El Escaramujo 50: El Marco Ambiental y Social del Banco Mundial, ¿un remedio eficaz o un paso para atrás? (I)

 (Primera Parte)

Wiebke Meyer
Abogada
Otros Mundos, A.C./Bank on Human Rights
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México

14 de enero 2015

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El Banco Mundial (BM) publicó el documento borrador para el Marco Ambiental y Social el 30 de julio del 2014. Hace dos años que el BM inició un proceso de re-evaluación de las medidas preventivas acerca de su política ambiental y social. Vía este conjunto de reglamentos, el BM pretende realizar un cambio de su política mundial referente a asuntos ambientales y sociales. Esto incluye entre otras una “visión del desarrollo sustentable”,”normas [y procedimientos] ambientales y sociales” y “lineamientos y herramientas de información” (página 1).

Las diez normas de este borrador establecen los requisitos que deben cumplir los prestatarios en relación con la identificación y evaluación de los riesgos ambientales y sociales en todo proyecto que sea respaldado por el financiamiento del BM. Entre otras, las normas tematizan la evaluación y gestión de riesgos e impactos ambientales y sociales, las condiciones de trabajo, la eficacia de recursos y prevención de la contaminación, salud y seguridad comunitaria, restricciones para el uso de la tierra, conservación de la biodiversidad y pueblos indígenas. De cumplirse, podrían ser entonces un instrumento muy poderoso para proteger al medio ambiente, los recursos naturales, las áreas naturales protegidas, los pueblos indígenas y la sociedad civil consciente.

¿Pero realmente es un instrumento tan eficaz como lo podría ser?

Aunque el BM se obliga a usar su propia debida diligencia (metas del BM para la evaluación de un proyecto propuesto), el mayor problema de este marco es que se basa en gran medida en la información y el control del prestatario para aplicar su debida diligencia, y abre las puertas entonces para manipulación. El BM confía en que el que recibe los fondos, entregue una buena, completa y correcta información sin tener muchos mecanismos de control.

Además, este marco se aplica a los proyectos de financiamiento que sólo representan una parte de los proyectos respaldados por el BM. No incluye otros proyectos como préstamos para fines de ajuste, los cuales conforman una gran parte del portafolio del BM y que van creciendo. Estos créditos de ajuste proporcionan asistencia de rápido desembolso a países que requieren financiamiento externo, con el propósito de apoyar la introducción de reformas estructurales en un sector en particular o en la economía en su conjunto. Muchas veces es un apoyo para el estado.

El marco deja muchas “puertas abiertas” para eludir o reemplazar las reglas de este borrador. Ya en la descripción general del borrador aparecen las primeras sospechas en el sentido de que las reglas son palabras huecas. El BM quiere poner fin a la pobreza extrema y promover la prosperidad compartida mediante este borrador y menciona su compromiso con la transparencia, la rendición de cuentas y la buena gobernanza que se aplica a todo el marco. En cambio, no se explica cómo se pone este objetivo en práctica. La inclusión – según el BM – es fundamental para todas las intervenciones de desarrollo del BM. La inclusión significa – así lo explica la “visión para el desarrollo sustentable” en la página 5:

“empoderar a los ciudadanos para participar en el proceso de desarrollo y obtener beneficios de él” (mejor acceso a la educación, salud, protección social, infraestructura, energía asequible, empleo, servicios financieros, etc).

(…)

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En los siguientes números de El Escaramujo seguiremos analizando el resto de las NAS.

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EL ESCARAMUJO 49: LA MINERIA EN CHIAPAS 2015

Gustavo Castro Soto
Otros Mundos,A.C./Rema-M4
San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México; 7 de enero 2015

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Existen muchos minerales en el estado de Chiapas, según diversos estudios. Sin embargo, no todos estos bienes comunes minerales están calculados como recursos naturales medidos en su cantidad, calidad y rentabilidad para que interesen ser extraídos. Para ello, las empresas y el gobierno llevan a cabo actividades de prospección cuya forma de hacerlo no requiere una concesión del gobierno ni permiso local al no violentar, aparentemente, a los dueños de dichas tierras ya sean privadas, comunales o ejidales. Esta prospección se hace por medios satelitales, muestreos físicos, observación en el lugar y con otros recursos para detectar lo que hay en los terrenos. Es lo que observan muchas personas en las comunidades y no saben de qué se trata; no identifican estas acciones; no saben qué hay detrás de la presencia de ingenieros o extranjeros que aparentemente no hacen daño, aunque no dejan de ser sospechosos.

Esta prospección es la que genera el interés de una empresa por explotar los bienes comunes minerales. Este proceso es el momento clave que en ocasiones conlleva años. Los habitantes locales muchas veces desestiman estas acciones ya que no ven reflejada la prospección en la lista oficial de concesiones porque para ello no se necesita concesión. Sin embargo, la concesión es un mero trámite administrativo que pone las bases para activar, con el permiso del gobierno federal, la extracción de los minerales del subsuelo. Pero falta el permiso de los dueños del suelo y es cuando se acercan a las autoridades ejidales, comunales o de tierras privadas para tratar de convencer por medio de muchas artimañas, amenazas, intimidaciones, mentiras, sobornos y hasta presiones de todo tipo, con el fin de que los dueños den la licencia social, o sea, el permiso de la comunidad para raspar su suelo. Incluso se ha llegado al asesinato de defensores de derechos humanos con tal de lograr la extracción del mineral. Para profundizar sobre las estrategias comunitarias con el fin de prevenir el arribo de los proyectos mineros, se puede consultar la “Guía de las Reistencias” de Miguel Angel Mijangos Leal de PIAP, A.C.

Las acciones de prospección deben ser identificadas a tiempo por los dueños de los terrenos y desde ese momento generar mecanismos de vigilancia y resistencia. Y es que ya probado que hay algún tipo de mineral que se puede comercializar como recurso natural explotable, los inversores no dejarán de hacer el intento permanente para extraerlo a toda costa.

Ya que la prospección garantizó la existencia de minerales, la empresa requiere saber con mayor exactitud la cantidad, calidad y modo en que se encuentra un mineral para asegurarse que es rentable la extracción. Para ello sí requiere de un permiso de exploración, ya que en esta etapa se necesita intervenir más en el territorio usando algunos explosivos, barrenos, maquinaria más especializada, e instalarse en el lugar por algunos años. Esto implica entonces una ocupación temporal de terrenos que no son de la empresa y requiere el permiso de los dueños y algunos permisos del gobierno para el uso del agua, de energía, de explosivos, etc. Sin embargo, por diversas razones, el mineral no se convierte en un recurso natural explotable ya sea porque no se tiene la tecnología adecuada; porque no hay la empresa disponible para hacerlo; porque existen inseguridades en la inversión por causas políticas locales o nacionales; porque el precio del mineral ha fluctuado y no lo hace en ese momento rentable; porque no existe la infraestructura local que favorezca las ganancias y la comercialización como son la disposición de caminos, agua, puertos o electricidad; porque no se le ofrece a la empresa el atractivo fiscal, legal o administrativo para invertir; entre otras razones. Pero si se confirma la existencia de mineral rentable y se dan todas las condiciones, la empresa pasa a la etapa de explotación.

Aunque solo se llegue a la prospección sin llegar a la concesión para la exploración y explotación, el mineral ya ha sido identificado. Y esta es la amenaza principal sobre los territorios porque, tarde o temprano, la empresa vendrá a extraer el mineral. Durante la prospección, o mejor antes, es el momento fundamental de la organización de la resistencia, pero el más difícil al mismo tiempo. Por lo general, las comunidades no ven de cerca el peligro, no identifican las acciones de la prospección o no entienden la presencia de gente extraña, no saben para qué ni qué pretenden. Les ofrecen mentiras y promesas, los confunden o no se ve a primera vista el interés sobre los minerales, y si lo saben, se ignora el modelo de extracción y sus consecuencias sociombientales, lo que provoca que los dueños de los terrenos fácilmente den ciertos permisos o sean tolerantes a la presencia de los extraños prospectores.

Por tanto, las concesiones para explorar y/o explotar, son una parte del problema y de los intereses creados. Muchas concesiones dejan de ser vigentes por diversas causas como incumplimientos administrativos, pero que se pueden reactivar en otros momentos. Así, muchos supondrán que no hay peligro si no hay concesiones otorgadas sobre su territorio, o porque la concesión ya desapareció de la lista, pero sí hay minerales explotables tarde o temprano. Y todas estas posturas son un peligro que facilitarán la imposición del proyecto minero.

De este modo, independientemente de si existen concesiones o no; o si éstas están vigentes  o no, la clave está en generar consciencia e información colectiva y comunitaria sobre los bienes comunes minerales del territorio, hacer consciencia del interés de otros por extraerlos y las repercusiones que tendría. Este es el reto mayor, generar prevención. Por ello insistimos que la concesión no es el único parámetro que marca la existencia de minerales ni la intención de explotarlos Es solo un paso administrativo y legal para poder hacerlo.

Aclarado lo anterior, haremos una descripción de las concesiones mineras otorgadas en Chiapas y que estarán vigentes a partir de enero de 2015 más las que se sumen a lo largo del año. Sin embargo, hay otras muchas hectáreas que están esperando ser concesionadas ya que hay muchos minerales por todo el estado; también existen concesiones suspendidas, dormidas, y otras vigentes que no significa que se estén explotando en el momento, ya que para hacerlo se requiere la licencia social, el acuerdo de los dueños del suelo (ejidatarios, comuneros o privados) para que al empresa pase a extraer lo concesionado en el subsuelo como ya lo hemos mencionado. Para ello es necesario que el Presidente Municipal otorgue el permiso para que la empresa solicite el cambio de uso de suelo. Y estos son los intentos que hacen al llegar a las asambleas ejidales o comunales para convencerlos de los proyectos mineros.

La estrategia del Movimiento Mesoamericano contra el Modelo Extractivo Minero (M4) de decretar territorios libres de la extracción minera, e impulsada en México por la Red Mexicana de Afectados por la Minería (Rema) en el país, se ha ido extendiendo y contagiando en muchos territorios. En diciembre de 2013 y luego ratificado en otra movilización del 2014 en Tapachula, Chiapas,  alrededor de 60 comunidades, organizaciones, ejidos y bienes comunales decretaron sus territorios libres de minería. En el mes de diciembre de 2014 los mineros chinos de la empresa Honour Up Trading S.A. de C.V., intentaron dividir al ejido El Triunfo en el municipio de Escuintla con el fin de que aprobara el proyecto minero La Joya para extraer fierro y toda sustancia posible que encuentren, cuando en ese año ya habían decretado en asamblea ejidal que sus territorios estarían libres de proyectos mineros. En el municipio de Chicomuselo varias comunidades se han decretado libres de minería. Y así en los estados de Guerrero, Colima, Chihuahua, Puebla, Oaxaca, la lucha por decretar territorios libres de minería se va extendiendo a la par de la estrategia del gobierno federal de romper con esta dinámica por medio de la Reforma Energética, para impedir que los dueños sean autónomos en sus decisiones sobre el uso que le darán al suelo de sus territorios.

(mapas, tablas de conceciones…)

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EL ESCARAMUJO 48: Cañón del Sumidero: el pueblo de Ribera Cahuaré enfermo a causa de la mina Cales y Morteros

 

Marie-Pia Riueblanc
Otros Mundos AC/REMA
15 de julio de 2014

 

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Tras escuchar las historias de unos treinta habitantes de Ribera Cahuaré (Chiapa de Corzo, Chiapas), alertamos sobre los graves daños a la salud provocados por el humo y el polvo que emite la mina Cales y Morteros de Grijalva S.A. de C.V. en esta localidad, ubicada en la entrada del Cañón del Sumidero. Recordamos que según un recién estudio de la Secretaria de Salud del Estado de Chiapas, “la primera causa de morbilidad” en Cahuaré “se observó en patologías asociadas a Infecciones Respiratorias Agudas” (IRA). Por ello el Movimiento Ciudadano “Salvemos el Cañón del Sumidero” exigimos el cierre definitivo de las actividades de la calera.

Asma, herpes en la garganta, rinitis alérgica o manchas en la piel: los pobladores de Ribera Cahuaré llevan en sus cuerpos las pruebas de la contaminación provocada por la mina calera instalada en la entrada del Cañón del Sumidero desde 1963. Entre mayo y junio de 2014, Otros Mundos A.C., recabamos los testimonios de este poblado que cuenta aproximadamente 700 habitantes según la Secretaria de Salud. Recogimos los testimonios en hogares, reconstituyendo las historias de 27 personas que tienen un punto en común: están enfermas a causa del humo y del polvo emitidos por la minera Cales y Morteros de Grijalva SA de CV.

Humo blanco y polvo gris

Nuestros interlocutores tosen mientras nos cuentan sus historias y nos enseñan los medicamentos que les recetaron sus médicos. Nosotros también, al caminar en Cahuaré, donde se encuentra el embarcadero para recorrer el Cañón en lancha sobre el río Grijalva, empezamos a toser y a frotar nuestros ojos irritados. Vemos un humo blanco salir constantemente de la viejísima chimenea de la planta que domina el poblado y funciona 24 horas al día, 365 días al año a pesar de su  obsolescencia. Un polvo del mismo color cubre las plantas de los jardines y la superficie del agua de los tanques. Es el color de la cal.

