Corporaciones europeas buscan permisos para contaminar

Corporaciones europeas buscan permisos para contaminar

Por David Cronin
contaminación - Periodismo Humano
BRUSELAS, sep (IPS) – Corporaciones que explotan áreas adyacentes a bosques tropicales en todo el mundo podrían conseguir nuevos permisos para contaminar, si se concretan los planes de uno de los grupos de presión más influyentes de Europa.

Mientras la deforestación representa 20 por ciento de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, el futuro de los programas que aspiran a preservar los ecosistemas tropicales será uno de los temas clave en la 16 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16), que tendrá lugar del 29 de noviembre al 10 de diciembre en Cancún, México.

El principal de estos programas es el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), bajo el cual los países ricos pueden comprar “créditos” que les permitan reducir las emisiones de dióxido de carbono en sus territorios financiando proyectos ambientales en otros más pobres.

Desde 2005, cuando entró en vigor el MDL –previsto en el Protocolo de Kyoto–, muy pocos proyectos forestales fueron considerados aptos para ser financiados por el consejo que controla sus actividades.

Los proyectos forestales también fueron excluidos del programa de comercio de emisiones de la Unión Europea (UE), que permite que las empresas compren y vendan licencias de contaminación.

BusinessEurope, la mayor confederación de empresas privadas del sector, ahora intenta convencer a los políticos de considerar más favorablemente los créditos forestales.

Folker Franz, experto en políticas ambientales de BusinessEurope, dijo creer que un mayor uso de créditos forestales “será la manera de salvar el mundo”.

Un enfoque de mercado puede tener beneficios ambientales, sostuvo. “Si vemos que la gente saca provecho económico de esto, entonces dejémosla que lo haga, siempre y cuando esto frene la deforestación en Indonesia y Brasil”, declaró a IPS.

Pero los ambientalistas señalan que el concepto de usar proyectos forestales en América del Sur o Asia para “compensar” las emisiones en Europa o Estados Unidos tiene defectos fundamentales.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (conocido por sus siglas en inglés IPCC), que funciona en la órbita de la Organización de las Naciones Unidas, calculó que es necesario reducir entre 80 y 95 por ciento las emisiones derivadas de la quema de combustibles fósiles para 2050, si se quiere evitar un aumento catastrófico de la temperatura terrestre.

Por lo tanto, los activistas sostienen que los países más ricos tienen la responsabildiad de garantizar reducciones genuinas en el ámbito interno, en vez de simplemente invertir en proyectos “limpios” en el exterior.

“Incluir los créditos forestales en el programa de comercio de emisiones sería una muy mala idea”, dijo Jutta Kill, de la organización de conservación de bosques Fern.

Y el principal motivo es que compensar las emisiones de carbono implica distraerse del objetivo más importante, que es combatir el cambio climático, opinó.

Aunque los árboles pueden absorber el dióxido de carbono y cumplen un rol útil a la hora de frenar su emisión a la atmósfera, un informe de Fern señala que sería totalmente erróneo basar la política contra el cambio climático en proyectos forestales.

El estudio, titulado “Trading Carbon” (Comerciando carbono), señala que los árboles no deberían considerarse sumideros de carbono permanentes. Si los árboles se queman, se enferman, sufren un deterioro natural o el impacto de variaciones meteorológicas, el carbono puede emitirse fácilmente al ambiente.

Además, la medición del carbono forestal no es una ciencia exacta. Investigaciones realizadas en Canadá concluyeron que las estimaciones sobre el equilibrio del carbono en los bosques norteamericanos pueden variar 1.000 por ciento si se toman en cuenta factores como el aumento de la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera.

Los ambientalistas también sostienen que hasta ahora la experiencia con los programas de comercio y “compensación” de emisiones no inspiran confianza en esos enfoques orientados al mercado.

Este mes, la organización ambientalista Sandbag publicó una nueva evaluación del programa de comercio de emisiones.

