Artículo: Responder a las problemáticas desde la construcción de alternativas sostenibles

Compartimos el siguiente artículo de Ojo de Agua Comunicación sobre la Feria de Alternativas de Cuidados por la Vida donde la BIORED fue invitada y participó compartiendo su experiencia sobre los biodigestores – A 8 de noviembre del 2023

El Istmo de Tehuantepec es una zona especialmente amenazada por los megaproyectos debido a su posición geoestratégica, en la que confluyen intereses empresariales nacionales y extranjeros. Geográficamente es el punto ideal para el tránsito de mercancías entre los océanos Atlántico y el Pacífico, a lo que hay que sumar su biodiversidad. Ante este panorama se vuelve imprescindible para sus habitantes encontrar alternativas que les ayuden a proteger sus modos de vida y su territorio y ese precisamente fue el objetivo de la primera Feria de Alternativas de Cuidados por la Vida que se celebró los días 26 y 27 de octubre en Santo Domingo Zanatepec.

El evento es resultado de un proceso de dos años que inició con la realización de un diagnóstico participativo para priorizar las problemáticas presentes en la región y cuyos resultados se visibilizaron con la gira «Con los pies en el Agua». A lo largo de todos esos meses de trabajo se fue tejiendo una red de contactos con otras organizaciones que tienen tiempo trabajando la generación de energía alternativas y prácticas que cuiden y protejan la vida.

Toda esta iniciativa se enmarca dentro de las acciones comunitarias ideadas e impulsadas por una de los enlaces comunitarios de Ojo de Agua Comunicación en la región del Istmo, que en esta ocasión contó con el respaldo de FUNDAR y la colaboración de las autoridades municipales de Santo Domingo Zanatepec y la Telesecundaria de la colonia Chalaca, que ofreció el espacio en el que se hospedó el evento.

En la feria participaron 8 de esas organizaciones que se han desplazados desde diferentes puntos de la república para compartir sus conocimientos y experiencias con estos métodos alternativos para cuidar la vida. Todas ellas aportaron propuestas de los más diversas que iban desde la generación de energías renovables, a la apuesta por la recuperación de la medicina y saberes tradicionales, pasando por la gestión integrada de cultivos. CAMPO A.C., que mostraron el funcionamiento de varios sistemas de placas solares, estufas de combustión sostenible, lombricompostas y un modo de construcción basado en tierra comprimida; BioRed, que compartieron el uso de biodigestores para convertir en energía los desechos; Fundación Tosepan, que explicó como funcionan su cooperativa y su experiencia en la gestión de energía comunitaria y sus proyecto de co-diseño, co-construcción y co-pilotage de colotecnologías. Sobre la gestión integrada de los cultivos estuvo hablando la PIAP (Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos A.C.), un tema muy vinculado a la gestión y cuidado del agua, el cual abordó la COPUDA, mientras que CESDER se encargó de compartir su trabajo en el ámbito de la educación comunitaria y su importancia a la hora de construir formas alternativas de vida. Por último, Casa de Lodo y los sanadores locales aportaron el punto de vista del autocuidado reivindicando el uso y recuperación de los saberes ancestrales.

El primer día de la feria fue para las y los jóvenes de la Telesecundaria trabajaron en mesas de trabajo sobre cinco temáticas: el agua, la salud, la vivienda, los proyectos extractivos y la educación. Posteriormente, todos los equipos se reunieron en asamblea para compartir las reflexiones, preocupaciones y conclusiones a las que habían llegado en sus grupos.

Por destacar algunos de los comentarios aportados por las y los participantes, el grupo del agua habló de la importancia de reutilizar el agua y de trabajar para la reducción de la contaminación de las fuentes de agua naturales. Una conclusión similar a la que llegó también el grupo que se dedicó al tema de los proyectos extractivos ya que, como explicaron «todos esos proyectos contaminan y llegan al agua, a los ríos, al suelo y al final también a nosotros”.

