El delito de defender los bienes naturales comunes

Por Mayeli Sánchez Martínez, en e-Consulta.com

Escribió José Revueltas en el prólogo de Los muros de agua que «la realidad siempre resulta un poco más fantástica que la literatura», que esto sería siempre un problema para el escritor ya que la «realidad literalmente tomada no siempre es verosímil, o peor, casi nunca lo es». Llevo ya varias días meditando como contar esta historia, y es que por ahora se hace necesario tratar de precisar parte de esta realidad «terrible» de la que Revueltas habla, pero entre más la argumento más fantástica parece.

Mina Navarro describe en su investigación el sorprendente aumento exponencial de los conflictos socioambientales en México que surgen a partir de la explotación y mercantilización de lo que se conoce como «bienes comunes naturales», el despojo de los territorios Latinoamericanos -que comenzó hace más de 500- años continua con nuevas especificidades que es necesario puntualizar para dilucidar lo que como sociedad nos ocurre.

 

De los factores que intervienen para caracterizar el despojo en la época actual Navarro considera cuatro elementos entorno a los bienes comunes naturales empleados en la industria:

1) su creciente agotamiento (p. ej. la próxima llegada al umbral de explotación del petróleo)

2) cambios tecnológicos para su exploración y explotación enfocados en extraer la mayor cantidad de estos bienes con un alto costo para los ecosistemas y para los y las trabajadoras.

3) la transformación de los bienes naturales considerados renovables en bienes naturales potencialmente no renovables y cada vez más escasos (p. ej. el agua)

4) la conversión de los bienes naturales –tanto renovables como no renovables– en commodities, es decir la entrada de estos bienes en el mundo financiero sujetos a inversión y especulación lucrando incluso con «mercados futuros».

Estos aspectos generan una presión mayor sobre la obtención de los bienes naturales comunes y con ello nuevas formas de presión por parte del Estado y de las Corporaciones para hacerse de estos bienes. Y cito textualmente a Navarro:

1. Los proyectos de despojo se presentan como medios para el desarrollo, progreso y bien común. Sin embargo, este desarrollo no es igual para todos; al contrario, hay poblaciones y territorios que son sacrificados y que su vida es transformada radicalmente. Aquí, el Estado aparece como un árbitro neutral y autónomo de la lógica económica. En su aparente búsqueda por garantizar la igualdad de derechos de todos los ciudadanos, despliega una legalidad que en nombre de la igualdad jurídica favorece a los poderosos, consagrando el despojo y manteniendo la desigualdad de propiedad.

2. Si bien sabemos que las ganancias del desarrollo de unos cuantos son a costa del sacrificio de otros, para evitar la oposición de las comunidades “afectadas” se les promete  desarrollo local, crecimiento económico y prosperidad social. Sin embargo, esta narrativa desarrollista es también una apariencia, debido a que estos proyectos al funcionar con una lógica de enclave -es decir, sin una propuesta integradora de las actividades primario-exportadoras al resto de la economía y la sociedad-, no promueven los mercados internos, ni generan los empleos prometidos.

3. Todos aquellos que se oponen al interés general de las mayorías se presentan como intransigentes, instigadores del orden y opositores del progreso, con lo que se busca justificar el uso de la violencia para mantener el control social y no poner en riesgo las jugosas inversiones del capital.

4. Existe una guerra contra las formas comunitarias –que en la mayoría de los casos son indígenas y campesinas- consideradas como prescindibles, intrascendentes y en algunos casos inexistentes. La narrativa desarrollista se impone sobre un único modo de pensamiento y de vida, el resto de formas son pre-modernas o primitivas. Con ello se busca desconocer y disimular el vital aporte de las economías de sustento en la producción de alimentos, así como en la conservación de bienes comunes naturales, para el resto de la población.

¿Cómo se vive todo esto en los territorios que el capital disputa? Una de las formas que toma en la gente es la el de la indignación y la necesidad imperante de defender la vida, lo que lleva a la organización social para buscar resistir. En México esta organización ha logrado detener grandes proyectos, como es el caso de los Wixarika que han logrado frenar la explotación minera en un cerro sagrado en San Luis Potosí. Otro ejemplo es en Guerrero, en el que el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota (Cecop) ha logrado frenar este megaproyecto de la Comisión Federal de Electricidad.

Sin embargo la respuesta a estas resistencias ha sido brutal, según el informe «Grandes proyectos de desarrollo y las/los defensores de derechos humanos» presentado por Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA)y la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) en junio de 2013 se ha visto una escala en agresiones y amenazas contra defensores de derechos humanos en general pero especialmente «Entre enero de 2009 y diciembre de 2012, al menos 51 agresiones en contra de defensores y defensoras del ambiente han sido documentadas; en 23 de estos casos las y los defensores fueron asesinados, y 2 más permanecen desaparecidos. Los abusos en contra de las personas defensoras de derechos humanos se dan en un contexto de criminalización y estigmatización por parte de autoridades de alto nivel, y son cometidas en muchas ocasiones con la anuencia del Estado.”

Desafortunadamente a estas cifras se sumarán la reciente detención arbitraria en Guerrero de Marco Antonio Suástegui Muñoz vocero del CECOP por 15 averiguaciones previas por diversos delitos derivados de su lucha de oposición a la construcción de la presa de La Parota y en contra de la extracción de grava y arena que distintas empresas realizan en el río Papagayo. Y en Puebla las recientes detenciones de Enedina Rosas, Juan Carlos Flores y Abraham Cordero, quienes enfrentan cargos derivados de su participación en contra del Proyecto Integral Morelos (PIM).