Titulado “Cap or Trap?” (¿Tope o trampa?), ese informe concluyó que, aunque los representantes de industrias intensivas en materia energética, como la del acero y el cemento, ejercieron mucha presión para debilitar las ambiciones del programa, se han beneficiado enormemente del mismo.

Las concesiones que la UE otorgó a estos sectores deberían permitirles cosechar ganancias de entre 1.800 millones de euros (2.350 millones de dólares) para el acero a 2.300 millones de euros (más de 3.000 millones de dólares) para el cemento en el periodo 2008-2012.

Aunque las emisiones de la industria del cemento en la UE cayeron menos de uno por ciento en relación a una crisis en la producción causada en los últimos años por la recesión, según Sandbag. La relativa reducción de las emisiones del sector del acero ha sido aún más baja.

Magda Stoczkiewicz, directora de Amigos de la Tierra – Europa, dijo que la experiencia con el comercio de carbono muestra que “muy a menudo los proyectos no reducen el dióxido de carbono, sino que en realidad simplemente se vuelven herramientas de comercio y mercadeo”.

Las propuestas de BusinessEurope deberían ser tratadas con precaución, dado que la confederación ha intentado impedir que la UE se fije objetivos más ambiciosos para la reducción de sus emisiones contaminantes.

Aunque funcionarios del bloque vienen estudiando la posibilidad de reducir 30 por ciento las emisiones para el año 2020 –en vez del objetivo de 20 por ciento fijado previamente–, BusinessEurope se ha opuesto a tal medida.

“El principal objetivo de BusinessEurope es convertir a los proyectos en una máquina de dinero”, dijo Stoczkiewicz.

“Lo que tememos es que los créditos forestales corran la misma suerte que otros proyectos que se crearon para hacer dinero, no reducciones de dióxido de carbono”, agregó.

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=96468

mapder

EL MAPDER RECHAZA LOS MECANISMOS DE DESARROLLO LIMPIO

COMUNICADO

EL MAPDER RECHAZA LOS MECANISMOS DE DESARROLLO LIMPIO (MDL)

