El COPINH se pronuncia en este día 15 de junio de 2016 en el marco de la acción Global Justicia para Berta

El día de hoy, 15 de junio personas de todo Honduras y el mundo, nos congregamos para hacer sentir nuestras voces y gritar de manera enérgica que exigimos justicia para Berta Cáceres, coordinadora General del COPINH.
Nos hemos movilizado hacia Tegucigalpa, desde distintos territorios lencas para demandar que el asesinato de nuestra compañera, lideresa y hermana Berta Cáceres no quede en la impunidad como tantos otros en este país.
El esclarecimiento de quienes perpetraron tanto material como intelectualmente este crimen debe ser el símbolo que ponga fin a la violencia e impunidad bajo la que operan los bancos, empresas privadas, ejércitos y Gobiernos asesinos.
No podemos seguir viendo como la sangre, dentro de lo mejor de nuestra Honduras, se esparce por las calles y quedarnos calladas y callados. No confiamos en la institucionalidad que tienen en su manos la investigación de este crimen, porque es la misma  que la persiguió, criminalizó, judicializó y que sigue obstaculizando la participación activa de las víctimas.

Por eso exigimos la instauración de una comisión independiente de investigación  mediante un grupo internacional e imparcial de expertos, propiciados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que nos brinden al COPINH y la familia la certeza de desarrollar un proceso profundo, objetivo y transparente de investigación, que llegue a la verdad y el fondo de este vil crimen.
En este día de la solidaridad internacionalista y luchadora, exigimos que se elimine cualquier tipo de concesión sobre el Río Gualcarque de la comunidad indígena lenca de Río Blanco, en especial la dada a la empresa DESA y su proyecto de muerte Agua Zarca.
Proyectos como esté están diseminados por todo el territorio lenca y siguen asesinando, reprimiendo y criminalizando a nuestras comunidades.
El día 2 de marzo quisieron matar con balas la lucha del pueblo lenca, quisieron acallar las voces que resisten a sus proyectos de muerte, quisieron eliminar la fuerza que nos guía.
Lo que no saben es que hemos resistido por más de 524 años y no nos detendremos acá.
Lo que no saben es que defendemos la vida, que nuestra fuerza viene de los ríos, de los bosques, del aire, de la tierra, del maíz y el frijol. Y que mientras haya vida, estaremos de pie defendiéndola.
Lo que no saben es que el COPINH sigue en pie y más en pie que nunca, porque nos inspira la vida y lucha de Berta.
Quisieron asesinar a Berta pero no supieron que su sangre es semilla de miles de Bertas, por que ella solo es la expresión de la lucha de nuestro pueblo lenca que resiste y no descansa en la defensa de nuestros territorios, nuestras vidas.
Hoy comienza una etapa decisiva de nuestra lucha, es el inicio de los levantamientos fuertes en nuestros territorios. Es decisión del gobierno de este país si se sigue con  la injusticia y la impunidad o se dan pasos para la construcción de la convivencia en armonía con nuestro entorno.
Hacemos un llamado a todas las fuerzas populares del país y del mundo a que se sumen a esta lucha, a que perdamos la apatía y el miedo, a que nos movilicemos y le pongamos un alto a tanta muerte. El COPINH hará su parte honrando la vida de Berta mediante más lucha y movilización, más organización y construcción.

Dado en la ciudad de Tegucigalpa a los 15 días del mes de junio.
¡Con la fuerza ancestral de Berta, Lempira, Mota, Etempica e Iselaca se levantan nuestras voces llenas de vida, justicia, libertad, dignidad y paz!

Berta Cáceres y el afluente de impunidad en Honduras

La guerra en Honduras, no es declarada como tal, pero asesinan a quienes defienden la vida y defienden y recompensan  a quienes atentan contra ella. Berta Cáceres defendió los recursos naturales de la tierra.

Ronnie Huete S. Periodista y activista de DDHH.

El mundo sigue su curso y celebró el día internacional del medio ambiente el pasado 5 de junio.

Tres meses atrás, también el mundo anunciaba el asesinato domiciliario del que fue víctima la líder internacional ambientalista e indígena, Berta Cáceres en su natal Honduras, el 3 de marzo del presente año y en cuyo país el 90 por ciento de los casos queda impune.

Y es que en Latinoamérica, los vigías del respeto a los recursos naturales de la tierra, están en peligro de extinción.

Ser defensor del medio ambiente, es un crimen que se paga con la vida y su caso emerge en el afluente de la impunidad en Honduras en donde los casos como el de Berta Cáceres se “investigan en total secretividad”.

Esta condena es ejecutada por los asesinos invisibles, emisarios de la muerte de las grandes corporaciones internacionales.

El millonario capital financiero de estas compañías, ha dejado una escalada de mártires en Latinoamérica, puesto que esta patria grande posee la bendición de tener ricos recursos naturales y la maldición de ser secuestrada por grandes transnacionales.

Berta Cáceres, originaria del pueblo lenca de Honduras, denunció en vida que la empresa DESA-agua zarca es un proyecto hidroeléctrico naciente de fuertes capitales financieros europeos, y cuyo propósito en Honduras es el de apropiarse del Rio Gualcarque, patrimonio del pueblo originario lenca de esa nación latinoamericana.

Berta fue asesinada en su casa de habitación. El gobierno de ese país capturó a los supuestos sicarios que cometieron el crimen, pero no a sus actores intelectuales.

Las hijas de Berta Cáceres denunciaron que la familia Átala, dueños del grupo financiero Ficohsa en Honduras, son sospechosos de estar ligado al crimen de su madre, puesto que Ficohsa tiene fuertes nexos financieros con el capital extranjero de DESA-agua zarca.

El crimen de Berta Cáceres sigue impune. Sus hijas han realizado un recorrido por diversos países de Europa, Los Estados Unidos, y Latinoamérica, exigiendo justicia internacional en el crimen de su madre, puesto que la estructura judicial e investigación de su país, está contaminada al servicio de los intereses de una clase.

El proyecto Desa-Agua Zarca sigue sus operaciones en Honduras, sin embargo su concesión es ilegal, según los miembros del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH), ya que arguyen que se ha violado el derecho de consulta y consentimiento previo, libre e informado del pueblo lenca, así como el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

El convenio de la OIT es una declaración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuyo contexto describe el derecho de los pueblos indígenas hacer consultados, antes de aprobar un proyecto de competencia internacional o nacional.

Por lo que textualmente el COPINH condenó y afirmó que “quienes apoyan este proyecto de muerte los convierte en violadores de derechos históricos,  colectivos e individuales del Pueblo Lenca como lo son el Fondo de Desarrollo de los Países Bajos FMO-Banco Holandés que  apoya  con  15 millones de dólares, igualmente el  Finnish Fund for Industrial Cooperation Ltd. FINNFUND de Finlandia con 5 millones de dólares, el Banco Centroamericano de Integración Económica con 24,4 millones de dólares, las empresas Siemens y VoithHydro de Alemania, Empresa CASTOR (CASTILLO TORRES) CONTRUCTORA CERROS DE COMAYAGUA, el Banco FICOHSA, el grupo empresarial de la familia Atala, el gobierno de los Estados Unidos a través de USAID-Proyecto MERCADO, la Secretaria de Recursos Naturales de Honduras SERNA, que continúa siendo lacaya de las empresas como DESA, y que se ha negado a entregar al COPINH información de más de 40 proyectos hidroeléctricos que afectan y violan derechos del Pueblo Lenca, incluyendo el  PH AGUA ZARCA”.

A esta condena, se suman varias protestas que se han efectuado en distintos puntos de Honduras, según los informes que se reciben en portales internacionales, en relación a lo que ocurre en esta nación centroamericana.

Y es que Berta Cáceres ahora es un símbolo de inmortalidad para las generaciones actuales y venideras en la defensa de los recursos naturales de la tierra, puesto que la realidad del planeta desciende en el risco del cambio climático, contaminación mundial, y la venta inicua de los ríos, bosques y la vida natural que se venden como objetos cualquieras, Berta Cáceres fue consciente de ello, y sacrifico su vida por el rio, cuyo afluente preserva la vida silvestre y humana del planeta.