El sábado 18 junio tuve la oportunidad de visitar Juan Carlos Flores, preso en el penal de Cholua. Al proceso ya de por si difícil de entrar a una cárcel, con el trato que le dan una en el que se ve obligada a mostrar incluso los «calzones» a discreción de lo que considere la funcionaria pública que te revise, se suma la indignación de saber que se visita a un preso político. Aunque pertenecemos a la misma generación, el trabajo de Juan Carlos y el que yo desarrollo nunca logró afinidad en la práctica, sin embargo reconozco que en la lucha por su liberación nos jugamos el derecho que todas las personas debemos tener para expresarnos y defender la vida.

Fui arrogante al pensar que al entrevistarlo podría escribir sobre las reflexiones que hace sobre su propio proceso en el movimiento, con el reconocimiento de errores y la reivindicación de la defensa en contra del PIM, lo intenté pero al iniciar desde el momento en el que el llega a la cárcel y los reos rezaban y el guardia le indica «sí, los que están aquí deben rezar, porque si no estuvieran aquí estarían muertos» me corta las palabras y llena mis ojos de lágrimas por la impotencia de la injusticia y sabernos presos a todos en un Estado cárcel que nos llena de miedo.

En este punto viene a mi memoria un texto de Zibechi:

«Cuando los pueblos se lanzan a la lucha no calculan las relaciones de fuerzas en el mundo. Simplemente pelean. Si antes de hacerlo se dedicaran a examinar las posibilidades que tienen de vencer, no existirían ni los movimientos antisistémicos ni la multitud de levantamientos, insurrecciones y resistencias que están atravesando el mundo y nuestra región…La gente común aplica en su vida cotidiana…una racionalidad otra, hilvanada de indignaciones, sufrimientos y gozos, que los lleva a actuar bajos su sentido común de dignidad y ayuda mutua. Los cálculos racionales, eso que cierta izquierda ha dado en llamar <<correlación de fuerzas>>, no forma parte de las culturas de abajo. Pero tampoco se pone en acción de forma mecánica, espontánea…sino en consulta con otros y otras que comparten los mismos territorios en resistencia. Ahí sí, evalúan y analizan, teniendo en cuenta si ha llegado el momento de lanzar nuevos desafíos. Lo que suele ocupar el centro de sus análisis es si están capacitados para afrontar las consecuencias del desafío, que siempre se miden en muertos, heridos y cárcel. En suma los de abajo se lanzan a la acción luego de evaluar cuidadosamente la fortaleza interior, la situación de sus propias fuerzas y no tanto las relaciones entre los arribas y los abajos que, salvo excepciones, siempre son desfavorables

México en un futuro con la Ley Telecom

En un país como el nuestro, donde el Estado de Derecho no prevalece, resulta preocupante el poder que será otorgado a través de la Ley Telecom, a las autoridades que frecuentemente violan derechos humanos. Prueba de ello es el pasado 1 de julio, cuando el Ejército asesinó a 22 personas llamándolas criminales, rechazando directamente su presunción de inocencia.

Por: Miguel Guevara y Lucía Vergara. En Animal Político

El gobernador Javier Lozano cuelga el teléfono; acaba de hablar con su amigo, el jefe de los servicios de inteligencia mexicana. Lozano le pidió un favor: enviarle un archivo electrónico con toda la información que se tenga de Natalia Zuvire, conocida activista de la capital poblana por su oposición a una mina a cielo abierto en Tetela de Ocampo y por sus exigencias sobre transparencia en el gasto público. Natalia se ha convertido en una piedra en el zapato para el ex senador Lozano, que gustaría de gobernar sin grillos que hagan “ruido” por todo.

Dos horas después, en el correo del gobernador, hay un archivo de varios gigabytes. Contiene los lugares que ha visitado Natalia desde julio del 2014, fecha en la que el entonces presidente Enrique Peña Nieto promulgó la Ley Federal de Telecomunicaciones. El archivo, además, contiene los registros de todas las llamadas que ha hecho la activista desde entonces, la duración de las llamadas, los nombres de aquellos con quienes se comunicó, las páginas de internet que ha visitado, la información de los correos electrónicos que ha mandado, los registros de sus chats de WhatsApp y todas las marcas digitales que ella ha dejado.

El correo contiene un link con un nombre de usuario y contraseña al sistema que le permitirá al gobernador seguir en tiempo real la ubicación de Natalia, saber con quién habla. La información le servirá al mandatario para amedrentar a la activista para que le baje. En caso contrario, el Ejecutivo le ha comentado a sus asesores que escalará la intimidación “hasta las últimas consecuencias.”

Esto es lo que podría pasar en México, en unos años, si el Congreso aprueba la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión. El proyecto, en su artículo 190, otorga a las agencias de seguridad del Estado mexicano (Procuradurías, CISEN, Ejército, Marina, PF, Segob) la capacidad de recolectar todos los datos que nuestras comunicaciones y actividad en línea generen sin control judicial. Es decir, el ejército podrá exigirle a nuestro proveedor de acceso a internet el registro de nuestras comunicaciones. Además, se tendrá una plataforma que monitoree en tiempo real cada paso que damos, dónde estamos, con quién nos reunimos y cualquier huella digital que generemos.

En un país como el nuestro, donde el Estado de Derecho no prevalece, resulta preocupante el poder que será otorgado a las autoridades quienes frecuentemente violan derechos humanos. Prueba de ello es el pasado 1 de julio, cuando el Ejército asesinó a 22 personas llamándolas criminales, rechazando directamente su presunción de inocencia.

El proyecto de ley es un cheque en blanco para la vigilancia masiva. No existe en la propuesta un cuerpo independiente y ciudadano que supervise la recolección de datos. Los ciudadanos tampoco sabrán al finalizar la investigación quién los investigó, por cuánto tiempo o qué datos fueron recolectados. Mucho menos se nos otorga la garantía de apelar la investigación judicial. En suma, no hay elementos para garantizar el debido proceso. Ésta, es la receta para establecer un Estado vigilante basado en el abuso, que facilite la represión de la protesta social y el camino a una nueva forma de dictadura articulada desde internet.