También podemos ver un polvo gris ensuciar las puertas de entrada de las casas y los muebles dentro de los cuartos, las salas y las cocinas. Es el color del petcoke, un subproducto del petróleo que sirve de combustible para la minera. Contiene azufre y sustancias químicas potencialmente cancerígenos.

Niños asmáticos

“Desde que (mi hijo) nació, el doctor me dijo que nos teníamos que ir de donde vivíamos porqué él tenía problemas en las vías respiratorias a causa del polvo o del humo” emitidos por la calera, nos explica Carmen, una habitante de Cahuaré de 29 años. Su hijo, Manuel Antonio, empezó a sufrir de asma desde sus primeros días de vida. Hoy tiene cuatro años y su estado no se ha mejorado. Tiene que ver al pediatra cada mes y tomar diariamente medicinas contra su asma, su alergia al polvo y su bronquitis crónica: Montelukast, Salbutamol, Eritomicina… un cóctel que ningún niño de su edad debería ser obligado de tomar.

Israel, un niño de 12 años quien vive a 400 metros de la mina, sufre de asma también, desde hace 7 años. Una enfermedad que le impide ir a la escuela “cada dos, tres meses” durante “dos días”,  según su madre Elvira. “Le platiqué (al doctor) de qué estaba la fabrica de Cales y Morteros acá y me dijo que directamente le afectaba”, asegura ella. El médico añadió que para que Israel se componga, no debían ”vivir en este ambiente”, recuerda Elvira, lamentando que no pueda “vivir en otro lugar por el momento” y reclamando más bien “que se salga la empresa” Cales y Morteros.

Adultos alérgicos

Los adultos no se salvan. Irma, una señora de 35 años nativa de Cahuaré, vive a 50 metros de la mina y sus pulmones no lo soportan. Cuenta que a los 17 años, el doctor le diagnosticó “una rinitis alérgica debida al polvo”. Su enfermedad desapareció hace cinco años cuando se fue a vivir a Chiapa de Corzo, y resurgió justo cuando regresó, en enero de este año, obligándola de nuevo a tomar Salbutamol cada noche y impidiéndole cumplir con tareas cotidianas como limpiar su casa por ejemplo. “La solución sería que la fábrica la sacaran de acá, ya que no nos dañara más el aparato respiratorio”, piensa Irma, quien no para de carraspear durante toda la entrevista.

Los pulmones de Ismael, un hombre de 50 años quien siempre ha vivido en Cahuaré, tampoco se acostumbraron a la contaminación provocada por la calera. Él padece de una tos crónica desde hace 10 años, diagnosticada como una reacción alérgica al polvo. “O se va la empresa, o nos vamos nosotros”, analiza su esposa Laura.

Concepción, una nativa de Cahuaré de 45 años quien tiene un herpes en la garganta desde hace 3 años, sabe también que nunca se podrá componer viviendo cerca de la minera. El doctor le dijo que era debido “al polvo” que emite la calera, ubicada a solo 6 kilómetros de su hogar. El polvo tóxico penetra “dentro de la casa, en el jardín, en el patio”, describe Concepción, precisando que “anteriormente (su) patio era blanco y ahora es negro”.

40% de la población enferma, de ellas 25.9% sufriendo de las vías respiratorias

Estas historias colectadas por Otros Mundos A.C. no son anecdóticas. En octubre de 2013, la Secretaria de Salud del Estado de Chiapas realizó un estudio epidemiológico sobre 740 personas en la localidad de Ribera Cahuaré y en la localidad de Ribera Santa Cruz, en el marco de la realización de “un expediente relativo a las afectaciones que provoca la empresa Cales y Morteros”, precisa el documento oficial. Ribera Cahuaré fue elegido para el estudio por su “vecindad a las instalaciones de la empresa, considerada como el factor causal de afectaciones a la salud”.

“Un 40% (296) de los habitantes refirió padecer alguna enfermedad, de ellas el 25.9% (192) de los pacientes presentaron comorbilidad a infección respiratoria aguda (IRA)”, indica el estudio. “La primera causa de morbilidad” en Cahuaré “se observó en patologías asociadas a Infecciones Respiratorias Agudas” (IRA), resume la Secretaria de Salud. Las características de esta patologías son el “escurrimiento nasal y el ardor de garganta” (42.7% respectivamente), el “ardor de ojos y el dolor de ojos” (26.5% respectivamente), el “estornudo” (23.4%), el “dolor de cabeza” (21,8%) y la “tos” (19.7%).

La Secretaria de Salud relaciona las enfermedades a la cal

Este estudio no fue la primera alerta emitida por la Secretaria de Salud del Estado de Chiapas. En mayo de 2011, la institución realizó un diagnostico de la situación de salud en Cahuaré  a solicitud expresa de los habitantes y observó que “los problemas de salud más frecuentes son afecciones de las vías respiratorias y de la piel, lo cual se asocia con la expansión de cal de la fábrica que se encuentra en la localidad”.

En este momento, las afecciones respiratorias representaban 47% de las consultas médicas (143 casos). Las afecciones respiratorias registradas eran la rinitis alérgica, que representaba 25.5% de las consultas (78 personas), las infecciones respiratorias agudas (20.6%, 63 personas) y la asma bronquial (0.7%, 2 casos).

“La cal esparcida en el ambiente es un factor importante en el desarrollo de las enfermedades respiratorias”, subraya el documento, concluyendo que “la asociación de este factor sumada a la casuística de las enfermedades nos hace pensar que el origen de estas enfermedades está directamente relacionado”.

La observación más preocupante del estudio fue que el grupo de edad más afectado en ese momento era “el de 5 a 9 años, seguido del grupo de 10 a 14, es decir los niños se encuentran más enfermos que el resto de la población.

Las alertas y el silencio

Sin embargo, tres años después de la publicación de esta alarma, la mina Cales y Morteros sigue soplando su humo blanco día y noche sobre los hogares de los habitantes de Cahuaré, dañando sus vías respiratorias y violando sus derechos a la salud y a un medio ambiente sano.

A la fecha, ninguna de las denuncias emitidas por el Movimiento Ciudadano “Salvemos el Cañón del Sumidero” desde su creación en 2002 ha logrado poner un fin a las operaciones de la mina, reflejando la complicidad de las autoridades con los dueños de la empresa Cales y Morteros quienes ni siquiera tienen el permiso legal de explotar en esta zona que fue clasificada área natural protegida en 1980.

Por ello, nos solidarizamos con el pueblo de Cahuaré, el Comité Pro-Mejoras Ribera Cahuaré y el Movimiento Ciudadano “Salvemos el Cañon del Sumidero”, exigiendo el cierre definitivo de las actividades de la calera.

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EL ESCARAMUJO 47: LA CUENCA DEL USUMACINTA, CUNA DE LA RESISTENCIA MESOAMERICANA ORGANIZADA CONTRA LAS REPRESAS

Gustavo Castro Soto
Otros Mundos AC/MAPDER
14 de mayo de 2014

 

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El Contexto

El Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) signado en 1993 implicó para el gobierno mexicano la imposición de nuevos cambios constitucionales que garantizaran las inversiones y los compromisos contraídos en dicho tratado. Así, previo a la firma del TLCAN, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari se modifican la ley de aguas, la ley minera, la ley agraria, entre otras. Ahora, en el marco del Tratado TransPacífico (TTP) cuyo proceso de negociación inició en el 2006 y con la adhesión de México en 2012, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto impulsa otro nuevo marco legal necesario para adecuar al país a este nuevo tratado todavía más ambicioso. De ahí la urgencia de modificar la ley laboral, energética, agraria, de aguas, minera, educativa, de hacienda, entre otras, para adaptar las estructuras del país a los intereses de las grandes corporaciones y sus inversiones (CASTRO: 2013a).

En medio de ambos grandes tratados, otros muchos se firmaron entre México y con diversos países de América Latina, Europa y Asia. Sin embargo, un punto nodal necesario para el éxito de la implementación y garantía de las actividades extractivas, es la construcción de la infraestructura que viabilice el arribo de las inversiones donde la comunicación y la energía fueron los pilares que rigieron las inversiones en el país con el Plan Puebla Panamá (PPP) partir del año 2000, hoy Plan Mesoamérica.

Así, las represas, como fuente que dotara de agua y energía a una región que vería arribar todo tipo de inversiones extractivistas, se convirtió en una de las infraestructuras más proyectados no sólo por el gobierno mexicano, sino por todos los gobiernos de mesoamericana con cientos de represas amenazando los territorios indígenas (CASTRO: 2010). La irrigación para el gran agro negocio, la generación de energía para la construcción de nuevos puertos y regiones industriales, agua y energía para las zonas turísticas, agua para los gigantescos proyectos mineros, entre otros.
(…)

LOS P.H. SOBRE EL USUMACINTA

Los proyectos hidroeléctricos sobre el Río Usumacinta se remontan al año 1966 cuando la CFE inició los estudios geológicos, hidrológicos y topográficos para definir el Proyecto Boca del Cerro en el estado de Tabasco, y otras cuatro represas más sobre los territorios de Chiapas y Guatemala. Hasta 1990 se realiza un diagnóstico socio ambiental y arqueológico. A partir de los primeros estudios se han iniciado diversos intentos para su construcción pero por diversas causas han fracasado. La CFE ha modificado en varias ocasiones las especificidades del sistema de represas. El acceso a la información no ha sido siempre fácil y los gobiernos tanto de Guatemala como de México han incluso negado la existencia de estos proyectos ante las reacciones en contra por parte de diversos actores que van desde arqueólogos nacionales y extranjeros, ecologistas, comunidades indígenas, organizaciones sociales, entre otros.

(…)

EL DESARROLLO DE LA RESISTENCIA.

Las primeras reacciones públicas se dieron en marzo de 1987 cuando el Grupo de los Cien denunció el proyecto de construir presas sobre el río Usumacinta que, según ellos, inundaría 700 Km cuadrados afectando los últimos reductos de selva, inundando el pasado cultural maya y con ellas las posibilidades de sobrevivencia de sus pueblos. El Grupo de los Cien pidió a los presidentes de México y Guatemala cancelar estos proyectos a lo que el mandatario guatemalteco, Vinicio Cerezo Arévalo, respondió que su intención era “trabajar para conservar tanto la fauna como la cultura” del área: “Creo sinceramente que dicho patrimonio pertenece a la humanidad y de que debemos preservarlo.” En primera plana, el New York Time publicó en su editorial “Don’t Flood the Maya Vatican” haciendo alusión a las murales de Bonampack.

En mayo de 1989, a solicitud del gobierno de Guatemala, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (SEDUE) suspendió el plan hidroeléctrico del Usumacinta. Prácticamente durante toda la década de los 90’s, durante el alzamiento zapatista, estos proyectos quedaron en impasse hasta que la pesadilla volvió a regresar a inicios del nuevo milenio.

(…)

En el 2010 la CFE edita otro documento donde hace mención de los Proyectos Hidroeléctricos sobre el Río Usumacinta, modifica algunas especificaciones y menciona confusamente otro proyecto más: Yaxchilán, Isla El Cayo, El Porvenir, La Línea, Frontera y Tenosique (antes Boca del Cerro) (CFE: 2010). Este documento vuelve a alertar al movimiento social contra las represas que se mantenía en un impasse en su resistencia en los últimos años.

El 27 de febrero del 2010, el entonces presidente Felipe Calderón envió al Congreso de la República la Estrategia Nacional de Energía (ENE) que contenía tres ejes: Seguridad Energética, Eficiencia Económica y Sustentabilidad Ambiental. En la Línea de Acción 5.2 (Diversificar las fuentes de energía, incrementando la participación de tecnologías limpias) planteó la meta para que en el 2024 la generación de electricidad proviniera hasta en un 35% de “tecnologías limpias” (28 700 MW). Por ello, el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) contemplaba construir las presas hidroeléctricas de Copainalá (225 MW) y Acala (135 MW) en Chiapas, y las que ahora enfrentan una fuerte resistencia del Movimiento Mexicano de Afectados por las Represas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) como son Paso de la Reina en Oaxaca (510 MW), Tenosique en la Cuenca del Usumacinta en el estado de Tabasco (420 MW), La Parota en Guerrero (900 MW) y Las Cruces en Nayarit (475 MW). Todos estos proyectos incrementarían un total de total 2665 MW a la capacidad instalada en el país. Si embargo, para cumplir con la meta implicaría incrementar 14755 MW con energías limpias que equivalen a construir los 60 proyectos que están identificados con estudios avanzados, entre los que están incluidas las represas en los ríos de la Cuenca Grijalva-Usumacinta que podrían incrementar 2000 MW y 7823 GWh al Sistema Eléctrico Nacional.

En el marco de este contexto, se plantea nuevamente modificar nuevamente la ley de aguas en el país, ya que es el recurso fundamental para toda actividad extractiva que ha vuelto finito este bien común, como lo confirma la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en el sentido que el 94% de las aguas dulces en México está contaminado. Y por si fuera poco, casi todas las principales cuencas han sido represadas a excepción del Río Usumacinta.

Contradictoriamente, la Auditoría Superior de la Federación (ASF), ya desde el 2008, concluía que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) sólo había operado el 45.5% de la capacidad instalada en México (ASF: 2008). Una de las razones ha sido la apertura para la generación de energía en manos privadas, lo que disminuyó la demanda de energía a la CFE. Pese a ello, la CFE anuncia ese mismo año la construcción de las presas sobre el Río Usumacinta (CFE: 2008a, 2010 y S/F).