mapderEl gobierno federal ha aceptado en 2009 que la Comisión Federal de Electricidad usó sólo el 45.5% de la capacidad instalada de generación de energía eléctrica en México, por lo que no se justifica la construcción de más represas. Hoy, la crisis climática desata su furia con las excesivas lluvias que han provocado fracturas de presas, desfogue de muchos embalses que han inundado ciudades, pueblos y comunidades, o que quedaron sepultadas bajo toneladas de lodo. Los gobiernos ni las represas pueden controlar la situación. Miles y miles de familias han sido desplazadas y otras miles de hectáreas de cultivos anegados en las últimas semanas. Los ríos se han desbordado. Las presas en México han llegado al máximo de su capacidad lo que no se ha registrado desde su construcción décadas atrás.
Las presas generan casi el cinco por ciento de los Gases Efecto Invernadero (GEI) en el mundo como bióxido de carbono, metano y óxido nitroso que incluso se manifiestan kilómetros aguas debajo de las embalses. También disminuyen la capa forestal que limpia nuestra atmósfera de la contaminación que los países más ricos generan en más del 60% de los GEI en todo el planeta. Pero la situación que vive prácticamente todo el territorio nacional con los ríos que reclaman libertad, es un botón de lo que está pasando en el mundo.
Los países más desarrollados no han querido atender su mayor responsabilidad en la disminución de los GEI y por ello los pueblos del mundo pagamos ahora el costo de su desarrollo. Con el Protocolo de Kyoto los gobiernos más ricos buscaron la forma para evadir esta responsabilidad, incluso para bajar el absurdo cinco por ciento de los GEI respecto a 1990, cuando se requería de al menos un ochenta por ciento. Entre estas formas de evadir la responsabilidad histórica y planetaria, crearon los mal llamados “Mecanismos de Desarrollo Limpio” (MDL) para compensar sus emisiones de GEI donde incluyeron a las represas como energía limpia y renovable. Al tiempo en que los gobiernos y las empresas constructoras de represas se vieron beneficiados por ello, los países pobres han sufrido y siguen sufriendo las consecuencias de estos megaproyectos. Además de agudizar y acelerar la crisis climática, desplazar millones de personas de sus viviendas, impactar profundamente en la vida de las que viven río abajo, deforestar, entre otras sucias consecuencias, ahora pretenden fortalecer y empujar la construcción de más represas en el país y en el mundo con el apoyo nuevamente del Banco Mundial (BM) y otras Instituciones Financieras Internacionales (IFI’s).
Hace seis años nació el Movimiento Mexicano de Afectados por las Presas y en Defensa de los Ríos (MAPDER). Desde entonces el MAPDER ha ido fortaleciendo sus luchas en defensa de la tierra, el territorio, los Derechos Humanos y de los Pueblos Indígenas, los ríos y el agua como bien común. El movimiento se ha fortalecido en  el país. Las comunidades, pueblos y movimientos sociales, a partir de la organización, la movilización y la generación de propuestas, han buscado detener y dar el debate sobre la necesidad real de los innumerables megaproyectos de represas que se despliegan por el territorio nacional. Hoy, el MAPDER manifiesta su enfático rechazo a los MDL y a todos los mecanismos de mercado de carbono que comercializa la vida incluyendo la Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación Forestal (REDD).
El MAPDER se suma al llamado de movilización y denuncia durante la Conferencia de las Partes (COP16) que se llevará a cabo en Cancún del 29 de noviembre al 10 de diciembre del presente año y que se multiplicará también en las distintas regiones del país. En esta Conferencia los gobiernos intentarán nuevamente evadir sus responsabilidades, privatizar bosques, y fortalecer todos los mecanismos posibles para continuar con la acumulación de capital a costa de la crisis climática.
Este calentamiento global que ha agudizado la crisis climática es al mismo tiempo la crisis del capitalismo. La depredación ambiental nos está cobrando la factura. Requerimos con urgencia la búsqueda de nuevas formas de vida. De no atender esta problemática, en menos de cinco años la tendencia podría ser irreversible para nuestra Madre Tierra como lo confirman diversos científicos cuando aseveran que el aumento de 4º C de calentamiento global es ya irreversibles.
Este es el reto del movimiento mundial contra las presas que realizará su III Encuentro Internacional en Temacapulín, Jalisco, del 2 al 6 de octubre del presente año, donde el MAPDER será el anfitrión.
¡BASTA DE REPRESAS!
¡RIOS PARA LA VIDA, NO PARA LA MUERTE!

23 de Septiembre de 2010

http://www.riosparalavida3.org/

Vendiendo aire

Vendiendo aire

Silvia Ribeiro (Investigadora del Grupo ETC)
La jornada 11 septiembre 2010.

REDDAvanza uno de los más increíbles ataques a los bienes comunes del planeta y la humanidad: la privatización del aire. La principal herramienta para ello es un mecanismo llamado cínicamente REDD (reducción de emisiones por deforestación y/o degradación evitada de bosques), que está entre los puntos clave que promueve el gobierno mexicano en las negociaciones internacionales sobre el clima.

La propuesta de los programas REDD es que como la deforestación es un factor importante de la crisis climática, hay que compensar económicamente a quienes ya no lo hagan. Por ello se llama deforestación “evitada”: primero hay que deforestar para luego vender el dejar de hacerlo. Un típico escenario “ganar-ganar”, como dicen los empresarios y sus ONG amigas. Ganan los talamontes al deforestar y ganan por dejar de hacerlo. Quienes más se benefician de estos programas son los que más bosque y selva hayan destruido. Y que podrán seguir haciéndolo, ya que REDD acepta que dejando apenas 10 por ciento del área original se cuente como “deforestación evitada”.

Al programa original se le agregaron versiones llamadas REDD++, que incluyen pagos por “acrecentar los inventarios de carbono” y pagos por “conservación” y “manejo sustentable del bosque”. En el primer caso se trata de, además de deforestar, establecer en su lugar monocultivos de árboles, otra fuente de lucro adicional, con fuertes impactos ambientales y sobre las comunidades.

