Marques de Almeida Junior, firmaron un acuerdo que establece las bases para iniciar un mercado de compraventa de bonos de carbono, por medio de incentivar la mitigación y adaptación climática, reducción de emisiones de GEI causados por la deforestación y la degradación de tierras, y la captura de carbono adicional mediante la restauración y reforestación de bosques y tierras degradadas. Cabe destacar que el Grupo de Trabajo de los Gobernadores sobre Clima y Bosques (GCF, por sus siglas en inglés) la conforman subnacionalmente 14 estados y provincias de Estados Unidos, Brasil, Indonesia, Nigeria y México, y que busca integrar REDD y otras actividades de carbono forestal a los a los marcos obligatorios de Estados Unidos y otras partes.[8]

Hasta el momento, Chiapas es el único estado de México que entra en este esquema con los proyectos que tiene Conservación Internacional para el 2011.[9] Por su lado, California sería el primero en implementar la compra de créditos de carbono del sistema REDD por medio de estos proyectos piloto. En el memorándum de entendimiento estipulan la creación de un grupo REDD subnacionales de trabajo quienes se reunirían mensualmente entre diciembre de 2010 hasta octubre de 2011 para presentar una propuesta al California Air Resources Board (CARB) quienes formulan los límites máximos de emisión y los mecanismos comerciales para deducirlos en el sistema de REDD. De este modo, California dará a conocer un plan de reducción de carbono obligatoria en octubre de 2011, conocida como AB de 32 años, y que iniciaría en enero de 2012, con el objetivo de reducir los GEI en el estado a los niveles de 1990 para el año 2020. Por ello necesitan generar la oferta de mercado en Chiapas.

Acuerdo Gobierno de Chiapas y Lacandones

En el contexto del Proyecto REDD+ y del acuerdo con el gobierno de California en los Estados Unidos, el gobernador de Chiapas, Juan Sabines Guerrero, debe generar las condiciones para la compra de bonos de carbono. De ahí el convenio que suscribe en diciembre de 2010 con las comunidades de la Selva Lacandona en la comunidad de San Javier, municipio de Ocosingo, llamado “Pacto por el Respeto y Conservación de la Selva Lacandona”, por medio del cual los indígenas lacandones recibirán un pago por preservar la zona.[10] Además, en este esquema de compra de créditos de carbono, el Gobierno de Chiapas se compromete a pagar a los indígenas un peso por cada peso que brinde el Gobierno Federal u organismos internacionales para la conservación.

Recordemos que en Chiapas existen un millón 300 mil hectáreas consideradas reservas naturales, de las cuales, casi 50 por ciento (614 mil) están en la Lacandona. Y ésta será la primera experiencia de pago por captura de carbono, por la conservación de bosques y suelos. Los Lacandones serán usados y avalados por el gobierno, además del incentivo económico, para confrontarse con otras organizaciones y comunidades indígenas y campesinas al promover su expulsión incluso con violencia. Sabines les manifestó “ustedes se van a comprometer a cuidar las reservas, que nadie se meta, a cuidar que nadie quite los árboles, a cuidar que nadie se meta a cazar, la van a cuidar para todo el planeta, para todo Chiapas, para todo México, para toda la humanidad la van a cuidar, dijo a los comuneros presentes.” Sin embargo, inmediatamente fuera de la zona destinada para la venta de carbono, el gobierno aseguró que continuarán reconversión productiva con frutales, agroindustrias, centros ecoturísticos, de turismo de aventura, las plantaciones de palma aceitera, etc. Por su lado, la secretaria de Medio Ambiente Vivienda e Historia Natural, Lourdes López Moreno, le expresó a los lacandones que “Vigilarán de manera responsable que nadie ocupe estas tierras consideradas como reservas o áreas protegidas; no permitirán la invasión de personas, deforestación, degradación de suelos o sustitución de cultivos distintos a los que se producen de manera natural (…) las actividades económicas sólo podrán dedicarse a turismo de aventura, ecoturismo y turismo cultural, reduciendo actividades como la agricultura y ganadería extensiva, la caza de animales y la tala para comercio de madera y deforestación”.

Conclusión.

Si bien es cierto este panorama grave sobre los bosques, se pretende que solo poniéndole precio y dueño se reducirán los GEI. Otra falsedad es unir los bosques como sumideros de carbono a la necesidad de absorber la quema de hidrocarburos que consumen los países desarrollados. La capa vegetal del planeta absorbe el CO2 que naturalmente se encuentra en la atmósfera, pero no está para absorber el CO2 extra que se le inyecta por la quema de éstos. No se pueden usar los bosques como compensación sin atacar el problema de raíz que es la emisión de GEI en los países “desarrollados”. Por otro lado, para evitar la deforestación el gobierno de Chiapas y el gobierno federal debieran detener la avalancha de inversiones mineras que suman miles y que tan sólo en los últimos diez años en Chiapas sumaron casi un millón 200 mil hectáreas las 100 concesiones otorgadas principalmente a las empresas mineras canadienses. Mientras se inventa el negocio paliativo y privatizador de los bosques con el mecanismo de REDD, se siguen construyendo represas por todo el país acabando con selvas y bosques. Del mismo modo otros megaproyectos como las plantaciones de monocultivos; o la desaparición de turberas o de manglares que son arrasados por proyectos de gasificadotas, granjas camaronícolas y otras inversiones insustentables para el medio ambiente. Lo que debemos cambiar ya, es este sistema depredador, consumista y tras la incesante acumulación de capital.

Notas:

[1] “Situación de los bosques en el mundo”, presentado en la apertura de la sesión 18 del Comité Forestal de la FAO. 09.02.2009
[2] Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Vicepresidencia de Sectores y Conocimiento/Sector de Infraestructura y Medio Ambiente/Estrategia Integrada del BID para mitigación y Adaptación al Cambio Climático, y Energía Sostenible y Renovable. 25 de Octubre d 2010.
[3] Notimex; Publicado: 31/12/2010
[4] http://www.cambioclimaticochiapas.org/portal/index.php
[5] Iniciativa Ley General de Cambio Climático por el Senador Alberto Cárdenas J. Mayo 2010/Presentación power point.
[6] INVENTARIO ESTATAL DE EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO PARA EL ESTADO DE CHIAPAS. SECTORES: ENERGÍA, PROCESOS INDUSTRIALES Y RESIDUOS, s/f
[7] Desarrollo de una línea base subnacional para REDD+: deforestación y degradación forestal. Fernando Paz, Ma. Isabel Marin, Marisol Reyes, Edgardo Medrano y Fernando Ibarra. COLEGIO DE POSTGRADUADOS, s/f
[8] Periódico La Jornada, Miércoles 17 de noviembre de 2010, p. 20
[9] Ver Inventario de GEI provenientes del sector Agricultura, Silvicultura, y Otros Uso de Suelo (ASOUS)/Ben de Jong, Vanessa Maldonado, Marcela Olguín, Fabiola Rojas, Verónica de la Cruz, Fernando Paz, Guillermo Jiménez Ferrer, Miguel-Angel Castillo Santiago, s/f
[10] Boletín: 3634, Conservación de la Selva: Chiapas da el primer paso en el país para el pago por conservación, 22 de Diciembre de 2010
http://www.comunicacion.chiapas.gob.mx/documento.php?id=20101223012351
Periódico La Jornada – Jueves 23 de diciembre de 2010, p. 12