Si parece lejano este escenario, no es así, ya empezó. Mientras se discutía en el Senado el proyecto de ley, activistas fueron expulsados a golpes y con violencia de la discusión. Parece que al Senador Lozano (quien pidió que fueran expulsados), le incomoda desde hoy la presencia de voces disidentes.

En ARTICLE 19 se han señalado puntualmente las áreas de preocupación del proyecto. Creemos necesaria una profunda revisión y un verdadero debate público y abierto sobre estos puntos basándose en la máxima garantía de los derechos humanos. El proceso democrático de nuestro país está en riesgo, nos toca a todos hacernos escuchar.

Comerciantes de Chiapas se declaran en desobediencia civil contra impuestos

Por Elio Henríquez, La Jornada

San Cristóbal de las Casas, Chis. Alrededor de 60 pequeños comerciantes y vendedores del municipio de Tumbalá, en el norte de Chiapas, se declararon en resistencia civil para no pagar impuestos a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), pues las nuevas disposiciones fiscales impuestas este año los obligan a cumplir con requisitos que, afirman, “están fuera de nuestro alcance”.

En rueda de prensa señalaron que las autoridades hacendarias, “nos pretenden obligar a cumplir una serie de requisitos imposibles de cubrir para los pequeños comerciantes de un municipio indígena como Tumbalá, como contar con una línea telefónica, internet y facturar electrónicamente”.

Los inconformes adelantaron que suspenderán los pagos al Servicio de Administración Tributaria (SAT), “hasta que regrese el pago único que hicimos de impuestos hasta diciembre del año pasado”.

Miguel Vázquez Peñate, presidente de comerciantes en Tumbalá, explicó que varias veces han solicitado al personal de la SHCP que les permita seguir con el régimen anterior cuando pagaban una cuota fija. Pero “ha habido una total cerrazón y nos han amenazado con castigarnos si no cumplimos”.

Manifestó que por ello han decidido afiliarse a la organización Laklumal Ixim (Nuestro Maíz), la cual agrupa a usuarios en resistencia de pago por el consumo de energía eléctrica en diversos municipios de la zona norte del estado.

“Hemos acordado colocar letreros y logotipos en nuestros comercios para advertirle a la SHCP que no vamos a permitir que su personal llegue a molestarnos”, aseveró.

“Nosotros no estamos en contra de pagar impuestos, pues siempre lo hemos hecho, sino de las trabas y requisitos que no podemos cumplir para hacerlo con esta nueva reforma fiscal”, agregó.

Vázquez Peñate dijo que en días pasados personal de la dependencia los citó a una reunión en el vecino municipio de Yajalón, en donde se les informó que “es necesario darse de alta en el nuevo régimen fiscal, a partir de mayo, el cual exige que todo sea vía internet”.

Sostuvo que con las nuevas disposiciones fiscales, “los pequeños comerciantes podrían quebrar; el gobierno nos va a comer con tantos impuestos, nos va a dejar sin dinero. En Tumbalá nadie va a pagar, sólo si quedamos otra vez como antes, con cuota fija, porque las ventas están muy bajas”.

Expresó que “cuando una ley es injusta, lo correcto es desobedecer: No pagaremos impuestos al gobierno que ha entregado los recursos de nuestro pueblo a empresas extranjeras; ni un peso a un gobierno que roba y derrocha los recursos de la nación y ha aprobado contrarreformas que legalizan el despojo al pueblo de México”.

Vázquez refirió que entre los pequeños comercios que han decidido no pagar impuestos están tiendas de abarrotes, de ropa, zapaterías, farmacias y vendedores de elotes y otros productos.

Corte en EU da autoridad para vetar el fracking

Los ayuntamientos del estado de Nueva York tienen autoridad para prohibir el uso en su territorio de la fractura hidráulica (“fracking”) para la extracción de gas, según una sentencia dictada hoy por la Corte estatal de Apelaciones.

Regeneración. Junio 30, 2014 NY, EU.

El tribunal más alto del Estado de Nueva York dio así la razón a dos localidades rurales, Dryden en el condado de Tompkins y Middlefield en el Condado de Ostego; que decidieron vetar esa práctica y demandar respectivamente a las compañías Norse Energy y Cooperstown Holstein por violar las normas estatales sobre energía.

Los siete jueces, sin entrar en consideraciones sobre el “fracking”, decidieron (5-2) en su mayoría que las autoridades locales están en su completo derecho de prohibirlo; en virtud de la división de poderes entre el gobierno local y federal.

El fallo valida la postura adoptada por unos 170 ayuntamientos neoyorquinos que han vetado la polémica técnica de extracción a la espera de una posible prohibición definitiva a escala estatal.

Nueva York tiene en vigor una moratoria sobre el “fracking” desde 2008, cuya continuidad está en estudio.

La Asamblea estatal votó este mes extender la prohibición durante tres años más, decisión que está aún pendiente del Senado.

La fractura hidráulica, que ha permitido a Estados Unidos aumentar enormemente su producción energética en los últimos años, está regulada de distintas formas en el país, donde cuenta con muchos opositores por el impacto medioambiental de esta técnica.

Más sobre el Fracking

LOS TERRITORIOS, LA MINERÍA Y NOSOTRAS: LAS MUJERES NOS PREGUNTAMOS

GUÍA DE TRABAJO

Lo relevante es hacernos las preguntas acertadas
Sin importar que el río vaya también brindando respuestas.