Cualquier atentado o amenaza para el autor de este artículo es responsabilidad de quienes representan y gobiernan el Estado de Honduras y sus invasores o los que menciono en el presente artículo.

COPINH estrena el documental Rebeldía inclaudicable

estreno del documental. En el marco de la convocatoria de la #‎AccionGlobal15Junio‬

«Copinh significa una organización que lucha por los derechos de la gente más pobre y defiende los derechos del pueblo.»

El Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras está luchando, resistiendo y construyendo alternativas desde más que 23 años. Es una organización indígena, una organización antipatriarcal, una organización antineoliberal y una organización que busca el bien estar de las comunidades indígenas. Son 200 comunidades las que están organizadas en el COPINH a nivel de los 6 departamentos. El documental muestra la diversidad de sus luchas y la valentía y la digna rebeldía diaria de las y los COPINHxs.

«Con nuestra autonomía, autodeterminaciòn, con nuestra presión y movilización hemos podido lograr títulos comunitarios, hemos podido lograr carreteras, escuelas, cualquier tipo de beneficio que COPINH tiene en esta lucha enérgica que ha emprendido.»

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Fracking en México

CartoCrítica

La fracturación hidráulica o fracking para extracción de hidrocarburos ha sido ocupada por Pemex en México al menos desde hace doce años (2003). Sin embargo, la perforación y operación de estos pozos no ha quedado en manos de Pemex, ya que para ello ha contratado a grandes empresas petroleras como Halliburton, Schlumberger o Baker Hughes, empresas que ahora podrán participar en las licitaciones de la Ronda Uno para obtener directamente la concesión de estos campos de hidrocarburos.

Según la información que ha sido posible recopilar mediante la solicitud de información pública con número de folio 1857500000714 realizada a Pemex Exploración y Producción, al menos 924 pozos han sido perforados mediante esta técnica, esto en los estados de Coahuila (47 pozos), Nuevo León (182 pozos), Puebla (233 pozos), Tabasco (13 pozos), Tamaulipas (100 pozos) y Veracruz (349 pozos).

Ver más información y Mapa dinámico

No obstante, en el documento de la Secretaría de Energía (SENER) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) denominado “Proyecto Aceite Terciario del Golfo. Primera revisión y recomendaciones” (página 20) fechado en abril de 2010, se menciona específicamente que 1,323 pozos han sido fracturados mediante fracturamiento hidráulico tan solo en este activo y hasta el 2010; es decir 1,323 pozos con fracking tan solo en el Paleocanal de Chicontepec ubicado entre los estados de Veracruz y norte de Puebla, faltando el resto de las regiones donde de facto sabemos que ha habido fracking.

Esta discrepancia en la información sirve de muestra con respecto a la negativa constante del gobierno federal para transparentar información y datos referentes sobre la infraestructura petrolera del país, situación que deriva en un panorama de desinformación que en nada beneficia a la sociedad y mucho en cambio a las actividades petroleras con bajos o nulos estándares sociales y ambientales. La opacidad con respecto a la infraestructura petrolera se extiende por diversos temas, entre otros: la ubicación geográfica de pozos y ductos, las especificaciones técnicas mínimas de cada pozo, la delimitación de los campos de hidrocarburos, la ubicación de los linderos de las rondas cero y uno, entre otros. Esto claro, sin entrar a los temas financieros.

¿Cuáles y cuántos pozos de fracking conocemos actualmente?

Descargar documento

 

#‎AccionGlobal15Junio‬ ESE DIA PROGRAMACION ESPECIAL DE LAS RADIOS COMUNITARIAS DE COPINH

#‎AccionGlobal15Junio‬ NUESTRAS RADIOS COMUNITARIAS Radio Guarajambala Y La Voz Lenca EN EL MARCO DE LA ACCIÓN GLOBAL «JUSTICIA PARA BERTA» DEL 15 DE JUNIO TRANSMITIRÁN UNA PROGRAMACIÓN ESPECIAL DESDE LAS 8 AM HASTA LAS 1 PM
PODRÁN ESCUCHARNOS AQUÍ http://b.stream.mayfirst.org:8000/guarajambala.ogg

Nueva publicación presenta herramientas para defender territorios frente Reforma Energética

El presente documento pretende informar y equipar a organizaciones de la sociedad civil, activistas y demás actores interesados en la reforma energética del sector eléctrico, sobre los principales cambios, riesgos y oportunidades de defensa del territorio para comunidades en México. En primer lugar, se describe el proceso legislativo que desembocó en la reforma energética y el contexto en el cual se realiza; en segundo lugar, se explicarán los cambios que trae la reforma energética en las distintas actividades que componen la industria eléctrica y en la negociación de tierras para la realización de estas actividades; en tercer lugar, se explican los riesgos que la reforma trae en lo que respecta a la defensa de los derechos territoriales de comunidades agrarias y no agrarias en México; en cuarto lugar se presentan las oportunidades de defensa, que hasta el momento han sido identificadas para líderes y organizaciones; en quinto lugar, se presenta un listado de herramientas y espacios de información disponibles que pueden ser de utilidad para conocer de antemano las zonas de riesgo y los posibles proyectos que se van a realizar con el fin de prever acciones de defensa. Una publicación de FUNDAR en colaboración con varias organizaciones, entre ellas Servicios para una Educación Alternativa (EDUCA).

Descargar la publicación: Defensa del territorio frente a proyectos del sector eléctrico en México (pdf, 56 pág.)

Quien gobierna ahora son las corporaciones transnacionales: Gustavo Castro

Por Aldo Santiago y Heriberto Paredes, Agencia Subversiones
Mapa de GeoComunes

Decidimos darnos la oportunidad para conversar con Gustavo Castro, uno de los principales actores en la lucha contra el modelo extractivista, en México y en Centroamérica, a través de diversas organizaciones y redes como Otros Mundos Chiapas y la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA). El camino fácil sería ahondar en torno a su papel como testigo protegido en el caso del asesinato de Berta Cáceres, el pasado 2 de marzo de 2016, sin embargo, nuestra apuesta es por comprender los argumentos de la lucha contra este modelo de muerte, que ha dejado una destrucción en la región mesoamericana sin comparación.

En esta entrevista, Castro nos habla de lo que sucede en términos de megaproyectos, tanto energéticos como de infraestructura para que los primeros sean viables. También aborda el contubernio de gobiernos y empresas de todo tipo en el negocio del extractivismo. Habla específicamente de lo complejo que ha sido para el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (COPINH) hacerle frente a la imposición de un modelo que pone en venta al país sin importar el costo humano y de destrucción de la naturaleza que esto implica.

He aquí, pues, la conversación que sostuvimos con él, misma que compartimos íntegra. Que sean sus palabras y las distintas investigaciones las que dibujen el contexto en el cual se encuentra la región mesoamericana:

Queremos hablar, más una cuestión del contexto regional. De lo que queremos hablar es de la producción energética, en específico, del trabajo que haces en Otros Mundos y otras redes de Mesoamérica. ¿Qué arrojan estos resultados de monitoreo que pueden haber hecho mapeamiento acerca de este programa llamado SIEPAC, quiénes estarían detrás de él y cuáles son las maneras en que se está implementando?

Bueno, creo que este elemento explica también el contexto del asesinato de Berta Cáceres, porque en el marco de los tratados de libre comercio, que prácticamente todos los gobiernos de América Latina han hecho con Estados Unidos y Canadá, Europa o incluso otros países de Asia, los gobiernos están –de alguna manera– obligados a modificar todas sus legislaciones para garantizar la inversión extranjera. En este marco de los tratados de libre comercio, los gobiernos tienen que modificar leyes para adaptarlas, tienen que modificar, por ejemplo, ley minera, ley de aguas, ley de inversión extranjera, ley de hacienda, etc. Esta es una parte de las modificaciones que tienen que realizar como destrabar también aranceles: que las empresas puedan entrar a los países sin pagar impuestos, pero el otro elemento fundamental es: la inversión no va a llegar, según los gobiernos, –bueno, según también las empresas transnacionales– si no tenemos la infraestructura que necesitamos para llegar y se encuentran entonces con una región mesoamericana con una infraestructura muy pobre.