Lo más perverso de este mecanismo es lo que llaman “conservación y manejo sustentable”, porque apunta directamente a despojar a las comunidades indígenas y campesinas de sus derechos y territorios.

La propuesta de REDD es que “como se paga”, lo que se haga con el bosque y su capacidad de absorción de dióxido de carbono debe ser “verificable”, es decir, definido por agentes externos a las comunidades. Para éstas y los ejidos significa pagar caro a “expertos” para que les digan qué pueden o no hacer en sus propios bosques y territorios, y firmar “voluntariamente” (o engañados por instituciones gubernamentales y ONG que gestionan estos programas) la alienación de su manejo autónomo del territorio, para poder cobrar unos pesos por la supuesta capacidad de absorción de sus bosques. Esa capacidad la compran empresas altamente contaminantes y grandes emisores de gases de efecto invernadero, para seguir contaminando con la justificación (no probada científicamente, pero muy lucrativa) de que en otra parte del mundo habrá un bosque que absorberá sus emisiones. A su vez, esto entra en un mercado secundario de créditos de carbono donde la misma empresa puede revender a otros por un precio mayor, recuperar toda su inversión y además ganar dinero extra. El mayor volumen monetario de los mercados de carbono es la especulación secundaria, es decir, la venta y reventa de, literalmente, puro aire.

Este tipo de mercantilización y especulación ya existía antes de REDD, con el pago y comercio de servicios ambientales. Con REDD, se trata de consolidar globalmente una nueva forma de “derechos de propiedad”. No la propiedad directa del bosque, sino la de “derechos de emisión” de éstos, para comerciarlos en un mercado altamente especulativo.

Así, las empresas más criminales del planeta, además de devastar enormes zonas con sus actividades, calentar el planeta y maquillarse de verde con esta compra de “créditos de carbono”, reclamarán la propiedad de facto de los bosques, porque aunque las comunidades sigan teniendo sus títulos de propiedad, no podrán tocarlos ni decidir nada sobre ellos.

Un ejemplo reciente: el 7 de septiembre, la Red Indígena Ambiental y Amigos de la Tierra Internacional denunciaron que el proyecto REDD más grande hasta el momento, 100 mil hectáreas en Rimba Raya, Borneo, es financiado por la Shell, Gazprom y la Fundación Clinton. En realidad no es “financiación”, sino inversión, ya que Shell y Gazprom seguirán lucrando con sus actividades contaminantes (que producen más calentamiento global) y además ganarán millones de dólares con la venta de esos créditos de carbono en el mercado secundario. Reuters estimó que en ese proyecto se podrían captar más de 750 millones de dólares en 30 años.

Tom Goldtooth, de la Red Indígena Ambiental, declaró: “Shell ya cometió genocidio del pueblo Ogoni, en Nigeria, y ecocidio de la cuenca del Níger. REDD hace posible que ésta y otras empresas sigan con la extracción de combustibles fósiles mientras continúan destruyendo el clima y a los pueblos indígenas. La mayoría de los bosques del mundo están en territorios nativos. Los proyectos tipo REDD han resultado en despojos de tierras, violaciones de derechos humanos, amenazas a la sobrevivencia de nuestras culturas, militarización, engaños y servidumbre.”

En México, los que promueven este lucrativo negocio de las trasnacionales junto al gobierno, antes gestionaban contratos de biopiratería, luego metieron a comunidades a la venta de servicios ambientales y ahora, consecuentemente, promueven REDD++.

Por todo esto, la Vía Campesina, en su convocatoria a movilizarse frente a las negociaciones sobre el clima, que se realizarán en diciembre en Cancún, llama a denunciar y oponerse a los programas REDD y a los mercados de carbono, una demanda que también expresó claramente la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático, en Cochabamba.