AUTORAS
Rosa Emilia Bermúdez Rico
Karol Ivonne Zambrano Corredor
Lilia Tatiana Roa Avendaño

CENSAT AGUA VIVA – AMIGOS DE LA TIERRA COLOMBIA
Bogotá, Colombia, junio de 2014

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Resumen
La actividad de las grandes empresas extractivas mineras ha despojado a las mujeres de sus tierras y les ha dejado la contaminación de los suelos, los ríos, el aire y el entorno. Ha agredido su territorio cuerpo y su territorio social. Por supuesto, no sólo a ellas les ha ocurrido, pero es necesario referirse a los impactos sobre sus vidas, porque ellas son corazón de los territorios. Uno de los impactos de la industria minera es la desvalorización del trabajo de las mujeres, cuando se pone en riesgo la soberanía, que ellas conducen, o cuando se rompen las posibilidades de la vida familiar y comunitaria.

En este libro, elaborado desde la mirada de las mujeres que habitan en los territorios vulnerables y vulnerados por la gran minería, se proponen interrogantes y ejercicios que constituyen guías temáticas y metodológicas para avanzar en el diagnóstico de los territorios. Se propone como un material de trabajo para utilizar en grupos y que sigue en construcción, como lo están las categorías, las propuestas y el conocimiento en materia de la relación mujer y minería.

Max-Neef: “La economía neoliberal mata más gente que todos los ejércitos juntos”

El economista chileno Manfred Max-Neef reniega de una economía neoliberal para la que los seres humanos son “irrelevantes” y que, en su opinión, “mata más gente que todos los ejércitos juntos”. Galardonado en 1983 por los Right Livelihood Award, considerados Premios Nobel alternativos, Max-Neef se pregunta, en una entrevista con Efe con motivo de su estancia en Galicia, si los altos índices de suicidio en países como, por ejemplo, España, se pueden considerar “asesinatos de un sistema perverso”.

La perversidad de la economía neoliberal radica en que “no entiende el mundo y, además, los seres humanos son irrelevantes. Lo relevante son los indicadores macroeconómicos, el PIB… lo que le haya pasado a las personas no importa”, afirma.

Max-Neef atribuye a “la estupidez”, en su opinión lo único que distingue al ser humano de los animales, el hecho de que no haya “un solo preso” entre todos los “sinvergüenzas” que provocaron la crisis económica de 2008, y de que se siga apostando por el mismo modelo vistos los resultados.

“¿En este momento hay algo que no sepamos que no hay que hacer? Todos lo tenemos perfectamente claro”, proclama el catedrático por la Universidad Austral de Chile, quien comulga con la denuncia del Papa Francisco de que uno de los mayores problemas de la humanidad es “la globalización de la indiferencia”.

Max-Neef critica “el lenguaje del miedo” utilizado por los economistas, al igual que los diferentes credos religiosos, con los que los compara, y sus “dogmas indiscutibles”, que no se basan, afirma, en “fundamentos empíricos ni científicos”.

 Se remite a los mensajes “catastrofistas” sobre el peligro de quiebra de los bancos si no se les rescata y al caso paradigmático de Islandia, del que “poco se ha hablado”, en su opinión, no fuera a ser que originara “un efecto contagio”. Max-Neef cree “absurdo” y un “disparate descomunal” que en pleno siglo XXI la economía se rija por “ideas neoclásicas del siglo XIX”, y que de entre todos los que se consideran gurús del ramo nadie vaticinó “la catástrofe” de 2008.

Según el economista chileno, aquellos colegas que se consideran científicos deberían actuar como tales y plantearse buscar alternativas cuando ven que “fracasa su teoría”, y sin embargo estos “insisten en más de lo mismo”. Como contrapunto a la corriente económica dominante, quien fuera candidato a la presidencia de Chile en 1993 por Los Verdes promulga un modelo “al servicio de las personas”, a las que se debe vincular el desarrollo y no a los objetos; donde el crecimiento no sea sinónimo de desarrollo y no precise necesariamente del mismo.

Explica que su teoría casa con el concepto sudafricano de “ubuntu”, el de la interrelación de las personas, frente a la concepción “mecánica” de la economía, en la que “se llega al extremo de que la solidaridad es vista como un acto irracional”.

Ecoportal.net

Estados Unidos: ¿Quiénes son los contratistas del Estado federal?

Bloomberg Governement acaba de publicar su estudio anual sobre las compañías que obtuvieron contratos con el gobierno de Estados Unidos en 2013.

Red Voltairenet.org

De un total de 516 300 millones de dólares en 2012, el monto de los contratos públicos cayó en 2013 a 462 100 millones y el 65% de esos contratos con el gobierno federal fue a manos de 200 empresas. Esta evolución, generada por las restricciones presupuestarias, ha afectado solamente ciertos sectores y no ha modificado los gastos en el sector de la salud.

Las 10 compañías que más contratos han firmado con el Estado federal son:

-Lockeed Martin, con 44 300 millones de dólares, recibe los beneficios del proyecto de avión de combate F-35, que ya resulta tan oneroso que nadie se atreve a cuestionarlo.

-Boeing, con 21 600 millones de dólares, gracias a los helicópteros de guerra Apache.

-General Dynamics, con 14 000 millones de dólares por la construcción de los submarinos clase Virginia.

-Raytheon, con 13 700 millones de dólares, principalement en municiones inteligentes.

-Northrop Grumman, con 10 800 millones de dólares como gran proveedor de la US Air Force.

-Huntington Ingalls, con 6 400 millones de dólares por la construcción de los nuevos guardacostas.

-United Technologies, con 6 100 millones de dólares en motores y sistemas de navegación aérea.

-L-3 Communications, con 5 200 millones de dólares, gracias a sus sistemas informáticos.

-BAE Systems, con 4 900 millones de dólares por su participación en el proyecto de avión de guerra F-35.