Se repitió mucho la necesidad de cuidar el plantera para cuidar también el bienestar de quienes lo habitamos, lo que pasa, no solo por el cuidado de la calidad y acceso a un bien tan imprescindible para la vida como es el agua, sino también por encontrar formas más sanas de generar energía sin sustancias tóxicas como el humo de las estufas cuyas partículas acaban en nuestros pulmones, o de cultivar evitando el uso de químicos que contaminan, tanto el suelo, como las verduras, frutas y granos que finalmente acabamos consumiendo.

Además, las y los alumnos posicionaron la educación como una herramienta indispensable para crear consciencia sobre las problemáticas presentes en las comunidades como el rescate de las lenguas indígenas, la emigración hacia las ciudades, las amenazas extractivistas o la preservación del medio ambiente.

Tras esta compartencia, las alumnas y alumnos pudieron empezar a visitar cada uno de los puestos para conocer las diferentes alternativas invitadas, algo que al día siguiente, el sábado 28 hicieron las autoridades municipales de 7 comunidades. «Queríamos que los jóvenes conocieran otros modos de vivir porque son el futuro, pero también necesitábamos que todas estas alternativas llegasen a quienes están tomando las decisiones y pueden hacer un cambio en sus comunidades», explica desde Ojo de Agua Comunicación Mikh Dalia Korey Aquino Álvarez, que se mostró muy satisfecha con el interés mostrado por las autoridades al pasar por los puestos de las diferentes alternativas.

Para cerrar con broche de oro el evento finalizo con la celebración de una velada cultural en el Parque Central de Santo Domingo Zanatepec con los conciertos de la cantante Coyo Licatzin y Adolescentes Banda.

Red de Usuarias(os) de Biodigestores en Chiapas

Compartimos este relato sobre el encuentro de la Red de Usuarias y Usuarios de Biodigestores en Chiapas realizo a principios de febrero en Comitan – A marzo 2022 >>Descargar en pdf<<

Alcances del proyecto Otros Mundos Chapas A.C.

Por Anne Marie Schpomig – Técnica/Ingeniera de protección ambiental y energías renovables; voluntaria de Otros Mundos 2021/2022

Actualmente nos enfrentamos a uno de los mayores retos de nuestro tiempo: la crisis climática. Los efectos pueden sentirse claramente en todo el mundo. El nivel del mar está subiendo, los arrecifes de coral que albergan cientos de especies están desapareciendo, la biodiversidad está disminuyendo, muchas especies están en peligro de extinción, los fenómenos meteorológicos extremos están aumentando y destruyendo los hogares de muchas personas, las hambrunas y las sequías se están convirtiendo en una amenaza para cada vez más personas. La lista de impactos es larga y los peligros para la naturaleza y las personas son mayores que nunca.

Pero, ¿Qué podemos hacer para detener este proceso? Las empresas prometen salvar nuestro futuro con las energías renovables. Pero cuando las grandes empresas abusan de la protección del medio ambiente como motivo para acumular enormes beneficios a través de megaproyectos a costa de la población y a veces con violaciones de los derechos humanos, no se puede hablar de desarrollo sustentable. Muchos de estos megaproyectos destruyen la naturaleza y amenazan los territorios de nuestras hermanas y hermanos.

En Otros Mundos Chiapas A.C., siempre estamos buscando modelos de energía alternativa. En el de la misma, nos hemos encontrado con sistemas de biogás. Estas pequeñas soluciones sustentables refuerzan la autosuficiencia energética de los pueblos, una herramienta importante en la lucha contra la explotación capitalista y la defensa de los territorios.

El año pasado pudimos instalar 18 pequeñas plantas de biogás en la región V: Altos Tsotsil-Tseltal y XV: Meseta Comiteco Tojolabal en estado de Chiapas. Con un pequeño biodigestor (bolsa de lámina negra impermeable al gas), la biomasa (excrementos de animales) se convierte en biogás (metano CH4). El biogás producido puede utilizarse para cocinar con una estufa de dos quemadores y el producto residual puede esparcirse en los campos como “biol” un biofertilizante de excelente calidad para nutrir plantas y recupera suelos. Esto supone un gran alivio para las familias. Desde la instalación ya pueden prescindir de los tanques de gas LP compradas y del abono adicional. En estos casos, sólo el biogás y la leña son suficientes. Las familias no sólo se ven aliviadas económicamente, sino que contribuyen activamente a la producción de energía renovable, biofertilizante para las plantas y tratamiento de residuos de las pequeñas explotaciones.

