Agroecología: innovaciones para sistemas agrícolas y alimentarios sustentables

Informe publicado por el Programa de Soberanía Alimentaria de la federación Amigos de la Tierra Internacional – A 21 de noviembre 2018

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¿Por qué la innovación es un imperativo?

Hay consenso internacional sobre los desafíos sin precedentes y apremiantes a los que se enfrenta el mundo en el siglo XXI, como el hambre, la erosión de los medios de vida de las y los pequeños productores de alimentos y las y los trabajadores urbanos y rurales, las enfermedades relacionadas con la alimentación, el agotamiento de los bienes naturales, la degradación del ambiente y el cambio climático.

También se reconoce en todo el mundo que estas consecuencias íntimamente relacionadas de nuestros sistemas actuales de alimentación y agricultura, y en particular del modelo agrícola dominante de agroindustria de altos insumos, están afectando la salud del ambiente y de los seres humanos. Plantean graves amenazas para la realización del derecho humano a una alimentación y nutrición adecuadas, en particular de las poblaciones vulnerables. Se ha puesto de manifiesto que nuestro mundo ya no puede permitirse un enfoque continuista. Necesitamos un cambio de paradigma en los sistemas de alimentación y agricultura.

¿Qué visión de la innovación? La necesidad de definir dimensiones clave para evaluar la sustentabilidad de las innovaciones

El discurso sobre la innovación como salida a la crisis alimentaria, medioambiental y climática mundial está ganando fuerza en diversos espacios de gobernanza mundial, en particular en el ámbito de la alimentación y la agricultura, abarcando tanto la agroecología como la biotecnología entre los «enfoques para una agricultura sostenible». Es entonces fundamental reconocer que existen visiones radicalmente divergentes para encarar las crisis mundiales y para definir e implementar procesos y productos innovadores.

La innovación no es un objetivo en sí y no debe enfocarse sólo en la tecnología y la productividad. Debe tener una perspectiva holística y multidisciplinaria que incluya procesos sociales, económicos, culturales, ambientales y de políticas, y que busque tener un impacto positivo en las vidas de las y los pequeños proveedores de alimentos, los trabajadores y sus comunidades. Además, innovar para transformar estos sistemas no se trata sólo de introducir innovaciones nuevas, revolucionarias o perturbadoras, así como nuevas necesidades, mercados y espacios de aplicación. También implica la adaptación o evolución, y la mejora y/o expansión sustancial de las técnicas y prácticas ya existentes.

Es crucial que las y los responsables de la toma de decisiones, las y los productores de alimentos y otros actores se planteen las preguntas adecuadas para guiar sus decisiones. En este sentido, identificamos un conjunto no exhaustivo de 13 criterios básicos de evaluación interconectados que servirán de marco objetivo e integral para evaluar y seleccionar mejor una innovación. Para que una innovación sea considerada social, cultural, ambiental, política y económicamente aceptable, debe tener en cuenta y cumplir al menos la mayoría, si no todos, estos criterios. Debe fijarse un requisito mínimo, ya que elegir de manera selectiva los criterios no permite una evaluación justa, fiable y concluyente.

Por qué la Agroecología es el enfoque innovador a apoyar

La agroecología está ganando amplio reconocimiento y está siendo promovida cada vez más por los Estados y las instituciones internacionales como el enfoque indispensable para transformar los sistemas agroalimentarios. Una ciencia, un conjunto de prácticas y un movimiento social, es un concepto vivo que sigue evolucionando a medida que innova y se adapta a realidades diversas y únicas. Se desarrolla a partir de dimensiones sociales, económicas, políticas y ecológicas y las integra con los conocimientos y prácticas ancestrales y consuetudinarias de las y los campesinos, los pueblos indígenas y otros pequeños productores de alimentos. Incluye una visión de largo plazo y mira más allá de la producción agrícola, abarcando todo el sistema alimentario en pos de su transformación.

Cuatro décadas de evidencia científica sobre las tecnologías, innovaciones y prácticas agroecológicas muestran que las soluciones a los monumentales desafíos actuales de la alimentación y la agricultura están a nuestro alcance y han sido desarrolladas y probadas durante milenios por los pueblos indígenas, campesinos, pastoralistas, pescadores artesanales, habitantes de los bosques y otros pequeños productores de alimentos, hombres y mujeres. Son custodios de miles de años de investigación, creación, mejora e intercambio de conocimientos y habilidades para producir alimentos, ropa, medicinas, semillas, ganado, etc.

La agroecología brinda múltiples beneficios: proporciona rendimientos estables y contribuye a combatir el hambre; vincula la alimentación a los territorios; contribuye a la nutrición, la salud y medios de vida sustentables; preserva la diversidad cultural y
comparte el conocimiento; la transparencia y el acceso a la información; otorga un papel central de las mujeres rurales; restaura los ecosistemas y la salud de los suelos y preservan la biodiversidad; preserva y renueva los recursos genéticos; brinda sistemas alimentarios que permiten combatir el cambio climático; y resiliencia a los conflictos y los desastres ambientales. Las innovaciones y prácticas agroecológicas son técnicamente viables, asequibles, política, social y culturalmente aceptables, adaptadas localmente y ambientalmente racionales, cumpliendo así con los criterios clave de evaluación de la innovación definidos en el Capítulo 1 del presente documento de referencia.

Los movimientos campesinos identificaron ocho factores clave del proceso de multiplicación del impacto de la agroecología: (1) reconocimiento de una crisis que motiva la búsqueda de alternativas, (2) organización social, (3) procesos de aprendizaje constructivos, (4) prácticas agroecológicas efectivas, (5) narrativas motivantes y movilizadoras, (6) aliados externos, (7) mercados favorables y (8) políticas favorables.

Por último, la agroecología es uno de los pilares de la soberanía alimentaria y debe ser considerada dentro de este cambio de paradigma en la forma en que vemos, gestionamos e innovamos nuestros sistemas agroalimentarios. La soberanía alimentaria implica el derecho de todos los pueblos, naciones y Estados a definir sus propios sistemas alimentarios, agrícolas, ganaderos y pesqueros, y a desarrollar políticas sobre cómo se producen, distribuyen y consumen los alimentos. Considera que la alimentación, la agricultura, los ecosistemas y las culturas están intrínsecamente vinculados. Y, como implica un espectro de reordenamientos socioeconómicos que afecta los estilos de vida, los paradigmas de desarrollo y la geopolítica, su relevancia se extiende mucho más allá de la alimentación y se proyecta hasta el futuro mismo de las sociedades y la supervivencia del planeta.

Innovaciones que profundizan la crisis agroalimentaria

El reconocimiento internacional creciente de la agroecología ha dado lugar a múltiples reinterpretaciones del concepto por diferentes actores y grupos de interés que lo hacen parte de su visión del futuro de la alimentación, ya sea con el propósito de alinearla con el sistema agroalimentario industrial dominante o para transformarlo radicalmente. En este sentido, las falsas soluciones promocionadas como formas innovadoras de salir de la crisis del sistema agroalimentario, tales como la «agricultura climáticamente inteligente» y la intensificación sostenible, conllevan el riesgo de que el término «agroecología” se utilice indebidamente para perseguir intereses específicos no necesariamente coherentes con sus principios y sus propósitos originales.

Junto con la digitalización y otras tecnologías, ponen en peligro la capacidad de millones de pequeños proveedores de alimentos y sus comunidades para producir y acceder a alimentos suficientes, diversificados y sanos en un entorno sustentable. No cumplen con un mínimo de requisitos que garantice su sustentabilidad, y mantendrán a la sociedad en el camino del continuismo, con los mismos impactos de siempre.

Por último, debe quedar claro que la agroecología y la agricultura industrial no son conceptos ni prácticas intercambiables y no pueden coexistir. Representan dos visiones fundamentalmente diferentes del desarrollo y el bienestar.

El camino a seguir: recomendaciones para políticas públicas sobre las innovaciones a apoyar

En la tabla «Masificar la agroecología: Desafíos y recomendaciones de políticas públicas», identificamos, por un lado, diversas limitaciones y desafíos prácticos, ideológicos, económicos y políticos que están frenando la masificación de la agroecología a diferentes niveles. Por otro lado, brindamos una serie de recomendaciones para los gobiernos y las y los responsables de la formulación de políticas, con el apoyo de organizaciones intergubernamentales, en particular la FAO. Estas recomendaciones tienen por objetivo orientar la formulación de políticas públicas solidas para superar las diversas barreras y crear un entorno propicio para liberar así el poder transformador de la agroecología, y para avanzar hacia la realización de la soberanía alimentaria y sistemas agroalimentarios sustentables.

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COP 14: El Convenio sobre la Diversidad Biológica debe conducirnos a un mundo que viva dentro de los límites planetarios

Pronunciamiento de la federación Amigos de la Tierra Internacional y sus aliados, en el marco de la 14 Conferencia de la Partes (COP 14, pour sus siglas en inglés) del Convenio de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica – A 20 de noviembre 2018

Este pronunciamiento se hace en nombre de Amigos de la Tierra Internacional, la Coalición Mundial por los Bosques, Econexus, Bosques del Mundo y Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN Argentina). En ella se aborda de qué manera el Convenio sobre la Diversidad Biológica debería desarrollar el proceso de definición de las nuevas metas y marcos que sucederán a las Metas de Biodiversidad de Aichi, que deben cumplirse antes del año 2020.

El proceso posterior a 2020 es clave no sólo para la definición de los objetivos, sino para su implementación futura. Para que las sociedades asuman estos objetivos como propios, los pueblos deben estar involucrados en el proceso de su construcción. Por lo tanto, es esencial que se establezcan procesos plenamente participativos, que incluyan no solamente a los delegados y delegadas de los países, sino especialmente a los Pueblos Indígenas, las comunidades locales, las y los jóvenes, las mujeres y la sociedad civil en ámbitos regionales.