La Petrolera Shell financia REDD

BOLETÍN DE PRENSA
Contacto: Nnimmo Bassey, Director Ejecutivo, Environmental Rights Action/Amigos de la Tierra Nigeria (+234)8037274395
Tom Goldtooth, Director Ejecutivo, Indigenous Environmental Network (Red Indígena sobre el Medio Ambiente)(218)760-0442

La Petrolera Shell financia REDD

Pueblos Indígenas y ambientalistas denuncian

La empresa petrolera Shell, mundialmente censurada por haber causado genocidio contra el Pueblo Ogoni y destrucción ambiental en la Cuenca Níger de Nigeria, ahora está financiando REDD, una falsa solución al cambio climático que mete los bosques en el mercado de carbono y que ha sido denunciado como posiblemente “la usurpación de tierras más grande de todos los tiempos.”

REDD (Reducción de Emisiones por Deforestación y Degradación) permite a los contaminadores como Shell, la minera Rio Tinto y la petrolera Chevron-Texaco comprar créditos de carbono provenientes de la supuesta conservación de los bosques y así evitar la reducción de sus emisiones del efecto invernadero en el lugar donde se originan. Sin embargo, según la Red Indígena sobre el Medio Ambiente, REDD está cargada de “incentivos perversos” para convertir los bosques naturales en plantaciones de monocultivos y en realidad REDD aumenta la deforestación y la tala.

Shell, la empresa de gas natural Gasprom y la Fundación Clinton están financiando el proyecto tipo-REDD Rimba Raya sobre 100,000 ha en la provincia de Kalimantan Central en Indonesia. Según Reuters, el proyecto Rimba Raya marca “un hito” en el desarrollo de un mercado mundial de créditos de carbono forestal.

Este proyecto REDD de Shell podría sacar muchísimas ganancias. Reuters calcula que “A una tasa de 10 dólares por cada crédito de carbono, se podría ganar hasta $750 millones en 30 años.”

Reconocido ambientalista nigeriano, Nnimmo Bassey, Director de Environmental Rights Action y Presidente de Amigos de la Tierra Internacional, tiene una larga historia luchando contra las actividades destructivas de la extracción petrolera. “Shell nos ha traído puro sufrimiento, la destrucción de comunidades y biodiversidad, así como los derrames petroleros y la quema ilegal de gas desde hace décadas. Ahora podemos añadir el financiamiento de REDD para lavar su imagen y sacar ganancias a la larga lista de las atrocidades de Shell.”

Tom Goldtooth, Director Ejecutivo de la Red Indígena sobre el Medio Ambiente, señaló que “Shell ya cometió genocidio contra el Pueblo Ogoni en la Cuenca Níger. REDD permite que Shell y otras empresas multinacionales expandan la extracción de combustibles fósiles y sigan destruyendo el clima y violando los derechos de los Pueblos Indígenas del mundo.  Actualmente, Shell está intentando perforar en las costas de Alaska a pesar de las protestas de los indígenas de Alaska.”

“Shell no solamente está perjudicando a la Madre Tierra y los Pueblos Indígenas sino ahora está financiando  REDD que puede resultar en la usurpación de tierras más grande de todos los tiempos y más genocidio contra los Pueblos Indígenas,” avisó Goldtooth.

Según Goldtooth, “La mayoría de los bosques del mundo se encuentran en las tierras de los Pueblos Indígenas. Los proyectos tipo-REDD ya han resultado en despojos de tierra, violaciones de derechos humanos, amenazas a la supervivencias cultural, militarización, estafas y servidumbre.”                                                             

Para Teguh Surya, Director de Campanas de WAHLI–Amigos de la Tierra Indonesia, REDD es simplemente “un eco-negocio descarado y patético” “Shell no debe utilizar nuestras selvas hermosas para el lavado verde de los crímenes contra el medio ambiente y los abusos de los derechos humanos que Shell ha cometido en Nigeria y otros lados.”