Lo primero que empieza entonces, el Plan Puebla Panamá (PPP), entonces así llamado, era generar la infraestructura necesaria para que llegaran las inversiones a la región, empezando por carreteras, empezando por energía. Eran como los dos pilares en donde el PPP gastó la mayoría de los recursos, las empresas no van a llegar si no tienen comunicación, la empresa no va a llegar si no tienen carreteras, si no tiene puertos, si no tiene aeropuertos, si no tiene vías de acceso y el segundo elemento es la energía, las empresas dicen ¿cómo vamos a poder implementar un proyecto minero que gasta muchísima energía y agua sin los cables, sin incluso la capacidad de instalar los megawatts, la región mesoamericana no es la adecuada para que lleguen así plantas, por ejemplo, de automotrices, incluso también, grandes extensiones de monocultivo, como la palma aceitera, como también grandes complejos turísticos de élite, incluso como explotación petrolera, de gas, gasoductos, polioductos, etc. Se requiere cantidades enormes de energía.

Entonces viene un primer proyecto muy grande de parte del PPP de reconstruir represas para poder ofrecer energía suficiente a las inversiones. Pero no solamente represas, también todo lo que se llamó el sistema de integración energética para Centroamérica implicaba homogeneizar el cableado y también que cada uno de los países pudiera desregularizar sus leyes energéticas para hacer una sola regulación. En aquel entonces, fue España quien financió muy fuerte este proceso, pero se requería generar todo un sistema de energía y también un gran negocio. ¿Quién iba a ser el órgano regulador del sistema energético? ¿quiénes iban a ser los que lo iban a operar y vender esta energía a las grandes empresas que iban a llegar a invertir? Lo otro es, tenemos que generar nuevas fuentes de energía, que no sólo son represas, sino que también empezaron con eólicos, ese gran negocio para atraer las inversiones es el tratado de libre comercio que muy poco nos damos cuenta de que esta gran cantidad de megaproyectos que llegaron a la región se debe a esta apertura comercial que empiezan a abrir los gobiernos, absolutamente todos.

En este contexto se junta otro elemento que me parece fundamental y es que, en el marco del protocolo de Kyoto, los gobiernos que tienen que reducir altos índices de contaminación de gas y de efecto invernadero, en Europa y Estados Unidos, se les ofrece o inventan los mecanismos de desarrollos limpio, lo que significa que los gobiernos y las empresas dicen, bueno, en lugar de reducir los gases de efecto invernadero en Europa, lo que voy a hacer es invertir en un mecanismo que va a ofrecer un desarrollo limpio al planeta y entre ellos están las represas. Porque se justifica o se pretende justificar que las represas son un desarrollo limpio y es una energía limpia, tratando de oscurecer y sepultar el resultado de la Comisión Mundial de Represas, que en el 2000 –financiado por el Banco Mundial (BM) y redes internacionales– concluyeron que las represas eran la energía más sucia, que habían desplazado entre 60 y 80 millones de personas en todo el mundo, que se han construido más de 55 mil grandes represas, que el 60% de las grandes cuencas en todo el mundo han sido represadas, que los efectos sociales-ambientales han sido de una magnitud impresionante y que, además, eso ha implicado endeudamiento a los gobiernos.

No se esperaban el resultado de este estudio. Tratan de sepultar a la Comisión Mundial de Represas que ellos mismos financiaron y crearon y entonces empiezan a generar un nuevo discurso diciendo que la energía de represas es una energía limpia, energía sustentable y también para compensación de bonos de carbono con los países del norte. Entonces esto fortalece todavía más las represas, no solamente en Honduras, que es como el caso de Agua Zarca, que el COPINH tienen una lucha muy fuerte, sino en toda América Latina, hay cantidad de represas y cantidad de luchas y de resistencia tratando de detener y contener el discurso de que las represas es energía limpia y sustentable, pero que sirve para muchos intereses en las empresas constructoras de represas, intereses en el mercado de carbono y eso, obviamente, va impactando cada vez más en territorios indígenas, campesinos, cuencas, comunidades, criminalización –como en el caso de Berta.

Y en este marco, hablando de la región, ¿qué papeles tienen los distintos actores? Para poder hacer un listado de quiénes son los interesados en estos proyectos, empezando por las empresas privadas transnacionales, instituciones financieras, pero también el Estado hondureño. ¿Qué papel tiene cada uno para insistir tanto en la construcción del proyecto?

Esa es una buena pregunta, porque es una cadena de intereses, obviamente uno de los principales interesados son los bancos que prestan y que prestan porque tienen ganancias jugosas por intereses en muchos megaproyectos en el mundo. Y ahí nos encontramos al Banco Mundial. El BM también es un gran negocio, también los gobiernos en AL están sumamente endeudados por el BM por supuestos proyectos de desarrollo; otro segundo banco que está interesado, bueno, también sabiendo que detrás del BM están las grandes potencias que son las principales financiadoras del BM. Otros de los bancos, son los bancos privados, sobre todo, bancos europeos o japoneses o cualquier tipo de banco que entrega financiamiento a los gobiernos y las empresas que van a invertir en un proyecto hidroeléctrico. Otro tercer interesado, son las empresas constructoras, que obviamente reciben todos estos beneficios de créditos blandos, de subsidios o incluso también de muchas ganancias, independientemente de si la presa va a funcionar o no va a funcionar, y todavía más cuando la empresa se queda no solamente como constructora de la represa sino generadora y vendedora de la electricidad.

Entonces, vender la energía a los puertos, aeropuertos, canales secos, empresas, mineras, etc., pues es un gran negocio. O venderla a la red centroamericana de energía, ahí hay otro interés.

Otro nivel es la misma oligarquía local, los mismos empresarios locales que adquieren de alguna manera concesiones y que están involucrados en este tipo de acciones y de intereses. Y ahí vienen muchísimos intereses, como por ejemplo, algunas empresas que logran la concesión para la venta de un equipo, que son especialistas en las turbinas, en mantenimiento, etc., hay montón de intereses metidos de todo tipo que hay una especie de contubernio. Los bancos, obviamente, adquieren muchísima ganancia por interés, ya sean bancos privados o la banca multilateral e igual el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) que no tiene ninguna norma operativa como lo tiene el BM o el BID –que al mismo tiempo tampoco funcionan del todo– que diga, vamos a dar un financiamiento siempre y cuando tal empresa cumpla con el impacto ambiental, consulta a pueblos indígenas, que se verifique la violación a los derechos humanos, una serie de normas para poder prestar, el BCIE no las tiene, entonces con el PPP, cuando empezó la reacción en el año 2000 y hubo un confrontamiento muy fuerte con el BM por los proyectos que estaba financiando y que eso iba a implicar impacto socioambiental, lo que hizo también es, derivó también al BID que sería el banco de desarrollo multilateral continental, como hay banco intercontinental africano, asiático; el BM se coordina con el continental que es el BID, por ahí empezaron a funcionar y a pasar muchos de los financiamientos. Cuando se puso la tensión ahí, entonces esos financiamientos pasaron al BCIE que es banco menos conocido, que tiene menos normas operativas y por ahí empezaron a salir y canalizarse muchos de los financiamientos sumamente controvertidos, a proyectos incluso con afectaciones terribles a indígenas y campesinos y en este caso de la muerte, del asesinato de Berta Cáceres, precisamente es el BCIE el que está metido.