A principios de febrero celebramos nuestra primera reunión de la Red de usuarias (os) de biodigestores en Chiapas. Se invitó a todas las familias en las que hemos establecido un sistema hasta ahora. Nos alegramos especialmente de la presencia de tantas mujeres y niños. De hecho, hay tantas mujeres como hombres que trabajan a diario con los sistemas. Nos reunimos en la finca de nuestro compañero Alermo Lopez en la comunidad Cajcam, Comitán de Domínguez para compartir las experiencias recogidas hasta el momento. Todos los participantes se mostraron entusiasmados y deseosos de participar en el intercambio.

La diversidad del uso de las plantas de biogás es impresionante. Ya sea en las montañas, cerca de la ciudad o en las afueras, han surgido pequeñas soluciones descentralizadas por todas partes. Uno de los sistemas, por ejemplo, está conectado directamente al inodoro y se alimenta principalmente de excrementos humanos. Otro compañero está experimentando mucho con el biogás y quiere intentar utilizarlo para el transporte. La magia del biodigestor inspira a todos los usuarios. Nuestro compañero Pedro Ruiz (usuario de biodigestor) nos informa de que hay mucho interés en sucomunidad, muchos de sus vecinos también querrían tener un sistema de este tipo que genere energía a partir de los residuos.

La particularidad de la planta de biogás es que los productos utilizados proceden de la naturaleza y se convierten directamente en energía sin necesidad de utilizar tecnología a gran escala. Incluso el producto residual el “biol” vuelve a encontrar su lugar en la naturaleza como abono.

Durante el intercambio de experiencias también se habló de los problemas encontrados, uno de ellos la reparación de los sistemas dañados. Como se necesita un equipo técnico especial, la reparación es actualmente muy cara. Sin embargo, ya estamos planeando adquirir un dispositivo de este tipo en el futuro para estar preparados para estos casos.

Es bonito ver cómo, además de una economía energética más sustentable, se está creando aquí una red entre usuarios. Ya estamos esperando el próximo encuentro con nuestras compañeras y compañeros.

Galería del encuentro de la

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Imágenes: Otros Mundos Chiapas

Más información:

El Escaramujo 93: ¿QUÉ HAREMOS DESPUÉS DEL COVID-19?

Los “Escaramujos” son documentos de análisis producidos por Otros Mundos A.C. Les presentamos el último número de la colección, esperando les sirva para sus trabajos en defensa de los territorios. (Ver todos los números del Escaramujo)  

>>Descargar Escaramujo 93 en pdf<<

Hemos explicado cómo llegamos a este punto y la magnitud de lo que implica lo sucedido con el COVID-19 en El Escaramujo No.92. Si nos basamos en la premisa fundamental de que un nuevo virus aparecerá, o varios más, incluso más letales y en un futuro no muy lejano, es imperativo plantearnos ¿qué pasó durante el confinamiento?, ¿qué hicimos?, ¿qué no hicimos?, ¿qué nos faltó hacer?, ¿cómo nos hubiera gustado estar preparados?, ¿qué haremos para afrontarlo nuevamente? Este confinamiento de la humanidad ha desplazado nuestras vidas al territorio mínimo, inmediato y básico: la vivienda, el hogar, la casa. Se intentó reducir las relaciones políticas a la familia y a sus miembros. Este territorio también en disputa se presionó con coerción y con miedo; con presión política, militar, toques de queda, mediática y económica por medio de multas. Se generó la narrativa de que el confinamiento es por amor, por protección a los demás, por solidaridad, por responsabilidad, por prevención, y por medio de un eslogan que machacó las conciencias: “Quédate en Casa”.