Para que los compromisos futuros tengan éxito, es esencial que aprendamos de las lecciones del pasado. Se necesita un análisis en profundidad de las razones por las que las metas de Aichi no se han implementado. Luego debemos hacer las cosas de otro modo y recomponer la confianza.

El proceso posterior a 2020 TIENE QUE conducirnos a un mundo que viva dentro de los límites planetarios.

Otro elemento que ha de tenerse en cuenta es el impacto creciente del cambio climático en los ecosistemas.

Sin embargo, no queremos un proceso similar al de la CMNUCC que produjo como resultado el Acuerdo de París, ya que el enfoque de «compromisos voluntarios» claramente no funciona para mantener al mundo bastante por debajo de los 2 grados de calentamiento.

El crecimiento económico ilimitado no es compatible con salvar el medioambiente. Es responsabilidad de este convenio garantizar la conservación de la biodiversidad, y para ello debe establecer los procesos que aseguren que podrá responder a este desafío.

Con ese fin, es necesario limitar el papel de las grandes empresas en los debates sobre políticas y a través de los instrumentos financieros, y acabar con el control de la esfera pública en manos del sector empresarial.

Las sumas que se invierten en actividades destructivas son exponencialmente superiores a lo que se invierte en preservar la biodiversidad. Las nuevas metas deben incluir normas de desinversión en proyectos destructivos, así como para revertir los incentivos perversos.

Otra de las lecciones aprendidas de la Convención sobre el Clima es que la compensación no funciona como respuesta frente al cambio climático. La compensación de biodiversidad tiene menos sentido incluso que la compensación en materia del clima.

La biodiversidad es enormemente compleja y muy distinta en las diferentes regiones. Llegar a una única métrica de biodiversidad, o de hecho, a CUALQUIER tipo de métrica de biodiversidad, reduce los múltiples aspectos de la biodiversidad a uno solo y deja de lado otros valores importantes. Por lo tanto debe abandonarse.

En consecuencia, las metas deben incluir también aspectos cualitativos. Además, las metas deben tener en cuenta el hecho comprobado de que quienes mejor preservan la biodiversidad y los ecosistemas son los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.

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COP 14: La sociedad civil exige medidas contra la pérdida de biodiversidad

Comunicado de Amigos de la Tierra Internacional en el marco de la apertura de la 14 Conferencia de la Partes (COP 14, pour sus siglas en inglés) del Convenio de las Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica – A 18 de noviembre 2018

El mundo enfrenta actualmente una crisis de biodiversidad y los/as líderes y delegados/as ante el Convenio sobre la Diversidad Biológica deben emprender acciones auténticas para detener la devastación de los ecosistemas del mundo. Amigos de la Tierra Internacional, junto con otros miembros de la Alianza CDB, hizo este llamado urgente a la acción durante la apertura de la 14a Conferencia de las Partes en Egipto:

«Necesitamos un cambio de mentalidad y dejar de pensar en la naturaleza como capital natural. La naturaleza y la biodiversidad no son activos económicos, son lo que nos nutre a todas y todos». – Nele Marien, Coordinadora del programa de Bosques y Biodiversidad de Amigos de la Tierra Internacional.

El desarrollo económico y la explotación de la naturaleza fueron ejes centrales de los pronunciamientos iniciales de los delegados y delegadas oficiales a la Conferencia, mientras que las causas de la pérdida creciente de biodiversidad quedaron fuera de la agenda.

«Los principales agentes de la pérdida de biodiversidad son la agricultura, la infraestructura, el extractivismo y las industrias de energía y manufactureras», afirmó Marien. El Convenio ha hecho esfuerzos para que estas industrias incorporen una mayor consciencia sobre la biodiversidad, mediante sus iniciativas de «transversalización» de la biodiversidad. Sin embargo, lo que hemos visto hasta ahora es que se está involucrando a las industrias en sus propios términos. En su discurso inaugural, la Secretaria Ejecutiva del Secretariado del Convenio, Cristiana Pașca Palmer, hizo referencia a que es necesario que estas industrias crezcan significativamente. Sin embargo, el crecimiento de sectores destructivos es por definición incompatible con la conservación de la biodiversidad.

«Esto no es posible, son objetivos opuestos. No podemos transversalizar e involucrarnos con estos sectores en sus propios términos. Sí que es necesario transversalizar la biodiversidad, pero cuestionamos la forma en que se está haciendo. Es necesario fijarles normas a estos sectores, para que se mantengan dentro de los límites planetarios». – Nele Marien

Teddy Baguilat, presidente del Consorcio de Territorios y Áreas Conservadas por Pueblos Indígenas y Comunidades Locales (Consorcio ICCA) afirmó que los Pueblos Indígenas saben cómo vivir en armonía con la naturaleza, sin usar más que lo necesario.

«Los ricos consumen tanto y desperdician tanto. Al mismo tiempo, las y los productores de alimentos son quienes más sufren hambre«. – Teddy Baguilat

Además afirmó que los Pueblos Indígenas de todo el mundo están siendo atacados por proteger cuencas hidrográficas y territorios importantes frente a proyectos de desarrollo destructivos que representan una amenaza para la biodiversidad.

«Tenemos que enfrentar ya a los agentes de la pérdida de biodiversidad, porque los más pobres de los pobres son quienes sienten los efectos y sufren más«, afirmó Simangele Msweli, de la Red Global de Jóvenes por la Biodiversidad (GYBN).

«Tenemos recursos, pero hay gente que usa más que lo que necesita. Lo que nos encantaría ver son metas que hagan referencia a la igualdad y la equidad para que podamos acortar esta brecha». – Simangele Msweli

«Como sociedad civil debemos luchar por normas que digan: ‘esto es el juego limpio’«. – Melina Sakiyama, Red Global de Jóvenes por la Biodiversidad

La Alianza CDB, de la que Amigos de la Tierra Internacional forma parte, reclamó que cese la cooptación empresarial de las negociaciones del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).

«Las reuniones del CDB no pueden ser un espacio para que los países maquillen su imagen de verde. No queremos escuchar discursos sobre lo bien que están actuando, lo que queremos oír es cuánto más harán, porque es urgente cambiar de senda. Hacer siempre lo mismo y esperar un resultado diferente es un disparate. Necesitamos nada menos que un cambio radical de sistema, y un sistema basado en promesas simplemente no lo logrará». – Alianza CDB

A los delegados y delegadas se les pide que celebren el 25° aniversario de la entrada en vigencia del Convenio, pero no hay mucho que celebrar. La biodiversidad ha disminuido enormemente, y mientras que la consigna de la Conferencia es «invertir en biodiversidad», las inversiones financieras que destruyen la biodiversidad son exponencialmente superiores a las que la salvan.

Amigos de la Tierra Internacional subraya que los nuevos objetivos estratégicos para la biodiversidad, que se aprobarán en la próxima Conferencia a realizarse en China en 2020, deben constituir un marco que garantice que el mundo comience a vivir dentro de los límites planetarios. Se tiene que priorizar a los pueblos y el planeta antes que el desarrollo económico, y sobre todo, antes que los intereses empresariales. El acuerdo debe fundarse en un enfoque participativo de la base hacia arriba, con el protagonismo de las comunidades locales y los pueblos que viven en y de la naturaleza. El modelo fallido de promesas o compromisos voluntarios que observamos en el Acuerdo de París no debe repetirse aquí.

Foto: Nele Marien en la COP 14 (Crédito: Amigos de la Tierra Internacional)

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Las ecotecnologías del Centro Alter Natos: Las paredes de tierra, una alternativa al concreto

Todas las paredes de los edificios del Centro Ecológico Alternativo Alter Natos están construidas con tierra cruda, proveniente del mismo terreno donde estamos ubicadas, en las montañas del sur de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. Para nosotras, era importante recurrir a un material natural, que permita a tod@s l@s usuarios y visitantes del Centro relacionarse de manera armoniosa con el ambiente.

La construcción con barro puede hacerse a través de diversas maneras: con adobe, bahareque, paja-arcilla con encofrado perdido, o con llantas rellenas de tierra compactada, entre otras ecotecnias usadas en el Centro Alter Natos. Permite construir y luego vivir en un entorno sano, libre de los productos químicos que son inherentes a la construcción con cemento y pintura. Además, ofrece una más que necesaria alternativa al block, en un contexto urbano como el de San Cristóbal de las Casas, donde la explotación de los bancos de arena prolifera a beneficio de la industria constructiva, destruyendo los cerros a medida que crece la ciudad.

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Después de los sismos de septiembre 2017, hemos visto cómo el gobierno mexicano, a través de programas de apoyo, solo autorizaba a los pueblos de Chiapas reconstruir sus viviendas con cemento, aún cuando antes tenían casas de adobe, dejando pensar que el barro es un recurso precario e inseguro.

Quisimos reivindicar que al contrario, la cultura de la construcción a base de tierra cruda, que data de hace aproximadamente 9,000 años y es muy presente en Chiapas y muchos otros estados de México, es nuestro futuro. Este material sirve para pequeños como grandes edificios y brinda beneficios en muchos sentidos. Es un material accesible y económico, antisísmico y térmico (retiene el calor cuando hace frío, y mantiene el interior fresco cuando hace calor). Además, es ideal para construir espacios dedicados al trabajo y las reuniones como Alter Natos ya que es acústico.

Debido a que la tierra cruda es muy manejable e inocua, hemos tenido el placer y orgullo de recibir a much@s trabajadore/as y voluntari@s quienes se embarraron las manos para contribuir a hacer nuestro sueño realidad. ¡Gracias a ell@s!