-McKesson, con 4 700 millones de dólares,, gracias a las farmacias de la Secretaria a cargo de los veteranos de guerra.

Los 10 principales contratistas trabajan, como puede verse, fundamentalmente con el Departamento de Defensa.

Cabe señalar que en la 13ª posición de la lista se encuentra un ejército privado: DynCorp International.

BGouv200, Federal Industries leaders 2014, por Bloomberg Governement

El costo económico de los conflictos socio-ambientales en la minería

Las industrias extractivas se constituyen bajo la premisa de que es posible la generación de riqueza a expensas de la destrucción -en muchos casos irreversible- de una parte del medioambiente. Es por lo tanto una fuente de conflictos cuya resolución definitiva pasa por replantear la lógica desde donde las partes observan la situación-problema.

 

Recientemente, la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos lanzó un estudio llamado Conflict translates enviromental and social risk into business costs, donde a través de entrevistas a profesionales de distintas áreas que trabajan en esta industria se analizan 50 proyectos mineros de envergadura (17 de ellos localizados en Latinoamérica) en los que se presentaron conflictos con las poblaciones locales. El objetivo del estudio es comprender el alcance que estas situaciones tienen sobre la capacidad de operación y los costos de las empresas.

Según el informe elaborado por Lorena R. Schrott del Observatorio de Conflictos por los Recursos Naturales (OCRN) en relación al mencionado estudio, se destaca que:

Si bien en el contexto de una situación crítica existen mecanismos y oportunidades propicios para el diálogo, se observa una creciente tendencia a enfocar las estrategias de lucha en el empleo de la acción directa, lo que conlleva a una escalada en violencia de los conflictos: en el 48% de los casos se produjeron heridos; en el 42%, muertes; y en el 34%, daños o destrucción de infraestructura, debiendo suspenderse o abandonarse, entre 2001-2012, el 30% de los proyectos.

Schrott nos hace notar también que “uno de los principales hallazgos que surge es que la suspensión o abandono prematuro de los proyectos se materializa cuando las empresas se encuentran determinando su factibilidad, o bien durante la fase de construcción, caracterizada por la experimentación de dramáticas transformaciones ambientales al tiempo que se produce un gran flujo de trabajadores temporarios.”

Las etapas iniciales constituyen el período de mayor vulnerabilidad para los proyectos, debido a que es en torno a esos puntos decisivos que las comunidades planifican sus campañas y actúan con expectativa de éxito, encontrándose en posición de ejercer a su favor una influencia gravitante que puede llevar a la decisión de suspender o abandonar un determinado proyecto.

Por último, la pormenorizada revisión de los casos permite apreciar que, ante un eventual escenario conflictivo, las empresas deberán contemplar la asignación de cuantiosos recursos financieros para estar en condiciones de hacer frente a contingencias como retardos de naturaleza logística, la pérdida de productividad asociada a las pausas operacionales voluntarias o impuestas, y la repercusión negativa en el estado moral, físico y psíquico de su personal.

Y es que cuando de cifras se trata las empresas mineras resienten los efectos del conflicto. Un ejemplo paradigmático es -según cuenta el estudio- el del consorcio Newmont-Minas Buenaventura. Durante 2010, a causa de un conflicto con una comunidad adyacente, este consorcio perdió cerca de 750 millones de dólares como consecuencia de un retraso de 9 meses en el proceso de construcción del proyecto Minas Conga en Perú. Esto equivale a aprox. 2,7 millones de dólares por cada día/calendario que se dejó de operar. El documento cita también otros ejemplos de menor magnitud pero igual efecto descalabrante.

Otras típicas fuentes de pérdidas relacionadas a conflictos son:

  • Los costos de oportunidad, que se generan a partir de la imposibilidad de avanzar en las metas propuestas y/o aprovechar ocasiones para expansión, reinversión o venta.
  • Los costos administrativos. Normalmente se pasa por alto el costo que se produce al requerirse una dedicación adicional de tiempo por parte de directivos, consultores y personal ejecutivo en general al dedicar mayor atención al conflicto.
  • El incremento en el precio de los seguros y los créditos.

En resumen, las empresas mineras que ignoren o no interpreten adecuadamente el impacto que su actividad podría causar al ambiente y las comunidades, corren serio riesgo de ver sus proyectos suspendidos o descartados antes incluso de comenzar a operar, y sin por ello evitar enormes pérdidas económicas que atentan contra su supervivencia, y que -de haber sido invertidas en innovación para mejorar la calidad y limpieza de sus operaciones- bien podrían haber evitado el conflicto en primer lugar.

Sin dudas la minería practicada de manera convencional pone en peligro no solamente la sostenibilidad de los ecosistemas donde opera (y las comunidades que los habitan) sino que también arriesga su propia sostenibilidad como negocio.

Sin embargo, la extracción de recursos naturales con fines económicos es un hecho que no va a cambiar en el corto o mediano plazo. La minería seguirá siendo fundamental para el desarrollo de todos los países del mundo. Latinoamérica continuará basando gran parte de su economía de las próximas décadas en esta industria. Nuestras sociedades se construyen en base a la extracción y transformación de los recursos naturales en tecnológicas que nos permiten sobrevivir, ser saludables y prosperar.

Urge entonces plantearnos un cambio substancial tanto de prácticas como de los marcos regulatorios. Urge hacer de las industrias extractivas una actividad económica que vaya más allá de la responsabilidad social corporativa; que sea un modelo ético de creación de riqueza basado en la dignidad humana, la inclusión económica y el cuidado de los recursos naturales.