El MAPDER Chiapas contacta a las organizaciones de resistencia en Tabasco y los invitan a participar en el MAPDER. Con ellos se analiza la necesidad de reactivar la resistencia contra el proyecto Boca de Cerro y se reactivan las relaciones con el Frente Petenero contra las Represas. Un año después, en el 2011 el Movimiento Mexicano de Afectados por las Represas y en Defensa de los Ríos (MAPDER) Chiapas se propone para ser sede del VIII Encuentro Nacional del MAPDER en el municipio de Huitiupán donde suenan nuevamente los intentos de la construcción de la represa Itzantún, detenida décadas atrás por la resistencia indígena (MAPDER: 2011). Desde entonces se desplegaron diversos encuentros y talleres para analizar las causas de las inundaciones de Tabasco y del Río Usumacinta. Pero para enfrentar esta nueva gran batalla, el MAPDER Chiapas propone conformar una Alianza Binacional para decretar la Cuenca del Usumacinta libre de Represas. Sucesivos encuentros se dan durante 20011, 2012 y 2013 en Chiapas, Tabasco y Guatemala para fortalecer esta Alianza Binacional con la participación de organizaciones sociales, indígenas y campesinas que culmina con la propuesta de ser nuevamente anfitriones del V Encuentro Latinoamericano de la REDLAR en la comunidad de Retalteco, Petén, Guatemala, en el mes de octubre de 2013. De este modo, doce años después se regresa al mismo punto de partida que le dio origen a la resistencia regional. Así, luego de doce años, el ciclo se cierra e inicia una nueva etapa en la resistencia. El movimiento empieza nuevamente a tocar los tambores para el llamado a la rearticulación de la resistencia y enfrentar otra batalla más por mantener a la Cuenca libre de represas. En Retalteco se vuelven a aglutinar las resistencias latinoamericanas con la presencia de 537 delegados y delegadas de 14 países y con varias giras previas en los territorios de Guatemala donde los delegados y delegadas fueron compartiendo la solidaridad las diversas resistencias nacionales (REDLAR: 2013).

ALGUNAS CONCLUSIONES

Desde la perspectiva social, las organizaciones indígenas, campesinas, sociales y de derechos humanos se movilizan para evitar el despojo de sus tierras y territorios, del agua y de los bienes comunes naturales. La resistencia del movimiento social también se ha fortalecido y ha logrado contra argumentar el supuesto “desarrollo” que han aportado estos proyectos y los saldos sociales y ambientales que acarrearon. Por ello, no sólo en Chiapas sino en todo México y América Latina, la estrategia impulsada por la banca multilateral, gobiernos y capital transnacional, ha dado un giro en dos vertientes: la construcción de parques eólicos para al autoabastecimiento de energía de las empresas, y la construcción de supuestas “pequeñas” hidroeléctricas, ambos en manos privadas e insertadas en el mercado de carbono como Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL) en el marco del Protocolo de Kyoto y los compromisos contraídos en él, con el fin de compensar las exigencias de reducción de emisiones por parte de los países que mayormente aportan con gases efecto invernadero al planeta.

La Cuenca del Usumacinta es una región geoestratégica de gran importancia extractiva para muchos intereses corporativos. Su desarrollo histórico siempre ha sido fuente de conflictos políticos, ambientales, sociales y económicos. Para el Estado mexicano y guatemalteco, pero también para las grandes corporaciones, representa un enorme reto imponer al fin sus intereses. Y aunque en el caso de los proyectos hidroeléctricos no son viables desde el punto de vista técnico, ambiental, climático, arqueológico, cultural ni social, el gobierno mexicano sigue empecinado en volver a intentar su construcción. Sin embargo, no cabe duda que la Cuenca del Usumacinta ha sido la cuna de la resistencia mesoamericana organizada contra las represas que ha logrado mantenerla libre de represas. Su proceso ha sido largo a base de movilizaciones, resistencias y toma de conciencia sobre los impactos sociales, económicos y ambientales que provocan las represas, pasando de la lucha de resistencia al desmantelamiento de represas, de la necesidad de las alternativas locales a los cambios necesarios en la matriz energética y recientemente por el nuevo paradigma de energía.

El movimiento mesoamericano avanzó y maduró paso a paso. Se politizó rápidamente logrando altos niveles de investigación, análisis, convocatoria y movilización. Identificó inmediatamente las corporaciones transnacionales de energía. Logró articular desde un principio las alianzas locales con las nacionales, mesoamericanas y latinoamericanas, incluso con un análisis estructural en el marco de los tratados de libre comercio y otros procesos de integración económica. Se articuló también con la Semana por la Diversidad Biológica y Cultural y se planteó una lucha global y antisistémica (CASTRO: 2003 y 2007). El movimiento social logró contextualizar la lucha en el marco de los intereses del gran capital con el apoyo de la banca multilateral. Muy pronto se dio cuenta de las consecuencias de la extracción y el despojo de los territorios de los pueblos indígenas. La resistencia logró tocar el aspecto clave para el capitalismo, las inversiones y la acumulación del capital: el agua y la energía.

La resistencia ha sido exitosa debido a diversos aspectos. Por un lado, la región mesoamericana contaba con una fuerte vinculación previa entre sus movimientos y organizaciones por varios frentes de lucha como la resistencia contra el Plan Puebla Panamá, contra el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), por los encuentros regionales de los pueblos indígenas, por encuentros en defensa de la biodiversidad, encuentros contra la militarización, por la conformación previa de la Convergencia de los Pueblos de las Américas (COMPA); por las luchas de solidaridad entre los países en sus procesos revolucionarios, entre otros muchos. También existían procesos de vinculación entre movimientos sociales, indígenas y campesinos con ONGs, sectores académicos, periodistas, entre otros sectores. Por ello la articulación de la lucha contra las represas se da con mayor facilidad. El movimiento también coordinó 6 ejes estratégicos de acción: la información y difusión, movilización, educación y capacitación, organización, acciones legales y cabildeo con congresos. Fue incorporando nuevos elementos y temáticas a lo largo de los años de resistencia: desmantelamiento de represas, matriz energética, privatización del agua y la energía, cambio climático, entre otras.

Actualmente la resistencia inicia su reactivación bajo otra modalidad convocando a la Alianza Binacional con el fin de decretar la Cuenca del Usumacinta libre de represas. Del lado mexicano las organizaciones indígenas, campesinas y ONGs de los estados de Chiapas y Tabasco; y del lado de Guatemala sus contrapartes de los departamentos de Huehuetenango, Alta y Baja Verapaz y el Petén. Estos son los que se proponen para llevar a cabo el V Encuentro de la Redlar en octubre de 2013 con el fin de visibilizar nuevamente la problemática y lograr vínculos de solidaridad.

LEER COMPLETO: EL ESCARAMUJO 47: LA CUENCA DEL USUMACINTA, CUNA DE LA RESISTENCIA MESOAMERICANA ORGANIZADA CONTRA LAS REPRESAS (15 págs. -PDF 246Kb)

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EL ESCARAMUJO 46: LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Séptima y Última Parte)

EL ESCARAMUJO año 7 Número 46

LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Séptima y Última  Parte)

Marco Von Borstel
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
10 de Octubre de 2013, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

LEER COMPLETO: EL ESCARAMUJO 46: La Guerra de Baja Intensidad contra las comunidades en resistencia contra la represa El Zapotillo (VII y Última) (8 págs. PDF – 432Kb)

9- CONCLUSIONES

La GBI utiliza esencialmente el miedo y la violencia en sus diversas formas, dimensiones y niveles para cumplir los objetivos que se plantean los estados y corporaciones que manejan las estrategias de intervención actual en el continente. Dicha doctrina a permeado a las diversas esferas de poder de nuestros países, adaptándose y tomando múltiples manifestaciones, que se expresan en la manera de encarar los conflictos por parte de la autoridad, lo que sucede de forma diferenciada con cada lucha social o movimiento popular, pero con una lógica similar. Hoy en día esta doctrina extiende sus alcances hasta la normalización en la percepción social de la violencia, que se dio en Colombia tras la intervención de los EEUU y se está dando en México con la guerra contra el crimen organizado y en toda la región con la expansión de las leyes antiterroristas. La GBI nos convierte en objetivos de violencia psicológica a todos y todas, de forma permanente, sus mecanismos ya son parte del sistema impuesto por la misma estructura del capitalismo y tiene bases enraizadas en la sociedad y la cultura hegemónica. Su perspectiva de origen, es de carácter militar y su doctrina, transformada a través de los años, influencia las estructuras de poder político, militar y policial, así como a los medios de comunicación, los programas de desarrollo, la construcción de infraestructura, los programas educativos y la relación social entre los individuos y grupos.

Creemos que tras la investigación realizada, es evidente que existe una relación intrínseca entre la doctrina de Guerra de Baja Intensidad y las tácticas implementas por la autoridad en el caso de la presa El Zapotillo. Es clara la relación del proyecto de esta presa, con los planes regionales y locales de las corporaciones, dentro de la lógica geopolítica. Otra constatación, es que la forma de actuar de las autoridades no varía mucho en comparación con otras luchas socio ambientales o de ecologismo popular que se están dando en América Latina y el mundo, las diferencias radican en las instrumentaciones concretas y la intensidad de la violencia por contextos y coyunturas particulares, pero en sí, existen muchas manifestaciones de similitud en las tácticas implementadas. Esto lo atribuimos a la externalización que hicieron los EEUU, a través del entrenamiento de cuadros políticos y militares de nuestros países, el envío de la Fuerzas de Operaciones Especiales, a los lugares de conflicto y por lo tanto a la internalización, paulatina, durante los últimos 30 años, de la doctrina GBI en las diferentes instancias de toma de decisión pública y fuerzas de seguridad del estado.

Es importante hacer notar que el momento coyuntural que vive el país y el contexto de guerra contra el crimen organizado, que aunque aún no ha habido relaciones muy directas con la lucha, en los municipios de alrededor de la comunidad ha habido muchos casos de asesinatos, incautación de laboratorios y enfrentamientos entre grupos armados, por lo que aumenta la vulnerabilidad de los miembros del movimiento. Se debe tomar en cuenta el creciente nivel de violencia y su expansión por todo el territorio nacional, aunado al proceso electoral que se vivirá en 2012, para los análisis y las líneas de acción, porque como se vio, el tema del fuego cruzado u otros trucos son el marco ideal utilizados para acabar con personas que amenacen los intereses del estado y se diluya entre tatos casos la presión por un acto de esa naturaleza.

Podemos constatar que los objetivos iniciales de esta investigación fueron demasiado ambiciosos y no fue posible sistematizar minuciosamente y de
forma participativa, con la metodología propuesta, la relación entre los hechos de hostigamiento y las acciones de lucha, debido a condiciones
propias del movimiento y la distancia que tomé del proceso local, pero esperemos que las reflexiones vertidas en esta investigación y los
datos puedan ser de utilidad para el movimiento de Temacapulín y demás procesos de defensa del territorio con los que se compartirá el documento. A su vez se hará una devolución a la comunidad de la información y conclusiones para debatirlo conjuntamente y se entregarán copia de todos los archivos y textos recopilados durante este proceso, para que pueda servirles de insumos para la generación de estrategias de contención y acción.

Uno de los aprendizajes primordiales de esta investigación, es tener mayor claridad en la necesidad de que los procesos organizativos en defensa del territorio tenemos que generar espacios de análisis y formación, al respecto de las tácticas implementadas por la autoridad, tomando en cuenta el principio de ofensiva, calculando escenarios y generando mecanismos de blindaje, disuasión y prevención, que puedan minimizar y prevenir algunos de los efectos de las tácticas de GBI. Algunos de los aspectos a considerar para esta estrategia de contención, que son tomados de la `propia experiencia de Temaca y otras experiencias serían considerar elementos de: Organización, articulación, estrategia de comunicación e incidencia en la opinión pública, relevo de protagonismos y vocerías, colectivización de información y liderazgos, creatividad, unidad, puesta en marcha de protocolos de seguridad, contención psicológica y psicosocial, formación, mecanismos de observadores de derechos humanos, comunicación, documentación y denuncia de actos de hostigamiento.

A continuación sugerimos algunos temas que sería interesante profundizar y complementarían y darían más soporte al presente documento, tomando en cuenta que cada arista que se tocó en este artículo podría detallar y ejemplificar con mucha mayor precisión, como los ejemplos históricos de tácticas concretas y la esquematización de matices y estrategias implementadas en circunstancias similares.
– Forma contemporánea de la acumulación primitiva de capital
– Plan Mesoamérica, militarización y políticas públicas
– Represas, represión y estrategias de contención
– Hegemonía y hegemonía cultural
– Tipos de violencia. Violencia estructural, simbólica, cultural y sistémica
– Guerra y estrategias
– Operaciones psicológicas
– Interrelación entre GBI y programas de la CIA y FBI
– La doctrina GBI y su implementación en programas militares y civiles en nuestros países
– Leyes anti-terroristas y de seguridad nacional
– Consecuencias psicosociales de conflicto y amenazas
– Formas de blindaje para movimientos sociales
– Luchas por agua y ecologismo popular

Para terminar compartimos una reflexión de Pedro Oliver Olmo, en la cual nos plantea que los actos represivos de la autoridad, pueden serles contraproducentes:
La represión, que evidentemente se sufre, también puede convertirse en una oportunidad política, bien de forma totalmente inesperada, bien de forma conscientemente provocada. Nadie puede negar que la represión que ejerce el Estado produce daño y que la violencia institucional intenta y no pocas veces consigue por la fuerza impedir el desarrollo de la protesta. Pero ese empeño represivo no garantiza el triunfo de la respuesta estatal. De hecho, cualquiera podría poner ejemplos de actuaciones represivas que acabaron siendo contraproducentes para el poder político, a veces, incluso porque la propia represión desencadenó movilizaciones espontáneas que rápidamente aprovecharon el conocimiento convencional que pudieran tener del repertorio de protesta propio de los movimientos sociales…

Tomando en cuenta esto, creemos que el hecho de intentar entender con más precisión, como ejerce la autoridad la represión, sus metodologías, formas y tácticas y hacerlas evidentes, es parte fundamental del intento de que tengan un costo significativo para aquellos responsables y aunque muchas veces, no se pueda evitar ser objeto de actos violentos de la autoridad, pueda usarse como un efecto disuasivo. Es una propuesta para buscar revertir en cierta medida la violencia cultural, a través de transparentar sus formas de actuar. Es fundamental seguir investigando acerca del tema general de la violencia hegemónica y la GBI y en concreto de las luchas, como el caso de la que se está dando contra la presa el Zapotillo, con el fin de tener más elementos para desenmascarar y enfrentar dichos actos de dominación.