Si necesitan espacios apacibles e inspiradores como los del Centro Alter Natos para sus eventos o talleres, pueden contactarnos a centroalternatos@otrosmundoschiapas.org

> Más información en la página web del Centro Alter Natos: www.alternatoschiapas.org

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El bambú, una alternativa a la madera

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El baño seco

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Pueblos organizados de Chiapas nos declaramos en resistencia ante el modelo energético capitalista

Comunicado del Grupo Chiapaneco contra el Modelo Extractivo – San Cristóbal de las Casas, Chipas, México, a 27 de octubre 2018

A 27 de octubre 2018
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México

A los tres niveles de gobierno,
A las organizaciones sociales civiles nacionales e internacionales,
A los medios de comunicación,
A la opinión pública,

Los pueblos y organizaciones de Chiapas que conformamos el Grupo Chiapaneco contra el modelo extractivo, nos declaramos en resistencia ante el modelo energético capitalista que busca mercantilizar la energía que nos da la vida, que viene de los ríos, el mar, el sol, el viento, los bosques y los volcanes. No estamos de acuerdo con que las grandes empresas nacionales y transnacionales vengan a despojarnos de nuestras tierras y territorios con proyectos extractivos como son pozos petroleros, geotermia, represas hidroeléctricas, minas, y parques eólicos, para producir energía que alimente sus industrias contaminantes y el modelo de vida capitalista de las grandes ciudades.

Nos reunimos del 26 al 27 de octubre 2018 en el Centro Ecológico «Alter Natos» en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, para darle seguimiento a nuestro último encuentro organizado el pasado mes de abril en Acacoyagua. Hablamos de lo que es la energía para nosotr@s, que es la base fundamental de la vida. En tseltal le decimos «Yip», en zoque «Pömi», en tsotsil «Yipal tsatsal kuxlejal teklum» (la fuerza espiritual de la vida y del pueblo). Permite a los pueblos sobrevivir, ya que gracias a la energía que produce la naturaleza, crece nuestra milpa, cosechamos, cocinamos, nos calentamos, nos bañamos, secamos la ropa y secamos nuestras semillas. La energía no solo es la que viene de los bienes comunes naturales, es el ánimo que está dentro de cada un@ de nosotr@s. Es también la solidaridad, la paz y la armonía que nos vinculan dentro de nuestras comunidades y del Grupo Chiapaneco contra el modelo extractivo. Es la fuerza que nos da ganas de seguir organizados.

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Cuando necesitamos sacar la energía de la naturaleza, lo hacemos para satisfacer nuestras necesidades básicas, para el autoconsumo y la economía local, y buscamos hacerlo de manera respetuosa. Hacemos rituales para pedirles permiso a las fuentes de agua para usarlas y a la tierra para sembrar y esperar una buena cosecha. Much@s tenemos la costumbre de reponer un árbol después de tumbar uno para sembrar. En la costa de Chiapas le pedimos permiso al mar antes de salir a pescar, para que nos de lo suficiente para comer y vivir. Nuestra visión y creencias no tienen que ver con la de los intereses del modelo extractivo.

En cambio, las empresas no piden permiso ni a la Madre Tierra ni menos a los pueblos de Chiapas, cuando quieren extraer los bienes comunes naturales de nuestros territorios, con la complicidad de los tres niveles de gobierno, del aparato militar, paramilitar y policiaco. Usan la energía para alimentar sus minas o sus monocultivos de caña, plátano o palma africana, que consumen mucha luz y mucha agua. Sus llamadas energías limpias, que promueven para supuestamente combatir el cambio climático, no son limpias. Por ejemplo, la energía que producirían los parques eólicos proyectados en Arriaga serviría para Walmart y Cinepolis, y en Oaxaca, los parques eólicos se han implementado sin el consentimiento de los pueblos y han generado desplazamiento. Una energía que desplaza a los pueblos no puede ser ni verde ni limpia.

En la zona Costa y Sierra, sigue fuerte nuestra red de resistencia civil contra las altas tarifas de la luz y rechazamos la Zona Económica Especial (ZEE) de Puerto Chiapas, las 10 concesiones de mini hidroeléctricas, las 40 concesiones mineras y los monocultivos de palma aceitera que ubicamos en nuestros territorios.

En la zona Zoque, no queremos minería en Solosuchiapa, ni el proyecto de geotermia que se intenta implementar en el volcan Chichonal, ni los 12 pozos petroleros que el gobierno busca imponer en nueve municipios de nuestra región, ni las 7 mini-hidroeléctricas que amenazan nuestros ríos. Celebramos que logramos detener la ronda 2 gracias a la organización y solidaridad de nuestros pueblos, sin embargo no bajamos la guardia, porque sabemos que los megaproyectos al igual que el capitalismo tienen la gran capacidad de cambiar de nombre y de utilizar mecanismos para legitimar el despojo. Ya consultamos a nuestros pueblos y éstos decidieron que no querien proyectos de muerte en sus territorios. Esta decisión se tiene que respetar.

En la zona Altos, rechazamos el proyecto de extracción petrolera ubicado en Oxchuc; el proyecto ecoturístico previsto en Cancúc; la minería en Guaquitepec, Chilón; y las presas proyectadas en Cancúc, Huitiupan, Amatan y Huixtan. Nos oponemos también a la embotelladora de la empresa Coca-Cola que extrae 1.3 millón de litros de agua al día en San Cristóbal de las Casas.

En la zona Selva, denunciamos el avance de la llamada «Brecha Lacandona» y la instalación de cuarteles militares como estrategia de desarticulación de nuestras luchas, tal es el caso de la gendarmería ambiental, contra la cual nos movilizamos desde 2016. Denunciamos toda la oleada de proyectos minihidroeléctricos, mineros y petroleros que sabemos aún están proyectados en la zona y que van en contra de los supuestos intentos de conservación promovidos por el gobierno. Alertamos sobre la instrumentalización de los mal llamados proyectos de energía verde, como los pagos por servicios ambientales (PSAs), los paneles solares de la empresa Ilumexico, y las iniciativas de reducción de emisiones (IREs, antes REDD+), implementados con la complicidad de organizciones conservacionistas y universiadas, entre otras instituciones. Solo sirven para generar más dinero para las empresas que lucran con el discurso del cambio climático. Rechazamos también el basurero de Yajalon y las altas tarifas de la luz eléctrica.

Los proyectos energéticos que imponen las empresas violan nuestros derechos como pueblos. Nos desplazan, inundan nuestras tierras, como cuando construyeron las presas hidroeléctricas Chicoasen, la Angostura y Malpaso en Chiapas. Nos roban nuestras agua y contaminan nuestras fuentes de vida, como en el caso de la extracción de hidrocarburos mediante fracking que quisieron imponer en la zona Zoque (una técnica que usa entre 9 y 29 millones de litros de agua por pozo). Generan militarización para el control del territorio y la protección de los proyectos privados, no solo a través de la presencia del ejército mexicano sino también de paramilitares y de servicios guardias privadas. Tenemos memoria de todo, sentimos los efectos en nuestros territorios.

Rechazamos todos estos proyectos que no dejan en nuestros pueblos ningún desarrollo económico, social, ni cultural. El único camino que nos abre es el de la muerte. Sin nuestra milpa, sin nuestros bosques, sin nuestros ríos, nos quedamos sin espiritualidad y sin energía vital, o «motsi» como se dice en zoque. Queremos seguir con fuerza y para ello necesitamos poder seguir viviendo en nuestras comunidades, con nuestras formas de vida, con respeto y cuidado de nuestras tierras y territorios. Queremos que se respeten y reconozcan los derechos colectivos de los pueblos.

Expresamos toda nuestra solidaridad a l@s compañer@s migrantes centroamerican@s que emprendieron un éxodo desde Honduras para sobrevivir. Son víctimas de desplazamiento forzado porque en sus países han sufrido durante muchos años la violencia estructural, la marginación, la miseria y la contaminación que vienen del sistema capitalista y de la implementación de megaproyectos extractivos en sus territorios. Varias personas de Chiapas los hemos acompañado en su camino con agua, comida y ropa, y llamamos a los demás pueblos organizados de México a ser solidarios con ellos también.

Asimismo nos solidarizamos con el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de honduras (COPINH), y con la familia de Berta Cáceres para exigir justicia en el caso de su asesinato y del atentado al compañero Gustavo Castro. Respaldamos su decisión de desconocer el juicio injusto que se está llevando a cabo en estos momentos en Honduras.

Estas son las inquietudos de los pueblos de Chiapas, indígenas, campesinos y urbanos organizados en el Grupo chiapaneco contra el modelo extractivo.

¡FUERA LOS MEGAPROYECTOS DE LOS TERRITORIOS CHIAPANECOS!

¡AGUA Y ENERGÍA NO SON MERCANCÍA!

SOLIDARIDAD CON LAS Y L@S COMPAÑER@S MIGRANTES

FIRMAMOS:

Grupo Chiapaneco contra el Modelo Extractivo
Las Abejas de Acteal
ZODEVITE – Movimiento Zoque en Defensa de la Vida y el Territorio
MODEVITE – Movimiento en defensa de la Vida y el Territorio
Parroquia de Cancuc
Movimiento Reddeldía de Los Montes Azules
Concejo Autónomo Regional de La Costa de Chiapas
Centro de Derechos Humanos «Digna Ochoa» A.C.
Comité de Derechos Humanos de la Parroquia de Santo Niño de Atocha de Frontera Comalapa
FPDS – Frente Popular en defensa del Soconusco «20 de junio»
Red de Mujeres Zoques Construyendo Esperanza
Otros Mundos A.C.
REMA – Red Mexicana de Afectados Por la Minería
MAR – Movimiento de Afectados por Represas de América Latina
Parteras Nichim Dios
MOCRI CNPA MN

Foto: Encuentro del Grupo Chiapaneco contra el Modelo Extractivo en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, el 27 de octubre 2018 (Crédito: Otros Mundos A.C.)

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Así celebramos el Festival del Maíz y la Tortilla en San Cristóbal de las Casas

Nota informativa de Otros Mundos A.C.

En el marco del Día del Maíz que se celebra en todo México cada 29 de septiembre para recordar que este país es la cuna de este cereal indispensable en nuestra soberanía alimentaria y diversidad biocultural, organizamos el «Festival del Maíz y la Tortilla» en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. La Universidad Intercultural de Chiapas (UNICH) nos abrió sus puertas y junto con el proyecto Mujeres y Maíz, que festejaba al mismo tiempo su décimo aniversario, llevamos a cabo una jornada de actividades en torno a la defensa del descendiente del teocintle.