 

Vía Movimiento M4

 

Se aprobó en Consejo de la ONU creación de grupo de trabajo para un tratado vinculante sobre transnacionales y DDHH

Victoria mundial… contra las transnacionales

RadioMundoReal

Al mediodía europeo se aprobó en el Consejo de Naciones Unidas en materia de Derechos Humanos por una votación de 20 a 14 la propuesta de Ecuador y Sudáfrica para la creación de un grupo intergubernamental que tiene como objetivo la preparación de un tratado vinculante sobre corporaciones y DDHH que contó con la férrea presión en contra de Estados Unidos.

Como una gran victoria que inicia una nueva etapa en la campaña conjunta para Desmantelar el Poder Corporativo se celebró esta decisión celebrada en el marco del 26º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos.

Integrantes de esta campaña realizaron asimismo en Ginebra, Suiza, durante toda la semana movilizaciones y una sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos donde fueron denunciadas varias corporaciones y el principio de «arquitectura de la impunidad» con que se mueven estas transnacionales.

Inmediatamente después de conocido el resultado, de 20 votos a favor, 14 en contra (entre ellos EE.UU. y la Unión europea) y 10 abstenciones, incluyendo a casi la totalidad de países latinoamericanos, para sorpresa de las delegaciones, Radio Mundo Real recogió la palabra del embajador ecuatoriano Luis Gallegos quien dialogó con integrantes de las organizaciones sociales y agradeció la movilización y la incidencia articulada por la Alianza del Pacífico.

El diplomático latinoamericano se refirió a la significación del resultado, señalando que ha llegado el fin del paradigma de las reglas «voluntarias» en materia de DDHH y más aún tratándose de corporaciones transnacionales.

«Nosotros (los diplomáticos) cambiamos y nos cambian pero ustedes son permanentes» dijo Gallegos a los representantes de las organizaciones.

Alberto Villareal, que participó de las movilizaciones y propuesta estratégica de la campaña, declaró que se trata de un «triunfo histórico para los trabajadores del mundo, las comunidades indígenas y es una victoria sobre las transnacionales que nos explotan, mercantilizan y vienen financierizando la Madre Naturaleza.

Escuche la entrevista colectiva al embajador Gallegos en audio adjunto.
Descargar: AUDIO MP3 (5 MB)

OTRA NOTA:
La ONU da luz verde a un código vinculante para terminar con la impunidad de las transnacionales
Los países del Sur impulsan un grupo de trabajo para terminar con el blindaje de las transnacionales.
(Periódico Diagonal)

VER LA CARTA DE OTROS MUNDOS AC

Texto de la sentencia del Tribunal Permanente de los Pueblos y galería de imágenes
http://www.radiomundoreal.fm/7715-desmantelando-la-arquitectura-de?var_mode=calcul

Imagen de la votación:

 

Manual del Radialista Antiminero

Vía Movimiento M4

Compartimos audios realizados especialmente para las luchas antimineras. Son 30 cuñas con datos e informaciones sobre esta devastadora actividad y 10 más que refieren a las acciones de la trasnacional minera canadiense GoldCorp.

¡Para que el mundo sepa, los radialistas tiene que saber! Este manual del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo extractivo Minero -M4- está dedicado a todas y todos los programadores de radios comunitarias conscientes de la importancia de informar al pueblo sobre los impactos de una de las industrias más nefastas del mundo: la minería.

Usa millones de litros de agua, privando a a las poblaciones de sus reservas hídricas naturales, libera productos químicos y metales pesados en el suelo, aire y agua contaminando el medio ambiente y dañando la salud de las comunidades aledañas a las minas.

Les invitamos a compartir estos audios, indispensables para conocer el peligro que representa el modelo extractivista, hoy más activo en nunca.

¡Para que todos y todas digamos NO a la Minería!

Ver/Descargar librito del Manual para Radialistas Antimineros

AUDIOS:

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DESCARGAR VIDEO: AQUÍ (elige formato)

Carta contra la impunidad de trasnacionales en México

Al Presidente de México,
Al Gobierno de México,
Al Embajador Jorge Lomónaco, representante permanente de México en Ginebra,

Faltan tres días antes de que el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas clausure su 26ª. sesión ordinaria, iniciada el 10 de junio en Ginebra, Suiza. Esas 72 horas de debates y tomas de decisiones son cruciales. Pueden ser la ocasión, para miles de personas afectadas a través del mundo por las actividades de transnacionales poderosas como las mineras, petroleras o agroalimentarias, de ver nacer un texto vinculante para dichas corporaciones, que les obligaría respetar los derechos humanos.

Es el momento de crear un instrumento legal internacional que permita juzgar a las Compañías Transnacionales que violan los derechos humanos y cometen crímenes económicos o ecológicos. La propuesta debe ser discutida durante la actual sesión del consejo y sometida a un voto para que se pueda traducir en una resolución.

Más de 80 países miembros de la ONU firmaron una Declaración en la que subrayan la urgencia de «regular el trabajo de las empresas transnacionales y (de) proporcionar protección, justicia y reparaciones adecuadas a las victimas de abusos contra los derechos humanos, relacionados con las actividades de ciertas empresas transnacionales y otros empresas ». Cientos de organizaciones, redes y movimientos sociales en todo el mundo exigimos la defensa de la población frente a los daños causados por las corporaciones transnacionales.

Al mismo tiempo consideramos que el texto actual con el cual la ONU pretende garantizar el respeto de los derechos humanos por las empresas transnacionales no es suficiente para acabar con la impunidad corporativa. Se necesitan más y mejores mecanismos para responsabilizar a las empresas transnacionales a nivel mundial y garantizar las reparaciones adecuadas para las victimas.

Al no votar a favor del texto, el Estado Mexicano establece públicamente que no quiere que las corporaciones transnacionales sean penalizadas por sus violaciones a los Derechos Humanos, Ambientales y contra los Pueblos, en un contexto crucial, donde las violaciones de las corporaciones transnacionales continuarán en el marco que les brindan las nuevas Reformas firmadas el gobierno de México en estos meses.