La tentación del olvido y regresar a la “normalidad”

Después del COVID-19, una vez superado el confinamiento y haber enterrado a los muertos, existe la tentación de enterrar también lo sucedido, enterrar la memoria y salir a la calle a toda prisa para recuperar lo que se tenía, esos sistemas personales, familiares, empresariales o de otra índole que nos mantenían funcionando, que nos garantizaban la subsistencia, las comodidades o al menos los mecanismos y la rutina al que se estaba acostumbrado para vivir. Aunque muchas personas y negocios ya no podrán hacerlo.

La gula por recuperar lo perdido a toda costa y lo más rápido posible para regresar a esa supuesta “normalidad” en la que se vivía, a esa rutina, a ese nivel y costumbre de consumo, aunque implique el endeudamiento nuevamente a mediano o largo plazo, engordará a los acreedores y pondrá al límite a los deudores. El Banco Azteca y Elektra, Coppel, Banorte, CityBank, BBVA, entre otros bancos privados, las casas de empeño, otros prestamistas y usureros entre los que se encuentra también la banca multilateral como el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Caribeño de Desarrollo (BCD), el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y otros bancos multilaterales regionales, serán los buitres que recogerán la carroña que deje el COVID-19. No condonarán deudas, sólo las aplazarán y aprovecharán la ocasión para la extracción de más dinero de los millones de personas que desean regresar a la normalidad del capitalismo depredador.

Sin embargo, lo que no es ni era normal es que los alimentos se transporten miles de kilómetros para que estén en la mesa; que dependamos de una empresa para que nos venda la comida y las semillas; que una transnacional sea dueña del agua, otra o la misma sea dueña de una medicina gracias a las plantas y los genes y al conocimiento tradicional de los pueblos. No es normal la violencia, los feminicidios, la pobreza o el desplazamiento forzado.

Enterrar en el olvido lo sucedido abarca con ello lo malo y lo bueno que la crisis generada por el COVID-19 desató en las personas, en diversos sectores de la población. Desde los escupitajos y violencia contra quienes salvaban vidas en los hospitales, hasta las acciones de solidaridad más loables e impresionantes que se registraron en muchos rincones del planeta. Por ello, es imperativo la vacuna contra el olvido para no borrar de la conciencia colectiva lo malo para no repetirlo, y lo bueno para mantenerlo, potencializarlo y mejorarlo.

La Agenda para el Movimiento Social

El COVID-19 es una advertencia que nos invita a la conciencia ambiental, política, social y económica. A la conciencia mundo, a la consciencia sistémica. Y es que hay una verdad inexorable e irrefutable: habrá otros virus. Y más letales. Por ello tenemos que plantear el futuro, lanzar la mirada hacia los próximos años inmediatos pero desde este momento de la crisis, antes de que se nos olvide lo vivido y, desde la crisis, plantear Alter Natos. ¿Cómo queremos un futuro? Las nuevas pandemias serán generadas ya sea por la actividad extractivista y económica que produce el sistema capitalista con una acelerada pérdida de la biodiversidad. Ya sea por el modelo de producción industrializado de alimentos o por que el Cambio Climático acelerado liberará nuevos virus congelados en el permafrost. Pero también por alguna guerra biológica o una liberación intencionada del virus. El asunto es que volverá a suceder. Y solo desde este momento de crisis, no desde la “vuelta a la normalidad”, podremos diseñar la prevención y las alternativas. Nosotros le llamamos “Alter Natos”.

Acostumbrados a que el concepto de “alternativa” implique por lo general la elección entre dos caminos, dos opciones que se bifurcan radicalmente entre la opción buena versus una opción mala, nos parece importante resaltar la evidencia de que existen muchos mundos posibles que construyen los pueblos, según su historia, su lengua, su geografía, sus modos de organización, entre otros elementos. Muchos caminos y modos diversos que conducen hacia lo mismo, hacia la felicidad colectiva, hacia la construcción de otros sistemas. Esto es para nosotros el “Alter”, los varios caminos. muchos modos. Y como son propios, endémicos, nacen de la región, de lo que los pueblos construyen desde su visión, lo llamamos “Natos”. Por ello, buscar opciones no significa aplicar normas iguales, importar paradigmas estructurales o recetas aunque sean de izquierda; o copias sin adaptar lo necesario. Sino que más bien se construyen desde lo local. Esto es el “Alter Natos”. Diseñar y construir “Alter Natos” es el momento fundamental que ahora nos devela el COVID-19. Se requiere de inventar, de construir, de soñar, de implementar, de probar formas transitorias o que nos transiten a nuevos sistemas. No bajo grandes recetas o formulaciones muy complicadas en términos políticos, económicos, académicos o conceptuales, con grandes enciclopedias que nos marquen el camino, o que mientras menos entendamos, más complicadas sean o más abstractas, pareciera que es mejor y más inteligente. No. Transitar a otros mundos posibles es desde lo concreto, desde las nuevas prácticas y hábitos con lógicas distintas al capital que generan nuevas conciencias colectivas.