Gracias al trabajo de campesinos y campesinas quienes han conservado a lo largo de la historia de la agricultura las miles de variantes de maíz que existen en México, este grano sigue siendo la principal fuente de alimentación en el país, junto con los demás cultivos que conforman la milpa, como el frijol, la calabaza o el chile. A éstos se suman todos los ricos quelites que crecen en medio de ellos, sin olvidar el huitlacoche, que solo en México se aprecia en la cocina mientras en los demás países se considera como plaga.

Ejemplo de este trabajo campesino tan importante es el de las productoras chiapanecas que conforman el proyecto Mujeres y Maíz, a quienes felicitamos por sus diez años de caminar. En este evento reivindicaron su trabajo como mujeres del campo y compartieron sus técnicas de procesamiento del maíz. Así pudimos recordar que la nixtamalización, que consiste en cocer el maíz con agua y cal viva, ha sido una manera de convertir este cereal en una gran fuente nutricional.

Antes de iniciar las actividades informativas, realizamos una ofrenda maya, en la cual agradecimos a nuestras semillas y alimentos. Entre los participantes se encontraban habitantes de varias comunidades de los municipios de San Cristóbal de las Casas, Chenalhó, La Independencia, Teopisca y Comitán, así como estudiantes de la UNICH, maestros, colectivos y organizaciones.

Para rescatar la importancia de preservar la diversidad de nuestros maíces, invitamos al compañero Cecilio Mota Cruz, de la Fundación Semillas de Vida, que forma parte de la Demanda Colectiva gracias a la cual la siembra de maíz transgénico está prohibida en México desde el 2012. El agroecólogo, según quien la siembra de maíces nativos sigue predominando en tres cuartas partes de México, habló de la importancia del trabajo de los campesinos y las campesinas en la selección de las semillas de maíz en México. Compartió algunas experiencias campesinas de selección participativa de maíces, que permiten obtener maíces con las características deseadas. Con más hojas, por ejemplo, para la elaboración de tamales, o más bajas, para evitar el acame.

A lo largo del día, reflexionamos sobre cómo el modelo agroindustrial amenaza el maíz a través de la siembra de transgénicos y el uso de agrotóxicos. Otros Mundos A.C. compartimos un taller en el cual diferenciamos las semillas nativas de las híbridas y transgénicas. Alertamos sobre el grave impacto de la siembra de cultivos transgénicos en los agroecosistemas, la diversidad biocultural y la economía campesina, así como el proceso de privatización de las semillas que genera. Aunque en el país no está permitida la siembra de maíz transgénico, están encaminados varios proyectos de siembra experimental y programas piloto de siembra.

Aparte, su comercialización no está prohibida, por lo que se pueden encontrar transgénicos en ciertos productos agroalimentarios. Esto impacta la salud humana, ya que en los alimentos que contienen transgénicos, siempre se encuentran residuos de agrotóxicos, porque los cultivos transgénicos han sido modificados justamente para resistir a altas cantidades de herbicidas, insecticidas y plaguicidas tóxicos. Las harinas MASECA, por ejemplo, contienen hasta 94.15% de transgénicos y hasta 17.59 microgramos de glifosato por kilo, según un recién estudio. Están hechas a partir de maíz transgénico importado de Estados Unidos que ha sido cultivado con enormes de cantidades de herbicidas como el Roundup de Monsanto-Bayer, el cual contiene glifosato, un agente tóxico clasificado como carcinógeno por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

No olvidemos que los agrotóxicos no solo se aplican en transgénicos. En México, son trágicamente muy usados en campos de siembra agroindustrial y también en tierras de campesinas y campesinos a quienes los gobiernos y las empresas obligan a usar estos venenos a través de campañas de desinformación y programas de apoyo económi. En el país se usan 140 ingredientes activos que están prohibidos en otros países. Uno de ellos es el Fipronil (un insecticida), que recientemente fue fumigado en un campo de chile en el ejido La Candelaria, en el municipio de José María Morelos, en el estado de Quintana Roo, causando la destrucción de más de 500 colmenas que se encontraban cerca, matando a cientros de miles de abejas.

Ante el desastre sanitario, ambiental y cultural provocado por el avance de los agrotóxicos y las semillas industriales en México, pensamos que la única respuesta para recuperar nuestra soberanía alimentaria, nuestra salud, nuestra economía campesina y nuestras costumbres ligadas a la siembra de semillas nativas, es la agroecología. La hemos defendido en nuestros 11 años de trabajo como asociación en defensa del territorio y la seguiremos defendiendo y compartiendo y aprendiendo en nuestra búsqueda de soberanía alimentaria y de caminos alternativos al modelo extractivo.

Fotos: «Festival del Maíz y la Tortilla» en la UNICH el 1 de octubre 2018 (Otros Mundos A.C.) [Más fotos aquí]

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Manual de Agroecología y Agroforestería: Prácticas para una Agricultura Ecológica

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Compartimos la «Declaración de Yuma», de los y las participantes en el Segundo Encuentro Nacional del Movimiento Ríos Vivos en Defensa de los Territorios y contra represas organizado por el Movimiento Ríos Vivos en Barrancabermeja, Santander, Colombia, del 8 al 12 de octubre 2018

Movilización en las calles de Barrancabermeja el 12 de octubre 2018 (Foto: Movimiento Ríos Vivos Colombia) [Más fotos aquí]

En Barrancabermeja, Santander, frente a nuestro gran río Magdalena, nuestro Yuma, arribamos desde nuestra regiones cargados de alegría, cantos, consignas, alimentos locales y banderas, comunidades indígenas, campesinas, pescadoras, afrocolombianas, barequeras, paleras, artesanas, para la realización del II Encuentro Nacional del Movimiento en Defensa de los Territorios y Afectados por Represas – Movimiento Ríos Vivos. Durante los días 8 al 12 de octubre de 2018, sesionamos más de 400 personas entre niños, niñas, jóvenes, mujeres y hombres delegados de los procesos regionales del Valle del Cauca, Antioquia, Huila, Cauca, Quindío, Caldas, Santander, Bajo Sinú, Chocó y Sur de Bolívar y el acompañamiento de delegados nacionales de otros procesos sociales y ambientales. Exaltamos la presencia y acompañamiento de 30 delegados internacionales de 14 países latinoamericanos que hacen parte del Movimiento de afectados por represas de Latinoamérica – MAR. Saludamos el acompañamiento permanente de Swefor y PAS/PWS y la hospitalidad de la Unión Sindical Obrera a quien agradecemos su incondicional apoyo para la buena realización de nuestro Encuentro.

Con espíritu fraterno y unitario debatimos junto a organizaciones aliadas nuestra propuesta de transición energética, que busca enfrentar la crisis ambiental y social nacional y planetaria, así como nuestros ejercicios de memoria histórica ambiental, los cuales nos permitieron recordar el dolor profundo que han sufrido las comunidades por los proyectos hidroeléctricos, pero también la riqueza de sus luchas y de su fuerza para mantenerse en el territorio.

A través de debates, ferias, talleres, intercambios, música, cantos y arte pudimos avanzar en nuestras reflexiones y llegar a las siguientes conclusiones:

  • La profundización del modelo extractivista, concebido como reprimarización de la economía basada en la extracción intensiva de los bienes comunes y ligado a la especulación financiera transnacional, está conllevando a la mercantilización y privatización de dichos bienes, al control político y social por parte de empresas transnacionales, la criminalización de nuestros líderes y liderezas sociales y, la militarización de la vida comunitaria.
  • Reafirmamos y decimos con contundencia que las represas y los proyectos de pequeñas centrales hidroeléctricas (PCH) en cascada no generan energía limpia, por el contrario son causantes de irreparables daños ambientales y territoriales. Durante las últimas cinco décadas, las represas han causado el despojo y el desplazamiento a miles de personas, que siguen sin ser compensadas y reparadas. El desvío y embalsamiento de aguas para la generación de energía impone cambios en el uso del suelo y en las vocaciones productivas, pérdida de autonomía y soberanía alimentaria y viola los derechos humanos. En la mayoría de los casos, se realizan sin diagnósticos ambientales de alternativas y sin apropiados diagnósticos sociales, no garantiza una participación pública real, provoca impactos ambientales irreversibles, revictimiza a la población víctima del conflicto armado y viola sistemáticamente los derechos humanos de las comunidades afectadas. Los proyectos de PCHs en Caldas, Quindio y Chocó, se imponen de forma irregular, sin participación ciudadana y sin considerar los impactos que provoca.
  • Rechazamos el reconocimiento de las represas como Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL), éstas no sólo producen los daños ya mencionados, sino que también emiten gases de efecto invernadero y destruyen ecosistemas y biomas importantes que garantizan los ciclos de vida.
  • Afirmamos que el sistema energético es centralizado, despilfarrador, injusto e ineficiente, incentiva el consumo sobre el ahorro y prioriza los nuevos megaproyectos, trasvases y pequeñas centrales hidroeléctrica en cascada, mercantilizando las aguas y privatizando los territorios.
  • Denunciamos que la expansión energética colombiana, que se proyecta generar más de 74.000 MW a costa de sacrificar nuestros ríos y quebradas, y que incluye proyectos termoeléctricos y grandes proyecto de renovables, no está destinada para resolver las necesidades de la gente sino las demandas del modelo minero-energético mientras gran parte de la población sigue sin acceso por las altas tarifas del servicio energético.
  • Condenamos y rechazamos la sentencia de la Corte Constitucional que desconoce el proceso democrático y legitimo de los pobladores de Cumaral que rechazó los proyectos petroleros en su territorio y pone en jaque las demás consultas populares. Esta sentencia significa un retroceso y contraviene la Sentencia T-445/13 de la misma Corte y el reciente fallo del Consejo de Estado que determinó que los municipios no sólo tienen competencia sino la obligación de realizar consultas populares. El Consejo de Estado reconoce que las consultas «son viables porque son una expresión de la democracia participativa».
  • Exigimos reparación y verdad para todas las comunidades afectadas por el proyecto hidroeléctrico Pescadero Ituango. Ocultar la verdad por parte de sus promotores y consultores ha conllevado a la agudización de la crisis social, económica y ambiental en el norte, occidente y bajo antioqueño. Nos comprometemos a seguir trabajando para que Hidroituango sea desmantelado y sus comunidades reparadas.