Por eso, pedimos al Gobierno de México que cambie su postura actual de no firmar dicha Declaración y se una a los esfuerzos de esta propuesta mundial para impulsar la creación de un instrumento legal vinculante.

Todos los mexicanos y mexicanas y poblaciones de todo el mundo  afectadas por las actividades destructivas de las transnacionales mineras, petroleras, eléctricas o agroalimentarias, para quienes las ganancias valen mas que la vida humana y el futuro del planeta, deben tener el Derecho de defenderse. Este Derecho fundamental debe ser avalado por Mecanismos Internacionales que sirvan de prevención, sancionen, obliguen a resarcir el daño a las poblaciones y personas y que sean vinculantes.

OTROS MUNDOS, AC/AMIGOS DE LA TIERRA MEXICO

Más de 80 países reclaman que la ONU penalice los abusos de multinacionales

Retransmisión Video en RadioMundoReal

Notas y entrevistas (RadioMundoReal)

23 – 27 de junio de 2014, durante la última semana de la 26ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas (CDHNU), en Ginebra (Suiza), y con acciones descentralizadas alrededor del mundo.

María Cappa. Periódico La Marea.

Habilitar un marco jurídico vinculante para las multinacionales y garantizar que las víctimas de abusos de derechos humanos por parte de estas empresas puedan acceder a mecanismos mediante los que recibir protección, justicia y reparación. Son, a grandes rasgos, las dos exigencias que tanto Ecuador, con el respaldo de más de 80 países, y la red mundial de la sociedad civil Alianza por el Tratado (Treaty Alliance), en nombre de más de 500 organizaciones, está reclamando en la 26ª sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que concluirá el próximo 27 de junio. Dos peticiones con muchos puntos en común, pero también con recorridos, consecuencias y reivindicaciones algo distintas.

 

La más antigua y la más completa de las dos es la elaborada por la Campaña Internacional Desmantelando al Poder Corporativo, que aglutina a cientos de organizaciones civiles que llevan, al menos, seis años trabajando sobre este tipo de propuestas. La génesis de la Campaña fue el Tribunal Permanentes de los Pueblos (TPP), una herramienta de la Fundación Lelio Basso que, entre 2006 y 2010, actuó como un tribunal ético, con un gran impacto mediático gracias a que quienes conformaban el jurado eran juristas, jueces y defensores muy reconocidos de DDHH.

Estos tribunales actuaron como una herramienta fundamental para hacer visible cómo las violaciones que cometen las multinacionales en América Latina, África y Asia son sistemáticas. Tal y como explica la investigadora del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) Erika González, este tipo de violaciones abarcan todos los ámbitos de los DDHH. Por un lado, “políticos y civiles por medio de la represión militar y paramilitar de las oposiciones sociales a grandes proyectos de multinacionales, represión, persecución, asesinato o detenciones”.

Pero también violaciones de derechos sociales, económicos y culturales, “cuando se impide a la población acceder a bienes básicos para una vivienda digna como son las pensiones, el agua o la electricidad, derechos colectivos relacionados con los desplazamientos de los que son víctimas tanto las poblaciones campesinas como los pueblos indígenas, violación de los derechos ambientales por la destrucción de ecosistemas, acuíferos, zonas protegidas y parques nacionales”, explica González.

El último de los juicios que el TPP realizó fue en Madrid en el año 2010. Allí volvieron a constatar que empresas como Aguas de Barcelona, Canal de Isabel II, Bayer, BBVA, HSBC, Banco Santander, Benneton, Endesa, Unión Fenosa, Telefónica Pescanova o Repsol YPF han destruido el medio ambiente, vulnerado los derechos laborales básicos u obligado a comunidades autóctonas a abandonar sus hogares para dejar vía libre a la construcción de las empresas en determinados lugares.

Los ejemplos más recientes, tal y como recuerda González, son “el desastre de 2013 en Rana Plaza, Bangladesh, que quitó la vida a 1132 trabajadores (en su mayoría mujeres), la masacre de 2012 de Marikana que mató a 34 mineros en Sudáfrica, la creciente destrucción causada por Shell en la región de Ogoni y por Chevron en la Amazonia ecuatorial así como las violaciones de los derechos humanos relacionadas con la Mina de carbón en Cerrejon, Colombia”.

Todos estos ejemplos no son más que una muestra de la impunidad de la que gozan las multinacionales, a pesar de que la ONU insiste en que hay un consenso internacional respecto a la funcionalidad de los dos mecanismos con los que cuentan actualmente: el Global Compact y los Principios Rectores sobre Empresas y Derechos Humanos, elaborados por John Ruggie, que actúan más como recomendaciones que como herramientas coercitivas de obligado cumplimiento. “Ya sea por la Organización Mundial del Comercio, por los tratados de libre comercio, por los tratados bilaterales de inversiones o por los tratados que realizan las empresas multinacionales, la realidad es que se ha generado una armadura legal que protege a estas empresas, sus derechos comerciales están contemplados en contratos muy eficaces, que si un Estado no lo cumple, la empresa lo denuncia ante un tribunal de arbitraje como es el Ciadi en el Banco Mundial o La Haya en el de la ONU”, denuncia González.

Tal y como se ha demostrado en la práctica, “la mayoría de esas sentencias se resuelven en contra de los Estados; es decir, que encima son los países los que tienen que pagar una multa a la empresa. Una muestra clara de que los derechos de estas empresas están fuertemente garantizados en oposición a los DDHH, que están integrados en lo que se conoce como “derecho blando” ya que no hay mecanismos eficaces que se respeten. Ni las comunidades, ni las organizaciones ni siquiera un Estado puede denunciar a una empresa ante una instancia internacional”, recuerda.