Entonces al mismo tiempo se involucran gobiernos, porque los bancos multilaterales son los gobiernos responsables de dar el dinero y también de otorgar el financiamiento, ¿bajo qué criterios están los gobiernos entregando financiamiento a las empresas transnacionales para supuestos proyectos de desarrollo cuando el resultado son masacres, asesinatos, desplazamiento de población indígena y campesina? En esta cadena de financiamiento hay, tanto gobiernos del norte que financian los grandes bancos multilaterales, bancos privados, gobiernos de América Latina, de Centroamérica en el caso del BCIE. Obviamente los gobiernos centroamericanos son socios, México es socio, Japón es socio, España es socio, muchos de los países son socios. Bueno, los países que dan dinero a un banco de desarrollo local o regional tienen prioridad sobre las inversiones o préstamos que se van a hacer a las empresas que se van a hacer, los gobiernos están guardando los intereses de sus propias transnacionales, de tal manera que cualquier gobierno europeo que entregue al BM, BID o BCIE, obviamente sus empresas tienen prioridad para poder adquirir empresas que se están privatizando, fusionar concesiones, licitaciones para construir represas, oleoductos, gasoductos, etc., y uno de los conflictos que va a haber próximamente es el gasoducto que piensan construir y que va a pasar por toda Oaxaca, Chiapas, hasta Guatemala, El Salvador, Honduras, obviamente a llevarse pueblos enteros, comunidades y demás, bajo el supuesto desarrollo con lo que va a implicar de afectaciones al medio ambiente.

Quería definir algunos datos sobre la cuestión de los bancos, del flujo de dinero tenemos esta cuestión de todos los países que podemos mencionar, pero por ejemplo, intentando conectar datos, cuando se habla en Estados Unidos de que en los últimos años el tráfico de la cocaína que va para allá pasa por Honduras más que por otros lugares. Y también con cosas que han sucedido últimamente, con esta cuestión de los Papeles de Panamá, que muestra como todo es un gran lavado de dinero. ¿Cuál es la relación para que haya tanto dinero para enviar a estas regiones y qué tanta influencia tiene este sector en el aumento de la violencia en toda la región?

Hay varias líneas que lo explican, una de ellas es la justificación del terrorismo, del crimen organizado en la región, que ciertamente, si fuera por tierra el tráfico, forzosamente tiene que pasar por Honduras porque es parte de toda la región centroamericana, y esa puede ser una justificación, sin embargo, me parece que no podemos dejar de lado la necesidad de los gobiernos de garantizar las inversiones de las empresas en la región, para lo cual, la criminalización es necesaria. Los recursos, como Plan México (también conocido como Iniciativa Mérida), destinados a contener la movilización social, son enormes.

Los gobiernos han modificado todas sus leyes para criminalizar cualquier protesta social, de tal forma que lo que antes era un derecho humano –la libre expresión–, ahora es difamación, o la libre expresión de ideas, la movilización social, pacífica, constitucional, ahora es crimen organizado, ahora es bloqueo a las vías de comunicación, ahora es incluso terrorismo, incluso es secuestro, porque no pudieron pasar los funcionarios o por cualquier cosa ya es secuestro y eso implica tantos años de cárcel. Los gobiernos tienen que garantizarle a las empresas eso, entonces la justificación militar y policiaca bajo el terrorismo, bajo el crimen organizado –si bien hay razón en ello– también tienen doble filo, también el otro objetivo es criminalizar, detener una protesta social.

También reflexionamos sobre el origen de esto y en el marco de los tratados de libre comercio, las empresas llegan con un seguro de inversión, no cualquiera llega así, de tal forma que se ha logrado hacer una especie de tribunales supranacionales, donde las empresas pueden demandar a los gobiernos cuando incumplen el tratado de libre comercio y hay varias formas de incumplir, ya sea que un gobierno bloquea, pone un arancel, o incluso pone un subsidio al sector nacional –a eso le llaman competencia desleal–, o hay una ley que le prohíbe o que no le facilita a la empresa invertir, entonces hay bloqueos arancelarios y no arancelarios, pero hay otro más importante para ellos, porque los gobiernos han logrado modificar la estructura nacional a nivel legislativo, judicial, etc., sino que, la gente, los pueblos que se organizan para protestar y en donde el concepto de expropiación, las empresas y los tratados de libre comercio han logrado ampliar este concepto de expropiación, de tal manera que si yo llego a tú país y me quitas una inversión, una concesión, pues tú me pagas, me quitas mi pozo petrolero que ya me habías dado, o una concesión de gas o de represa o de mina, aunque argumente el gobierno afectaciones al medio ambiente, al agua, a derechos humanos, a cualquier cosa, la empresa dice: tú me estás bloqueando la inversión, tu me quitas tantos años de ganancia que tu me los vas a pagar y esas demandas están al día en los tratados de libre comercio, donde los gobiernos tienen que defenderse incluso ante el CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones), que es el mecanismo de disputa entre las inversiones entre empresas y gobiernos.

Entonces las empresas acuden al CIADI del BM cuando consideran que sus inversiones están siendo afectadas. La mayoría de las últimas demandas de las empresas transnacionales en el CIADI, casi el 40% tienen que ver con la industria extractiva, petróleo, gas; cuando un país dice, detengo tu pozo petrolero o expulso a tu empresa petrolera, por lo cual muchos países han querido salirse, como lo es Argentina, Bolivia, Venezuela, salirse del CIADI como el espacio de disputa por las inversiones transnacionales en los países del sur, como más de 200 mil millones de dólares en puras demandas de las empresas transnacionales contra 60 países de África y América Latina.

Eso dimensiona que, si los gobiernos quieren respetar los derechos humanos o hacer eco de las demandas de los derechos humanos y eso implica eliminar una concesión, conlleva una demanda de millones de dólares por parte de una empresa, como lo ha sufrido Ecuador, como lo ha sufrido Costa Rica cuando dijo no a la mina de oro, cuando dijo, también El Salvador, no a la mina de oro. Las empresas van a una demanda, y si el pueblo, las organizaciones se movilizan, el concepto de expropiación se amplia y le llaman una expropiación indirecta, el gobierno dice, es la gente la que está bloqueando la carretera y la empresa transnacional dice, pues es tu gente, tu me la pones en orden, tu, de alguna manera, como no tienes una legislación o mecanismos políticos para contener esa protesta que me está afectando mis inversiones, va la expropiación indirecta y yo te estoy demandando; entonces a los gobiernos les sale más barato criminalizar y meter a la cárcel a los luchadores, que pagar millones y millones de dólares a esa empresa.

Y estamos hablando, tan sólo del caso del caso de El Salvador, de Costa Rica o de Ecuador, de millones de dólares por un caso, supongamos Honduras, que tiene decenas y decenas de concesiones mineras y el gobierno dice, las mineras se van porque el pueblo no quiere, o las represas se van; o México, que en los últimos sexenios se han entregado 45 mil concesiones con 95 millones de hectáreas del país, que implica la mitad del territorio nacional. Con que el gobierno diga, de las mil mineras que están en operación ahora, que diga 500 se van porque están afectando al medio ambiente, indígenas y campesinos, bueno 500 son muchas, ponle 5 entre las empresas canadienses más grandes: el gobierno no tendría dinero para pagar tanta demanda y los intereses de estas demandas, tendría que vender el país 20 veces para poder pagar eso

Estamos hablando de muchísimas más concesiones mineras, concesiones de represas que hay en todo el país, de carreteras, de puertos, de aeropuertos, de gas, de petróleo, de fracking, de concesiones para turismo, de licitaciones gubernamentales de todo tipo, es toda la venta del país. El gobierno no tendría la capacidad de ninguna manera de contener, en términos financieros, demandas, si el gobierno dice, vamos a respetar derechos humanos, vamos a respetar medio ambiente. Entonces lo que están haciendo los gobiernos es criminalizar, es más barato, meto al bote a uno, a otro a la cárcel, reprimo, que millones en demandas tan sólo por una empresa minera, cuando la dimensión de lo que se ha vendido, y eso se repite en Guatemala, concesiones de petróleo, carreteras, de minería, de hidroeléctricas, igual Honduras y así nos podemos ir por toda América Latina, razón por la cual se ve cómo todos los gobiernos están modificando, lo que siempre se ha llamado las políticas de ajuste estructural, están modificando las estructuras de sus países para garantizar a las empresas extranjeras todas las inversiones, la extracción de todos los recursos de AL, donde el principal elemento de disputa es el territorio.