Comprometidos con la vida y en contravía de la imposición de lo que algunos sectores denominan, la dictadura minero energética, la captura corporativa de la Corte Constitucional y teniendo en cuenta las advertencias del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la proximidad de una catástrofe que extinguiría la vida en el planeta, nos comprometemos a continuar las luchas de resistencia contra el modelo extractivista y proponemos al país, una transición energética que promueva y garantice:

  • Transformaciones en el sistema energético centralizado sustentado en proyectos de energía fósil y megahidroenergía por otro que impulse energías descentralizadas, renovables, autónomas y controladas por los pueblos que desafíe las actuales relaciones de poder y garantice relaciones más armónicas con la naturaleza.
  • Transformaciones culturales de una sociedad energívora sustentada en un modo de producción-distribución y consumo que está destruyendo la vida del planeta.
  • Un sistema socialmente justo, democrático, descentralizado y bajo el control de las comunidades o mediante cooperativas y empresas sociales sin ánimo de lucro, que respete los derechos de los trabajadores, los derechos humanos, los derechos territoriales, los derechos de los pueblos y los derechos de la naturaleza.
  • El reconocimiento de la energía como un bien común y no como mercancía.
  • Garantías laborales para los trabajadores del sector energético.
  • La democracia y la participación de las comunidades para decir para qué, cómo y para quién la energía.
  • La articulación de la soberanía y autonomía energética a la soberanía alimentaria y justicia hídrica.

Y que tiene como propuestas principales:

  • La creación de un fondo energético especial por parte del Estado con destino a la investigación científico-técnica.
  • La recuperación de la totalidad de la propiedad de ECOPETROL por parte del Estado, la descentralización y transformación de la misma como empresa energética y del Instituto Colombiano del Petróleo, como Instituto Colombiano de la Energía.
  • La recuperación de las empresas eléctricas y la remunicipalización de la energía.
  • La transformación del sistema agroalimentario dependiente de energías fósiles y alcanzar la soberanía alimentaria.
  • Una política pública minero-energética supeditada a que «Primero están las aguas y los alimentos», por tanto, deberá reconocer que la base de ordenamiento del territorio son las aguas y la producción alimentaria.
  • Las energías renovables deben estar en cabeza de las comunidades, los barrios, las organizaciones sociales o comunitarias y los municipios.
  • La transición en las ciudades con procesos de reordenamiento territorial de las mismas que reduzca las necesidades de transporte motorizado, promover los desplazamiento a pie o en bicicleta y proveer de un acceso fácil a los servicios y los modos de transporte colectivo.
  • La moratoria minero-energética y prohibición el uso de técnicas agresivas como el fracturamiento hidráulico en lutitas (fracking), la combustión in situ, la extracción de gas metano asociado al carbón, la explotación de arenas bituminosas, entre otras.
  • El impulso de una Comisión Nacional de Represas para evaluar el desarrollo de las viejas y nuevas represas, así como atender adecuadamente a las víctimas de desplazamiento forzado a causa de la implementación de proyectos de «desarrollo» y a adoptar soluciones efectivas al problema como la restitución y distribución de tierras.

Llamamos a las organizaciones sociales, ambientales y populares para que nos unamos y trabajemos en:

  • Fortalecer la movilización social para defender los mecanismos de participación ciudadana como las consultas populares y los acuerdos municipales que deciden territorialmente sobre el uso del suelo pero a su vez, promover consultas populares autónomas como un ejercicio de democracia directa.
  • Fomentar una gran coalición para desafiar el modelo minero-energético y promover una transición energética justa y digna para los pueblos.
  • Preparar el paro cívico-popular nacional contra la política del despojo y la dictadura minero-energética que amenaza los territorios y la propia humanidad.

Saludamos a nuestras organizaciones hermanas Cumbre Agraria, Etnica y Popular – Cacep, Mesa Social Minero Energética y Ambiental por la Paz – MSMEA, MAR y Cloc – Vía Campesina, les reafirmamos nuestro compromiso en la construcción de otro mundo posible, donde la solidaridad, la fraternidad y la unidad nos hagan fuertes. Saludamos al Grupo de Trabajo del Tratado Vinculante que se encuentra esta semana sesionando en Ginebra, continuaremos participando en la Campaña para exigir que no haya más impunidad de las empresas transnacionales.

En Barrancabermeja, la ciudad rebelde de Colombia, inspirados en sus históricas luchas obreras y populares, terminamos nuestro II Encuentro fortalecidos y unidos, satisfechos por los aprendizajes y avances, animados por la esperanza que se teje con la solidaridad recibida expresada presencialmente y la de organizaciones sociales, comunidades, invitados, financiadores de la comunidad nacional e internacional que nos enviaron sus mensajes. Todo ello nos dice que no podrán deslegitimar nuestras justas luchas ni el importante trabajo de nuestras regiones y vocerías.

Al ritmo del tambor y con danzas populares cerramos nuestros encuentro con una movilización que se sumó a las movilizaciones de la jornada continentales de la indignación que nos recuerdan que en un día como hoy no «hay nada que celebrar», por el contrario, denunciamos que luego de 526 años continúa el despojo y el genocidio en nuestra Abya Yala.

¡Aguas para la vida, no para la muerte!

¡Que se alce el puño, que se alce la mano. Que se levante el pueblo, Latinoamericano!

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X celebración del Día del Maíz en México: «Seguimos defendiendo la producción campesina e indígena de maíz nativo»

Pronunciamiento de la Campaña Nacional Sin Maíz no hay País en el marco del Día del Maíz – A 29 de septiembre 2018

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La Campaña Sin Maíz no hay País celebra por décimo año el Día Nacional del maíz y reafirma el derecho universal a una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad con agricultura campesina e indígena, y asegurando la soberanía nacional.

Ante el desastre que desde hace más de 30 años ocasionaron las políticas anti-campesinas, el mandato popular de las recientes elecciones obliga a la construcción de un nuevo modelo donde las personas y los sujetos colectivos, con todas sus demandas, estén representados en el Plan Nacional de Desarrollo orientado a reactivar la producción campesina e indígena con el maíz como eje y la milpa como sistema de vida.

Mantendremos, de forma organizada y colectiva, la tierra, el territorio y el agua ante la depredación por mega-proyectos, los cuales ponen en riesgo lo necesario para sembrar, comer y vivir. Las políticas neoliberales sólo han protegido la agricultura agroexportadora e industrial concentrada en pocos estados y en pocas manos; en tanto que la mayoría de las unidades campesinas e indígenas de producción han sido excluidas[1]. Seguimos defendiendo la producción campesina e indígena –de pequeña y mediana escala- de maíz nativo, que preserva la gran agrobiodiversidad del campo mexicano, el agua y los bosques; además, representa un modo de vida alternativo al capitalismo, en grave crisis.

La sangre derramada en esta tierra, las desapariciones -como las de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, que aún hoy nos faltan-, junto al dolor ocasionado por el narcotráfico y la delincuencia organizada tiene una razón que se resume en la política de abandono y despojo de la los territorios campesinos e indígenas. Reactivar la economía y la producción en estos territorios es la única salida para desterrar la violencia, frenar la migración forzada de jóvenes y familias enteras, fortalecer el tejido comunitario, así como para detener la absurda muerte por mal comer en la cuna del maíz.

El derecho a la alimentación se ha ganado por la sociedad y debe asegurar la disponibilidad y la accesibilidad de comida sana a toda la población con equidad y justicia. Los campesinos pueden asegurar este Derecho con el apoyo decidido del gobierno, que también debe combatir los monopolios agroalimentarios para evitar el acaparamiento y la especulación con alimentos, así como la venta de alimentos de pésima calidad.

Es impostergable garantizar el principio de equidad en las políticas rurales, así como los derechos humanos, ciudadanos y laborales de personas jornaleras agrícolas, de las mujeres, los migrantes, de pueblos originarios, y trabajadores y trabajadoras del campo.

Las consecuencias tanto en el campo como en nuestra mesa han sido nefastas, en tanto, grandes empresas trasnacionales extranjeras y mexicanas se benefician con incrementos constantes de sus ganancias gracias a la oferta de productos dañinos.

La sustitución de la tortilla de maíz en la dieta permitió el ingreso de productos con sustancias riesgosas por tanto, el cambio en la alimentación explica en buena medida siete de las diez principales causas de muerte relacionadas con la comida, ahora con peores consecuencias entre familias campesinas y de pueblos originarios donde los servicios de salud suelen ser carentes de acceso y calidad para prevenir muertes por mala alimentación.

De recuperar maíz y frijol como base de una nueva canasta alimentaria conforme a derecho, sería posible construir un panorama de salud a favor de los mercados locales, la cultura, el paisaje y la identidad alimentaria. De igual manera es preciso, proteger el derecho de las y los consumidores para prohibir la publicidad engañosa de comida «chatarra» que invisibiliza el riesgo de los productos ultra-procesados que han desplazado al maíz en todas sus variedades.

Es urgente contar con una estructura sólida de vinculación intersecretarial con el objetivo de hacer funcionar un sistema alimentario para asegurar la reserva, distribución y abasto de maíz y productos de la milpa, cercano a los hogares donde pueda consumirse a diario y sea el punto de partida de una economía territorial creciente y sustentable.

¡Con maíz y milpa hay país!