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EL ESCARAMUJO 45: LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Sexta Parte)

EL ESCARAMUJO año 7 Número 45

LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Sexta Parte)

Marco Von Borstel
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
5 de Octubre de 2013, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

LEER COMPLETO: EL ESCARAMUJO 45: La Guerra de Baja Intensidad contra las comunidades en resistencia contra la represa El Zapotillo (VI)  (17 págs. PDF – 737Kb)

8- Formas de represión y hostigamiento A TEMACA

8.1. Correlación de acciones de resistencia y hechos represivos
A continuación presentamos una síntesis cronológica de eventos y acciones correlacionando la resistencia con los actos represivos, elaborada para este artículo con base en los diversos documentos y notas de prensa del archivo del movimiento. En el centro del cronograma, están los hechos concretos relacionados con el conflicto de la presa, del lado izquierdo, las acciones de resistencia de las comunidades y sus aliados y del lado derecho, las acciones que se consideran como hostiles por parte de la autoridad.

Esto no enumera todos los hechos y acciones, pero pretende dar un semblante de dimensión temporal de la lucha y hacer un comparativo con los actos de represión, para tener más elementos para el análisis y comparación de estos con las tácticas propias de la doctrina GBI.

Para distinguir en el cuadro cronológico el tipo de hostigamiento, se utilizaron las siguientes categorías, usando las referencias de color en la columna de represión, de manera que pudiera verse la forma, periodicidad y niveles que toma el hostigamiento a través del tiempo. Las categorías son las siguientes:
-Amenazas y actos directos
-Medios y declaraciones
-Presión hacia Padre Gabriel
-Acciones concretas de autoridades
-Confrontación o presencia policiaca
(…)

La gráfica nos muestra como se concentran las acciones represivas en frecuencia a partir de marzo del 2009 con la amenaza al periodista y cronista Miguel Ángel Casillas, intensificándose justamente un año después con las amenazas a miembros del Comité, defensor de derechos humanos y a la periodista. Desde la perspectiva subjetiva de quienes participamos en el movimiento se dio un punto de inflexión, el contexto de lucha cambió, pues el hecho de que personas trasgredieran la comunidad de Temacapulín y en su seno confrontaran con amenazas directas, referenciado el proyecto de la presa, rompió el esquema de tranquilidad con el que si vivía medianamente en el pueblo y puso a prueba a la estructura organizativa del movimiento, teniendo que adoptar medidas de blindaje y protección y reformulando muchas estrategias y formas de lucha, ante la inminencia de una embestida gubernamental.

Es digno de notarse, que las amenazas llegaron después de que se dio a conocer la recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Jalisco, 35/2009, la cual estuvo encerrada en la gaveta del presidente de la comisión durante tres meses en lo que iniciaban las obras y se terminaban los detalles de la adjudicación. A su vez después de la amplia cobertura mediática y solidaridad generada a nivel estatal. En cuanto a la recomendación, cuando se dio a conocer la CONAGUA declaró: “No vamos a aceptar esta recomendación. No tenemos ningún motivo para parar. Habría que ver qué se está pidiendo, porque ya hemos platicado mucho con la gente de las tres poblaciones (Temacapulín, Acasico y Palmarejo), dijo Raúl Antonio Iglesias Benítez…”. En esta recomendación se enlistan diversos derechos violados a la población y se recomienda la suspensión de la obra y la realización de una consulta en las comunidades afectadas para saber si la aceptan o no. En esta se incluye la recomendación de protección a la población y los defensores de derechos humanos que acompañan el movimiento, ante los actos de hostigamiento, ya registrados por dicha comisión.

La embestida gubernamental llegó a través de mayor presión, mensajes, chismes, señalamiento mediático, rondines policíacos y más amenazas, con fin de ir mermando la fuerza del movimiento. Pero el movimiento justo, se encontraba en un proceso de fortalecimiento y articulación, con la coyuntura de ser sede Temaca del Tercer encuentro Internacional de Afectados por las Presas, por lo que hubo mucha cobertura mediática y de solidaridad de organizaciones nacionales e internacionales. Esto añadido a la campaña iniciada “Los Ojos del Mundo están Puestos en Temaca”, que recibió cientos de fotografías, videos e imágenes con esta consigna, desde diversos rincones del mundo. Tras el encuentro y pese a las victorias en cuanto a argumentos y visibilización de la irregularidad en la normatividad del proyecto, la comunidad, al ver los avances en la obra, decidió tomar un camino más fuerte que ya comentamos y comenzó a planear las acciones directas en contra de la presa. Esto generó más confrontaciones y la agudización de las tácticas represivas y de GBI implementada por las autoridades. Hasta la fecha está latente el conflicto y pese a que la construcción sigue, la resistencia también, es año electoral y la obra se ha atrasado, la organización tuvo sus reacomodos internos y ha sido cansado para los pobladores la lucha de seis años, pero ahora hay mucho más experiencia y todos los argumentos construidos, la suerte de Temaca está aún por definirse.

Es también notorio en la línea del tiempo cómo la presencia de las fuerzas policíacas en la comunidad, se ha ido incrementando con el tiempo y como de policía municipal, ha ido escalando, hasta la presencia militar en noviembre y diciembre del 2011.

De la misma forma las campañas de comunicación promocionando el proyecto y criminalizando al movimiento han ido escalando en intensidad y frecuencia y es evidente una nueva aceleración a partir de que se rompió el diálogo en junio del 2011.

Otro aspecto a destacar, es la cercanía en tiempo que ha habido entre las diferentes amenazas directas y la presión de la cúpula eclesial contra el Padre Gabriel, uno de los líderes naturales del movimiento, que oriundo de Temaca, ha decidido participar activamente en la resistencia de su pueblo. El involucramiento de él en el movimiento ha sido fundamental para la generación de sinergias y cohesión al interior de la comunidad y la promoción de proyectos de desarrollo local, como la banda de música, el museo comunitario, talleres de carpintería y cantera, eventos deportivos, culturales y muchas iniciativas más. La presión ejercida por la jerarquía católica, en específico por el Cardenal Juan Sandoval Iñiguez, quien en un principio pidió que se buscarán alternativas a la presa:
“…Existe una presa enseguida de Tepatitlán, que nunca la usan; ahí está el agua todo el año, con otras dos presas de ese tamaño podrían solucionar el problema del agua en Guadalajara, pero se empeñan en hacer la del Zapotillo y fastidiar a los de Temacapulín…”, y que por compromisos y relaciones cercanas a las alas ultraconservadoras del Partido de Acción Nacional, ha optado por darle la espalda al pueblo y llegar inclusive a amenazar con penas canónicas al clérigo que legítimamente participa en la resistencia.
(…)

8.2. Amenazas y criminalización del movimiento
Recuerdo la reunión que tuvimos a principios de 2011 en Temacapulín para que alumnos de la Universidad de Furdam entrevistaran al Comité Salvemos Temacapulín, Acasico y Palmarejo, acerca de las violaciones a los derechos humanos cometidas por la autoridad. Al comenzar dicha reunión, el primer entrevistador hizo preguntas muy rápidas y al no recibir una repuesta en la velocidad que esperaba, hizo otras, pero no tuvo respuesta tampoco. Otra de las estudiantes reaccionó y repitió más pausadamente la primera pregunta: ¿Han recibido amenazas por lo de la presa? Y pausadamente, la gente comenzó a contestar, y el diálogo fluyó, las y los participantes expresaron todo lo que las organizaciones que acompañan el proceso sabían y otros elementos muy interesantes, de cómo han vivido la experiencia de resistencia contra la presa el Zapotillo y las acciones represivas de la autoridad.

A la pregunta de las amenazas, Abigail Agredano, complementada con otras miembras del Comité y Don Alfonso Iñíguez, hicieron una reflexión muy interesante y es que amenazados están, desde que conocieron por primera vez el proyecto, desde entonces sienten amenazada su vida, su pueblo y su patrimonio; “todo”, dirían. La amenaza ha sido más fuerte cada vez y si, obviamente ha habido muchos casos de amenazas directas e indirectas a ellos y ellas, y a las personas que acompañan el movimiento, pero la amenaza que se cierne sobre los que viven en el pueblo es permanente y no cesa de día, ni de noche, desde el 2005. Amenazas son, para la comunidad de Temaca, las declaraciones de las autoridades del gobierno, los chismes provocados, las incursiones de la policía en su pueblo tradicionalmente tranquilo, las noticias del avance de la presa, la posibilidad de que en cualquier momento llegue alguna corporación policial o militar a desalojar a la gente de sus casas.

Es evidente que todas las tácticas y procedimientos implementados por el gobierno tienden a generar esa sensación de amenaza, como el no brindar información, actuar con despotismo y soberbia, argumentar que no hay otra solución y que no tiene la comunidad ninguna oportunidad de defenderse del proyecto, porque el gobierno federal ya ha tomado la decisión y es inapelable. Así como la amenaza de cárcel a los participantes en las movilizaciones, el señalamiento público de miembros del movimiento, las amenazas directas, la poca población que vive en la comunidad, los conflictos internos y el desgaste por una lucha de 6 años llena de actividades de resistencia y desarrollo local, colocan a la comunidad en una posición muy vulnerable, pero también la obligan a reacomodar el proceso organizativo, con base en una muy rica experiencia de lucha. Gran parte de la comunidad está firme que no quiere perder su poblado, su territorio, ni su herencia cultural y pese a lo complejo que es entablar una lucha tan desigual contra los tres niveles de gobierno y las empresas, mantenerse unidos en la convicción, cosechar lo ya sembrado, transformar las formas organizativas y buscar nuevas tácticas y estrategias, puede brindar elementos muy constructivos, en la perspectiva de que el conflicto sigue latente y aún tiene posibilidades de detenerse la inundación de Temaca y la presa, más ante el retraso de las obras y las elecciones venideras, este 2012 en el Estado de Jalisco y el país.
(…)

Las tácticas de control de población y recursos, que son las más agresivas, han ido en incremento contra la comunidad, los riesgos para la seguridad de las y los pobladores y acompañantes del movimiento son mayores, por lo que se han tenido que implementar mecanismos de protección y seguridad y hacer rotación de liderazgos, donde yo, el Padre Gabriel y otros y otras de los que fuimos más visibles en algún momento, hemos asumido roles muy diferentes, cambiando nuestra forma de participación y disminuyendo al máximo nuestra aparición en medios de comunicación. Algo que me parece fundamental tiene que ver con la búsqueda que ha habido, de fortalecer el liderazgo colectivo, cambiando las formas organizativas, de vocería y representación.

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EL ESCARAMUJO 44: LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Quinta Parte)

EL ESCARAMUJO año 7 Número 44

LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Quinta Parte)

Marco Von Borstel
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
30 de Septiembre de 2013, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

LEER COMPLETO: EL ESCARAMUJO 44: La Guerra de Baja Intensidad contra las comunidades en resistencia contra la represa El Zapotillo (V)  (13 págs. PDF – 1,7Mb)

6- DESPOJO Y FORMAS DE APROPIACIÓN

6.1. Planes regionales de extracción
Así como las tácticas con las cuales combaten y reprimen los estados y corporaciones, a los movimientos sociales y comunidades en resistencia, también se han transformado, sofisticado y profundizado los procesos de explotación y saqueo de América Latina. El creciente avance de proyectos neoliberales de extracción de recursos naturales y energía de nuestro hemisferio, ha provocado le generación de múltiples conflictos socio-ambientales o de ecologismo popular, que adquieren cada vez mayor fuerza política y conciencia crítica. Estas luchas se han ido articulando y con sus reivindicaciones cuestionan el modelo de desarrollo, la vigencia de los derechos humanos, las políticas públicas, el proceso privatizador y la estructura propia del sistema, por lo que se han convertido en una creciente amenaza para el poder hegemónico y los intereses de las corporaciones trasnacionales y los gobiernos nacionales que sirven a dichos intereses. La forma de apropiación del territorio y de generación de ganancias económicas regresa a la forma primitiva de acumulación de capital, apoderándose directamente de la mano de obra, los recursos estratégicos y los medios de producción, se ejerce una forma de dominación que está rompiendo el equilibrio ecológico y los tejidos sociales en todos los rincones del globo terráqueo.