La propuesta de Ecuador

Fue en septiembre del año pasado, en el marco de la 25ª sesión del Consejo de DDHH, cuando la Misión de Ecuador ante la ONU promovió por primera vez un una declaración que hablaba sobre la necesidad de elaborar de manera inmediata un tratado que obligara a las multinacionales a respetar los derechos de los ciudadanos y la normativa de los países en los que decidían instalarse. Esta declaración contó con el apoyo del Grupo Africano, el Grupo Árabe, Pakistán, Sri Lanka, Kirguistán, Cuba, Nicaragua, Bolivia, Venezuela y Perú. En total, más de 80 países entre los que destacan las ausencias de países aparentemente afines como Argentina o Uruguay.

Para la investigadora de OMAL, la postura de Ecuador respecto a la necesidad de proponer este debate en la ONU “viene tanto de lo que ya estaban moviendo las organizaciones internacionales como del problema que ha tenido el Gobierno con Chevron, empresa que recientemente lo ha demandado ante el tribunal de La Haya por la multa ejemplar que le impusieron los tribunales ecuatorianos, no sólo para no tener que pagar la multa sino para que Ecuador tenga que indemnizar a esta empresa por daños y perjuicios. A diferencia de los movimientos sociales, la iniciativa de Ecuador -que Erika González cree que irá en la línea de lo propuesto por John Ruggie y contendrá reivindicaciones más ambiguas- está relacionada con un trabajo institucional,. Esta propuesta será la que, junto con el resto de los países que la secundan, tenga posibilidades de que se lleve a cabo ya que, como recuerda González, “quienes participan en la ONU son los Estados, no las organizaciones sociales”.

A pesar de las más de 80 naciones de todo el mundo que apoyan la iniciativa de Ecuador, el papel global de los gobiernos cuyos ciudadanos son víctimas de abusos por parte de muchas multinacionales no es homogéneo. Por un lado están los países cómplices como, según señala Erika González, Colombia, Perú, Guatemala o México, que son ejemplos claros “de gobiernos funcionales a los intereses de las transnacionales; todas sus decisiones políticas y sus leyes benefician las inversiones y los negocios de las transnacionales y se priorizan en detrimento de los DDHH”.

En el lado opuesto hay otros gobiernos, “como Venezuela, Bolivia, Ecuador, que están dentro del ALBA, y, en algunas cosas también Argentina, que han tomado decisiones o han elaborado leyes que incrementan la soberanía de los gobiernos del sur en la toma de decisiones políticas, que han repercutido negativamente en los intereses comerciales de las empresas transnacionales”. Aunque González destaca que esto no quiere decir que se opongan férreamente a las multinacionales. De hecho, en Bolivia, Venezuela y Ecuador “siguen trabajando transnacionales en sectores como la minería o el petróleo que siguen atentando contra el medio ambiente y contra los derechos de los indígenas o de las comunidades cercanas a las zonas donde se establecen, y sus gobiernos siguen firmando acuerdos y contratos con ellas”.

Semana de reivindicaciones en Ginebra

Durante la última semana de la 26ª sesión Consejo de Derechos Humanos de la ONU (entre el 23 y el 27 de junio), la Campaña Internacional Desmantelando al Poder Corporativo tiene prevista en Ginebra una serie de movilizaciones con dos objetivos claros. Primero, presionar a los integrantes de la ONU encargados de decidir si la resolución que ha presentado Ecuador sale adelante. Pero también conseguir la mayor visibilización posible para el tratado que las organizaciones sociales han elaborado (más exhaustivo de lo que, probablemente, haya presentado el gobierno de Rafael Correa) y que se presentará durante la semana de movilizaciones.

Las posibilidades reales de que la ONU habilite mecanismos para juzgar de manera efectiva a las multinacionales son escasas. Ya en 2011, cuando se aprobaron los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y DDHH, las organizaciones sociales lograron que se colara en el debate la necesidad de elaborar un tratado internacional vinculante. Sin embargo, el propio John Ruggie, relator especial de la ONU sobre este asunto y responsable de la elaboración de estos principios rectores, se mostró reticente al respecto. Y es que, según afirmó, dado que hay 80.000 multinacionales, y millones de subsidiarias más, supervisar el cumplimiento de este tratado superaría la capacidad de la mayoría de los gobiernos, y si se creara un organismo supranacional a tal efecto, le ocurriría lo mismo.

Por su parte, Erika González valora positivamente que en algunos países, gracias a la resistencia y la lucha protagonizadas por los movimientos sociales durante años, se ha conseguido llevar a juicio a algunas transnacionales y que se reconozca oficialmente que ha habido una violación de DDHH. “Un ejemplo muy claro es el de Chevron, en Ecuador, después de más de 10 años de lucha por parte de las comunidades afectadas. O el caso del pueblo mapuche, en Argentina, contra Repsol y contra YPF por todos los años de contaminación de su territorio y que había repercutido en su población”.

En otras ocasiones, los países donde tenían establecida la sede las multinacionales han juzgado a estas empresas gracias a los mecanismos de extraterritorialidad. “Por ejemplo, Amigos de la Tierra Internacional denunció a los tribunales holandeses la violación de DDHH e impacto ambiental de Shell en el Delta del Níger y el año pasado consiguió que un tribunal juzgara algo que había hecho una empresa de su país en otro lugar”. Pero son casos aislados y, a veces, poco eficaces, ya que las multinacionales condenadas deciden no cumplir con la pena que se les impone sin sufrir ninguna consecuencia. Y esta una de las herramientas básicas que exigen desde la Campaña: “Que se pueda juzgar a las empresas en sus países de origen por una vulneración de derechos cometida en otros lugares”, concluye González.