Llamamos a las mexicanas y los mexicanos a unirnos en un permanente proceso de lucha por las siguientes demandas:

  • Vigilar que el Poder Ejecutivo actue a favor del Derecho universal a la Alimentación y que defienda el interés público en todos los ámbitos y niveles, lo cual implica dejar inmediata y definitivamente de trabajar y litigar a favor de las corporaciones[2].
  • Destinar prioritariamente los subsidios gubernamentales a la agricultura campesina e indígena cuyos cultivos nos alimentan de manera sana y diversa.
  • Sacar al maíz y al frijol del TLCAN y del Acuerdo Transpacífico (TPP11). Instalar un mecanismo permanente en el Congreso de la Unión para administrar las importaciones y exportaciones de maíz, frijol y sus derivados.
  • Prohibir la siembra de maíz transgénico y de todos los productos agrícolas genéticamente transformados, para proteger y mejorar el patrimonio genético de los maíces y productos originarios junto con un incentivo a la producción de maíces nativos.
  • Prohibir los agrotóxicos, particularmente los plaguicidas altamente peligrosos como el glifosato[3], los que pueden causar la muerte de las abejas y otros polinizadores y los prohibidos en otros países y autorizados en México.
  • Aplicar inmediatamente el Principio de Precaución y los instrumentos y recomendaciones internacionales de protección a nuestros cultivos[4] y de los relatores especiales de Naciones Unidas sobre el derecho a la alimentación[5]
  • Elaborar un nuevo marco legal de leyes, reglamentos y normas basado en la ética y la protección de los bienes comunes, de los derechos humanos individuales y colectivos a un ambiente sano, a una alimentación sana, a la biodiversidad, a la libre circulación de las semillas, a la información y a la autodeterminación de los pueblos. Una legislación a la altura de un país centro de origen, megadiverso y pluricultural, y su aplicación sin reserva por parte del Ejecutivo; así como el respeto de todos estos derechos por el Poder Judicial en todas las sentencias dictadas.
  • Abrogar los decretos presidenciales para devolver la veda a cuencas. Prohibir el fracking y otras concesiones contaminantes para impedir la privatización del agua y asegurarla para las comunidades y poblaciones en primera instancia y en segundo lugar para la producción de alimentos que aseguren el Derecho a la Alimentación.
  • Realizar estudios científicos pertinentes y libres de conflicto de interés para detectar tanto la presencia de transgénicos en el campo y alimentos, así como sus impactos en la salud humana y animal. Impulsar investigaciones sobre modelos tecnológicos para establecer un diálogo urgente de saberes entre ciencia y conocimiento campesino.
  • Integrar la alimentación campesina como principio básico de prevención y control de las enfermedades más costosas[6] junto a un Programa Campesino de Atención a Diabetes y Obesidad.
  • Determinar la lista de Alimentos Estratégicos[7] Mexicanos con base en el maíz y frijol para la formulación de una Canasta Alimentaria Mexicana por derecho.
  • Garantizar la operación intersecretarial agro-alimentaria, gracias a mecanismos públicos de vinculación entre las dependencias de gobierno para proteger el alimento desde la producción hasta el consumo.

En la Décima celebración del Día Nacional del maíz y a once años de la fundación de la Campaña Sin Maíz no hay País nos proponemos ampliar nuestras redes a otras luchas hermanas. Convocamos al pueblo mexicano para hacer presencia ciudadana y ejercer nuestro derechos: a la alimentación y a seguir siendo campesinos; a trabajar como milpa conjuntando las diferencias para tejer una sociedad que sostenga esta Nación; y comer con bienestar en este suelo; a unir el campo, el mar y las ciudades en una mazorca como símbolo de la coincidencia por la defensa de la vida y sobre todo, a celebrar al maíz cada día, en cada mesa y en cada plato.

Notas:

[1] Datos oficiales de SAGARPA demuestran (2017) cómo cinco entidades del norte del país (Sinaloa, Chihuahua, Tamaulipas, Sonora y Jalisco) que contienen al 9% de las unidades productivas que existen en el país concentraron más del 40% del presupuesto, mientras que en 16 entidades del país (la mayoría del centro y sur), donde se localizan el 42.6% de las unidades productivas sólo les llegó alrededor del 20% del presupuesto.

[2] El caso desde 2013 de las secretarías de Agricultura y Medio Ambiente (SAGARPA y SEMARNAT) en contra de la Demanda Colectiva contra el maíz transgénico en México y la Medida Precautoria de suspensión de su siembra, litigando con recursos públicos a favor de Monsanto, Dow AgroSciences, Syngenta y PHI-Pioneer-Dupont.

[3]  El herbicida glifosato, reconocido por la OMS como probable cancerígeno en humanos.

[4] El Principio de Precaución reconocido en la Declaración de Río (1992) / El Convenio de Diversidad Biológica (1993) y el Protocolo de Cartagena sobre Seguridad de la Biotecnología (2003) / La cláusula de protección especial considerada en el Protocolo de Cartagena para los países centros de origen y diversidad / Las recomendaciones de la Comisión de Cooperación Ambiental de América del Norte (2004) en el sentido de prohibir la siembra de maíz transgénico en México / Las recomendaciones de los jueces del Tribunal Permanente de los Pueblos – Capítulo México (2013-2014) de prohibir el maíz transgénico en el país.

[5] Por ejemplo los informes de la relatora Hilal Elver sobre plaguicidas http://www.fao.org/agroecology/database/detail/es/c/878387/  y los de Olivier de Schutter sobre agroecología, entre otros. http://www.srfood.org/es/informe-la-agroecologia-y-el-derecho-a-la-alimentacion

[6] Tan sólo por Diabetes sin control mueren 100 mil personas, hay más de 75 mil amputaciones y más de 70 mil nuevos casos de insuficiencia renal.

[7] Los Alimentos Estratégicos Mexicanos tienen 6 características: Originarios mexicanos, altamente nutritivos, de producción limpia y justa, culturalmente aceptados, disponibles y accesibles todo el año y con mínimo nivel de procesamiento.

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La defensa de los territorios y del patrimonio biocultural: desafíos a la antropología

Pronunciamiento del encuentro nacional sobre “»a defensa de los territorios y del patrimonio biocultural: desafios a la antropología» – Ciudad de México, a 26 de septiembre 2018

Del 24 al 26 de septiembre de 2018, integrantes de movimientos sociales, estudiantes y trabajadores académicos vinculados al conocimiento antropológico, realizamos el Encuentro Nacional «La defensa de los territorios y del patrimonio biocultural: desafíos a la antropología».

En este espacio de análisis y posicionamiento colectivo, se evidenció la necesidad de sumar a grupos y colectivos en la defensa de los territorios y de un mayor involucramiento institucional ante las amenazas y afectaciones a los pueblos, los territorios y los saberes locales y tradicionales, generadas por los megaemprendimientos extractivos, turísticos y de infraestructura, amenazas propiciadas por las políticas económicas orientadas por una lógica colonial y el modelo de desarrollo nacional, impuestos violando los derechos de los pueblos, pasando por encima de los procesos basados en la libre determinación, la autonomía y la autogestión, mismos que ahora empresas y gobiernos quieren regular con falsos procesos de consulta y de consentimiento.

A la par que las empresas generan estrategias de despojo cada vez más sofisticadas y en complicidad con distintos niveles de gobierno, y en muchos casos con grupos delincuenciales, los pueblos indígenas y campesinos generan estrategias de defensa y proyectos de vida, creando prácticas de organización novedosas que integran los saberes tradicionales en su respuesta a la problemática actual.

La experiencia de trabajo de investigación y acompañamiento en dichos procesos por la defensa territorial, fundamenta nuestra preocupación compartida ante el anuncio de diversos megaproyectos por parte del presidente electo. Así, en cuanto al proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México ya cuestionado, subrayamos además la relevancia argumental de la perspectiva de los pueblos originarios afectados y sus territorios; la vaguedad de los términos de una consulta anunciada que no responde ni a las particularidades ni a las especificidades de los afectados principales; el soslayo de la argumentación relativa a la corrupción de contratos y licitaciones en ese proyecto, y la improcedencia de disfrazar como argumentaciones técnicas y seudo-científicas los intereses de los empresarios y su lógica mercantil. En ese contexto es que rechazamos el proyecto de Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México.

En cuanto a proyectos como el «Tren Maya», el «Corredor Transístmico» y las plantaciones forestales en el Sureste, las Zonas Económicas Especiales y la construcción de 300 nuevas carreteras, han sido todos proclamados sin considerar la exigencia de consulta previa, su carácter vinculante y el imprescindible consentimiento de los pueblos, y sin analizar objetivamente y con la participación decisoria de las comunidades afectables, antes de emitir licitaciones, los diversos efectos negativos previsibles que pueden acarrear. Sin embargo, cabe reflexionar, ¿Por qué se debe consultar a los pueblos sobre algo que no han propuesto ni solicitado como tales? La precariedad es instrumentada en el modelo extractivo en condiciones desiguales que arrancan desde la exclusión misma de la voluntad de los pueblos respecto a sus proyectos de vida y de futuro. No se trata en el fondo de ver si los pueblos aceptan o no las imposiciones o propuestas del modelo extractivista, siempre planteadas en desventaja, sino de respetar y apoyar su capacidad ya evidenciada de determinar otro mundo posible.

La asimetría del modelo extractivo coloca a los pueblos frente a proyectos ajenos a su bienestar y su identidad, y en consecuencia se les niega la generación de mejores condiciones para que esos pueblos determinen su presente y su futuro de manera no reactiva ni bajo presión política y económica.