El capitalismo según Gustavo Casto y Nieves Capote está en su última etapa, que nombran como modelo corporación nación, done el modelo neoliberal sirvió de tránsito para generar las condiciones, donde las mismas empresas sean quienes ahora gestionen a los gobiernos del norte, para someter y extraer todos los bienes comunes y mano de obra barata de nuestros territorios. Durante la etapa del modelo neoliberal se dieron las reformas estructurales en nuestros países tendientes a la privatización de agua, energía, petróleo, territorio y servicios como salud y educación. También se presentó el adelgazamiento en derechos laborales y civiles y endurecimiento en las normas de seguridad y vigilancia a la ciudadanía.

En la actualidad los planes regionales en América Latina incluyen los tratados de libre comercio, que han tenido que ser bilaterales, por la fuerte oposición al ALCA, y el proyecto Mesoamérica, que originalmente se llamaba Plan Puebla Panamá, y que tiene que ver con la apuesta extractivista de las corporaciones, donde proliferan actualmente presas hidroeléctricas de abasto de agua, minería, monocultivos, infraestructura industrial y de comunicación. Dentro de este plan está proyectado el Sistema de Interconexión Eléctrica de América Central SIEPAC, que pretende ser una línea de conexión desde Colombia, hasta los EEUU, facilitando la exportación de energía eléctrica hacia el norte. Este plan va de la mano con el IIRSA, plan de Integración de Infraestructura de Sur América.
(…)

6.2. Represas y represión
Pese a que las represas representan un modelo de desarrollo no sustentable, que está probado que rompen el ciclo hidrológico, causan daños ambientales irreversibles y que sus impactos sociales han sido muy negativos para comunidades indígenas y rurales en todo el globo, estas obras de infraestructura se siguen impulsando en toda la región, no solo para la generación de electricidad y nutrir los sistemas regionales SIEPAC y el IIRSA, sino también para el abasto de agua de ciudades, industrias y agronegocios.

En el mundo las represas han desplazado entre 40 y 80 millones de personas según calculó la Comisión Mundial de Represas10. Esta comisión fue creada por el Banco Mundial para evaluar los impactos de estos proyectos y terminó por demostrar la falta de sustentabilidad de dichas obras, generando directrices para su adecuada implementación.

Estas directrices no son cumplidas, inclusive por los gobiernos participantes en la Comisión, como se demostró en las mesas de diálogo sostuvo la comunidad de Temacapulín, con el gobierno federal11, al presentar la primera, una evaluación desde la perspectiva de las directrices de la CMR, donde las autoridades no habían cumplido ni el 10% de los lineamientos señalados para implementar este tipo de proyectos.
(…)

7- LA PRESA EL ZAPOTILLO Y LA RESISTENCIA

7.1. Contexto de lucha
En este capítulo no pretendemos abordar toda la lucha, sino solo hacer una breve semblanza de la resistencia y sus características, que sirvan par ubicar el contexto de la violencia ejercida por el estado. Primero haremos un breve relato de los últimos 5 años, destacando algunos aspectos importantes y posteriormente daremos algunos datos del proyecto y las comunidades.

La comunidad de Temacapulín que tiene XIV siglos de historia, está ubicada en el Municipio Cañadas de Obregón, parte de la región más conservadora de México, los Altos de Jalisco, y fue sentenciada en el 2005 a desaparecer bajo el agua de una presa llamada El Zapotillo, sin ser informada o consultada. Este proyecto lo impulsan las autoridades federales y estatales que pretenden trasvasar el agua de la cuenca el río Verde a la ciudad de León Guanajuato, privatizando el recurso y beneficiando a agroindustriales y otros empresarios de la región. Desde el anuncio del proyecto y con la firme decisión de la mayoría de los habitantes de las comunidades por defender su territorio, se han desarrollado estrategias con diversas líneas de acción, que han permitido fortalecer la organización comunitaria, dándole gran visibilidad a las problemática y generando gran solidaridad de la sociedad civil en Jalisco y una opinión pública nacional e internacional favorable.

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EL ESCARAMUJO 43: LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Cuarta Parte)

EL ESCARAMUJO año 7 Número 43

LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Cuarta Parte)

Marco Von Borstel
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
26 de Septiembre de 2013, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

LEER COMPLETO: EL ESCARAMUJO 43: La Guerra de Baja Intensidad contra las comunidades en resistencia contra la represa El Zapotillo (IV)  (10 págs. PDF – 1,4Mb)

5- LA GBI EN MÉXICO

5.1. Manifestaciones de las tácticas GBI en México
Es evidente que nuestro país por la vecindad con los EEUU y su riqueza en cuanto a recursos estratégicos, ha sido intervenido de múltiples formas, desde hace bastante tiempo y las políticas públicas, en especial las reformas de los últimos 20 años, están permeadas por la estrategia la doctrina GBI. Como hemos visto la implementación de los programas DDI mencionados en el primer capítulo, son vitales para la estrategia integral y existen muestras concretas en México con:
3- Las campañas asistencialistas de desarrollo como han sido: Solidaridad, Oportunidades, Procampo, Progresa, Procede y otras.
4- El uso de medios masivos para manipular, desinformar o engañar a la opinión pública e imponer la violencia cultural.
5- El impulso del modelo de desarrollo, las privatizaciones, el saqueo de los bienes comunes y la construcción de infraestructura.
6- La criminalización de los movimientos sociales, como la realizada en contra del movimiento de la comunidad de San Salvador Atenco, que logró detener la construcción del aeropuerto internacional en sus tierras, y posteriormente contra el movimiento social oaxaqueño de la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO), que fueron fuertemente reprimidas y que implicó encarcelamiento sin fundamento de líderes, tortura, violaciones y una de las campañas mediáticas más simbólicas y agresivas de los últimos años, desprestigiando y generando un clima de linchamiento contra sus líderes y el movimiento.

A su vez es importante hacer notar que las campañas de salud y las misiones humanitarias en caso de desastres naturales, que implementan las fuerzas armadas desde los ochentas, son parte intrínseca de la estrategia y que tienen como motivación, no solo la recolección de información, sino ganar la aceptación, generando empatía con la población civil, para desarrollar así, vínculos de apoyo para subsiguientes operaciones militares que requieren la aprobación y colaboración de la ciudadanía. Si vemos en retrospectiva este aspecto y que desde el 2006 México se encuentra completamente militarizado, hace suponer de un relacionamiento causal entre lo planeado desde el imperio en los ochenta y lo que sucede en la actualidad en el país.

El uso de programas sociales asistenciales es aún utilizado para dividir movimientos sociales, como lo sucedido recientemente con la Sociedad Civil de las Abejas de Acteal, Chiapas, México, movimiento ejemplar que eligió el camino de la paz desde el levantamiento zapatista en Chiapas en 1994, para reivindicar los derechos indígenas y que pese a su neutralidad en el conflicto armado, fueron objetos de una masacre en 1997, donde asesinaron a más de 40 personas de este movimiento pacífico. Nunca se les ha hecho justicia y los autores intelectuales y materiales siguen impunes. Pese a que es una organización muy consolidada en los municipios de Chenalhó y Pantelhó, a través de presión y ofrecimiento de apoyos asistenciales económicos, con programas del gobierno federal y del estado Chiapas, las autoridades gestaron una división en esta organización, cooptando algunos de sus líderes, que han aceptado los recursos y apoyos provenientes de los perpetradores y encubridores de la masacre de 1997. La organización continúa, pero en muchas ocasiones han tenido que aclarar públicamente las divergencias con el grupo cooptado.
(…)

5.2. Signos de la actual intervención
En el año 2000, se da la aparente alternancia en México y entra el PAN a la presidencia de la República, que ante la expectativa del cambio, por el derrocamiento del enemigo común, que era el régimen del Partido Revolucionario Institucional (PRI), una dictadura partidista, adjetivizada como “perfecta” por algunos analistas y que duró setenta años en el poder, muchos sectores de la población se desmovilizaron y dispersaron. Pero ante el embate de programas que profundizan el estado neoliberal y el arribo de una ola de privatizaciones e inversiones en megaproyectos, los conflictos socio-políticos y socio-ambientales proliferaron en todo el país.

Actualmente la represión que se vive en el país contra todos los sectores no alineados con la estructura del estado y la población en general, la vulnerabilidad de las personas que integran las organizaciones y los diversos movimientos populares, estudiantiles, alter-mundistas, ambientalistas, sindicales y de defensa territorial, así como la elevada cantidad de incidentes contra defensores de derechos humanos y periodistas, pone en evidencia la necesidad de que los movimientos reflexionen más acerca de las estrategias empleadas por el estado en contra de ellos, de forma que se puedan construir alternativas y formas de blindaje.

A partir de finales del sexenio de Fox (2002-2006) y cada vez con más auge, se impulsó la entrada de militares y exmilitares en los mandos medios y superiores de las corporaciones policiales federales, estatales y municipales. El universal publica, el 17 de septiembre del 2011: “En cinco años se incrementó 68% el uso de elementos de las Fuerzas Armadas para realizar labores de seguridad pública, de acuerdo a un estudio del
Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).”

En el 2006 entra Felipe Calderón del PAN a la presidencia, ganando las elecciones por un punto porcentual a Andrés Manuel López Obrador, contrincante de la izquierda institucionalizada del país, a través de un evidente fraude y la campaña más sucia de la historia. Recibe la banda presidencial, como investidura simbólica del poder supremo del estado, por parte de los mandos militares, pero tiene que entrar por la puerta de atrás a la Cámara de Diputados, protegido por los legisladores de su partido y haciendo caso omiso a los reclamos y señalamientos de espurio de la oposición, para tomar posesión constitucional del país. Su mandato en estos 5 años ha sido el más sangriento de la historia y nos ha colocado como país en el lugar más violento del mundo, superando en el número de muertos y en la crueldad de la violencia, a Afganistán e Irak, que tienen intervención militar directa.
(…)

Por último citamos en este capítulo el artículo “Agentes policíacos mexicanos tendrían que realizar trabajo conjunto con estadounidenses“,24 publicado en el diario La Jornada el 8 de agosto del 2011, donde se señala que por información del New York Times, se han desplegado en México “nuevos agentes de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos), civiles del Pentágono, militares retirados y agentes de la DEA (agencia antidrogas)”, y añade “De hecho hasta se está considerando emplear contratistas de seguridad privados, con iniciativas diseñadas para evadir leyes mexicanas que limitan la presencia de fuerzas de seguridad extranjeras en el país…”, lo que deja en evidencia, (entre otros múltiples artículos de la prensa y análisis publicados en los últimos años que hacen referencia al tema), la intervención de facto e injerencia que los EEUU tienen, sobre la estrategia de seguridad pública implementada por el gobierno de Felipe Calderón y por tanto, con el proceso de criminalización y represión de las luchas sociales en México.

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EL ESCARAMUJO 42: LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Tercer Parte)

EL ESCARAMUJO año 7 Número 42

LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Tercer Parte)

Marco Von Borstel
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
23 de Septiembre de 2013, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

LEER COMPLETO: EL ESCARAMUJO 42: La Guerra de Baja Intensidad contra las comunidades en resistencia contra la represa El Zapotillo (III)  (14 págs. PDF – 1,3Mb)

3- VIOLENCIA Y MIEDO COMO TÁCTICAS

3.1. Violencia cultural
En un sentido abstracto podemos hablar del término violencia, como la energía puesta para someter, agredir o imponer para conseguir alguna cosa o cambio de actitud a una persona o un grupo de personas o como cualquier acto que intencionado o no, afecta el bienestar de otro ser vivo. Existen muchos tipos de violencia sistémica o estructural y han sido estudiadas desde diversos ángulos, pero aquí hacemos solo algunas reflexiones acerca de algunos tipos de violencia vinculados a las tácticas GBI y al miedo, como factor fundamental utilizado en muchas de las OPSIC.
El concepto de violencia cultural lo describe el académico de la Universidad Iberoamericana de León, el Maestro Gustavo Lozano en su artículo: “El impacto de la criminalización de la protesta en la participación ciudadana”:

La criminalización de la protesta social no comienza ni termina en la inmediatez del acto represivo o, si se prefiere, la violencia directa perpetrada contra los ciudadanos activistas se inscribe en el contexto de un tipo de violencia más generalizada. En efecto, las agresiones traen causa de una forma de violencia no directa y más sutil: la violencia cultural, a través de la cual se pretende modificar la valoración moral de un acto o episodio violento y hacerlo transitar de lo negativo a lo positivo, o por lo menos a lo aceptable. (Gustavo Lozano, 2010)

Es decir, la violencia cultural implica que a la imagen de la sociedad, hoy en día, el uso de la fuerza en contra de los movimientos sociales e incluso defensores de derechos humanos y el medio ambiente, sea visto como justificado y tenga la aprobación de la opinión pública. Presentar a los activistas como delincuentes y criminales, ante los ojos consumidores de noticias, vía los medios masivos, permite al estado actuar en contra de ellos impunemente e inhibe la participación de la población en general, en procesos de participación ciudadana, reivindicación de derechos y movimientos sociales. También tiene un efecto negativo en la generación de conciencia crítica de la población, pues genera prejuicios inconcientes en la población hacia ideas o conceptos que estén relacionados a elementos de transformación o lucha social. En el mismo artículo nos argumenta:

Mediante el mecanismo psicológico de la internalización, la violencia cultural, en general y la criminalización de la protesta social, en particular funcionan, en primer lugar, como un estupefaciente que provoca una especie de indolencia social que impide la formación de la conciencia y, en segundo lugar, como un instrumento disuasorio que tiende a desmovilizar a la sociedad. Ambas, conciencia y movilización, son condiciones necesarias para la lucha política y la transformación social.