Todo Alter Natos está marcado en el contexto de una transición. Difícil es salir del sistema de manera repentina o mutante. Esto es ingenuo. Sin embargo, también es cierto que no podemos cambiar el sistema ni ser diferentes, si seguimos haciendo lo mismo, si continuamos con las mismas prácticas y principios que nos rige el sistema capitalista. Tenemos que cambiar la lógica. La solución no está dentro del mismo sistema aunque lo pintemos de verde o lo intentemos “humanizar”, hacer “sustentable” o “responsable”, lo que no está en su ADN. Se requiere ver hacia otro lado y apuntalar hacia ese cambio que queremos vivir. Cambiar la conciencia, la práxis, los hábitos, el consumo, la relación con la Naturaleza y con nuestros semejantes.

Para buscar Alter Natos es necesario sistematizar la experiencia. Durante el COVID-19 se gestaron nuevas prácticas e ideas, aunque otras muchas recobraron y renovaron su sentido político; también se actualizaron o adquirieron nuevo sentido y más fuerza. Muchas acciones y propuestas se recubren, son sinérgicos y se relacionan intrínsecamente.

Será necesario también potenciar todos los recursos urbanos por su lado y los recursos rurales por el otro. Y lo que haga falta, buscar los vínculos necesarios basados en la Economía Solidaria, los mercados locales. El movimiento social tiene ahora la oportunidad de encauzar y priorizar su agenda. Más adelante rescatamos algunos cuantos de los muchísimos otros elementos que se pueden recuperar y que corresponden tanto a nivel familiar o comunitario, macro como micro, global como local, urbano o rural. No están en orden de importancia, ni están todas ni cada creatividad registrada durante el confinamiento. Imposible abarcar todo. Lo que sí podemos asegurar es que cada quien, cada persona y familia ha acumulado una experiencia vital y única sobre el mismo fenómeno, y eso, habrá que aprovecharlo, porque no había sucedido. Esta experiencia nos dimensiona lo que es posible si nos ponemos de acuerdo los pueblos. Si el sistema colapsó en pocos meses, podemos hacer resurgir otros paradigmas. En tan poco tiempo hemos visto el daño que le hacemos al planeta con este sistema. En pocos días el planeta respiró limpio; la fauna y la flora reaparecieron. Esta experiencia nos debe ayudar a darnos cuenta lo que sucede con un planeta sin humanidad, y el daño que hacemos con este sistema capitalista a la casa que habitamos. Este sistema no cabe en este planeta.

Desde otro punto de vista, el COVID-19 nos regaló la gran oportunidad de respirar, de ver las cosas de diferente manera, de generar esperanzas en que se puede vivir de otro modo. Nos ha dado otra oportunidad para que sobreviva la humanidad, para ver desde fuera, desde lejos, pero desde dentro de nuestras casas, lo que el sistema ha significado para nuestras vidas y la Naturaleza. Nos ha mostrado que podemos revertir el Cambio Climático si hay voluntad política y creatividad. No se ha hecho porque el Estado Corporativo no está dispuesto a sacrificar la acumulación de capital.