Dichos proyectos, planteados desde esta asimetría, violan la autonomía de los pueblos y evidencian la continuidad del modelo depredador neoliberal impulsado por los gobiernos precedentes. En cuanto al modelo eventual de producción intensiva de celulosa a partir de monocultivos forestales, debe de ser prohibida por sus diversas implicaciones socioambientales negativas. Exigimos, por tanto, que se cancelen las concesiones y el modelo y marco legal que las posibilita, así como todos los megaproyectos extractivos, como son los de minería a cielo abierto por metales, pozos petroleros, hidroeléctricas, gasoductos, explotación por fractura hidráulica (fracking) y procesos asociados. La demanda elemental de cancelación de concesiones no es para que éstas se otorguen mediante consulta. Es el modelo completo el que se encuentra cuestionado, porque atenta contra la vida al priorizar y naturalizar a la acumulación por desposesión, la lógica de inversión, el dominio del capital sobre el trabajo y la mercantilización del mundo, cerrando vías a las maneras y modos de vivir el mundo que no se basan en el usufructo y depredación de la vida.

A su vez, es preciso que se termine la criminalización, hostigamiento y asesinatos de quienes luchan contra el despojo y la depredación; también demandamos la libertad incondicional de los presos que han sido procesados y perseguidos por defender su territorio y sus bienes comunes. Todo esto debe estar sustentado en la garantía de la abrogación de las leyes secundarias que le dan sustento a la reforma energética (Ley Minera, de Agua, Hidrocarburos, de geotermia, eléctrica, entre otras).

Exigimos la prohibición de cultivos transgénicos en México por la contaminación genética en especies silvestres y criollas, y por los problemas a la salud ya claramente documentados que derivan del uso del herbicida glifosato, asociado o no a los transgénicos. Es a su vez fundamental que se derogue el Decreto de aprobación del Protocolo de Nagoya en México, ya que implica la mercantilización y apropiación de la biodiversidad y de los recursos genéticos asociados a ello, así como del conocimiento tradicional que las mujeres y hombres de los pueblos tienen sobre sus usos y disposición de uso colectivo.

Todas las instancias públicas en sus estatutos, leyes, reglamentos y normatividades deben ser compatibles para garantizar y respetar los derechos colectivos de todos los pueblos, y sin menoscabo alguno a la inclusión de los procedimientos por usos y costumbres de los pueblos indígenas, afrodescendientes y equiparables. Con esta misma base cuestionamos, en el terreno de las iniciativas políticas de gobierno, la propuesta de creación de un Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, con las reminiscencias que dicha propuesta provoca del viejo indigenismo de Estado que por muchos años mediatizó y manipuló a los pueblos. Cuestionamos también el establecimiento de una «Secretaría de pueblos indígenas de la Ciudad de México», pues se ha planteado al margen de su voluntad.

Considerando lo anterior, la defensa de los territorios y del patrimonio biocultural exige a nosotros, a las instituciones académicas, al gobierno y al pueblo de México un compromiso categórico en defensa de la vida y la dignidad. No basta con documentar y denunciar los mecanismos de despojo y de mercantilización de la vida: es imperativo acompañar a los movimientos sociales, democratizar nuestras instituciones y colocarlas al servicio del bien común.

Ante los procesos impuestos de patrimonialización de los bienes comunes y la mercantilización de los saberes, las cosmovisiones y las formas de vida que se han estado impulsando a través de los «Pueblos Mágicos», «Barrios Smarts», gentrificación urbana y «Paraísos Indígenas», entre otros, nosotros, por el contrario, respaldamos el impulso a proyectos autogestivos endógenos, basados en la valoración de la identidad, la memoria y las culturas propias de los pueblos, así como en los atributos naturales y ecológicos de los territorios.

Ante mecanismos de evaluación exógenos y parciales, a cargo de los operadores de los proyectos extractivos (como es el caso de las manifestaciones de impacto ambiental y las evaluaciones de impacto social), exigimos procesos participativos de diagnóstico, generados a partir de acuerdos de asambleas y protocolos integrales a cargo de instancias imparciales y autónomas. Las evaluaciones no deben depender del interés de las empresas, menos aun de operadores de gobierno que carecen de capacidades para realizarlas y evaluarlas. Ello demanda mecanismos específicos de control, y el primero de ellos es la participación genuina de las comunidades en esos procesos. Sin embargo, es preciso puntualizar de nuevo que, todas las evaluaciones de propuestas procedentes del modelo extractivo, constituyen medidas reactivas ante proyectos generados al margen, y a su vez en contra, de la capacidad misma de los pueblos para dar cauce a una realidad ajena a la mercantilización del mundo. ¿Qué evaluación ambiental, sociocultural, sanitaria o integral puede dar cuenta cabal de los perjuicios por la imposición global de ese modelo en su conjunto? Como sucede con las consultas, los peritajes y las evaluaciones son sólo medidas reactivas que no van a fondo en cuanto al origen de los efectos de la mercantilización del mundo y de la vida. Y los efectos de ese modelo están a la vista, siendo tal vez el peor de ellos la anulación de posibilidades para el surgimiento y consolidación de modelos que honren la vida.

Frente a procesos de consulta amañados y corruptos que legitiman la imposición de proyectos de despojo, reivindicamos el derecho insoslayable de la libre determinación de los pueblos, quienes a través de sus usos y costumbres reivindican su existencia misma y ejercen su posición ante megaproyectos o de cualquier otro proyecto que no surja desde su propia cosmovisión, necesidad y realidad.

Ante la lógica racista y colonial, según la cual expertos externos son llamados a certificar la existencia o no del «ser indígena» en los juicios relativos a las afectaciones ambientales (como los peritajes antropológicos, fácilmente manipulados por las empresas), reivindicamos la autoadscripción y la autonomía como criterio fundamental para el sustento de la identidad indígena y campesina, y los derechos colectivos que ésta ampara.

Por tanto, nuestras instituciones deben de adecuarse a todo lo antes expresado para responder con eficacia a los requerimientos que impone la defensa del territorio y del patrimonio biocultural de todos los pueblos. La defensa de su integridad pasa por la defensa de los pueblos indígenas, originarios, afromexicanos y equiparables, tanto como la de toda la población del país.

A su vez, por este medio comunicamos nuestro rechazo al presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Mario Delgado, por haber otorgado al PVEM la Comisión de Ecología, en franca contradicción con los principios y finalidad que debe tener dicha Comisión. Debemos recordar que desde su fundación, dicho partido ha servido a los mercenarios de la biodiversidad, entre los cuales se encuentran negocios familiares, como los de la familia González Torres o el caso de la hija del minero Ricardo Salinas Pliego, Ninfa Salinas Sada, quien impulsó las nefastas Leyes de Biodiversidad y de Silvicultura.

Exigimos la modificación del artículo 2º constitucional para que garantice, en primer término y de manera prioritaria, el derecho de todos los pueblos indígenas y campesinos a determinar sus propios modelos de vida, y en segundo término, eventualmente, que cada uno de los procesos que apunten a la implementación del consentimiento y de la consulta libre, previa, informada y culturalmente adecuada, sea organizado, pensado y creado por cada pueblo y con el apoyo y la colaboración de aquellos actores que ellos mismos determinen y quienes deben, sobre todo, reivindicar la permanencia en el presente y el futuro del significado del ser pueblo, de la comunalidad, del territorio y de los procesos que desde su cosmovisión refrendan los pueblos mismos. Sólo así valdría la pena consultarlos, siempre con carácter vinculante y sin que estos procesos se planteen para ejecutar proyectos que provienen del modelo extractivo que explota y mercantiliza el mundo y que anula la dignidad y vida de los pueblos y los bienes naturales.

Exigimos la reforma del artículo 4º constitucional para que garantice la preservación y el cuidado de la integridad ambiental en el territorio nacional, y de condiciones de vida digna para pueblos e individuos como preferenciales y prioritarias sobre cualquier otra actividad social o económica: industrial, comercial, de desarrollo urbano, agroindustrial, etc.

Exigimos el pronto esclarecimiento de todas las agresiones sufridas en el país por defensores del territorio y del patrimonio biocultural y el castigo a los responsables materiales e intelectuales, como es el caso, en Puebla, de los asesinatos de los compañeros Antonio Esteban Cruz, Manuel Gaspar Rodríguez y Adrián Tilihuit, el de la desaparición del compañero Sergio Rivera Hernández, opositor a la instalación de la hidroléctrica en Zoquitlán, Puebla, el 23 de agosto del presente año, los asesinatos en el mes de septiembre de Margarito Díaz González, guía del Pueblo Wixárica en Nayarit, y el de Jesús Javier Ramos Arreola, activista opositor al proyecto del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

ESTE ES UN MOMENTO CRÍTICO DE COMPROMISO COLECTIVO EN LA DEFENSA DEL TERRITORIO Y DEL PATRIMONIO BIOCULTURAL DE LA NACIÓN

FIRMAN:

Individuos:

Paul Hersch Matrínez (INAH Morelos), Eliana Acosta Márquez (DEAS-INAH), Eckart Boege (INAH Veracruz), Giovanna Gasparello (DEAS-INAH), Rosa María Garza Marcué (DEAS-INAH), Julio Glockner Rossainz (ICSH-BUAP), Teresa Valdivia (IIA-UNAMCristina Barros (investigadora independiente), Enrique Leff Zimermann (IIS-UNAM), Gerardo Pérez Muñoz (Afectados Ambientales Puebla), Gilberto López y Rivas (INAH Morelos) Artemia Fabre Zarandona (Diálogo y Movimiento, A.C.), Francisco Javier Guerrero (DEAS-INAH), Alejandro Castaneira Yee Been (ENAH), Jaime Quintana Guerrero (Radio Educación), Alicia Barabas (INAH-Oaxaca), Itzám Pineda Rebolledo (UACM), Victor M. Toledo (UNAM), Federico Zuñiga (DEAS-INAH), Yuriria Juárez Martínez, Leonel Ayala Rojas, Emma Estrada Martínez (Universidad Autónoma de Chapingo), Edmundo Arturo Pérez Godínez, Joel Adrán Tovar Velasco, Luz María Pizá, Adriana Montoya Esquivel, Marco Antonio Rocha Sánchez, Álvaro Reyes Toxqui, Lucero González García, Miguel Ángel Pinkus Rendón, Amaranta Ramírez Terrazo, Erica Hagman Aguilar, Eliseete Ramírez Carbajal, Sinecio López Méndez, Héctor Mario Aguilar Reyes, Sonia Cruz Vasconcelos, Beatriz Cecilia Aguilar Valdez.