La violencia cultural utilizada y enfocada en blancos particulares, muchas veces busca los efectos mencionados anteriormente, pero también en sí misma, la violencia física concreta, sin utilizarse, pero como amenaza, es un arma usada permanentemente por el estado, con el fin de generar daños psicosociales a sus objetivos, división y desánimo en los grupos opositores. El hecho de que existan amenazas constantes, que hagan a los sujetos percibir que está en riesgo su vida, su casa, sus seres queridos y sus causas, los obliga a estar en estado de alerta y desgastarlos a través de la inducción del miedo y el desaliento.
(…)

4- LA HISTORIA DE LA GBI Y SU TRANSFORMACIÓN

4.1. Orígenes históricos GBI
Como mencionamos anteriormente, la historia del uso de la violencia, la tortura, la guerra psicológica y de otras formas de control social no es nueva. En la época de la Edad Media se infundía el terror religioso y durante la inquisición se ejecutaron cualquier cantidad de aberrantes torturas contra seres humanos; en la historia de las colonización de los europeos de Asia, África y América, estuvieron llenas de guerras peleadas en desigualdad de circunstancias materiales y técnicas, pero aún más notorio, con valores diferenciados en cuanto al honor y la forma de encarar los conflictos.

Casos como la entrega de cobijas infestadas de viruela para los indígenas en la conquista del nuevo oeste o que los españoles, en la masacre de Cholula, le dieran la espalda a los guerreros azteca y los aniquilaran con “trampa”, porque ellos, los guerreros águila y jaguar, no podían, por honor, matar a alguien que no estuviera combatiendo frente a frente, nos muestran, que la concepción de la guerra en el mundo occidental desde hace muchos siglos, ha ido perdiendo la ética y sus principios de honorabilidad que pudiera haber tenido el ejercicio de la violencia, por parte de los estados o sociedades organizadas, en su origen.
(…)
La doctrina Monroe que data de 1823, tiene como base el concepto “América para los americanos”, y ha sido el eje, desde su adopción, de todas las relaciones, políticas y acciones de los EEUU con América Latina y se sustentaba por a lucha de poder que existía en esos tiempos, entre el viejo y el nuevo mundo, entre la Europa arcaica, revuelta y colonialista de la época, en contra del imperio liberal e industrial creciente de los EEUU.

Los tres grandes principios de dicha doctrina son:
1- “No más colonización europea en el nuevo mundo”
2- “Abstención por parte de los Estados Unidos, de inmiscuirse en los asuntos políticos europeos”
3- “Oposición de Estados Unidos a toda intervención europea en los gobiernos del hemisferio occidental”
(…)

4.2. El documento Santa Fé y el periodo Reagan
Con la llegada de Ronald Reagan a la presidencia de los EEUU en enero de 1981, y buscando atender su compromiso de campaña de que durante su mandato “El comunismo no conquistará un centímetro más de tierra”, se da otro viraje completo a la política exterior y a la relación con América Latina. En primer lugar había claridad en buscar revertir los efectos del llamado “síndrome Vietnam”, que dejó serias secuelas en la sociedad norteamericana y su capacidad de utilizar su poder para libremente ejercer su dominio sobre su propia sociedad y el mundo, y en segundo, había una necesidad imperiosa de recuperar la confianza de los ciudadanos en el sistema del estado y sus instituciones, por el reciente escándalo de Watergate. A su vez, se tenía clara la meta de desarrollar una política agresiva llamada “roll back”, que significaba revertir las políticas erróneas de su antecesor y recuperar territorios, hegemonía, progreso económico y poder político.
Una forma que se utilizó para reactivar la economía fue reiniciar la carrera armamentista y comenzar a planear conflictos donde pudieran utilizarse y venderse.
(…)

4.3. La caída del muro y los nuevos enemigos del sistema
La caída del muro de Berlín y la desaparición del enemigo formal de todo el discurso norteamericano, podría presuponer un debilitamiento en la aplicación de esta doctrina,28 pero no fue así, como elocuentemente lo presenta Eduardo Galeano en el capítulo “Clases de corte y confección, como elaborar enemigos a la medida” de su libro Patas Arriba, Escuela del Mundo al Revés, pues el extremismo musulmán y el narcotráfico estaban ahí ya siendo etiquetados como nuevos blancos para dar pretexto a los intereses intervencionistas.29 La confección de nuevos enemigos realizada por los EEUU, pareciera una labor maquiavélica y que en la actualidad podría sonar a una exageración, pero son evidentes ante las múltiples filtraciones de Wikileaks y con el contexto en el que se vive concretamente en México y la Guerra contra el narco declarada por el Presidente Felipe Calderón, que ha implicado índices de violencia sin precedentes en el país y más de 60,000 muertos oficiales, durante los últimos 5 años. Pero si tomamos en cuenta que el análisis que hace Galeano lo realiza en 1998, a 13 años de distancia adquiere una dimensión especial, justamente por la historia reciente y como se ha ido escribiendo.

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EL ESCARAMUJO 41: LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Segunda Parte)

EL ESCARAMUJO año 7 Número 41

LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Segunda Parte)

Marco Von Borstel
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
18 de Septiembre de 2013, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

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2.2. Componentes y ejes de la GBI
La guerra de baja intensidad es la forma que adquiere la intervención estadounidense en los asuntos internos de otros países a partir de los ochenta y sus tácticas se desarrollan a partir de los objetivos y contextos particulares de cada conflicto. Sin embargo, los militares consideran que ésta también puede ser necesaria para reprimir conflictos internos dentro de países como Estados Unidos. Como lo expone Peter Bohmer en su artículo “Lecciones del COINTELPRO,” que narra su experiencia ante la represión por su participación en el movimiento chicano de las Boinas Cafés en territorio norteamericano, sistematizando algunas de las prácticas y tácticas empleadas contra los movimientos internos de ese país.

En este artículo nos plantea cuatro ejes de la estrategia del Programa de Contrainteligencia del FBI utilizadas a nivel interno, que el pudo identificar, a partir de sus experiencias:
1- Infiltración al movimiento
2- Guerra psicológica
3- Hostigamiento a través del sistema legal
4- Violencia patrocinada por el estado

Estos ejes tienes gran interrelación con lo que expone la doctrina militar de la GBI que veremos a continuación y son parte de un mismo paradigma sistémico de control estructural, que parten de los principios de dominación y acumulación primitiva de capital, pero que se han sofisticado a través de la extremización del capitalismo, que hoy en día se manifiesta por una voracidad, devastación generada y violencia, no vista anteriormente en la humanidad.

Las formas y contextos en los que se desarrolla la doctrina GBI en sus orígenes son diversos. Se asocian con situaciones de inestabilidad, contención agresiva, paz armada, conflictos militares cortos, antiterrorismo, antisubversión, conflictos internos, guerra de guerrillas, insurrecciones, guerras civiles, guerra irregular o no convencional, guerra encubierta, guerra psicológica, operaciones paramilitares, operaciones especiales, invasión, etcétera.

Los componentes de esta estrategia y las formas en las que fueron implementadas en El Salvador, Nicaragua y Guatemala, en los años 80, ya han sido ampliamente estudiados. La evolución de pensamiento y su apropiación, adecuación y generalización por parte de los propios gobiernos y las fuerzas militares de los países de la región, no ha sido tan investigada y adquiere en la actualidad diferentes expresiones y tácticas específicas. La implementación de la doctrina de la GBI, por parte de los estados nacionales de América Latina, es parte de una estrategia con perspectiva a largo plazo, desarrollada por el ala de la ultraderecha de EEUU, que estuvo en el poder con el presidente Reagan y que sigue presente en muchos de los cargos militares y del gabinete de seguridad más importantes de es país.

La estrategia incluyó, como parte básica de su implementación, el entrenamiento de tropas en la Escuela de las Américas y la formación de cuadros políticos en sus universidades, de donde emanaron la mayoría de los líderes neoliberales de México y otros países desde los años 90. Como ejemplo están las tropas de kaibiles en Guatemala y la toma de mando y reestructuración del ejército local en el Salvador en los 905, así como los últimos presidentes de la dictadura partidista del Partido de la Revolución Institucional en México que duró 70 años, Carlos Salinas de Gortari (1994-2000) y Ernesto Zedillo (2000-2006), que fueron quienes lograron implementar las primeras reformas estructurales del neoliberalismo, así como los tratados de libre comercio con los EEUU. La entrada del Partido de Acción Nacional (PAN), de la derecha Mexicana, a la presidencia, en una alternancia simulada, solo profundizó las reformas neoliberales, generando apertura a nuevas formas de apropiación del territorio y de los bienes comunes como agua, bosque, biodiversidad y tierra. A partir del año 2000, este grupo en el poder, con el pretexto de la guerra contra el narco, ha logrado militarizar a todo el país, al mismo tiempo que criminaliza y reprime a los movimientos sociales. Estamos en un proceso de devastación del territorio y retorno a la privatización de los bienes comunales que nos dio el triunfo de la revolución y la gente esta siendo expulsada de su territorio y el medio ambiente se está viendo irreversiblemente afectado por los múltiples proyectos de minería, represas, industria, turismo, monocultivos e infraestructura, que proliferan en todos los rincones del territorio nacional.

El pensamiento que se genera desde la GBI se ha ido especializando, adecuándose a las nuevas realidades sociales y necesidades generadas por el sistema capitalista, como se han ido transformando las formas de apropiación de los bienes comunes y el territorio a través de tácticas políticas y mediáticas, como la del el mito de la escasez del agua y los mecanismos para reducir el calentamiento global. Pero regresando a sus fundamentos, sus estrategias, tienen influencia en un amplio aspecto de dimensiones sociales y se pueden entender, a partir de los tres ejes que contienen la concepción original de la GBI:
1- La contrainsurgencia. Es la metodología basada en la asesoría y asistencia norteamericana a los estados aliados que enfrentan fuerzas de insurgencia o resistencia, sin requerir el enfrentamiento directo con tropas de los EEUU y donde se enmarcan los componentes “no militares” de la estrategia.
2- La reversión. Son las técnicas de guerra sucia y encubierta para desestabilizar a gobiernos legalmente constituidos, pero contrarios a los intereses del imperio.
3- El antiterrorismo. Más allá de su concepción moral, es el eje que permite ampliar el espectro de situaciones en las cuales los EEUU justifican su intervención y el uso de la fuerza militar en cualquier país, y también, como los estados nacionales basan la criminalización y represión a movimientos sociales.

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EL ESCARAMUJO 40: LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Primera Parte)

EL ESCARAMUJO año 7 Número 40

LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD CONTRA LAS COMUNIDADES EN RESISTENCIA CONTRA LA REPRESA EL ZAPOTILLO (Primera Parte)

Marco Von Borstel
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
13 de Septiembre de 2013, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

LEER COMPLETO: EL ESCARAMUJO 40: La Guerra de Baja Intensidad contra las comunidades en resistencia contra la represa El Zapotillo  (10 págs. PDF – 353Kb)

“Los filósofos no han hecho más que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo»
Karl Marx

1- INTRODUCCIÓN
1.1. Introducción
Esta investigación pretende ser un ejercicio de praxis, es decir, comprender de mejor manera la relación entre la práctica social de la resistencia contra la presa El Zapotillo (Jalisco, México) y las concepciones que engendran las estrategias de dominación, fundamentadas en el intervencionismo; aprender de la experiencia de lucha, las formas que toman las tácticas de la autoridad y profundizar teóricamente, para así tener mayores elementos para la cualificación de las estrategias y acciones.

Ante una investigación que puede ser abordada desde diferentes bases teóricas, no fue posible profundizar en todas las aristas y se intentó enfocar la línea de investigación, haciendo síntesis de los tópicos estudiados con ejemplos concretos, hilados por reflexiones que encadenaron los diferentes capítulos. Para el estudio, durante un periodo de más de un año, se desprendieron diversos temas inherentes a la investigación, bastante específicos y con una amplia diversidad de fuentes accesibles, por lo que se consultaron varios textos para cuestiones concretas de referencias, ejemplificación, fundamentación, datos específicos o como marco general, que en muchas ocasiones ya no se citaron en referencias directas, dentro de la investigación. Fue complicado acotar la investigación y al mismo tiempo darle el contenido necesario a los diversos capítulos, para buscar sustentarlos adecuadamente, pero creemos que se logró plasmar una visión suficientemente concreta acerca de lo que es la doctrina de la Guerra de Baja Intensidad, su proceso histórico en el contexto regional y el conflicto por el territorio, que se desarrolla en Jalisco, contra la presa el Zapotillo.

El desarrollo del presente documento, parte de los supuestos que dieron origen y algunas de las definiciones del concepto de Guerra de Baja Intensidad (GBI), para después abordar los temas de la violencia y el miedo como tácticas para reprimir a los movimientos sociales y normalizar dichos actos ante la opinión pública. En seguida, se hace una breve visión retrospectiva del contexto histórico de la GBI, para centrarnos inmediatamente en algunos ejemplos de sus manifestaciones en México. Como parte fundamental para entender la relación entre el caso concreto y la doctrina GBI, hacemos una revisión de los megaproyectos y los procesos de intervención, con los planes militares de América Latina, señalando algunos de los preceptos claves del modelo actual extractivista y su especificidad en el caso de las represas. A su vez se hacen algunas menciones, a modo de ejemplificar, de cómo la represión ha sido utilizada para imponer estas obras de infraestructura.