Tres claves son fundamentales para enfrentar las futuras pandemias: la descentralización, la diversificación y la organización colectiva. Estos criterios son vacunas que favorecen la independencia y la soberanía como pilares para lograr otros mundos posibles. La concentración de alimentos, de la producción, de la salud o de la tecnología en pocas manos no se sustenta. El monopolio, los monocultivos, la mono-dependencia del petróleo, de los ingresos exclusivos de un sector como el turístico o el “eco-tursimo” para sobrevivir, tampoco son la solución. El endeudamiento impagable e ilegítimo se contrapone a la soberanía. Las soluciones mesiánicas del Estado Corporativo se contrapone a tres criterios fundamentales para crear otros paradigmas de vida feliz: la autonomía, la autodeterminación y la autogestión de los pueblos. Es necesario crear las propias reglas y normas, definir el rumbo y administrar el camino hacia nuevos paradigmas, otros Alter Natos.

Nos preocupa más la exigibilidad de los derechos sobre un Estado Corporativo cuya lógica interna y posibilidades estructurales no le es posible otorgarlo. Debemos repensar la autonomía con autogestión de las condiciones para la felicidad colectiva. No limitarse a la exigibilidad al Estado para que nos garantice el agua, la luz, los alimentos o las medicinas, sino caminar hacia la autodeterminación. Que el Estado nos deje hacer, nos deje pasar las iniciativas de los pueblos.

Si nos regresáramos en el tiempo, digamos un año antes de estos acontecimientos y, sabiendo lo que nos sucedería, ¿cómo nos hubiéramos preparado?, ¿qué condiciones hubiéramos puesto para mitigar lo que se vivió? Esta perspectiva nos puede ayudar a preparar nuestros Alter Natos para no olvidar. Echemos la imaginación a volar para saltar de este sistema. El confinamiento nos dio la razón de lo que se puede hacer si nos pusiéramos de acuerdo en buscar otros paradigmas de vida. Pero al mismo tiempo debemos hacer un ejercicio de autocrítica de la cotidianidad personal, familiar, colectiva y sistémica; un ejercicio fuerte imaginación y creatividad; y una gran fuerza de voluntad política para dejar de reproducir el modelo de vida que reproduce el sistema y pensar y actuar colectivamente. Esta es la semilla de la rebelión sistémica.

Veamos entonces algunas pistas…

  1. La Salud en manos del pueblo. Luego de inundaciones o temblores se sugiere que las familias tengan a la mano o en una bolsa sus documentos, una linterna o agua, entre otras prevenciones. Durante el COVID-19 se buscó con ansiedad alcohol, mascarillas, gel antibacterial, papel higiénico, entre otros productos. De igual manera habrá que tener preparado el kit para cada persona. Piensa qué cosas sobre el tema de la salud necesitaste durante el COVID-19 y acopia lo suficiente y con tiempo. Se inventaron en casa tapabocas, batas y otros artefactos para prevenir las infecciones y se distribuyeron solidariamente a los centros de salud. Es necesario generar mecanismos de autosuficiencia sanitaria sin tanta dependencia de las empresas y el Estado. La medicina tradicional, la buena alimentación y la disminución de enfermedades como la diabetes, entre otras, ayudarán para prevenir. Estos proyectos populares de salud preventiva recobran mucho sentido. Los mecanismos comunitarios y vecinales de salud servirán de mucho en una contingencia similar. No podemos olvidar que se sacrificó a millones de personas para que los sistemas de salud desmanteladas por los mismos gobiernos no se les colapsaran para poder atender a los enfermos. Todos pagamos el precio de su privatización, por ello es importante luchar por un servicio y sistema público de salud.
  2. El consumo necesario. Por las dificultades económicas se redujo el consumo a lo indispensable. Esto ofreció la oportunidad de combatir el consumismo y generar nuevos hábitos que modifican la lógica de consumo que acarreamos, de tal manera que ni los préstamos o programas sociales de gobierno sean para activar el consumismo innecesario, sino para prepararnos para otra pandemia. Mucha gente dejó de consumir CocaCola, dejó de fumar, de consumir tanto alcohol o comida chatarra, entre otros hábitos. Nos dimos cuenta de cuántos gastos superfluos hacemos. Y es que los hábitos son los más difícil de cambiar. Para muchos fue la oportunidad de consumir productos artesanales, de mayor duración y calidad.

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