O sea, las corporaciones necesitan para cualquier cosa, territorio, para instalarse, minas, presas, oleoductos, gasoductos, fracking, gas, plantaciones de monocultivo, grandes ingenios, plantas de autopartes, grandes inversiones de turismo de élite que en las playas destroza manglares, es decir, necesitan territorio, grandes cantidades de territorio, y ahí están los pobres, ahí están los indígenas, los campesinos. Además, para poder hacer posible está inversión, requieren más territorio porque necesitan extraer el agua, la energía, etc. La disputa en AL es el territorio y yo creo que es lucha que se está viviendo actualmente y que es la que va a ir empujando en la medida en la que los tratados de libre comercio van avanzando, y ahora peor, en la medida en que el tratado transpacífico se va implementando y que es el tratado más ambicioso que hay hasta ahora.

Para aterrizar en Honduras: esta situación de la modificación de la normatividad de los países es muy representativa en Honduras después del golpe de Estado, inclusive ya llegaron a afectar zonas con proyectos modelo y en otros caso como zonas económicas especiales, ¿cuál es ese nuevo perfil de Estado-corporación?

Eso es impresionante, lo que está pasando, después del golpe, lo que pasa en Honduras es la apertura total a la entrega de concesiones mineras y muchos otros megaproyectos, y la aprobación, incluso de los que están ahora en el gobierno, de las llamadas ciudades modelo y que acá en México se llaman zonas económicas especiales (ZEE), que es un país dentro de otro país. Garantizar a las transnacionales todo lo que requieran para la extracción, por ejemplo, de México, se va a requerir visa especial para entrar a una ZEE, van a tener su propia estructura, sus propias leyes, su propia autonomía, incluso no van a pagar impuestos, van a tener acceso a puertos, van a tener conexión también entre las tres ZEE que se plantean en México. Puede haber zonas enormes de autopartes, van a tener viviendas, hospitales, va a ser como un país dentro de otro país. Y van a tener todo el financiamiento de la banca multilateral y de los bancos para poderle ofrecer a las empresas, darle mayor valor agregado a su producción y sacarla al mercado asiático.

No es novedad, hay muchas experiencias de zonas económicas especiales, incluso el BM dice que no son la panacea, que ni siquiera han funcionado, sin embargo van intentando, insistiendo, en que ese modelo, precisamente, de corporación-nación, en donde existe un reflejo más claro de que en este nuevo modelo económico, nos encontramos donde las corporaciones han adquirido todo el poder de toda la estructura del Estado multilateral y nacional, de ahí las campañas a nivel mundial de desmantelar el poder de las corporaciones en Europa, Estados Unidos, en Asia, en América Latina, porque lo que se está viendo es que las corporaciones han asaltado el poder, han asaltado la estructura del Estado, han asaltado la ONU y que de repente la clase política y empresarial se fusionan. Gobiernos que son empresarios, gobiernos que son empresas, empresarios que son políticos, políticos que son empresarios, ya no hay diferencias y obviamente legislan y también gobiernan en función de sus intereses, de sus propias empresas, de sus propios proyectos de inversión.

Y el caso de las Ciudades Modelo es eso, es como un país dentro de otro país, rompiendo y resquebrajando la soberanía nacional.

En este contexto tan apabullante, tan complicado, ¿qué le queda al movimiento social y a las organizaciones como el COPINH, por ejemplo? ¿cuáles son los márgenes de acción que tu podrías señalar? Porque una cosa es verlos desde el interior de la organización –que puede tener un horizonte específico– pero todo este análisis macro sobre las políticas del extractivismo, ¿qué le puede quedar a organizaciones como esta o como otras?

Hay varias posiciones, hay quienes piensan y consideran que los movimientos sociales tienen que asaltar el poder y tomar la dirección política de sus gobiernos, para otros eso ya no es necesario, ya no es posible ni tampoco es viable, pero hoy los movimientos sociales se encuentran en esta disyuntiva: si parte de la identidad de los movimientos sociales es convertirse en un partido político y convertirse en clase política y disputarle a los políticos y a la clase político-empresarial, empresarial-político –que es lo mismo–, la estructura del Estado y desde ahí hacer algo o se puede modificar, para otros esa vía ya no existe, ya es imposible, ya hay una falta de credibilidad de las instituciones del Estado, del aparato del Estado y de que este capitalismo tenemos que modificarlo desde otra lógica, desde otra vía.

El COPINH estuvo en esta disyuntiva en el golpe [de Estado], si el COPINH entraba al proceso electoral o no y no le entró, afortunadamente, creo yo. En la medida en que el movimiento social se convierte en clase política, me parece que ahí ya hay una disfunsión y un rompimiento del movimiento social. Yo considero que la identidad del movimiento social no es ser clase política ni partido político, pero otro proceso que se está gestando con mayor fuerza es: no solamente hay que resistir y eso hay que hacerlo, lamentablemente hay que hacerlo, y digo lamentablemente porque enfrentar a este capitalismo y sus inversiones implica, como ya lo vimos en el caso de Berta, asesinatos, desplazamientos, represión, presos…y…hay que hacerlo. Una de las estrategias que se están realizando en otros movimientos es ir blindando territorios y entonces tener el control territorial, no disputar solamente un proyecto que ya está hecho, sino generar también un proceso de prevención en donde los pueblos dicen, aquí es un territorio liberado como lo vemos en la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) y en el M4 que es el Movimiento Mesoamericano contra el Extractivismo Minero, donde la estrategia es tenemos que generar prevención para generar territorios libres, libres de estos megaproyectos, que no es cosa fácil tampoco obviamente, ni tampoco contener que los buitres lleguen al territorio pero sí se ha logrado que en muchos de los casos, generar procesos organizativos de tal manera que blindan los territorios a la llegada de otras inversiones, ya sean minas petróleo, fracking, oleoductos, gasoductos, pero eso implica un proceso de conciencia grande.

Y además de la resistencia, de estar deteniendo, vayamos construyendo una alternativa, eso es bien difícil, pero es la más bonita, me parece la más interesante, cómo podemos generar en lo local proyectos de autonomía y proyectos de vida digna distintos a la dinámica del capitalismo. Y para eso hay que inventarlos, nadie tiene la última regla ni la última receta pero que nos plantea el gran reto en cada una de las regiones, necesitamos construir procesos políticos, sociales, económicos, distintos, no bajo la lógica de la competencia, no bajo la lógica de la explotación, con otro tipo de valores y también de realidades, que hay que experimentar y que hay que probar y con ensayo y error, como sea, y que empiezan a pulular en muchos lados en América Latina.

Que no significa para nosotros buscar una sola alternativa, como decir, vamos a acabar con una hegemonía capitalista y vamos a poner otra hegemonía que se llame…porque creemos que en cada pueblo hay distintas formas de hacerlo, según sus idiomas, sus costumbres, su región, su geografía, su historia, su propia forma de construir esa felicidad, esa realidad distinta y que nacen de distintas formas, son muchas alternativas, no es una. Nosotros le llamamos alternatos, que es que nace de lo local de cada uno de los pueblos y son muchas vías y formas distintas, en eso sí podemos encontrar unidad, no homogeneidad, no caer otra vez en la homogeneidad de decir, todos vamos por el socialismo del siglo XXI y qué es eso, no pues acá le llamamos de una manera, acá buen vivir, acá buen convivir, otros le llaman en Chiapas lekil kuxlejal, cada quien le llamará como quiera, pero con criterios antisistémicos, con criterios distintos a esta acumulación del capital, porque, bien decía Berta, ya no hay tiempo, ya no tenemos tiempo. Yo creo que la humanidad está en juego, que nos estamos acabando el planeta a un ritmo tan acelerado que si no buscamos ya alternativas distintas, lo que estamos viendo, y es una amenaza nuestra, en nuestro planeta, en nuestra humanidad, que necesitamos construir, desde abajo, otros brotes de vida distinta. Yo creo que este es el reto que nos encontramos en América Latina, para el COPINH, y de hecho cuando yo voy para el COPINH esa era la idea, ellos me invitan porque además de una resistencia feroz, frontal, impresionante que ellos tienen, la reflexión consistía en cómo generar al mismo tiempo que la resistencia, alternativas locales de vida distintas al capital, al capitalismo atroz, como además de esta resistencia desgastante podemos ir generando vida y podemos generar otras relaciones distintas, donde se incluye a la vida entera, se incluye al agua, al alimento, procesos de felicidad locales que plantean un antídoto a esta realidad que estamos viviendo.