Para finalizar la presentación de contenidos, hacemos un breve resumen de la lucha y la resistencia de la comunidad de Temacapulín contra la presa el Zapotillo y se presenta una síntesis de datos relevantes del caso. Posteriormente exponemos un ejercicio de sistematización cronológica, que ubica por un lado, las acciones de resistencia y por otro, los actos de hostigamiento, categorizados por la forma en que se expresan en la práctica concreta. El análisis de dicha tabla y el entrecruzamiento con los componentes que caracterizan a la doctrina GBI, generan una conclusión que aunque aclara algunas de los cuestionamientos iniciales, abre más aspectos que investigar y profundizar.

Alguna de la información recabada, datos y constataciones fueron omitidas del texto por intentar cuidar no poner en riesgo, al hacer pública la información, algún proceso, táctica o persona del movimiento, ya que es una lucha que sigue viva, ha sido objeto de muchos actos de represión y como se verá más adelante está, en enero del 2012, en un momento de mucha tensión y muy probablemente cercano a definirse el destino de las tres comunidades amenazadas por la inundación, Temacapulín, Acasico y Palmarejo.

1.2. Objetivos y ejes iniciales de la investigación
A continuación presentamos los objetivos y ejes con los que inicialmente se planteó la investigación, que serán evaluados brevemente en las conclusiones, pero que sirven para entender desde que subjetividad y con que enfoque se desarrolló el proceso de recopilación e interpretación de la información.

OBJETIVOS:
-Esta investigación busca profundizar el conocimiento de las estrategias, métodos y expresiones de la guerra de baja intensidad (GBI) y su relación con las implementadas por el estado mexicano para imponer el proyecto de la presa El Zapotillo, ante la resistencia de las comunidades de Temacapulín, Acasico y Palmarejo y las organizaciones que las acompañan.

-Entender la relación entre las estrategias “civiles” de GBI, delineadas en los ochentas por los militares de Estados Unidos, para el intervencionismo en Centroamérica y otras latitudes, con las utilizadas actualmente por las autoridades mexicanas en este caso en particular. Dicha relación enmarcada en el contexto actual mexicano y desde una base conceptual del ecologismo popular, referenciando la experiencia con las múltiples luchas socio-ambientales del continente, que son producto de las expresiones actuales de explotación y apropiación de las riquezas y territorio de los pueblos, por parte de las multinacionales, con la complicidad y la subordinación de los gobiernos locales.

-Acotar y enfocar adecuadamente el proceso de sistematización e investigación, de manera que sean útiles, tanto el artículo, como la compilación de información, para la construcción colectiva de conocimiento y las redefiniciones constantes que se hacen de las estrategias y tácticas de
defensa y lucha. A su vez está propuesta puede servir para ver desde otra óptica los conflictos internos, las debilidades y fortalezas y la visión retrospectiva del proceso comunitario de resistencia. El proceso de reflexión permitirá a los miembros de comunidad tomar distancia de los actos de hostigamiento y mirarlos desde una perspectiva más objetiva, para así distinguirlos y generar estrategias de contención.

-Aportar elementos para las definiciones de la reestructuración organizativa y traslado de liderazgos que se está dando, en el movimiento, comité y organizaciones que acompañan, desde la “radicalización” de las acciones de la comunidad, el 8 de noviembre del 2010, cuando se hizo el llamado a la Revolución del Agua.

EJES TEMÁTICOS

-Tácticas y estrategias opresivas, consecuencias y efectividad.
-Alternativas de acción y minimización de daños.
-La ecología popular y las formas de despojo del intervencionismo.

1.3. Consideraciones y metodología
Para esta investigación se recurrió a diversas fuentes y formas de obtener información, búsqueda de bibliografía referente, entrevistas con expertos y expertas del tema y pobladores de la comunidad. Tomando en cuenta la ventaja de que he sido parte del movimiento desde el 2008, tuve acceso a todo el archivo de documentos y prensa con el que se cuenta y el cual es muy amplio, pero eso implicó, por lo mismo, un ejercicio de síntesis muy complejo. Otra complejidad obvia, fue el estar demasiado involucrado, no solo en el movimiento, sino en el tema de la investigación, por haber sido uno de los tantos objetivos de las acciones de hostigamiento y amenaza, implementados por la autoridad. Esto me da una postura claramente subjetiva, pero que a través del mismo ejercicio dialéctico de la investigación, me ha permitido tomar distancia de la práctica concreta, para poder mirar los hechos desde una perspectiva sistémica e interconectada con otros procesos de lucha y una dimensión de carácter más estructural.

(…)

2- ¿QUÉ ES LA GUERRA DE BAJA INTENSIDAD?
2.1. Concepción y fundamentos de la doctrina de la GBI
El concepto de Guerra de Baja Intensidad es ampliamente conocido en Centroamérica a partir del proceso de intervencionismo de los EEUU en la región, que se dio durante la década de los 80 y al cual en México, se le dio amplia difusión, a partir del levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional de Chiapas, en 1994 y sus denuncias ante las tácticas represivas del gobierno. Posteriormente diversos movimientos sociales como la APPO en Oaxaca y luchas en defensa del territorio como San Salvador Atenco en el Estado de México y la Parota en Guerrero, también son objeto de prácticas similares, no únicamente de violencia física y judicial, ejercida por parte de los cuerpos de seguridad del estado, sino también sujetos a un sin número de tácticas de violencia simbólica, psicológica y de intimidación, que utilizan las diversas autoridades y las corporaciones militares y policiales en contra de la movilización popular, la reivindicación de los derechos humanos o cualquier manifestación que este en contra de los intereses del propio estado y las corporaciones que lo gestionan.

Actualmente en México existe una campaña permanente de las organizaciones de derechos humanos en contra de la criminalización de la protesta6, ante las diversas manifestaciones de violencia ejercidas en contra de los movimientos sociales y defensores y defensoras de derechos humanos, como lo son el alarmante aumento en asesinatos, desapariciones, encarcelamientos de miembros de movimientos populares, activistas, periodistas y miembros de organizaciones sociales, más la criminalización mediática y judicialización de conflictos sociales y sus actores populares. A su vez, el movimiento por la Paz, encabezado por el poeta Javier Sicilia, en reacción por la gran cantidad de población civil desaparecida y asesinada, vinculada a la guerra contra el crimen organizado implementada por el actual gobierno mexicano, ha movilizado a gran parte de la ciudadanía en contra de la violencia y la estrategia del estado en materia de seguridad y combate al narcotráfico.

Habrá que aclarar que para efectos de este documento, utilizaremos los conceptos de estrategia y táctica de manera diferenciada, en el sentido que para estrategia nos estaremos refiriendo al diseño de un camino para lograr un objetivo en específico y por táctica nos estaremos refiriendo a los diferentes mecanismos concretos, en los que se expresa dicha estrategia. Es decir, si la estrategia implica los pasos para imponer la construcción de una represa en cierta región, las tácticas serían las instrumentaciones concretas, por las cuales la autoridad busca alcanzar ese objetivo. Cada táctica tiene sus propios objetivos, que en conjunto abonan para el logro mayor.

(…)

Francisco Pineda en resumen, define la GBI en un plano más general como:
“Una noción clave de la actual estrategia militar de Estados Unidos, para combatir las revoluciones, movimientos de liberación o cualquier conflicto que amenace sus intereses.”

José Rodolfo Castro y Deborah Barw en su artículo La guerra de baja intensidad y la militarización de Centroamérica sostienen:
El cuerpo de pensamiento doctrinario de la GBI se elabora a partir de la interpretación sociopolítica de la «desobediencia civil», la «insurgencia» y el «movimiento popular» o «revolución». El aspecto político-ideológico es al que se le ha asignado una mayor importancia. En el caso de este tipo de guerra la esencia de la propuesta (en términos técnicos-metodológicos) es la de usar contra ellos las mismas tácticas de los movimientos de liberación, y así garantizar una política que opere en los mismos planos donde tiene influencia el movimiento en el nivel local, nacional e internacional. (José Rodolfo Castro y Deborah Barw, 1987)

Es decir, a través de la doctrina de la GBI, los estrategas civiles y militares de los EEUU estudian las tácticas empleadas por la guerra de guerrillas y los movimientos revolucionarios y buscan formular caminos más efectivos para combatirlos con sus propias herramientas, sofisticando los procedimientos, prolongando los conflictos, pero disminuyendo los riesgos para sus propias fuerzas militares, por lo que: “El conflicto de baja intensidad no admite soluciones puramente militares. Requiere una aproximación multidisciplinaria que reconozca la interrelación de factores sociales, económicos, políticos y militares.” Por sobre todas las cosas, subyace el principio de apuesta a resultados a mediano y largo plazo, con instrumentaciones políticas, económicas y psicológicas entre otras, donde los tiempos de combate directo entre fuerzas armadas, sea el menor y represente el menor riesgo y costo para los EEUU.

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EL ESCARAMUJO 39: El ciclo del agua y el territorio. Nuevos paradigmas para la sustentabilidad

EL ESCARAMUJO año 7 Número 39

El ciclo del agua y el territorio
Nuevos paradigmas para la sustentabilidad

Marco Von Borstel
Otros Mundos AC/Amigos de la Tierra México
www.otrosmundoschiapas.org
17 de Junio de 2013, San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México.

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“…Esta tierra es sagrada para nosotros.
Esta agua brillante que se escurre por los riachuelos y corre por los ríos no es apenas agua, sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, ustedes deberán recordar que ella es sagrada, y deberán enseñar a sus niños que ella es sagrada y que cada reflejo sobre las aguas limpias de los lagos hablan de acontecimientos y recuerdos de la vida de mi pueblo. El murmullo de los ríos es la voz de mis antepasados…”
Jefe Seattle – 1855

La visión desde algunos de los pueblos originarios de nuestra América acerca de los elementos naturales parte desde un paradigma completamente antagónico a la perspectiva que se tiene desde la cultura occidental. Sin generalizar, podríamos afirmar que el agua y el fuego son percibidos como nuestros abuelos, la tierra como nuestra madre y el aire como un hermano mayor. No nos pertenece ni un árbol, ni el río, ni siquiera el territorio donde habitamos, sino nosotros somos parte de ellos; es una relación familiar, una forma de mirar el mundo donde los ciclos naturales deben ser respetados y los seres humanos no pueden disponer, poseer o romper ese vínculo intrínseco entre todos los seres y su entorno, sino su deber es cuidarlo y protegerlo.

Es por esta sabiduría que en la actualidad, ante el embate del modelo de desarrollo vigente, la reprimarización de la economía y la agudización de la acumulación de capital a través del despojo, donde los bosques, la tierra y el agua están siendo privatizados y capturados en beneficio de las grandes corporaciones, comunidades por todos los continentes, están alzando la voz en resistencia, defendiendo el territorio, la cultura, los bienes comunes y la vida.

El agua es un elemento esencial para la vida humana y para todos los seres que habitamos el planeta, de ella depende, en gran medida, el equilibrio de los ecosistemas. Desde la subjetividad de los pueblos originarios y rurales es vista como la sangre de nuestra madre tierra y como un elemento sagrado que se venera y respeta, pero actualmente la ambición y miope visión de que los hombres tienen la libertad y el derecho de apropiarse de cualquier cosa, está convirtiendo al agua en una mercancía.

Desde el 2005 en el marco del Foro Mundial del Agua, llevado a cabo en México, se realizó una gran campaña de comunicación donde se presentaban:
rostros de personas de diversas culturas del mundo con los labios secos, tierras agrietadas por la sequía y ríos sin una gota en su caudal. El discurso desde los gobiernos y corporaciones que han venido participando de estos espacios internacionales, apunta a generar la impresión de que la escasez del vital líquido es innegable y que la única forma de contener que el agua se acabe, es convertirla en mercancía, de forma que las políticas públicas de la mayor parte de los países está generando marcos legales que promueven su privatización y mercantilización, inclusive utilizando el argumento del derecho humano al agua.

En primer lugar habrá que aclarar que se calcula que existe agua dulce disponible en el mundo para más de veinte mil millones de personas y que aunque el agua dulce accesible para el consumo es solo un 0.26% de toda la existente en el planeta, no debiera haber riesgo de que este elemento natural se extinguiera, si el ser humano no interviniera, de la forma que lo hace, rompiendo sistemáticamente su ciclo natural. Este ciclo permite, que a través de la evaporación y condensación del agua salada de los océanos, esta se convierta en agua dulce y se precipite en valles y montañas, escurriendo por las diversas cuencas hidrográficas, ya sea de forma superficial o subterránea.

En el manejo mediático y desde algunos discursos académicos se plantea que la responsabilidad del agua es de la población en general y que la solución es bañarse menos y disminuir la cantidad de agua que se utiliza para las necesidades humanas básicas, y sin negar que la conciencia del uso del agua es fundamental, es importante señalar que en México, por ejemplo, de toda el agua utilizada, el 76% se utiliza para la agricultura, 14% uso doméstico y 10% industrial y el desperdicio de agua por ineficiencias técnicas en riego es de un 56% y en las redes de abasto de agua en promedio se pierde el 40%. Por lo que es claro que gran parte de la problemática en casos como México, tiene soluciones más efectivas a las propuestas por las políticas públicas actuales, que requieren un abordaje diferente de la problemática que debe reformular sus paradigmas fundamentales.