Organizaciones:

Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA), Maderas del Pueblo A.C., Acción Colectiva, Bios Iguana, Otros Mundos Chiapas, Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos, Unión Autónoma de Pueblos y Barrios Originarios de la Ciudad de México, El Barzón Poblano.

Más información:

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[AUDIO] «Sigue predominando en tres cuartas partes de México la siembra de maíces nativos»

Participación de Cecilio Mota Cruz, integrante de la Fundación Semillas de Vida, en el cine-debate organizado por Otros Mundos A.C. el 18 de septiembre 2018 en el Foro Cultural Kinoki de San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México. El agroecólogo, egresado de la universidad de Chapingo, trabaja día a día con campesinos y campesinas de México en el estudio de la diversidad del maíz, la cultura alimentaria y el mejoramiento participativo de semillas. Comentó el documental «El maíz en tiempos de guerra» (Alberto Cortés Calderón, 2013), proyectado durante el evento, y habló de la importancia de hacer milpa y sembrar semillas criollas ante las amenazas que representan hoy en el campo mexicano las semillas transgénicas y las híbridas comerciales.

ANUNCIO: El 1 de octubre a las 1 PM en la Universinad Intercultural de Chiapas (UNICH), Cecilio Mota Cruz dará una charla-taller sobre «Diversidad de maíces nativos en México y su mejoramiento por campesinos» en el marco de la celebración del X Festival del Maíz y la Tortilla

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«El maíz es el grano por excelencia que nos dio aquí en esta región del mundo la base para el desarrollo civilizatorio de las culturas en México y sigue siendo en el presente la base de la alimentación, la identidad, el aprovechamiento y la apropiación de la tierra y el territorio. Las luchas a lo largo de la historia del país han sido para defender el territorio y la forma permanente de su apropiárselo es a través de la milpa. Eso es también uno de las grandes aportaciones de Mesoamérica, de México: que el maíz se siembra en conjunto con otros cultivos en la milpa para el aprovechamiento del agroecosistema, del ambiente, del terreno, pero también para la alimentación, porque nos da una alimentación equilibrada. Más de 600 platillos tenemos en México a partir del maíz, con la milpa son muchos más.

Y esta diversidad sigue siendo y va a seguir siendo nuestra identidad, nuestra base alimentaria, y también nuestro futuro. Pareciera que es algo solamente nostálgico la visión del campo, pero en realidad, además de ser una forma de vida y de defensa del territorio, es un futuro importante.

En la Sierra Mixe, en los años 1991-1992, se registraron unos maíces que crecen en las partes nubosas de la sierra, con alta precipitación, en bosques de niebla, maíces muy altos, que secretan una especie de mucílago. Todos los maíces lo tienen, pero en especial allí lo encontraron y lo estudiaron. Ese mucílago aloja bacterias fijadoras de nitrógeno y además aloja un conglomerado de bacterias que defienden el maíz, evitando que crezcan enfermedades fúngicas. Los atributos de este maíz ahora se están estudiante por ejemplo en la universidad de California en el campus de Davis, y se ve como el maíz del futuro. Es decir que el maíz del futuro, ya lo han generado las culturas y los pueblos de México y Mesoamérica, por esta larga experiencia de más de 10,000 años de sembrar maíz. Desde que se domesticó el maíz, estamos experimentando y hemos generado todo este bagaje, esta experiencia y esta cultura y estos agroecosistemas, con base en la milpa.

Los agricultores han generado variedades adaptadas, resistentes a los problemas de plagas. Los tipos de maíz tienen bien cerrada la puntita de la mazorca. Han hecho esta selección los agricultores porque así evitan que entren plagas de grano almacenado, gorgojos. En los Altos de Chiapas, los maíces son más cristalinos, muy duros – también muy ricos y de muchos colores – y estos cristalinos evitan el ataque de plagas. En el caso de los maíces del trópico, son maíces dentados. Son una combinación de la parte cristalina y la parte almidonosa del grano. Hay miles de variantes, miles de tipos de maíz en México, porque los agricultores los siguen manejando.

Extracto de la proyección de «El maíz en tiempos de guerra» el 18 de septiembre 2018

Los agricultores son también los que llevan el gran compromiso y la responsabilidad de manejar las redes más importantes de semillas, a pesar de las amenazas, como los transgénicos. En la Fundación Semillas de Vida, se impulsó la demanda contra los transgénicos, contra el gobierno y las empresas, y hasta el momento, lo que se ha logrado es contener el proceso de liberación de transgénicos en el ambiente (es decir de siembra experimental o comercial). Legalmente, no se puede liberar maíz transgénico en Mexico. Desafortunadamente, en los estudios genéticos que se han hecho en el país, se han encontrado unas pruebas de que hay transgénico en algunas regiones, pero no se tienen datos de proporciones.

Lo que si se puede diferenciar en México, es el porcentaje de maíces nativos o criollos, con relación con a variedades mejoradas comerciales. Solamente entre el 22% y el 25% del territorio del país tiene maíces mejorados, y sigue predominando en tres cuartas partes del país la siembra de maíces nativos. ‘Mejoradas’ es un termino entre comillas: en realidad son maíces que han pasado por un proceso de selección para su venta. Son variedades híbridas, que tienen registros y entran a un mercado en el que hay que comprar las semillas y se benefician finalmente los que las generan, que son en su mayoría empresas. Las que más venden en el país son Monsanto, Pioneer y Syngenta. La mayor defensa será que la gente siga sembrando sus maíces nativos.

Los agricultores a lo largo del país han generado sus propias estrategias para conservar el maíz porque manejan todo el ciclo, año con año. Han tenido que idear estrategias para conservar su maíz y garantizar por lo menos que tengan semillas disponibles para sembrar el siguiente año, y alimentos hasta el próximo ciclo de siembra. Hay estrategias en todo el país. En la Sierra Tarahumara, hay casas grandes y grutas con graneros adentro, por ejemplo. En el centro del país, hay estructuras llamadas comates, cincales o cincolotes. La palabra viene del nahuatl: centli significa maíz y kali casa. Es la casa del maíz. En zonas tropicales, los conservan con todo y hoja, porque así no se humedecen y no le entran las plagas. Además le ponen cal que deshidrata el insecto que va a atacarlo. Es una forma orgánica, agroecológica de conservarlo.

Hay una deuda histórica hacia el campo, no solo de México, sino de la humanidad en general, porque el campo fue el que subsidió el desarrollo civilizatorio y sigue siendo nuestra fuente de calidad ambiental y de salud alimentaria. Hace falta una política que realmente voltee a ver el campo y lo fortalezca. La política neoliberal de los últimos 30 anos ha visto a los agricultores como una carga cuando son la base de este país, de la diversidad, de la defensa del territorio y de la salud de nuestros ambientes, cuando tienen un manejo cuidadoso.»

Foto: Cecilio Mota Cruz en video-llamada en el Foro Cultural Kinoki el 18 de septiembre 2018 (Otros Mundos A.C.)

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Manual de Agroecología y Agroforestería: Prácticas para una Agricultura Ecológica

Ante la fusión Bayer-Monsanto, defendemos el derecho de los campesinos y las campesinas a producir de manera agroecológica

Informe: Treinta años de transgénicos en México

[INFOGRAFÍA] ¿Cuánta agua consumen los proyectos extractivos?

Todos y todas necesitamos agua para vivir. Las empresas extractivas también necesitan agua para llevar a cabo sus proyectos de producción industrial en los territorios urbanos, campesinos e indígenas. En San Cristóbal de las Casas, Chiapas, por ejemplo, la embotelladora FEMSA-Coca Cola extrae 1.3 millón de litros de agua al día de dos pozos ubicados en las faldas del cerro Huitepec, donde las comunidades carecen del vital líquido. Equivale a 65,000 garrafones de 20 litros.

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En la comunidad de Ribera Cahuaré, municipio de Chiapa de Corzo, en medio del Área Natural Protegida del Cañon del Sumidero, está funcionando desde el año 1963 una mina de cal operada por Cales y Morteros de Grijalva S.A. de C.V., que requiere cada día 177,500 litros de agua, es decir 8,875 garrafones. Además, contamina el aire con polvo tóxico enfermando a la población y fractura las paredes del Cañon por estar usando materiales explosivos.

En 2017, el pueblo zoque logró parar 12 pozos de extracción de hidrocarburo en los que se pretendía recurrir al método de la fracturación hidráulica (o fracking). Fue una gran victoria para el agua en Chiapas ya que el fracking requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua por pozo, según la Alianza Mexicana contra el Fracking, y cientos de agentes tóxicos para funcionar.

Este año, tras la divulgación del borrador de la «Ley Pichardo» que buscaba imponer una Ley General de Aguas privatizadora, y la firma de diez decretos de levantamiento de vedas el 6 de junio por el presidente de la República, se conformó la Plataforma por el derecho humano al agua en Chiapas. Con el fin de sensiblizar a la población sobre la importancia de cuidar el agua y defenderla de los proyectos extractivos, lanzamos la campaña de información #AguasChiapasConElAgua.

¡Tu también puedes ser parte de la defensa! ¡Imprime y comparte esta inforgrafía!

Blog: http://pdhagua.blogspot.com/

Facebook: Plataforma por el Derecho Humano al Agua en Chiapas

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[AUDIO] Jesús Carmona: «Con los decretos, al levantar las vedas, todos sabemos que se viene el fracking»

[AUDIO + INFOGRAFÍA] ¿Qué tienen que ver los decretos de reservas de agua con los derechos de las mujeres?

En una ciudad con poca agua, la Coca-Cola y la diabetes se multiplican

En la prensa:

Coca Cola extrae más de 1 millón de litros de agua al día de San Cristóbal de las Casas