TPP El fin de la soberanía. Entrevista con Camila Montecinos

RadioMundoReal

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El pasado 4 de febrero fue firmado el Acuerdo Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés), constituyendo un nuevo mojón en el avance de las negociaciones iniciadas oficialmente en marzo de 2010 para la liberalización del comercio entre 12 países, Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. Las movilizaciones en contra de este ambicioso acuerdo, también llamado NAFTA 2.0 en referencia al Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá, vienen ocurriendo en muchos de los países que lo integran. En Chile, un centenar de distintas organizaciones se han reunido en la Plataforma Ciudadana Chile Mejor Sin TPP y llevan adelante una fuerte agenda de resistencia a la implementación del tratado que ahora debe pasar por la aprobación de los parlamentos de cada país para su entrada en vigencia.

Esta semana dialogamos con Camila Montecinos, integrante de la organización GRAIN, para conocer el estado de las negociaciones del TPP y las amenazas que representa para Chile uno de los países, tanto a nivel latinoamericano como mundial, con más tratados de libre comercio firmados. Sobre cuánto más puede avanzar el TPP en términos de políticas neoliberales en ese país, Camila comienza afirmando que el mismo: «profundiza los niveles de pérdida de autonomía y posibilidades de defenderse económica y legalmente frente a las exigencias del capital trasnacional. Lo que hace este tratado es profundizar todo lo que se ha firmado en los tratados anteriores”.

Uno de los primeros aspectos que denuncia la militante chilena es el hecho de que el TPP obliga a que todas sus cláusulas sean revisadas periódicamente (máximo cada 5 años), habilitando la posibilidad de que sus cláusulas sean transformadas en caso de que los capitales trasnacionales consideren que sus intereses no sean contemplados: “Lo que tenemos aquí, a diferencia de muchos otros tratados, incluido el que tenemos con Estados Unidos, es un tratado abierto que cada vez le va a dar más garantías al capital transnacional”.

En segundo lugar, el TPP intenta aparentar que no amenazará derechos laborales, ambientales u otros derechos básicos: “El tratado contiene una serie de palabras de buena crianza que son solamente eso. Dice que todo país tiene derecho a proteger sus leyes laborales, que debe cuidar que efectivamente todos los derechos se cumplan, que nada en el tratado puede interpretarse contrario a las leyes laborales o a la salud pública, pero se añade en seguida ’siempre y cuando tales disposiciones no sean contrarias a este acuerdo’”.

A estas aclaraciones, Camila suma un segundo elemento por el cual es factible pensar que el TPP implicará la vulneración de derechos básicos de la población: “El acuerdo trae un capítulo especial sobre lo que se llama ’armonización legislativa’. A partir de esto, los países se comprometen a hacer equivalentes todas sus normas, hacer todos los cambios necesarios legales necesarios para que las leyes sean las mismas en los distintos países».

“Esto abre las puertas para que haya todo tipo de presiones para que haya cambios en las leyes laborales, empeorándolas. Porque, también lo dice el tratado, cualquier cosa que haga un país, puede ser una ley, un reglamento, una práctica, una medida, se considera que puede ser algo cuestionable ante los tribunales internacionales de resolución de disputas”, alerta Camila.

Una amenaza aún mayor para los bienes comunes

Actualmente cientos de familias de pescadores artesanales se encuentran sin sus medios de vida debido al fenómeno de la marea roja en el sur del país. Esto mismo es un ejemplo según Camila de cómo los bienes comunes de un país pueden ser severamente comprometidos mediante los tratados de libre comercio: “En Chile se privatizó el mar para la acuicultura, y hoy día los niveles de contaminación son tan altos que hemos tenido una explosión de algas tóxicas […] Y esto es debido fundamentalmente a que las empresas trasnacionales de salmonicultura usan el mar como basurero. Y nosotros no podemos hacer nada contra eso porque eso significaría atentar contra la ganancia de esas empresas”. Además, continua Camila, en esta crisis las empresas “se lavan las manos”, y el Estado es quién se tendrá que encargar de otorgar “una especie de subsidio para que la gente tenga como comer”.

El TPP pretende llevar a su máxima expresión la propiedad también sobre seres vivos, haciendo retroceder aún más las posibilidades de construcción de Soberanía Alimentaria y defensa de la biodiversidad. Al ser consultada sobre si el acuerdo obligaría el gobierno chileno a suscribir el último Convenio de la Unión para la Protección de Obtenciones Vegetales (UPOV) de 1991, la militante responde: “Hay que aceptar UPOV 91 sin lugar a dudas si se ratifica, pero se va mucho más allá: por ejemplo se abre la posibilidad de patentar plantas y animales”.

Las organizaciones y movimientos sociales chilenos se encuentran ahora abocados a intentar impedir que el parlamento chileno ratifique el TPP, cuya votación aún puede ocurrir antes de finalizar este año.

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“Nuestro atlas documenta ya 1.750 conflictos ambientales en el planeta”

Los investigadores Joan Martínez Alier y Federico Demaria, y un amplio equipo de especialistas en todo el mundo elaboran el Atlas Global de Justicia Ambiental

Antonio Cerrillo, La Vanguardia

El altiplano peruano de los Andes está siendo casi devorado por la minería a cielo abierto de zinc y cobre que crea cráteres dantescos junto a zonas habitadas en las que se han contaminado las aguas de consumo. En el delta del Níger, las poblaciones indígenas protestan por los continuos derrames de petróleo que han destruido lagos y marismas. Y en Bhopal (India) la población afectada por una explosión de una industria química hace 30 años sigue esperando que se ponga remedio a los daños producidos. El Atlas Global de Justicia Ambiental creado por un equipo internacional de expertos ha reunido 1.750 conflictos en los que se documenta la expansión de los litigios de raíz ecológica en todo el planeta. Es el mapa que demuestra la insostenibilidad del actual modelo económico, según explican en esta entrevista Joan Martínez Alier y Federico Demaria, del equipo de investigación del Institut de Ciència i Tecnologia Ambiental (ICTA) de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB). Los conflictos ambientales están en crecimiento alrededor de todo el mundo, explican.

 

Pregunta. ¿Qué es el Atlas de la Justicia Ambiental?

Joan Martínez Alier: Es un inventario mundial de casos de conflictos socio-ambientales, lo que llamamos también “conflictos ecológico-distributivos”, es decir, litigios entre quienes se aprovechan de los recursos naturales y quienes padecen las consecuencias de ese aprovechamiento, entre quien produce y quien sufre la contaminación y decide protestar… Cada ficha del EJAtlas tiene unas 5 páginas, y estamos llegando ya a unos 1750 casos. Nos falta añadir muchos más de China, el sudeste de Asia, algunos países de África, Brasil, México y de algunos países europeos, Rusia. Lanzamos el Atlas en marzo de 2014 en el local del PNUMA en Bruselas, con unos 920 casos iniciales. Los codirectores del EJAtlas son Leah Temper y yo mismo desde que se inició en 2012. Actualmente lo coordina Daniela Del Bene, y otros expertos se están incorporando o se van a incorporar los próximos 5 años.

