Compartimos este pronunciamiento de La Sociedad Civil las Abejas de Acteal en el marco de las movilizaciones y acciones por el Día Internacional de Acción contra las Represas y en Defensa de los Ríos – A 14 de marzo de 2022
Hermanas y hermanos:
En este día, nuestra organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal, se suma una vez más desde territorio tsotsil a la acción contra las represas y otros megaproyectos de muerte impuestos en territorios de los pueblos originarios por los ricos y poderosos, bajo el consentimiento y administración del mal gobierno de México.
Nuestra acción de hoy, se solidariza y apoya las luchas de otros pueblos que actualmente están amenazados sus tierras y territorios, sus ríos y manantiales de agua, sus bosques, la vida por defender la madre tierra. Y condenamos enérgicamente los asesinatos de las y los defensores de derechos humanos, ambientalistas y defensores de la vida en México y América Latina.
Actualmente, siguen activos construcciones de represas, existen 41 en Chiapas de las cuales 8 son hidroeléctricas (La Angostura, Peñitas, El Retito, Chicoasén, Malpaso, Bombaná, Bombaná II y Shpoiná). Sin embargo desde el año pasado tenemos conocimiento que en nuestro estado existen más de 90 proyectos en etapa de planeación, en Chiapas los pueblos y comunidades afectadas han manifestado claramente que dichos proyectos no los quieren en su pueblo, como el caso del rio Santo Domingo, pero tanto los gobiernos anteriores como el actual, se han tapado los oídos de la demanda de los pueblos o peor aún si la posibilidad de conocer las afectaciones ambientales, como es el caso del río Yaqui en Sonora, donde recientemente se encuentra suspendida una parte del distrito de riego que pretende el Plan de Justicia Yaqui. Es por eso que en este día le decimos a Andrés Manuel López Obrador que respete a los pueblos y se detenga de obedecer a las empresas, a los ricos y poderosos como lo hicieron sus antecesores priistas y panistas.
Es indignante cómo los ricos y poderosos en la voz del gobierno dice que las represas, las supercarreteras, los aeropuertos, entre otros megaproyectos, son para el “progreso y desarrollo”. Pero, al mismo tiempo la gente que habita en ese lugar, que es su parcela o tierra en donde se construyen dichos megaproyectos, resulta que tienen que abandonar, quieran o no, pero, se tienen que desplazar de ahí. Entonces, ¿Dónde le toca ese beneficio, la gente humilde, pobre, indígena, campesino?
El gobierno actual que se pregona así mismo “de los pobres”, pero, cuando los pobres o sea el pueblo organizado, hacen uso de sus derechos colectivos para defender su territorio o su manantial de agua, los reprime. Tal es el caso de la Casa de los Pueblos Altepelmecalli quienes el pasado 15 de febrero de este año, fueron desalojados por la Guardia Nacional, la policía estatal de Puebla y municipal de Juan C. Bonilla, de dónde fue la planta física de la empresa Bonafont, trasnacional que ha robado y sobreexplotado desde hace años los acuíferos de la región cholulteca.
En estos días, nuestras hermanas y hermanos de las comunidades zapotecas xidza de la Sierra Juárez, han denunciado que el gobierno de México pretende construir una supercarretera que dice comunicar las ciudades de Tuxtepec y Oaxaca, pero, dichas comunidades, han decidido no permitir la construcción de dicha obra y esperamos sea respetada su decisión de hacer valer su derecho básico a la libre determinación.
Porque vemos que en donde hay oposición y rechazo a algún proyecto neoliberal, son asesinados las y los ambientalistas, defensores de los derechos humanos y la vida. Así han sucedido con: Mariano Abarca de Chicomuselo, Chiapas, opositor de la minera canadiense Blackfire, Samir Flores opositor del Proyecto Integral Morelos. Tampoco olvidamos el crimen cometido en contra de Berta Cáceres de Honduras, por oponorse a la construcción de un proyecto hidroeléctrico en el noroeste de Honduras, impulsada por la empresa nacional Desarrollos Energéticos (Desa).
Así mismo el asesinato cobarde de nuestro compañero y hermano Simón Pedro Pérez López, por denunciar la violencia generalizada aquí en Los Altos de Chiapas y por defender la Madre Tierra.
En verdad existe una guerra de los ricos y poderosos y el mal gobierno hacia los pueblos organizados, porque no paran de asesinarnos. Hace unos días nos enteramos que el defensor del medio ambiente en Chihuahua José Trinidad Baldenegro López, fue asesinado en la comunidad de Coloradas de la Virgen, municipio de Guadalupe y Calvo; el activista era hermano de Isidro Baldenegro López, a quien también mataron por su defensa de los bosques en 2017.
Defender la Madre Tierra, defender la vida, criticar y oponerse abiertamente a la construcción de represas, privatización del agua y de los ríos y otros megaproyectos, nos puede costar la vida. Ahora, sólo hay que pensar y preguntarse: ¿Podemos vivir sin tierra para sembrar la milpa y el frijol? ¿Sin agua, se puede vivir?
Es por eso que invitamos a todas las personas quienes ven, miran y sienten como nosotros a que se organicen, es el momento de hacerlo, no lo hagan por nosotros, háganlo por sus hijas e hijos y por las nuevas generaciones que vienen.
¡Justicia para Berta Cáceres!
¡Justicia para Samir Flores!
¡Justicia para Mariano Abarca!
¡Justicia para Simón Pedro!
¡Justicia para todas y todos quienes han sido asesinados por defender la Madre Tierra!
Atentamente
La Voz de la Organización Sociedad Civil Las Abejas de Acteal
Imagen: Abejas de Acteal
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