La causa de la falta de agua en algunas partes del mundo se debe a su distribución no homogénea en las diversas regiones, pero actualmente los factores más relevantes que generan la falta de agua potable para más de 1,100 millones de personas en el planeta son principalmente: la inequidad en el acceso al agua, la contaminación, la canalización y desviación de los ríos, la deforestación, el cambio climático y la captura corporativa. Estas intervenciones, que rompen el ciclo natural del agua, han provocado que más del 60% de los ríos del planeta estén represados, la desertificación de vastas zonas y la contaminación en la mayor parte de los cuerpos de agua superficiales y subterráneos. Esta “crisis” del recurso hídrico la podríamos llamar una “escasez” provocada por las mismas corporaciones, ya que son las principales causantes de las afectaciones al ciclo natural de la misma, lo que ahora les está permitiendo dar un valor monetario a este bien común.

Las cuencas hidrográficas son los espacios territoriales de influencia de un cuerpo de agua, sus límites se definen por lo que llamaríamos un parteaguas, en la cúspide y zonas más altas de las sierras y montañas. En este espacio territorial el agua de lluvia escurre por una red de corrientes superficiales e internas, que fluyen hacia una corriente principal y convergen en un punto común. Podríamos decir que toda la geografía del planeta en su parte terrestre, está dividida naturalmente en diferentes cuencas, por las que en su parte más baja corren lo ríos y sus puntos de llegada común son los lagos y los océanos. Por lo que las cuencas hidrográficas son también corredores de biodiversidad y existe una relación intrínseca en la cultura de las sociedades humanas que las habitan. La salud ambiental de todo ecosistema, independientemente de su extensión, está ligada íntimamente a la calidad del agua y la no obstrucción del escurrimiento en sus cuencas.

La sobreexplotación de los mantos acuíferos, las represas, ya sean para generación de energía hidroeléctrica, irrigación o abasto y la contaminación industrial, agrícola y de las grandes ciudades, son ejemplo de la desordenada e insustentable gestión del agua y sus cuencas, donde una visión sesgada, que privilegia los intereses de las empresas, por encima del respeto al medio ambiente y las comunidades, está provocando que cada vez más una mayor cantidad de población en diversas regiones del planeta no tengan acceso a agua en cantidad y calidad
suficiente, así como el deterioro, muchas veces irreversible, de ecosistemas enteros.

Un ejemplo claro son las regiones de manglares, los cuales dependen de la combinación entre el agua salada del mar y el agua dulce que baja por los ríos. Cuando estos últimos pierden caudal por las barreras colocadas cuenca arriba y los sedimentos y materia orgánica, no pueden fluir hasta las zonas costeras, vastas áreas de este ecosistema se ven seriamente perjudicadas, salinizándose y muchas veces siendo condenadas a desaparecer. A lo largo de la historia, la vida de las diversas culturas y civilizaciones del planeta ha estado íntimamente relacionada con los ríos, como lo fue la Mesopotamia, donde se creó la escritura y la moneda y el desarrollo de su sociedad tuvo una relación interdependiente con las cuencas del Tigris y el Éufrates o la civilización egipcia con el río Nilo y las culturas europeas con los ríos Rhin, Danubio, Támesis, Sena, etc. Así podríamos enumerar y profundizar de diversos ejemplos en la historia de la relevancia que han tenido los afluentes de agua para la sobrevivencia y desarrollo de los diferentes pueblos del planeta, pero el actual pragmatismo con el que se ven los bienes comunes y se dan las múltiples intervenciones del ser humano sobre los cuerpos de agua, está provocando una crisis climática, social y ambiental que no podrá ser solucionada con medidas parciales y una ceguera acerca de la importancia que existe en respetar el ciclo natural del agua.

Una de las causas de esta visión parcial del manejo integral de las cuencas, tiene relación directa con los límites impuestos por los estados-nación. Muchos de los territorios de las cuencas hidrográficas, (que como dijimos, son todo el espacio geográfico de influencia de los cuerpos de agua), están fragmentados entre diversas naciones, donde cada país y sus subdivisiones políticas internas buscan “aprovechar” al máximo el agua que fluye por su geografía, sin tomar en cuenta las afectaciones río abajo, en otras localidades, regiones e inclusive países.

Esta concepción de límites geográficos que utilizamos en la actualidad, han sido creados de forma arbitraria especialmente en Latinoamérica, donde las identidades nacionales y regionales se basan en hechos de carácter histórico e intereses de cúpulas de poder, dados después de la conquista, los cuales no responden a una visión de las culturas originarias que han quedado en muchos casos separadas, habitando en estados y/o países diferentes. Estas fronteras tampoco responden a una visión de cuencas hidrográficas, pues la mayor parte de los límites nacionales y/o departamentales son marcados justamente en donde corren los principales ríos o con líneas rectas que no responden a ningún criterio ambiental o cultural.

Esta arbitrariedad en la demarcación de las fronteras de las naciones y de sus subdivisiones internas generan políticas públicas parciales, provocan regionalismos que dividen a los pueblos y culturas, produciendo una visión identitaria del territorio que no está fundamentada en criterios ambientales o del flujo de agua. Este tema identitario provoca un reto para las comunidades y organizaciones en defensa del territorio, donde la generación de articulaciones regionales que se apropien de una visión del territorio que corresponda a criterios de cuenca, puede fortalecer las resistencias locales frente a los proyectos que los amenazan, rompiendo el paradigma de las fronteras territoriales marcadas por la cultura hegemónica.

Para los pueblos mayas que tienen más de 10,000 años de historia, antes de la invasión europea, la relación que se tenía con los ríos era da gran relevancia. Existen diversas referencias del intercambio cultural y comercial que se daba en sus principales cuencas, que son los ríos que actualmente se llaman Grijalva y Usumacinta con sus diversos afluentes. Estas cuencas nacen en la región de lo que hoy son los departamentos del norte de Guatemala (Huehuetenango, Ixcán, Alta Verapaz y Petén) y cruzan hacia México por el estado de Chiapas, desembocando en el Golfo de México, en los pantanos y manglares del estado de Tabasco. Dichos afluentes permitían tener una relación entre los pueblos asentados en las costas, pantanos, valles, selvas, montañas y bosques, proveyéndolos de una diversidad de insumos materiales e inmateriales que fueron fundamentales para el desarrollo de una de las civilizaciones más impresionantes de la antigüedad, donde es emblemático su desarrollo matemático, arquitectónico, científico, astronómico y cultural.

La invasión militar y cultural europea, acompañada de un sistema opresor en sus diversas etapas históricas, ha  marginado permanentemente a las comunidades que quedaron asentadas en esta región denominada Mesoamérica; esto, acompañado de la división política de los territorios y las guerras internas, han generado desplazamientos y múltiples problemáticas sociales y ambientales en la región, pero pese a estos y otros factores de dominación, la identidad de las diversas naciones mayas sigue estando muy presente y se “viven” desde la cotidianidad, diferentes expresiones de su cultura. La memoria de estos territorios está llena de historias de saqueo y explotación, la intervención indiscriminada con proyectos de supuesto “desarrollo” han generado una vasta destrucción ambiental, más desplazamientos de población y grandes cantidades de contaminantes liberados al entorno, que afectan la salud comunitaria y ambiental, contribuyendo al deterioro y empobrecimiento de la riqueza natural y cultural, así como de la población ya de por si altamente marginada.

La experiencia de la construcción de represas para generación de energía eléctrica en la región ha sido la de la violación sistemática de los derechos humanos, la falta de procesos de consentimiento, libre, previo e informado y la carencia de procesosde resarcimiento justo, lo que ha
provocado un sin número de afectaciones. Ejemplo de esto es la presa de Chixoy construida en Río Negro, en Guatemala en 1966, localizada en la parte alta de la cuenca del Usumacinta, la cual es conocida mundialmente por la agresiva forma en la que se llevó a cabo este proyecto, donde se desplazaron las comunidades, tras la terrible masacre de más de 400 campesinos mayas, que se oponían a la construcción del proyecto. Este es
uno de los proyectos que dio pie a que en 1997 el Banco Mundial hiciera un llamado para revisar su política en cuanto a proyectos de presas hidroeléctricas, conformando la Comisión Mundial de Represas1, la cual generó un informe que dio cuenta de las diversas problemáticas que han generado social y ambientalmente.

Las 4 represas construidas en el río Grijalva en el Estado de Chiapas en la década de los setentas, no solo ha provocado sin número de daños cuenca abajo y la pérdida de comunidades y amplias zonas de excelente tierra de cultivo, sino también generó tomas de tierra, enfrentamiento entre comunidades y condiciones de marginación extrema a las poblaciones desalojadas, esto por la falta de consulta, censos y procesos de resarcimiento e indemnización adecuada. Estos proyectos son causantes también de las inundaciones provocadas cuenca abajo fuera de su ciclo natural, que han tenido serias repercusiones en la ciudad de Villahermosa y para la forma de vida de las comunidades chontales y mestizas asentadas en la región de los pantanos de Centla. Este sitio ahora se ve con crecientes que duran más de 8 meses al año, lo que no permite que la población pueda mantener sus formas tradicionales de producción y que diversas especies endémicas estén en peligro de extinción por las diversas intervenciones que buscan salvar de las anuales inundaciones a la ciudad, en prejuicio de las comunidades.

Ante las actuales amenazas expandidas de nuevos proyectos de represas y explotación minera en la región, comunidades, movimientos sociales y
organizaciones están construyendo, con una perspectiva de cuencas hidrográficas transfronterizas, diferentes articulaciones, como la alianza binacional por los ríos y el territorio maya2, en la cual se está planteando como ejes de encuentro común la defensa de la cultura y el territorio, ante las múltiples amenazas que enfrentamos.

Desde este y otros espacios se propone declarar y construir territorios libres de megaproyectos, articulados entre ellos con una visión territorial común, más allá de las divisiones políticas impuestas, donde se vinculen desde la resistencia y las iniciativas de desarrollo local para el “buen vivir”, los pueblos asentados en las zonas altas, medias y bajas de las cuencas, tomando en cuenta su relación interdependiente con el flujo del agua.

A su vez debemos tomar en cuenta que las corporaciones que impulsan los proyectos del sector energético y extractivo son trasnacionales y actúan en los diferentes países, por encima de los gobiernos de los estados-nación y con la complicidad de ellos para imponer su modelo de “desarrollo” que externaliza los costos ambientales y sociales y criminaliza los movimientos en defensa del territorio. Por lo que la defensa de los territorios tiene que adquirir también un carácter trasnacional para estar en condiciones de enfrentar a estas empresas, amparado y legitimado con las declaraciones y convenios internacionales en materia de derechos humanos que nuestros países han firmado y ratificado, pero que no protegen, vigilan, ni cumplen, como lo es el derecho al consentimiento libre, previo e informado, que debiera ser respetado con fin de evitar las secuelas que provoca el no hacerlo.

El romper la visión del territorio por los límites impuestos de los estados-nación nos ha permitido ver problemáticas y retos comunes, logrando generar estrategias conjuntas para enfrentar el embate de los diversos proyectos de despojo que se ciernen sobre territorios específicos, pero que afectan en conjunto a toda una cuenca y poblaciones que las cohabitamos. Es a través de la búsqueda de replantear las concepciones y trasladándolas a prácticas concretas, lo que nos puede permitir desarrollar visiones subjetivas diferentes al sistema hegemónico
cultural dominante.

Existen muchas propuestas y ejemplos de gestión local y comunitaria del agua, pero parte de la esencia para resolver la problemática de la “escasez” de agua, reside en la transformación de la concepción de nuestra relación con ella nuestro entorno. Debemos lograr superar la dicotomía dada por el manejo indiscriminado local del vital líquido, sin tomar en cuenta la interdependencia intrínseca entre todos los espacios territoriales que componen las cuencas hidrográficas y la biodiversidad que mora en dichos espacios, incluyendo por supuesto a los seres humanos que poblamos estos territorios. Si arrojamos flores y semillas en los ríos desde la parte alta, estos llegarán cuenca abajo, pero de la misma forma si contaminamos cualquier cuerpo de agua, este afectará al medio ambiente y las comunidades asentadas en la parte media y baja de la cuenca.

Una nueva manera de ver los territorios con sus interdependencias geográficas, culturales y ambientales naturales, así como una forma de relación diferente con los diversos elementos naturales con los que poblamos dichos territorios, ya sea en el campo, costas, montañas o
ciudades, nos permitiría en teoría transformar la tendencia a la degradación irremediable de nuestro medio ambiente y por tanto de la calidad de vida de los seres humanos.

Mercancía, recurso natural, derecho humano, bien común o elemento natural, la subjetividad desde la cual vemos el agua, la tierra y los demás componentes de nuestro entorno, marca nuestra forma de manejo y gestión de ellos, el debate del ambientalismo, la sustentabilidad, el desarrollo y el territorio tienen que ver con un cambio de paradigma cultural, que de un giro profundo a nuestra forma de relación entre los seres humanos y el medio ambiente, del cual debemos entender somos parte fundamental, ya sea para afectarlo o para vivir en armonía con él.

LEER COMPLETO: EL ESCARAMUJO 39: El ciclo del agua y el territorio. Nuevos paradigmas para la sustentabilidad  (7 págs. PDF – 2,9Mb)

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