Federico Demaria: El Atlas crea un mapa con los conflictos ambientales en todo el mundo relacionados con la extracción, la transformación, el transporte y el vertido de los materiales y la energía que son aspectos fundamentales para sostener la economía. Pensemos en el petróleo. Esta a la base de nuestro estilo de vida, pero suele provocar graves casos de contaminación a la hora de ser extraído, y, una vez quemado, contribuye al cambio climático. La economía es material, y esto provoca conflictos debido a la distribución desigual de beneficios y sus impactos. Difícilmente puede haber una economía verde o circular, si no hay niveles mucho más bajos de producción y consumo. Quien lucha para la justicia ambiental, promueve una economía más sostenible. Esto es lo que enseñamos con el mapa y pueden verlo en la web ejatlas.org.

Pregunta. -¿Qué objetivo persigue?

JMA: Que esos conflictos sean visibles. No son NIMBYs (‘No En Mi Patio Trasero’, por sus siglas en inglés); en todas partes cuecen habas, abundan las injusticias y protestas ecologistas. Y además queremos facilitar la tarea y hacer nosotros mismos los análisis de los conflictos, avanzar en un campo de estudio que se llama Ecología Política.

FD: El atlas es un medio de comunicación, para visibilizar los conflictos, pero en este caso es también una herramienta de estudio destinada al análisis. El Atlas demuestra que, al haber miles de conflictos muy similares, éstas no son luchas derivadas de la cultura del ‘no’, sino reivindicaciones más que legítimas. De la misma manera, que las luchas obreras consiguieron una reducción del horario laboral y una mejora en las condiciones de trabajo y de salario, las organizaciones por la justicia ambiental luchan en favor del medio ambiente porque las personas de dependen de él para vivir. Luchan por el agua o el aire limpio, por la defensa de sus tierras y su territorio, porque de todo esto depende su existencia y su subsistencia, y también luchan por las generaciones futuras.

Pregunta. -¿Cuáles son las principales causas de tantos conflictos?

JMA: Para algunos es el capitalismo neoliberal, pero pensamos que un capitalismo keynesiano socialdemócrata no tendría un metabolismo social muy distinto y por tanto también llegaría a las fronteras de la extracción en busca de petróleo, carbón, gas, metales y palma de aceite… La causa última de esos conflictos ambientales es el aumento del metabolismo social, es decir de los flujos de energía y de la extracción de materiales. La economía industrial no es circular sino entrópica -disipa la energía de los combustibles fósiles y sólo recicla una muy pequeña parte de los materiales-. Por tanto, cada día tiene que ir a por más. Hoy sacamos 90 millones de barriles de petróleo de tierra y mañana otra vez, aunque sea de la Amazonía de Perú y de Ecuador y contaminando mortalmente a personas humanas y a animales, y destruyendo biodiversidad. Allí hay muchas protestas.

FD: El Atlas organiza los casi 2000 casos en diferentes categorías, como minería, residuos, turismo, biodiversidad, agua o infraestructuras. Los biólogos estudian el metabolismo de los organismos, mientras nosotros estudiamos el metabolismo de la economía. Es decir, la economía depende de los flujos de materiales y energía. Si crece, necesita más petróleo, minerales o cemento. Pero, aunque no crezca, siempre necesita nuevos flujos porque los materiales se pueden reciclar solo hasta un cierto punto, mientras que la energía no se puede reciclar. Esto es la termodinámica que nos enseñan los físicos. Las empresas quieren maximizar sus beneficios, y, a menudo, los mercados las obligan a competir o morir. Así que muchas veces los costes ambientales (por ejemplo la contaminación) no entran en su contabilidad, son ‘externalidades’. En otras palabras, las empresas (a veces con la complicidad de los estados) desplazan estos costes a otros actores (con frecuencia más débiles, como inmigrantes o indígenas). Y ellos reaccionan a la injusticia, es decir al intento de las empresas de ahorrarse los costes a costa de la salud de las personas y el medio ambiente (que es lo mismo). Es como si yo fuera a un bar, me tomo un café y salgo diciendo que ya pagara el ‘tío de la barra’ o el que acaba de entrar. O como si paseo mi perro por la calle y no recojo sus excrementos. Estos son costes desplazados. Pero claro, hay diferencia entre un café o los excrementos de un perro, y cianuro en los ríos, el glifosato en los campos o toneladas de petróleo vertido en la Amazona.

Pregunta. -¿Esas protestas vienen de lo que ustedes llaman el movimiento global de Justicia Ambiental?

JMA: Efectivamente, el movimiento ha nacido de las protestas. En las fichas del EJAtlas encontramos lo que llamamos el vocabulario del Movimiento Global de la Justicia Ambiental. Por ejemplo, cuando en Brasil se quejan contra los “desiertos verdes”, eso nos habla de una protesta contra los monocultivos de eucaliptos para pasta de papel, es decir, es una declaración de que “las plantaciones no son verdaderos bosques”. O si en Argentina sacan una pancarta que dice “paren de fumigar”, se expresa la protesta contra el rociado de glifosato por avionetas en el cultivo de soja en zonas pobladas. O si un diario en India anuncia una nueva víctima de la “sand mafia”, sabemos que hay un conflicto mortal más por extracción de arenas y gravas de los ríos. Cada conflicto y cada país, contribuye sus propias palabras y lemas al movimiento global de justicia ambiental. Es lo mismo que hace años en los conflictos laborales con palabras como “boicot”, “esquirol” o “lockout”. O la expresión “la doble jornada” en el movimiento feminista. Somos meramente filólogos de ese movimiento global de la justicia ambiental.

FD: La hipótesis es que existe un movimiento global por la justicia ambiental, y que éste pueda ser un actor político importante para promover la sostenibilidad de la economía. Con la conferencia de París sobre el cambio climático, hemos visto que los estados no son capaces de afrontar con el coraje necesario los desafíos de la crisis ambiental. Por lo tanto, ¿qué actor podría jugar un papel clave? Nosotros creemos que es el movimiento global por la justicia ambiental, que sería una red informal e horizontal de todas las organizaciones involucradas en conflictos ambientales. Los casos específicos son diferentes, pero el Atlas demuestra que existe un potencial de articular sus luchas y reivindicaciones, así como elaborar propuestas de soluciones conjuntas. Desde abajo y con valentía. Lo necesitamos todos.

Pregunta. -¿Qué relación hay entre ese movimiento de Justicia Ambiental y la doctrina del decrecimiento que algunos proponen en el ICTA-UAB?

JMA: En el nuevo proyecto de investigación que se llama “EnvJustice” en el ICTA (con dinero del European Research Council) hemos planteado precisamente estudiar los lazos entre la Justicia Ambiental en todo el planeta con el pequeño movimiento europeo del Decrecimiento o el Postcrecimiento (o la Prosperidad sin Crecimiento, como dice Tim Jackson) que no es algo nacido en el ICTA pero sí crecido en el ICTA. Estudiar esa relación va a estar a cargo de Federico Demaria. Muchos de esos movimientos del Sur quieren frenar la extracción de materias primas; están contra el saqueo o dicho más finamente están contra el “comercio ecológicamente desigual” y también contra la biopiratería. Reclaman también una deuda ecológica por el cambio climático. Hay coincidencias entre ambos movimientos.

FD: Nuestras investigaciones demuestran que los conflictos ambientales están relacionados con el metabolismo social, es decir con los crecientes flujos de materiales y energía en la economía. Tenemos que reconocer que un modelo de desarrollo basado en cada vez más producción y consumo, necesariamente tiene impactos sobre el medio ambiente, y genera injusticias ambientales. Por lo tanto, hay que hay que cuestionar es un modelo socio-económico basado en el crecimiento económico infinito y apostar verdaderamente por la sostenibilidad, que implica un decrecimiento. Decrecimiento no es lo mismo que recesión. Es la hipótesis de que podemos hacer mejor con menos, y que necesitamos hacerlo diferente. La cuestión es como gestionar la economía sin crecimiento para que pueda cumplir con los objetivos de sostenibilidad ecológica, equidad social y bien estar de las personas. Esta es la cuestión que discutimos en nuestro libro: “Decrecimiento: Vocabulario para una Nueva Era” (Icària, 2015).