La semana pasada, Vía Campesina, una organización internacional de 300 millones de campesinos, rechazó REDD y denunció que la conservación forestal no se debe agarrar como “excusa” para que “países y corporaciones sigan contaminando…” Vía Campesina también subrayó que “el comercio de carbono ha probado ser extremadamente lucrativo en términos de generación de ganancias para los inversionistas, sin embargo ha fallado rotundamente en la reducción de gases de efecto invernadero.”

CITA: David Fogarty y Sunanda Creagh. Indonesia project boosts global forest CO2 market. Reuters. 24/8/10.

Alianza Marea Creciente México: Confrontando las Causas del Cambio Climático

COP15

Alianza Marea Creciente México: Confrontando las Causas del Cambio Climático

~ Conferencia de la Partes – COP-16 ~
~ México, diciembre 2010 ~
~ Lucha Global por la Justicia Climática ~
~ Un llamado a la acción y la organización descentralizada ~
~ En la búsqueda de alternativas contra el cambio climático desde y para la comunidad ~

        Con el fracaso de la decimoquinta Conferencia sobre Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en Copenhague, Dinamarca este diciembre pasado, el G8 (los gobiernos de los 8 países mas industrializados del mundo), las corporaciones transnacionales, y las instituciones financieras internacionales (IFIs), pretenden coaccionar a los demás gobiernos del mundo para aceptar un nuevo tratado internacional sobre el Calentamiento Global.
(…)
    La defensa del ambiente en el que vivimos como parte de las luchas sociales es crucial, esto nos lleva a una nueva oportunidad de organizarnos y demandar Otra manera de confrontar las principales causas del Cambio Climático.
(…)
        Somos un red internacional, plurinacional y pluricultural de activistas y organizaciones que nos hemos reunido para hacer un llamado a la acción y alertar a las comunidades del mundo sobre los peligros y catástrofes venideros, así como también sobre las posibilidades que tenemos las comunidades y los países mas afectados para adaptarnos a estos cambios. Exigimos Justicia Climática y la participación de los pueblos en la toma de decisiones sobre las políticas negociadas entre los gobiernos. No esperaremos a que los gobiernos o las industrias negocien el futuro de todos.
(…)
        … invitamos a los movimientos sociales, organizaciones civiles, redes, activistas, y pueblos del mundo comprometidos con los principios de Justicia Climática y Social, a participar este año en el Diálogo y Convención Climática de los Pueblos, una lucha desde abajo contra el Nuevo Orden Mundial.

       Proponemos crear espacios, movilizaciones, y acciones con comunidades en resistencia, y organizaciones de base para re-apropiarnos del discurso sobre el Cambio Climático y los procesos de adaptación y mitigación de los efectos devastadores del Calentamiento Global en una verdadera búsqueda de Justicia Climática. Consideramos que el Diálogo y Convención Climática de los Pueblos debe ser un proceso de construcción permanente y colectiva, por lo que hemos conformado la Alianza Marea Creciente México, una confluencia de grupos desde la cual buscamos un diálogo continuo que nos permita generar soluciones colectivas locales y globales a los problemas ambientales y generar acciones como la realización de Campamentos Regionales Climaticos desde los cuales realicemos reflexiones sobre la problemática ambiental, compartamos saberes y aprendamos herramientas prácticas para hacer frente a estos problemas.

LEER MÁS:  Comunicado Marea Creciente (.pdf)

SITIO WEB: http://marea-creciente.org

Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático: “Copenhague fue un fracaso absoluto”

El año 2009 lo despedimos con la resaca de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP15) celebrada en la capital de Dinamarca, Copenhague. La opinión de organizaciones sociales y ambientalistas, instituciones comprometidas y la sociedad civil respecto a lo acordado se resume en la frase “Copenhague fue un fracaso absoluto. No se hizo justicia”, de Nnimmo Bassey, presidente de Amigos de la Tierra Internacional.
Hubo mucha rabia cuando se vieron las maneras en que se desarrollaba el evento, mucha preocupación por los resultados obtenidos y muchas denuncias de represión en la ciudad contra la sociedad civil que quería otro tipo de cumbre. Pese al fracaso y la injusticia, las organizaciones debemos seguir trabajando por un mundo mejor. Y parece ser que la próxima cumbre sobre el tema es el próximo diciembre en México. Debemos estar atentos y atentas.