Pregunta: -¿Cuáles son ahora los conflictos socioambientales más graves?

JMA: Hay muchos conflictos en el EJAtlas protagonizados por hidroelécticas, mineras, empresas de petróleo y de gas. Tenemos un mapa especial, transversal, sobre el fracking. Vamos a publicar estos días un mapa monográfico de reclamos contra la Chevron en todo el mundo. Pero no sólo hay conflictos en la extracción de minerales y de biomasa, sino también en la exportación de residuos, como el desguace de barcos enormes en playas de Pakistán, India, Bangladesh, pues se recicla acero pero a costa de mucha contaminación local, de restos de amianto y metales pesados. Todos estos casos están en el EJAtlas. Y el principal residuo es tal vez el dióxido de carbono que producimos en exceso y cambia el clima. En el EJAtlas tenemos ya las protestas de los Kuna de Panamá por la ligera subida del nivel del mar, que ellos perciben. También tenemos casos de buenas alternativas, como cuando se propone dejar el carbón, el petróleo o el gas en tierra para evitar daños locales pero también para evitar emisiones globales de CO2; por ejemplo, en Fuleni (KwaZulu Natal, Sudafrica) contra la minería de carbón, un caso que hemos puesto en el atlas hace unas semanas, o también el de Sompeta (Andhra Pradesh en la India) contra la minería de carbón.

FD: Los conflictos más graves se da donde la gente muere. Se muere por la contaminación o asesinados porque son personaje clave de la lucha, como Berta Caceres en Honduras. Según Global Witness, Honduras es “el país más mortal del mundo” para los defensores del medio ambiente, ya que en los últimos 5 años más de 100 defensores de la naturaleza han sido asesinados y la gran mayoría de estos crímenes continúan en la impunidad. Los conflictos también son graves cuando dejan daños permanentes en el medio ambiente, y comprometen las formas de subsistencia de la población local que se ve obligada a migrar a las ciudades y a otros países en búsqueda de oportunidades. Estos también se llaman refugiados ecológicos.

Pregunta: -¿Qué soluciones proponen?

JMA: El ecologismo popular crece en el mundo, aunque sea con una secuela de víctimas mortales, como Berta Cáceres en Honduras y tantos otros. En el EJAtlas aparecen ecologistas muertos en un 12% de los casos. Las protestas del ecologismo popular que a veces tienen éxito (en el EJAtlas nos aparece casi un 20% de casos de éxito de la justicia ambiental) contribuyen a una transición hacia una economía y una sociedad menos insostenibles.

FD: Las soluciones pasan primero por entender las causas y las responsabilidades, es decir la complejidad del conflicto que con frecuencia se quiere simplificar con una estrategia de silencio y opresión. Con frecuencia nos encontramos con el negacionismo por parte de algunas empresas y autoridades publicas, como pasa con el cambio climático. Se resiste quien más se beneficia del estatus quo, de como están las cosas ahora. En cada conflicto, las propias organizaciones por la justicia ambiental proponen alternativas. Piden que el proyecto se haga de forma diferente, o que, al ser intrínsicamente insostenible, no se lleve acabo en su totalidad. Otras piden la reparación de los daños, como la eliminación de los contaminantes. En algunos casos, piden el respeto a las leyes existentes, mientras en otros cuestionan el marco legal y proponen cambios legislativos. Por cada conflicto, existen diferentes ‘soluciones’ y siempre tendríamos que preguntar, ¿’para quien’? Es posible que existan perdedores y ganadores, aunque nos gustaría que hubiera opciones en las que todo el mundo gana (en ingles, ‘win-win’), pero no siempre es posible, por no decir casi nunca. Cada resolución de conflicto pasa por beneficiar a unos y perjudicar a otros, y esto depende de las relaciones de poder. Los conflictos se deben a que los afectados por un proyecto (por ejemplo, una mina o una carretera) que, a menudo son los más débiles, levantan su voz. Es una cuestión de democracia.

Pregunta: -¿Para qué va a servir este atlas?

JMA: Puede servir para que se conozcan mejor esos hechos, para los periodistas, ha habido muy buenos reportajes en Colombia, en la India y otros países que se basan en informaciones del EJAtlas, incluido en el The Guardian. Y también sirve para la enseñanza secundaria y universitaria y para hacer tesis doctorales y artículos y libros académicos. El EJAtlas es un producto universitario en colaboración con organizaciones populares de justicia ambiental de muchos lugares del mundo. Hemos recibido fondos europeos y también del International Social Sciences Council (en dos proyectos distintos, uno de Joan Martinez Alier y otro de Leah Temper que va a estudiar sobre todo las alternativas exitosas). Ambos proyectos nos van a llevar hasta el 2021 a duplicar el número de casos en en EJAtlas y también a actualizarlos si hace falta. El atlas sirve también para animar a los participantes en el gran movimiento global de justicia ambiental. La idea de hacer un mapa de conflictos ambientales fue anticipada por OCMAL en América Latina (observatorio de conflictos mineros) y hubo otras iniciativas parecidas de otros grupos ecologistas, que han sido nuestra fuente de inspiración y de información.

FD: Primero, el atlas sirve para visibilizar los conflictos ambientales y promover un debate democrático e informado sobre las relaciones entre la economía y el medio ambiente. Segundo, el atlas para estudiar y entender los conflictos ambientales. Es decir, investigar causas, responsabilidades, actores y sus estrategias.

Pregunta: – ¿Cómo valoraría la situación en China?

JMA: Hay muchísimos conflictos ambientales en China. Hay un famoso documental que se llama en inglés “Under the dome” sobre el mal aire en las ciudades; hay un libro de Anna Lora-Wainright sobre las “cancer villages”. Dentro de un par de años, habremos recogido al menos unos 250 casos en China en el EJAtlas.

FD: Llevamos más de cinco años trabajando en el atlas. Joan Martinez Alier acaba de obtener una financiación de gran prestigio por parte del Consejo Europeo de Investigación. Uno de los objetivos de este proyecto, es mejorar la cobertura geográfica de los conflictos. Tenemos una buena muestra en regiones como Latino America o Europa, pero necesitamos trabajar mas en otras como Africa, Sud est asia y China.

Empoderadas / protección integral para mujeres defensoras

Brigadas Internacionales de Paz (PBI por sus siglas en inglés), tiene el gusto de compartir una toolkit (caja de herramientas) en línea, que pretende ser una guía sencilla y accesible a aquellos recursos en línea para mujeres activistas latinoamericanas que trabajan para la defensa de la tierra y del medioambiente. Basada en el principio de protección integral, incluye no sólo recursos sobre la seguridad física, sino también recursos sobre otras áreas que han identificado de igual importancia tales como la financiación, el cabildeo y el auto-cuidado. Estos recursos pretenden ayudar a que las defensoras puedan trabajar en un entorno más seguro, y en grupos y organizaciones más sostenibles.

empoderadas-pbiLa Toolkit está destinada para las defensoras de la tierra y el medioambiente en reconocimiento a los riesgos específicos que enfrentan. Las defensoras afrontan poderosos intereses económicos, frecuentemente en zonas rurales aisladas, con los desafíos adicionales de ser mujer, corriendo el riesgo de agresiones basadas en el género y / o la estigmatización por su trabajo. Muchas son indígenas o afrodescendientes y pueden verse sometidas a discriminación y marginación adicionales.

 

La Toolkit está dirigida a defensoras, miembros de organizaciones de mujeres, mixtas, o
que actúan de forma independiente. Incluye vínculos a publicaciones que brindan sugerencias y consejos y a sitios web de organizaciones relevantes. Las áreas que cubre son los siguientes:

  • cabildeo
  • redes
  • financiamiento y recaudación de fondos
  • apoyo de emergencia
  • seguridad y protección
  • salud y auto-cuidado
  • pasantías y premios
  • formación y desarrollo de capacidades
  • apoyo legal
  • normas internacionales de derechos humanos

Está disponible en inglés y español en http://www.herramientadefensorasderechostierra.org

Vía Movimiento M4