En unos artículos de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, Silvia Ribeiro y Naomi Klein hacen balance:

Copenhague: Un desastre para los más pobres del mundo

COPENHAGUE, DINAMARCA — El Presidente de Amigos de la Tierra Internacional, Nnimmo Bassey, habló del fracaso de los gobiernos de los países ricos en asegurar un acuerdo de la ONU fuerte y justo para combatir el cambio climático en Copenhague:

“Copenhague fue un fracaso absoluto. No se hizo justicia. Al dilatar la acción, los países ricos condenaron a millones de las personas más pobres del mundo al hambre, el sufrimiento y la pérdida de vidas a medida que se acelera el cambio climático. La culpa de este resultado desastroso la tienen los países desarrollados.”

“Estamos indignados por la falta de compromiso de los países ricos a realizar las reducciones de emisiones que saben que son necesarias, especialmente Estados Unidos, que es el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo. En contraste, las naciones africanas, China y otros países en desarrollo merecen nuestro elogio por sus posturas progresistas y su enfoque constructivo. Los principales países en desarrollo no pueden ser culpados de la falla de los países industrializados”.

SEGUIR LEYENDO: SOS Clima

Copenhague: una cuestión de justicia

de Liliane Spendeler, directora de áreas ambientales de la organización Amigos de la Tierra.
La incapacidad de los países ricos para aceptar su responsabilidad en la crisis ambiental marca la cumbre de Copenhague.
Lo que se estaba jugando en Copenhague iba más allá del hecho de intentar preservar el planeta -y por ende a la humanidad- de un cambio climático catastrófico, tarea ya de por sí ambiciosa, compleja y sobre todo urgente. Estaba en juego la construcción de una sociedad global justa y equitativa. Y no es para menos dado que en la actualidad estamos cada vez más alejados de ella, tanto si comparamos países o individuos.
SEGUIR LEYENDO:  Periódico Diagonal

Copenhague: el valor de decir no

de Naomi Klein
En el noveno día de la conferencia de Naciones Unidas sobre cambio climático, África fue sacrificada. La posición del bloque negociador del G-77, que incluye los estados africanos, había sido clara: un incremento de 2 grados centígrados en la temperatura global promedio se traduce en un incremento de 3 a 3.5 grados en África.

Esto implica, según la Alianza Pan-africana por la Justicia Climática, que “55 millones de personas adicionales podrían estar en riesgo por pasar hambruna” y “el estrés hídrico podría afectar a entre 350 y 600 millones de personas adicionales”. El arzobispo Desmond Tutu plantea así lo que está en riesgo: “Nos enfrentamos a un inminente desastre a una escala monstruosa… una meta global de cerca de 2 grados centígrados va a condenar a África a la incineración y a ningún desarrollo moderno”.
SEGUIR LEYENDO: Periódico La Jornada

Matrix climática

de Silvia Ribeiro
Durante las negociaciones de Naciones Unidas sobre cambio climático en Copenhague, Dinamarca, en diciembre pasado, la delegación de Bolivia comparó lo que allí sucedía con la película Matrix. Agregó que los únicos que tomaban “la pastilla roja” (que en la película permite ver la realidad como es) eran los que marchaban protestando por las calles de Copenhague. Es una de las imágenes más atinadas que he escuchado.

Al contrario de lo que uno creería, esa convención no trata de las causas y soluciones reales al cambio climático, sino sobre todo de cómo gestionar y aumentar las ganancias con el comercio del cielo y el aire limpio –materias cada vez más escasas (y, por tanto, más rentables) gracias al desastre climático, a su vez provocado por los que más lucran ahora con ese comercio.
SEGUIR LEYENDO:  Periódico La Jornada